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Mario

La pandemia de COVID-19 ha tenido un impacto significativo en la vida cotidiana de las personas en todo el
mundo. Una de las principales medidas de prevención ha sido el aislamiento social, lo que ha llevado a
muchas personas a experimentar efectos psicológicos negativos.

El aislamiento social prolongado puede tener efectos perjudiciales en la salud mental. Los expertos en salud
mental han informado que el aislamiento social puede aumentar el riesgo de depresión, ansiedad, trastornos
del sueño, estrés postraumático e incluso suicidio. Además, el aislamiento social puede aumentar el riesgo
de abuso de sustancias y alcoholismo.

La falta de contacto social también puede afectar el bienestar emocional. Las personas necesitan
interacciones sociales para sentirse conectadas y apoyadas. El aislamiento social puede llevar a sentimientos
de soledad, aislamiento y desconexión, lo que puede impactar negativamente la autoestima y la autoeficacia
de una persona.

El aislamiento social también puede afectar la capacidad de una persona para regular sus emociones. Las
personas pueden sentirse abrumadas por las emociones negativas, como la tristeza o la ansiedad, y pueden
tener dificultades para encontrar formas saludables de lidiar con ellas. Esto puede llevar a comportamientos
poco saludables, como comer en exceso o pasar largos períodos de tiempo viendo televisión o navegando
por Internet.

Además, el aislamiento social puede tener un impacto negativo en la capacidad de una persona para
concentrarse y tomar decisiones. Las personas pueden sentirse abrumadas por la incertidumbre y la falta de
control en su vida, lo que puede afectar su capacidad para planificar y tomar decisiones importantes.

Es importante tener en cuenta que los efectos psicológicos del aislamiento social pueden variar de una
persona a otra. Algunas personas pueden ser más susceptibles a los efectos negativos del aislamiento social,
como los ancianos, las personas con discapacidades, las personas con problemas de salud mental
preexistentes y aquellos que han perdido a seres queridos durante la pandemia.
Para minimizar los efectos psicológicos del aislamiento social, es importante mantenerse conectado con
amigos y familiares a través de medios digitales y hacer ejercicio regularmente para mantener la salud
mental. También es importante buscar ayuda profesional si se experimentan síntomas graves de depresión,
ansiedad o estrés postraumático.

Introducción:

El aislamiento social y la cuarentena durante la pandemia de COVID-19 forman parte de medidas


efectivas impuestas con el objetivo de salvaguardar vidas. Sin embargo, estas medidas traen consigo un
importante costo para la salud mental. El monitoreo de las reacciones psicológicas, derivadas de las
restricciones obligatorias de movimiento durante la pandemia de COVID-19, debe constituir una prioridad
no solo para nosotros Sino también para los sistemas de salud.

Objetivo:

Analizar la evidencia disponible sobre el impacto negativo de la cuarentena y el aislamiento social en la


salud mental.

Métodos:

Se realizó una revisión general de la bibliográfica y documental sobre el tema en fuentes de datos digitales
en el sistema. Para la búsqueda se utilizaron, en inglés y español, las siguientes palabras claves: cuarentena,
aislamiento social, impacto psicológico, reacción psicológica. Las consultas se realizaron en Scopus,
EBSCO Health, PubMed (buscador), SciELO y PsycINFO, con énfasis en artículos originales y revisiones
sistemáticas. Para la recolección de los datos se elaboró una ficha instructiva y para su tratamiento se aplicó
el análisis de contenido de tipo directo.

Conclusiones:

Las Acciones tales como mantener a la población informada, facilitar canales de retroalimentación, y
garantizar los suministros básicos ,facilitar estrategias de afrontamiento al estrés permiten minimizar los
efectos negativos de un periodo de cuarentena. Y Las dificultades asociadas a la COVID-19 no concluirán
28 días después del último caso diagnosticado. Cuando llegue ese momento, se podrá tomar un respiro
breve, pero faltará todavía mucho por hacer.

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