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Estudios Turísticos, n.° 134 (1997), pp. 43-54 Secretaría de Estado de Comercio, Turismo y PYMES
EL TURISMO CULTURAL:
LUCES Y SOMBRAS
Resumen: El turismo cultural es un turismo que apela a la memoria del hombre y a su creación, y se presenta como alternativa o comple-
mento al turismo típico del sol y playa, masificado, pudiendo además ser una forma de reactivar económicamente determinadas ciudades o re-
giones. La calidad y respeto ambiental son condiciones esenciales para explotar racionalmente los recursos culturales. Los riesgos son la ma-
siñcación y degradación de los espacios históricos, artísticos y culturales, la canalización de lo cultural confundiéndolo con el mero espectáculo
de entretenimiento y diversión, y también, desde el punto de vista económico, la insuficiente rentabilidad que pueden reportar las inversiones
públicas cuando los productos están mal concebidos, lanzados a veces más desde la voluntad política que desde la realidad de los mercados.
Las distintas fórmulas para desarrollar el turismo cultural pueden ser las rutas e itinerarios, la desconcentración cultural o los viajes temáticos.
Pero hay unos requisitos previos para crear y desarrollar estos recursos: el inventario de la oferta, la rehabilitación de monumentos y ciudades, la cre-
ación de una mínima infraestructura turística, con buenos transportes y comunicaciones y con una aceptable oferta de alojamiento y restauración.
Por último, se abordan aspectos como la compensación fiscal a los municipios históricos, la ordenación integral del territorio y no por is-
lotes de protección, la conveniencia de implicar a la población de los destinos, y la necesidad de que exista una gestión profesional rigurosa,
no meramente política o administrativa, con objetivos comerciales concretos y realizables, controles periódicos de gestión y rectificación, en
su caso, del modelo elegido.
Abstract: Cultural tourism appeals to the memory of man and his creation. It is an altemative or complement to the typical "sun and beach"
tourism of the masses and can serve to revitalize the economies of certain cities and regions. Quality and respect for the environment are essen-
tial qualities for the rational development of cultural resources. The risks of development, however, are the overcrowding and degradation of his-
torie, artistic and cultural áreas, the banalization of culture by confusing it with mere entertainment, and also, from the economic point of view,
the insufficient retum on publie investment when projeets are poorly conceived or initiated for political reason rather than market realities.
Different formulas for developing cultural tourism are cultural intineraries and routes, the promotion of exhibits and fairs outside of the raa-
jor tourist áreas, and theme trips. But there are prerequisites for creating and developing these resources: an inventory of the product, the re-
habilitation of monuments and cities, and the creation of a minimal tourist infraestructure with good transpon and comunication, and accepta-
ble food and lodgings.
Finally, issues such as the following must be addressed: fiscal compensation for historie municipalities, a global plan for the whole country
and not just islands of protection, the convenience to the inhabitants of tourist destinations, and the necessity for rigorous and professional ma-
nagement, not just political or administrative, whith concrete and attainable commercial objectives, periodic management checks and the op-
portunity to modify, where necessary, the elected model.
* Licenciado en Derecho. Pertenece al Cuerpo Superior de Administradores Civiles del Estado. En la actualidad es Jefe de Área del Tu-
rismo Cultural y de Ciudad, en el Instituto de Turismo de España-Turespaña.
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Jaime-Axel Ruiz Baudrihaye
con una creciente segmentación de los mer- transformado por el hombre, se podría con-
cados, la flexibilización de los períodos de siderar turismo cultural no sólo aquél que es
vacaciones, mayor edad del turista en los atraído por la obra de arte, el museo, o los
países desarrollados y el deseo de huir de monumentos sino también al turismo de
los senderos más trillados. Ese afán lo resu- naturaleza, al paisaje transformado durante
mía muy bien el reclamo de un turoperador siglos por el hombre. Habría, así, un patri-
norteamericano de turismo cultural, Take an monio religioso, un patrimonio civil (casti-
intelligent vacation! Sea inteligente hasta llos, palacios, museos...), un patrimonio
para irse de vacaciones. arqueológico, un patrimonio industrial, y un
h u m i l d e , pero no menos interesante
Para el Consejo de Europa, el turismo cul- —y en vías de desaparición, totalmente des-
tural es concebido principalmente desde una preciado— patrimonio agrícola (viejas
perspectiva humanista como una relación granjas, tinadas, construcciones rurales y
entre visitantes y visitados, encuentro entre pastoriles, etc.).
personas y encuentro de lugares de memoria
e inspiración. El turismo cultural tiene así la De carácter más individual, suele ser un
misión de servir de puente de comunicación turismo de mayor poder adquisitivo y más
real entre los pueblos, mientras el aspecto exigente, el turismo cultural ha entrado, no
comercial se deja en un segundo plano. obstante, en los catálogos de turoperadores
y agentes de viajes especializados. No es un
En fin, en el aspecto económico, se ha turista accidental, sino alguien que decide y
venido esperando desde los años sesenta programa sus viajes cuidadosamente, para
que el turismo cultural fuera una de las pa- quien los aspectos económicos pueden ser
lancas del desarrollo armónico de zonas de- secundarios, pero no la relación calidad-
sertadas por el hombre, sin grandes recursos precio. Es un viajero especialmente sensible
de otro tipo, sean industriales, agrícolas o a la calidad, a la exactitud de la información
de servicios y sin posibilidad de entrar en el recibida, al respeto al paisaje y al entorno, a
circuito de las vacaciones masivas. Incluso la contaminación acústica y estética.
regiones industriales como el País Vasco o
Asturias o regiones esencialmente agrícolas
que nunca pensaron en el turismo como un 1.2. Riesgos y amenazas
sector estructural de la economía, sino ape-
nas como una pequeña fuente de ingresos El principal riesgo aparece cuando la visi-
coyuntural, apuestan cada vez más clara- ta se convierte en invasión y cuando emerge
mente por el turismo por ser un sector crea- su potencial carácter depredador, que puede
dor de empleo. destruir no sólo la obra en sí, el monumento,
la pequeña población que aún conserva sus
El turismo cultural apela a la creación y a rasgos medievales o el yacimiento arqueoló-
la memoria del hombre, al testimonio de su gico, sino también el ambiente espiritual, el
paso por la tierra, a su historia. Si entende- halo que la rodea y que precisamente la ha
mos por cultura todo aquello que ha sido convertido en singular y la ha hecho atracti-
va. El derecho del visitante choca con el de- mente, a los destinos genuinamente cultura-
recho de los habitantes a la intimidad, con su les. Bajo turismo cultural se están ofrecien-
derecho a proteger recintos de tranquilidad do una serie de productos diversos, heteró-
vedados a la curiosidad del turista. clitos, a veces más del género espectáculo
que genuinamente culturales. En el ámbito
El turismo cultural se ha degradado en del turismo de interior y de ciudad existe a
muchos lugares: las ciudades con oferta veces un afán de calificar como cultural
cultural están saturadas, los museos están cualquier producto o destino en cuanto haya
siempre llenos y las catedrales son visitadas un monumento o un castillo por medio.
por masas de personas que ponen en peligro Esto responde, de un lado, a un reclamo co-
su conservación y desvirtúan su significado mercial sin más, y de otro a una tendencia
primordial, que impiden y turban la paz y el creciente a concebir la cultura como espec-
recogimiento espiritual para las que fueron táculo, algo que ya ha sido denunciado por
concebidas. La masificación desfigura to- muchos pensadores, como Marc Fumaroli.
talmente el producto y acaba por destruirlo, El objetivo parece como si fuese crear una
es la llamada "paradoja del turismo", aún determinada imagen de prestigio con fines
más evidente en un producto tan frágil y ajenos a la cultura que prima sobre la racio-
sensible como el cultural. Como han seña- nalidad de la conservación del patrimonio y
lado acertadamente Van den Borg y Gotti, también sobre el sentido común comercial.
mientras las ciudades de playa, los puertos La confusión entre la cultura y otros pro-
deportivos, las urbanizaciones de vacacio- ductos como los parques temáticos, por
nes, fueron creados con una finalidad esen- ejemplo, han hecho proliferar en los últimos
cialmente turística, en el caso del patrimo- tiempos las escenificaciones de ambiente
nio cultural la afluencia de turistas es un "medieval", los "luz y sonido", actos que
fenómeno sobrevenido, no previsto por sus parecen querer convertir el patrimonio cul-
antiguos creadores. tural en una especie de espectáculos con de-
corados y escenarios reales. El aspecto cul-
Otro riesgo es la banalización de lo cul- tural es a menudo tergiversado, la historia
tural. La OMT, en 1985, proponía una defi- mistificada y el entorno convertido en una
nición amplia y otra más estricta del turis- especie de circo ambulante. Además, mien-
mo cultural. Esta última era el viaje por tras que en los parques temáticos se trata de
motivos estrictamente culturales o educati- empresas privadas, que corren sus propios
vos, mientras la más amplia llegaba a defi- riesgos, la llamada "animación" cultural
nir como cultura todo viaje, ya que "satisfa- utiliza el patrimonio y el presupuesto públi-
cía la necesidad de diversidad, de ampliar el co en beneficio propio, apropiándose su uso
conocimiento, que todo ser humano lleva sin riesgos económicos. Ello ha dado lugar
consigo". En 1990 la Comisión de la Co- a que este tipo de acciones sea uno de los
munidad Europea advertía sobre la necesi- capítulos más conspicuos de los presupues-
dad de delimitar el concepto del turismo tos culturales de muchas administraciones y
cultural. La devaluación del turismo no los destinatarios frecuentes de muchas sub-
hace sino perjudicar al conjunto y, especial- venciones "culturales".
En muchos casos, aunque puedan existir motivación del viaje es muy especializada,
monumentos visitables, hay poca infraes- exigen la puesta en común de inventarios,
tructura turística (alojamiento, restaura- una central de reservas y un sistema de in-
ción) que permitan rentabilizar el atractivo formación común.
cultural del lugar. Esto ha sucedido, por
ejemplo, con muchos de los itinerarios pro- La dificultad radica en la diversidad de
puestos por el Legado Andalusí, de gran in- competencias que confluyen. Piénsese en
terés histórico y cultural, pero que adole- los jardines: la titularidad privada o pública
cían de una oferta turística de calidad. —dentro de ésta, municipal, regional o
estatal—, la dispersión geográfica, los hora-
La tendencia al acortamiento de los perí- rios de apertura, el diferente nivel de con-
odos vacacionales y a su multiplicación, ha- servación. En los casos del turismo musical,
cen que cuanto más largas sean las rutas, por ejemplo, es necesario contar con una
más difícil sean de realizar y, por tanto, de programación fijada con la suficiente ante-
vender. Las enormes y larguísimas rutas lación y con un impecable sistema de reser-
que a veces se proponen son invendibles; es vas y de venta telefónica. El turismo temá-
conveniente que las rutas se puedan seg- tico exige una labor de coordinación y
mentar o parcelar en itinerarios alternativos cooperación mucho más rigurosa de la que
o complementarios, con entidad suficiente ya existe con las rutas culturales, pero las
cada uno, que permitan organizar los viajes nuevas tecnologías permiten resolver los
de forma variable. problemas técnicos.
En España, dado el reparto de competen-
cias entre las Comunidades Autónomas, y • La desconcentración de la oferta
debido a un secular particularismo local, cultural
existen problemas añadidos para diseñar y
explotar rutas e itinerarios interregionales La densidad cultural de determinadas ciu-
comercializables y equilibrados. dades en museos, exposiciones, espectácu-
los, contrasta con el vacío de otras zonas.
Una oferta cultural más equilibrada geográ-
• Los viajes temáticos ficamente permitiría descongestionar luga-
La sofisticación de la demanda y la exis- res, monumentos y museos y revalorizar
tencia de turoperadores y agentes de viajes otras zonas, ciudades y sitios históricos del
especializados, además de la mejora de las país. Las experiencias de exposiciones
infraestructuras de comunicación y trans- como "Las Edades del Hombre", ya en su
porte, han fomentado este tipo de turismo, sexta edición, van en este camino y sirven
casi siempre ligado a la cultura y a la natu- para promocionar otros circuitos, otras ciu-
raleza. Se trata, en cualquier caso, de mini- dades y fomentan actuaciones de mejora ur-
mercados, de lo que se ha llamado nichos bana en los lugares donde se celebra, como
de mercado. Los viajes temáticos, una ver- ha sucedido recientemente en El Burgo de
sión más compleja de las rutas porque la Osma.
No sería descartable que experiencias del autoridades regionales y locales, como suce-
tipo citado se repitan, difundiéndose más de entre la Alhambra y Granada, o como la
por todo el territorio nacional, sobre todo, polémica que se ha producido en Segovia
cuando el atractivo son, por ejemplo, colec- respecto al entorno urbano del Acueducto.
ciones de pintura que pertenecen no a la re-
gión ni a la ciudad, sino al Estado. Proyec- La utilización de lo que Bertrand de Jou-
tos como las celebraciones del Cuarto venel llamó "bienes gratuitos", porque na-
Centenario del Fallecimiento de Felipe II, die los quiere pagar y conservar (como abu-
en 1998, con exposiciones en varias ciuda- sivamente algunos pretenden considerar el
des, son un buen ejemplo de esta tendencia. legado histórico y la naturaleza), no ha re-
parado a menudo en toda clase de oportu-
nismo especulativo y comercial hasta llegar
• Las zonas y sitios protegidos a desvirtuar y dañar el propio atractivo. Los
Con cierta frecuencia contemplamos alrededores de los monumentos se llenan de
cómo también se está intentando explotar restaurantes y zonas comerciales, mientras
comercialmente determinados sitios o zo- en el resto de la población no se cuidan ni el
nas extremadamente frágiles cuya protec- urbanismo ni se prestan adecuadamente los
ción —por Ley— implica limitación, prohi- servicios públicos municipales. A veces se
bición incluso. El turismo en las zonas observa que la gestión del patrimonio se
protegidas no puede ser más que marginal, hace por el sistema de islotes o de meros de-
constituyendo, por su propia naturaleza, corados para que el turista los vea, sin cui-
una fuente limitada de ingresos. En princi- dar el marco general de la ciudad.
pio, habría incluso que descartar el término
turismo para la visita a estos lugares. Una adecuada gestión de los recursos
culturales y del turismo debería tener en
cuenta tres fases:
II.2. La gestión de los productos
culturales a) El mapa del turismo cultural
En muchos lugares, las autoridades han Para poder evaluar las potencialidades
aprovechado el patrimonio histórico legado culturales de un destino turístico, de una
por las generaciones pretéritas para utilizar- ruta o de un producto se debiera disponer de
lo a su conveniencia, como imagen o deco- unos datos previos.
rado. A veces, ese oportunismo contrasta
con la carencia de una verdadera política En primer lugar, es necesario disponer
cultural: los monumentos, el patrimonio, de un inventario completo de los recursos
son utilizados para una operación de imagen (culturales y turísticos), su localización, ca-
política o de negocio especulativo. No siem- pacidad, posibilidad de integrar una red,
pre es fácil conjugar los diversos intereses y titularidad jurídica, personal, formación
existen casos bien conocidos de tensión en- profesional, relaciones con operadores tu-
tre los responsables de la conservación y las rísticos, etcétera.
Es primordial, por tanto, disponer de da- Este último aspecto, la escasa relación
tos fiables, homogéneos, sobre la frecuenta- con agentes turísticos, es destacable porque
ción del patrimonio histórico y artístico a lo incluso el Museo de El Prado apenas cuen-
largo y ancho de España, para saber cuál es ta con un 15% de visitantes que vienen a
el perfil del visitante, del consumidor de través de agencias, lo que denota una sepa-
este producto. Se impone la elaboración de ración entre la gestión cultural y la rentabi-
un Mapa del Turismo Cultural, anualmente lización comercial del turismo cultural.
actualizado, que permita conocer bien la de-
manda, la afluencia y tipo de visitantes, las Este tipo de indicadores se deben tener
épocas de visita, descubrir carencias y pro- respecto de monumentos, ciudades históri-
poner alternativas de gestión. cas y, en general, todos los productos del tu-
rismo cultural.
Existen datos muy parciales, por ejem-
b) La promoción de los destinos
plo, los que se refieren a Museos estatales y
y productos de turismo cultural
al Museo de El Prado y al Reina Sofía, que
se incluían en las memorias del antiguo Mi- A menudo hay demasiada acción publici-
nisterio de Cultura (la última alcanza hasta taria en relacción a la oferta, constatándose
Julio de 1995). Los datos sobre visitantes en que muchos destinos invierten más en pro-
museos, exposiciones y monumentos de- moción —lo más fácil de hacer— que en
pendientes del Patrimonio Nacional, de la crear y comercializar el producto o mejorar
Iglesia, en Museos de Comunidades Autó- la calidad de la oferta.
nomas, Municipales o de Fundaciones pri-
vadas, son de difícil y laboriosa consulta, Debe hacerse una intensa labor de co-
cuando existen, pues están dispersos —se mercialización previa a la promoción, po-
supone— en sus respectivas memorias, si niendo a disposición de los operadores tu-
éstas se han elaborado. El trabajo reciente rísticos cuantos datos necesiten para vender
más completo sobre museos ha sido realiza- ese producto o destino. La marca comercial
do por Inmaculada Corcho y las conclusio- suele ser un problema porque los mercados
nes, en lo que al turismo respecta, se pueden exteriores no conocen suficientemente
resumir en: nuestra geografía como para vender desti-
pre un mayor control y una mejor ordena- ello, altera sustancialmente la vida local. Al
ción urbanística sino, por el contrario, han final, la administración municipal actúa
producido un incremento de la edificabili- ante el hecho consumado, y más que dirigir
dad y, en muchos casos, un exceso de volu- acompaña un replanteamiento urbanístico
men, al ser la expedición de licencias de forzado por las circunstancias: el tráfico en
construcción una fuente principal de finan- los cascos antiguos, la escasez de aparca-
ciación de los municipios. Este es el mayor mientos los fines de semana, la prolifera-
enemigo y la mayor amenaza que se cierne ción de locales comerciales atraídos por los
sobre el patrimonio histórico-artístico y, en excursionistas o turistas, la edificación irre-
consecuencia, sobre el turismo cultural. Pa- gular y excesiva, la limpieza especial nece-
radójicamente, el que una ciudad o pobla- saria durante los fines de semana, servicios
ción tenga un atractivo cultural acarrea de vigilancia, etc. Muchos municipios care-
inmediatamete una especie de afán especu- cen de medios financieros y técnicos para
lativo y un incremento, a menudo desorde- afrontar la gestión de estas actividades de
nado, de la edificación. gran impacto ambiental y social.
Los límites que deben establecerse, los Sería conveniente estudiar la posibilidad
perímetros intocables, los regímenes de al- de crear, dentro de la estructura estatal de la
turas, hacen que muchos Ayuntamientos administración turística o de las administra-
puedan percibir su privilegiado patrimonio ciones autonómicas, agencias de asesora-
histórico y artístico más como una carga miento y consulta en materia de turismo
que como un beneficio. Para evitar eso y es- cultural a disposición de los municipios que
timular una adecuada protección urbana, no deseen desarrollar sus productos culturales.
de meros "islotes", como decíamos más
arriba, sino integral, habría que crear un sis-
tema de compensación para los municipios IV. CONCLUSIÓN
históricos que les permita obtener ingresos
que sustituyan los que dejan de percibir al Se tiene la impresión de que los innume-
tener limitada su edificabilidad. Ello evita- rables encuentros sobre turismo cultural no
ría que estos Ayuntamientos tuvieran que terminan de pasar de la fase de debate, qui-
recurrir a la edificación en alturas y masiva zá porque reúnen más pensadores que gesto-
en otros barrios del municipio para costear res y decisores. En el caso del turismo cul-
su zona noble y puedan así acometer una tural, especialmente, porque es difícil crear
planificación y protección urbana integral. productos, hacer "paquetes" vendibles. Es
necesario que haya propuestas concretas y
que los diversos actores, públicos y priva-
• El asesoramiento técnico: dos, adopten un plan de actuación concreto
Muchos municipios se ven desbordados que vaya más allá de la mera publicidad.
por la afluencia del turismo, que escapa a
sus previsiones y a su gestión. El turismo, Lo que está en juego es la actuación de
en poblaciones que no fueron pensadas para los políticos y el comportamiento de los
ciudadanos. Este sólo puede ser modifica- 4. Compensaciones fiscales a los muni-
do, mejorado, a través de la educación y cipios históricos.
mediante la percepción de que los benefi-
cios tienen un impacto sobre la calidad de 5. Participación de la población.
vida. La acción de los políticos es más difí-
cil de definir. En muchos casos, debería ve-
nir definida negativamente, "qué es lo que BIBLIOGRAFÍA
no deben hacer", por ejemplo, en el caso de
muchos Ayuntamientos, no dar más licen- FUMAROLI, MARC: L 'État culturel, París. 1989.
cias de construcción o darlas con límites y
VAN DEN BORG, JAN; GOTTI,GiusEPPE:7owrám and
condiciones muy estrictos. citiesofart, UNESCO, 1995.