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Nº 14.032


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AÑO

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D i a r i o
El extranjero como víctima de delito y otras situaciones de abuso.
El deber positivo del Estado en la protección de sus derechos
fundamentales
En el año del quincuagésimo aniversario del Pacto Internacional
de Derechos Civiles y Políticos (1960-2016)
Sumario: I. INTRODUCCIÓN. – II. LA VÍCTIMA EN EL PROCESO
PENAL. – III. EL EXTRANJERO COMO VÍCTIMA DE DELITO Y OTRAS
SITUACIONES DE ABUSO. – IV. EL EXTRANJERO COMO SUJETO
PASIVO DE DELITO PROPIAMENTE DICHO. – V. LOS ACTOS DISCRI-
MINATORIOS. – VI. TRÁFICO ILEGAL DE PERSONAS. – VII. TRATA
DE PERSONAS. – VIII. LA PROTECCIÓN DE LOS DERECHOS FUNDA-
MENTALES DE LOS EXTRANJEROS EN SITUACIÓN DE VULNERABILI-
DAD –LOS CENTROS DE REFUGIADOS–. – IX. PALABRAS FINALES.
I vigilado y discriminado(3). Por ello mismo, el derecho de
Introducción
1. Se ha dicho en un trabajo anterior que, desde una
perspectiva internacional, el derecho de extranjería con-
forma el conjunto de normas que obligan al Estado a con-
ceder un trato especial a los extranjeros que se hallan en
su territorio en orden a su persona, a sus bienes, a sus
actos y a sus relaciones jurídicas(1). En otras palabras, el
derecho aplicable a los extranjeros se concreta, v. gr., en
sus relaciones con el Estado y con los ciudadanos del país
receptor; en sus entradas, permanencia y salidas del te-
rritorio nacional; en la obtención de visas de trabajo o de
estudios, homologación de títulos extranjeros, cuestiones
civiles vinculadas a uniones entre personas o asilos polí-
ticos (art. 12.1, Pacto Internacional de Derechos Civiles y
Políticos).
2. Los conflictos armados, los desastres naturales, las
persecuciones a las minorías, las endebles economías, la
falta de recursos o la globalización constituyen hoy en día
algunas de las muchas razones que intentan explicar el
éxodo masivo de extranjeros que recorren el mundo en
Nota de Redacción: Sobre el tema ver, además, los siguientes tra-
bajos publicados en El Derecho: El beneficio de litigar sin gastos para
extranjeros, por Estela Robles, ED, 189-773; De Billy Budd Marinero
a El Extranjero. El ser humano ¿es responsable del bienestar de la so-
ciedad o solo ha de responder ante sí mismo como ser independiente?
Cultura y comprensión de las normas. “Normas, valores y justicia”,
por Patricia Gabriela Mallo, EDPE, 2/2006-5; Observaciones sobre
la compatibilidad de la jurisdicción universal con la noción de debido
proceso, por Jorge E. Viñuales, EDPE, 4/2007-47; La actuación del
querellante por mandato especial en el proceso penal, con especial re-
ferencia al conferido en el extranjero, por Rolando Diego Carbone y
Alfredo Enrique Olivan (h.), EDPE, 5/2007-5; El plus de derechos
de los extranjeros imputados en causas judiciales, por Andrés Fabián
Basso, EDPE, 3/2012-9; El derecho a la educación y las personas priva-
das de la libertad, por Lucía Girard, EDPE, 4/2016-5; La protección de
los derechos fundamentales del extranjero en el proceso penal, por Luis
Gustavo Losada, ED, diario nº 13.982 del 23-6-16. Todos los artículos
citados pueden consultarse en www.elderecho.com.ar.
(1) Losada, Luis G., La protección de los derechos fundamentales
del extranjero en el proceso penal, ED, diario nº 13.982 del 23-6-16.
CONTENIDO
DOCTRINA
El extranjero como víctima de delito y otras situaciones de abuso. El deber positivo del Estado en la protección de sus derechos fundamentales, por Luis Gustavo Losada..........
CUENTA Nº 13.547
JURISPRUDENCIA
CIVIL
Derechos del Consumidor: Empresa impresora de una tarjeta de débito: errores de impresión; daños al usuario; responsabilización; daño punitivo; improcedencia;
indemnización; tasa de interés (CNCiv., sala G, mayo 2-2016) ..............................................................................................................................................................
CASA CENTRA
ARGENTINO
COMERCIAL
CORREO Cheque: Ejecución: juicio ordinario posterior; relación causal; prueba; carga; contrato de mutuo; invocación; insuficiencia; fecha cierta; ausencia (CNCom., sala E, julio 14-2016)
d e D o c t r i n a y J u r i s p r u d e n c i a
por Luis Gustavo Losada
busca de mejores horizontes. Ese mismo incremento de
tráfico de personas ha generado, a su vez, nuevos conflic-
tos en los países receptores vinculados a su adaptación so-
cial (laboral, cultural, familiar). El extranjero, en general,
es visto hoy con desconfianza, alguien que va a disputar en
condiciones más favorables los reducidos empleos exis-
tentes o recurrir a los servicios públicos siempre atestados
del Estado o, peor, una persona sospechosa por hallarse en
su germen la posibilidad de atentar contra la propia socie-
dad que lo recibe y sus valores(2).
3. De ahí, entonces, que el inmigrante extranjero hoy
aparezca como un sujeto susceptible de ser cuestionado,
extranjería debe atender como prioridad esa relación entre
nacionales y extranjeros, consagrando, primero, políticas
generales de inserción social (la cuestión de los refugiados
o de una razonable convivencia) y, luego, normas legales
de protección a quienes figuren como víctimas de abusos.
Consecuente con ello, nos parece importante analizar las
relaciones que pueden darse cuando el extranjero es sujeto
pasivo de un delito o de conductas abusivas que lo tenga
como referente principal y las obligaciones del Estado de
brindarle tutela suficiente a sus derechos.
II
La víctima en el proceso penal
4. Es sabido que una de las cuestiones que más ha si-
do objeto de preocupación en el derecho procesal con-
temporáneo es la de tutelar con mayor eficacia los dere-
chos que les asisten a las víctimas de un delito(4). Ello ha
surgido de un evidente desequilibrio con la situación de
un imputado respecto del cual los tratados internaciona-
les, las constituciones nacionales y los códigos procesa-
les han consagrado en forma expresa los derechos que le
son atinentes en un proceso penal. En nuestro derecho,
el Código Procesal Penal (CPP) le consagra a la víctima
(2) Esa imagen negativa del extranjero no se limita solo a Europa, si-
no que es mayoritaria en el mundo. Una reciente encuesta de la consulto-
ría privada Ipsos sobre veintidós países en los cinco continentes concluyó
que una de cada dos personas percibe que hay demasiados inmigrantes
en su país y una gran mayoría cree que su llegada impactará también ne-
gativamente en los servicios públicos. Esa imagen negativa es mayor en
países como Turquía, Italia, Francia y Hungría (La Nación, del 12-8-16,
Crece el descontento con los migrantes, sección “El Mundo”, pág. 3).
(3) Aun cuando los conceptos de “inmigrante”, “migrante” y “emi-
grante” posean acepciones distintas, a fin de unificarlas en el presente
trabajo se utilizará el término “inmigrante” para designar a aquella perso-
na que deja su país para instalarse en otro.
(4) Ver Kindhaüser, Urs, La posición del damnificado en el proceso
penal, en Criminalidad, evolución del derecho penal y crítica al derecho
penal en la actualidad, Simposio argentino-alemán, Buenos Aires, Edito-
res del Puerto, 2009, pág. 143.
Director:
Guillermo F. Peyrano
Consejo de Redacción:
Gabriel Fernando Limodio
Daniel Alejandro Herrera
Nelson G. A. Cossari
Martín J. Acevedo Miño
derechos tales como el trato digno y respetuoso por las
autoridades, gastos de traslado, protección integral con
extensión a su familia, a ser informada sobre los resul-
tados del acto procesal en el que participara, a cumplir
el respectivo acto procesal en su residencia de mediar
circunstancias de excepción (mayoría de 70 años de edad,
embarazo o enfermedad grave), a ser informada de las
facultades que puede ejercer en el proceso, el estado de
la causa y la situación del imputado (arts. 79 y 80). Con
derecho a impulsar el proceso, el particular damnificado
puede constituirse como querellante (art. 82) o ser es-
cuchado, aun cuando no sea querellante, respecto de la
reparación del daño en los casos de suspensión de juicio a
prueba (art. 76 bis, párr. 3º, cód. penal).
5. En el Código Procesal Penal de la Nación sanciona-
do por la ley 27.063 (no vigente a la fecha) se consagran
derechos especiales a la víctima de delito, al otorgarle un
protagonismo mayor en todo proceso penal. Así, derechos
vinculados a una tutela judicial efectiva, a una protección
integral de su persona, su familia o sus bienes, a participar
del proceso en forma autónoma y a solicitar del Estado la
ayuda necesaria para la resolución del conflicto (arts. 12,
79/81). También, derecho a mantener la acción frente a su
disponibilidad por el fiscal (art. 30 y sigs.), a conciliar con
el imputado en determinados delitos (art. 34), a ser oída en
casos de suspensión de juicio a prueba (art. 35), a contro-
lar y revisar las decisiones del fiscal en caso de archivo o
desistimiento de la acción penal (art. 219) y a ser escucha-
da como control de la acusación (art. 246).
6. Un párrafo especial merecen las garantías mínimas
para el ejercicio de los derechos de las víctimas en el caso
de trata de personas (ley 26.364). En su Título II, se garan-
tizan derechos tales como: a) recibir información sobre sus
derechos en un idioma que comprendan, en forma accesi-
ble a su edad y madurez; b) recibir alojamiento apropiado,
manutención, alimentación suficiente e higiene personal;
c) contar con asistencia psicológica, médica y jurídica gra-
tuitas; d) prestar testimonio en condiciones especiales de
asistencia; e) la protección frente a toda posible represalia
contra su persona o su familia, con la posibilidad de incor-
porarse al programa nacional de protección de testigos en
las condiciones previstas en la ley 25.764; f) la adopción
de las medidas necesarias para garantizar su integridad
física y psicológica; g) ser informadas del estado de las ac-
tuaciones, de las medidas adoptadas y de la evolución del
proceso; h) ser oídas en todas sus etapas; i) la protección
de su identidad e intimidad; j) permanecer en el país, de
conformidad con la legislación vigente y recibir la docu-
mentación o constancia que acredite tal circunstancia; k)
facilitación del retorno al lugar en el que estuviera asenta-
do su domicilio; l) acceder de manera voluntaria y gratuita
a los recursos de asistencia. En el caso de niños, niñas y
adolescentes, además de los derechos enunciados, se ga-
rantizará que los procedimientos reconozcan sus necesida-
des especiales, que implican la condición de ser un sujeto
en pleno desarrollo de la personalidad. En ningún caso
las víctimas podrán ser sometidas a careos (confrontación
con su agresor). También, se dispone que las medidas de
protección de derechos aplicables no podrán restringir sus
derechos y garantías ni implicar privación de su libertad,
1
5
7
 2 Buenos Aires, lunes 5 de septiembre de 2016
procurándose la reintegración a su familia nuclear o am-
pliada o a su comunidad.
7. La misma ley 26.364 crea el Consejo Federal para la
lucha contra la trata y explotación de personas y para la
protección y asistencia de las víctimas, cuyo fin alude a la
acción y coordinación del seguimiento de todos los aspec-
tos vinculados con la ley. Entre sus funciones principales
se halla la de elaborar el diseño de la estrategia destinada
a combatir tales delitos (Título IV). Otro organismo que
crea la citada ley es el Comité Ejecutivo para la lucha con-
tra la trata y explotación de personas y para la protección y
asistencia de las víctimas con tareas, entre otras, de asegu-
rar a las víctimas el respeto y ejercicio pleno de sus dere-
chos y garantías (Título V). Cabe también destacar que se
crea un sistema sincronizado de denuncias sobre tales de-
litos, con asignación de un número telefónico disponible
las 24 horas para receptar denuncias (Título VI).
8. Por su importancia en el tema, merecen también des-
tacarse las normas de la Unión Europea (UE) sobre los
derechos de las víctimas de delitos, aplicables a partir de
2012, en la cual se introdujeron importantes cambios en
la forma de tratar a tales personas(5). En ese sentido, la
directiva sobre los derechos de las víctimas establece un
conjunto de derechos vinculantes de las víctimas de deli-
tos, así como claras obligaciones de los Estados miembros
de la UE de garantizarlos en la práctica. Tales normas se
aplican a todas las personas que son víctimas de delitos en
la UE, con independencia de su nacionalidad.
9. El objetivo de esas nuevas normas es que todas las
víctimas de delitos y sus familiares sean reconocidos y
tratados de forma respetuosa y no discriminatoria, con un
enfoque individual y adaptado a sus necesidades. Si bien
hay naturales puntos de contacto con los derechos aludi-
dos en los párrafos anteriores, en algunos casos se amplía
ese marco al tutelar con mayor efectividad.
10. En apretada síntesis, los derechos allí reconocidos son:
r
Derechos de los familiares de las víctimas. En el ca-
so de víctimas fallecidas, sus familiares disfrutarán de los
mismos derechos que las víctimas directas, incluido el
derecho a la información, al apoyo, a la protección y a
una indemnización. Los familiares de las víctimas sobre-
vivientes también tendrán derecho a la asistencia y a la
protección.
r
Derecho a entender y a ser entendido. El tipo de co-
municación deberá adaptarse a las necesidades específicas
de cada víctima, como, por ejemplo, la edad, lengua o po-
sible discapacidad, y ser expresada en un lenguaje sencillo
y accesible.
r
Derecho a la información. Las autoridades públicas
deberán suministrar a las víctimas una serie de informa-
ción relativa a sus derechos, su caso y los servicios de
asistencia de que pueden disponer. Ello sin demora desde
el primer contacto con la autoridad competente.
r
Derecho a la asistencia por servicios generales y es-
pecializados. Deberá garantizarse el acceso de las vícti-
mas a los servicios de apoyo y la consulta de tales servi-
cios. El apoyo debe ser gratuito y confidencial, con ex-
tensión a las víctimas que no denunciaran oficialmente el
delito. Los servicios especializados de asistencia incluyen
albergues, apoyo para la superación de traumas y asesora-
miento adaptado a los diferentes tipos de víctimas.
r
Derecho a intervenir en el procedimiento penal. Se
consagrará un papel más activo de las víctimas en el pro-
cedimiento penal. Tendrán derecho a ser oídas e informa-
das sobre las diferentes fases del procedimiento. Si las
víctimas no estuvieran de acuerdo con la decisión de no
procesar por el fiscal o el juez, tienen derecho a recurrirla.
Tendrán derecho también a una indemnización y, en cuan-
to a los procedimientos de justicia reparadora que puedan
aplicarse en los sistemas nacionales, se garantizará su par-
ticipación segura.
r
Derechos de protección. Las víctimas deberán estar
protegidas frente al imputado e incluso frente al propio
sistema de justicia penal. Para determinar cuáles son sus
necesidades de protección, deberán recibir una evaluación
individual que establezca su eventual vulnerabilidad frente
a nuevos daños que pudieran surgir en el curso del proce-
dimiento penal. En tal caso, deberán aplicarse medidas de
protección especiales que las protejan durante el procedi-
miento y contra cualquier posible amenaza del infractor.
Los menores serán objeto de atención especial.
(5) Directiva 2012/29 del Parlamento Europeo y Consejo de la UE
del 25-10-12.
III
El extranjero como víctima de delito y otras
situaciones de abuso
11. Las apreciaciones precedentes son aplicables a
cualquier tipo de víctima, tanto sea en el terreno nacional
como en el internacional. Con todo, el objeto principal del
presente trabajo tiende a circunscribir una clase particu-
lar de víctima de delito, el extranjero, en cuanto resulta
un sujeto pasivo que, precisamente por su carácter, posee
características de atención especiales. De ahí, entonces,
la obligación positiva del Estado de promover una tutela
efectiva de sus derechos.
12. Se ha dicho ya que uno de los grandes temas que
la comunidad internacional tiene hoy que tratar es, preci-
samente, la inserción de los extranjeros en sus sociedades
cuando tal inserción no es voluntaria sino forzada y viene
precedida de resquemores, odios o cualquier otra forma de
aprensión. Un cuadro mínimo de situación en ese sentido
puede sintetizarse en los siguientes antecedentes:
a) Conflictos armados: una de las principales causas
del éxodo masivo de personas. Por ejemplo, la guerra en
Siria entre el gobierno de Bashar al-Assad y las fuerzas
rebeldes lleva en la actualidad más de cinco años y más de
290.000 muertos. Solo en la ciudad de Aleppo, la segunda
en importancia del país, su población de 1,5 millones de
personas está en situación crítica, con carencia de alimen-
tos y electricidad. La inmigración de ciudadanos sirios por
tales motivos se cuenta por miles, al extremo de hablarse
de una crisis humanitaria que ha generado, incluso, fric-
ciones entre los países europeos respecto de las políticas
que adoptar.
b) Persecuciones étnicas: vayan en este sentido los
casos de los rohingya en Myanmar(6), los bidunes en
Kuwait(7) o los oromo en Etiopía(8).
c) Mejores condiciones de vida: en este rubro, los ejem-
plos que se pueden dar también son muchos. Desde los
migrantes africanos subsaharianos que buscan llegar a Ita-
lia o a España, a los venezolanos que cruzan la fronte-
ra con Colombia para proveerse de insumos elementales
de supervivencia, sin olvidar las corrientes migratorias de
mejicanos y centroamericanos que pugnan por ingresar a
los Estados Unidos(9).
13. Precisamente ese tráfico de personas no deseadas,
su atención en los servicios públicos del Estado, su inser-
ción social, cultural y laboral y los atentados terroristas
que han sufrido los distintos países han aumentado el re-
sentimiento hacia los extranjeros, fomentando desde dis-
cursos xenófobos de partidos políticos hasta la adopción
de medidas claramente intolerantes respecto de una deter-
minada comunidad.
14. El caso de Francia es un claro ejemplo de lo afirma-
do en el párrafo anterior(10). Al mes de agosto del corriente
año dicho país ha sufrido más de cinco atentados terro-
ristas atribuidos al Estado Islámico (EI)(11). Uno de los
(6) Los rohingya son una de las minorías más perseguidas del mundo
según las Naciones Unidas. Las pésimas condiciones de vida a las que se
enfrentan en Myanmar (ex-Birmania), el país del que procede la mayo-
ría, se traduce en su inmigración masiva hacia otras naciones del sudeste
asiático. Myanmar no los reconoce como una de las etnias del país.
(7) Los bidunes conforman un grupo étnico de origen árabe presente
en los países del golfo Pérsico e Irak. Son considerados apátridas y per-
seguidos en países como Kuwait, en el que se los considera inmigrantes
ilegales.
(8) La etnia oromo es una de las más numerosas de África y también
una de las más perseguidas. En Etiopía, los amhara, etnia minoritaria, ha
gobernado el país desde el proceso de descolonización y mantiene, desde
los años setenta, una guerra de baja intensidad contra los oromo, que
durante estos años se han organizado en diferentes frentes de lucha arma-
da. Se estima en 2,5 millones la cantidad de refugiados oromo en países
vecinos como Somalia y Eritrea.
(9) Unicef ha señalado que en el primer semestre del corriente año
más de 50.000 personas, entre mujeres y menores de edad, provenientes
la mayoría de ellas de Guatemala, El Salvador y Honduras, han sido de-
tenidas en la frontera de los Estados Unidos con México. Fuente: http://
www.lavanguardia.com/internacional/20160823/404146044635/26000-
minos-sin-compania-detenidos-frontera-eeuu-seis-meses.html.
(10) Un detalle para tener presente en este aspecto es que en Fran-
cia viven seis millones de musulmanes (algunos de tercera generación),
y son la comunidad mayor en toda Europa. Hacia 1992, el politólogo
francés Guy Sorman proponía una política de integración aplicada a los
inmigrantes con menor intervención del Estado, con protagonismo de la
empresa privada en cuanto a la liberalización del mercado para integrar
a los excluidos y mayor descentralización para poder también integrar a
los hijos de inmigrantes en escuelas diversificadas (Sorman, Guy, Es-
perando a los bárbaros. Sobre inmigrantes y drogadictos, Buenos Aires,
Emecé, 1993, pág. 328).
(11) Como es sabido, la creación del Estado Islámico de Irak (ISI) fue
anunciada por Abu Ayyub al-Masri, luego de la muerte del musulmán y
primeros fue el cruento ataque a las oficinas de redacción
del semanario Charlie Hebdo, en enero de 2015, que dejó
un saldo de 12 muertos. Luego le siguieron atentados tam-
bién en París, en noviembre del mismo año, en restauran-
tes, estadios de fútbol y un teatro, los cuales sumaron más
de 130 muertos, y también en la ciudad de Niza, con 84
personas fallecidas(12). Tales sucesos generaron una mayor
participación de Francia en la guerra de Medio Oriente,
medidas extremas de seguridad (estado de emergencia y
cierre provisorio de fronteras), un natural recelo del ciuda-
dano francés hacia todo extranjero y el incremento de po-
lémicas regulaciones especiales que afectan a la población
musulmana (v. gr., la prohibición municipal del traje de
baño musulmán burkini en las playas de Cannes(13)). Ello
ha permitido, a su vez, a partidos políticos nacionalistas
enfatizar en sus discursos el rechazo a toda inmigración
o un endurecimiento de las políticas inmigratorias, como
el caso de Marine Le Pen, líder del Frente Nacional fran-
cés(14). Por lo demás, el reciente alejamiento de Gran Bre-
taña de la Unión Europea por medio del referéndum lla-
mado brexit participa también de ese rechazo a la inmigra-
ción, fenómeno que ha sido receptado por otros políticos
al cuestionar la pertenencia a dicha Unión (v. gr., la citada
Marine Le Pen en Francia o el ultraderechista holandés
Geer Wilders, líder del Partido de la Libertad, o el belga
Harald Vilinsky del Partido Vlaams Belang)(15).
IV
El extranjero como sujeto pasivo de delito
propiamente dicho
15. La vulnerabilidad del extranjero tiene su expresión
máxima en tres delitos que lo tienen como víctima natural,
aunque con distintos matices: la discriminación, el tráfico
ilegal y la trata de personas. En nuestro derecho positivo,
la ley 23.592 se vincula con hipótesis de discriminación.
De otra parte, la ley 25.871 tipifica los delitos contra el
orden migratorio. Por último, la ley 26.364 reprime la trata
de personas con fines de explotación.
V
Los actos discriminatorios
16. La ley 23.592 sobre actos discriminatorios define a
estos como todo acto u omisión determinados, entre otros
motivos, por la nacionalidad del sujeto pasivo. Como agra-
vante genérica aplicable a cualquier delito, se establecen
aumentos en las escalas penales respectivas cuando fuera
cometido con persecución u odio hacia una persona por
su nacionalidad, o cuando tuviera por objeto destruir en
salafista Abu Musab al Zarqaui, creador a su vez de Al Qaeda. En 2013
se rebautizó el grupo como Estado Islámico de Irak y el Levante (ISIS).
En junio de 2014, en ocasión de tomar el control de la ciudad de Mosul
(Siria), fue proclamada la creación de un califato o estado que pasó a
llamarse Estado Islámico. La yihad o guerra santa se enuncia como per-
petua y violenta revolución islámica a nivel mundial para restablecer el
reino de Dios (conf. Derghougassian, Khatchik, Pesadilla del nuevo
orden islámico, Ñ Revista de Cultura, Nº 634, 21-11-15).
(12) El último atentado, bárbaro, ha sido en julio de este año el dego-
llamiento por integrantes del ISIS del sacerdote católico en una iglesia
ubicada en la localidad normanda de Saint-Étienne-du-Rouvray, cerca
de la ciudad de Rouen. Fuente: http://www.dreuz.info/2016/07/27/ce-
quon-ne-vous-a-pas-dit-concernant-le-pretre-egorge-de-saint-etienne-du-
rouvray/.
(13) Según el decreto que firmó el alcalde conservador David Lis-
nard, se prohíbe el acceso a las playas y al mar de toda persona que no
lleve una vestimenta correcta, acorde con las buenas costumbres y el lai-
cismo, que respete las reglas de higiene y seguridad en el agua. El burki-
ni es un traje de baño que usan las mujeres musulmanas que virtualmente
les cubre todo el cuerpo. En nuestra opinión, más allá de la particular si-
tuación francesa, la medida es claramente desproporcionada e intolerante
y no alienta precisamente una convivencia multicultural. No obstante,
idénticas disposiciones fueron adoptadas, v. gr., por las alcaidías fran-
cesas de Cap-d’Ail, Mandelieu-la-Napoule y Sico. Otra reglamentación
local controvertida, aunque tal vez con mayor fundamento, fue la del
alcalde de Rive-de-Gier, una localidad cercana a Lyon de denegar siste-
máticamente toda solicitud de los extranjeros para llevar a vivir con ellos
a algún pariente, sistema que usualmente usaban los inmigrantes con sus
familiares de otros países.
(14) Otros partidos políticos, como el también xenófobo y antieuro-
peísta “Alternativa para Alemania”, liderado por Frauke Petry, aparece
por primera vez en el corriente año como tercera fuerza en intención de
voto con similares mensajes. También Norbert Hofer, principal referente
del partido populista de extrema derecha “Partido de la Libertad” (FPO)
en Austria, sustenta un discurso similar en el rechazo de la ola de inmi-
grantes que pasan por el país rumbo a Alemania.
(15) Otra expresión xenófoba la constituye la plataforma política del
candidato presidencial de los Estados Unidos Donald Trump, al proponer
la construcción de un muro en la frontera con México para impedir la
inmigración ilegal.

todo o en parte un grupo nacional o étnico. También queda
reprimido todo medio por el cual se aliente o se incite a la
persecución o el odio hacia una persona o grupo de perso-
nas a causa de su nacionalidad.
17. Una de las cuestiones que hacen a esas figuras tiene
que ver con las minorías, personas que participan, v. gr.,
de una misma etnia, creencias religiosas, nacionalidades,
personas que en un determinado país conforman un núcleo
ĆėĎćĔđĉĎ
pequeño, diferenciado del resto de la sociedad(16). El art.
27 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos
en forma expresa tutela sus derechos y obliga al Estado a
no vulnerarlos(17). Un acto discriminatorio, cualquiera sea
su entidad, atenta contra esos derechos y merece protec-
ción penal como obligación positiva impuesta convencio-
nalmente(18).
18. El art. 14 del Convenio Europeo de Derechos Hu-
manos (CEDH) consagra el derecho de todo individuo al
disfrute de los derechos y libertades sin distinción alguna
por razón de sexo, raza, color, lengua, religión, opiniones
públicas, origen nacional o social, pertenencia a una mi-
noría nacional, fortuna, nacimiento o cualquier otra situa-
ción. Correlativamente, el art. 1º del Protocolo Adicional
12 al CEDH (Roma, 4-11-00) asegura el disfrute de todo
derecho previsto en la ley sin discriminación alguna por
iguales situaciones(19).
19. Hay un concepto elaborado por el Tribunal Europeo
de Derechos Humanos (TEDH) que delimita el objeto de
la prohibición de la discriminación: no toda distinción o
diferencia de trato equivale a una discriminación y solo
habrá de entrar en tal prohibición la ley o reglamento de
que se trate si carece de justificación objetiva y razonable,
es decir, si no persigue un fin legítimo o si no existe una
relación razonable de proporcionalidad entre los medios
empleados y el fin perseguido (casos “Abdulaziz, Cabales
y Blkandali c. Reino Unido”, 28-5-85; “Gaygusuz c. Aus-
tria”, 16-9-96; “Koua Poirrez c. Francia”, 30-9-03). Por
lo demás, de las mismas normas se deducen obligaciones
para los Estados: una negativa, en cuanto a abstenerse de
cualquier actuación que discrimine a las personas, y otra
positiva, a fin de prevenir la discriminación, incluso entre
particulares (casos “Thlimmenos c. Grecia”, 6-4-00 y “X e
Y c. Países Bajos”, 26-3-85).
20. El TEDH tiene consolidada una rica doctrina sobre
cuestiones de discriminación, aunque los más de los casos
no abordaron asuntos relacionados con la nacionalidad del
sujeto pasivo. Así, tales asuntos versaron, v. gr., sobre el
sexo o la orientación sexual (casos “Salgueiro da Silva
Mouta c. Portugal”, 21-12-99 y “Wessels-Bergervoet c.
Países Bajos”, 4-6-02), la viudez (caso “Willis c. Reino
Unido”, 11-06-02), motivos religiosos (el ya citado caso
“Thlimmenos c. Grecia” y “Vojnity c. Hungría”, 12-2-13),
la fortuna o situación económica (caso “Chassagnou c.
Francia”, 29-4-99) o el carácter extramatrimonial del naci-
do (caso “Mazurek c. Francia”, 1-2-00).
21. En el asunto “B. S. c. España” (24-7-13), el TEDH
entendió que el Estado español había vulnerado los arts.
3º y 14 del CEDH(20) respecto a una mujer africana que
(16) Nuestro país no ha permanecido ajeno al fenómeno de discrimi-
nación a las comunidades árabes y musulmanas. Precisamente, la vesti-
menta o un apellido árabe puede ser motivo de situaciones tensas en la
vida común, ya sea en la mera compra de mercaderías en un comercio
o en un trámite aduanero (conf. Alerta en la comunicad árabe local por
un brote de discriminación, Clarín, sección “Sociedad”, pág. 51). Un
funcionario político –dirigente municipal en el partido de Chacabuco
(provincia de Buenos Aires)– sugirió, en agosto de este año, en la respec-
tiva red social, que había que “bombardear todo lugar donde se sospeche
que hay algún musulmán”, en un claro ejemplo de actitud intolerante, no
exenta de delito (la cual le costó su posterior renuncia).
(17) La citada norma se halla así redactada: “En los Estados en que
existan minorías étnicas, religiosas o lingüísticas, no se negará a las per-
sonas que pertenezcan a dichas minorías el derecho que les corresponde,
en común con los demás miembros de su grupo, a tener su propia vida
cultural, a profesar y practicar su propia religión y a emplear su propio
idioma”.
(18) El ya referido candidato presidencial de los Estados Unidos Do-
nald Trump, en sus discursos durante la campaña hacia la Casa Blanca
discriminó duramente a mexicanos y musulmanes, al extremo de prome-
ter, en su caso, la prohibición de entrada al país de todo musulmán.
(19) Las citas de este párrafo y los siguientes vinculadas al TEDH
han sido tomadas principalmente de la obra de Sarmiento, Daniel -
Mieres Mieres, Luis J. - Presno Linera, Miguel, Las sentencias bási-
cas del Tribunal Europeo de Derechos Humanos. Estudio y jurispruden-
cia, Pamplona,Thomson-Civitas, 2007, pág. 115.
(20) El art. 3º del CEDH establece la prohibición de sufrir torturas
o tratos inhumanos o degradantes. El art. 14 reconoce el disfrute de los
derechos y libertades fundamentales reconocidos por el Convenio sin
distinción alguna, especialmente por razones de sexo, raza, color, lengua,
religión, opiniones políticas u otras, origen nacional o social, pertenencia
a una minoría nacional, fortuna, nacimiento o cualquier otra situación.
Buenos Aires, lunes 5 de septiembre de 2016
se dedicaba a la prostitución. La sentencia tuvo su origen
en las denuncias de dicha mujer por haber recibido abusos
físicos y verbales por parte de unos agentes policiales que
no habían sido investigados de forma efectiva por los tri-
bunales, dado que no se había citado ni identificado a los
agresores. Sostuvo el Tribunal que la falta de efectividad
de la investigación se había agravado en el caso debido
a las especiales condiciones de vulnerabilidad de la víc-
tima, al no haberse tenido en cuenta, en ningún caso, las
alegaciones desarrolladas por ella acerca de la motivación
racista de la actuación policial(21).
22. En el supuesto de particulares, es inherente a cual-
quier acto de discriminación una tensión con la libertad de
expresión, otro de los derechos protegidos constitucional
y convencionalmente, en cuanto el proceder discrimina-
torio importa de hecho la emisión de una opinión desfa-
vorable sobre una persona con el propósito de denigrar
o menospreciar(22). Con todo, visto que ningún derecho
es absoluto, el ejercicio de la libertad de expresión no
puede, a la vez, importar la lesión a otro derecho reco-
nocido en una sociedad democrática y pluralista. Nunca
la afirmación de un derecho puede, a la vez, importar la
negación de otro. Tiene dicho la Corte Suprema (CS) que
el derecho a la libre expresión no es absoluto en cuanto
a las responsabilidades que el legislador puede determi-
nar a raíz de los abusos producidos mediante su ejercicio,
ya por la comisión de delitos, ya por actos ilícitos civi-
les (Fallos: 308:789, 310:508). Por ello mismo, si el acto
de que se trata difama o denigra a un tercero, no parece
existir duda acerca de la atribución del Estado para repri-
mir tal conducta sin mengua de la libertad de expresión.
Entonces se verifica la obligación positiva del Estado en
prevenir ese tipo de situaciones, y precisamente ahí radica
el límite permitido del ejercicio de este derecho en un ré-
gimen democrático, en el reconocimiento del otro a no ser
discriminado(23). Como sostuviera el TEDH en el citado
caso “X e Y c. Países Bajos”, la ausencia de protección
contra la discriminación entre particulares podría ser tan
obvia y grave que entrañase claramente responsabilidad
del Estado.
23. Reglas específicas y más detalladas han sido enun-
ciadas por los tratados internacionales dirigidos a la pre-
vención y represión de causas concretas de discriminación
en función de la raza o del género. Así, la Convención de
Todas las Formas de Discriminación Racial y la Conven-
ción para la Eliminación de Todas las Formas de Discri-
minación contra la Mujer, tratados estos que poseen rango
constitucional (art. 75, inc. 22).
24. No hemos encontrado antecedentes judiciales de
condenas en los que el motivo de la discriminación fuera
exclusivamente la nacionalidad del extranjero. No obstan-
te, esta puede entenderse incluida en casos penales de dis-
criminación contra ciudadanos judíos en general(24).
VI
Tráfico ilegal de personas
25. Se ha aludido ya a la inmigración forzada con mo-
tivo de catástrofes naturales, persecuciones étnicas, malas
condiciones de vida y conflictos armados. Lamentable-
mente, la historia nos brinda dolientes antecedentes. Así,
durante la Segunda Guerra Mundial, la irracional polí-
tica nazi de exterminio de los judíos hizo que miles de
(21) En el sentido expuesto, recuérdese que el Estado tiene el deber
de iniciar, de oficio y sin dilaciones, una investigación seria, imparcial
y efectiva que se desarrolle en un plazo razonable y que no sea empren-
dida como una simple formalidad. Ese deber del Estado se deriva, en el
ámbito americano, de las obligaciones generales de respeto y garantías
establecidas por el Pacto de San José de Costa Rica (art. 1.1) y de los
deberes sustantivos establecidos en los arts. 4.1, 8º y 25 del citado instru-
mento internacional. En orden a la obligación estatal de investigar casos
de tortura, ver el fallo de la Corte IDH en el caso “García Lucero Leopol-
do y otros c. Chile” del 28-8-13 y el TEDH en el antecedente “Affaire
Otamendi Egiguren c. España” del 16-10-12.
(22) Ver en ese sentido las expresiones del funcionario político aludi-
do en la nota 16.
(23) El Comité para la Eliminación de la Discriminación Racial de
las Naciones Unidas, en su resolución 48-2010, estimó que Alemania no
había investigado en forma efectiva las declaraciones de un exsenador de
finanzas del Senado de Berlín publicadas por una revista de circulación
pública, que equivalían a una difusión de ideas basadas en la superiori-
dad o el odio racial y contenían elementos de incitación a la discrimi-
nación racial (las minorías agraviadas eran los turcos y los árabes que
residían en Alemania).
(24) Ver una reseña de casos judiciales en la obra de Slonimski,
Pablo, La ley antidiscriminatoria, Buenos Aires, Fabián J. Di Plácido
Editor, 2001, pág. 97 y sigs.
3
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estas personas intentaran emigrar de sus países por vías
clandestinas que otras personas usufructuaban económi-
camente.
26. La ley 25.871 de Migraciones reprime el tráfico ile-
gal de personas (realizar, promover, facilitar el cruce ile-
gal de personas por los límites fronterizos nacionales con
fines de beneficios –art. 116–). Entre las conductas que
reprime se hallan la promoción o facilitación de la perma-
nencia ilegal de extranjeros en el país (art. 117), agraván-
dose cuando mediare intimidación, violencia o engaño,
cuando se hiciera de ello una actividad habitual, cuando
interviniere en el hecho un funcionario o empleado pú-
blico, cuando hubiere puesto en peligro la vida o la salud
del inmigrante, cuando la víctima fuera menor de edad o
cuando el tráfico de personas se hubiere efectuado con el
objeto de cometer actos de terrorismo, narcotráfico, lavado
de dinero o prostitución (arts. 117, 119, 120 y 121).
27. Como se ha dicho, uno de los mayores desafíos que
tiene la comunidad internacional en estos momentos está
configurado por la situación de los refugiados en Europa,
a raíz de las inmigraciones por las guerras en países como
Siria o Afganistán o de las condiciones de vida en países
africanos (Subsahara) o de las persecuciones étnicas en
Myanmar o Etiopía. Tales circunstancias han hecho que el
tráfico ilícito de seres humanos sea una modalidad delic-
tiva corriente, con pingües ganancias y riesgos ciertos de
vida(25)(26).
28. Uno de los casos emblemáticos del tráfico ilegal de
personas tuvo lugar en agosto de 2015 por la muerte por
asfixia de setenta y un (71) inmigrantes a pocos kilómetros
de Viena (Austria), en el interior de un camión frigorífi-
co abandonado en una autopista. Las miserias humanas
producto de las guerras han dado origen a una verdadera
industria del crimen organizado: traficantes, funcionarios
políticos y policiales corruptos, tarifas según la prestación
y el origen del inmigrante, ganancias fáciles en divisas o
en especie(27).
29. En ese sentido, se ha sostenido que una de las prin-
cipales fuentes de financiación del ISIS es hoy la tasa de
impuestos inventados que se cobra a todo aquel que atra-
viese las fronteras bajo su control. El tráfico de refugiados
(25) La crisis desatada a raíz de la guerra en Siria y el cierre de las
fronteras ha llevado a organizaciones de tráfico ilegal de seres humanos a
ofrecer rutas alternativas de ingreso a Europa. En ese sentido, se ofrecen
traslados clandestinos a Italia en embarcaciones desde Grecia o caminos
a pie por las montañas del sur de Albania o ingresos por los bosques ma-
cedonios. Las tarifas varían según el riesgo que se corra, aunque los pre-
cios oscilan entre los 2500 y 1700 euros. Según Europol, el negocio del
tráfico humano ha alcanzado en el año 2015 cifras cercanas a los seis mil
millones de euros (Refugiados. Europa, el sueño al que no renuncian,
pese a todo y Omnipresentes, las mafias abren nuevas vías de tráfico
humano, La Nación, del 13-3-16).
(26) Otro caso de tráfico ilegal de personas está dado por las mi-
graciones clandestinas desde Cuba y Haití hacia los Estados Unidos de
América al intentar ingresar por su frontera con México. Traficantes o
“coyotes” cobran sus servicios de guías a través de selvas y montañas,
tanto en Colombia, Panamá o México, en situaciones más que riesgosas
para las vidas de hombres, mujeres y niños (la pantanosa selva de Darién
entre Colombia y Panamá, cruce del Caribe desde la localidad de Capur-
ganá hacia México a bordo de precarias embarcaciones) –ver La ola de
inmigrantes cubanos provoca un caos en Colombia, Clarín, del 7-8-16,
sección “El Mundo”, pág. 28.
(27) Conf. Alarma en la UE: las redes de tráfico humano crecen y
cada vez son más difíciles de combatir, La Nación, del 30-8-15, sección
“El Mundo”.
 4 Buenos Aires, lunes 5 de septiembre de 2016
representa también para la organización aproximadamente
unos cien millones de euros (€ 100.000.000) por mes(28).
30. En uno de los intentos más controvertidos de la UE
para desalentar el tráfico ilegal de personas hacia su terri-
torio, sus líderes acordaron el 18-3-16 con Turquía que
todos los arribados ilegalmente por mar a la UE a partir
del 20-3-16 serían internados en centros cerrados a la es-
pera de ser retornados a Turquía(29). Con todo, mientras
no existan vías legales para pedir asilo en la UE sin poner
en riesgo sus vidas, los inmigrantes seguirán abonando
caros servicios a las mafias. En ese sentido, si la petición
de asilo es rechazada (v. gr., por considerarse que esa per-
sona es un inmigrante económico) y viene de Turquía, el
inmigrante será deportado nuevamente hacia ese país, en
el que deberá volver a tramitar su solicitud. No obstante,
se hace una excepción con los inmigrantes sirios expulsa-
dos de sus hogares por la guerra, pues, en ese caso, como
refugiado más vulnerable, será posible su reasentamiento
en la UE(30)(31).
31. En nuestro país, el fenómeno aludido no posee aún
las características alarmantes del viejo continente, sin per-
juicio de haberse dado casos de tráfico ilegal de seres hu-
manos a través de los límites fronterizos con aparentes
fines de radicación ilegal. En los casos consultados, ha
sido reiterado el tráfico clandestino a través de la frontera
norte del país de ciudadanos chinos, en su mayoría pro-
venientes del Brasil. Así, funcionarios de la Gendarmería
Nacional, en abril de 2014, al proceder a un control habi-
tual de vehículos en la ruta nacional 14 en la localidad de
Paso de los Libres (provincia de Corrientes), hallaron en
el interior de una camioneta, sobre el piso de su parte tra-
sera, a 11 personas de nacionalidad china, procedentes del
Brasil, sin documentación personal alguna para su ingreso
legítimo al país(32).
VII
Trata de personas
32. La ley 26.364 sobre Prevención y Sanción de la
Trata de Personas y Asistencia a sus Víctimas reprime, en-
tre otras conductas, el traslado, la recepción o acogida con
fines de explotación de personas desde otros países (art.
2º). Ya se ha dicho que entre los derechos que el Estado
Nacional garantiza a las víctimas extranjeras están los de
recibir información en su idioma sobre sus derechos, reci-
bir asistencia psicológica y médica gratuitas, alojamiento
apropiado, manutención, alimentación y elementos de hi-
giene personal, capacitación laboral, asesoramiento legal
integral, protección eficaz, ser oída en todas las partes del
proceso, etc. (art. 6º, ley citada). En particular, también la
ley le reconoce al extranjero víctima de explotación el de-
recho a permanecer en el país y recibir la documentación
necesaria para ello o el de retornar a su lugar de origen
cuando así lo solicitara(33).
33. La explotación a la que alude la norma comprende
el ofrecimiento, captación, traslado, recepción o acogida
de personas vinculadas a actividades sexuales, labora-
les, servidumbre, pornografía infantil, uniones de hecho
o matrimonios forzados o extracción forzada de órganos,
fluidos o tejidos humanos (art. 2º). En nuestro país, en
relación con extranjeros, es común ver en barrios como
Once, Constitución o Congreso a mujeres centroamerica-
(28) Conf. Napoleoni, Luisa, Orígenes de los fondos terroristas, Ñ
Revista de Cultura, Nº 634, 21-11-15, pág. 5.
(29) Los recientes sucesos políticos en Turquía y su inestabilidad ins-
titucional permiten poner en duda la efectividad del pacto celebrado con
la UE.
(30) En el detalle de este acuerdo, se ha seguido el artículo Turquía y
la UE: acuerdo en la crisis de los refugiados, disponible en http://econo-
mia.elpais.com/economia/2016/03/23/actualidad/1458747125_190018.
html.
(31) Curiosamente, esta excepción del ciudadano sirio más calificado
para obtener asilo en la UE ha hecho surgir otra industria del delito: la de
los pasaportes sirios falsificados, cuyos precios pueden alcanzar valores
superiores a los 4000 euros. El riesgo colateral en estos supuestos es el
ingreso de terroristas a la UE (conf. Viceconte, Arceli, Un caballo de
Troya moderno, Ñ Revista de Cultura, Nº 634, 21-11-15, pág. 7).
(32) Fuente: http://www.infobae.com/2014/03/04/1547749-rescata-
ron-corrientes-once-chinos-victimas-trafico-ilegal/. En los últimos años
se ha incrementado en el país la inmigración asiática (chinos, vietnami-
tas, coreanos), la que, en su gran mayoría, se ha dedicado a la explota-
ción comercial de pequeños mercados.
(33) Para un panorama anterior a la sanción de la ley 26.364, ver Cas-
tro, Julio C. - de la Fuente, Aldo G. - Cilleruelo, Alejandro R.,
La trata de personas. Un vacío en nuestra legislación y en las técnicas
de investigación, Revista de Derecho Penal y Procesal Penal, septiembre
2007, pág. 1669.
nas ofreciendo servicios sexuales. En la mayoría de los
casos, las actuaciones judiciales no han permitido tener
por acreditado que hayan sido captadas en el exterior con
anuncios de falsos trabajos en el país, pues el silencio de
las víctimas, por temor, impide avanzar más(34). En los ca-
sos de personas de países limítrofes para su servidumbre
laboral (talleres clandestinos de confección de ropa), las
inhumanas condiciones de trabajo constituyen prueba elo-
cuente de lo forzado de las tareas(35). Con todo, la mayoría
de estas personas no poseen residencia legal y resultan
presas fáciles para proxenetas y dueños de talleres no ha-
bilitados. En ese sentido, el consentimiento de las víctimas
en ningún supuesto constituirá eximente de culpabilidad
para sus autores o cómplices (art. 2º in fine).
VIII
La protección de los derechos fundamentales
de los extranjeros en situación de vulnerabilidad
–los centros de refugiados–
34. La extraordinaria inmigración forzada aludida en el
presente trabajo ha dado lugar a la creación de centros de
refugiados en los que son alojados transitoriamente los ex-
tranjeros mientras se tramitan sus solicitudes de asilo o sus
deportaciones. Dichos centros tratan de atender razonable-
mente sus demandas de alojamiento y comida, pero la pro-
pia naturaleza y condiciones de estos posibilitan abusos y
discriminaciones varias(36).
35. Funcionan, v. gr., en la ciudad de Melilla(37) en la
África española, en ciudades de Grecia, tales como Patras
o Feres, o en localidades del sur de Turquía(38). Es decir,
en las virtuales puertas de entrada del territorio al cual se
quiere emigrar(39).
36. La dimensión extraordinaria de saturación de di-
chos centros por la cantidad de migrantes ha generado si-
tuaciones en las que se han entendido lesionados sus dere-
chos fundamentales. En ese sentido, el TEDH estimó que
mediaba lesión por parte de Grecia al derecho de toda per-
sona de no sufrir tratos inhumanos o degradantes por las
condiciones del campo de retención de Pagani en la isla de
Lesbos para los inmigrantes ilegales que llegaban por bar-
co desde Turquía(40). Este establecimiento es una antigua
instalación de almacenamiento transformada y diseñada
para albergar hasta 300 personas, pero la masiva inmi-
(34) Fuentes: http://www.diariopopular.com.ar/notas/57766-mafias-
dominicanas-ya-manejan-lamitad-las-prostitutas-extranjeras; http://
www.derechos.org/sorin/doc/prostitutas.html; http://www.lanacion.com.
ar/1776324-constitucion-donde-prostitutas-y-travestis-pelean-por-su-
territorio.
(35) Fuentes: http://www.lanacion.com.ar/1891220-trabajo-precario-
los-talleres-clandestinos-origen-de-la-mayor-parte-de-la-ropa-del-pais;
http://www.infonews.com/nota/78414/talleres-clandestinos-asi-operan-
las-redes. En el sentido expuesto, la CFed. Casación Penal confirmó una
condena a seis (6) años de prisión y multa de cuarenta y cinco mil pesos
($45.000) impuesta en el pasado mes de marzo por el Tribunal Federal
Nº 1 de La Plata (provincia de Buenos Aires) al dueño de un taller textil
en Lomas de Zamora (provincia de Buenos Aires) por la captación me-
diante engaño de una pareja de jóvenes en el Perú para su explotación
laboral. Según quedó acreditado, las víctimas habían sido contactadas
en dicho país por un familiar, con la promesa de un empleo bien remu-
nerado en la Argentina. En el citado taller, los jóvenes tenían jornadas
laborales de hasta 11 horas diarias, en condiciones de alojamiento deplo-
rables (causa “Delgado Huilcahuman Raúl Francisco”, sala IV, 23-8-16,
reg. 1025/16).
(36) En un gesto de alineamiento con los Estados Unidos, Europa y el
Vaticano sobre el tema, el gobierno nacional informó que trabajará en un
plan para recibir en el país a unos 3000 refugiados sirios.
(37) Melilla es una ciudad española en el norte de África que limita
con Marruecos. Posee una barrera física de 12 km cuyo fin es dificultar
la inmigración ilegal y el contrabando comercial, consta de tres vallas
de seis metros de altura con alambre de púa y cuchillas, con puestos
alternados de vigilancia y sensores electrónicos. Se suman por miles los
inmigrantes que han querido saltarla y que han sufrido considerables
daños físicos. Ceuta también es una ciudad española en África, lindante
con el mar Mediterráneo y con una zona neutral de Marruecos. También
allí son incesantes los intentos de los inmigrantes ilegales de pisar suelo
español, preferentemente a nado desde Marruecos, lo que ha dado lugar
a reiteradas muertes.
(38) Desde Siria, Turquía es paso obligado de los inmigrantes. Por
ello mismo, en este último país hay virtualmente 26 centros de refu-
giados que albergaban, a mayo del corriente año, 2,7 millones de ellos
(fuente: http://www.latercera.com/noticia/mundo/2016/05/678-682846-
9-como-turquia-enfrenta-la-ola-de-refugiados-sirios.shtml).
(39) Si bien no hay un campo de refugiados en sentido estricto, otro
de los puntos obligados de los inmigrantes para llegar a suelo europeo
está dado por la isla de Lampedusa, en el sur de Italia, en aguas del mar
Mediterráneo y territorio más cercano a Túnez. Los muertos en las preca-
rias embarcaciones se cuentan por cientos.
(40) Precisamente de la isla de Lesbos, en el campo de refugiados de
Moria, el papa Francisco en abril del corriente año había abierto las puer-
tas del Vaticano a familias sirias.
gración siria obligó a dar cobijo hasta 1200 inmigrantes,
en condiciones de hacinamiento, con carencia de atención
medicinal y reportes de daños físicos de los guardias y pe-
rros guardianes, independientemente de la falta de contac-
to entre detenidos y sus hijos menores (asunto “Mahmundi
y otros c. Grecia” del 31-7-12)(41)(42).
37. Otro ejemplo de abusos en centros de refugiados
inmigrantes lo constituye lo ocurrido en el establecimiento
que Australia posee en la isla Manus, situada en el norte
de Papúa Nueva Guinea, en el mar de Bismarck. El Tri-
bunal Supremo de Papúa ordenó en marzo de este año
el cese de sus instalaciones al considerar que se violaban
las libertades personales de los solicitantes de asilo en el
marco de la Constitución del país. El motivo de ello fue-
ron unos 2000 informes de incidencias entre 2013 y 2015,
en los que trabajadores del centro en Nauru, similar al de
Papúa, detallaron todo tipo de abusos cometidos contra in-
migrantes internos, incluidas violaciones a niños y muje-
res(43). Muchas de las personas alojadas en Nauru y Papúa
Nueva Guinea han huido de conflictos bélicos como los de
Afganistán, Darfur (Sudán Occidental), Pakistán, Somalia
y Siria, y otros han escapado de la discriminación o de
la condición de apátridas, como las minorías rohingya de
Myanmar o bidún en la región del golfo Pérsico.
38. Una situación de características similares de crisis
humanitaria en centros de inmigrantes tiene lugar en la
localidad colombiana de Turbo, un municipio localizado
en la subregión de Urabá (Antioquia) con salida al Mar
Caribe. Se calcula que hay unas 3000 personas, con más
de 200 niños, viviendo hacinados en galpones sin agua ni
luz y escasez de alimentos. Desde ese puerto de Turbo, el
camino obligado es el caserío de Capurganá para tomar
una de las dos rutas aludidas en la nota al pie 26 para arri-
bar a México(44).
39. Otro caso similar se repitió en el campo de refu-
giados Nizip 2, ubicado en la localidad de Gaziantep en
Turquía, cerca de la frontera con Siria. El abuso esta vez
fue de un empleado de limpieza que durante tres meses
sometió sexualmente a más de 30 menores de entre ocho y
doce años a cambio de unas pocas liras turcas. Este campo
fue abierto en 2013 y recibe en sus construcciones prefa-
bricadas a unos 5000 refugiados sirios, entre los que hay
unos 2000 menores de edad(45).
IX
Palabras finales
La víctima, en general, en un proceso penal puede de-
cirse que hoy goza de una aceptable tutela legal, poniendo
fin a décadas de olvido. Incluso, víctimas en situación de
trata para explotación o tráfico ilegal –extranjeras o no–
poseen un marco normativo de protección de sus dere-
chos y asistencias que satisface por demás los estándares
aplicables. Sin embargo, la verdadera víctima del siglo
XXI es el inmigrante que huye de guerras, persecuciones
o pésimas condiciones de vida, una persona a la cual no
le está dado elegir su destino y que arriesga su vida en
busca de ayuda. Se transforma, así, en presa fácil de abu-
sadores, en una mercadería más, en un ser humano con
(41) El Estado griego ha sido reiteradamente encontrado responsable
de haber lesionado los derechos de los extranjeros sobre tratos inhuma-
nos o degradantes en distintos campos de detención o retención. Así,
en los casos “Lica c. Grecia” del 17-7-12 (locales de la Dirección de la
Policía en la ciudad de Patras), “Lin c. Grecia” del 6-11-12 (centro de
detención de la ciudad de Hellinikon), “Bygylashvili c. Grecia” del 25-
9-12 (centro de extranjeros de la localidad de Petrou Ralli), “Ahmade
c. Grecia” del 25-9-12 (comisaría de la localidad de Pagrati), “A. F. c.
Grecia” del 13-6-13 (locales de la policía fronteriza de la ciudad de Fe-
res). El citado campo de refugiados de Moria, a 16 km de Mytilene, es en
realidad un campo de detención rodeado de alambre de púas y paredones
de cemento, sin servicios sanitarios adecuados, entre otras falencias. Co-
mo se observa, todos estos centros se encuentran ubicados en lugares de
fronteras y el común denominador es el hacinamiento de personas y las
condiciones precarias de atención y subsistencia.
(42) El hacinamiento de personas privadas de libertad puede llegar a
constituir en sí mismo una forma de trato cruel, inhumano y degradante,
violatorio de la dignidad personal (Comisión Interamericana de Derechos
Humanos, informe del 18-3-13 sobre la situación de las personas priva-
das de libertad en Honduras).
(43) Entre abril y mayo del corriente año, dos personas alojadas en
dicho centro, una iraní y otra somalí, se inmolaron en protesta por las in-
humanas condiciones de estadía. Fuente: http://www.eldiario.es/desalam-
bre/refugiado-protesta-condiciones-detencion-Nauru_0_509899295.html.
(44) Fuente: http://www.eltiempo.com/colombia/otras-ciudades/mi-
gracion-colombia-explica-la-situacion-de-los-migrantes-en-turbo-antio-
quia/16661636.
(45) Fuente: http://www.eldiario.es/desalambre/treintena-menores-
sufrio-abusos-violaciones_0_515148636.html.

futuro incierto(46). Si bien excede a todo marco de estricto
derecho la catástrofe humanitaria de los refugiados, aun en
esas condiciones los Estados sí tienen el deber positivo de
proteger con mayor énfasis sus derechos fundamentales al
consagrar aquellas reglamentaciones que ratifiquen su dig-
nidad como persona, derecho originario del que, junto con
la vida, derivan todos los demás.
VOCES: DERECHO PENAL - DERECHO PROCESAL PENAL
- DERECHOS Y GARANTÍAS CONSTITUCIONALES
- CONSTITUCIÓN NACIONAL - DERECHOS HU-
ĆćėĎĊđ ǤĎĒĔĉĎĔ
MANOS - EXTRANJEROS - MIGRACIONES - TRA-
ĚĎđđĊėĒĔ ǤĊĞėĆēĔ
TADOS INTERNACIONALES - PROCESO PENAL
- TRATADOS Y CONVENIOS - DELITO - ESTADO -
DERECHO POLÍTICO
(46) Lamentablemente, todo parece indicar que la crisis humanitaria
de los refugiados se incrementará con la toma final de las fuerzas iraquíes
de la ciudad de Mosul en Siria, capital del autoproclamado califato del
Estado Islámico. El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los
Refugiados (ACNUR) en Irak, Bruno Geddo, en un comunicado publica-
do en agosto pasado destacó que según las previsiones tal ataque podría
causar desplazamientos masivos a una escala inédita en el mundo desde
hace muchos años. El organismo internacional calcula que alrededor de
1,2 millones de personas se podrían ver afectadas por la ofensiva militar
sobre Mosul y solicitar refugio en países cercanos (http://www.abc.es/,
edición electrónica del 24-8-16).
JURISPRUDENCIA
Derechos del Consumidor:
Empresa impresora de una tarjeta de débito:
errores de impresión; daños al usuario; res
ponsabilización; daño punitivo; improceden
cia; indemnización; tasa de interés.
1 – La empresa impresora de tarjetas de débito debe responder
solidariamente con el banco emisor por los daños y perjui-
cios sufridos por el accionante al ser detenido por la policía
a raíz de la utilización de una tarjeta que presentaba irre-
gularidades, pues ha quedado acreditado que estas irregu-
laridades se debieron a un error de impresión y eran aptas
para generar dudas sobre la autenticidad del plástico, con
lo cual, enmarcada la relación habida entre las partes en la
ley 24.240, la mencionada empresa, en cuanto fabricante de
la tarjeta, debe responder por su vicio en los términos del
art. 40 de dicha ley. Máxime que la utilización por parte del
demandante usuario de la tarjeta en condiciones previsibles o
normales de uso no debía haber presentado peligro alguno de
sufrir daños (arg. art. 5º, ley citada).
2 – Puesto que los daños punitivos solo proceden en supuestos
de particular gravedad, calificados por el dolo o la culpa
grave del sancionado o por la obtención de enriquecimientos
indebidos derivados del ilícito o, en casos excepcionales, por
ĚĎđđĊėĒĔ ǤĊĞėĆēĔ
un abuso de posición de poder, particularmente cuando ella
ĔėČĊǤĆċċĊėėĎijėĊ
evidencia menosprecio grave por derechos individuales o de
incidencia colectiva, cabe concluir que no debe hacerse lugar
a la aplicación de este instituto cuando, como en el caso, se
advertía una conducta totalmente desaprensiva frente a la
probabilidad de generar un daño.
3 – Cabe aplicar una tasa de interés del 8 % anual desde la
fecha del hecho dañoso y la tasa activa a partir del pronun-
ciamiento condenatorio; esta solución no se contrapone con
la que surge de aplicar la normativa del Código Civil y Co-
mercial de la Nación (art. 768), que si bien no contempla en
su letra la facultad judicial de fijar intereses ha de ser inte-
grada con los arts. 768 y 1478 del mismo cuerpo legal y con
el deber de los jueces de resolver –con razonable fundamen-
to– los asuntos que les sean sometidos a su jurisdicción (art.
3º, citado código de fondo y art. 163, inc. 6º, cód. procesal),
conforme con la idea de contar con mayor flexibilidad a fin
de adoptar la solución más justa para el caso. R.C.
59.230 – CNCiv., sala G, mayo 2-2016. – B., S. c. BBVA Banco Francés
S.A. s/daños y perjuicios.
En la Ciudad de Buenos Aires, Capital de la República
Argentina, a los 2 días del mes de mayo de dos mil dieci-
séis, reunidos en Acuerdo los Señores Jueces de la Cámara
Nacional de Apelaciones en lo Civil, para conocer en el
recurso de apelación interpuesto en los autos caratulados
“B., S. c/ BBVA Banco Francés S.A. s/ Daños y Perjui-
cios”, respecto de la sentencia de fs. 500/513 vta., el Tri-
bunal estableció la siguiente cuestión a resolver:
¿Es justa la sentencia apelada?
Buenos Aires, lunes 5 de septiembre de 2016 5
Practicado el sorteo resultó que la votación debía rea-
lizarse en el siguiente orden: Señores Jueces de Cámara FONDO EDITORIAL
Doctores Carlos Carranza Casares - Carlos Alfredo Be-
llucci. Novedades
A la cuestión planteada el Señor Juez de Cámara Doc-
tor Carranza Casares dijo: Colección “Código Civil
I. La sentencia de fs. 500/513 vta., hizo lugar a la de- y Comercial de la Nación”
manda por daños y perjuicios entablada por S. B. y conde-
Directores
nó a BBVA Banco Francés S.A. y al tercero citado Banel-
ėǤ
co S.A. al pago de $103.800, más intereses y costas.
ėǤ
Para así decidir el juez expresó que el 27 de junio de
2011 en la sucursal 320 de la entidad financiera, el ac-
“Concebida con rigurosa metodología y un criterio
tor había sido detenido por la Policía Federal Argentina y
práctico, procurando brindar un instrumento
trasladado a una comisaría hasta el día siguiente, a raíz de
la inadecuada y desmedida reacción del personal del ban- de consulta ágil que armonice la preocupación
…‹‡–ÀƤ…ƒ…‘Žƒ’”‘„Ž‡ž–‹…ƒ“—‡’Žƒ–‡ƒ†‹ƒ”‹ƒ‡–‡
co; y manifestó, asimismo, que la otra firma demandada
tenía su cuota de responsabilidad, que graduó en 30 %, por la actividad profesional, ante la reforma más importante
haber emitido una tarjeta con defectos de confección. del Derecho Privado argentino desde la sanción
†‡Ž׆‹‰‘‹˜‹Ž†‡±Ž‡œƒ”•Ƥ‡Ž†dzǤ
II. El fallo fue apelado por el demandante, por BBVA
Banco Francés S.A. y por Banelco S.A.
ȈȈȈ
El primero, al fundar su recurso a fs. 552/555 vta., con-
testado a fs. 699/702 vta., critica lo otorgado por daño mo-
ral, el rechazo de lo reclamado por daño punitivo y la tasa
de interés establecida. ĉĚĆėĉĔǤĴēĉĊğĎĊėėĆ
La apelación del segundo fue declarada desierta a fs. COLECCIÓN CÓDIGO CIVIL
710.
Y COMERCIAL DE LA NACIÓN
El último en su memorial de fs. 561/563, respondido Obligaciones dinerarias
a fs. 706/708, se queja por la responsabilidad que se le ISBN 978-987-3790-34-8
atribuyó, por la concesión y monto del rubro daño material 285 páginas
y por que se lo condenó a hacerse cargo del 30 % de los
honorarios y gastos producidos durante la sustanciación de
la causa penal.
III. Ante todo, destaco que el banco demandado ha con-
sentido la sentencia. De allí que sólo queda en pie la crí- ȈȈȈ
tica de Banelco S.A. contra el pronunciamiento que la ha
responsabilizado de los daños sufridos por quien fue dete-
nido por la policía a raíz de la utilización de una tarjeta de ĆđęĊė ǤėĎĊČĊė
débito que presentaba irregularidades. ĊėČĎĔǤĆėĔĈĊđđĎ
El art. 1º de la ley 24.240 vigente al tiempo del hecho, COLECCIÓN CÓDIGO CIVIL
disponía que se entendía por consumidor o usuario a toda Y COMERCIAL DE LA NACIÓN
persona física o jurídica que adquiere o utiliza bienes o Derecho del consumidor
servicios en forma gratuita u onerosa como destinatario ISBN 978-987-3790-26-3
final, en beneficio propio o de su grupo familiar o social. 133 páginas
Y esta es, precisamente, la condición del actor en rela-
ción con la adquisición y utilización de la tarjeta de débito.
A su vez el art. 2 de la citada ley prescribe que provee-
dor es la persona física o jurídica de naturaleza pública o
privada, que desarrolla de manera profesional, aun ocasio-
ȈȈȈ
nalmente, actividades de producción, montaje, creación,
construcción, transformación, importación, concesión de
marca, distribución y comercialización de bienes y servi-
cios, destinados a consumidores o usuarios. Todo provee-
dor está obligado al cumplimiento de la presente ley.
En esta categoría queda evidentemente comprendido COLECCIÓN CÓDIGO CIVIL
Y COMERCIAL DE LA NACIÓN
quien confecciona las aludidas tarjetas, como la que usaba
Restricciones
el demandante.
a la capacidad civil
Desde esta perspectiva, el art. 40 de la ley regla que si
ISBN 978-987-3790-25-6
el daño al consumidor resulta del vicio o riesgo de la cosa
o de la prestación del servicio, responderán el productor, 197 páginas
el fabricante, el importador, el distribuidor, el proveedor,
el vendedor y quien haya puesto su marca en la cosa o
servicio, quien sólo se liberará total o parcialmente si de-
muestra que la causa del daño le ha sido ajena.
Banelco S.A. insiste, aunque ya escuetamente, en que ȈȈȈ
carece de responsabilidad en el entuerto. Aduce que los
hechos que motivaron este pleito se debieron al accionar
negligente del personal del banco que convocó en la oca- ĆėĈĊđĔĉĚĆėĉĔėćĆēĊďĆ
sión a un agente de policía y que la tarjeta que utilizaba el COLECCIÓN CÓDIGO CIVIL
demandante era válida y original. Y COMERCIAL DE LA NACIÓN
Ahora bien, la responsabilidad del banco, reitero, ya no Propiedad horizontal
es materia de discusión. Lo que se controvierte es la que le ISBN 978-987-3790-28-7
corresponde a la entidad recurrente. 181 páginas
Bien recuerda el juez que el peritaje scopométrico agre-
gado en la causa penal determinó que la tarjeta en cuestión
había sido “objeto de una acción de raspado, más preci-
samente en los datos que refieren al número de la tarjeta,
el nombre y apellido del titular, en el sector debajo del
apellido y en el reverso en la zona destinada a la firma au-
torizada en la numeración” (fs. 80 vta.). Venta telefónica: (11) 4371-2004
Estas alteraciones (un número y un nombre distinto por Compra online: ventas@elderecho.com.ar
debajo de los correspondientes al titular), por otra parte, se www.elderecho.com.ar
advertían a simple vista si se observaban atentamente. Ello
 6 Buenos Aires, lunes 5 de septiembre de 2016
surge de las fotografías que acompañan el aludido peritaje
y de la actuación llevada a cabo por el agente de policía
que intervino en el hecho, que así lo hizo constar (fs. 1).
Además, ello no es contradicho por la sociedad apelante.
Sólo afirma que los defectos encontrados podían de-
berse a muchos factores “como ser el constante uso de la
misma, el guardarla en lugar que la exponía a sufrir dichas
alteraciones, etc.”, pero ha omitido toda prueba al respecto
(art. 377 del Código Procesal).
Por el contrario está demostrado que ella era quien pro-
porcionaba tales tarjetas, ya que así se hizo constar en el
contrato suscripto con la entidad financiera agregado al
contestar la citación (fs. 172 vta.). Y así lo reconoció el
testigo por ella propuesto, que trabajaba allí desde hacía
más de veinticinco años, al responder a la pregunta sobre
quién realizaba la impresión del plástico, diciendo que era
Banelco.
Es más, el licenciado en seguridad de la Unidad de
Análisis de Fraudes de la propia Visa Argentina, vinculada
con la recurrente (fs. 628), que declaró a fs. 87 del expe-
diente sobre estafa, atribuyó las irregularidades a “un error
en la impresión de la tarjeta, en el embozado y/o alguna
otra maniobra”. Y la sentencia dictada en esa causa con-
cluyó que había habido un error en la impresión (fs. 105).
Tampoco desmiente la quejosa la afirmación del pro-
nunciamiento sobre la que sustenta su responsabilidad en
cuanto a que, más allá del funcionamiento de la banda
magnética, “las irregularidades en cuestión eran aptas para
generar dudas en torno a su autenticidad” (arts. 265 y 266
del Código Procesal).
Está claro que la utilización por parte del actor usua-
rio de la tarjeta –elaborada por la citada condenada– “en
condiciones previsibles o normales de uso” no debía haber
presentado peligro alguno de sufrir daños (arg. art. 5 de la
ley 24.240).
La construcción jurídica que emerge de los arts. 901
y ss. del Código Civil (ver arts. 1726 y 1736 del Código
Civil y Comercial de la Nación), permite establecer que
para determinar la causa de un daño, es necesario formular
un juicio de probabilidad, o sea considerar si tal acción u
omisión del presunto responsable era idónea para producir
regular o normalmente un cierto resultado. Ese juicio de
probabilidad que deberá hacerlo el juez, lo será en función
de lo que un hombre de mentalidad normal, juzgada ella
en abstracto, hubiese podido prever como resultado de su
acto (cf. Bustamante Alsina, Jorge, “La relación de causa-
lidad y la antijuridicidad en la responsabilidad extracon-
tractual”, La Ley 1996-D, 23).
Es así que, para determinar la causa de un daño, se debe
hacer ex post facto un juicio de adecuación o cálculo de
probabilidad a la luz de los hechos de la causa, habrá que
preguntarse si la acción u omisión del presunto agente –en
abstracto y prescindiendo de sus condiciones particula-
res–, era por sí misma apta para ocasionar el daño según el
curso ordinario de las cosas. Si se contesta afirmativamen-
te de acuerdo con la experiencia diaria de la vida, se decla-
rará que la acción u omisión era adecuada para producir
el daño, el que será entonces imputable objetivamente al
agente. Si se contesta que no, faltará relación causal, aun-
que considerando el caso en concreto tenga que admitirse
que dicha conducta fue también una conditio sine qua non
del daño, pues de haber faltado este último no se habría
producido o al menos no en esa manera (cf. López Mesa,
Marcelo J., El mito de la causalidad adecuada, La Ley
2008-B, 861).
Si un observador neutral hubiera visualizado al actor
entregando al cajero del banco una tarjeta de débito con
una adulteración viable a los ojos de un cajero de ban-
co (sin perjuicio de que funcionase su banda magnéti-
ca), tal observador consideraría que su portador se estaría
exponiendo a sufrir inconvenientes relacionados con la
investigación de un delito, desde que era la consecuencia
esperable según el orden natural y ordinario de las co-
sas, más allá de que su extensión haya estado vinculada
con la conducta asumida por los empleados de la enti-
dad financiera que la sentencia califica como inadecuada
y desmedida. Y esta, es la idea de causalidad adecuada
–que entraña la noción de previsibilidad– consagrada en
nuestro derecho.
Estas consideraciones, a mi juicio, bastan para propo-
ner la confirmación de la responsabilidad asignada.
IV.a. En lo atinente a la reparación del daño moral –pre-
vista en los aplicables arts. 522 y 1078 del Código Civil y
en el art. 1741 del Código Civil y Comercial de la Nación–
sabido es que está dirigida a compensar los padecimientos,
molestias e inseguridades, únicamente desde el plano espi-
ritual, para mostrar en qué medida ha quedado afectada la
personalidad y el sentimiento de autovaloración.
El detrimento de índole espiritual debe tenerse por con-
figurado por la sola producción del episodio dañoso, ya
que se presume –por la índole de la agresión padecida– la
inevitable lesión de los sentimientos de la demandante y,
aun cuando el dolor no puede medirse o tasarse, ello no
impide justipreciar la satisfacción que procede para re-
sarcir –dentro de lo humanamente posible– las angustias,
inquietudes, miedos, padecimientos y tristeza propios de
la situación vivida por el actor, teniendo en cuenta la índo-
le del hecho generador de la responsabilidad y la entidad
del sufrimiento causado, que no tiene necesariamente que
guardar relación con el daño material, pues no se trata de
un daño accesorio a éste (cf. Fallos: 334:1821; 332:2159;
330:563, entre otros).
Por todo lo dicho, habida cuenta de las condiciones per-
sonales del reclamante, de 46 años a la fecha del hecho,
estudios primarios completos, empleado (operario en Jum-
bo Retail Arg. S.A.), con cuatro hijos (la menor con dis-
capacidad), domiciliado en la localidad de Longchamps,
partido de Almirante Brown, provincia de Buenos Aires
(fs. 19/21, 47/50, 51, y 70/72 del incidente de beneficio
de litigar sin gastos; fs. 1 y 10 de la causa penal y fs. 78
y 448 de estas actuaciones), postulo confirmar el importe
establecido.
b. La recurrente condenada se agravia por el pago de
los honorarios de los letrados que defendieron al deman-
dante en el proceso penal con el que se le hace cargar en la
proporción que se le ha asignado.
Entiendo que su queja no puede ser admitida desde que,
sin objetar el monto de los emolumentos, se limita a reite-
rar que no ha sido responsable de los perjuicios sufridos
por el actor, cuestión que he tratado precedentemente.
Por lo demás, la relación causal entre el accionar de la
quejosa y la promoción del proceso por estafa surge con
evidencia de lo anteriormente expresado.
c. Por el contrario, estimo que ha de admitirse la crítica
atinente a la reparación por el pago que el demandante
habría efectuado por la compra de un automóvil que se
habría frustrado debido al incidente.
El actor no ha acompañado elemento alguno que permi-
ta justificar que el eventual enajenante del rodado retuvie-
se dinero cuya entrega respondía a un negocio que no se
concretó (art. 377 del Código Procesal). De allí que tal de-
trimento no parece tener causalidad adecuada con el hecho
ventilado en este proceso (art. 901 y ss. citados).
V. El art. 52 bis de la ley 24.240, incorporado por la
ley 26.361, prescribe que al proveedor que no cumpla sus
obligaciones legales o contractuales con el consumidor, a
instancia del damnificado, el juez podrá aplicar una multa
civil a favor del consumidor, la que se graduará en función
de la gravedad del hecho y demás circunstancias del caso,
independientemente de otras indemnizaciones que corres-
pondan.
Esta sala ha expresado en L. Expte. 93206/10 del
15/7/15 que los daños punitivos sólo proceden en su-
puestos de particular gravedad, calificados por el dolo o
la culpa grave del sancionado o por la obtención de en-
riquecimientos indebidos derivados del ilícito o, en casos
excepcionales, por un abuso de posición de poder, particu-
larmente cuando ella evidencia menosprecio grave por de-
rechos individuales o de incidencia colectiva (cf. Stiglitz y
Pizarro, “Reformas a la ley de defensa del consumidor”,
La Ley t. 2009-B, p. 949).
Y ha dicho en Expte. 90.103/11, del 7/9/15 y en Expte.
112001/11, del 1/9/15 que siempre se requerirá una con-
ducta gravemente dolosa, una actitud absolutamente des-
aprensiva hacia los derechos del consumidor que amerite
la imposición de una sanción, la que a su vez jugará un
papel ejemplificador. Por su propia naturaleza los daños
punitivos no buscan reparar el perjuicio causado al con-
sumidor, sino imponer una sanción ejemplar al autor de la
conducta antijurídica, sanción que, para algunos, tiene el
carácter de una multa civil, y para otros, de una típica san-
ción propia del Derecho Penal. De lo que no cabe duda es
que no tiene naturaleza resarcitoria (cf. Vázquez Ferreyra,
“La naturaleza de los daños punitivos”, en Revista de De-
recho de Daños 2011-2 Daño Punitivo, Editorial Rubinzal-
Culzoni, Santa Fe, 2011, 1ª ed., ps. 103/4).
En similar sentido se han expedido otras salas del tribu-
nal (C.N.Civ., sala E, “Casanova c/ Fundación Universidad
de la Marina Mercante”, del 26/10/12, en La Ley online
AR/JUR/57152/2012 y “Palavidini c/ Coviares S.A.”, del
15/11/12, en La Ley online AR/JUR/63132/2012; ídem,
sala L, “Soto c/ Confira S.A.”, del 15/11/12, en La Ley
online AR/JUR/69382/2012; íd., sala K, Expte. 92.343/10,
del 22/8/14; íd., sala B, “B., M. S. c/ S., N. J.”, del 7/2/14,
en La Ley online AR/JUR/407/2014; íd., sala H, “San Mi-
guel c/ Telecentro S.A.”, del 10/12/12, RCyS, 2013-VI,
148).
A la luz de lo expuesto no encuentro demostrada la
existencia del factor de atribución calificado que reclama
la aplicación de este instituto, ya que no se ha probado un
menosprecio grave por derechos individuales o de inciden-
cia colectiva como el que ha llevado a esta sala a impo-
nerlo en L.606.288, del 25/9/12 y en L.CIV/99.192/2011/
CA1, del 27/4/15, donde se advertía una conducta total-
mente desaprensiva frente a la probabilidad de generar un
daño en desmedro del derecho a la integridad física.
VI. En lo que atañe a la tasa de interés, habida cuenta
de lo expresado por esta sala en L. 170.074, del 21/6/95,
con voto preopinante del Dr. Bellucci, y lo sostenido por
la Dra. Areán y quien habla en nuestro voto en el fallo
plenario “Samudio de Martínez, Ladislaa c/ Transportes
Doscientos Setenta S.A. s/ daños y perjuicios”, en cuanto
a que la salvedad prevista en la respuesta al cuarto interro-
gante del mentado acuerdo resulta aplicable si el monto
de la sentencia se determina a valores al tiempo de su dic-
tado de manera tal que, en el período transcurrido desde la
mora hasta ese momento, se produjese una superposición
con el componente de la tasa que contempla la pérdida del
valor adquisitivo (cf. C.N.Civ., L. 586.329, del 24/2/12;
L. 590.084, del 19/3/12 y L. 615.372, del 27/5/13, entre
muchos otros), propongo confirmar la tasa de interés del
8 % anual fijada desde la fecha del hecho y la activa esta-
blecida a partir del pronunciamiento.
La decisión que propicio no se contrapone con la que
surge de aplicar la normativa del Código Civil y Comercial
de la Nación (art. 768), que si bien no contempla en su le-
tra la facultad judicial de fijar intereses, ha de ser integrada
con los arts. 768 y 1478 (cf. art. 2 del mismo cuerpo legal)
y con el deber de los jueces de resolver –con razonable
fundamento– los asuntos que les sean sometidos a su juris-
dicción (art. 3 del nuevo código de fondo y art. 163, inc. 6,
del Código Procesal), conforme con la idea de contar con
“mayor flexibilidad a fin de adoptar la solución más justa
para el caso” (cf. Fundamentos del Anteproyecto) (cf. esta
Sala Civ/11.380/2011/CA1 del 18/8/15, Civ.88.413/2010
del 2/11/15 y Civ 28.522/2009/CA1 del 30/12/15).
VII. En mérito de lo expuesto, después de examinar los
argumentos y pruebas conducentes, propongo al acuerdo
revocar parcialmente el pronunciamiento recurrido para
dejar sin efecto, de la partida denominada daño material,
el pago de $14.000 en concepto de pago de parte de la
compraventa de un automóvil y confirmarlo en lo demás
que decide y fue materia de agravios no atendidos, con
costas de alzada a la demandada sustancialmente vencida
(art. 68 del Código Procesal).
El doctor Bellucci votó en igual sentido por análogas
razones a las expresadas en el voto del doctor Carranza
Casares.
Y Vistos:
Por lo que resulta de la votación de que instruye el
acuerdo que antecede, se resuelve: I. Revocar parcialmen-
te el pronunciamiento recurrido para dejar sin efecto, de la
partida denominada daño material, el pago de $14.000 en
concepto de pago de parte de la compraventa de un auto-
móvil y confirmarlo en lo demás que decide y fue materia
de agravios no atendidos, con costas de alzada a la deman-
dada. II. Devueltas que sean las actuaciones se proveerá
lo pertinente a fin de lograr el ingreso de la tasa judicial
(art. 13 y conc. de la ley 23.898). III. Los honorarios se
fijarán una vez establecidos los de la instancia anterior.
Se deja constancia que la publicación de esta sentencia se
encuentra sujeta a lo establecido por el art. 164 segundo
párrafo del Código Procesal. Regístrese, notifíquese a los
domicilios electrónicos denunciados, conforme lo dispo-
ne la ley 26.685 y acordadas 31/11 y 38/13 de la CSJN
y devuélvase. La vocalía nº 20 no interviene por hallarse
vacante (art. 109 RJN). – Carlos A. Carranza Casares. –
Carlos A. Bellucci.

Cheque:
Ejecución: juicio ordinario posterior; relación
causal; prueba; carga; contrato de mutuo; in
vocación; insuficiencia; fecha cierta; ausencia.
ĚċċĆēęĎ
1 – Las defensas invocables en el juicio ejecutivo no pueden re-
lacionarse con la causa ni con la legitimidad de la obligación
que pudo originar el título ejecutado (art. 544, inc. 4º, cód.
procesal), mientras que en el juicio ordinario posterior se
puede debatir toda cuestión que refiera a la causa de la obli-
gación; por lo tanto, la circunstancia de que, por el motivo
que fuere, no se haya juzgado en el juicio ejecutivo lo relativo
a la causa de origen de los cheques es lo que conforma, pre-
cisamente, el prius habilitante del debate sobre su existencia
y legitimidad en el juicio ordinario posterior.
2 – Puesto que el actor produjo los medios probatorios que se
hallaban a su alcance para demostrar la inexistencia de una
relación causal que diera origen a la emisión –es decir, su en-
trega e ingreso en circulación– de los cheques, objeto directo
del juicio ejecutivo e indirecto del presente juicio ordinario
posterior previsto en el art. 553 del cód. procesal, mientras
que el demandado incumplió con la carga de demostrar la re-
lación causal en cuya virtud aparece como beneficiario y por-
tador de los títulos en cuestión, cabe concluir que el reclamo
del accionante referido al reintegro de las sumas de dinero que
abonó en el mencionado proceso ejecutivo debe ser admitido.
3 – La pretensión del demandado de probar la causa de la ad-
quisición de los cheques, objeto directo del juicio ejecutivo
e indirecto del presente juicio ordinario posterior previsto
en el Código Procesal, invocando un contrato de mutuo en
virtud del cual el mutuario le habría entregado los títulos, es
inadmisible, pues este medio probatorio resulta insuficien-
te para tener oponibilidad frente a terceros –en el caso, el
aquí actor– por carecer de fecha cierta (art. 1195, cód. civil,
regla reiterada en el art. 1021, cód. civil y comercial de la
Nación). Máxime que no se advierten otros elementos –trata-
tivas previas, vínculo preexistente entre las partes, origen de
los fondos, etc.– que generen un mínimo indicio que permita
formar alguna convicción sobre la veracidad de la operación
de préstamo.
4 – En tanto que el demandado no ha probado la existencia y
legitimidad de la operación que pretendió conformar la cau-
sa de adquisición de los cheques, objeto directo del juicio
ejecutivo e indirecto del presente juicio ordinario posterior
previsto en el art. 553 del cód. procesal, cabe concluir que no
puede predicarse la concurrencia de buena fe del demanda-
do, beneficiario y portador de tales títulos. En consecuencia,
y sin perjuicio de que esta solución no excluye las acciones a
las que el accionado se considere con derecho a ejercer con-
tra quien, según su versión, le habría transmitido los cheques
que ejecutó, debe acogerse el recurso del demandante y hacer
lugar al reintegro de las sumas de dinero que abonó en el
mencionado proceso ejecutivo. R.C.
59.231 – CNCom., sala E, julio 14-2016. – R., J. L. c. S., A. J. s/ordi-
nario.
En Buenos Aires, a los 14 días del mes de julio de dos
mil dieciséis reunidos los Señores Jueces de Cámara en la
Sala de Acuerdos, fueron traídos para conocer los autos
seguidos por: “R. J. L. c/ S. A. J. s/Ordinario”, en los que
según el sorteo practicado votan sucesivamente los jueces
Miguel F. Bargalló, Hernán Monclá y Ángel O. Sala. El
Sr. Juez de Cámara Dr. Hernán Monclá no interviene por
encontrarse en uso de licencia (art. 109, RJN).
Estudiados los autos, la Cámara plantea la siguiente
cuestión a resolver:
¿Es arreglada a derecho la sentencia apelada de fs.
637/49?
El Juez Miguel F. Bargalló dice:

IB
QFUJDJP
I. La sentencia de fs. 637/49 rechazó la demanda enta-
blada por J. L. R. (R.) contra A. S. (S.), aplicando al actor

4FDSFUBSÓB
/SP


TJUP
dos hagan saber a este Juzgado las
las costas del juicio.
II. El presente es el juicio ordinario posterior previsto

sec.
en el CPr., 553, persiguiéndose aquí el reintegro de la su-

DPO
*

7


Interior: Bahía Blanca: Notas Jurídicas: Tel. (0291) 4527524 / La Plata: Eliana Roca Tel. (011) 1522570080 / Mar del Plata: Jorge Rabini Tel./Fax (0223) 4893109 / Córdoba: Alveroni Libros Jurídicos (0351) 4217842
Mendoza, San Juan, San Luis: José Graffigna Tel. (0261) 1534849616 / S. S. Jujuy: Librería Universitaria Tel./Fax (0388) 4237963 / San Miguel de Tucumán: Bibliotex Tel. (0381) 4217089
Noreste: Jorge Thea Tel. (011) 1564660335 / Patagonia: Nelson Ramírez Tel. (011) 1564629553
Buenos Aires, lunes 5 de septiembre de 2016
ma de pesos cuarenta y cuatro mil novecientos veintiuno
con quince centavos ($44.921,15), que el actor tuvo que
pagar en el juicio ejecutivo que el aquí demandado le si-
guiera en el Juzgado del fuero Nº 3 (Secretaría Nº 5), pro-
veniente del Juzgado Nº 11 (Secretaría Nº 21) cumpliendo
así con la sentencia allí dictada.
III. La desestimación de la acción se sustentó en que
frente a la invocación del actor de que los cheques “… que
fueron extraviados y/o sustraídos y su circulación cam-
biaria, fue resultado de un accionar impropio e ilegítimo
de sus detentadores…”, no se arrimaron pruebas que per-
mitan suponer mala fe en la adquisición de los títulos por
parte de S. o que éste hubiera incurrido en culpa grave al
adquirirlos. Por el contrario, se sostuvo, el portador de los
títulos efectuó un relato plausible de las razones que moti-
varon la recepción de los cheques, habiéndose demostrado
con el contrato de préstamo agregado a fs. 110/2 que los
recibió de N. F., quien contractualmente se había relacio-
nado con R.
IV. Contra dicho pronunciamiento apeló el actor, obran-
do su expresión de agravios a fs. 672/6, que no mereciera
contestación.
El recurso del accionante concitó los siguientes argu-
mentos: i) como fue demostrado en la causa penal que los
cheques fueron sustraídos o extraviados y no entregados
regular y voluntariamente al tomador, no hubo emisión
de los mismos; ii) a consecuencia de lo anterior, el de-
mandado no es poseedor de los títulos adquiridos a non
domino; iii) fue S. quien los convirtió en nominativos; iv)
el documento que instrumenta el contrato de préstamo,
por su informalidad, es ineficaz para justificar lo que ins-
trumenta, e inoponible a su parte; v) por aplicación de lo
establecido por el CPr., 377, fue erróneo sostener que era
el actor quien debía probar la falta o insuficiencia de la
causa que invocara el demandado; vi) en su condición de
tomador originario ha sido el accionado quien debió justi-
ficar la causa que lo unió con el librador de los cheques, lo
cual no hizo.
V. La controversia debe examinarse teniéndose en con-
sideración que este juicio de conocimiento posterior exhi-
be una doble continencia fáctica. Por una parte, la prueba
de los invocados “extravío y/o sustracción” de los doce
cheques en que se sustentó la acción en el juicio “S., A. J.
c/ R., J. L. s/ Ejecutivo” (Expte. nº 61.773/98), tramitado
en el Juzgado del fuero Nº 3 (Secretaría Nº 5), que se halla
en esta Sala como prueba y, por otra, la inexistencia de
causa en la emisión de los cheques.
A. En lo que concierne al extravío y/o hurto de los títulos
en cuestión cabe expresar que el actor formuló oportuna-
mente denuncia en la Cámara Nacional de Apelación en lo
Criminal y Correccional de la Capital Federal, interviniendo
el Juzgado Nº 14 (Secretaría Nº 143) (causa nº 28.567/98,
que tengo a la vista).
A ello cabe agregar que el afectado por el extravío no se
hallaba obligado a proceder a la cancelación de los títulos,
en tanto instituto previsto para el extravío o destrucción de
letras de cambio o pagarés (decreto ley 5965/63, 89) (Gi-
raldi, Pedro Mario, “Cuenta corriente bancaria y cheque”,
ed. Astrea, 1979, pág. 276, parág. 99). Mientras que en los
supuestos de fórmulas de cheque sin utilizar, de cheques
creados pero no emitidos o de la fórmula especial para
solicitar aquéllas, el mecanismo específico y suficiente es
el previsto en la ley 24.452: 5. Por lo demás, la existencia
de los hechos en que se fundó la querella en sede penal no
han podido probarse pero tampoco fueron desacreditados,
habiéndose dispuesto el archivo de la causa por no haberse
logrado la localización de N. F. (causa penal, fs. 101/3),
situación que no se modificó luego de que F. fuera habido
y prestara declaración testimonial (misma causa, fs. 165).
En definitiva, R. actuó cumpliendo los requisitos exigi-
bles de frente a una situación de extravío y/o hurto como
la denunciada, aunque no lograra probar la concreta exis-
tencia de un delito.
B. En lo que atañe al segundo aspecto, es decir la de-
mostración de la inexistencia de la causa de emisión de
los cheques, cabe primeramente referir que las defensas
invocables en el juicio ejecutivo no pueden relacionarse
con la causa ni con la legitimidad de la obligación que pu-
7
FONDO EDITORIAL
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OBLIGACIONES
Sobre los derechos
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ISBN 978-987-3790-3-4
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do originar el título (CPr., 544, 4); mientras que en el jui-
cio ordinario posterior pueden plantearse con amplitud las
cuestiones que por cualquier motivo no fueron planteadas
en el ejecutivo, esto es, justamente, se puede debatir toda
cuestión que refiera a la causa de la obligación (Highton,
Elena I. y Areán, Beatriz A. “Código Procesal Civil y Co-
mercial de la Nación” ed. Hammurabi, 2008, T. 9, pág.
326 y T. 10, págs. 725/7).
Entonces, la circunstancia de que, por el motivo que
fuere, no se haya juzgado en el juicio ejecutivo lo relativo
a la causa de origen de los cheques (ver sentencia de fs.
109/11), es lo que conforma, precisamente, el prius habi-
litante del debate sobre su existencia y legitimidad en el
juicio ordinario posterior (Palacio, Lino Enrique, “Dere-
cho Procesal Civil”, ed. Abeledo-Perrot, Bs. As., 1982, T.
VII, pág. 787).
Cabe asimismo tener en consideración que los títulos
de crédito gozan de la presunción de causa a que alude el
CCiv., 499 –hoy CCCN, 726–.
Precisado ello, es claro que al aquí demandante le com-
petía la carga de la prueba del hecho invocado en sustento
de su pretensión de reintegro de lo pagado en el juicio
ejecutivo; es decir, la justificación de la inexistencia de la
causa del libramiento de los cheques (CPr., 377); y a ese
efecto se efectuó un importante despliegue probatorio que,
por cierto, se aprecia eficaz.
El demandante, a partir de ciertas circunstancias que re-
sultan de la causa penal, en especial lo emergente de la de-
claración de N. F., en cuya virtud diversos cheques habrían
sido recibidos de R. a los efectos de abonar en su totalidad
una embarcación cuya construcción le encomendara (de-
claración de fs. 125 de la causa penal, ya citada), el actor
expuso que: i) tuvo un vínculo comercial con N. F. y A. G.
F. –“Astilleros F.”– a quien le encomendó la construcción
de un velero; ii) que el precio total y definitivo de $64.725,
fue íntegramente abonado al constructor; iii) conforme a
ello no quedó ninguna deuda pendiente que se intentara
cancelar con los cheques en cuestión.
El actor produjo, como ya expuse, prueba suficiente a
efectos de justificar los hechos que invocó, conforme a lo
que sigue:
a) Probó la celebración del contrato para la construc-
ción de la embarcación que encomendó a los nombrados
F., conforme lo que resulta de la documentación de fs. 50,
51 y 52.
b) El costo de la obra que alcanzaba la suma de $64.725
también resulta de los citados documentos, en especial del
Agregado II (fs. 52).
EDICTOS
CIUDADANÍA %/*
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El Juzgado Nacional de Primera Ins nado la concesión de la ciudadanía
argentina, a fin de que los interesa
tancia en lo Civil y Comercial Fede
SBM
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circunstancias que pudiesen obstar
en Libertad 731, 7° piso de Capi
a dicho pedido. Buenos Aires, 23 de
tal Federal, hace saber que DIEGO
junio de 2016. José Luis Cassinerio,
ARMANDO MOREJON VILLARTE,
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D i a r i o d e J u r i s p r u d e n c i a
c) El pago íntegro de dicha suma, que era el total es-
tipulado, se reitera, emerge de los 17 recibos extendidos
por los señores F. que obran a fs. 13 (copia del expediente,
pues el original está sin foliar), 57, 58, 59, 60, 61, 62, 63,
64, 65, 66, 67, 68, 69, 70, 71 y 72.
d) La autenticidad de las firmas de esos recibos como
pertenecientes a N. y A. F. se acredita con la prueba pe-
ricial caligráfica producida en el juicio “R., J. L. c/ S., J.
L. s/ Ordinario”, tramitado en el Juzgado en lo Comercial
Nº 14 (Secretaría Nº 27), que en fotocopia se reservara en
Secretaría del Juzgado, y que fueron remitidos a esta Sala
(ver fs. 684).
Dicha prueba obra a fs. 545/59 y su ampliación a fs.
571/4 de dicho expediente; destacándose, en particular,
que la propia demandada de este juicio ha sido quien agre-
gó fotocopias de ese dictamen pericial, como resulta de la
presentación de fs. 307 y documentación de fs. 280/306.
e) Aunque lo anterior es suficiente para tener por jus-
tificados los pagos, lo cual fuera omitido considerar en la
sentencia apelada, no puede pasarse por alto que todas las
transferencias y modos de pago –v. gr. entrega de motor–
efectuadas por el demandante permiten advertir una casi
perfecta correlación con el contenido de los recibos. La
descripción efectuada en su alegato (fs. 611/8) e invocada
en su expresión de agravios (fs. 675), es categórica en ese
sentido. No obsta al efecto probatorio de tales recibos el
hecho de que R., no obstante el esfuerzo desplegado para
probar la autenticidad de las transferencias, que fueran la
causa de emisión de esos recibos, no obtuviera informa-
ción de los bancos del exterior y, en su caso, de la partici-
pación de los bancos locales que las recepcionaran, pues
ello obedeció a imponderables que le resultaron ajenos, v.
gr. por razones de secreto bancario previsto legalmente; no
tratarse de una causa penal o por situación de quiebra de
la entidad bancaria (ver fs. 528 vta., 206, 627, 632/3 y 273
del expediente tramitado en el Juzgado Nº 14).
f) Por otra parte, las fotocopias de los cheques, que
obran reservados en el sobre nº 87.032 del juicio ejecuti-
vo, muestran que ni los señores F. ni “Astilleros F.” apa-
recen como beneficiarios de los títulos, ni que alguno de
ellos los hubiera endosado. Asimismo, cabe resaltar que,
en línea con lo anterior, tampoco aparecen tales cheques
mencionados en los recibos de pago. Por el contrario, las
sumas de los cheques y de los recibos en cuestión son di-
ferentes; esto es, no guardan ninguna relación.
En tal situación, he formado categórica convicción so-
bre la efectiva existencia de esos pagos.
g) La embarcación fue oportunamente entregada a R.
(remito, fs. 53), lo que conforma un indicio relevante so-
bre que la prestación a su cargo se había íntegramente sa-
tisfecho.
h) La declaración rendida en la causa penal por N. F.,
se aprecia por cierto insuficiente y no aporta nada para
dilucidar lo aquí examinado en tanto alude, principal-
mente, a su relación con otra cliente y allí no se identi-
ficaron los cheques supuestamente recibidos y entrega-
dos por R., ni tampoco nada se menciona respecto de los
cheques que habrían sido objeto del supuesto contrato de
mutuo que se habría celebrado con el antes ejecutante y
aquí demandado, no obstante que la declaración es de
fecha posterior a la que consta en el ejemplar del contrato
de mutuo.
En razón de todo ello, no cabe sino concluir que no
existía relación jurídica vigente ni prestación pendiente
que justificara la entrega de los cheques, objeto directo del
juicio ejecutivo e indirecto del presente, a la constructora
de la embarcación.
C. En definitiva, el actor produjo los medios probato-
rios que se hallaban a su alcance para demostrar la inexis-
tencia de una relación causal que diera origen a la emisión
–es decir, su entrega e ingreso en circulación– de los docu-
mentos que fueran ejecutados.
A partir de ello, deviene impensable que le hubiese co-
rrespondido a R. probar la relación causal en cuya virtud
S. aparece como beneficiario y portador de los cheques
en cuestión o la demostración de la inexistencia o ilegiti-
Buenos Aires, lunes 5 de septiembre de 2016 Nº 14.032 AÑO LIV
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midad de la relación causal que este último invocó. Por el
contrario, esas pruebas le correspondían al aquí demanda-
COLUMNA LEGISLATIVA
do y la producida a ese efecto ha resultado ineficaz. Legislación Nacional
D. Cobra en esto relevancia lo argumentado por el de-
mandado sobre la invocada causa de adquisición de los Resolución 164 de agosto 26 de 2016 (MEyM) - Ad-
títulos y la prueba ofrecida y producida a ese fin; cupiendo ministración Pública. Organismos Administrati-
al respecto recordar que, según la moderna doctrina pro- vos. Recursos Naturales. Consejo Consultivo de
cesal, en materia probatoria no existen reglas absolutas Políticas Energéticas. Objetivo principal. Desa-
ni inamoviblemente rígidas y que el principio de la carga rrollo de políticas energéticas de mediano y largo
probatoria dinámica impone la prueba a la parte que se plazo. Creación (B.O. 29-8-16).
encuentra en mejores condiciones para producirla, pues Próximamente en nuestros boletines EDLA.
ambos litigantes están obligados a colaborar en el escla-
recimiento de la verdad jurídica objetiva (CNCom., esta
VIII. Por todo lo expuesto propongo al Acuerdo: i) ad-
Sala, “Biggest Bank S.A. c/ López Bellizzi, Mario Fernan-
mitir el recurso interpuesto por J. L. R. contra A. J. S.,
do”, del 18-08-10; entre otros).
con el efecto de revocar la sentencia de fs. 637/49, conde-
Pues bien, el demandado invocó como causa de adqui-
nando a este último a pagar al actor, dentro del plazo de
sición de los títulos que ejecutó, la celebración con N. F.
diez días de quedar firme la presente el importe de pesos
de un contrato de mutuo de resultas del cual el mutuario F.
cuarenta y cinco mil doscientos diecinueve con seis centa-
le habría entregado los cheques. El ejemplar del contrato
vos ($45.219,06), más los intereses previstos en el consi-
se incorporó a fs. 110/2 y la autenticidad de la firma de F.,
derando VI; ii) imponer las costas de ambas instancias al
se probó con la pericial caligráfica antes mencionada. Sin
demandado.
embargo, este medio probatorio resulta insuficiente para
Así voto.
conferirle oponibilidad frente a terceros –en el caso R.–
por carecer de fecha cierta (CCiv., 1195, regla reiterada en El Señor Juez de Cámara, Ángel O. Sala dice: Compar-
el CCCN, 1021). to los fundamentos vertidos por el Señor Juez preopinante
La doctrina ha expresado que para que el contrato sea por lo que adhiero a la solución por él propiciada. Voto, en
oponible a terceros, es preciso que concurra algún requi- consecuencia, en igual sentido.
sito adicional, como lo es la adquisición de la fecha cierta Y Vistos:
como emerge de la doctrina del CCiv., 1034/5 (López de Por los fundamentos del acuerdo precedente, se resuel-
Zavalía, Fernando J., “Teoría de los contratos”, Parte Ge- ve: i) admitir el recurso interpuesto por J. L. R. contra A.
neral; ed. Víctor P. de Zavalía, 1975, pág. 293, parág. V). J. S., con el efecto de revocar la sentencia de fs. 637/49,
Por lo demás, no se advierten otros elementos siquiera condenando a este último a pagar al actor, dentro del pla-
indiciarios de la realidad de la operación de préstamo: v. zo de diez días de quedar firme la presente el importe de
gr. tratativas previas, vínculo preexistente entre las partes, pesos cuarenta y cinco mil doscientos diecinueve con seis
origen de los fondos objeto del contrato, entrega efectiva centavos ($45.219,06), más los intereses previstos en el
del dinero (CCiv. 2242, vigente al tiempo de la invocada considerando VI; ii) imponer las costas de ambas instan-
celebración del contrato), su aplicación ulterior, o cual- cias al demandado.
quier otra circunstancia que genere un mínimo indicio que Notifíquese a las partes al domicilio electrónico o, en su
permita formar alguna convicción sobre la veracidad de la caso, en los términos del CPr. 133 y la Acordada C.S.J.N.
operación). 3/2015, pto. 10. Comuníquese (cfr. Acordada C.S.J.N. Nº
Como a ello se aduna el hecho de que ni los señores F. 15/13). – Miguel F. Bargalló. – Ángel O. Sala (Sec.: Fran-
ni la sociedad de hecho que ellos integran figuran como cisco J. Troiani).
beneficiarios de los títulos y tampoco se aprecian endosos
que puedan atribuirse a ellos, no cabe sino concluir que
el demandado no ha probado la existencia y legitimidad
de la operación que pretendió conformar la causa de ad-
quisición de los cheques; siguiéndose de ello, no poder
predicarse la concurrencia de buena fe, que en relevante
medida fue sustento de la decisión adoptada en primera
instancia, como, asimismo, ello puede sostener la adqui-
sición de los cheques a non domino como se juzgara en
tal fallo.
En consecuencia, y sin perjuicio de destacar que esta
solución no excluye las acciones a que el aquí demandado
se considere con derecho a ejercer contra quien, según su
versión, le habría transmitido los cheques que ejecutó, de-
be acogerse el recurso del demandante.
VI. Será admitido el reclamo del actor referido al rein-
tegro de las sumas de dinero que su parte abonó en el
proceso ejecutivo incluyendo capital, intereses, gastos y
honorarios, conforme descripción contenida en la deman-
da (fs. 74/82) y su ampliación (fs. 86).
Sobre el monto total de la condena, deberá computarse
los intereses que fueron reclamados por R., a partir de
las fechas de los respectivos pagos del 02-02-99 (fecha
del depósito judicial inicial de U$S23.350) y 23-03-2001
(fecha del depósito judicial complementario por la suma
de $1389,83). De acuerdo con la doctrina plenaria sentada
en el fallo “S.A. La Razón s/ quiebra s/ incidente de pago
de los honorarios de los profesionales”, del 27-10-94, se
aplicará la tasa que cobra el Banco de la Nación Argentina
en sus operaciones de descuento a treinta días.
VII. En virtud de la solución que se propicia, las cos-
tas de ambas instancias serán soportadas por el accionado
vencido (CPr., 279 y 68).