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INTEGRANTES:

JAIR ZAPATA C.I: V- 19.356.059

COROMOTO ZERPA C.I: V- 16.992.86


JAIMAR LINARES C.I: V- 17.888.656

San Carlos, abril del 2023


INTRODUCCIÓN

En la Legislación Civil Venezolana existe un marcado legado jurídico que


permite a los distintos operadores de justicia conocer el funcionamiento de la norma
aplicada procesalmente, dicho legado, es el mejor conocido como el “Principio del
Debido Proceso” estatuido en el artículo 49 de la Constitución de la República
Bolivariana de Venezuela; por medio del referido principio el proceso deberá ser
aplicado a todas las actuaciones judiciales y administrativas sin dilación alguna de
lo que el mismo establece en su articulado; así como también, el “Principio de
Legalidad” establecido en el artículo 7 del Código de Procedimiento Civil, que prevé
que los actos procesales se realizarán en la forma prevista en la norma adjetiva in
comento, y en cualesquiera de las leyes especiales, y aun cuando en alguna norma
no exista medio para regular alguna actuación existente, el juez tendrá la facultad
de admitir todas aquellas actuaciones que considere idóneas para lograr los fines
del mismo.

En virtud de lo anterior, a modo ilustrativo es imperante considerar que un


acto procesal, no es más que el hecho jurídico realizado por el tribunal o algunas de
las partes en el ámbito de un proceso de carácter civil, con la intención de causar
efectos jurídicos en el mismo. En otras palabras, son aquellos que tienen por efecto
inmediato la constitución, el desenvolvimiento o la conclusión de un proceso. Es por
ello que, la importancia de la correcta aplicación de los diferentes actos en los
distintos procesos y procedimientos tanto en el ámbito judicial como administrativo,
propiamente dicho, estriba en el análisis de la norma contentiva de dichas
formalidades hecho por las partes protagonistas de las distintas acciones que se
activan en el argot tribunalicio. Estos actos deben cumplir las formalidades que
señale la Ley para cada caso, a fin de que surtan los efectos legales pertinentes.
Ejemplo de ello: “El primer acto procesal es la introducción de la demanda, y el
último el dictamen de la Sentencia”.

En tal sentido, es menester dilucidar que, el punto focal del estudio que a
continuación se pretende desarrollar va orientado al análisis, estudio, e
interpretación de las partes y los distintos sujetos procesales, los actos procesales
desarrollados en el hilo procedimental de asunto, sus formas, las teorías que
sustentan los diversos actos procesales y su respectiva clasificación.
LOS SUJETOS Y LAS PARTES PROCESALES

 SUJETOS PROCESALES Y SUS AUXILIARES

Son aquellos que en el proceso jurisdiccional tienen aptitud para realizar


actos procesales cualquiera que sea la posición que ocupen en éste. La doctrina
diferencia entre quienes tienen la calidad de parte, terceros e intervinientes. El
concepto de sujeto procesal es omnicomprensivo de todos ellos.

Los sujetos procesales principales son tres: el demandante, el demando y el


juez; sin embargo, existen otros sujetos procesales secundarios (los auxiliares de la
jurisdicción civil y los órganos de auxilio judicial) que ayudan al juez a resolver
conflictos de intereses con relevancia jurídica de forma inmediata y a obtener la paz
social en justicia de forma mediata.

Los auxiliares, conformados por los secretarios de sala, relatores, secretarios


de juzgado, auxiliares de justicia y los órganos de auxilio judicial. Es decir, son cada
una de las partes que por voluntad, interés o determinación legal interviene en un
acto o proceso judicial o extra judicial.

Son todas aquellas personas naturales o jurídicas capaces legalmente para


poder participar en una relación de proceso, ya sea como parte esencial o accesoria.
Dicho de otra manera se pueden clasificar en:

1. Los sujetos procesales fundamentales: son aquellos que integran la


relación jurídico-procesal, sin los cuales no podría existir el proceso. Estos son el
órgano jurisdiccional y las partes.

2. Los sujetos procesales connaturales: son aquellos que tienen


intervención habitual o decisiva en el proceso, aun cuando no forma parte de la
relación jurídico-procesal, tales como secretarios, alguaciles, escribientes, policías,
denunciantes, testigos y peritos. Se les llama sujetos connaturales porque su
intervención es cónsona con la naturaleza del proceso

3. Los sujetos procesales eventuales: son aquellos que, como su nombre


indica, pueden tener una participación eventual en el proceso, de manera tal que
pueden estar o no presentes en un juicio concreto. Tal es el caso del demandante
civil, del tercero civilmente responsable, del tercero excluyente y del público en
general.

Esos sujetos procesales por una relación dinámica y dialéctica son a su vez
los sujetos del litigio o sujetos litigiosos, con prescindencia del juez, que es el que
se encarga de tomar la decisión judicial reclamada. Sin embargo, sólo los que son
juzgados o sujetos del juicio son los verdaderos sujetos litigiosos, con lo que la parte
en sentido procesal puede entenderse como aquella que en el proceso reclama
tutela judicial o actuación de la ley en su propio interés y nunca en el interés de otro,
siendo irrelevante que tenga o no el derecho material o sustancial invocado al
momento de lanzar la pretensión, o que en el proceso se actúe para ayudar a otro
a la obtención de su pretensión, o simplemente que proteja sus derechos
reclamando por otro para sí.

En algunas oportunidades hablar de litigio, relación litigiosa o sujetos


litigiosos implica que exista titularidad de la relación sustancial, pero sólo por fuera
del proceso, porque en el proceso no es necesario ser titular de dicha relación, toda
vez que el proceso puede darse entre personas que no tienen ninguna relación del
tipo sustancial o material, por cuanto para ejercer el derecho de acción no se
necesita estar legitimado en la causa ni tener interés para obrar.

La finalidad del proceso, es decir, la solución de controversias con


relevancia jurídica de manera definitiva solo puede ser lograda mediante la
colaboración copulativa del juez y de sus auxiliares. Asimismo, las funciones que
desempeñan ambos tienen carácter público ya que, si bien su finalidad inmediata
es resolver conflictos intersubjetivos, la finalidad mediata es devolver la paz social
en justicia lo cual involucra a la sociedad en su totalidad (necesidad pública) y no
un caso en concreto.

 PARTES PROCESALES

Las partes procesales son las personas que intervienen en un proceso


judicial para reclamar una determinada pretensión o para resistirse a la pretensión
formulada por otro sujeto. A la persona que ejercita la acción se la llama “actor” (el
que “actúa”), “parte actora”, o bien “demandante”.

En todo proceso hay, como mínimo, una persona que reclama y otra frente a
la que se reclama; es decir, el Tribunal que conoce del proceso asiste al
enfrentamiento de una reclamación de alguien contra alguien. Los enfrentados son
las partes procesales, que serán siempre dos, aunque en cada una de ellas pueden
haber varias personas; la posición de las partes será siempre igual en cuanto al
trato que recibirán del tribunal. La parte que reclama se denomina demandante o
actor; la reclamada, demandada; pero se alude a ambas con el nombre común de
litigante. La persona que no es parte en el proceso y cualquiera que sea su relación
con la que es litigante, se denomina tercero procesal, denominación inaplicable al
tribunal. Entre el litigante y el tercero, cabe una situación intermedia: la del mero
interesado. Este, sin ser parte en el proceso, es afectado por el desarrollo del mismo
y se le permite intervenir cerca del tribunal para formular simples peticiones o para
oponerse a ellas.

Son partes en el proceso el demandante, el demandado y quienes puedan


sufrir los efectos materiales de la cosa juzgada.

o En los procesos civiles y mercantiles podrán ser parte:


 Las personas físicas.
 El concebido no nacido, para todos los efectos que le sean favorables.
 Las personas jurídicas.
 Las masas patrimoniales o los patrimonios separados que carezcan
transitoriamente de titular.
 En calidad de demandadas las uniones y entidades que, sin haber cumplido
los requisitos legalmente establecidos para constituirse en personas
jurídicas, actúen en el tráfico jurídico.

Serán partes no solamente quienes figuran en la demanda, sino que además los
que se personen al proceso en tal calidad, sea de manera provocada o voluntaria,
mediante los mecanismos procesales previstos para ello; por ejemplo, la integración
del litisconsorcio necesario y la intervención de terceros.

Parte es el que actúa o pide en nombre propio, pero también lo es quien en


nombre de otro pide; razón por la cual, el representante será parte en un sentido
meramente formal y el representado, en el sentido material. Por lo tanto, la
competencia y la legitimación se determinan respecto del representado, jamás por
el representante; además, las consecuencias jurídicas y económicas del proceso
(Ejemplo: la condena, las costas procesales, los efectos de la cosa juzgada), se
producen respecto de la parte material, no de la formal, a menos que se disponga
lo contrario.

En la medida que se desarrolla el proceso, y se dan los sucesivos incidentes


o etapas, las partes reciben diferentes denominaciones –tales como recurrente y
recurrido o ejecutante y ejecutado–, que responden a la posición que asumen
respecto de estos incidentes o fases (los recursos y la ejecución), pero su situación
o condición (cargas, derechos y obligaciones) permanece básicamente inalterada.
La capacidad para ser parte, consiste en la aptitud para ser titular y
responsable de los derechos, obligaciones y cargas procesales. Esta aptitud se
identifica con la capacidad jurídica, de tal manera que podemos afirmar que a todo
aquel a quien el ordenamiento le confiere personalidad (capacidad para ser sujeto
de derechos y obligaciones Art. 137 CPC) tiene capacidad para ser parte.

Por tanto, tenemos que se reconocen con capacidad para ser partes a: Las
personas físicas. Por “personas físicas” se hace referencia a las personas
naturales reguladas en nuestro Código Civil, a cuyas normas debemos remitirnos;
por ejemplo: que la persona humana goza de capacidad jurídica y, por ende,
capacidad para ser parte desde su nacimiento, hasta su muerte. Si bien el fallecido
no puede demandar, ni tampoco ser demandado, cosa muy distinta es el fenómeno
que se produce respecto de la muerte de una de las partes pendiente un juicio, ya
que no conlleva su finalización, sino que entran en juego las reglas de la
denominada sucesión procesal, pues el heredero “adquiere los derechos y
obligaciones” del difunto.

El concepto de parte es importante porque tiene implicaciones prácticas en


el proceso y respecto de las consecuencias del mismo, para el caso, la
competencia, la legitimidad, la condena en costas, los efectos de la cosa juzgada,
etc. La calidad de parte la determinan las normas procesales, no las sustanciales,
ya que algunas veces la ley da legitimación a quien no es titular del derecho
sustancial debatido, la sentencia termina declarando que el supuesto derecho u
obligación base de la pretensión no correspondía al demandante o al demandado –
sea porque se hace mérito de una razón impeditiva o extintiva, porque demandó
quien no estaba legitimado o se demandó a quien no era el legítimo contradictor,
pero ello no significa que el proceso se haya desarrollado sin partes.
En consecuencia, partes serán, por un lado, quien pide la tutela jurídica y,
por el otro, frente a quien se pide, independientemente de su titularidad o vinculación
con el derecho o relación jurídica bases de la pretensión o con el objeto litigioso.

El que ejerce el derecho de acción, sea para deducir una pretensión, para
solicitar diligencias preliminares o medidas cautelares, adquiere la calidad de parte
actora y, en consecuencia, se le asignan cargas, derechos y obligaciones que el
derecho procesal considera adecuados para la efectiva tutela del derecho o interés
sustancial puesto a decisión del órgano jurisdiccional; y respecto del demandado,
desde el momento en que se ejerce en su contra una acción o se deduce una
pretensión, tiene el derecho correspondiente para defenderse (contradicción), para
lo cual recibe las mismas cargas, derechos y obligaciones procesales necesarios
para ejercer su adecuada defensa.

De igual manera, el tercero, desde su entrada al proceso –sea voluntaria o


provocada-, adquiere la condición de parte y se le conceden las mismas cargas,
derechos y obligaciones para los efectos de hacer valer o defender sus derechos e
intereses sustanciales.

Resulta interesante el criterio utilizado por el legislador para determinar quién


puede tener la calidad de tercero, cuando se refiere a aquellos que puedan sufrir
los efectos materiales de la cosa juzgada. Por principio de cuentas, la cosa juzgada
puede ser formal y material; la formal la encontramos cuando sus efectos ya no
pueden ser modificados por vía de recursos en el mismo proceso en que se
pronunciaron; en cambio, la condición de cosa juzgada material se alcanza cuando
ya no sea posible modificar sus efectos en un proceso posterior. En ese sentido,
parece claro que se refiere a la posibilidad que alguien más pueda resultar afectado
por los resultados de la cosa juzgada entre las partes contendientes, puesto que los
efectos de la cosa juzgada solamente se conocerán cuando se hayan producido y
no antes; lo que descartaría el evento de la intervención y presencia de un tercero
en un proceso pendiente, cosa que no es razonable, puesto que lo que se previene
admitiendo terceros en el proceso es la dificultad de no poder extender los efectos
de la cosa juzgada a quienes no han tenido oportunidad de defenderse.

Por otra parte, la intervención de terceros en un proceso pendiente queda


autorizada cuando se vean afectados por los resultados de la cosa juzgada formal,
puesto que las providencias que se van pronunciando durante el desarrollo de la
causa bien pueden afectar a terceros ajenos a la contienda judicial; en cuyo caso,
se admite su participación para defender sus derechos e intereses. Por esa razón,
cuando esta norma habla de los efectos materiales de la cosa juzgada debe
entenderse en cuanto a los resultados prácticos de la providencia que afecta al
tercero interviniente, de cuyos efectos pretende defenderse o desvincularse.

LOS ACTOS PROCESALES Y SUS FORMAS

Antes de hablar de acto procesal debe entenderse que es un hecho jurídico,


entendiéndose por este todo suceso o acontecimiento vinculado al derecho, y de
allí que se distingan los hechos naturales de los realizados por la voluntad del
hombre.

Los Actos Procesal se vinculan al nacimiento, desarrollo y extinción de una


relación jurídica, a través de la forma jurídicamente regulada por la Ley, que es el
proceso. Referente a los Actos procesales podemos entender que son aquellos
actos jurídicos realizados voluntariamente por los sujetos del proceso (partes,
terceros, juez, auxiliares, etc.) cuyos efectos serán los de crear, modificar o
extinguir derechos procesales o relaciones jurídicas procesales o, más
simplemente, el acto jurídico que constituye, modifica o extingue el proceso.
Igualmente en esa misma línea se entiende por actividad procesal la que
ejecutan los sujetos procesales dentro del proceso, la cual comienza con la
demanda y termina con la sentencia y su ejecución. Entre el acto que da inicio a la
relación y el que pone fin, se llevan a cabo una serie de actos encadenados y
estrechamente vinculados, de manera que unos son presupuestos de los otros y así
sucesivamente. Cabe mencionar que los actos procesales o jurídicos son realizados
por el tribunal o alguna de las partes en el ámbito de un proceso, con la intención
de causar efectos jurídicos en el mismo. En otras palabras son aquellas que tienen
como efecto inmediato la constitución, el desenvolvimiento o la conclusión de un
proceso, para así cumplir con las formalidades de ley para que surtan efectos
legalmente pertinentes según lo establecido en el artículo 193 del código de
procedimiento civil.

“Ningún acto procesal puede practicarse


en día feriado, ni ante de las seis (06) de
la mañana, ni después de las seis (06) de
la tarde, a menos que por causa urgente
se habilite el día feriado o la noche.
Sera Causa urgente para los efectos de
este artículo el riesgo manifiesto de que
quede ilusoria una providencia o medida,
o de que se frustre cualquier diligencia
importante para acreditar algún derecho
para la prosecución del juicio”.

El estudioso Chiovenda define al acto procesal como aquél que tiene como
consecuencia inmediata la constitución, la conservación, el desenvolvimiento, la
modificación o definición de una relación procesal.
 FORMA, LUGAR Y TIEMPO DEL ACTO PROCESAL
o Formas procesales: se entiende por formas procesales a la manera en que
se estructura internamente la realización de un acto en el proceso,
considerando sus presupuestos, elementos y las condiciones necesarias
para producir los efectos jurídicos que la ley le imputa a los mismos. El acto
procesal ocupa un sitio en el espacio y un momento en el tiempo. El lugar
donde se opera la actividad procesal es a menudo fijo y se denomina sede,
por ende se pueden desarrollar de diferentes maneras, ya que todo acto
tiene forma, lugar y tiempo:
o Forma del Acto: El acto procesal en Venezuela no está rodeado de fórmulas
sacramentales, pero sí se ha establecido una forma ordenada para la
realización de dichos actos, acordando oportunidades para cada uno de
ellos, la ley adjetiva fija los términos y los lapsos en que debe llevarse a cabo
la actividad procesal, por los sujetos de la relación. Todo lo relacionado con
la forma de los actos se encuentra expresado en los artículos 183 al 190
CPC.
o Lugar del Acto: Los actos procesales se realizan en la sede del Tribunal.
La sede es el local donde se desenvuelven las actividades judiciales, en las
horas de despacho. Por excepción se pueden realizar algunos actos fuera
de la sede del Tribunal. (Art. 191 CPC, determinación de la sede). El traslado
del Tribunal fuera de la sede debe acordarse previamente, puede hacerse
de oficio, cuando el Juez se traslada a la morada del testigo en caso de
impedimento (Art. 490, 472, 473, 442, 713, 723 CPC) o a petición de parte,
cuando el Juez lo crea conveniente (Art. 489 CPC).
o Tiempo del Acto: El proceso de la relación jurídica avanza desde la
demanda hasta que culmina en la sentencia. Esa marcha constante y
sucesiva que se hace evidente en el encadenamiento de los actos,
regulados según un orden y una determinación, constituyen el tiempo del
acto. Todo lo relacionado con el tiempo de los actos procesales se encuentra
establecido en los Arts. comprendidos del 192 al 206 CPC.
o Horas de Despacho: Las horas de despacho, se caracterizan por la
actividad del Tribunal en pleno, unipersonal o colegiado. Se hace saber al
público las horas destinadas a despacho mediante la colocación en las
puertas del tribunal de una tablilla o cartel. Por el mismo medio se hará saber
al público los días en que las necesidades del trabajo impidan dar despacho
(Ver Arts. 192, 193, 194 CPC)
o La Habilitación: Tiene por objeto hacer hábiles aquellas horas o días en las
que normalmente el Tribunal no puede actuar. Puede ser necesaria o
urgente. La necesaria sólo produce la habilitación de las horas
comprendidas entre las seis de la mañana y las seis de la tarde, y las fijadas
por el Tribunal. La necesidad de esta habilitación queda al poder discrecional
del Juez. La habilitación urgente tiene por objeto hacer hábil el día feriado o
la noche, día y hora en que no se puede normalmente actuar. Por lo tanto,
no se puede confundir lo necesario con lo urgente, ni las horas que se
indiquen fuera de la tablilla con la habilitación de la noche o del día feriado
en que ocurre la habilitación urgente. (Art. 192 y 193 CPC)
o Término y Lapso Procesal: Este se lleva a cabo desde la interposición de
la demanda hasta que termina con la sentencia se llevan a cabo una serie
de actos procesales.
Con respecto a este aspecto el Art. 196 del CPC dispone: «Los términos o
lapsos para el cumplimiento de los actos procesales son aquellos
expresamente establecidos por la ley; el Juez solamente podrá fijarlos
cuando la ley lo autorice para ello».
 Término: es la fecha, hora, día, mes y año, en que el acto debe realizarse,
da la idea de fijeza, de oportunidad precisa en que debe llevarse a cabo el
acto.
 Lapso: es el espacio de tiempo dentro del cual la parte puede ejercer alguna
actividad dentro del proceso.

o Cómputo de los lapsos procesales:


1. Los lapsos de años o meses: se contarán desde el día siguiente al de la
fecha del acto que dá lugar al lapso, y concluirán el día de fecha igual a la del
acto, del año o mes que corresponda para completar el número del lapso (Art.
199 CPC).
2. La regla general: es que el día a quo (fecha de inicio del lapso) no se cuenta,
pero si el día a que (fecha del vencimiento del lapso) Art. 198 CPC.
3. Los términos o lapsos procesales: se computarán por días calendario
consecutivos, excepto los lapsos de pruebas, en los cuales no se
computarán los sábados, domingos, el jueves y viernes santos; los
declarados días de fiesta por la Ley de Fiestas Nacionales, los declarados no
laborables por otras leyes (Art. 197 CPC).
4. Por decisión Jurisprudencial: los lapsos que se cuenten por meses, y en
general los lapsos largos se cuentan por días continuos, pero los lapsos cortos
y breves se computan por días de despacho.

DE LA NULIDAD DE LOS ACTOS PROCESALES

 NULIDAD DETERMINADA POR LA LEY O NULIDAD TEXTUAL

La nulidad no se declarará sino en los casos determinados expresamente por la


Ley, pero además de esta disposición legal nos encontramos con otras
disposiciones que consagran la nulidad expresa determinada por la ley; ejemplo de
esta son las contempladas en los Arts. 221 y 244 CPC, las cuales consagran la
nulidad de los actos llevados a cabo en contravención a estos principios.

 Nulidad Virtual: Cuando se dejan de cumplir ciertos requisitos en la


realización de los actos, pero la ley no establece o determina directamente
que a falta de estos se debe inequívocamente declarar la nulidad dejando la
declaratoria de dicha nulidad de acuerdo a la apreciación del Juez, quien
luego de evaluar es quien declara o no la nulidad según sea el caso.
 Nulidad Absoluta: Esta nulidad se presentará toda vez que los actos
realizados hayan sido cumplidos infringiendo normas de orden público; es
decir, que en la oportunidad que un acto se realice contrariando normas de
orden público, acarreará la nulidad absoluta de dicho acto. Puede ser
declarada de oficio.
 Nulidad Relativa: Se presenta esta nulidad cuando afecta normas de orden
privado, o intereses privados.

 EFECTO DE LA DECLARATORIA DE NULIDAD DE UN ACTO ESENCIAL

La nulidad causa efectos después de declarada y no puede entenderse de otra


forma, ya que mientras no haya sido declarado el acto írrito o nulo, dicho acto
produce efectos y consecuencias jurídicas y se considera válido. Cuando se declara
la nulidad del acto, en caso de actos esenciales se produce tanto la renovación
como la reposición, es decir, se debe realizar el acto nuevamente y se retrotrae el
proceso al punto donde se realizó dicho acto procesal declarado nulo. Así mismo,
ocurre con los actos aislados, la declaratoria de nulidad de este tipo de actos sólo
acarrea la renovación es decir, debe realizarse nuevamente el acto subsanando las
omisiones o errores cometidos en su realización, pero el proceso continúa no se
retrotrae el proceso al punto de realización del acto aislado declarado nulo.
 CLASIFICACION DE LOS LAPSOS PROCESALES:

 Los términos y lapsos procesales no podrán abreviarse sino en los casos


permitidos por la ley, o por la voluntad de ambas partes o de aquella a quien
favorezca el lapso.
 Los términos o lapsos procesales no podrán prorrogarse, ni abrirse de nuevo
una vez cumplidos, sino en los casos expresamente determinados por la ley
(Art. 202 y 203 CPC). Se clasifican en:
1. Según su origen: los lapsos procesales pueden ser legales, judiciales y
convencionales, según sean establecidos en la ley.
2. Según el sujeto en beneficio de quien se acuerde: los lapsos pueden
ser comunes y particulares, dependiendo si el lapso está establecido
para ambas partes o sólo para una de ellas.
3. Según los efectos, el lapso puede ser perentorio y no perentorio; los
primeros son aquellos que una vez cumplidos implican una preclusión
absoluta. (estos son llamados lapsos fatales o preclusivos), los segundos
son llamados “conminatorios” porque están establecidos por la ley para
la regularidad del procedimiento sin que su inobservancia produzca
preclusión (Art. 602 CPC).
4. El término de la distancia: se concede a las partes que tengan su
domicilio fuera de la competencia territorial, del tribunal y que se cuenta
por kilómetros de distancia conforme a una tabla elaborada por el
Tribunal Supremo de Justicia.

 CLASIFICACIÓN DE LOS ACTOS PROCESALES

De acuerdo al Dr. José Ángel Balzán, los actos procesales se pueden ser
clasificados desde distintas posturas, a considerar una postura objetiva que es la
configurada como la más amplia o globalizada; así como una subjetiva, donde los
actos de las partes pueden de acuerdo a Chiovenda son más precisos en cuanto
al desarrollo del proceso; mientras que una postura distinta aparece con el criterio
marcado de la Dra. Turbilli quien considera que los actos procesales deben
clasificarse de acuerdo al momento en el que ocurren o deban ocurrir dentro del
proceso civil respectivamente. En tal sentido, y de manera generalizada, se hace a
continuación, un esbozo de la clasificación de los actos procesales según los
distintos doctrinarios:

 Clasificación Objetiva: es la más amplia y los distingue así:


o Actos Constitutivos: Dan vida a la relación procesal y crean la expectativa
de un bien.
o Actos Extintivos: extinguen la relación.
o Actos Impeditivos: imposibilitan que la relación jurídica tenga validez por
falta de algún elemento.

La clasificación de los actos procesales estudiados en este trabajo monográfico


se fundamentará en las ideas, análisis y propuestas de Goldschmidt, Alcalá-Zamora
y Couture; considerando al sujeto que realiza el acto procesal como simple y
complejo. Estos, se distinguen como los Actos Procesales de las Partes, los Actos
Procesales del Órgano Jurisdiccional y los Actos Procesales de los Terceros.

 Clasificación Subjetiva:
o Actos Procesales de las Partes

El Dr. José Angel Balzán comenta que los actos de las partes, son denominados
de esta forma en virtud de la persona que los realiza, y así, entre otros actos, las
partes realizan los siguientes:

Pueden ser de: Petición, Prueba, Alegación, Impugnación o Disposición.


 Actos de petición: son aquellos en los que las partes expresan al juzgador su
pretensión o reclamación o su excepción, solicitándole que, una vez
agotados los actos procesales necesarios, dicte sentencia en la que declare
fundada dicha pretensión o excepción.
 Actos de Prueba: dirigen a obtener la certeza del juzgador sobre los
fundamentos de hecho de la pretensión del actor o del acusador; o sobre los
fundamentos de hecho de la excepción o la defensa del demandado o del
inculpado. Son de tres clases: Actos de Ofrecimiento o Proposición de las
Pruebas; Actos de Preparación, y Actos de Ejecución o Práctica de las
Pruebas.
 Actos de Alegación: las partes manifiestan al juzgador sus argumentos sobre
los fundamentos de hecho y de derecho de la pretensión, la excepción o la
defensa, con el fin de que aquél dicte una sentencia estimatoria o
desestimatoria, según quien sea la parte que las exprese.
 Actos de Impugnación: las partes combaten la validez o la legalidad de los
actos u omisiones del órgano jurisdiccional, con la finalidad de que se
determine la nulidad, revocación o modificación de los actos impugnados o
se ordene la realización de los actos omitidos. En este sentido es importante
mencionar que, algunos actos procesales más importantes de las partes son:
la Interposición y la Motivación.
 Actos de Disposición: las partes disponen a sus derechos materiales
controvertidos en el proceso. Son actos de disposición el desistimiento de la
acción, el allanamiento y la transacción.

o Actos Procesales del Órgano Jurisdiccional:

Todos los actos procesales del órgano jurisdiccional se les pueden designar
como actuaciones judiciales. Quedan comprendidas de la siguiente forma:
 Resoluciones Judiciales: actos procesales por medio de los cuales el órgano
jurisdiccional decide sobre las peticiones y demás actos de las partes-
participantes; son de dos clases: sentencias y autos; pero otros
ordenamientos consideran los decretos o la subdivisión de autos en
provisionales, definitivos y preparatorios y la subdivisión de sentencias en
interlocutorias y definitivas.
 Audiencias: acto de escuchar, en latín. Para el imperio romano designaba al
acto durante el cual el juez escuchaba los alegatos de las partes, pero el de
origen hispánico tiene diversas significaciones, pero el que nos interesa
ahora es el acto procesal complejo y público, que se desarrolla en la sede y
bajo la dirección del órgano jurisdiccional, y en el que intervienen las partes,
sus abogados y los terceros cuya presencia sea necesaria para la
celebración del acto.
 Actos de Ejecución; son aquellos a través de los cuales el órgano
jurisdiccional hace cumplir sus propias resoluciones. Para lograr el
cumplimiento de sus resoluciones anteriores a la sentencia, el juzgador
puede aplicar los medios de apremio, los cuales normalmente son los
siguientes:
a) Multa.
b) Auxilio de la Fuerza Pública.
c) Cateo.
d) Arresto.

o Comunicaciones Procesales:

Tipos de comunicación:
 Oficio: el destinatario de la comunicación procesal emitida por el órgano
jurisdiccional puede ser una autoridad no jurisdiccional.
 Exhorto: el destinatario de la comunicación procesal es otro órgano
jurisdiccional.
 Exhorto o Carta Rogatoria Internacional: el destinatario de la comunicación
procesal es un órgano jurisdiccional ubicado en el extranjero; sin embargo,
cuando los destinatarios sean las partes, los demás participantes en el
proceso o los terceros, las comunicaciones pueden ser de cuatro tipos:
a) Notificaciones.
b) Emplazamientos.
c) Citaciones.
d) Requerimientos.

Las formas más comunes como se pueden llevar a cabo las notificaciones,
emplazamientos y citaciones, son las siguientes: personalmente, cédula, boletín
judicial, edictos, el correo certificado, el telégrafo, teléfono, y cualquier otro medio
de publicidad.

o Actos Procesales de los Terceros:

Los principales pueden clasificarse como:

 Actos de Prueba: incluyen las declaraciones de testigos, dictámenes que


rinden los peritos, exhibición de documentos o su ratificación.
 Actos de Cooperación: destacan los actos de colaboración que deben prestar
las demás autoridades para dar cumplimiento a las resoluciones judiciales,
también el de los particulares para el mismo fin.

 Clasificación de la Cátedra según la Dra. Turbilli:


o De acuerdo al momento:
 Actos Introductorios: aquellos que dan inicio al proceso (Demanda y admisión
de la demanda)
 Actos de Impulso Procesal: el acto de impulso por excelencia es la citación.
 Actos Probatorios: corresponde a las partes llevar al proceso todas aquellas
pruebas de que quieran valerse en apoyo de sus respectivas posiciones
dentro del proceso. De alli tenemos entonces; que son actos probatorios: la
promoción de pruebas, la evacuación de pruebas, la oposición, etc.
 Actos Decisorios: le corresponden única y exclusivamente al Juez, son las
sentencias, pudiendo ser estas Interlocutorias o definitivas.
 Actos de Terminación del Proceso: se incluyen los actos del Juez y cualquier
otro acto de las partes que ponen fin al proceso.
CONCLUSIÓN

Se concibe que, por la naturaleza y fines del proceso se requiere de la


presencia de los sujetos procesales y las partes, como intervinientes en el mismo,
para la plena administración de justicia, configurándose en ese conjunto de
actuaciones coordinadas, que se desarrollan en sede jurisdiccional mediante las
pretensiones de las partes, siguiendo un cauce procedimental determinado por
nuestro ordenamiento jurídico.

Se entiende que, el desenvolvimiento de la función jurisdiccional es a través


de un instrumento necesario como lo es el proceso, y que esta actividad procesal
va enmarcada en la realización de diversos actos procesales, adecuándose a un
sistema o esquema legalmente predeterminado, todo proceso se debe ejercer en
“FORMA, LUGAR y TIEMPO”, en correspondencia a la aplicación de la ley a través
del órgano jurisdiccional competente; ya que el objetivo es mirar hacia la justicia,
pues llevar a cabo los procesos de modo idóneo imprime orden e igualdad entre las
partes, con el fin de alcanzar la creación de una norma particular a través de la
sentencia firme, que ponga fin al litigio y logre la paz social.

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