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TRASTORNO POR DEFICIT DE ATENCIÓN E HIPERACTIVIDAD

Características diagnósticas
La característica principal del trastorno por déficit de atención/hiperactividad (TDAH) es
un patrón persistente de inatención y/o hiperactividad-impulsividad que infiere con
funcionamiento o el desarrollo. La inatención se manifiesta conductualmente en el TDAH
como desviaciones en las tareas, falta de persistencia, dificultad para mantener la atención y
desorganización que no se deben a un desafío o a falta de comprensión. La hiperactividad se
refiere a una actividad motora excesiva cuando no es apropiado, o a jugueteos, golpes o
locuacidad excesivos. Por último, la impulsividad se refiere a acciones apresuradas que se
producen en el momento, sin reflexión, y que crean un gran riesgo de dañar al individuo.
El TDAH empieza en la infancia, muchos padres observan la actividad motora excesiva
por primera vez cuando el niño está en la primera infancia, pero los síntomas son distintos de
distinguir de los comportamientos normales, muy variables antes de los 4 años. El TDAH se
identifica más frecuentemente durante la escuela primaria, cuando la inatención llega a ser
más destacada y deteriora el rendimiento. El trastorno es relativamente estable durante la
adolescencia temprana, pero algunos individuos tienen un curso que empeora con la aparición
de comportamientos antisociales.
Biederman et al. (1995) señalan que existe riesgo de padecer el trastorno cuando alguno de
los padres ha sido diagnosticado con TDAH. Los estudios con familias muestran un elevado
riesgo de TDAH entre los familiares biológicos (10-35%) incrementándose a un riesgo de 55
% en al menos 1 padre en las familias con dos niños afectados; además, los padres con
antecedentes de TDAH tienen un riesgo de más del 57% de tener descendencia con TDAH
(Barkley & Murphy, 2005).
Existe evidencia de que el origen del TDAH es neurobiológico y genético y no se sustenta
por factores sociales. El TDAH no es un problema de comportamiento, ni de educación, ni
social, ni debido a una mala crianza, el hallazgo de una influencia social significativa en el
TDAH es raro y puede provenir de fuentes como informes de los padres y maestros del niño,
sin embargo el TDAH no se justifica por factores sociales medioambientales, sino que los
factores neurológicos y genéticos cumplen un rol clave en el origen y expresión del trastorno.
Además, las complicaciones durante el embarazo están asociadas a la existencia de TDAH,
especialmente el hábito de fumar, consumir alcohol, posibles niveles de fenilalanina en la
madre y de forma cuestionable el estrés y la ansiedad durante el embarazo.
De acuerdo a Amor et al. (2005), el perfil de las complicaciones en el embarazo, trabajo de
parto, nacimiento y neonatales en niños con TDAH y sus hermanos no afectados no es
paralelo debido a que los niños con TDAH tienen un nivel incrementado de complicaciones.
Sprich-Buckminster, et al. (1993 en Spencer et al. 2007) hallaron que las complicaciones
durante el parto como toxemia, eclampsia, sufrimiento fetal, duración del parto, bajo peso al
nacer y hemorragia antes del parto determinan cierta predisposición al TDAH.
Criterios diagnósticos
A. Patrón persistente de inatención y/o hiperactividad-impulsividad que infiere con el
funcionamiento o el desarrollo, que se caracteriza por (1) y/o (2):
Seis (o más) de los siguientes síntomas se han mantenido durante al menos 6 meses en
un grado que no concuerda con el nivel de desarrollo y que afecta directamente las
actividades sociales y académicas/laborales:
Nota: Los síntomas no son solo una manifestación del comportamiento de oposición,
desafío, hostilidad o fracaso en la comprensión de tareas o instrucciones. Para
adolescentes mayores y adultos (a partir de los 17 años de edad), se requiere un
mínimo de cinco síntomas.
B. Algunos síntomas de inatención o hiperactivo-impulsivo estaban presentes antes de
los 12 años.
C. Varios síntomas de inatención o hiperactivo-impulsivo están presentes en dos o más
contextos.
D. Existen pruebas claras de que los síntomas difieren con el funcionamiento social,
académico o laboral, o reducen la calidad de los mismos.
E. Los síntomas no se producen exclusivamente durante el curso de la esquizofrenia o de
otro trastorno psicótico y no se explican mejor por otro trastorno mental.

TDAH Desatento
Las personas con este tipo de TDAH tienen dificultad para prestar atención y se distraen
fácilmente.
● A menudo no presta atención suficiente a los detalles o incurre en errores por
descuido en las tareas escolares, en el trabajo o en otras actividades
● Tiene dificultades para mantener la atención en tareas o en actividades lúdicas
● Parece no escuchar cuando se le habla directamente
● No sigue instrucciones y no finaliza tareas escolares, encargos, u obligaciones en el
centro de trabajo (no se debe a comportamiento negativista o a incapacidad para
comprender instrucciones)
● Tiene dificultades para organizar tareas y actividades
● Evita, le disgusta o es renuente en cuanto a dedicarse a tareas que requieren un
esfuerzo mental sostenido (como trabajos escolares o domésticos)
● Extravía objetos necesarios para tareas o actividades (p. ej., juguetes, ejercicios
escolares, lápices, libros o herramientas)
● Se distrae fácilmente por estímulos irrelevantes
● Es descuidado en las actividades diarias
TDAH Hiperactividad-Impulsividad

Hiperactividad
● A menudo mueve en exceso manos o pies, o se remueve en su asiento
● Abandona su asiento en la clase o en otras situaciones en que se espera que
permanezca sentado
● Corre o salta excesivamente en situaciones en que es inapropiado hacerlo (en
adolescentes o adultos puede limitarse a sentimientos subjetivos de inquietud)
● Tiene dificultades para jugar o dedicarse tranquilamente a actividades de ocio
● A menudo «está en marcha» o suele actuar como si tuviera un motor
● Habla en exceso

Impulsividad
● A menudo precipita respuestas antes de haber sido completadas las preguntas
● Tiene dificultades para guardar turno
● Interrumpe o se inmiscuye en las actividades de otros (p. ej., se entromete en
conversaciones o juegos).

TDAH Combinado
Si al menos 6 de los síntomas de atención y 6 de los síntomas de hiperactividad- impulsividad
están presentes por un mínimo de 6 meses.

Gravedad

Leve
Pocos o ningún síntoma están presentes más que los necesarios para el diagnóstico, y los
síntomas solo producen deterioro mínimo del funcionamiento social o laboral.

Moderado
Síntomas o deterioros funcionales presentes entre “leve” y ”grave”.

Grave
Presencia de muchos síntomas aparte de los necesarios para el diagnóstico o de varios
síntomas particularmente graves, o los síntomas producen deterioro notable del
funcionamiento social o laboral.
Diagnóstico diferencial

Trastorno negativista desafiante


Se caracteriza por un constante estado de irritabilidad o enfado, repetidas discusiones o
actitud desafiante del individuo (generalmente a las figuras de autoridad) y un notable rencor
o sentimientos de venganza. Su gravedad se especifica según el número de entornos
afectados. Aparece generalmente durante los primeros años preescolares, difícilmente
aparece después de la adolescencia temprana.
Los síntomas de desafío, discusión y venganza suponen un
mayor riesgo de trastorno de conducta, mientras que los síntomas de enfado-irritabilidad
suponen un mayor riesgo de trastornos emocionales

Trastorno de la conducta
Patrón repetitivo y persistente de comportamiento en el que no se respetan los derechos
básicos de otros, las normas o reglas sociales propias de la edad. Las características más
destacables son: Agresión a personas o animales, Destrucción de la propiedad, Engaño o
robo, Incumplimiento grave de las normas. Sólo se diagnostica a menores de 18 años. Se
especifica si empezó antes de los 10 años o después. En su defecto, sin especificar.

Los individuos agresivos con trastorno de conducta malinterpretan frecuentemente las


intenciones de los demás como más hostiles y amenazantes de lo que son, y responden con
una agresividad que ellos sienten como razonable y justificada. Las características de la
personalidad con rasgos de emoción negativos y de bajo autocontrol, como baja tolerancia a
la frustración, irritabilidad, arrebatos, suspicacia, insensibilidad al castigo, búsqueda de
emociones e imprudencia, concurren frecuentemente en el trastorno de conducta.

Barreras del aprendizaje (BAP)


Las dificultades que puede enfrentar una persona con TDAH las podemos resumir en los
siguientes apartados:

● Falta de docentes capacitados para atender las necesidades especiales de un alumno


con TDAH, enseñarles con los mismos métodos que a los demás alumnos puede no
funcionar.
● A menudo son incomprendidos y segregados por los compañeros o maestros. Y en
ocasiones, por la institución de educación.
● En algunos países, la falta de políticas para asegurar una educación integral representa
una gran barrera. Pues no promueve a docentes capacitados, ambientes escolares
seguros, información sobre el trastorno, etc.
● Falta de prácticas metodológicas que potencien las capacidades del alumno y por
ende, disminuye su motivación de acudir a la escuela.
● El tratamiento para el TDAH puede llegar a ser excesivamente caro para algunas
familias.
● Barreras para utilizar servicios especializados, dificultad para el traslado al hospital
sede, consultas y estudios
● La percepción cultural muchas veces retrasa el diagnóstico. Se le minimiza con frases
como: "Sólo es un poco inquieto".
● La falta de información de las personas puede hacerles creer que se trata de un
problema conductual y hacen culpables a los padres por no reprenderlos ante ciertas
conductas
● Debe de existir un trabajo interdisciplinar con los profesionales de la salud que lleven
su caso, la familia y la institución educativa. Sin embargo, el sistema segmenta y hace
imposible en ocasiones esta conexión.

En lo referente al comportamiento, este también puede influir de manera negativa en su


proceso de aprendizaje, como pueden ser los comportamientos disruptivos, las interrupciones
en clase, etc.

Bibliografía
● Amor L.B., Grizenko N., Schwartz G., Lageix P., Baron C., Ter-Stepanian M., Joober
R. Perinatal complications in children with attention-deficit hyperactivity disorder and
their unaffected siblings. Journal of Psychiatry and Neuroscience, 30 (2) (2005), pp.
120-126
● Biederman J., Faraone S.V., Mick E., Spencer T., Wilens T., Warburton R. High risk
for attention deficit hyperactivity disorder among children of parents with childhood
onset of the disorder: a pilot study. The American Journal of Psychiatry, 152 (3)
(1995), pp. 431-435 Disponible en https://psycnet.apa.org/record/1995-33622-001
● Spencer T.J., Biederman J., Mick E. Attention-deficit/hyperactivity disorder:
diagnosis, lifespan, comorbidities and neurobiology. Academic pediatrics, 7 (1)
(2007), pp. 73-81 Disponible en:
https://www.sciencedirect.com/science/article/abs/pii/S153015670600181X

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