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Instituto de Estudios Turísticos

Estudios Turísticos, n.° 134 (1997), pp. 43-54 Secretaría de Estado de Comercio, Turismo y PYMES

EL TURISMO CULTURAL:
LUCES Y SOMBRAS

Jaime-Axel Ruiz Baudrihaye*

Resumen: El turismo cultural es un turismo que apela a la memoria del hombre y a su creación, y se presenta como alternativa o comple-
mento al turismo típico del sol y playa, masificado, pudiendo además ser una forma de reactivar económicamente determinadas ciudades o re-
giones. La calidad y respeto ambiental son condiciones esenciales para explotar racionalmente los recursos culturales. Los riesgos son la ma-
siñcación y degradación de los espacios históricos, artísticos y culturales, la canalización de lo cultural confundiéndolo con el mero espectáculo
de entretenimiento y diversión, y también, desde el punto de vista económico, la insuficiente rentabilidad que pueden reportar las inversiones
públicas cuando los productos están mal concebidos, lanzados a veces más desde la voluntad política que desde la realidad de los mercados.
Las distintas fórmulas para desarrollar el turismo cultural pueden ser las rutas e itinerarios, la desconcentración cultural o los viajes temáticos.
Pero hay unos requisitos previos para crear y desarrollar estos recursos: el inventario de la oferta, la rehabilitación de monumentos y ciudades, la cre-
ación de una mínima infraestructura turística, con buenos transportes y comunicaciones y con una aceptable oferta de alojamiento y restauración.
Por último, se abordan aspectos como la compensación fiscal a los municipios históricos, la ordenación integral del territorio y no por is-
lotes de protección, la conveniencia de implicar a la población de los destinos, y la necesidad de que exista una gestión profesional rigurosa,
no meramente política o administrativa, con objetivos comerciales concretos y realizables, controles periódicos de gestión y rectificación, en
su caso, del modelo elegido.

Abstract: Cultural tourism appeals to the memory of man and his creation. It is an altemative or complement to the typical "sun and beach"
tourism of the masses and can serve to revitalize the economies of certain cities and regions. Quality and respect for the environment are essen-
tial qualities for the rational development of cultural resources. The risks of development, however, are the overcrowding and degradation of his-
torie, artistic and cultural áreas, the banalization of culture by confusing it with mere entertainment, and also, from the economic point of view,
the insufficient retum on publie investment when projeets are poorly conceived or initiated for political reason rather than market realities.
Different formulas for developing cultural tourism are cultural intineraries and routes, the promotion of exhibits and fairs outside of the raa-
jor tourist áreas, and theme trips. But there are prerequisites for creating and developing these resources: an inventory of the product, the re-
habilitation of monuments and cities, and the creation of a minimal tourist infraestructure with good transpon and comunication, and accepta-
ble food and lodgings.
Finally, issues such as the following must be addressed: fiscal compensation for historie municipalities, a global plan for the whole country
and not just islands of protection, the convenience to the inhabitants of tourist destinations, and the necessity for rigorous and professional ma-
nagement, not just political or administrative, whith concrete and attainable commercial objectives, periodic management checks and the op-
portunity to modify, where necessary, the elected model.

I. EL TURISMO CULTURAL. palanca de desarrollo económico para re-


VENTAJAS Y RIESGOS giones sin la oferta clásica de evasión y en-
tretenimiento.
1.1. Características
El turismo cultural es una alternativa a la
El turismo cultural ha sido considerado trivialización del viaje, ante la perspectiva
desde un triple enfoque: como la supera- meramente consumista de otras formas de
ción del turismo consumista y de evasión, turismo. Es un signo de la época, de un afán
como forma de unir a los pueblos y como de ser original en tiempos de masificación,

* Licenciado en Derecho. Pertenece al Cuerpo Superior de Administradores Civiles del Estado. En la actualidad es Jefe de Área del Tu-
rismo Cultural y de Ciudad, en el Instituto de Turismo de España-Turespaña.

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con una creciente segmentación de los mer- transformado por el hombre, se podría con-
cados, la flexibilización de los períodos de siderar turismo cultural no sólo aquél que es
vacaciones, mayor edad del turista en los atraído por la obra de arte, el museo, o los
países desarrollados y el deseo de huir de monumentos sino también al turismo de
los senderos más trillados. Ese afán lo resu- naturaleza, al paisaje transformado durante
mía muy bien el reclamo de un turoperador siglos por el hombre. Habría, así, un patri-
norteamericano de turismo cultural, Take an monio religioso, un patrimonio civil (casti-
intelligent vacation! Sea inteligente hasta llos, palacios, museos...), un patrimonio
para irse de vacaciones. arqueológico, un patrimonio industrial, y un
h u m i l d e , pero no menos interesante
Para el Consejo de Europa, el turismo cul- —y en vías de desaparición, totalmente des-
tural es concebido principalmente desde una preciado— patrimonio agrícola (viejas
perspectiva humanista como una relación granjas, tinadas, construcciones rurales y
entre visitantes y visitados, encuentro entre pastoriles, etc.).
personas y encuentro de lugares de memoria
e inspiración. El turismo cultural tiene así la De carácter más individual, suele ser un
misión de servir de puente de comunicación turismo de mayor poder adquisitivo y más
real entre los pueblos, mientras el aspecto exigente, el turismo cultural ha entrado, no
comercial se deja en un segundo plano. obstante, en los catálogos de turoperadores
y agentes de viajes especializados. No es un
En fin, en el aspecto económico, se ha turista accidental, sino alguien que decide y
venido esperando desde los años sesenta programa sus viajes cuidadosamente, para
que el turismo cultural fuera una de las pa- quien los aspectos económicos pueden ser
lancas del desarrollo armónico de zonas de- secundarios, pero no la relación calidad-
sertadas por el hombre, sin grandes recursos precio. Es un viajero especialmente sensible
de otro tipo, sean industriales, agrícolas o a la calidad, a la exactitud de la información
de servicios y sin posibilidad de entrar en el recibida, al respeto al paisaje y al entorno, a
circuito de las vacaciones masivas. Incluso la contaminación acústica y estética.
regiones industriales como el País Vasco o
Asturias o regiones esencialmente agrícolas
que nunca pensaron en el turismo como un 1.2. Riesgos y amenazas
sector estructural de la economía, sino ape-
nas como una pequeña fuente de ingresos El principal riesgo aparece cuando la visi-
coyuntural, apuestan cada vez más clara- ta se convierte en invasión y cuando emerge
mente por el turismo por ser un sector crea- su potencial carácter depredador, que puede
dor de empleo. destruir no sólo la obra en sí, el monumento,
la pequeña población que aún conserva sus
El turismo cultural apela a la creación y a rasgos medievales o el yacimiento arqueoló-
la memoria del hombre, al testimonio de su gico, sino también el ambiente espiritual, el
paso por la tierra, a su historia. Si entende- halo que la rodea y que precisamente la ha
mos por cultura todo aquello que ha sido convertido en singular y la ha hecho atracti-

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va. El derecho del visitante choca con el de- mente, a los destinos genuinamente cultura-
recho de los habitantes a la intimidad, con su les. Bajo turismo cultural se están ofrecien-
derecho a proteger recintos de tranquilidad do una serie de productos diversos, heteró-
vedados a la curiosidad del turista. clitos, a veces más del género espectáculo
que genuinamente culturales. En el ámbito
El turismo cultural se ha degradado en del turismo de interior y de ciudad existe a
muchos lugares: las ciudades con oferta veces un afán de calificar como cultural
cultural están saturadas, los museos están cualquier producto o destino en cuanto haya
siempre llenos y las catedrales son visitadas un monumento o un castillo por medio.
por masas de personas que ponen en peligro Esto responde, de un lado, a un reclamo co-
su conservación y desvirtúan su significado mercial sin más, y de otro a una tendencia
primordial, que impiden y turban la paz y el creciente a concebir la cultura como espec-
recogimiento espiritual para las que fueron táculo, algo que ya ha sido denunciado por
concebidas. La masificación desfigura to- muchos pensadores, como Marc Fumaroli.
talmente el producto y acaba por destruirlo, El objetivo parece como si fuese crear una
es la llamada "paradoja del turismo", aún determinada imagen de prestigio con fines
más evidente en un producto tan frágil y ajenos a la cultura que prima sobre la racio-
sensible como el cultural. Como han seña- nalidad de la conservación del patrimonio y
lado acertadamente Van den Borg y Gotti, también sobre el sentido común comercial.
mientras las ciudades de playa, los puertos La confusión entre la cultura y otros pro-
deportivos, las urbanizaciones de vacacio- ductos como los parques temáticos, por
nes, fueron creados con una finalidad esen- ejemplo, han hecho proliferar en los últimos
cialmente turística, en el caso del patrimo- tiempos las escenificaciones de ambiente
nio cultural la afluencia de turistas es un "medieval", los "luz y sonido", actos que
fenómeno sobrevenido, no previsto por sus parecen querer convertir el patrimonio cul-
antiguos creadores. tural en una especie de espectáculos con de-
corados y escenarios reales. El aspecto cul-
Otro riesgo es la banalización de lo cul- tural es a menudo tergiversado, la historia
tural. La OMT, en 1985, proponía una defi- mistificada y el entorno convertido en una
nición amplia y otra más estricta del turis- especie de circo ambulante. Además, mien-
mo cultural. Esta última era el viaje por tras que en los parques temáticos se trata de
motivos estrictamente culturales o educati- empresas privadas, que corren sus propios
vos, mientras la más amplia llegaba a defi- riesgos, la llamada "animación" cultural
nir como cultura todo viaje, ya que "satisfa- utiliza el patrimonio y el presupuesto públi-
cía la necesidad de diversidad, de ampliar el co en beneficio propio, apropiándose su uso
conocimiento, que todo ser humano lleva sin riesgos económicos. Ello ha dado lugar
consigo". En 1990 la Comisión de la Co- a que este tipo de acciones sea uno de los
munidad Europea advertía sobre la necesi- capítulos más conspicuos de los presupues-
dad de delimitar el concepto del turismo tos culturales de muchas administraciones y
cultural. La devaluación del turismo no los destinatarios frecuentes de muchas sub-
hace sino perjudicar al conjunto y, especial- venciones "culturales".

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Otro aspecto importante a retener es que 1.3. Cultura y negocio mercantil


los productos turísticos no son eternos, tie-
nen una vida, como todos los productos co- Existe una contradicción fundamental
merciales. No existe una clientela cautiva ni para desarrollar el turismo cultural con una
un producto eterno. Además, un destino rentabilidad inmediata, que es la que se pro-
cultural que se degrada es mucho más difí- duce entre los derechos culturales de los
cil de recuperar que un destino de ocio ciudadanos, expansivos, y los necesarios lí-
puro, que fue creado por y para el turismo y mites para preservar el patrimonio e impe-
cuya reconversión o restauración es más fá- dir su destrucción, restrictivos. El dilema es
cil. Una ciudad caótica, mal urbanizada, que el motor de la cultura es la difusión y el
ruidosa y masificada ahuyenta para mucho de la naturaleza, el arte, la limitación. La vi-
tiempo a los turistas, aunque haya joyas del sita al museo, al monumento, al jardín his-
arte o monumentos históricos escondidos. tórico son, por definición, contrarias a la
Una playa sucia se puede limpiar, pero un masificación.
monumento histórico, una catedral tapada
por edificios, rodeada de comercios de chu- Turismo y cultura, negocio mercantil y
cherías o congestionada por el tráfico y el conservación de un patrimonio para legarlo
turismo masivo, es más difícil que recupere a las generaciones venideras, he ahí las cla-
no sólo su entorno físico, irremediablemen- ves de una contradicción o de una comple-
te destruido e irreproducible, sino la propia mentariedad, según se enfoque. De la ade-
imagen y su prestigio en el mercado. cuada y respetuosa gestión de nuestro
legado cultural depende que el turismo no
se convierta en un instrumento de destruc-
El turismo cultural no depende de los
ción, sino que sirva para revalorizar ciuda-
factores climáticos y la mano del hombre es des y espacios. Sus ingresos pueden redun-
esencial para revalorizarlo y sostenerlo, y dar en la mejora del nivel de vida y en atraer
puede ser quien lo arruine. Contrariamente fondos para conservar, restaurar y aumentar
a lo que sucede con otros productos como el el patrimonio cultural. Habría que partir del
sol y playa, el golf o los deportes náuticos, principio de que en el turismo cultural la
España, con un gran patrimonio histórico- rentabilidad económica directa del operador
artístico, no juega en materia de productos no es, en principio, la prioridad, como suce-
de turismo cultural con ventajas comparati- de en otros tipos de productos turísticos (sol
vas naturales, sino que su éxito depende y playa, negocios, congresos, golf, náuti-
únicamente de la gestión más o menos acer- co, etc.). Si no se acepta esta base de parti-
tada. En los destinos y productos de turismo da, el turismo irá en contra de los intereses
cultural los competidores son países muy culturales y económicos de la población y
desarrollados, con ofertas que tienen un del país porque será destructivo. Tiene que
gran componente de valor añadido, como existir siempre un equilibrio entre la con-
Francia, Alemania o Italia. Para competir servación del recurso y el negocio mercan-
con éxito en este terreno hay que apostar til y, en el área del turismo cultural, a favor
por la calidad, la restricción y la selección. de la conservación. El beneficio del turismo

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El turismo cultural: luces y sombras

cultural es más indivisible porque lo que • Los itinerarios culturales


aporta es un valor añadido —la restauración
Los itinerarios culturales agrupan lugares,
de monumentos, la preservación del sitio, la
monumentos, museos, con un denominador
revalorización de un pasado y unas señas de
común. La creación de los itinerarios y rutas
identidad— y un impulso económico gene-
promueve la cooperación, abarata la gestión,
ral en la población y en la zona y no una
permite una promoción e información unifi-
plusvalía inmediata e individualizada en
cadas y se comercializa mejor, pues generan
unos cuantos operadores o industriales.
una relación más estable con los operadores
(los medios de viajes más flexibles, por ejem-
Pero esto no quiere decir que haya que ol-
plo, las empresas de autobuses, han conse-
vidar los recursos de la industria turística,
que tienen que estar presentes para que un guido crear un cierto mercado). Los itinera-
destino o producto tenga dimensión turís- rios son también un buen pretexto para
tica. Para que exista un verdadero producto impulsar la ordenación del territorio: cons-
de turismo cultural no basta con disponer de trucción de carreteras y equipamientos, recu-
un patrimonio cultural u organizar unas acti- peración del paisaje, limpieza de los cauces
vidades culturales, se requiere que haya una de los ríos, etcétera.
oferta de alojamiento y restauración de cali-
dad, un sistema de reservas y de ventas fia- Pero en los itinerarios se produce siem-
ble, un entorno de calidad acorde con el nivel pre una jerarquización natural de los distin-
del turista que se quiere atraer. Muchas in- tos lugares de la ruta, según su interés obje-
versiones públicas y privadas han fracasado tivo y su oferta. La experiencia parece
por no tener en cuenta suficientemente el as- indicar que al crearse las rutas los destinos
pecto comercial, económico, y fijarse sólo y localidades más beneficiados son los in-
en lo puramente cultural. Un destino cultural termedios, es decir, ni los más conocidos
o una ruta histórica no son necesariamente, —que ya tienen una oferta y un mercado
sin más, un destino turístico. consolidados— ni los más modestos, que
suelen carecer de una infraestuctura hotele-
ra y de una oferta gastronómica que retenga
II. EL PRODUCTO. LA NECESIDAD al viajero. En las rutas, algunos destinos se
DE DATOS. LA PROMOCIÓN benefician más de un turismo residencial,
mientras que los demás sólo alcanzan al ex-
II.1. Los productos cursionista, al viajero de paso.

Las fórmulas para desarrollar un turis- Pero un itinerario cultural no se convier-


mo cultural que no esté concentrado sola- te automáticamente en un itinerario turísti-
mente en los grandes núcleos urbanos o en co, sino que deben contar con una oferta
los sitios históricos consagrados, tratando completa, en lo cultural y en lo turístico, y
de revalorizar pequeños núcleos urbanos, que deben existir unos medios de comuni-
zonas geográficamente más apartadas o cación y de transporte que hagan la ruta
productos menos conocidos, son sabidas: realizable.

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En muchos casos, aunque puedan existir motivación del viaje es muy especializada,
monumentos visitables, hay poca infraes- exigen la puesta en común de inventarios,
tructura turística (alojamiento, restaura- una central de reservas y un sistema de in-
ción) que permitan rentabilizar el atractivo formación común.
cultural del lugar. Esto ha sucedido, por
ejemplo, con muchos de los itinerarios pro- La dificultad radica en la diversidad de
puestos por el Legado Andalusí, de gran in- competencias que confluyen. Piénsese en
terés histórico y cultural, pero que adole- los jardines: la titularidad privada o pública
cían de una oferta turística de calidad. —dentro de ésta, municipal, regional o
estatal—, la dispersión geográfica, los hora-
La tendencia al acortamiento de los perí- rios de apertura, el diferente nivel de con-
odos vacacionales y a su multiplicación, ha- servación. En los casos del turismo musical,
cen que cuanto más largas sean las rutas, por ejemplo, es necesario contar con una
más difícil sean de realizar y, por tanto, de programación fijada con la suficiente ante-
vender. Las enormes y larguísimas rutas lación y con un impecable sistema de reser-
que a veces se proponen son invendibles; es vas y de venta telefónica. El turismo temá-
conveniente que las rutas se puedan seg- tico exige una labor de coordinación y
mentar o parcelar en itinerarios alternativos cooperación mucho más rigurosa de la que
o complementarios, con entidad suficiente ya existe con las rutas culturales, pero las
cada uno, que permitan organizar los viajes nuevas tecnologías permiten resolver los
de forma variable. problemas técnicos.
En España, dado el reparto de competen-
cias entre las Comunidades Autónomas, y • La desconcentración de la oferta
debido a un secular particularismo local, cultural
existen problemas añadidos para diseñar y
explotar rutas e itinerarios interregionales La densidad cultural de determinadas ciu-
comercializables y equilibrados. dades en museos, exposiciones, espectácu-
los, contrasta con el vacío de otras zonas.
Una oferta cultural más equilibrada geográ-
• Los viajes temáticos ficamente permitiría descongestionar luga-
La sofisticación de la demanda y la exis- res, monumentos y museos y revalorizar
tencia de turoperadores y agentes de viajes otras zonas, ciudades y sitios históricos del
especializados, además de la mejora de las país. Las experiencias de exposiciones
infraestructuras de comunicación y trans- como "Las Edades del Hombre", ya en su
porte, han fomentado este tipo de turismo, sexta edición, van en este camino y sirven
casi siempre ligado a la cultura y a la natu- para promocionar otros circuitos, otras ciu-
raleza. Se trata, en cualquier caso, de mini- dades y fomentan actuaciones de mejora ur-
mercados, de lo que se ha llamado nichos bana en los lugares donde se celebra, como
de mercado. Los viajes temáticos, una ver- ha sucedido recientemente en El Burgo de
sión más compleja de las rutas porque la Osma.

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El turismo cultural: luces y sombras

No sería descartable que experiencias del autoridades regionales y locales, como suce-
tipo citado se repitan, difundiéndose más de entre la Alhambra y Granada, o como la
por todo el territorio nacional, sobre todo, polémica que se ha producido en Segovia
cuando el atractivo son, por ejemplo, colec- respecto al entorno urbano del Acueducto.
ciones de pintura que pertenecen no a la re-
gión ni a la ciudad, sino al Estado. Proyec- La utilización de lo que Bertrand de Jou-
tos como las celebraciones del Cuarto venel llamó "bienes gratuitos", porque na-
Centenario del Fallecimiento de Felipe II, die los quiere pagar y conservar (como abu-
en 1998, con exposiciones en varias ciuda- sivamente algunos pretenden considerar el
des, son un buen ejemplo de esta tendencia. legado histórico y la naturaleza), no ha re-
parado a menudo en toda clase de oportu-
nismo especulativo y comercial hasta llegar
• Las zonas y sitios protegidos a desvirtuar y dañar el propio atractivo. Los
Con cierta frecuencia contemplamos alrededores de los monumentos se llenan de
cómo también se está intentando explotar restaurantes y zonas comerciales, mientras
comercialmente determinados sitios o zo- en el resto de la población no se cuidan ni el
nas extremadamente frágiles cuya protec- urbanismo ni se prestan adecuadamente los
ción —por Ley— implica limitación, prohi- servicios públicos municipales. A veces se
bición incluso. El turismo en las zonas observa que la gestión del patrimonio se
protegidas no puede ser más que marginal, hace por el sistema de islotes o de meros de-
constituyendo, por su propia naturaleza, corados para que el turista los vea, sin cui-
una fuente limitada de ingresos. En princi- dar el marco general de la ciudad.
pio, habría incluso que descartar el término
turismo para la visita a estos lugares. Una adecuada gestión de los recursos
culturales y del turismo debería tener en
cuenta tres fases:
II.2. La gestión de los productos
culturales a) El mapa del turismo cultural

En muchos lugares, las autoridades han Para poder evaluar las potencialidades
aprovechado el patrimonio histórico legado culturales de un destino turístico, de una
por las generaciones pretéritas para utilizar- ruta o de un producto se debiera disponer de
lo a su conveniencia, como imagen o deco- unos datos previos.
rado. A veces, ese oportunismo contrasta
con la carencia de una verdadera política En primer lugar, es necesario disponer
cultural: los monumentos, el patrimonio, de un inventario completo de los recursos
son utilizados para una operación de imagen (culturales y turísticos), su localización, ca-
política o de negocio especulativo. No siem- pacidad, posibilidad de integrar una red,
pre es fácil conjugar los diversos intereses y titularidad jurídica, personal, formación
existen casos bien conocidos de tensión en- profesional, relaciones con operadores tu-
tre los responsables de la conservación y las rísticos, etcétera.

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Segundo, se necesitan cifras rigurosas — Museos pequeños y medianos.


sobre la afluencia de visitantes, su calenda- — Distribución geográfica irregular.
rio, la discriminación entre turistas residen- — Falta de especialización y renovación
ciales y excursionistas, los que vienen por en temas y contenidos.
agencia, medios de transporte, etcétera.
— Reducido número de visitantes.
Estos dos tipos de indicadores son esen- — Horarios dispares.
ciales para elaborar programas de actuación — Relación con agentes turísticos casi
realistas. nula.

Es primordial, por tanto, disponer de da- Este último aspecto, la escasa relación
tos fiables, homogéneos, sobre la frecuenta- con agentes turísticos, es destacable porque
ción del patrimonio histórico y artístico a lo incluso el Museo de El Prado apenas cuen-
largo y ancho de España, para saber cuál es ta con un 15% de visitantes que vienen a
el perfil del visitante, del consumidor de través de agencias, lo que denota una sepa-
este producto. Se impone la elaboración de ración entre la gestión cultural y la rentabi-
un Mapa del Turismo Cultural, anualmente lización comercial del turismo cultural.
actualizado, que permita conocer bien la de-
manda, la afluencia y tipo de visitantes, las Este tipo de indicadores se deben tener
épocas de visita, descubrir carencias y pro- respecto de monumentos, ciudades históri-
poner alternativas de gestión. cas y, en general, todos los productos del tu-
rismo cultural.
Existen datos muy parciales, por ejem-
b) La promoción de los destinos
plo, los que se refieren a Museos estatales y
y productos de turismo cultural
al Museo de El Prado y al Reina Sofía, que
se incluían en las memorias del antiguo Mi- A menudo hay demasiada acción publici-
nisterio de Cultura (la última alcanza hasta taria en relacción a la oferta, constatándose
Julio de 1995). Los datos sobre visitantes en que muchos destinos invierten más en pro-
museos, exposiciones y monumentos de- moción —lo más fácil de hacer— que en
pendientes del Patrimonio Nacional, de la crear y comercializar el producto o mejorar
Iglesia, en Museos de Comunidades Autó- la calidad de la oferta.
nomas, Municipales o de Fundaciones pri-
vadas, son de difícil y laboriosa consulta, Debe hacerse una intensa labor de co-
cuando existen, pues están dispersos —se mercialización previa a la promoción, po-
supone— en sus respectivas memorias, si niendo a disposición de los operadores tu-
éstas se han elaborado. El trabajo reciente rísticos cuantos datos necesiten para vender
más completo sobre museos ha sido realiza- ese producto o destino. La marca comercial
do por Inmaculada Corcho y las conclusio- suele ser un problema porque los mercados
nes, en lo que al turismo respecta, se pueden exteriores no conocen suficientemente
resumir en: nuestra geografía como para vender desti-

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nos minúsculos. Es necesario y útil venir Un modelo típico de control de gestión


arropados bajo la marca global España. tendría los siguientes capítulos:

Una verdadera promoción debe apoyar 1. Conocimiento del producto


un producto perfectamente comercializado,
con una información complementaria dis- — Estructura:
ponible en tiempo real constantemente ac- • Tipo: Museos, monumentos, expo-
tualizada. siciones, conjuntos históricos.
• Servicios: Bibliotecas, salas de con-
La promoción del turismo cultural tiene ferencias, centro audiovisual, etc.
unas particulares exigencias y debe tener • Factores internos de éxito: Oferta
unos contenidos específicos. Tanto por el de alojamiento y restauración, pai-
tipo de turista, por los mercados, por la for- saje, entretenimiento, compras.es-
ma de la visita, tiene que ser muy selectiva, tacionamientos, guías especializa-
primando más los contenidos informativos dos, etcétera.
sobre los de imagen, es decir, lo contrario
de lo que se viene haciendo. Conviene que — Medio exterior:
el mensaje llegue al consumidor final y • Cliente: Tipo, demanda grado de
éste, dadas sus características, necesita no satisfacción.
sólo una imagen o un lema, sino una moti- • Factores externos de éxito: Infraes-
vación suficiente para decidir hacer ese tructuras de comunicación y trans-
viaje. La publicidad es quizás menos pro- porte, clima, distancias, etc.
ductiva que los viajes de periodistas espe-
cializados porque un artículo en una revista, 2. Para anticiparse
explicando la oferta cultural, la hotelera y
gastronómica, son más sugerentes. Previsión, evolución y diagnóstico: Ven-
tajas comparativas, mejoras necesarias,
oportunidades, retos, riesgos.
c) El control de gestión
3. Para actuar
En cualquier caso, se debe exigir que
haya una valoración de los resultados de las — Orientación y objetivos:
acciones de comercialización y de las inver- • Decisiones políticas.
siones en promoción, hecha por un consul- • Factores clave de eficacia y efi-
tor neutro, no sólo por la agencia. Es per- ciencia (recursos humanos, nivel
fectamente posible hacer encuestas entre de formación, etc.).
los visitantes y turistas para detectar el im- • Inversiones necesarias.
pacto de las acciones, la diferencia aportada
por las acciones de comercialización y de — Planes de acción:
promoción y, en definitiva, la rentabilidad • Información.
del dinero público. • Comercialización.

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• Promoción (publicaciones, publici- • La implicación de la población:


dad, etc.).
• Evaluación. La mayoría de los desastres ecológicos y
de las destrucciones producidas en el patri-
monio histórico-artístico se han debido a
III. LAS CARGAS Y BENEFICIOS que los proyectos de desarrollo, la promo-
DEL TURISMO ción y comercialización de productos y des-
CULTURAL tinos, se han hecho a espaldas de, o contra,
la población local. Esta ha visto a menudo el
En España todavía hay quien piensa que turismo como una simple fuente inmediata
la simple explotación del legado histórico de ingresos. Incluso como un gravamen por-
puede, por sí sola,constituir un producto de que, con frecuencia, las verdaderas plusvalí-
turismo cultural. Esta concepción "rentis- as de la revalorización de los terrenos, del
ta", pasiva, de simple aprovechamiento per- incremento de los visitantes, no han venido
mite apenas que se restauren algunos monu- a mejorar sustancialmente y de manera ge-
mentos o que se limite la destrucción de neral y duradera el nivel y la calidad de vida.
algunos cascos históricos.
La opinión pública tiene que percibir
Pero la gestión del turismo cultural no perfectamente que los beneficios del turis-
debe sólo basarse en lo ya existente, en la mo redundan en todos y no sólo en los pro-
mera explotación del legado, sino que debe pietarios de los establecimientos, en los que
renovarse, tener un dinamismo propio. Es realizan jugosas operaciones especulativas
necesario que exista una capacidad de inno- o en los políticos que pretenden redorar su
var, de crear una oferta cultural, a través de blasón utilizando el legado histórico artísti-
obras de arte (edificios, jardines), museos, co. La ciudad debe compensar a los resi-
centros culturales, música, festivales, en dentes que no se benefician directamente
muchos casos recuperando y revalorizando del turismo, sino que a veces lo soportan,
una oferta dormida u olvidada. con una ciudad más limpia, mejor urbaniza-
da, con más parques, en suma, con una ciu-
Crear, conservar, mejorar un producto dad más habitable en la que el vecino reci-
cultural o un destino de turismo cultural be más y mejores servicios por sus
exige un esfuerzo positivo lo que, si se impuestos.
quiere hacer de una forma ordenada y res-
petuosa con el entorno, no es inmedia-
tamente rentable. Las cargas de una gestión • Los actores y decisores políticos:
responsable del patrimonio son, a menudo, La necesaria cooperación entre las Co-
más importantes que los beneficios extraí- munidades Autónomas, los Municipios y el
dos. Por eso es necesario que la población y Estado:
las Administraciones actúen de común
acuerdo y que la gestión turística sea trans- La descentralización y la autonomía de
parente y eficaz. los Ayuntamientos no han conllevado siem-

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pre un mayor control y una mejor ordena- ello, altera sustancialmente la vida local. Al
ción urbanística sino, por el contrario, han final, la administración municipal actúa
producido un incremento de la edificabili- ante el hecho consumado, y más que dirigir
dad y, en muchos casos, un exceso de volu- acompaña un replanteamiento urbanístico
men, al ser la expedición de licencias de forzado por las circunstancias: el tráfico en
construcción una fuente principal de finan- los cascos antiguos, la escasez de aparca-
ciación de los municipios. Este es el mayor mientos los fines de semana, la prolifera-
enemigo y la mayor amenaza que se cierne ción de locales comerciales atraídos por los
sobre el patrimonio histórico-artístico y, en excursionistas o turistas, la edificación irre-
consecuencia, sobre el turismo cultural. Pa- gular y excesiva, la limpieza especial nece-
radójicamente, el que una ciudad o pobla- saria durante los fines de semana, servicios
ción tenga un atractivo cultural acarrea de vigilancia, etc. Muchos municipios care-
inmediatamete una especie de afán especu- cen de medios financieros y técnicos para
lativo y un incremento, a menudo desorde- afrontar la gestión de estas actividades de
nado, de la edificación. gran impacto ambiental y social.

Los límites que deben establecerse, los Sería conveniente estudiar la posibilidad
perímetros intocables, los regímenes de al- de crear, dentro de la estructura estatal de la
turas, hacen que muchos Ayuntamientos administración turística o de las administra-
puedan percibir su privilegiado patrimonio ciones autonómicas, agencias de asesora-
histórico y artístico más como una carga miento y consulta en materia de turismo
que como un beneficio. Para evitar eso y es- cultural a disposición de los municipios que
timular una adecuada protección urbana, no deseen desarrollar sus productos culturales.
de meros "islotes", como decíamos más
arriba, sino integral, habría que crear un sis-
tema de compensación para los municipios IV. CONCLUSIÓN
históricos que les permita obtener ingresos
que sustituyan los que dejan de percibir al Se tiene la impresión de que los innume-
tener limitada su edificabilidad. Ello evita- rables encuentros sobre turismo cultural no
ría que estos Ayuntamientos tuvieran que terminan de pasar de la fase de debate, qui-
recurrir a la edificación en alturas y masiva zá porque reúnen más pensadores que gesto-
en otros barrios del municipio para costear res y decisores. En el caso del turismo cul-
su zona noble y puedan así acometer una tural, especialmente, porque es difícil crear
planificación y protección urbana integral. productos, hacer "paquetes" vendibles. Es
necesario que haya propuestas concretas y
que los diversos actores, públicos y priva-
• El asesoramiento técnico: dos, adopten un plan de actuación concreto
Muchos municipios se ven desbordados que vaya más allá de la mera publicidad.
por la afluencia del turismo, que escapa a
sus previsiones y a su gestión. El turismo, Lo que está en juego es la actuación de
en poblaciones que no fueron pensadas para los políticos y el comportamiento de los

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Jaime-Axel Ruiz Baudrihaye

ciudadanos. Este sólo puede ser modifica- 4. Compensaciones fiscales a los muni-
do, mejorado, a través de la educación y cipios históricos.
mediante la percepción de que los benefi-
cios tienen un impacto sobre la calidad de 5. Participación de la población.
vida. La acción de los políticos es más difí-
cil de definir. En muchos casos, debería ve-
nir definida negativamente, "qué es lo que BIBLIOGRAFÍA
no deben hacer", por ejemplo, en el caso de
muchos Ayuntamientos, no dar más licen- FUMAROLI, MARC: L 'État culturel, París. 1989.
cias de construcción o darlas con límites y
VAN DEN BORG, JAN; GOTTI,GiusEPPE:7owrám and
condiciones muy estrictos. citiesofart, UNESCO, 1995.

La planificación física y económica de la CORCHO GÓMEZ, INMACULADA: LOS museos españo-


les. Estudio de situación, Turespaña, 1996.
explotación comercial de patrimonio histó-
rico y artístico debe partir del principio de Atlas Nacional de España, Sección IX, Grupo 33,
la limitación del uso, de la sostenibilidad y Turismo, D. G. Instituto Geográfico Nacional,
la fragilidad de los recursos, lo que signifi- Madrid, 1994.
ca que se deben imponer restricciones, pero Universidad Complutense. Dpto. Geografía Huma-
que no impide una buena conexión entre lo na: Turismo y desarrollo sostenible en las ciuda-
cultural y lo comercial y puede hacer renta- des históricas con patrimonio arquitectónico mo-
bles muchas instalaciones, museos, conser- numental, Madrid, 1996.
vación de monumentos y cascos históricos Carta Internacional sobre la Conservación y Res-
que hasta ahora sólo dependen de los presu- tauración de los Monumentos y Sitios Históricos,
puestos públicos. Venecia, 1964.
Carta del Turismo Cultural. ICOMOS (Consejo In-
En resumen, el desarrollo de productos ternacional de Monumentos y Sitios), noviembre
dentro del área del turismo cultural debería 1976.
tener en cuenta los siguientes elementos: Carta de Florencia sobre Jardines y Sitios Históri-
cos, mayo 1981.
1. Prioridad del elemento conservación
Carta Internacional para la Salvaguardia de Ciuda-
sobre el comercial. des Históricas, ICOMOS, 1987.

2. Riguroso análisis de la viabilidad y Carta Internacional para la Gestión del Patrimonio


Arqueológico, ICOMOS, 1990.
gestión sostenible de los productos de
turismo cultural. Declaración de Mallorca sobre el Turismo Cultural,
Palma, 1995.
3. Planificación integral, especialmente Ministerio de Cultura: Memorias de Actividades.
urbanística. 1993, 1994 y 1995.

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