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MONOGRAFÍA
Autor:
Docente:
Línea de Investigación
Pimentel – Perú
15 – 06 - 2022
DEDICATORIA
Esta pandemia originada por el coronavirus, es considerada una de las más letales
en la historia; por lo que está generando mucha preocupación, miedo, ansiedad e
incertidumbre en toda la población, lo cual esto eleva mucho más la posibilidad de
empeorar los trastornos de salud mental que ya padecían.
Objetivo General:
Objetivos Específicos:
A partir del siglo XVIII, estudios muestran que la salud mental implica el aspecto
emocional y físico tanto para el hombre y la sociedad.
2.2.1 Ansiedad:
Además, existe un mínimo de personas que tienen esta afección y sufren síntomas
fisiológicos, uno de ellos es el aumento de la disnea, frecuencia cardiaca, están
retraídas por lo que acuden a medicamentos como analgésicos u otras sustancias
(estupefacientes), otros beben alcohol o café.
Los contactos cercanos tienen un alto riesgo de contraer la infección por COVID-19.
Además, las restricciones que se les imponen, incluida la cuarentena obligatoria en
lugares designados o en el hogar y las pruebas de virus frecuentes, también pueden
aumentar el riesgo de problemas de salud física y mental.
2.2.2 Depresión:
Es una enfermedad muy frecuente a nivel mundial, la cual se estima que más de 300
millones de personas lo padecen. Este tipo de afectación produce diferentes
variaciones en el estado de ánimo y sobre todo de las respuestas emocionales frente
a los problemas de la vida cotidiana.
Además, del vacío existencial que generan en las personas, produciendo incapacidad,
mayormente en las mujeres, las cuales tienen una alta prevalencia con esta afectación
o trastorno y en las cuales es más resaltante el sentimiento de culpabilidad, una muy
baja autoestima y la recurrencia de duración en la depresión, debido a esas
características se conforma en una patología clínica muy severa.
2.2.3 Estrés:
Dada la alta mortalidad de la enfermedad por COVID - 19 grave puede ser un suceso
altamente mortal, sobre todo para las personas con un elevado riesgo de
complicaciones. Las personas que están expuestas a eventos traumáticos pueden
desarrollar un trastorno de estrés, la cual puede apreciarse en personas expuestas no
solo a una muerte real o en peligro de muerte, sino aquellas que experimentaron
directamente, ya sea por eventos traumáticos o personales.
El tercer grupo en riesgo son los profesionales de la salud que experimentan estrés
traumático en el contexto de presenciar la muerte de los pacientes y sus vidas
amenazadas, especialmente en casos de equipo médico insuficiente o inadecuado.
Además, la escasez de equipo médico o de protección puede ser potencialmente
traumática si lleva a los trabajadores sanitarios a temer la contaminación y la propia
muerte inminente.
El tema de la prevalencia total del TEPT relacionado con la pandemia sigue siendo un
tema de investigación futura, ya que los síntomas pueden aparecer hasta 6 meses
después del evento traumático.
Estudios anteriores indicaron una gran prevalencia en sobrevivientes de la epidemia
anterior de coronavirus (SARS), especialmente en los trabajadores sanitarios, por lo
tanto, sugerimos que los profesionales de la salud mental deben prepararse para la
aparición frecuente de este síndrome, en estos grupos de alto riesgo. Familias de
sobrevivientes de enfermedades graves con alta mortalidad y de quienes murieron por
la pandemia, así como los trabajadores sanitarios de primera línea que no estaban
infectados pero que han presenciado numerosas muertes y situaciones que ponen en
peligro la vida, aunque no se incluyen en estudios sistemáticos como los
sobrevivientes, también pueden experimentar estrés traumático durante el brote y
desarrollar TEPT. No obstante, sugerimos que las políticas de atención médica deben
considerar la detección de rutina de la presencia de síntomas de TEPT en los tres
grupos de riesgo descritos en este documento, junto con las estrategias de prevención
y tratamiento del TEPT y los riesgos relacionados, como el suicidio.
Se desconoce el efecto que tendrá esta crisis en la salud mental de la población, tanto
a corto como a largo plazo. Los hallazgos también brindan evidencia clara de que
minimizar la perturbación social y financiera durante la pandemia de COVID-19
debería ser un objetivo central de la política de salud pública. Un desafío clave es
cómo lograr este objetivo de la mejor manera sin comprometer la seguridad pública,
por ejemplo, relajando las restricciones de distancia física demasiado pronto.
En general, los hallazgos sugieren que las intervenciones para contrarrestar las
interrupciones sociales, financieras y de roles inducidas por COVID - 19, sea
particularmente entre las personas con afecciones de salud existentes,
probablemente tengan el mayor impacto en la salud mental y el bienestar de la
comunidad.
V. CONCLUSIONES:
16. Serra Valdés MA. Infección respiratoria aguda por COVID-19: una amenaza
evidente. Disponible en: https://www.revhabanera.sld.cu/index.php/rha
b/article/view/3171. 2020.
17. MINSAP. Protocolo Nacional MINSAP vs COVID-19. La Habana: Ministerio de
Salud Pública; 2020.
18. Villegas Chiroque M. Pandemia de COVID-19: pelea o huye. Rev Exp Med. 2020.
EneMarz;6(1):3-4
19. Segura MS. Con alerta, pero sin pánico. El rol de los medios durante la pandemia.
Disponible en: http://revistas.unc.edu.ar/index.php/med/article/view/28066/29334.
2020.
VII. ANEXOS: