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De Psicodiagnosticador a terapeuta:

Reflexiones a partir del ejercicio del rol


Dra. Teresa Veccia, Lic. Cecilia Wainsbrot

Resumen
En esta comunicación intentaremos individualizar situaciones de la práctica profesional y
las características que asume el proceso de transmisión del psicólogo, que modifican tanto
su conocimiento y comprensión del entrevistado como las posibilidades de éste para
acceder a un insight que amplíe su motivo de consulta.
Proponemos dos ejes para la reflexión: La devolución como oportunidad para la toma de
conciencia, y como transición entre el rol del evaluador y el de terapeuta.
El proceso diagnostico entendido como la instalación de un dialogo intersubjetivo sobre los
padecimientos que aquejan al consultante, no constituye una clasificación sino una
construcción conjunta de nuevos significados y conocimientos.
En nuestra práctica profesional nos vemos enfrentados con frecuencia a la necesidad de
cambiar gradualmente el rol de psicodiagnosticadores al de psicoterapeutas,
presentándose la dificultad de la confusión del profesional entre los dos roles: el de
terapeuta, considerando el proceso diagnostico como entrevistas preliminares del setting
psicoanalítico al que incorpora técnicas auxiliares, o el de diagnosticador sin pasar a
intervenir con interpretaciones o señalamientos alargando excesivamente la faz
diagnostica.
Creemos que el concepto de devolución es clave y proveer la oportunidad de reflexionar
sobre una transición que es quizás el mayor desafío para las intervenciones preliminares.

Palabras clave: devolución, insight, ejercicio de rol.

Introducción

En esta comunicación intentaremos individualizar situaciones de la profesional del


psicodiagnóstico y las características que asume el proceso de transmisión del psicólogo,
que modifican tanto su conocimiento y comprensión del entrevistado como las
posibilidades de éste para acceder a un insight que amplíe su motivo de consulta.
Proponemos dos ejes para la reflexión. La devolución como oportunidad para la toma de
conciencia y como transición entre el rol de evaluador y el de terapeuta.
En este cambio de rol el replanteo del encuadre es una herramienta técnica importante,
que será de utilidad tanto para el terapeuta como para el paciente al inicio de la
psicoterapia. Si bien el lugar (una de las variables del encuadre) puede ser el mismo, la
frecuencia, duración, honorarios y objetivo, varían y deben ser explicitados claramente. La
manera en que el paciente se adapte a este nuevo encuadre planteado nos dará también
profunda comprensión del mismo.
Creemos que el concepto de devolución es clave y provee la oportunidad de reflexionar
sobre la transición que es quizás el mayor desafío para las intervenciones preliminares.

Objetivos

El proceso diagnostico entendido como la instalación de un dialogo intersubjetivo sobre los


padecimientos que aquejan al consultante, no constituye una mera clasificación sino una
construcción conjunta de nuevos significados y conocimientos.
En ese sentido, tomaremos la palabra insight en su traducción del inglés. Si la buscamos
en el diccionario "in sight"(1) (separando ambas palabras): significa a la vista, o sea
podríamos tomarla como lo que se realiza en la devolución: poner a la vista del consultante
las conclusiones a las que arribamos.
Sin embargo tomando la palabra "insight" sin separar, su traducción es: entendimiento,
discernimiento, perspicacia, comprender bien algo (2) implica además la conciencia de un
conocimiento, una toma de conciencia más profunda.
Coincidimos con los autores que consideran que el insight no es solo del consultante
paciente, sino, y previamente, del evaluador/terapeuta. Este debe atravesar primero el por
una toma de insight, considerando al respecto la contratransferencia como elemento
importante, para luego y una vez transitado el camino del propio insight poder transmitir
esto al consultante en la devolución.
No debemos olvidar, tal como plantea H.Etchegoyen (2005) la sutil y delicada relación
entre lo que es el insight y el concepto de elaboración.
El simple acto cognitivo no es suficiente para que el paciente alcance el conocimiento de lo
que el psicólogo le transmite en la devolución, hay un trabajo a realizar, una elaboración,
para vencer las resistencias. Esto justamente se articula con el pasaje de rol entre
psicodiagnosticador y terapeuta: partiendo de los puntos planteados en la devolución, el
camino a emprender en la psicoterapia es la elaboración de los mismos, trabajo nada
sencillo y que llevará tiempo, para que lo "...intelectual se recubra del afecto que le
pertenece...", al decir de Etchegoyen (2005, p. 714).
Sería, si vale el ejemplo, como plantar una semilla, o la misma germinación del poroto
realizada por casi todos nosotros en la escuela primaria. Para que germine el poroto debe
ser humedecido todos los días, el papel secante debe contar con condiciones de
temperatura, humedad, luz. El ejemplo nos sirve para relacionar el insight con la
elaboración, se coloca el poroto o la semilla, luego el proceso debe continuar y debemos
ser cuidadosos para que germine y llegue a buen destino.
Con respecto a la entrevista de devolución tratándose de niños, acordamos con los autores
que postula que ésta debe hacerse sobre el modelo de hora de juego diagnóstica, con la
caja de juguetes, informándole al niño paso a paso según la secuencia de juego nuestras
conclusiones, viendo la tolerancia, la respuesta del niño a nuestras intervenciones,
asociaciones y cada nueva secuencia de juego que va realizando como respuesta a
nuestra intervención. En este caso, el trabajo del psicólogo es doble, tal como lo
mencionan en su artículo Kohem de Abdala y Ianni (3) (1998), ya que la tarea del
evaluador se complejiza debiendo articular el juego actual que realiza el niño con las
conclusiones e inferencias que quiere transmitirle, tomando en cuenta, como ya dijimos
todas las expresiones del niño en el juego (no sólo en su verbalización)
Otro elemento a considerar es como juega en este proceso la ansiedad del evaluado y la
del propio terapeuta. Este último cuenta con gran cantidad de material que ha recabado
durante las entrevistas y con las técnicas auxiliares, deberá ser muy respetuoso del timing
del paciente, ir viendo cómo se va instalando el interjuego de la transferencia y contra
transferencia para no apresurar los tiempos, la tan mencionada dosificación de la
información que se le brinda al consultante, no sólo regularla en la devolución sino además
en las primeras sesiones de la psicoterapia.
La posibilidad de ser flexible a la hora de ubicarse en el rol de psicoterapeuta le facilitará al
psicodiagnosticador hacer un buen uso de todo el material recopilado y no apresurarse a
realizar interpretaciones o señalamientos que acrecienten en demasía la ansiedad del
paciente y éste no pueda procesar. Un buen terapeuta será el que disponga de Un Yo
flexible, no rígido, lo cual le permitirá ejercer mejor su tarea.
Muchos terapeutas utilizan algún protocolo de técnicas para fundamentar al comienzo de la
psicoterapia sus señalamientos o intervenciones (gráficos, técnicas verbales, o temáticas),
viendo ser cuidadosos en cuanto a mostrar a los padres material del paciente, ya sea niño
o adolescente para no faltar al secreto profesional.
Con respecto a ampliar el motivo de consulta en la devolución, vamos a ejemplificar con
una pequeña viñeta:
Una madre que consulta por su hija de 12 años, trae como motivo de consulta su
enuresis. Ante el viaje de egresados es una consulta frecuente, ya que queda en dicho
viaje el síntoma expuesto ante el grupo de compañeros. Al entrevistar a la púber y
preguntarle qué es lo que a ella le preocupa, en que quisiera que la ayudara como
psicóloga, responde que le preocupa mucho su obesidad, (para su corta estatura estaba
muy excedida de peso, lo cual su madre no había mencionado en ningún momento), en
segundo lugar su relación con el padre (este la denomina enana, monstruito y otros
calificativos por el estilo), y agrega que la relación de su madre con una pareja que tiene
desde hace poco también la inquieta. Sus padres estaban separados desde hacía unos
años. El tema de la enuresis no lo trajo en ningún momento, ya que además no quería ir al
viaje de egresados. Es en el momento de la entrevista de devolución que ampliaremos
entonces el motivo de consulta que trae la madre, con el que trae el padre (mejorar su
relación con la hija), con las inquietudes de la joven de 12 años y lo que ella trae como
preocupación y deseo de cambiar.
Al comenzar su psicoterapia, Flavia (A quién así llamaremos), se implementó lo relatado
más arriba. Ella había dibujado al administrarse el dibujo libre, varios dibujos separados en
la misma hoja: Arriba una pareja (que luego dijo que era la madre con su actual pareja),
más abajo tres animales con su comida preferida cada uno (un conejo con una zanahoria,
un elefante con maní y un perro con un pedazo de carne), y a la izquierda, ramo de flores
(dijo que le gustaría recibirlo a ella en su cumpleaños). Por ser una paciente que se
quedaba callada la mayor parte del tiempo, el mostrarle los dibujos que había realizado
durante el psicodiagnóstico ayudó a que se expresara, afianzó la alianza terapéutica y
mejoró el rapport (Flavia había abandonado ya dos intentos anteriores de psicoterapia, en
ambos se quedaba callada y luego no quería seguir asistiendo a sesión).
En nuestra práctica profesional nos vemos enfrentados con frecuencia a la necesidad de
cambiar gradualmente el rol de psicodiagnosticadores al de psicoterapeutas,
presentándose la dificultad de la confusión del profesional entre los dos roles: El de
terapeuta, considerando el proceso diagnóstico como entrevistas preliminares del setting
psicoanalítico al que incorpora técnicas auxiliares, o el de diagnosticador sin pasar a
intervenir con interpretaciones o señalamientos alargando excesivamente la faz
diagnóstica.
Viene a cuento otro caso:
Unos padres que consultan por niña de 5 años a la que consideran muy exigente consigo
misma, tiene ataques de asma frecuentemente. Durante las dos entrevistas realizadas en
el psicodiagnóstico con los padres surgen muchas discusiones y diferencias entre ellos. Al
finalizar el proceso diagnóstico, en la entrevista de devolución con los padres, continúan
los entredichos que se remontan al comienzo de la pareja, los dos hijos de un matrimonio
anterior del padre de la niña y los conflictos que la relación con estos acarreaba. Las
entrevistas de devolución se prolongaron, poniendo finalmente el corte la psicóloga,
ofreciendo un espacio para la niña de psicoterapia y otro, con otro terapeuta para los
padres, lo cual les resultó a estos muy difícil de aceptar por la ligazón y buen rapport con la
psicodiagnosticadora, motivo por el cual la devolución se había prolongado por demás en
varias entrevistas y se hacía difícil su derivación.
La pregunta es ¿cuánto nos debemos extender en la devolución en Casos como éste?
Interrogante que queda abierto a la consideración de cada caso en particular. En algunos
se hace más difícil, sobre todo en los que el evaluador deriva a otro terapeuta. Pensamos
que en estos casos sería importante que no se prolongue por demás la devolución en
números de entrevistas justamente para no dificultar este pasaje.

Conclusiones
Varios autores coinciden en que el proceso diagnóstico es una oportunidad, aves es la
única que tiene un niño para iniciar con otro (el psicólogo) un diálogo sobre sí mismo
(Amaya-Ianni-Ocampo-García Arzeno).
Esta oportunidad consiste tanto en la posibilidad de experimentar el ser comprendido por
otro/a como en las de develar malentendidos y distorsiones de su desarrollo cognitivo que
proceden de algún sufrimiento emocional.
Existe consenso además en que todo niño tiene derecho a saber sobre sí mismo. El niño y
no sólo los padres, están expectantes por encontrar una respuesta a su sufrimiento,
aunque estas expectativas estén cargadas de angustia porque deben enfrentarse a otra
verdad distinta a la que han construido para explicárselo.
Resulta pues un compromiso ineludible del psicólogo el de comunicar acerca de sus
comprensiones. En estos planteos se halla implícita la importancia del concepto de
"devolución".
En torno a ella es que podemos plantearnos las preguntas que creemos fundamentales.
- ¿Cuál es el mejor momento para hacerla?
- ¿Cómo llevarla a cabo?
- ¿Qué hipótesis seleccionar para trasmitir?
Todas estas preguntas se relacionan con el rol del psicólogo en tanto que ponen en
discusión e interrogan su práctica como observador participante en el encuentro
diagnóstico. Pensar, vender, alar y hasta interpretar en un sentido acotado Al foco de la
demanda y a las características del sujeto serían de acuerdo a nuestro punto de vista,
instrumentos legítimos para contribuir a ampliar el conocimiento del psicólogo y del niño
durante el proceso.
Si bien estamos de acuerdo en que toda devolución debe ser dosificada y se inician las
primeras entrevistas, también pensamos que debería incluirse en el encuadre pactado De
antemano.
Para eso podríamos proponer una consigna como la que sigue: " al final de nuestros
encuentros también podrás jugar o dibujar, y hablaremos sobre lo que te pasa, lo que
pensás y lo que sentís". En la hora lúdica de devolución se ofrecen juguetes pero se da
pasó a una dinámica que debe entrelazar información con juego. Las nuevas secuencias
de juego en esta entrevista final permiten evocar gráficos o secuencias anteriores de juego,
lo cual a su vez, permite corroborar o rectificar nuestra hipótesis diagnósticas.
A la comprensión diagnóstica que transmitiremos y que es producto de una lectura
integrada de los materiales a partir de la cual hemos seleccionado algunas hipótesis para
transmitir al niño, debe confrontársela con las respuestas de éste. Así en el contexto de la
entrevista de devolución, se produce una "segunda selección" que se origina en el diálogo
entre el discurso infantil expresado a través del juego, dibujo o la palabra, y el discurso del
psicólogo quién ha intentado la comprensión de sus expresiones y las va trasmitiendo
mientras evalúa las posibilidades yoicas del niño para saber acerca de sí mismo.
Finalmente y como observación recurrente en nuestra práctica señalaremos que la
entrevista de devolución puede ser el contexto en el que aparezcan momentos de contacto
emocional profundo con el niño.
Estos momentos han sido destacados por D. Stern (1998) cómo " encuentros
momentáneos" en los que aparece una nueva e implícita comprensión de la relación entre
ambos y permiten al niño de experimentar una también novedosa "manera de estar con
otro".
Notas
1) http://www.wordreference.com/es/translation
2) Simon & Shuster's International Dictionary, 1973, p. 383.
3) Kohen de Abdala, Graciela, Ianni, Ricardo Gabriel (1998). "Un encuentro privilegiado: la
hora de juego de devolución" en Abordajes en Psicoanálisis de niños, Revista de APDEBA,
Vol. XX, N°2. Buenos Aires, p. 287-304.

Bibliografía

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