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Observatorio de los Periodistas reporta 54 ataques y limitaciones

a la prensa durante primeros cuatro meses de 2023


Del 1 de enero al 4 de mayo del 2023, el Observatorio de los Periodista registra 54
limitaciones a las coberturas periodistas y ataques de distintas índole en contra de
periodistas y medios de comunicación, una cifra apenas mayor a la reportada en el
mismo periodo del año anterior, cuando se habían registrado 6 casos menos, es
decir 48.

Con la actual tendencia de ataques, muy probablemente este año se superen,


como en los 3 anteriores del actual gobierno, el centenar de casos e incluso se
superen cifras históricas, considerando el contexto electoral y las crecientes
acciones del Estado por criminalizar a los periodistas, cerrar las fuentes
informativas y promover acciones que conduzcan a la censura y autocensura, no
solo del gremio periodístico, sino de la ciudadanía en general.

Durante la administración de Alejandro Giammattei, el Observatorio de los


Periodistas ha registrado 455 casos en contra de la prensa: 149 en 2020, 135 en
2021, 117 en 2022 y 54 durante los primeros meses del 2023. El gobierno de
Giammattei no solo se convirtió en el periodo más opaco, intolerante a las críticas,
con mayor número de criminalización de periodistas y actos de violación a la
libertad de expresión, sino que incluso superó en cifras sumadas a sus dos
antecesores, Jimmy Morales y Otto Pérez Molina.

En este año, se están repitiendo patrones de ataque característicos del actual y


anterior gobierno, como las campañas de descredito, el discurso oficial difamatorio
y la violencia policial, pero algunos se están agravando, como el acoso judicial en
sus distintas manifestaciones y las restricciones para cubrir actividades en el
Organismo Judicial.

En años anteriores, el acoso judicial era empleado principalmente para impedir a


medios y periodistas criticar a determinadas funcionarias o políticas, pero ahora el
gobierno, los jueces y magistrados bajo su control utilizan las leyes para
encarcelar a los comunicadores y orillarlos al exilio. Dos casos que ejemplifican
este terrorismo judicial y estatal son el de Juan Luis Font (en el exilio) y Jose
Rubén Zamora (encarcelado) este último es más preocupante, debido a que el
gobierno, por medio del Ministerio Público (MP) y el Organismo Judicial (OJ),
también están criminalizando a los abogados que lo han defendido en los dos
procesos que le montaron por supuesto lavado de dinero y obstaculización a la
justicia.

Una situación similar se experimenta en los juzgados y magistraturas de distintos


departamentos, donde los jueces dejaron únicamente de impedir el acceso a la
audiencias (alegando diversos temas como la pandemia o los espacios reducidos)
a alegar que la cobertura periodística podría constituirse en una forma de presión
para las resoluciones, provocar “obstaculización” a la justicia o comprometer la
seguridad de las partes procesales, principalmente de jueces o fiscales.

Un ejemplo de este caso son las acusaciones espurias realizadas por la jueza
Carmen Lucía Acú Recinos, de Quetzaltenango, en contra de medios que cubren
el segundo caso de criminalización en contra de la exfiscal Virginia Laparra; o los
ataques de la fiscal Cinthia Monterroso hacia los reporteros que cubren el caso de
Zamora. Casos similares se han presentado en tribunales de Sololá, Alta Verapaz,
Chiquimula y la capital.

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Dentro de los patrones destacan también las campañas difamatorias en redes
sociales, con las cuales constantemente se pretende menoscabar las
publicaciones periodísticas y la credibilidad de sus autores; amenazar con
acciones judiciales hacia los periodistas o divulgar información de procesos que
están bajo reserva. Mientras el MP y el OJ establecieron como política institucional
restringir casi cualquier información a la prensa, facilitan información privilegiada a
cuentas falsas o a sus aliados para que las divulguen en redes sociales.

De los 16 actos de obstrucciones a las fuentes de este año, cinco ocurrieron


durante audiencias judiciales y uno más sobre la prohibición que Silvia Valdez,
presidenta de la CSJ, hizo a jueces para que no brindaran información a la prensa.
Los demás están relacionados con restricciones en actividades de funcionarios del
gobierno central, gobiernos municipales, del Congreso de la República, del
Tribunal Supremo Electoral (TSE) e información que esta institución negó a un
medio y cuando la aprobó, la envió de forma incompleta y desordenada.

En los casos de intimidación destacamos el acoso policial a los periodistas Marvin


del Cid y Juan Baustita, este último en Izabal, así como la intimidación de la jueza
Patricia Anabella Velas Castillo a un reportero de La Hora. En los actos de
censura de este año se encuentran la eliminación de una encuesta política a un
canal y la eliminación, temporal, de la fanpage de otro canal, ambos en San Pedro
Sacatepéquez, Guatemala; asimismo, resalta la expulsión de cuatro periodistas de
la Asociación de Prensa de Izabal (API) por parte de su presidente, Roberto
Daniel Miranda, quien es jefe de relaciones públicas de la portuaria de Santo
Tomás de Castilla.

Dentro de los responsables identificados de los ataques y restricciones de este


año destacan en 25 casos autoridades gubernamentales, municipales, del OJ y
del TSE. En 11 están involucrados funcionarios del sistema de justicia, en 8
autoridades del gobierno central, en 2 autoridades municipales, en tres
funcionarios del TSE y en uno más del Organismo Legislativo.

En el caso del contexto electoral, en dos están involucrados miembros/seguidores


de agrupaciones políticas y en 3 más de aspirantes a cargos públicos. Dentro de
los primeros casos están las intimidaciones que padecieron Juan Bautista Xol, de
Prensa Comunitaria, por parte de correligionarios de la UNE en Izabal; así como
las intimidaciones hacia Marvin del Cid y Sonny Figueroa, por persona del partido
Valor, durante un mitin en la zona 6 capitalina.

En el caso de los políticos, está las amenazas de muerte que Andrés Iboy,
exalcalde y candidato a ese puesto en Sololá, hiciera en contra del periodista
Mario Guzmán, de T13 noticias, y su familia; los ataques mediante un video del
exministro de gobernación y candidato a diputado por el partido Valor, Enrique
Dehengart en contra de La Hora; y el discurso difamatorio en contra de Dina
Fernández, de Soy502, así como a otra parte de la prensa, por parte de Carlos
Pineda, aspirante a la presidencia por Prosperidad Ciudadana.

Dentro de los casos responsabilidad de autoridades públicas destacamos la


agresión por parte de la seguridad de Irma Palencia, magistrada presidenta del
TSE, hacia los periodistas Sonny Figueroa y Marvin del Cid, cuando estos la
cuestionaban sobre la contratación dentro de esa institución de un asesor de Zury
Ríos, candidata a la presidencia e hija del exdictador Efraín Ríos Montt; así como
las agresiones físicas por parte de personal del Congreso y supuestos maestros,
del Sindicato de Trabajadores de la Educación de Guatemala (STEG), en contra
de Andrea Domínguez, periodista de Prensa Libre y Guatevisión, y las limitaciones
a la cobertura en contra de esta periodista, en contra de Manuel Salay,
corresponsal de HispanTv, y Verónica Orantes, de TeleSur.

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Tipo de agresión No. de casos
Acoso Judicial 3
Agresión Física 3
Amenazas 4
Amenazas y agresión material 1
Ataque Cibernético 3
Censura 3
Difamación 12
Intimidación 7
Obstaculización a la Fuente 16
Usurpación de Identidad 1
Agresiones físicas y obstaculización a 1
la fuente
Total 54

Responsables No. de casos


Autoridades 25
Fuerzas de seguridad 3
Partido político 2
Político(a) 3
Desconocidos 15
Otros 6
Total 54

Departamento No. de casos


Alta Verapaz 1
Guatemala 36
Izabal 5
Quetzaltenango 5
Quiché 3
Sacatepéquez 2
Sololá 2
Total 54

Guatemala, 5 de mayo de 2023

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