SEGUNDO GOBIERNO DE FERNANDO

BELAUNDE TERRY
El segundo gobierno de Fernando Belaúnde Terry fue el período de la historia
del Perú que se inició el 28 de julio de 1980 y terminó el 28 de julio de 1985.
Belaúnde, líder del partido Acción Popular, fue elegido presidente por segunda
vez, luego de haber sido derrocado por un golpe militar en 1968. Su retorno al
poder marcó el fin de una larga dictadura militar y el inicio de una nueva etapa
democrática en el país.
Algunas de las características más importantes de su segundo gobierno
fueron:

• Restableció la libertad de prensa y respetó los derechos humanos.

• Enfrentó una grave crisis económica, agravada por el fenómeno de El
Niño en 1983, que causó desastres naturales y pérdidas agrícolas.
• Tuvo que lidiar con el conflicto fronterizo con Ecuador, que se reactivó
en 1981 por la ocupación ecuatoriana del falso Paquisha.
• Se opuso a la construcción del gasoducto Camisea, que pretendía llevar
el gas natural del Cusco a la costa, por considerarlo un atentado contra
la ecología y la soberanía nacional.
• Inició la construcción de la carretera Marginal de la Selva, que uniría las
regiones amazónicas con el resto del país.
• Promovió la descentralización administrativa y la participación popular
en la gestión pública.
• Impulsó la reforma educativa y la ampliación de la cobertura de salud.
• Se enfrentó al surgimiento del terrorismo de Sendero Luminoso, que
inició su guerra interna contra el Estado en 1980.

POLÍTICA ECONÓMICA:

La política económica en el segundo gobierno de Fernando Belaúnde Terry se

caracterizó por ser liberal y ortodoxa, orientada a reducir el déficit fiscal,
controlar la inflación, promover las exportaciones y atraer la inversión privada.
Sin embargo, también tuvo que enfrentar una serie de dificultades internas y
externas que afectaron el desempeño económico del país.

Entre los principales problemas que tuvo que afrontar Belaúnde en su segundo
gobierno se encuentran:

• La crisis de la deuda externa que afectó a toda América Latina en la

década de 1980, y que obligó al Perú a renegociar sus compromisos con
los organismos financieros internacionales y a adoptar medidas de
ajuste estructural.
• El fenómeno de El Niño de 1982-1983, que causó graves daños en la
infraestructura, la agricultura y la pesca, y que generó una caída del
producto bruto interno (PBI) de -12.3% en 1983.
 • El conflicto con Ecuador por la ocupación de tres puestos militares
peruanos en la zona fronteriza del falso Paquisha, que provocó una
breve guerra en enero de 1981 y un aumento del gasto militar.
• El surgimiento del terrorismo de Sendero Luminoso y el Movimiento
Revolucionario Túpac Amaru (MRTA), que iniciaron una guerra interna
contra el Estado peruano y que atentaron contra la infraestructura
productiva, las instituciones públicas y la población civil.

Ante este panorama, Belaúnde trató de implementar una serie de medidas

económicas para reactivar la economía y mejorar las condiciones sociales.
Algunas de estas medidas fueron:

• La devaluación del sol, que pasó a llamarse inti en 1985, para mejorar la
competitividad de las exportaciones y reducir el déficit comercial.
• La reducción del gasto público, especialmente en los sectores sociales,
para disminuir el déficit fiscal y cumplir con los pagos de la deuda
externa.
• La liberalización del comercio exterior, eliminando las restricciones
arancelarias y no arancelarias, y fomentando los acuerdos comerciales
con otros países.
• La promoción de la inversión privada, tanto nacional como extranjera,
ofreciendo incentivos tributarios, garantías jurídicas y facilidades
crediticias.
• La reforma tributaria, que buscaba ampliar la base impositiva,
simplificar el sistema tributario y mejorar la recaudación fiscal.
• La reforma financiera, que buscaba fortalecer el sistema bancario,
aumentar el ahorro interno y facilitar el acceso al crédito.

Sin embargo, estas medidas no lograron revertir la situación económica del

país, que siguió mostrando indicadores negativos como una alta inflación, un
bajo crecimiento, un elevado desempleo y una creciente pobreza. Además,
estas medidas generaron un descontento social por el deterioro de los
servicios públicos, el aumento del costo de vida y la pérdida del poder
adquisitivo.

CRISIS SOCIAL Y EL CONFLICTO ARMADO:

La crisis social y el conflicto armado en el segundo gobierno de Fernando

Belaúnde Terry fueron dos fenómenos que marcaron la historia reciente del
Perú y que tuvieron graves consecuencias para el país. A continuación, te
resumo algunos aspectos de ambos temas.
La crisis social se refiere al conjunto de problemas y demandas que afectaban
a diversos sectores de la población peruana, especialmente a los más pobres y
excluidos, y que expresaban su descontento y su protesta a través de
movilizaciones, paros y bloqueos. Algunas de las causas de esta crisis eran:
 • La desigualdad económica y social, que se reflejaba en la brecha entre
los ingresos, el acceso a los servicios básicos y las oportunidades de
desarrollo de las diferentes regiones y grupos sociales del país.
• La crisis política e institucional, que se manifestaba en la falta de
representatividad, legitimidad y confianza en las autoridades y los
partidos políticos, así como en la corrupción, la inestabilidad y la
confrontación entre los poderes del Estado.
• La crisis sanitaria y ambiental, que se evidenciaba en el impacto
negativo de la pandemia del COVID-19, que había causado miles de
muertes, colapsado el sistema de salud y agravado la situación
económica, y en los efectos del cambio climático, que habían generado
desastres naturales, sequías e inundaciones.
• La crisis cultural e identitaria, que se expresaba en el desconocimiento,
el desprecio y la discriminación hacia la diversidad cultural, étnica y
lingüística del país, así como en el conflicto entre las visiones
tradicionales y modernas del desarrollo.

El conflicto armado se refiere al período de violencia interna que vivió el Perú

entre 1980 y 2000, protagonizado por grupos subversivos como Sendero
Luminoso y el Movimiento Revolucionario Túpac Amaru (MRTA), que
pretendían derrocar al Estado e imponer sus modelos ideológicos, y por las
fuerzas del orden y los grupos paramilitares, que buscaban combatirlos y
defender el orden constitucional. Algunas de las características de este
conflicto eran:

• El inicio del terrorismo de Sendero Luminoso, que coincidió con el

retorno a la democracia en 1980. Este grupo se autodenominaba Partido
Comunista del Perú-Sendero Luminoso (PCP-SL) y seguía una doctrina
maoísta radical. Su líder era Abimael Guzmán, alias “Presidente
Gonzalo”. Su estrategia consistía en desatar una “guerra popular” contra
el Estado peruano y sus instituciones, mediante atentados, asesinatos
selectivos, sabotajes y masacres. Su principal escenario de acción era el
campo andino, donde buscaba captar el apoyo de los campesinos
pobres.
• El surgimiento del MRTA, que se produjo en 1984. Este grupo se
autodenominaba Ejército Guerrillero Tupacamarista (EGT) y seguía una
doctrina marxista-leninista inspirada en la figura de Túpac Amaru II. Su
líder era Víctor Polay Campos, alias “Comandante Rolando”. Su
estrategia consistía en realizar acciones armadas urbanas, como
secuestros, asaltos, tomas de rehenes y emboscadas. Su principal
escenario de acción era la ciudad de Lima, donde buscaba captar el
apoyo de los sectores populares.
• La respuesta del Estado, que se basó en la aplicación de medidas
legales, militares y políticas para enfrentar al terrorismo. Entre estas
medidas se destacan: la declaración del estado de emergencia en las
zonas afectadas por la violencia; el despliegue de las Fuerzas Armadas
(FF.AA.) y la Policía Nacional (PNP) para realizar operaciones
contrasubversivas; la creación de tribunales militares especiales para
 juzgar a los presuntos terroristas; la formación de rondas campesinas y
comités de autodefensa para apoyar a las fuerzas del orden; la
promulgación de leyes antiterroristas; y la búsqueda del diálogo con los
sectores democráticos para aislar a los violentistas.
• El impacto social, que fue devastador para el país. Según el informe final
de la Comisión de la Verdad y Reconciliación (CVR), el conflicto armado
causó la muerte de unas 69,000 personas, la mayoría de ellas civiles, y el
desplazamiento de más de medio millón de personas. Asimismo, el
conflicto generó graves violaciones a los derechos humanos, tanto por
parte de los grupos subversivos como por parte de las fuerzas del orden.
Además, el conflicto afectó el desarrollo económico, social y cultural del
país, al destruir su infraestructura, su tejido social y su identidad
nacional.

CRISIS DEL REGIMEN DEMOCRATICO:

La crisis del régimen democrático en el segundo gobierno de Fernando

Belaúnde Terry se refiere al conjunto de factores que debilitaron la legitimidad,
la estabilidad y la gobernabilidad del sistema político peruano durante el
período 1980-1985. Algunos de estos factores fueron:

• La crisis económica, que se manifestó en una alta inflación, un bajo

crecimiento, un elevado desempleo y una creciente pobreza. Esta crisis
se debió a la deuda externa, el fenómeno de El Niño, el conflicto con
Ecuador y el terrorismo.
• La crisis social, que se expresó en el descontento y la protesta de
diversos sectores de la población, especialmente los más pobres y
excluidos, que reclamaban mejores condiciones de vida y mayor
participación política.
• La crisis política, que se evidenció en la falta de consenso, diálogo y
cooperación entre los actores políticos, tanto del gobierno como de la
oposición, así como en la corrupción, la inestabilidad y la confrontación
entre los poderes del Estado.
• La crisis institucional, que se reflejó en el debilitamiento de las normas,
los procedimientos y las organizaciones que regulaban el
funcionamiento del sistema democrático, así como en la pérdida de
confianza y credibilidad de la ciudadanía en las instituciones públicas.
• La crisis de seguridad, que se originó por el surgimiento y la expansión
del terrorismo de Sendero Luminoso y el MRTA, que iniciaron una guerra
interna contra el Estado peruano y que atentaron contra la vida, la
propiedad y los derechos humanos de la población civil.

Estos factores generaron un escenario de crisis múltiple que afectó el

desarrollo económico, social y político del país, y que puso en riesgo la
continuidad y la calidad de la democracia peruana.