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v=Hf3UDfp-qUs
Trastorno de Déficit
Atencional/Hiperactividad
(TDAH)
Vanetza Quezada Scholz
¿Qué es el TDAH?

Ø El TDAH es definido como un trastorno del neurodesarrollo que surge en la


infancia, y puede continuar e la vida adulta, teniendo como característica
fundamental un patrón persistente de desatención y/o hiperactividad e
impulsividad presentes en al menos dos contextos. De acuerdo al predominio
de síntomas que estén presentes, el Trastorno por déficit de atención con
hiperactividad (TDAH) se clasifica en tres subtipos: con predominio de déficit de
atención, con predominio hiperactivo/impulsivo y subtipo combinado.

Ø Puede estar acompañado de trastornos internalizantes (ansiedad, tristeza), así


como también de agresión, oposicionismo y dificultades en el aprendizaje.

Ø Cuando se utiliza el mismo criterio para el diagnóstico, entre un 4 y 7 % de


niños en diferentes países presenta TDAH (Resnick, 2009).
¿Cuál es el rol del entorno en la causa del TDAH?

“El TDAH no es causado por una


parentalidad deficiente o por profesores
malos. El ambiente puede empeorar o
mejorar el TDAH… pero no es la causa”
Prevalencia

š El Plan nacional de Salud Mental y Psiquiatría del Ministerio de Salud de Chile considera el Trastorno por
Déficit Atencional con Hiper-actividad (TDAH) como el problema de salud mental más frecuente en niños,
niñas y adolescentes en edad escolar en Chile, estimándose que uno de cada 80 a 100 escolares de
enseñanza básica requieren tratamiento específico por dicho trastorno, siendo el diagnóstico neurológico
más frecuente en los servicios de atención primaria.

š En términos epidemiológicos, a nivel internacional, las tasas de prevalencia del TDAH son discrepantes. En
Estados Unidos se estiman prevalencias que van desde un 3 a un 5%, a diferencia de Europa, donde se
obtienen prevalencias de 1,5%.

š En numerosos estudios se ha estimado la prevalencia del TDAH en distintas poblaciones obteniendo tasas
diversas, por ejemplo: 4,7% en niños de 6 a 11 años en Mallorca; 10,15% en niños venezolanos entre 3 y 13
años de Maracaibo; 16,1% en niños colombianos entre 4 y 17 años de Manizales y un 18% en niños entre 6 a
11 años en Medellín. En población general se habla de un intervalo entre un 2 y 30% y entre un 4 y 17%.

š El elevado grado de variabilidad de tasas de prevalencia se ha explicado por los distintos métodos de
evaluación utilizados, la diversidad y cambios de los criterios clínicos diagnósticos, diferentes informantes
(padres, profesores o cuidadores/tutores), el tipo de muestra escogida (clínica o poblacional) o por
características sociodemográficas diversas.
(Urzúa, Domic, Cerda, Ramos y Quiroz, 2009)
Prevalencia en Chile

š En Chile, se han realizado diversas investigaciones en el área del TDAH, sin embargo, son pocas
las que presentan estimaciones de prevalencia.
a) Un estudio de prevalencia realizado en Chillan comprendió preescolares entre 3 a 5 años,
período evolutivo no recomendado para efectuar un diagnóstico de TDAH, dado que las
características evolutivas propias de la edad preescolar así como su desarrollo neurobiológico
no permite claridad en diagnóstico. A esa edad la corteza prefrontal y las funciones ejecutivas
como la inhibición de la respuesta y control motor aún no se encuentran bien desarrolladas.
Así como también lo señala el DSM-IV-TR, en su criterio B para el diagnóstico, que los síntomas
de hiperactividad/impulsividad deben haber estado presente antes de los 7 años de edad,
sugiriendo esperar hasta la edad escolar para entregar un diagnóstico más preciso.
b) El estudio de Urzúa et al. (2009) llevado a cabo en Antofagasta, encuentra prevalencias que
oscilan entre un 5% a un 15% dependiendo del informante, las cuales disminuyen a un 2%
considerando criterios cumplidos en dos ambientes. La prevalencia estimada de TDAH es
mayor en hombres entre 6 a 8 años, siendo el subtipo más frecuente el combinado.

(Urzúa, Domic, Cerda, Ramos y Quiroz, 2009)


Prevalencia en Chile

š La prevalencia del TDAH es del 10%, y el subtipo de mayor prevalencia, es el hiperactivo /


impulsivo, sin diferencias de género.
š Ambos subtipos hiperactivo/ impulsivo y combinado, demuestran mayor prevalencia en niños
de 4-11 años, que en adolescentes.
š Las comorbilidades más frecuentes, son los trastornos de ansiedad y el trastorno oposicionista.
š La ansiedad, es la comorbilidad más frecuente del trastorno en las niñas y se correlacionó con
el subtipo combinado.
š La percepción de un buen funcionamiento familiar, la edad de los adolescentes y la deserción
escolar disminuyen el riesgo de presentar TDAH, mientras que el antecedente de maltrato lo
aumenta.
š Más del 50% de los niños y adolescentes que han sido diagnosticados con TDAH, han utilizado
servicios en el último año.

(De la Barra, Vicente, Saldivia & Melipillán, 2015)


Diagnóstico DSM-V

A. Patrón persistente de inatención y/o hiperactividad-impulsividad que interfiere con el


funcionamiento o desarrollo que se caracteriza por (1) y/o (2):
B. Algunos síntomas de inatención o hiperactivo-impulsivos estaban presentes antes de los 12
años.
C. Varios síntomas de inatención o hiperactivo-impulsivos están presentes en dos o más contextos
(por ejemplo, en casa, en el colegio o el trabajo; con los amigos o familiares; en otras
actividades).
D. Existen pruebas claras de que los síntomas interfieren con el funcionamiento social, académico
o laboral, o reducen la calidad de los mismos.
E. Los síntomas no se producen exclusivamente durante el curso de la esquizofrenia o de otro
trastorno psicótico y no se explican mejor por otro trastorno mental (por ejemplo, trastorno del
estado de ánimo, trastorno de ansiedad, trastorno disociativo, trastorno de la personalidad,
intoxicación o abstinencia de sustancias).
1. Inatención

š Seis (o más) de los siguientes síntomas se han mantenido durante al menos 6 meses en un
grado que no concuerda con el nivel de desarrollo y que afecta directamente las actividades
sociales y académicas/laborales: NOTA: Los síntomas no son sólo una manifestación del
comportamiento de oposición, desafío, hostilidad o fracaso para comprender las tareas o
instrucciones. Para adolescentes mayores y adultos (a partir de 17 años de edad), se requiere
un mínimo de 5 síntomas
š Con frecuencia falla en prestar la debida atención a los detalles o por descuido se cometen errores en
las tareas escolares, en el trabajo o durante otras actividades (por ejemplo, se pasan por alto o se
pierden detalles, el trabajo no se lleva a cabo con precisión).
š Con frecuencia tiene dificultades para mantener la atención en tareas o actividades recreativas (por
ejemplo, tiene dificultad para mantener la atención en clases, conversaciones o lectura prolongada).
š Con frecuencia parece no escuchar cuando se le habla directamente (por ejemplo, parece tener la
mente en otras cosas, incluso en ausencia de cualquier distracción aparente).
š Con frecuencia no sigue las instrucciones y no termina las tareas escolares, los quehaceres o los
deberes laborales (por ejemplo, inicia tareas pero se distrae rápidamente y se evade con facilidad).
1. Inatención

š Con frecuencia tiene dificultad para organizar tareas y actividades (por ejemplo, dificultad para gestionar
tareas secuenciales; dificultad para poner los materiales y pertenencias en orden; descuido y
desorganización en el trabajo; mala gestión del tiempo; no cumple los plazos).
š Con frecuencia evita, le disgusta o se muestra poco entusiasta en iniciar tareas que requieren un esfuerzo
mental sostenido (por ejemplo tareas escolares o quehaceres domésticos; en adolescentes mayores y
adultos, preparación de informes, completar formularios, revisar artículos largos).
š Con frecuencia pierde cosas necesarias para tareas o actividades (por ejemplo, materiales escolares,
lápices, libros, instrumentos, billetero, llaves, papeles de trabajo, gafas, móvil).
š Con frecuencia se distrae con facilidad por estímulos externos (para adolescentes mayores y adultos,
puede incluir pensamientos no relacionados).
š Con frecuencia olvida las actividades cotidianas (por ejemplo, hacer las tareas, hacer las diligencias; en
adolescentes mayores y adultos, devolver las llamadas, pagar las facturas, acudir a las citas).
2. Hiperactividad-Impulsividad

Seis (o más) de los siguientes síntomas se han mantenido durante al menos 6 meses en un
grado que no concuerda con el nivel de desarrollo y que afecta directamente las
actividades sociales y académicas/laborales: (NOTA: Los síntomas no son sólo una
manifestación del comportamiento de oposición, desafío, hostilidad o fracaso para
comprender las tareas o instrucciones. Para adolescentes mayores y adultos (a partir de 17
años de edad), se requiere un mínimo de 5 síntomas)

š Con frecuencia juguetea o golpea con las manos o los pies o se retuerce en el asiento.
š Con frecuencia se levanta en situaciones en que se espera que permanezca sentado (por
ejemplo, se levanta en clase, en la oficina o en otro lugar de trabajo, en situaciones que
requieren mantenerse en su lugar.
š Con frecuencia corretea o trepa en situaciones en las que no resulta apropiado. (Nota: En
adolescentes o adultos, puede limitarse a estar inquieto.).
š Con frecuencia es incapaz de jugar o de ocuparse tranquilamente en actividades recreativas.
2. Hiperactividad-Impulsividad

Ø Con frecuencia está “ocupado”, actuando como si “lo impulsara un motor” (por ejemplo, es
incapaz de estar o se siente incómodo estando quieto durante un tiempo prolongado, como
en restaurantes, reuniones; los otros pueden pensar que está intranquilo o que le resulta difícil
seguirlos).
Ø Con frecuencia habla excesivamente.
Ø Con frecuencia responde inesperadamente o antes de que se haya concluido una pregunta
(por ejemplo, termina las frases de otros; no respeta el turno de conversación).
Ø Con frecuencia le es difícil esperar su turno (por ejemplo, mientras espera una cola).
Ø Con frecuencia interrumpe o se inmiscuye con otros (por ejemplo, se mete en las
conversaciones, juegos o actividades; puede empezar a utilizar las cosas de otras personas sin
esperar o recibir permiso; en adolescentes y adultos, puede inmiscuirse o adelantarse a lo que
hacen los otros).
Diagnóstico

Ø En función de los resultados se podrán clasificar las siguientes presentaciones:

§ Presentación combinada: Si se cumplen el Criterio A1 (inatención) y el Criterio A2


(hiperactividad-impulsividad) durante los últimos 6 meses.

§ Presentación predominante con falta de atención: Si se cumple el Criterio A1 pero no se cumple


el criterio A2 (hiperactividad-impulsividad) durante los últimos 6 meses.

§ Presentación predominante hiperactiva/impulsiva: Si se cumple el Criterio A2 (hiperactividad-


impulsividad) y no se cumple el Criterio A1 (inatención) durante los últimos 6 meses.
¿Diferencias entre el DSM-IV y el DSM-5?

š Se mantienen los 18 síntomas divididos entorno a dos categorías principales: inatención e


hiperactividad-impulsividad.

š Las principales novedades que se han incorporado son:

š Se han incluido ejemplos para facilitar el reconocimiento de los síntomas en diferentes etapas de
la vida.
š Los criterios deben estar presentes antes de los 12 años en lugar de los 7.
š Incluye el diagnóstico de comorbilidad del TDAH con el espectro autista.
š Se ha limitado a 5 la presentación de síntomas en la edad adulta, en lugar de los 6 que se exigen
para la infancia, tanto en déficit de atención como en hiperactividad-impulsividad.
š Se ha incluido el TDAH dentro del capítulo de “Trastornos del neurodesarrollo”.
CIE -10

š La CIE-10 establece que para realizar el diagnóstico de TDAH, el paciente cumpla:

š 6 de los síntomas descritos en el apartado “Déficit de Atención”


š 3 de los síntomas descritos en el apartado “Hiperactividad”
š 1 de los síntomas descritos en el apartado “Impulsividad”

š Estos síntomas deben además estar presentes antes de los 7 años y darse en dos o más
aspectos de la vida del niño (escolar, familiar, social), y afectar negativamente a su
calidad de vida. Tampoco se considerará el diagnóstico de Trastorno Hipercinético si
cumple los criterios de: trastorno generalizado del desarrollo, episodio depresivo o
trastorno de ansiedad.
Déficit de Atención CIE 10 (6)

š Frecuente incapacidad para prestar atención a los detalles junto a errores por descuido en las
labores escolares y en otras actividades.
š Frecuente incapacidad para mantener la atención en las tareas o en el juego.
š A menudo aparenta no escuchar lo que se le dice.
š Imposibilidad persistente para completar las tareas escolares asignadas u otras misiones.
š Disminución de la capacidad para organizar tareas y actividades.
š A menudo evita o se siente marcadamente incómodo ante tareas como los deberes
escolares, que requieren un esfuerzo mental mantenido.
š A menudo pierde objetos necesarios para unas tareas o actividades, como material escolar,
libros, etc.
š Fácilmente se distrae ante estímulos externos.
š Con frecuencia es olvidadizo en el curso de las actividades diarias.
Hiperactividad CIE 10 (3)

v Con frecuencia muestra inquietud con movimientos de manos o pies, o removiéndose en


su asiento.
v Abandona el asiento en el aula o en otras situaciones en las que se espera que
permanezca sentado.
v A menudo corretea o trepa en exceso en situaciones inapropiadas.
v Inadecuadamente ruidoso en el juego o tiene dificultades para entretenerse
tranquilamente en actividades lúdicas.
v Persistentemente exhibe un patrón de actividad excesiva que no es modificable
sustancialmente por los requerimientos del entorno social.
Impulsividad CIE 10 (1)

v Con frecuencia hace exclamaciones o responde antes de que se le hagan las preguntas
completas.
v A menudo es incapaz de guardar turno en las colas o en otras situaciones en grupo.
v A menudo interrumpe o se entromete en los asuntos de otros.
v Con frecuencia habla en exceso sin contenerse ante las situaciones sociales.
Comorbilidad

š Riesgo para una multitud de dificultades psicosociales:


š Pre-escolares son altamente demandantes para sus padres y generalmente agresivo con sus pares y hermanos.
š Dificultades académicas crecientes durante la infancia
š Baja autoestima y problemas emocionales
š Durante la adolescencia uso y abuso de drogas
š Mayor riesgo para diagnósticos secundarios comórbidos:
š Trastorno oposicionista desafiante (40%)
š Trastorno de conducta (20 – 30%)
š Mayor riesgo para depresión y trastornos de ansiedad en la adolescencia
š Trastorno de Pd. Antisocial, abusos de sustancias y depresión mayor en la vida adulta
š Impacto en el funcionamiento psicosocial de padres y hermanos:
š Padres directivos y negativos
š Se perciben menos hábiles e incompetentes
š Se estresan con su rol parental
š Problemas maritales y depresión
(Anastopoulos & Farley, 2003)
Las niñas son diferentes

q A menudo de tipo desatento.


q La "hiperactividad" a menudo es vista como demasiado social, demasiado habladora,
presumida.
q Las chicas brillantes tienen menos probabilidades de ser identificadas con ADHD.
q Mayor riesgo de actividad sexual (Durante episodios).
q Más vergüenza y culpa, dado que las madres parecen ser más críticas con las hijas con TDA
en comparación con los hijos.
q Los síntomas pueden empeorar con la pubertad [no tanto con los niños].
q Alrededor de la pubertad hay un mayor riesgo de trastornos de la alimentación y abuso de
sustancias.
q Los síntomas premenstruales pueden empeorar los síntomas del TDAH.

(Resnick, 2009)
¿Cómo evaluar el TDAH?

Entrevista con los padres Historia del desarrollo, social y académica.


Descripción del problema, funcionamiento
familiar, intervenciones previas.
Evaluación médica Historial médico, otros posibles problemas
médicos, efectos secundarios relacionados
con la medicación, hipertiroidismo, alergias,
etc.
Entrevista profesor Evaluación del logro educativo,
funcionamiento académico y social en
relación con los compañeros de clase.
Comprensión del esfuerzo del profesor en la
intervención.
¿Cómo evaluar el TDAH?

Entrevista infantil La percepción del niño de los problemas,


Información sobre la familia. Posible evidencia de
otros problemas psiquiátricos.
(trastorno obsesivo compulsivo, psicosis, etc.)
Escalas de calificación Test de Stroop, Conners para padres y profesores.
Pruebas computarizadas El "Conners Continuous Performance Test (CPT-II)".
Evaluar la atención selectiva, la atención sostenida
y la impulsividad en niños a partir de los 6 años. Al
ser un test computerizado, a modo de juego de
ordenador, la administración resulta más práctica
y la elaboración y cuantificación de los resultados
son más precisos. Para niños de 4 y 5 años puede
utilizarse la versión "Conners Kiddie Continuous
Performance Test (K-CPT V.5)".
Pruebas intelectuales Función de distractibilidad en WISC.
(Jarne & Talarn, 2015)

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