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¿Qué es la épica española?

La épica española es un género poético de carácter narrativo que se ocupa de


contar sucesos, eventos, gestas y vidas de los héroes desde un punto de vista
ficcional. Los primeros poemas épicos de este tipo datan de finales del siglo XI
y comienzos del XII.

Si bien esta épica es ficcional, algunos reflejan una cierta verosimilitud


histórica. De hecho, hay consenso entre los estudiosos al afirmar que estas
historias épicas poseen abundante contenido histórico, aunque no siempre.

A lo largo de los años, las investigaciones hechas sobre este género han
revelado una mayor fidelidad a la realidad histórica de España, de lo que se
encuentra de la historia francesa en las épicas de Francia, por ejemplo.

Esto ha incidido en que, no pocas veces, se preste mayor atención a los datos
históricos que contienen las obras de este tipo, que a
sus cualidades literarias. De igual forma se nota que se evita el uso de lo
sobrenatural y de la exageración fáctica.

Contexto de la épica española


La poesía épica aparece en las edades heroicas de los pueblos, ese momento
histórico en el que se forja una identidad nacional.

Al tratarse de una sociedad liderada por guerreros que buscan fama con sus
proezas militares, esta narrativa surge para avivar el espíritu heroico, exaltar
las victorias militares y crear un modelo de conducta ideal.

Los poemas épicos solían cantarse antes de una batalla para levantar la moral
y animar a los combatientes. Una reminiscencia de esta tradición se puede
observar en los lemas que suelen recitarse en los cuarteles durante el
entrenamiento físico o antes de algún combate.

La trama que encierra la venganza es un tema que aparece en las epopeyas


españolas. Asimismo, el viaje es el telón de fondo para el desarrollo de la
trama.
A diferencia de la épica de otras latitudes, la española atiende conflictos
jurídicos o ético-políticos entre los grupos sociales.

Otra característica a destacar de este género es que, generalmente, las obras


que la componen están escritas en versos que se distinguen por su polimetría,
aunque la octava real con rima consonante era utilizada con frecuencia.

Se podría decir que la épica española encontró en los clásicos latinos su


modelo a seguir y los autores italianos se convirtieron en la referencia obligada.
Para ubicar esta narrativa en un período de tiempo, habría que
referirse a la Edad Media, desde el siglo VIII o IX hasta el XV, con la expulsión
de los árabes y los judíos, los viajes a América y la publicación de la
primera Gramática castellana, de Antonio de Nebrija.  

Fue ese el mismo tiempo en el que se considera que nació la lengua española,
con la escritura del Cantar de mío Cid, entre otros poemas, alrededor de 1200.
El castellano era la lengua que se hablaba en Castilla.

En los textos épicos subyacen importantes rasgos orales de la tradición,


transmitidas de generación en generación. A los poemas épicos se les llamaba
también cantares de gesta.

Las personas que se dedicaban a relatar estas gestas al público se


denominaban juglares, y solían ir refinando el lenguaje utilizado para facilitar la
memorización de los versos y para “pulir” la versión de la historia que
relataban.

Algunos cantares de gesta importantes y contemporáneos del Cantar de mío


Cid (por pertenecer este a la épica española) son el Cantar de Rolando, en
Francia, el Cantar de los Nibelungos, en Alemania, o el Cantar de las huestes
de Ígor, en Rusia.
Pero, en comparación con los otros países, en España los cantares de gesta
han sobrevivido en el Romancero viejo, y aún en algunos pueblos se escuchan
coplas que vienen directamente de la épica.

Otros aspectos destacables y comunes a los poemas épicos españoles serían:

– Algunas de sus líneas son preservadas por crónicas y baladas del siglo XIII al
siglo XVI.

– Un grupo de poemas se refiere al acontecer en torno a los condes de Castilla


y otro grupo sobre las hazañas del Cid.

– No hay evidencia comprobada de que existan poemas sobre acontecimientos


anteriores a la mitad del siglo X.

Características de la épica española


Las características más distintivas de la épica española medieval podrían ser:

– Nacionalismo.

– Realismo.

– Verosimilitud de hechos y personajes / carácter histórico.

– Tradición.
– Sentido religioso.

– Versificación.

– Humanización de los héroes.

– Personajes femeninos vengativos y dominantes.

– Acciones durante un viaje.

– Raíces en la tradición oral.

Ejemplos de obras de la épica española


– El Cantar de mío Cid

– El Cantar de Roncesvalles

– Las Mocedades de Rodrigo

– El Cantar de los siete infantes de Lara

– El Cantar de Bernardo del Carpio

– El Cantar de Sancho II

– El Romance del infante García

Para entender un poco mejor de qué se trata la épica, conviene describir a


grandes rasgos dos de sus obras más representativas:

El Cantar de mío Cid

Este poema épico narra las hazañas de Rodrigo Díaz de Vivar, el Cid, y sus
esfuerzos por recuperar la confianza del rey Alfonso VI, que lo había
desterrado. Es un poema extenso cuyo tema gira alrededor de los últimos años
del Cid.

En él se manifiesta el triunfo de la nobleza de alma frente a la nobleza de


sangre, personificada por los infantes de Carrión, fundada en el esfuerzo, el
mérito y un cierto optimismo.

Es la primera obra poética extensa de la literatura española y la única


conservada casi en su totalidad.
ORIGEN DE LA ÉPICA CASTELLANA
Hay tres teorías sobre el origen de la épica castellana: la francesa, la
germánica y la arábigo-andaluza.

La tesis francesa cree que El Cid y la épica son copia de la épica


francesa (Canción de Roldán). Se admite el influjo francés a comienzos
del siglo XII por influencia de las peregrinaciones a Santiago de
Compostela y las relaciones de la corte carolingia con la castellana.
Pero estos elementos franceses son aportaciones nuevas de forma a un
género ya formado en España.

La tesis germánica cree que el origen germánico es idéntico para la


épica española y para la francesa. Los visigodos tenían cantos
guerreros, conformados por Tácito, etc. San Isidoro de Sevilla dispone
para la educación de los jóvenes nobles que éstos canten al son de la
cítara “no cantares amatorios y torpes, sino los cantos de los
antepasados” . En la épica española hay referencia a la ruina de la
monarquía hispano-visigoda bajo sus últimos reyes Vitiza y Rodrigo.
La tesis árabe-andaluza es de Julián Ribera, frente a la tesis germánica
de Menéndez Pidal. Es cierto que hay elementos de procedencia
arábiga en la épica española, pero son accesorios, son elementos que se
refieren a determinadas costumbres. 
CARACTERES DE LA ÉPICA CASTELLANA
Caracteres peculiarísimos distinguen a la épica castellana de las demás.
El primero es el realismo o la historicidad. El poema se sujeta a los
datos reales, topográficos y ambientales. Faltan los elementos
maravillosos y fantásticos, las fuerzas sobrehumanas, que abundan en
la épica francesa o germana. Lo maravilloso queda reducido a
elementos oníricos o conjuros, que eran realidades para la mentalidad
popular de entonces.
El realismo es un elemento que predominará en toda la literatura
española posterior. Muchas épicas fueron prosificadas en las crónicas a
partir del siglo XII, fueron incorporadas en parte al texto histórico.
Otro elemento es su tradicionalidad, es decir, su resistencia al tiempo.
Mientras Francia abandona los temas épicos al declinar la Edad Media,
en España rebrotan una y otra vez.
Otro elemento es la rima asonante y la irregularidad métrica que
demuestra el carácter extremadamente arcaico y tradicionalista de la
épica española.
TEMÁTICA DEL POEMA DEL CID
Tema y eje central es la honra del héroe, su valentía y hombría integral,
así como su lealtad al rey. No hay temática nacional, religiosa o ética,
como en Roland o Los Nibelungos, sino puramente personal: la
persona del Cid, su honra y su gloria.
No se trata de la vida interior del héroe, ni de las hazañas personales en
favor de la comunidad, ni mucho menos de las glorias externas, sino de
la reparación y defensa de su honor personal. En el Cid no hay una idea
patriótica como en el Roldán, el poema recoge fielmente el espíritu
castellano a nivel popular: amor a la familia, fidelidad inquebrantable,
generosidad magnánima incluso para con el rey injusto, intensidad de
sentimiento y sobriedad de expresión. Es castellano el espíritu
democrático de ese “buen vasallo que no tiene buen señor”, ese simple
hidalgo que, despreciado por la alta nobleza y abandonado por su rey,
consigue triunfos guerreros y ve al final llegar a sus hijas a reinas.
El factor determinante de la acción en el poema es la relación entre el
rey Alfonso y su vasallo Rodrigo de Vivar. Rodrigo no “querría lidiar
con el rey”, en lugar de hacer la guerra al rey, según derecho feudal,
comparte con él sus ganancias. Las campañas militares contra los
musulmanes tienen menos intención política o religiosa; el Cid busca
su engrandecimiento personal para rescatar su honor ante el monarca.
a la francesa.

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