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Vocabulario heredado del latín: el español es una lengua románica procedente del
latín vulgar que se hablaba en la Península desde el siglo II a.C. Por ello, la mayor parte del
léxico castellano procede de vocablos latinos que han ido evolucionando en el tiempo.
Distinguimos:
- Palabras patrimoniales: son términos procedentes del latín que se han ido adoptando
en español con una serie de modificaciones fonéticas hasta tener la forma que hoy presentan.
Por ejemplo: lupum> lobo; filium> hijo lactem> leche petram> piedra
- Palabras cultas: son palabras del latín o del griego que, debido a su incorporación
tardía a nuestra lengua, apenas han evolucionado y siguen conservando una forma cercana a la
primitiva. Así: del latín postumun> póstumo o del griego: hipódromo, cronología.
- Dobletes: algunas palabras del latín han evolucionado por una doble vía dando lugar a
una forma patrimonial y a otra culta. Por ejemplo:delicatum> delgado (patrimonial)/ delicado
(culta)
El léxico adquirido: con el paso del tiempo se han incorporado a nuestra lengua términos
procedentes de otras con las que hemos entrado en contacto. Se denominan préstamos
lingüísticos. Los dividimos en préstamos históricos (llevan muchos siglos entre nosotros) y
actuales (de reciente presencia en nuestra lengua). Entre los históricos encontramos: voces
prerromanas (herederas del íbero, tarteso, celta…): p.ej. barro, balsa, barranco, braga;
germanismos (del visigodo): p.ej. guerra, guardar o nombres propios como Rodrigo, Fernando· o
Gonzalo; arabismos (el árabe es la lengua que aporta después del latín más términos, unos 2000):
alcalde, azúcar, alcohol, albaricoque; americanismos o indigenismos (procedentes de lenguas
prehispánicas de América): tomate, patata, chicle; italianismos(incorporados durante el
Renacimiento): soneto, cuarteto, piloto, novela; galicismos (del francés): garaje, peaje, doncella;
anglicismos (del inglés): club, fútbol, champú, cheque; catalanismos: paella, bandolero,
mayonesa; galleguismos: chubasco, vigía, pazo; vasquismos: izquierda, pizarra, boina; lusismos
(del portugués): mermelada, caramelo, samba...
Como entidad viva que es, la lengua se transforma y crece constantemente. Nuestro idioma
es reflejo de nuestra sociedad. Por ello, según se van introduciendo nuevas realidades y
conceptos, es preciso incorporar a la lengua nuevos vocablos. Estos son algunos de los
procedimientos más comunes y productivos de nuestra lengua para formar palabras:
COMPOSICIÓN: consiste en la unión de dos o más lexemas para forman una nueva
palabra. Ejemplo: Sacar+ puntas= sacapuntas. El procedimiento de composición permite combinar
las palabras de diferentes maneras:
- Es posible combinar directamente dos o más palabras en un sola unidad gráfica: guarda+
espaldas= guardaespaldas. Estos compuestos se llaman COMPUESTOS PROPIOS.
- Cuando los elementos del compuesto no están unidos gráficamente pero constituyen una
unidad semántica y sintáctica (cajero automático, mando a distancia) se llaman COMPUESTOS
SINTAGMÁTICOS. Y dentro de estos encontramos los COMPUESTOS POR CONTRAPOSICIÓN:
los lexemas se unen mediante un guión (léxico-semántico, “ético-moral”).En este caso, las
palabras que se unen conservan su forma original: físico+ químico= físico- químico, lingüístico+
literario= lingüístico- literario.
DERIVACIÓN: mecanismo de formación de palabras mediante el cual se añaden morfemas
derivativos- prefijos o sufijos- a un lexema para formar una palabra diferente. Por ejemplo, el
lexema flor- más el sufijo –ero forman florero.
PARASÍNTESIS: llamamos parasíntesis a dos procedimientos distintos:
o Por un lado, la parasíntesis es un proceso de derivación y composición a la vez:
consiste en unir dos o más lexemas y un sufijo en una sola palabra: quince (lexema)+
añ- (lexema)+er- (morfema derivativo sufijo)+ -o(morfema flexivo).
o Por otro, la parasíntesis consiste en añadir a un lexema un prefijo y un sufijo a la vez,
simultáneamente: en –(morfema derivativo prefijo)+amor –(lexema)+ -ar (morfema
derivativo sufijo).
SIGLAS: unidades léxicas formadas por las iniciales de varias palabras que forman una
secuencia. Por ejemplo: ONU (Organización de Naciones Unidas), COI (Comité Olímpico
Internacional), EBAU (Evaluación de Bachillerato para el Acceso a la Universidad).
ACRONIMIA: palabras formadas con sílabas o fragmentos de otras ya existentes. Por
ejemplo: sida (Síndrome de InmunoDeficiencia Adquirida), CONCAPA (CONfederación CAtólica de
Padres de Alumnos).
Los anteriores son los procedimientos de formación de palabras más importantes, pero
nuestra lengua cuenta con otros que vamos a tratar a continuación:
- LA CREACIÓN ONOMATOPÉYICA: es un procedimiento que consiste en la formación de
palabras a partir de la imitación de sonidos naturales (tic-tac, miau). Su uso, como sabemos, es
muy frecuente en la comunicación diaria.
- LOS ACORTAMIENTOS: son el resultado de un proceso en el que una unidad léxica ve
reducido su significante reteniendo el mismo significado y categoría gramatical. El resultado supone
casi siempre un cambio en el nivel estilístico: “poli” por “policía”, por ejemplo. Normalmente, se
distingue entre dos tipos: la apócope (eliminación de fonemas finales> “bici” por bicicleta) y la
aféresis (eliminación de los iniciales> “chacha” por muchacha). Estos acortamientos reciben el
nombre de hipocorísticos cuando se dan en nombres propios: Berto, Toni, Mari, Fran…
1.3. Amplitud y cambio semántico en las palabras. Connotación y denotación.
Connotación y denotación.
Todas las palabras tienen un significado, es decir, remiten a un concepto. El significado
de una palabra resulta de la combinación de los rasgos semánticos mínimos que la definen,
caracterizan y distinguen de otros significados. El método de análisis del significado consiste en
descomponerlo en unidades léxicas menores llamadas semas. Por ejemplo: NIÑO estaría
compuesto por los semas “humano” “masculino” “corta edad”.
Las causas que pueden producir cambios de significado en las palabras son:
- Causas históricas y sociales: las cosas cambian de uso o de forma, pero permanece la palabra.
Eso hace que algunos vocablos amplíen o restrinjan su significado de origen. Por ejemplo:
“burgués” habitante de un burgo o ciudad > clase social, o sea, ampliación de significado) o
“villano” (habitante de una villa > malvado, o sea, reducción de significado).
- Causas psicológicas: actitudes irónicas, cómicas o emotivas inciden en los cambios de
significado. Por ejemplo, muchos de los nombres de los animales que pasan a tener un significado
figurado. Así: gallina” (cobarde), “lince” (listo), “víbora” (persona que hace comentarios ácidos)…
- Causas lingüísticas: una palabra se contagia del significado de otra con la que aparece en
determinados contextos. Por ejemplo: la aparición del adjetivo “móvil” con “teléfono” (teléfono
móvil) ha dado lugar al uso del término “móvil” para este tipo de dispositivos o decimos “un solo”
para referirnos a un tipo de café.
La semántica es la ciencia que se ocupa de los significados de las palabras de una lengua y
de los cambios de significado que estos términos experimentan. Concretamente, la semántica
sincrónica, que estudia las agrupaciones de palabras por el significado en un momento
determinado,
se ocupa de las distintas relaciones semánticas que se establecen entre las palabras y que
pasamos a comentar a continuación:
c) Homonimia: fenómeno por el que las palabras que originariamente son distintas y con
diferente significado han evolucionado de tal modo que sus significantes han llegado a
coincidir en la misma forma. Con frecuencia, los homónimos son de categorías gramaticales
diferentes. Por ejemplo, “llama” (verbo “llamar”, procede del latín “clamare”) o “llama” (sustantivo
que hace referencia al fuego, del latín “flammam”). Hay dos tipos de palabras homónimas: de
una parte, están los homófonos ( la identidad de significantes es sólo fónico y no ortográfica como
en “varón” /”barón”) y los homógrafos (la identidad de significantes se da también en la escritura
como en “cubo” (de agua) y “cubo” (geométrico). Aparecen en el diccionario con diferentes
entradas, al contrario que las polisémicas que tienen una única entrada con diversas acepciones.
d) Sinonimia: relación semántica que se establece entre vocablos con distinto significante y el
mismo significado. Ahora bien, hay distintas clases de sinónimos:
- Totales: son intercambiables en cualquier contextos. Por ejemplo: marido/esposo,
rey/monarca.
- Parciales: son intercambiables en determinados contextos. Por ejemplo: pesado/ indigesto.
- Connotativos: hay coincidencia connotativa entre algunas palabras en ciertos contextos.
Por ejemplo: habitación/leonera, listo/zorro.
- De grado: son palabras que expresan el mismo significado pero en distinto grado de
intensidad. Por ejemplo: miedo/fobia/terror/pánico.
f) Hiperonimia /hiponimia: fenómeno por el cual una palabra de mayor extensión (hiperónimo)
abarca a otras (hipónimos). Éstos se denominan entre sí cohipónimos. Por ejemplo: las
palabras “loro”, “paloma”, “periquito” o “golondrina” son hipónimos del hiperónimo “aves”
g) Campo semántico: palabras de la misma categoría gramatical que comparten algún sema.
Por ejemplo: el campo semántico de “asientos” podría estar formado, entre otros, por “silla”,
“taburete”, “sofá”, “sillón” o “banco”. Todos estos términos son sustantivos y tienen un sema común
(“objeto que sirve para sentarse”).
h) Campo asociativo: términos que relacionamos de forma subjetiva. Por tanto, no necesitan
pertenecer a la misma categoría gramatical ni tener semas compartidos. Estas asociaciones
están vinculadas a significados connotativos. Por ejemplo: un campo asociativo de “vacaciones”
podría contener, entre otras, las palabras “playa”, “camping”, “montaña”, “descansar”, “viajar”…