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La innovación pendiente

Somos muchos los docentes que tratamos de llevar la innovación al aula en nuestro día a día,
con el objetivo de que nuestros alumnos aprendan mejor. Trabajamos por proyectos o tareas, en
la participación activa del estudiante, en la interacción y perseguimos una actitud crítica ante lo
que leen, escriben, escuchan, dicen y aprenden. Utilizamos las TIC en el aula con nuestros
estudiantes. Pedimos que participen en redes sociales, valorando la imagen y la combinación de
textos y modos digitales. Sin embargo, a la hora de evaluar, no siempre tenemos en cuenta
estos aspectos que consideramos esenciales en su aprendizaje, limitándonos especialmente en
la evaluación final o en la evaluación certificativa a un test o prueba tradicional. La evaluación
debe ser acorde a los objetivos, metodologías, enfoques y tipo de actividades que
planteamos y seguimos en el aula.
Si no incluimos en la evaluación aquellos aspectos en los que creemos, en los que se basan
nuestras clases y materiales, en los que nos formamos, no les estaremos dando el valor que se
merecen y nuestros estudiantes tampoco. Según Alonso (1992) la forma en que los alumnos son
evaluados constituye sin duda uno de los factores contextuales que más influyen en su
motivación o desmotivación frente a los aprendizajes. La evaluación y la motivación están
estrechamente relacionadas en el proceso de enseñanza y aprendizaje y, por ello, deberían
ocupar un rol central en dicho proceso. Como afirman Bachman y Palmer (1996), debemos tener
en cuenta la importancia de la interrelación y coherencia entre evaluación, docencia y uso de la
lengua, donde los estudiantes puedan demostrar en las pruebas que realizan lo que realmente
saben.

Evaluar para aprender


La evaluación sumativa permite sobre el grado de desempeño de los aprendientes (sus
resultados), en relación con unos objetivos de aprendizaje. La evaluación certificativa valora la
aptitud sobre una determinada competencia o saber y como sabemos su finalidad es
acreditativa. La evaluación formativa, sin embargo, está estrechamente relacionada con el
aprendizaje, se ocupa del proceso de aprendizaje, no del producto.
La evaluación formativa tiene como objetivo recabar información sobre los progresos que
está realizando un aprendiente. Su finalidad está basada en el concepto de intervención,
puesto que de lo que se trata es de usar esa información para tomar decisiones que orienten
hacia el alcance unos objetivos de aprendizaje. En este tipo de evaluación se focaliza no
tanto en la valoración del aprendizaje, sino en las decisiones que seguirán posibilitándolo y
optimizándolo, permitiéndonos a nosotros y a los propios alumnos, saber en qué punto se
encuentra el estudiante, hasta qué punto se han alcanzado los objetivos con él y por qué.

Cómo enseñar en entornos híbridos FI-101-22 Lola Torres y Vanessa Ruiz


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El principal rol del docente es ofrecer experiencias en las que el estudiante pueda aprender y
practicar lo aprendido, pero también proporcionar recursos para que se implique cognitivamente
en ellas. El primer paso para este proceso consistirá en ayudar al alumno a tomar
consciencia de los procesos, recursos y estrategias de metacognición y a emplearlos
según sus objetivos. Por tanto, será esencial hacerlos explícitos en el aula, guiando su práctica y
ofreciendo el feedback correspondiente que permita al estudiante mejorar.
Ofrecemos en este tema propuestas de recursos, herramientas y formas alternativas de
evaluación destinadas a promover y guiar el aprendizaje, que incluyen la reflexión
metacognitiva sobre el proceso, y por tanto también la evaluación del aprendiente de lenguas.
Son propuestas dinámicas y flexibles, adaptables a cualquier perfil de estudiante, curso o
momento concreto del aprendizaje del alumno. Si bien la elección de una u otra dependerá de
los objetivos y circunstancias específicas de cada situación, se trata de recursos que nos
ofrecen un abanico de opciones a la hora de proporcionar al alumno diversas pruebas
periódicas y favorecer que se responsabilice progresivamente de su propia
evaluación/aprendizaje.

Cómo enseñar en entornos híbridos FI-101-22 Lola Torres y Vanessa Ruiz


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