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Introducción

Los derechos humanos son aquellos que tienen toda persona, sin importar su raza, sexo,
nacionalidad o creencias. Se consideran fundamentales porque son la base para
garantizar la dignidad y la libertad en la vida de las personas. Estos derechos son
universales, inalienables, interdependientes e indivisibles, y se reconocen a nivel
internacional a través de diversos documentos y tratados, como la Declaración Universal
de los Derechos Humanos, la Convención de los Derechos del Niño y la Convención
Internacional sobre Eliminación de Todas las Formas de Discriminación Racial.

Los derechos humanos incluyen el derecho a la vida, la libertad y la seguridad personal, el


derecho a la educación, el derecho a la igualdad, el derecho a la libre expresión, el
derecho a la justicia y muchos otros. Además, estos derechos no solo deben ser
respetados por los gobiernos, sino también por los ciudadanos, empresas, organizaciones
e individuos en general.

A lo largo de la historia, se han producido numerosos casos de violaciones de los


derechos humanos. Por esta razón, se han creado diversas organizaciones y mecanismos
para proteger y promover los derechos humanos, tales como la Organización de las
Naciones Unidas (ONU), la Corte Internacional de Justicia y la Comisión Interamericana
de Derechos Humanos.
La independencia judicial se ha visto amenazada por la corrupción, las demoras en el
nombramiento de jueces, la negativa del Congreso a tomar juramento a la jueza y ex
presidenta de la Corte de Constitucionalidad, la destitución del titular de la Fiscalía
Especial Contra la Impunidad (FECI) y denuncias espurias contra jueces y fiscales que
investigan casos de alto perfil.
El hostigamiento y la violencia contra defensores de derechos humanos y periodistas
sigue siendo una de las mayores preocupaciones. Las autoridades han limitado el acceso
a la información, incluso sobre la compra de vacunas y otras medidas para responder a la
pandemia de Covid-19.
Guatemala atraviesa desafíos en la protección de los derechos de migrantes, defensores
de derechos humanos, mujeres y niñas, y personas lesbianas, gais, bisexuales y
transgénero (LGBT).
Independencia judicial y corrupción
En los últimos años, las investigaciones realizadas por la Comisión Internacional contra la
Impunidad en Guatemala (CICIG) respaldada por las Naciones Unidas (que terminó su
mandato en 2018) y el Ministerio Público, pusieron al descubierto tramas de corrupción en
los tres poderes del Estado. Sin embargo, medidas adoptadas recientemente por el
Congreso, el Ministerio Público y otras autoridades obstaculizan que haya rendición de
cuentas y amenazan la independencia judicial.
El Congreso ha hecho caso omiso de una orden de la Corte de Constitucionalidad a que
proceda a elegir jueces y magistrados para el período 2019 a 2024, para llenar 13
vacantes en la Corte Suprema y 135 en Cortes de Apelaciones. Los puestos siguen sin
asignarse. El proceso de selección ha estado marcado por acusaciones de corrupción
basados en una investigación que llevó adelante la Fiscalía Especial Contra la Impunidad
(FECI), por medio de la cual se obtuvieron evidencias de posible tráfico de influencias en
la selección de los postulantes al cargo de magistrado.
En abril, el Congreso se negó a tomar juramento a la jueza Gloria Porras, reelecta para la
Corte de Constitucionalidad, quien había estado al frente de causas contra la corrupción,
debido a señalamientos de irregularidades en el proceso de su designación. El Consejo
Superior de la Universidad de San Carlos, que seleccionó a Porras, ratificó su decisión
tras analizar los cuestionamientos y, en julio, pidió al Congreso que le tomara juramento.
Al momento de preparación del presente informe, el Congreso no había cumplido este
pedido. Atemorizada por la posibilidad de represalias e investigaciones tendenciosas,
Porras huyó de Guatemala.
El 21 de junio, jueces que investigaban casos de alto perfil pidieron al Ministerio Público
que examinara y desestimara viejas denuncias espurias que se habían presentado con el
fin de hostigarlos. La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) había
dictado medidas cautelares que ordenaban a Guatemala proteger a los jueces, pero el
gobierno no acató esa orden. Por ejemplo, la jueza Erika Aifán, que condenó a personas
de alto perfil en casos de corrupción, tiene más de 70 denuncias en su contra que el
gobierno no ha investigado. En cambio, la Corte de Constitucionalidad resolvió que la
Corte Suprema puede avanzar con un proceso para quitarle inmunidad procesal.
El 23 de julio, la fiscal general Consuelo Porras, que no tiene vínculo alguno con la jueza
Gloria Porras, destituyó al titular de la Fiscalía Especial Contra la Impunidad (FECI), Juan
Francisco Sandoval, alegando que ella había sido víctima de vejámenes y que no había
confianza entre ellos. Sandoval, cuya institución investiga varios casos de corrupción que
previamente manejaba la CICIG, indicó que Porras bloqueó o intentó bloquear varias
causas en las cuales estaban implicados funcionarios de alto nivel.
En las semanas previas a la destitución de Sandoval, el presidente Alejandro Giammattei
se refirió al trabajo de este como politizado y tendencioso. Un grupo de abogados que
buscan desmantelar a la FECI presentaron dos acciones ante la Corte de
Constitucionalidad solicitando que la declare inconstitucional.
En septiembre, la Corte de Constitucionalidad dejó sin efecto una disposición del Código
Penal que prohibía que las personas condenadas a cinco o más años de prisión por
hechos de corrupción cumplieran su condena fuera de centros penitenciarios. Ahora
podrán cumplir condenas por corrupción, por ejemplo, en prisión domiciliaria.
Juicios por violaciones de derechos humanos del pasado
Los pocos avances que Guatemala estaba logrando en los últimos años sentenciando
graves delitos parecen haberse estancado. Sigue habiendo dificultades en la búsqueda e
identificación de personas desaparecidas durante el conflicto armado, en su mayoría
pertenecientes a comunidades indígenas mayas.
En septiembre, las autoridades y la ONG Fundación Guatemalteca de Antropología
Forense iniciaron tareas para recuperar los cuerpos de al menos 116 niños indígenas que
se cree habrían sido enterrados en un destacamento militar en la década de 1980. Los
esfuerzos se encontraban suspendidos cuando se preparó este informe.
En junio, varios legisladores presentaron un proyecto de Paz y Reconciliación orientado a
poner fin a los procedimientos relacionados con crímenes cometidos durante el conflicto
armado. Tiene características similares a un proyecto de 2019 que se archivó en abril, tras
un pronunciamiento de la Corte de Constitucionalidad que dispuso que los indultos por
crímenes de lesa humanidad y graves violaciones de derechos humanos son
inconstitucionales y contravienen los estándares sobre derechos humanos.
Libertad de expresión
Guatemala ocupa el puesto 116 entre 180 países de la Clasificación Mundial de la
Libertad de Prensa debido a la violencia constante contra la prensa y la impunidad de la
que gozan los agresores. Desde que asumió en 2020, el gobierno del presidente
Giammattei ha realizado ataques verbales e impuesto restricciones a la prensa. Las
autoridades han limitado el acceso a la información durante la pandemia.
La Asociación de Periodistas de Guatemala informó 149 ataques físicos o verbales o
restricciones contra periodistas y trabajadores de medios en 2020. Hasta agosto de 2021,
la organización había contabilizado 79 ataques. Las investigaciones de amenazas,
ataques y asesinatos contra periodistas han logrado pocos avances.
El 30 de julio, Pedro Alfonso Guadrón Hernández, fundador de la página de noticias de
Facebook “Concepción Las Minas mi Tierra”, murió tras un disparo en el departamento de
Chiquimula. Guadrón daba cobertura a noticias locales, incluidas protestas contra el
gobierno, hechos de corrupción y narcotráfico. Al parecer, había recibido amenazas de
muerte.
Defensores de derechos humanos
Los ataques contra defensores de derechos humanos y líderes sociales se intensificaron
en 2020, según la organización no gubernamental Unidad de Protección a Defensores de
Derechos Humanos de Guatemala (Udefegua). La organización contabilizó 1.004 ataques
y 15 asesinatos entre enero y el 15 de diciembre de 2020.
En junio 2021 entró en vigor una ley que limita el trabajo de las ONG, después de que la
Corte de Constitucionalidad rechazara los amparos promovidos contra esa norma. La ley
contiene un lenguaje excesivamente amplio que permite que el poder ejecutivo cancele la
personalidad jurídica de las ONG cuando estas realicen actividades contrarias al “orden
público”.
Derechos de mujeres y niñas
El Observatorio en Salud Reproductiva informó 57.578 embarazos de adolescentes y
niñas de enero a junio de 2021, incluidos 2.737 de niñas de entre 10 y 14 años. El
derecho guatemalteco considera que todas las niñas de menos de 14 años que tienen
relaciones sexuales son víctimas de violencia sexual.
El aborto solo es legal cuando la vida de la persona embarazada está en riesgo.
En julio, cuando el presidente Giammattei anunció una política destinada a desarrollar el
trabajo interinstitucional en programas centrados en la “protección de la vida y la familia”,
también hizo hincapié en que Guatemala protege la vida desde el momento de la
concepción.
El Código Civil guatemalteco limita los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres
y niñas con discapacidad, e incluso prevé la esterilización y otros tratamientos
anticonceptivos sin su consentimiento.
Orientación sexual e identidad de género
En Guatemala no existen leyes exhaustivas que protejan contra la discriminación por
motivos de orientación sexual e identidad de género, ni un procedimiento de
reconocimiento legal del género para las personas transgénero.
Un informe elaborado en 2021 por Human Rights Watch sobre violencia y discriminación
contra personas LGBT en Guatemala reveló que los agresores incluían agentes de
seguridad pública, pandillas y otras personas, incluidos familiares de personas LGBT. El
informe determinó que el gobierno no protege adecuadamente a las personas LGBT.
Organizaciones de la sociedad civil guatemalteca informaron que, hasta septiembre, al
menos 21 personas LGBT habían sido asesinadas en 2021. Un hombre gay y dos
mujeres transgénero —entre ellas Andrea González, representante legal de la
organización de incidencia OTRANS Reinas de la Noche— murieron en ataques
separados en el lapso de una semana en junio. Meses antes, González había solicitado
protección al Ministerio Público debido a que recibía amenazas de muerte.
Derechos de las personas con discapacidad
Los niños con discapacidad que requieren un alto nivel de apoyo se ven obligados a vivir
en instituciones en Guatemala. Son pocas o nulas las políticas que les permitirían vivir en
una casa de familia.
Solicitantes de asilo y refugiados
En febrero, Estados Unidos puso fin al Acuerdo de Cooperación sobre Asilo (ACA),
implementado en julio de 2019 por el expresidente Donald Trump, que le permitía a EE.
UU. Deportar a solicitantes de asilo procedentes de Honduras y El Salvador a Guatemala,
bajo la falsa premisa de que Guatemala tenía capacidad para analizar sus solicitudes de
asilo de manera completa y justa.
Como parte de los esfuerzos de EE. UU. por abordar las causas fundamentales de la
migración, Guatemala y EE. UU. llegaron a varios acuerdos, entre ellos aumentar la
cantidad de agentes de seguridad en la frontera de Guatemala. En julio, el presidente
Giammattei y el secretario de Seguridad Nacional de EE. UU., Alejandro Mayorkas,
inauguraron el primer centro de acogida para migrantes retornados.
Desde al menos abril, Guatemala ha estado recibiendo grupos de migrantes que intentan
llegar a EE. UU. y están siendo expulsados desde México. Entre el 22 de agosto y el 18
de octubre, el Instituto Guatemalteco de Migración registró 15.387 retornados, incluidos
4.117 niños, en El Ceibo, en la frontera con México. La mayoría de las personas enviadas
a Guatemala provienen de Honduras y El Salvador. Entre enero y el 19 de octubre, 4.072
menores guatemaltecos no acompañados fueron enviados de regreso de México a
Guatemala a través del cruce fronterizo en Tecún Úman, según el instituto.
Conclusión
Como modelo de protección y defensa de la dignidad humana, los derechos humanos son
una herramienta esencial en el avance y desarrollo de la sociedad en su expresión más
justa y equitativa. La universalidad, igualdad, inalienabilidad e imprescriptibilidad de los
derechos humanos hacen posible la consolidación de una sociedad más justa y
democrática, al tiempo que garantizan una serie de condiciones y valores fundamentales
para la construcción de una sociedad más humana.

En este sentido, los derechos humanos son un fenómeno histórico que se manifiesta de
diferentes formas en sociedades, culturas y sistemas políticos de todo el mundo. La
defensa y promoción de los derechos humanos sigue siendo un desafío constante en la
lucha por la igualdad y la justicia social. Se requiere una constante vigilancia, articulación
y esfuerzos colaborativos para garantizar el respeto y protección de estos derechos, en un
mundo en constante cambio y enfrentando nuevos desafíos.

Es crucial que las sociedades avancen en la consolidación de una cultura de los derechos
humanos, entendiendo que, más que un conjunto de normas, los derechos humanos
suponen valores universales y principios que deben ser mantenidos y promovidos en todo
momento. Todo este trabajo conjunto contribuirá a crear un mundo más justo, sostenible y
solidario para toda la humanidad.

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