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Estado neoliberal argentino

Opinión, La fuente Jazmín

-El modelo de estado neoliberal impuesto en argentina con el ultimo golpe militar en 1976 trajo consigo una serie de
consecuencias y problemáticas tanto sociales como económicas dejando secuelas a lo largo de todos estos años
hasta la actualidad.

Martínez de hoz el fundador del neoliberalismo planteo en aquel momento que el problema central del país era la
gran cantidad de clase trabajadora demandante protegida por grandes sindicatos y la ineficiencia que exista sobre la
industria nacional siendo poco competitiva con los comercios extranjeros y muy dependiente del subsidio estatal y
el mercado interno. Se planteo así el programa de” recuperación, Saneamiento y expansión de la economía”
teniendo como objetivos principales, reducir el gasto publico y minimizar la intervención del estado en la economía.

Hasta 2001 argentina tuvo dos grandes olas neoliberales. Estas olas neoconservadoras, no solo sobre endeudaron al
país logrando una deuda extraordinaria e insustentable, sino que, de manera simultánea, dañaron severamente el
tejido productivo, laboral y social, logrando en consecuencia, índices de desocupación, pobreza estructural,
desnutrición infantil, indigencia, deserción escolar inseguridad y desigualdad social desconocidos hasta entonces.
Han logrado degradar significativamente a nuestra nación colocándola en una situación de vulnerabilidad
económica, social y política que históricamente no poseía.

La primera ola que surgió con La dictadura cívico militar, que según la teoría de Guillermo O’ Donnell, fue un
Estado Burocrático Autoritario (se caracteriza por anular todos aquellos mecanismos políticos y democráticos con el
fin de restablecer un determinado orden social y económico anterior que había sido alterado como resultado de una
considerable organización autónoma de la población y en especial de los trabajadores.)

Por primera vez en un gobierno militar aparecerían los representantes de los grandes capitales nacionales ocupando
significativos lugares de gobierno; Martínez de Hoz (Acindar) y Domingo Cavallo (Arcor). Al inicio de su fatídico
período, el país poseía una deuda externa de 4.890 millones de dólares. Sus índices de pobreza estaban en el orden
del 4,6% y su desocupación era del 3% aproximadamente. Su política económica basada en las ideas neoliberales
destruyó la industria nacional al abrir inusitadamente las importaciones, logrando que miles de pequeñas y medianas
empresas colapsaran. Cuando finalizó el gobierno de facto, la deuda externa era de 65.300 millones de dólares, la
pobreza era del 37% y la desocupación era del 9%. Tras más de 7 años de dictadura militar la deuda pública había
crecido al 64,2% del PIB(Producto Bruto Interno, indicador económico) en 1983. Asimismo, la tasa de inflación era
superior al 400% y la deuda externa llegaba al 49,6% del PBI, ahogando las finanzas públicas.

La segunda ola neoliberal comenzó en 1989 con Carlos Menem, quien llevó a cabo las políticas dictadas por el
Consenso de Washington, produciendo una ola de privatizaciones de las empresas estatales, el despido de miles de
trabajadores públicos, una apertura económica desmedida que fracturó la matriz industrial e inconmovibles medidas
de ajuste en perjuicio de las clases populares. Al igual que el gobierno neoliberal anterior, su cartera económica
estuvo manejada en un principio por Bunge y Born, sin embargo, su ministro de economía estrella, fue Domingo
Cavallo. Los resultados del menemismo fueron desbastadores; dejo el doble de deuda externa (145.000 millones de
dólares), una pobreza del 36% y una indigencia del 8,6% y una desocupación del 14,5%. Cuando finalizó el infausto
gobierno tras el estallido del 2001, la deuda externa era de 132.000 millones de dólares, la desocupación del 18,3% y
la pobreza en el 36% llegando a casi el 54% en 2002.

En conclusión, estas dos etapas neoliberales tuvieron un idéntico resultado; sobreendeudamiento que derivó en un
fuerte aumento de la deuda externa, fuga de capitales, especulación financiera, altos índices de inflación, cierre de
industrias y comercios, aumento del desempleo, de la pobreza e indigencia. Puedo afirmar entonces, que han sido
los grandes responsables de la situación de vulnerabilidad económica y social tanto estructural como actual que
tenemos en argentina.

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