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Tema 4: Neumología
Contenido
Introducción......................................................................................................................................3
Neoplasias......................................................................................................................................36
Tromboembolia pulmonar............................................................................................................59
Bibliografía......................................................................................................................................70
Introducción
Definición
Fracaso del sistema respiratorio para realizar de forma correcta el intercambio de
gases entre el aire inspirado y la sangre venosa. El aparato respiratorio
comprende no sólo los pulmones, sino el sistema nervioso central, la pared del
tórax (diafragma, abdomen, músculos intercostales) y la circulación pulmonar. En
la insuficiencia respiratoria (IR) se produce una reducción del valor en sangre
arterial de la presión parcial de O2 inferior a 60 mmHg (hipoxemia), que además
puede acompañarse de hipercapnia (aumento de la presión parcial arterial de CO2
igual o mayor a 50 mmHg). 1
Fisiopatología
Son varios los mecanismos fisiopatológicos del sistema respiratorio que alteran el
intercambio de gases sanguíneos (tabla 1). La diferencia entre la presión alveolar
de O2 (PAO2) y la PaO2 se denomina gradiente alvéolo-arterial de oxígeno (PA-
aO2), que se calcula mediante la fórmula: PA – aO2 = PAO2 – PaO2 = [(PB-
PH2O) x FiO2 – (PaCO2/0,8)] – PaO2. 2
Siendo PB: presión barométrica, PH2O: presión del vapor de agua (47 mmHg),
FiO2: fracción inspiratoria de oxígeno. Un gradiente superior a 20 debe ser
considerado patológico. Su cálculo es útil para distinguir la insuficiencia
respiratoria de causa pulmonar (gradiente elevado) de la extrapulmonar
(conservado), así como comparar diferentes gasometrías, valorando su evolución.
Dependiendo de la rapidez de instauración, la insuficiencia respiratoria se puede
producir de forma aguda en pacientes con o sin enfermedad respiratoria, o de
forma crónica. Además, es frecuente encontrar pacientes con insuficiencia
respiratoria crónica que sufren descompensaciones agudas de su enfermedad de
base, que hace que empeore el intercambio gaseoso. 2
Clínica
Ra La hipoxemia leve no produce síntoma alguno, salvo la posible ligera
hiperventilación. Si es más acusada, pueden aparecer síntomas y signos como
cianosis, cefalea, desorientación temporoespacial, incoordinación motora,
disminución de la capacidad intelectual, bradipsiquia, irritabilidad, ansiedad,
somnolencia, estupor o coma, astenia, taquicardia, hipertensión La disnea es el
síntoma más prevalente referido por los ancianos al final de la vida. Otros
síntomas respiratorios (tos, dolor, emisión de secreciones) son también comunes
en pacientes ancianos tengan o no enfermedad primaria pulmonar. 1
Diagnóstico
La diversidad etiológica de la IR hace difícil la descripción de un cuadro clínico
característico, por lo que su diagnóstico debe abordarse mediante un sistema de
actuaciones secuenciales. Ante la sospecha clínica de IR, habría que confirmar la
existencia de ésta con una gasometría arterial inicial (siempre que lo permitan las
condiciones del paciente) con la que se podría valorar la severidad del cuadro y, si
la situación lo requiere, realizar una acción o maniobra inmediata que asegure la
ventilación y oxigenación del paciente, para luego posteriormente iniciar
investigación etiológica que permita efectuar una actuación dirigida y valoración
del pronóstico. 1
Anamnesis
En algunas situaciones queda patente la causa que produce la insuficiencia
respiratoria, pero, en otras, es esencial conocer los antecedentes patológicos del
enfermo (enfermedades neuromusculares, EPOC, etc.), factores de riesgo de las
distintas patologías en relación con el aparato respiratorio y factores
desencadenantes del cuadro actual (aspiración de cuerpo extraño, traumatismo
torácico, inhalación de gases tóxicos, etc.). Aparte de los síntomas referidos
causados por la hipoxemia e hipercapnia, se ha de indagar sobre la presencia de
otros síntomas respiratorios (fiebre, expectoración, dolor torácico, etc.). 1
Exploración física
En el examen inicial se deben valorar primordialmente datos de inestabilidad y
gravedad como incoordinación toracoabdominal, uso de musculatura accesoria,
pausas de apnea, deterioro del nivel de consciencia, así como los demás síntomas
causados por la hipoxemia e hipercapnia descritos anteriormente. Si la situación lo
permite se debe realizar una exploración física completa con la búsqueda de
signos en relación con la enfermedad causal. 1
Pruebas complementarias
— Gasometría arterial: cuando la situación lo permita se debería realizar en
condiciones basales del paciente. Si se realiza con administración de oxígeno,
debe indicarse siempre la FiO2 que se le suministra al paciente. Con los datos
obtenidos podemos distinguir entre insuficiencia respiratoria hipercápnica o no y
puede ayudar a diferenciar entre un cuadro agudo, crónico o crónico agudizado.
También puede utilizarse en el cálculo del gradiente alvéolo-arterial como apoyo a
la búsqueda del mecanismo de producción. Como método no invasivo se puede
utilizar la pulsioximetría para la determinación de la saturación arterial de oxígeno
y monitorización de la respuesta al tratamiento, no ofreciéndonos datos sobre los
niveles de PCO2 y el equilibrio ácido-base, y, además, poca fiabilidad en casos de
anemia severa, hipoperfusión, hipotermia, presencia de carboxi o
metahemoglobina o en saturaciones por debajo del 70%. 2
2. Vacunación antineumocócica.
Rehabilitación pulmonar
Los programas de rehabilitación pulmonar están diseñados para romper este
círculo vicioso que origina la disnea, mejorando los síntomas de cada fase. Para
poder conseguir dichos objetivos, los programas de rehabilitación pulmonar
pueden incluir lo siguiente:
— Control con medicamentos para ayudar a reducir los síntomas respiratorios, las
complicaciones y las hospitalizaciones.
— Ejercicios respiratorios para mejorar la capacidad pulmonar y el estado físico
(técnicas facilitadoras de la expectoración).
— Ejercicios de recuperación funcional (estiramiento o de fuerza) para mejorar la
flexibilidad.
— Ejercicios con pesas para aumentar la resistencia y la condición física
(expansión torácica, movilización diafragmática).
— Ejercicios con aparatos como bicicletas estáticas y bandas sin fin.
— Educación y asesoramiento del paciente y su familia.
— Abandono del tabaco.
— Control del estrés y apoyo emocional.
— Consejo dietético.
— Ayuda en la obtención de material respiratorio y oxígeno portátil. Todo el
personal sanitario debería ayudar a los pacientes durante los períodos estables de
salud a pensar sobre sus planes asistenciales para el futuro, entablando
discusiones acerca de la asistencia terminal por lo que la rehabilitación pulmonar
brinda una importante oportunidad para ayudar a planificar, por adelantado, la
asistencia de estos cuidados, analizar los instrumentos adecuados y la discusión
pacientemédico sobre los cuidados paliativos para el final de la vida. 4
Introducción
La incidencia de neumonía es superior en los pacientes de edad avanzada en
relación con los más jóvenes y esta incidencia se multiplica según aumenta la
edad de los individuos. Pero, además, la frecuencia con que requieren ingreso
hospitalario es mucho más elevada, de tal manera que aproximadamente el 70%
de los ingresos por neumonía en adultos corresponde a mayores de 65 años.
Desde el punto de vista del lugar de adquisición, las neumonías podrían
clasificarse en comunitarias y hospitalarias. Dentro de las comunitarias se hacía
una distinción entre las adquiridas en residencias y las adquiridas en el domicilio
de los pacientes. A lo largo de los años, debido al aumento del número de
pacientes de estas características y al mejor conocimiento de sus particularidades,
ha ido adquiriendo más importancia la neumonía en pacientes institucionalizados.
1
Pronóstico
Las personas que sufren neumonía tienen una mortalidad más elevada a largo
plazo (1 año) que los equivalentes en la comunidad con su edad y estado de
salud. 3
Disponemos de dos modelos de predicción de complicaciones en la evolución y
mortalidad. El que primero se describió y posteriormente se modificó fue el de
British Thoracic Society, que finalmente contó con cuatro variables: 3
Neumonía hospitalaria
El concepto de neumonía nosocomial se ha ido ampliando pasándose de los
episodios desarrollados en el hospital (aparición de los síntomas después de 48
horas de ingreso o siete días después del alta) al concepto de «neumonía
relacionada con el medio sanitario» que incluye, además, pacientes con
adquisición de la enfermedad en hospitales de día, centros sociosanitarios,
residencias y aquellos pacientes que han estado ingresados durante al menos 48
horas en los últimos 90 días previos a la aparición de los síntomas, los que han
recibido tratamiento antibiótico, quimioterapia o curas en el domicilio en los últimos
30 días y los pacientes en centros de diálisis. 4
Etiologia
Es causada por la bacteria Mycobacterium tuberculosis (M tuberculosis). La
tuberculosis pulmonar (TB) es contagiosa. Esto quiere decir que la bacteria puede
propagarse fácilmente de una persona infectada a otra no infectada. Se puede
adquirir por la inhalación de gotitas de agua provenientes de la tos o el estornudo
de una persona infectada. La infección pulmonar resultante se denomina TB
primaria. 1
La mayoría de las personas se recupera de la infección de TB primaria sin
manifestación mayor de la enfermedad. La infección puede permanecer inactiva
(latente) por años. En algunas personas, se activa de nuevo (reactivación).
Los bebés.
Padece desnutrición
Clasificación
Clasificación basada en la localización anatómica de la enfermedad Tuberculosis
pulmonar (TBP) se refiere a cualquier caso bacteriológicamente confirmado o
clínicamente diagnosticado de TB, que implica el parénquima pulmonar o el árbol
traqueo bronquial. La TB miliar se clasifica como TBP porque hay lesiones en los
pulmones. Las Linfoadenopatías tuberculosas intratoráxicas (mediastínicas y / o
hiliares) o derrame pleural tuberculoso, sin alteraciones radiológicas en los
pulmones, constituye un caso de TB extrapulmonar. Un paciente con TB pulmonar
y extrapulmonar debe clasificarse como un caso de TBP. La tuberculosis
extrapulmonar (TBE) se refiere a cualquier caso bacteriológicamente confirmado o
clínicamente diagnosticado de TB que involucra otros órganos que no sean los
pulmones, por ejemplo, pleura, ganglios linfáticos, abdomen, tracto genitourinario,
piel, articulaciones, huesos y meninges. 2
Neoplasias
Definición
La Organización Mundial de la Salud (OMS) define el cáncer pulmonar como aquel
tumor que se origina en el epitelio respiratorio (bronquios, bronquiolos y alvéolos).
El sistema de clasificación de la OMS divide los cánceres pulmonares epiteliales
en cuatro tipos celulares principales: cáncer pulmonar microcítico (SCLC, small-
cell lung carcinoma), adenocarcinoma, carcinoma epidermoide y carcinoma
macrocítico; estos últimos tres tipos se denominan en conjunto como cánceres
pulmonares no microcíticos (NSCLC, non-small cell lung cancer). 1
Etiología
Clásicamente se consideraba la edad, el sexo, la etnia y el tabaquismo como
grandes factores predictivos del cáncer pulmonar. En la actualidad es conocida la
relación entre el cáncer de pulmón y el hábito de fumar, especialmente en los
canceres microcíticos y escamoso. El riesgo de desarrollar cáncer de pulmón es
unas 10 veces mayor en los fumadores de cigarrillo con respecto a los no
fumadores, encontrándose en relación directa con la duración y cantidad de
cigarrillos consumidos. Pero además de autodañarse, el fumador, perjudica a otros
exponiéndolos a la inhalación pasiva del humo del cigarrillo. Lo que nos lleva a
inferir que el cáncer de pulmón es potencialmente prevenible. Otros factores
relacionados son el asbesto que aumenta el riesgo 4 veces en los no fumadores,
especialmente del adenocarcinoma, y 90 veces el riesgo de desarrollar un
carcinoma escamoso en los fumadores; la raza negra es la más comúnmente
afectada. Las radiaciones son reconocidas como factor de riesgo para las oat cell;
y entre otros factores figuran: el cromo, el níquel, la cicatriz o granuloma pulmonar
y otros carcinomas primarios de pulmón. 1
Se ha relacionado el cáncer de pulmón con los oncogenes de la familia Ras
(>K,H), Myc (C,L) y Erb. Se vio una menor sobrevida y elevada proporción de una
mutación en el codon 12 del gen Ras en los carcinomas microcítico y en el 5 al
18% de los carcinomas epidermoides se ha podido reconocer la presencia de ADN
del virus del papiloma. Se ha observado que un 10 a 20% de los carcinomas de
pulmón de células no pequeñas contienen péptidos neurosecretores del tipo
neuroendócrino
Clasificación
El cáncer pulmonar es un tumor maligno que se desarrolla a partir de células,
tanto pulmonares como bronquiales. Existen dos categorías de cáncer pulmonar
clínicamente importantes considerando el origen y el comportamiento de las
células cancerosas: 1
• Los que son producidos por la invasión del tumor en las estructuras adyacentes:
disfonía, síndrome de la vena cava superior, etc. El compromiso del mediastino
puede traer manifestaciones de obstrucción traqueal, compromiso esofágico con
disfagia, parálisis recurrencial, parálisis del nervio frénico, etc. En un tumor del
vértice pulmonar con invasión del opérculo torácico el paciente refiere
cervicobraquialgia en el territorio cubital (Síndrome de Pancoast Tobías). También
puede existir signos de irritación simpática (Pourfour du Petit) o de anulación
(Claude Bernard-Horner). A nivel pericárdico se puede hallar taponamiento por
derrame con arritmias o falla cardiaca. El bloqueo linfático puede producir derrame
pleural y linfagitis carcinomatosa. 3
Tumores periféricos
Aproximadamente el 40% de los casos se encuentran más allá de bronquios
segmentarios y en 30% el único hallazgo radiográfico es una masa periférica, la
cual puede ser de cualquier tamaño, pero es raro que sea visto en una radiografía
convencional si es menor de un centímetro. La tomografía, debido a su mejor
resolución, detecta lesiones de menor tamaño. Se evalúan los siguientes puntos:
Forma: Generalmente presentan forma ovalada o esférica, a excepción de los
tumores del ápex, los cuales pueden simular engrosamientos pleurales. El
carcinoma broncogénico es una de las principales consideraciones diagnósticas
en adultos con un nódulo pulmonar solitario. 1
Tumores centrales
Los signos cardinales por imagen de los tumores centrales son colapso y
consolidación del pulmón más allá del tumor, con presencia de ensanchamiento
mediastinal. 1
Esta localización resulta en un involucro temprano de las estructuras adyacentes,
produciendo a la larga, colapso del pulmón circundante o neumonía obstructiva,
que se traducen en una opacidad pulmonar, pero el paso colateral de aire puede
prevenir parcial o completamente estos cambios postobstructivos. 1
Diagnósticos diferenciales
En cáncer de pulmón, las patologías con las que se debe hacer diagnóstico
diferencial son: 4
• Tumores benignos pulmonares.
• Tuberculosis pulmonar.
• Coccidiodomicosis pulmonar.
• Histoplasmosis.
• Sarcoidosis.
• Granuloma.
• Hamartoma.
• Metástasis.
• Neumonía, empiema y abscesos pulmonares.
• Bronquitis.
• Tumor carcinoide pulmonar.
• Derrame pleural.
• Neumotórax.
• Cáncer de células pequeñas.
Tratamiento
Constituye a los profesionales de la salud ser la vanguardia en esta lucha contra el
cáncer, pero no solo al profesional altamente especializado, sino al médico del
primer nivel de atención, el médico de la comunidad, este con quién el paciente
establece habitualmente su primer contacto, y que puede jugar un rol fundamental
en:
1. Diagnóstico precoz
2. Orientación o derivación adecuada para su correcto tratamiento
3. Estrategias de prevención
4. Orientación de estilos de vida saludables (dieta, actividad física)
5. Reducción del riesgo: tabaquismo.
En la actualidad se aceptan tres gestos efectivos en cesación tabáquica: a)
intervención médica como base fundamental del tratamiento, b) terapia de
reemplazo nicotínico (spray nasal, gomas de mascar de polacrilex, transdérmicas
y parches, inhaladores bucales y cigarrillos), c) drogas auxiliares no nicotínicas
(bupropion). 4
Cirugía: el tratamiento quirúrgico del cáncer de pulmón esta aún en espera de un
método mas efectivo para el control de tumor primario, y es la cirugía la terapia de
elección para el estudio temprano de la enfermedad (I Y II); La lobectomía y la
linfadenectomía es el proceder mínimo que se debe realizar con carácter
oncológico y menor morbilidad y mortalidad asociada; otros tipos de resecciones
incluyen a la neumonectomía, bilobectomía y resección en cuña. La toracotomía
axilovertical es la más empleada. 4
Quimioterapia: Está indicada en los estadios IIIb y IV. La mayoría de las recaídas
son por metástasis a distancia, constituyendo ésta una fuerte razón para el uso de
quimioterapia pre o postoperatoria. En teoría, la quimioterapia postoperatoria
debería eliminar las micrometástasis ocultas y mejorar la sobrevida. Generalmente
se usan regímenes basados en cisplatino, y de segunda línea se sugiere el uso de
etopósido; Otros agentes activos serian: vincristina, paclitaxel, docetaxel,
vinorelbine, gemcitabine, vindesina, ciclofosfamide, entre otros. Las
combinaciones de dos o tres drogas activas producen 80-9O% de respuesta con
10-50% de respuestas completa, dependiendo del estadio. 4
Pronóstico
El pronóstico es mejor si los síntomas de presentación son causados por el tumor
primario en lugar de una enfermedad metastásica o síndromes paraneoplásicos.
También es mejor en las primeras etapas del cáncer. Las tasas de supervivencia a
los cinco años pueden ser superiores al 50% para aquellos con enfermedad
localizada, pero disminuyen a menos del 5% en aquellos con enfermedad a
distancia. 4
Etiología
Entre los factores de riesgo se ha descrito neumonía, sepsis no pulmonar,
broncoaspiración, trauma, contusión pulmonar, pancreatitis, daño por inhalación,
quemaduras, shock no cardiogénico, drogas como el ácido retinoico,
transfusiones, vasculitis y sumersión. El SDRA no se desarrolla en la mayoría de
pacientes con factores de riesgo clínicos, lo cual sugiere que existen factores
genéticos involucrados como los genes que codifican la enzima convertidor a de
angiotensina, la interleucina 10 (IL-10), el factor de necrosis tumoral, el factor de
crecimiento vascular, el SOD3, MYLK, NFE2L2, NAMPT y SFTPB. Se han
relacionado biomarcadores entre ellos IL-6, IL-8, el receptor para los productos
terminales de glicación avanzada, la proteína surfactante D, la angiopoyetina 2,
niveles elevados del inhibidor 1 del activador del plasminógeno y niveles bajos de
proteína C. 1
La causa más común para el desarrollo del SDRA es la neumonía y junto con la
broncoaspiración tienen la mayor mortalidad. Los casos secundarios a trauma
tienen una menor mortalidad. La administración excesiva de ventilación mecánica
asistida es un factor de riesgo, ya sea por volutrauma, barotrauma o por
atelectrauma. 1
Clasificación
La clasificación de Berlín ha tratado de homogenizar el diagnóstico y la
clasificación a nivel mundial, con base en el nivel del índice de oxigenación y el
soporte ventilatorio requerido al momento de establecer el diagnóstico, a pesar de
ello, aún falta agregar qué tipo de SDR tiene un paciente que está sometido a
ventilación negativa o de alto flujo. 1
Cuadro clínico
Los pacientes con SDRA se caracterizan por presentar disnea, cianosis, crépitos
bilaterales, dificultad respiratoria identificada por taquipnea, taquicardia, diaforesis
y uso de músculos accesorios de la respiración; por ende, se debe sospechar en
todo paciente que presente un síndrome de insuficiencia respiratoria. 2
Exploración física
Los hallazgos en la valoración del paciente son similares a los que se observan en
cualquier paciente con insuiciencia respiratoria: disnea, uso de los músculos
accesorios de la aspiración (retracciones intercostales y supraesternales),
taquipnea, palidez y sudoración profusa. Cuando usted ausculta los pulmones del
paciente, puede escuchar sibilancias o estertores, con reducción de los sonidos
respiratorios en todos los campos pulmonares. Generalmente, estos hallazgos
aparecen al cabo de horas o días de la lesión inicial e incluso pueden presentarse
después de que se ha estabilizado el estado clínico del paciente. Si se produce un
empeoramiento de la hipoxemia, el paciente puede manifestar inquietud, angustia,
disminución del nivel de conocimiento, disminución de la actividad motora y
taquicardia. si no se corrige la hipoxemia, pueden aparecer acidosis respiratoria y
metabólica, hipotensión, oliguria y, inalmente, ibrilación ventricular o asistolia. 2
Estudios auxiliares en el diagnostico
Según los criterios diagnósticos de Berlín, entre los laboratorios iniciales
necesarios se encuentran los gases arteriales y la radiografía de tórax. 2
Es fundamental reconocer la causa del SDRA para poder orientar el manejo del
mismo. A pesar de que las infecciones pulmonares son la causa principal, no se
pueden dejar de lado los demás factores precipitantes del mismo, los cuales se
pueden identificar según la historia clínica y el examen físico. 2
Tanto las bacterias, los virus y los hongos pueden causar el síndrome, siendo las
bacterias las más comunes. 2
Entre las bacterias responsables se han identificado las mismas causantes de la
neumonía adquirida en la comunidad. En cuanto a los virus, principalmente se
asocian virus respiratorios, para detectarlos se debe realizar la reacción en cadena
de la polimerasa en el lavado bronquioalveolar (LBAV). 2
En pacientes con inmunoparálisis secundaria a sepsis se puede detectar el virus
del Herpes Simple y el Citomegalovirus. Entre los agentes fúngicos, asociados a
pacientes inmunosupresos se describe Pneumocystis jirovecii, Toxoplasma gondii
y Aspergillus fumigatus. 2
Se deben realizar hemocultivos, antígenos urinarios en caso de sospechar
Legionella pneumophilia, serologías y un LBAV. En caso de no encontrar una
causa infecciosa se debe valorar causas medicamentosas. 2
Tratamiento
En primer lugar, el tratamiento debe consistir en el manejo adecuado de la
etiología subyacente. Existen intervenciones que mejoran la sobrevida
independientemente de la causa. Se basan en mantener la intercambio gaseoso y
medidas de soporte.
Ventilación mecánica asistida: Representa una de las principales intervenciones.
Se ha intentado definir los parámetros para generar el menor daño posible. La
estrategia ideal actualmente es desconocida. El volumen alveolar ventilado se
encuentra disminuido, por ende los volúmenes normales pueden producir
volutrauma, atelectrauma y biotrauma. La VMA se debe realizar con volúmenes
alveolares corrientes (VC) pequeños para disminuir el daño pulmonar y reducir la
liberación de marcadores inflamatorios, mejorar el balance V-P, promover el
reclutamiento alveolar y disminuir las secreciones de las vías aéreas. Se han
realizado estudios en donde se comparó un VC de 12ml/ kg/min vs 6ml/kg/min en
861 pacientes. El estudio se detuvo tempranamente, la intervención con menor VC
generó una reducción absoluta significativa de 8.8% en la mortalidad, de 2 días
libres de ventilación y 3 días libres de daño orgánico no pulmonar. Se encuentran
en estudio si se debe complementar con frecuencias respiratorias mayores para
mantener el volumen minuto. 2
El uso de PEEP óptimo permite prevenir el colapso alveolar al final de la
espiración. Se pretende mantener la capacidad funcional residual, mejorar la
distensibilidad, disminuir el atelectrauma y mejorar la oxigenación. Entre sus
efectos adversos se encuentra un aumento en la presión intratorácica, disminución
de la precarga y aumento de la poscarga del VD. En estudios se documentó en el
grupo que utilizó mayor PEEP (diferencia de 3cm H2O entre grupos) menor
mortalidad y mayor cantidad de días libres de ventilación. El ajuste óptimo de la
PEEP es incierto, se han descrito en estos pacientes presiones pleurales elevadas
al final de la respiración, las cuales disminuyen las presiones transpulmonares e
inducen atelectrauma. Mediante un manómetro esofágico se ha podido medir
estas presiones y con ellas ajustar la PEEP, con resultados preliminares positivos
en mortalidad. Se han propuesto episodios breves de uso de altas presiones
seguidos por altos niveles de PEEP para estabilizar las nuevas áreas reclutadas,
con una mejoría en la oxigenación, sin embargo no se conocen los beneficios en
puntos duros o a largo plazo. 4
Pronostico
La mortalidad continúa siendo elevada (50% aproximadamente) pero hay
condiciones que la modifican. Los pacientes generalmente no fallecen por
hipoxemia, sino por falla orgánica múltiple. La evolución depende
fundamentalmente del control del factor o de los factores de riesgo asociados. En
los pacientes que fallecen en los primeros días del SDR, la causa por lo regular es
la enfermedad subyacente o principal, en tanto que la sepsis y la disfunción
orgánica múltiple ocasionan la muerte en forma tardía. Los pacientes que
sobreviven presentan secuelas que afectan la calidad de vida relacionada con la
salud, a la función respiratoria, actividad física y a la función cognitiva y emocional.
En el examen post-mortem la tromboembolia es la lesión vascular más observada
(95%) caracterizada por macrotrombosis (arterias > 1 mm de diámetro). El 11% de
los casos de sobrevivientes persisten con datos de fibrosis y disminución del
volumen pulmonar en la radiografía de tórax. 4
Tromboembolia pulmonar
Definición
La TEP es la obstrucción del tronco de la arteria pulmonar o algunas de sus
ramas, por un trombo desprendido de su sitio de formación y proveniente del
sistema venoso. 1
Etiología
Aunque el TEP puede ocurrir en pacientes sin ningún factor predisponente
identificable, normalmente es posible identificar uno o más factores (TEP
secundario). Entre ellos están pacientes con inmovilización prolongada (más de 3
días), cirugía mayor, primordialmente ortopédica de la cadera, insuficiencia venosa
crónica, quimioterapia, terapia anticonceptiva oral, embarazo, obesidad, trombofilia
(anticuerpos antifosfolípido, deficiencia de proteína C o S, etc.), insuficiencia
cardiaca, entre otros. 1
Clasificación
Estudios que incluyen el empleo de escalas clínicas, ecocardiografía, angiografía
torácica computarizada (angio-TC), biomarcadores y ECG permiten clasificar la EP
aguda en masiva, submasiva y de bajo riesgo con el objetivo de poder administrar
al paciente el tratamiento adecuado. 1
Embolia pulmonar masiva
La EP con hipotensión mantenida (PAS < 90mm Hg) al menos 15min, o que
necesite soporte inotrópico no debido a otras causas diferentes de EP como
arritmias, hipovolemia, sepsis, disfunción ventricular izquierda (VI) o bradicardia
persistente (< 40 lat./min con signos o síntomas de shock). 1
Embolia pulmonar submasiva
La EP sin hipotensión (PAS > 90mm Hg), con disfunción ventricular derecha (VD)
o necrosis miocárdica. 1
La disfunción VD significa la presencia de al menos uno de estos parámetros:
- Dilatación VD (diámetro VD/diámetro VI > 0,9) o disfunción sistólica
ecocardiográfica.
- Dilatación VD (diámetro VD/diámetro VI > 0,9) mediante angio-TC.
- Elevación del N-terminal pro-BNP (NT-BNP) (> 500 pg/ml).
- Cambios electrocardiográficos (bloqueo completo o incompleto de la rama
derecha del haz de Hiss de nueva aparición), elevación o depresión antero septal
del ST o inversión antero septal de la onda T. 1
La necrosis miocárdica se define por uno de los siguientes parámetros:
- Troponina I elevada (> 0,4 ng/ml).
- Troponina T elevada (> 0,1 ng/ml).
Embolia pulmonar de bajo riesgo
Una EP con ausencia de marcadores clínicos de pronóstico adverso que definen a
la masiva o submasiva. Siempre deben incorporarse las escalas clínicas en la
valoración de todo tipo de EP aguda, lo que incluye la escala revisada de Ginebra
y el PESI simplificado, ya que pueden predecir un mal pronóstico
independientemente de los biomarcadores o de las técnicas de imagen. 1
Fisiopatología
La TEP interfiere tanto en la circulación como en el intercambio de gases. La
insuficiencia del ventrículo derecho causada por sobrecarga aguda de presión es
la causa primaria de muerte en la TEP grave. La presión arterial pulmonar
aumenta si se ocluye más de un 30-50% del área transversal total del lecho
arterial pulmonar por tromboembolias. La vasoconstricción inducida por TEP,
mediada por la liberación de tromboxano A2 y serotonina, contribuye al aumento
inicial de la resistencia vascular pulmonar tras la TEP58. La obstrucción anatómica
y la vasoconstricción hipóxica en el área pulmonar afectada conducen a un
aumento de la resistencia vascular pulmonar y a una disminución proporcional en
la distensibilidad de las arterias. 2
El brusco aumento de la resistencia vascular pulmonar provoca la dilatación del
ventrículo derecho (VD), lo cual altera las propiedades contráctiles del miocardio
del VD mediante el mecanismo de Frank-Starling. El aumento de la presión y el
volumen del VD conduce a un aumento de tensión de la pared y elongación de los
miocitos. El tiempo de contracción del VD se prolonga, mientras que la activación
neuro humoral lleva a la estimulación inotrópica y cronotrópica. Junto con la
vasoconstricción sistémica, estos mecanismos compensatorios aumentan la
presión arterial pulmonar para mejorar el flujo en el lecho vascular pulmonar
obstruido, por lo que estabilizan temporalmente la presión arterial sistémica. No
obstante, el grado de adaptación inmediata es limitado, ya que un VD de pared
delgada no precondicionado no es capaz de generar una presión arterial pulmonar
media > 40 mmHg. 2
La prolongación del tiempo de contracción del VD hacia la sístole temprana en el
ventrículo izquierdo (VI) lleva a una inclinación hacia la izquierda del septo
interventricular. La desincronización de los ventrículos se puede exacerbar por la
aparición de bloqueo de rama derecha. Como resultado, el llenado del VI se
encuentra impedido en la diástole temprana y esto puede llevar a una reducción
del gasto cardiaco y contribuir a la hipotensión sistémica y la inestabilidad
hemodinámica. 2
Como se ha descrito anteriormente, una excesiva activación neuro humoral en la
TEP puede ser el resultado tanto de una tensión anormal de la pared del VD como
de un shock circulatorio. El hallazgo de infiltrados masivos de células inflamatorias
en el miocardio del VD de pacientes que murieron en las 48 h siguientes a una
TEP aguda puede explicarse por las altas concentraciones de epinefrina liberada
como resultado de la «miocarditis» inducida por TEP62. Esta respuesta
inflamatoria podría explicar la desestabilización hemodinámica que ocurre a veces
a las 24-48 h de la TEP aguda, aunque la recurrencia precoz de la TEP puede ser
una explicación alternativa en algunos de estos casos. 2
Finalmente, la combinación de biomarcadores circulantes de daño miocárdico y un
resultado adverso precoz indica que la isquemia del VD tiene relevancia
fisiopatológica en la fase aguda de la TEP. Aunque el infarto del VD no es
frecuente tras la TEP, es probable que el desequilibrio entre el suministro y la
demanda de oxígeno pueda dañar los cardiomiocitos y reducir aún más las
fuerzas contráctiles. La hipotensión sistémica es un elemento crítico en este
proceso, que lleva a una deficiencia de la presión de distensión coronaria al VD
sobrecargado. 2
La insuficiencia respiratoria en la TEP es predominantemente una consecuencia
de las alteraciones hemodinámicas. Un bajo gasto cardiaco da lugar a la
desautorización de la sangre venosa mixta. Las zonas de flujo reducido en arterias
pulmonares obstruidas en combinación con zonas de flujo excesivo en el lecho
capilar irrigadas por vasos pulmonares no obstruidos dan lugar a un desajuste
entre la ventilación y la perfusión, lo que contribuye a la hipoxemia. En
aproximadamente un tercio de los pacientes, se puede detectar por
ecocardiografía un cortocircuito de derecha a izquierda a través de un foramen
oval permeable; esto esta originado por un gradiente de presión invertido entre las
aurículas derecha e izquierda y puede llevar a hipoxemia grave y un mayor riesgo
de embolización paradójica e ictus. Por último, incluso cuando no afecten a los
para metros hemodinámicos, émbolos distales de pequeño tamaño pueden crear a
reas de hemorragia alveolar que tienen como resultado hemoptisis, pleuritis y
derrame pleural, que normalmente es leve. Esta presentación clínica se conoce
como «infarto pulmonar». Su efecto en el intercambio gaseoso suele ser leve,
excepto en pacientes con enfermedad cardiorrespiratoria preexistente. 2
Cuadro clínico
La TEP es de las patologías que presenta un cuadro clínico tan variado, que
puede pasar completamente desapercibida por la carencia de signos y síntomas o
manifestarse en la forma clásica. Los síntomas por lo general se presentan de
forma aguda ocasionando que el enfermo busque atención médica. De manera un
tanto arbitraria se han clasificado los síntomas de TEP en tres grupos: disnea
aislada, dolor pleurítico y hemoptisis y, colapso circulatorio. La gravedad de los
síntomas depende principalmente de la magnitud del embolismo y la condición
cardiorrespiratoria previa. El síntoma más frecuente es la disnea, se manifiesta
cuando el coágulo obstruye porciones proximales de la vasculatura pulmonar, es
decir, la disnea se asocia con TEP de mayor tamaño. En cambio, en la TEP
periférica se produce un infarto pulmonar que se manifiesta como irritación pleural
y dolor tipo pleurítico hasta en 50% de los pacientes; en el ICOPER esta fue la
forma más frecuente de presentación en pacientes sin enfermedad
cardiorrespiratoria previa. Un número importante presentan también dolor
retroesternal de tipo coronario isquémico, que puede confundir al clínico, éste es
debido a sobrecarga aguda del ventrículo derecho y defectos de perfusión de este
por aumento de la presión transmural. Algunos pacientes pueden tener tos,
habitualmente es no productiva, pero en ocasiones puede haber hemoptisis que
denota la presencia de un infarto pulmonar con hemorragia alveolar. El síncope o
colapso circulatorio es una manifestación poco frecuente que se presenta hasta en
10% de los pacientes e indica mayor gravedad porque implica TEP de tamaño
importante.10 Con el uso cada vez más frecuente de estudios de tomografía se
han encontrado de manera incidental trombos en la periferia pulmonar los cuales
no tienen ninguna manifestación sintomática, son trombos pequeños que de otra
manera hubieran pasado inadvertidos. Pueden presentarse inclusive de manera
repetitiva en pacientes con uso de hormonales o en aquellos con trombofilia. 3
Exploración física
La exploración física tiene hallazgos variados dependiendo de la magnitud de la
TEP. Por lo general los signos clínicos más frecuentes son taquicardia y
taquipnea. En el habitus exterior podemos encontrar un paciente gravemente
enfermo o por el contrario un individuo con algunos datos clínicos aislados. La
cianosis es un signo de presentación raro y se asocia con la gravedad del
episodio. Puede haber fiebre hasta en 7% de los pacientes, que asociada a dolor
pleurítico y tos pueden confundir al médico y orientarlo a pensar en un problema
infeccioso; la diferencia es la rapidez de instalación del cuadro. La presión arterial
no presenta mayores alteraciones excepto en aquellos individuos que se
presentan con choque. En la exploración precordial en algunos sólo podemos
encontrar datos de hipertensión pulmonar como lo es el incremento en la
intensidad del segundo ruido pulmonar, desdoblamiento fijo del mismo o un soplo
sistólico en el foco pulmonar con reforzamiento inspiratorio. Por lo general la
exploración pulmonar será normal, aunque en algunos pacientes puede haber
estertores finos y derrame pleural. La evaluación de las extremidades inferiores es
importante, en 15% de los pacientes existen datos de trombosis venosa profunda;
debe buscarse intencionadamente diferencia en los perímetros de ambas piernas
o dolor con las maniobras realizadas. La disnea, taquipnea y dolor torácico están
presentes hasta en 97% de los enfermos con TEP y sin enfermedad
cardiopulmonar previa.12 Sin duda, es claro que todos los signos y síntomas de la
TEP son inespecíficos y algunos de muy pobre valor diagnóstico. 3
Estudios auxiliares en el diagnostico
Estudios de laboratorio
Los estudios de laboratorio de rutina no son de utilidad en el diagnóstico de TEP.
Puede presentarse leucocitosis de leve a moderada, pero es un hallazgo
inespecífico. La gasometría arterial se solicita de manera inicial. El dato más
característico es hipoxemia y gradiente alvéolo–arterial normal debido a un
aumento del espacio muerto alveolar; aunque la una presión arterial de oxígeno
(PaO2) normal no descarta TEP. También se puede observar alcalosis respiratoria
aguda debido a la taquipnea. Hasta en 20% de los pacientes la gasometría es
normal. La hipercapnia es rara y puede presentarse en pacientes con disfunción
respiratoria previa. 3
Estudios de gabinete
La radiografía de tórax por lo general es normal o presenta signos inespecíficos
como atelectasias laminares, elevación del hemidiafragma o derrame pleural. Su
utilidad radica en observar otros hallazgos que orienten hacia un problema
diferente. Se han descrito algunos signos radiológicos que sólo se presentan en
TEP de mayor tamaño como son: la opacidad de la base pleural (joroba de
Hampton), elevación del hemidiafragma ipsilateral, amputación de la arteria
pulmonar (signo de Palla) y un triángulo de oligohemia focal con base pleural y
vértice hacia el hilio pulmonar (signo de Westermark). Estos datos radiológicos se
presentan en una minoría de enfermos. 3
La tomografía computarizada es un excelente método para valorar la mayoría de
las estructuras del tórax. Actualmente se dispone de la modalidad multidetector
con resolución espacial y temporal, se conoce como angiotomografía. Es el
estudio de elección para la valoración y diagnóstico de un paciente con sospecha
de TEP, tiene sensibilidad de 83% a 90% y especificidad de 90% a 96% con
capacidad de valorar hasta el nivel subsegmentario. En algunos estudios recientes
se ha encontrado que la validez clínica de la angiotomografía para descartar TEP
es similar a la de la angiografía pulmonar. Con el avance tecnológico en el campo
de la angiotomografía multidetector se puede considerar ahora a este método
como el estándar de referencia en el diagnóstico de TEP, además ha mejorado la
visualización de defectos a nivel subsegmentario con el consiguiente incremento
en el diagnóstico de TEP periféricas. Las ventajas incluyen la facilidad para
efectuarse, el tiempo que se requiere es poco, valora la vasculatura de las
extremidades inferiores con lo que se puede diagnosticar trombosis venosa
profunda (TVP) y de esta forma ante la sospecha clínica alta de TEP aún en
ausencia de imagen compatible en pulmón puede iniciarse la terapia
anticoagulante; es un buen método para diagnosticar TVP en pacientes obesos
y/o con edema importante de tejidos blandos. Permite valorar el tórax en general y
descartar derrame pleural, infiltrados alveolares, atelectasias o cualquier condición
que pueda simular TEP. La calidad de su imagen es muy alta lo que permite la
visualización directa del defecto de perfusión y ocasionalmente del trombo que
obstruye la vasculatura. Las reconstrucciones con cortes sagitales hacen posible
la localización anatómica del defecto y así guiar una terapia por medio de
intervencionismo en caso de ser necesario. En pacientes con una probabilidad
clínica baja o intermedia, pero con dímero D mayor a 500 mcg o con probabilidad
clínica alta se debe solicitar angiotomografía. Si es positiva, se inicia el manejo sin
ser necesarios más estudios. Las desventajas incluyen la radiación que es una
limitante principalmente en pacientes embarazadas, el uso de contraste que limita
su uso en insuficiencia renal, y además requiere de equipo técnico especial y
personal capacitado. 3
Diagnósticos diferenciales
Cuando el síntoma pivote es la disnea deberá realizarse diagnóstico diferencial
con asma grave, insuficiencia cardiaca, enfermedad pulmonar obstructiva crónica
descompensada, arritmias y neumonía, principalmente; los tres primeros ocupan
hasta el 70% de las causas de disnea, por lo que el enfoque diagnóstico incluirá
los mencionados padecimientos, mientras que si tiene dolor pleurítico las primeras
posibilidades a descartar son: infección viral o idiopática, neumonía, trauma
torácico y cáncer. 3
Tratamiento
Asistencia hemodinámica y respiratoria
La administración suplementaria de oxígeno está indicada para pacientes con TEP
y una SaO2 < 90%. 4
Se puede considerar también otras técnicas de oxigenación, como la
oxigenoterapia de alto flujo (cánula nasal de alto flujo) y la ventilación mecánica
(no invasiva o invasiva) en casos de inestabilidad extrema (como la parada
cardiaca), teniendo en cuenta que la corrección de la hipoxemia no será posible
sin reperfusión pulmonar simultánea. 4
La intubación solo se debe realizar cuando el paciente no tolere o sea incapaz de
soportar la ventilación no invasiva. Siempre que sea factible, es preferible el uso
de ventilación u oxigenación no invasiva mediante cánula nasal de alto flujo;
cuando se use ventilación mecánica, se debe tener cuidado para limitar sus
efectos hemodinámicos adversos. En particular, la presión intratorácica positiva
inducida por ventilación mecánica puede reducir el retorno venoso y empeorar el
bajo gasto cardiaco causado por insuficiencia del VD en pacientes con TEP de
riesgo alto, por lo que se debe aplicar con precaución la presión espiratoria final
positiva. Se debe usar volúmenes de corriente de aproximadamente 6 ml/kg de
peso corporal magro para intentar mantener la meseta de presión inspiratoria final
< 30 cmH2O. Cuando la intubación sea necesaria, se debe evitar el uso de
anestésicos más propensos a causar hipotensión. 4
Anticoagulantes
Los objetivos del manejo con anticoagulantes son prevenir la muerte y los eventos
recurrentes con un riesgo aceptable de complicaciones hemorrágicas. Los
medicamentos que con mayor frecuencia se utilizan son los inhibidores directos de
la trombina (HNF, heparina de bajo peso molecular HBPM y fondaparinux) y los
antagonistas de la vitamina K (anticoagulantes orales). El tratamiento con
anticoagulantes parenterales debe iniciarse de manera inmediata, cuando exista la
sospecha de TEP aguda, si es que no existen contraindicaciones para su
utilización.
Tanto la HNF como la HBPM, reducen fenómenos de retrombosis, al inhibir la
trombina circulante, pero no actúan sobre la trombina ligada al trombo. Impiden la
agregación plaquetaria y de la fibrina ligada al trombo, con lo que evitan su
crecimiento y permiten que la fibrinolisis endógena actúe in vivo. Si se utiliza HNF,
la dosis inicial será de 80 mg/kg de peso en bolo, seguidos de una infusión de 18
mg/kg/h, para mantener un tiempo parcial de tromboplastina activado (TPTa) entre
1.5 y 2.5 veces el control. El TPTa debe medirse antes de iniciar la heparina, de
cuatro a seis horas posterior al inicio y tres horas después, de cada ajuste de
dosis. Se sugiere no incrementar la infusión por arriba de 1 667 unidades por hora,
considerando que esto equivaldría a niveles de heparina, de al menos 0.35 IU/mL,
aunque el TPTa no se encuentre en rango terapéutico. 4
Las HBPM se une a la antitrombina III, con lo que cataliza la inactivación del factor
Xa de la coagulación. Las HBPM deben de administrarse cuidadosamente, en
pacientes con nefropatía y depuración calculada de creatinina menor de 30
mL/min, su dosis debe ser ajustada de acuerdo con los niveles de anti-Xa. La
dosis de enoxaparina es de 1 mg/kg de peso, cada doce horas por vía
subcutánea, o 1.5 mg/kg de peso cada 24 horas. La dosis de tinzaparina es de
175 U/kg cada 24 hrs. Debido al riesgo de trombocitopenia inducida por heparina
(mucho más frecuente con HNF, aunque puede presentarse también con HBPM),
se recomienda monitorizar la cuenta plaquetaria frecuentemente. 4
El fondaparinux es un inhibidor selectivo del factor Xa, que se administra por vía
subcutánea, las dosis aprobadas para TEP aguda son 5 mg cada 24 hrs (en
pacientes menores de 50 kg), 7.5 mg cada 24 horas (en pacientes entre 50 y 100
Kg), y 10 mg cada 24 horas (en pacientes mayores de 100 kg). No se ha reportado
trombocitopenia con este medicamento, por lo que no es necesario monitorizar el
nivel de plaquetas. El fondaparinux se encuentra contraindicado en pacientes con
insufciencia renal severa. 4
El tratamiento con anticoagulantes parenterales o subcutáneos debe ser seguido
por la administración de antagonistas de vitamina K. Éstos producen su efecto, al
interferir con la interconversión cíclica de la vitamina K con su epóxido, lo cual
limita la carboxilación de los factores de coagulación dependientes de ésta (II, VII,
IX, X) y de las proteínas C y S. Por lo anterior, los anticoagulantes orales pueden
tener un efecto protrombótico y nunca deben utilizarse como terapia inicial. Los
más utilizados son la warfarina y el acenocumarol. El monitoreo se hace con el
tiempo de protrombina (TP), el cual debe reportarse ajustado al índice normalizado
internacional (INR, por sus siglas en inglés). Los antagonistas de la vitamina K,
deben iniciarse los más pronto posible, de preferencia al mismo tiempo que los
anticoagulantes parenterales. Éstos últimos deberán suspenderse, cuando se
haya alcanzado un INR entre 2.0 y 3.0, por dos días consecutivos. El tratamiento
con antagonistas de vitamina K en TEP aguda, deberá mantenerse por lo menos
de tres a seis meses y deberá individualizarse, de acuerdo con los factores de
riesgo que tenga el paciente (ver más adelante). 4
Trombólisis
La terapia fibrinolítica tiene como objetivo acelerar la lisis del trombo, en pacientes
con TEP aguda, siendo una terapia efectiva en pacientes seleccionados. Los
fibrinolíticos aprobados para tratamiento de la TEP masiva, son la
estreptoquinasa, uroquinasa (que no se encuentra disponible en nuestro país) y
alteplasa. El tenecteplase es un fibrinolítico de reciente aprobación, para
síndromes coronarios agudos y enfermedad vascular cerebral isquémica, que
poco a poco ha ganado aceptación en el manejo de TEP aguda masiva, con un
perfil de seguridad muy similar a los trombolíticos ya
existentes.34,35 Actualmente, se está llevando a cabo un estudio multicéntrico
internacional, para evaluar la eficacia y seguridad del tenecteplase en pacientes
con TEP aguda. La indicación para la utilización de la terapia fibrinolítica es el
paciente con alto riesgo para TEP, que se presenta con choque cardiogénico y/o
hipotensión arterial persistente. Aunque no se recomienda la utilización de
trombolíticos en pacientes con estabilidad hemodinámica, se puede considerar su
uso, si el paciente tiene evidencia de disfunción ventricular derecha y no existe
riesgo de hemorragia. En ausencia de inestabilidad hemodinámica o disfunción
ventricular derecha, la terapia trombolítica no está indicada. Las complicaciones
hemorrágicas mayores se presentan en 13% de los casos y la hemorragia
intracraneal en 1.9%15, y hay mayor riesgo de presentarlas cuando existen
comorbilidades. 4
Embolectomía
La embolectomía se refiere a la fragmentación o extracción mecánica del trombo,
y puede ser percutánea o quirúrgica. Este método está indicado, en aquellos
pacientes con TEP e inestabilidad hemodinámica, en los que existe
contraindicación para la utilización de fibrinolíticos, o cuando la trombólisis no ha
sido exitosa. 4
La embolectomía percutánea consiste en la introducción de un catéter, a través de
un acceso venoso hasta alcanzar la arteria pulmonar, con el fin de fragmentar o
aspirar el trombo. Los fundamentos para la realización de este procedimiento son
los siguientes: 1. El alivio de la poscarga es la intervención más importante en el
manejo de la disfunción ventricular derecha causada por TEP masiva; 2. la
obstrucción central produce un mayor incremento de la impedancia, al vaciamiento
del ventrículo derecho y la eliminación de la obstrucción central (aspiración) o su
desplazamiento hacia la periferia (fragmentación), disminuye considerablemente la
impedancia del VD. 4
La fragmentación del trombo con catéteres para angioplastia, se han empleado
con éxito en series pequeñas, por otro lado, dentro de los dispositivos específicos
para DVD se encuentran el Angiojet Xpeedior® (Possis), y el Aspirex® (Straub
Medical). La fragmentación consiste en llevar un catéter, hasta la arteria pulmonar
que se encuentra obstruida, para posteriormente realizar movimientos de
introducción y extracción, con el fin de fragmentar el trombo central y producir
micro embolias distales. La aspiración del trombo se lleva a cabo con un
dispositivo especial (por ejemplo, catéter Aspirex®). Dentro de las complicaciones
de la embolectomía percutánea, se han reportado la perforación o disección de
estructuras cardiovasculares, el taponamiento cardiaco, hemorragia pulmonar,
arritmias cardiacas, pérdida sanguínea. 4
La embolectomía quirúrgica consiste en la extracción directa del trombo, a través
de una esternotomía media, con el apoyo de circulación extracorpórea. Además
de la inestabilidad hemodinámica y contraindicación para fibrinolisis farmacológica,
otras indicaciones para la embolectomía quirúrgica son la presencia de trombo en
cavidades derechas o atrapadas en un foramen oval. Las indicaciones para
embolectomía quirúrgica fueron: contraindicación para terapia fibrinolítica en 45%
de los pacientes, falla del tratamiento médico en 10% y disfunción ventricular
derecha en 32%.42 Este método implica el contar con un equipo quirúrgico
multidisciplinario, disponible las 24 horas del día. La elección de embolectomía
percutánea o quirúrgica dependerá de los recursos y experiencia, con que cuente
el centro. 4
Interrupción de vena cava inferior
Los filtros de vena cava inferior proveen una protección, al interrumpir el paso de
trombos provenientes del sistema venoso profundo de miembros inferiores, hacia
la circulación pulmonar. Las indicaciones para este procedimiento son: falla en el
tratamiento anticoagulante para prevenir la recurrencia, contraindicación para el
uso de anticoagulantes o complicaciones por su uso.7,15 Otra indicación sería
posterior a la realización de embolectomía, ya que la situación de gravedad en la
que se encuentran los pacientes, hace que una nueva embolia por pequeña que
sea, ponga en riesgo la vida.7 Existen los filtros de vena cava inferior temporales,
que pueden utilizarse en pacientes de riesgo alto o intermedio, que serán
sometidos a algún procedimiento quirúrgico. En estudios recientes, no se ha
encontrado diferencia en cuanto al beneficio de utilizar filtros temporales o
permanentes. 4
Pronostico
Son factores de mal pronóstico la presencia de cáncer, enfermedad pulmonar
obstructiva crónica, insuficiencia cardiaca izquierda, cirugía dentro de los últimos 3
meses, historia de tromboflebitis e inmovilización prolongada. 4
La mejor forma de disminuir la morbilidad y la mortalidad por esta entidad, sigue
siendo la prevención, en donde son muy importantes el uso de dispositivos de
compresión mecánica intermitente o en su defecto la utilización de medias
elásticas de compresión graduada, aunados al uso de heparina estándar en dosis
de 5,000 U subcutáneas cada 8-12 h o heparina de bajo peso molecular en dosis
de enoxaparina 40 mg SC cada 24 h, dalteparina en dosis de 2,500 a 5,000 U/día
SC, nadroparina 3,100 U/día SC. 4
Bibliografía