El cuento nos presenta una imagen de un país violento y devastado; hombres y mujeres

marginales y sin futuro. La iglesia aparece como entidad poderosa que rige totalmente la
vida de sus fieles, llevándolos al fanatismo extremo y al engaño de una mejor vida en el
más allá.
La estructura familiar está degradada y condena a Macario a la imposibilidad del retorno
al origen. La nueva tríada delata la transformación negativa de una estructura patriarcal.
Felipa, madre sustituta y amante; Madrina sustituye al padre.
Macario es un sobreviviente, un joven loco que posiblemente engendrará otros chicos
locos. Como Felipa y la Madrina, una sociedad denigrante, abierta, violada y violadora,
donde el tiempo vivido parece eterno, inmóvil, una repetición eterna de lo mismo.

Macario parece que sufre de locura, por que dice que no se acuerda haber ahorcado a
una señora, además Adentro, afuera; arriba, abajo parecen ser las coordenadas que
dominan la vida de Macario. El único lugar seguro para él es su pequeño cuarto lleno de
cucarachas y alacranes. Ahí se refugia Macario, a quien los que viven fuera de la casa no
permiten salir al exterior; apenas lo ven, tratan de matarlo a piedrasos. Pero ahí en el
cuarto, en la oscuridad, desde el interior de los costales en que duerme, Macario se ve
atacado por las cucarachas que le recorren el cuerpo; desde el techo, desde lo alto, caen
cada cierto tiempo los alacranes que amenazan con picarlo. Pero Macario no enciende la
luz; siente que pueden encontrarlo sus pecados.
A Macario lo han convencido de que lo que viene de adentro de él es malo. Teme a los de
adentro; teme a los de afuera. Sin embargo, hay algo en el exterior que lo atrae: el ruido
de un tambor lejano. Macario no puede abandonar su refugio, su obscuridad, para ir al
encuentro del tambor; trata, entonces de reproducirlo en su interior y golpea su cabeza
contra el suelo, contra los pilares del corredor. Ese deseo interior es su pecado, por eso
se condenará.
Me gusto mucho por que refleja la vida de alguien que no siempre está en nuestra vida
diaria, además que si tal vez su vida parece monótona, se torna interesante por la forma
de redactar la historia.

TATIANA LUQUETTA CANO