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4.5.1.

LA VERDAD EN LAS PRINCIPALES CORRIENTES FILOSÓFICAS


CONTEMPORÁNEAS

Los intentos de formular una definición lo más concreta posible de la verdad han sido
muchos, como puede verse en la presentación a efectuar y que señala las tendencias y
puntos de vistas esenciales y presentes en las principales corrientes contemporáneas:

1.- El existencialismo absolutiza el lugar y el rol del sujeto en el proceso histórico. El


hombre posee libertad plena "libre opción y con ello crea diferentes tipos de verdad
partiendo de sus objetivos e intereses personales, completamente al margen de su
sentido y significado objetivo". Si la verdad está "oculta" y sin posibilidad de rebelarse,
dirá Heidegger los hombres deben resignarse a postular su opinión limitada y subjetiva.
Sartre señala que el hombre coloca "su propia existencia en el lugar de la verdad" y,
como el existente hombre, es cambio continuo, creador de alternativas inéditas, la
verdad es humana y subjetiva.

2.- El personalismo niega la verdad objetiva en el conocimiento en general y el


conocimiento de los fenómenos sociales en particular. Jean Lacroix indica que el
hombre "está sumergido en lo incognoscible"... "le rodea lo misterioso", por
consiguiente, no hay razón, ciencia, ni filosofía que puedan comprender el sentido de la
vida humana, la historia. No puede hablarse pues, de conocimiento objetivamente
verdadero.

3.- R. Aron es pesimista tanto en el plano social como en el gnoseológico de modo que
este párrafo que le pertenece es franco y claro; "estamos en presencia de una ruptura
trágica entre la pretensión de dominar el mundo circundante y la revelación de la
incapacidad humana para conocer adecuadamente dicho mundo, liberarse de la
incertidumbre, la falta de claridad, las ilusiones y los mitos"

4.- A. Mersie arremete contra la historia a la que le niega el carácter de ciencia y


no tiene reparos en declarar que "la historia nunca revela nada verdadero". El contexto
histórico estaría plagado de mentiras, de opiniones personales, subjetivas y por entre
ellas no asoma oreja la verdad.
5.- Hay un enfoque axiológico de la verdad que se manifiesta en el llamado "pluralismo
de las verdades" según el cual, la filosofía, la ciencia, la religión, el arte, la moral,
la política y el derecho cuentan con sus propias verdades. Esta sustitución de
categorías axiológicas en lugar de las gnoseológicas conduce, en este caso y en otros,
al relativismo y el subjetivismo.
6.- Las concepciones teológicas formalmente niegan el subjetivismo presente en las
doctrinas anteriores, pero no afirman la objetividad de la verdad sino la
objetividad de las verdades reveladas, verdades internas del alma humana.

7.- El pragmatismo considera que todas las teorías, planteamientos o pronunciamientos


son "verdaderos" en la medida en que sirvan al logro de éxitos prácticos, de su ventaja
e instrumentalidad. Tácitamente no hay verdad tal como se la ha considerado o se la
quiere considerar.
8.- La verdad, dentro de una teoría de la correspondencia, que se distingue de las
citadas anteriormente y que tienen carácter subjetivista, relativista y pragmatista,
arranca de Aristóteles para quien la verdad es la correspondencia entre el pensamiento
y el objeto al cual ese pensamiento se refiere.

9.- Una de las formas modernas de la concepción de la adecuación o correspondencia


es la de B. Russell para quien: "la verdad de las proposiciones básicas depende de su
relación respecto y para con ciertas circunstancias, y la verdad de las demás
proposiciones, de su relación sintáctica respecto a proposiciones básicas".

10.- En el caso de Wittgenstein "la veracidad o falsedad de la imagen consiste


en la concordancia o discordancia de su sentido con la realidad"..."Para saber si una
imagen es verdadera o falsa debemos compararla con la realidad"..."Una
proposición es verdadera si aquello que afirma tiene lugar".

11.- Para Husserl, dentro de la fenomenología como "teoría pura del conocimiento", la
verdad se encuentra en las esencias (eidos) gracias a la contemplación intuitiva, a la
influencia intelectual. Esas verdades son inmutables, absolutas y eternas porque son
ideales.

12.- Dentro del movimiento protestante, P. Tillich establece correlación entre las
verdades de la fe y las de la ciencia y manifiesta que "ellas son autónomas, soberanas
y no sólo tienen derecho a la existencia independiente, sino que se complementan
necesariamente entre sí en el proceso único de la vida espiritual del hombre". Hay
verdades de la ciencia y la religión, hay correlación entre las verdades de la fe y las
históricas y, hay correlación mayor, entre las verdades de la fe y las filosóficas.

13.- Por último G. Kursánov considera que "la verdad es un proceso, un proceso de
reflejo, en la conciencia del hombre, de la esencia inagotable del infinito mundo material
y las leyes de su desarrollo, significando al mismo tiempo un proceso de creación del
cuadro científico del mundo por el hombre, cuadro que aparece como resultado
histórico-concreto del conocimiento en constante desarrollo sobre la base de la
práctica histórico-social como su criterio objetivo superior".

Al concluir esta revisión panorámica, incompleta por razones obvias, de las


conceptuaciones que ha merecido la verdad, advertimos que en ellas entran en
juego una serie de conceptos- categorías como: objetivo, subjetivo, absoluto, relativo,
universal-abstracto, concreto, unidad, pluriformidad y el de los criterios para
distinguir la verdad. Esto significa que cualquier apreciación teórica de la verdad
encierra, en una u otra forma, estos conceptos tan variados, opuestos y hasta
contradictorios, siendo no sólo pertinente sino necesaria esclarecer el contenido
y significado de cada uno de ellos y advertir la correlación dialéctica que, en forma
pareada, mantienen.

Antes de proceder a lo manifestado recordemos que, de acuerdo a la descripción que


efectuáramos respecto al fenómeno del conocimiento, la "actitud general" indica: "la
verdad del conocimiento consiste en la concordancia del contenido del
pensamiento con el objeto".

Esta formulación corresponde a una posición realista y es advertible en Aristóteles, en


Santo Tomás y en el materialismo dialéctico, pues para ellos un pensamiento es
verdadero cuando coincide con el objeto al cual se refiere. Pero resulta que el "objeto"
no es un término que necesariamente signifique lo real objetivo, pues, podría
señalar algo subjetivo, fenómeno, imagen y se cumpliría la definición dada ya que ese
fenómeno, imagen, asumirían el carácter de "objeto" por considerárseles como objetivos
al acto de captación.

Por ello es que Hessen habla de una concepción trascendente de la verdad y de una
concepción inmanente de la misma. La concepción "trascendente" señala lo
anteriormente formulado, es decir: la verdad es la concordancia del contenido del
pensamiento con el objeto al que hace referencia: aquí se aprecia al objeto como algo
distinto, externo al sujeto con una especie de vigencia ontológica indudable. La
concepción Inmanente" indica que "la esencia de la verdad no radica en la relación
del contenido del pensamiento como algo que se halla frente a él, sino son algo que
reside dentro de él, el pensamiento mismo. La verdad para esta concepción no es otra
cosa que "la coincidencia o concordancia del pensamiento consigo mismo".

Aquí puede surgir la siguiente pregunta: ¿Cuál de estas apreciaciones respecto a la


verdad es la justa, la "verdadera"? la decisión o respuesta parece que depende de la
posición que se adopte respecto al realismo-materialismo y el idealismo. Muchos se
inclinan por el realismo y no pocos por el idealismo en este y todos los problemas
colaterales de la teoría del conocimiento. Una y otra posición tiene incidencia en el
campo de la lógica de modo que se dice: el juicio es verdadero cuando su
enunciado concuerda con el objeto al cual el juicio se refiere (posición realista). En otro
caso: juicio y razonamiento buscan corrección dentro del pensamiento mismo, no su
verdad (posición derivada del idealismo).

La posición Kantiana "agnóstica" respecto al noúmeno como objeto en sí y "gnóstico"


respecto al fenómeno, representa una tercera posición proclive al idealismo,
aunque reconociendo que "algo" queda como trascendente pero no cognoscible. Esta
y otras posiciones similares son "idealismo inconsecuente" como los calificara Eduardo
Von Hartman.

4.5.2. CLASES O TIPOS DE


VERDAD
El problema puede tener en su presentación y solución la siguiente variante, es decir,
para resolver la opción que señale la búsqueda de la verdad, hay que considerar tres
posiciones: a) La que señala al mundo como real, objetivo pero incognoscible tal cual
es en sí. De ello se desprende que: “la verdad establece una relación, una
concordancia entre el contenido del pensamiento del sujeto con el aspecto
fenoménico de la realidad, del objeto”. Es la tesis de un agnosticismo respecto al
objeto y una modalidad del idealismo objetivo, caso de Kant, con su idealismo
trascendental. b. La que señala al mundo como un producto de la mente, como un
complejo de sensaciones. De esto resulta que: “la verdad establece una relación,
una concordancia entre el contenido del pensamiento del sujeto con sus propias
representaciones”. Es la tesis del idealismo subjetivo.

c. La que afirma la existencia real, objetiva del mundo exterior material de modo que
debe considerarse que: “la verdad es el reflejo de la realidad o mundo, en la mente
del sujeto”. Ésta es la tesis del materialismo dialéctico y, en forma menos vinculada
a la teoría del reflejo, es afirmación del realismo crítico.

Con estas observaciones preparatorias y las apreciaciones anteriores estamos en


condiciones de iniciar los temas subsiguientes.

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