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La emisión de bonos, como una forma de

financiamiento para la empresa


“Este proceso se da cuando los agentes deficitarios requieren
fondos para financiar sus proyectos de inversión y no les resulta
conveniente o suficiente tomarlos del sistema bancario…”
José Yataco - 28 marzo, 2017

Si observamos las operaciones financieras que realizan las empresas en el


mercado de valores encontramos que todos tienen un tipo de financiamiento
común: la emisión de bonos corporativo.

En el Perú, las empresas han encontrado una herramienta financiera que está
permitiendo cumplir los objetivos de la sociedad o emprender los proyectos que
tienen durante el desarrollo de su actividad empresarial, convirtiéndose
actualmente en una práctica muy usual para poder financiarse. Este tipo de
financiamiento tampoco es ajeno a empresas o entidades del sector público,
por lo que en los últimos años se han visto emisiones en el mercado de valores
internacional.

Los bonos (o en general las obligaciones) representan la otra categoría base


de los valores mobiliarios, a través de los cuales los emisores obtienen
recursos ajenos, y el inversor una renta fija o determinable y el derecho a la
restitución del valor nominal al vencimiento del crédito. La ley de título valores
peruana lo incluye dentro de los denominados valores representativos de
deuda o valores representativos de obligaciones. Teniendo en cuenta ello, el
bono constituye genéricamente un tipo de obligación, como también lo son los
papeles comerciales. La diferencia radica en que mientras las obligaciones a
plazo mayores a un año solo podrán emitirse mediante bonos, las obligaciones
con plazo de vencimiento menores a un año, lo harán mediante papeles
comerciales.
Ahora bien si tenemos que la emisión del bono tiene como causa un negocio
jurídico de inversión/financiación en el que el inversionista entrega una suma
de dinero a título de crédito a un emisor (recursos financieros ajenos), tenemos
que aquel representa, en primer lugar, una fracción o alícuota del préstamo
colectivo que una pluralidad de inversores realizaron, independientemente de
cualquier otro elemento que integre la operación.

Desde esta perspectiva descriptiva del negocio jurídico que da nacimiento al


bono, puede definirse éste como un valor que expide un emisor a favor de una
entidad o persona, que representa un crédito, o fracción de un crédito mayor,
representativo de un empréstito colectivo, que da derecho a recibir los
intereses estipulados al capital y a la devolución de éste llegado el momento de
su vencimiento o amortización.

Respecto a los agentes intervinientes en una emisión, podemos decir que los
bonos son emitidos por el deudor (cualquier persona jurídica del sector público
o privado); que pueden ser adquiridos por los inversionistas, a quienes se les
informa de las condiciones del endeudamiento y de la forma de pago a través
de los prospectos informativos y documentación complementaria referida a la
persona jurídica deudora y característica de las obligaciones.

Los principales participantes en una emisión de bonos corporativos son los


siguientes:

1. Emisor. Entidad privada que emite bonos corporativos y los ofrece al público


en general o a un sector determinado de este. Las empresas emisoras son
agentes deficitarios que requieren fondos, sea para financiar un nuevo proyecto
de inversión, para ampliar su capacidad de producción o para reestructurar sus
pasivos con un financiamiento, generalmente de largo plazo.

La importancia de las empresas emisoras radica en que constituyen la fuente


del mercado primario (emisión primaria de valores) que da origen al mercado
de capitales, al generar nuevas ofertas de valores.

2. Obligacionistas. Son los agentes superavitarios o inversionistas


(individuales o institucionales) cuyo principal objetivo es obtener una
rentabilidad para el excedente de recursos financieros que tienen en su poder.
Se les denomina también bonistas, tenedores del bono o demandante de
activos financieros. Los principales demandantes de valores mobiliarios son los
inversionistas institucionales como las AFP, Empresas de Seguros, Agentes de
Intermediación, Fondos Mutuos, Fondos de Inversión, Bancos, Financieras.

3. Representante de los obligacionistas. En el caso de la emisión de bonos,


se requiere que la empresa emisora designe un representante de los
obligacionistas. Solo las empresas bancarias, financieras o las sociedades
agentes podrán ser designadas como representantes. Este representante es el
intermediario exclusivo y excluyente, entre la sociedad emisora y el sindicato
de obligacionistas, siendo su principal finalidad velar por el cumplimiento de los
términos de la emisión. Su función está determinada por la ley y por el contrato
respectivo; interactúa y colabora con la asamblea, a fin de cumplir debidamente
con la representación del sindicato y con sus funciones de gestión en beneficio
del mismo. La primera función del representante de los obligacionistas, será la
de suscribir el contrato de emisión a nombre de los futuros titulares de bonos,
para luego convocar a la asamblea de obligacionistas cuando se suscriba el
50% de la emisión.

4. Estructurador. Entidad encargada de la dirección de la oferta pública, esto


es de realizar el estudio de la emisión y colocación de bonos. Asimismo, diseña
o estructura las características de la emisión de los bonos. Pueden
desempeñarse como tales los agentes de intermediación y bancos de inversión
regulados por la Ley General del Sistema Financiero y de Seguros, así como
las entidades que determine la Superintendencia de Mercado de Valores
(SMV).

5. Agente de intermediación. Realiza la invitación a los inversionistas para


que adquieran los bonos corporativos objeto de la oferta pública. El artículo 50
de la Ley del Mercado de Valores establece que en las ofertas públicas de
valores es obligatoria la intervención de un agente de intermediación, salvo en
los casos contemplados en los artículos 63 y 127 y en la colocación primaria de
certificados de participación de los fondos mutuos y los fondos de inversión.

6. Clasificadora de riesgo. Emite opinión acerca de la situación financiera de


la empresa emisora y del riesgo o calidad de la emisión. Los criterios que se
toman en cuenta para la clasificación de riesgos son: 1) la solvencia del emisor,
2) la variabilidad de los resultados económicos del emisor, 3) la probabilidad
que las obligaciones puestas en circulación por el emisor resulten impagas, 4)
las características del valor, 5) la liquidez del valor, 6) la información disponible
a los fines de la clasificación.

El proceso de emisión de bonos corporativos se efectúa a través de tres


etapas:

1. Preparación de la emisión. En esta etapa, la empresa elige el banco que


actuara como estructurador y colocador de los instrumentos de deuda. Una vez
elegido el estructurador, se elabora el Prospecto Marco que contiene las
características generales de la emisión (monto, moneda, plazo, etc.) y el
Contrato de Emisión que reúne los derechos y los deberes del emisor y del
representante de los obligacionistas.

2. Oferta pública primaria de bonos corporativos. Para realizar la oferta


publica de sus valores, la empresa debe contratar dos clasificadoras de riesgo,
solicitar el registro del Prospecto Marco en el Registro Público del Mercado de
Valores de la SMV, inscribir el bono en la Bolsa de Valores de Lima (BVL),
entre otras tareas.

3. Mantenimiento del a oferta pública primaria de bonos corporativos. La


empresa emisora debe realizar pagos mensuales a SMV, la BVL y CAVALI.
Asimismo, debe retribuir anualmente al representante de los obligacionistas
quien debe informar a la SMV sobre la evolución de las condiciones de la
emisión.

Finalmente, el proceso de colocación de bonos corporativos se da cuando los


agentes deficitarios requieren fondos para financiar sus proyectos de inversión
y no les resulta conveniente o suficiente tomarlos del sistema bancario.
Entonces recurren a la emisión de valores mobiliarios y captan así los recursos
necesarios directamente de los agentes que tienen superavits.
El proceso de emisión de deuda
en el Mercado de Valores
Elaborado por: Giorela Poma Castillo – Estudiante de Gestión y Alta Dirección

El financiamiento es una actividad crucial para la consolidación y desarrollo


de todas las empresas, sin importar el ramo o el giro bajo el que funcionen.
En la actualidad, existen diversos caminos que las compañías pueden seguir
para obtener capital. Uno de ellos, es el financiamiento bursátil. Salir al
mercado es una opción que tienen las empresas que buscan diversificar sus
opciones de financiamiento. Pero, ¿cómo lo hacen? A través de la
emisión de títulos de deuda en los mercados de valores.

La emisión de deuda es un proceso en el que una empresa (el emisor)


emite un título financiero en el que promete, a quien lo adquiera (el
inversor), realizar un pago futuro ofreciendo una rentabilidad por
tener esos títulos.

Existe emisión de deuda a corto y largo plazo. Nos enfocaremos en estos


últimos. La emisión de deuda a largo plazo se realiza con el objetivo de
cubrir las necesidades de financiamiento para infraestructura, expansión,
refinanciamiento de pasivos y otros fines corporativos.

Esquema general de la emisión de un bono


Existen los siguientes procesos en la emisión de deuda de largo plazo en el
Mercado de Valores:

Emisión Directa

Proceso mediante el cual se realiza la emisión mediante una invitación


directa a los inversionistas con una oferta atractiva para que decidan
invertir. En ese sentido, los precios de los valores negociados en el mercado
de valores son resultado del encuentro directo entre la oferta y la demanda
de financiamiento. Una formación de precios eficiente permitirá que tanto
los inversionistas como las empresas puedan maximizar sus objetivos,
siendo por ello necesario que exista la mayor transparencia sobre los
emisores y los valores emitidos por ellos, sobre las transacciones que con
ellos se realicen, y sobre los intermediarios.

Además del emisor y el inversor, existen otros actores y/o elementos en el


proceso de negociación de valores. Estos implicarán un costo adicional para
el emisor y son los siguientes:

1. Agente estructurador: Se encarga de estructurar la deuda. Puede ser un


banco, una sociedad de bolsa, cualquiera que esté bajo el ámbito de SMV.
Prepara un documento llamado “prospecto informativo” que contiene estados
financieros auditados, memoria anual, objetivo de emisión de la deuda,
riesgos, plazo, covenants, sistemas de amortización, garantías, etc. 
2. Estudio legal: Cuando se va por primera vez al mercado, se contrata un
estudio para que haga un due diligence para dar una opinión neutral sobre las
diversas contigencias que se pueden presentar como contingencias laborales,
tributarias y contables.
3. Clasificadoras de riesgo: Estas clasificadoras evalúan la solvencia de la
empresa emisora y emiten un rating crediticio. Es obligatorio contratar a 2
clasificadoras. Se actualiza una vez por año y este tendrá un costo adicional.
4. Representantes de obligacionistas: Representa a todos los inversionistas que
van a comprar la deuda. Durante el tiempo de la deuda, es el interlocutor ante
la empresa de los inversionistas. Hay un honorario para él, lo cual implica un
costo adicional para el emisor.
5. Agente colocador: Su único objetivo es convencer a los inversionistas a que
compren la deuda en las condiciones más ventajosas para la empresa, es
decir, a una tasa de interés más baja. Este agente colocador ganará una
comisión gana según el éxito de su trabajo.
6. CAVALI: Los bonos se emiten virtualmente, por eso hay que contratar a esa
empresa que hace la emisión no materializada en el Perú.
7. BOLSA DE VALORES: Se debe inscribir los bonos en la Bolsa de Valores. 
8. SMV: Se debe pagar el tarifario a la Superintendencia del Mercado de Valores
por supervisar todo el proceso de emisión y colocación de bonos.  

Titulización de Activos

Proceso mediante el cual se constituye un patrimonio autónomo


cuyo propósito exclusivo es respaldar la emisión de valores. Este
patrimonio se denomina patrimonio en fideicomiso de titulización.
Mediante este mecanismo, un conjunto de activos empresariales con flujos
de caja predecibles forman un patrimonio con el propósito exclusivo de
respaldar la emisión de valores negociables a ser colocados en los
mercados de valores. Los activos a ser parte del proceso de titulización
deben ser generalmente homogéneos en cuanto a riesgo y calidad
crediticia, plazo y tasas de interés, de manera que se pueda estimar un
cronograma de pagos por concepto de amortización e intereses relativos a
los valores producto de dicho proceso.

Los valores a emitirse por el patrimonio fideicometido pueden ser Bonos de


Titulización (Deuda) o Certificados de Participación (Patrimonio). La
responsabilidad de administrar dicho patrimonio fideicometido
corresponde a una Sociedad Titulizadora. Pueden ser titulizados toda clase
de activos, incluso aquellos a generarse en el futuro (Facturas y/o letras por
ventas futuras).
La emisión de bonos corporativos:
una opción ventajosa para las
compañías
Sea en el exterior o en el mercado local, la emisión de bonos corporativos se ha convertido en una
opción interesante para las empresas. Su bajo costo resulta de mucha ayuda para que éstas puedan
financiar sus operaciones.

Por: Conexión Esan el 04 Agosto 2017     

Para Gabriel Bochi, director general para América Latina de Mercado de Deuda del BBVA, los
inversionistas internacionales están interesados en bonos corporativos peruanos. A decir del alto
ejecutivo, nuestro mercado de capitales está en crecimiento, es interesante y presenta grandes
oportunidades para las compañías.

No obstante, refiere que una desventaja para las empresas grandes que desean emitir bonos es
que solo pueden emitir por montos entre US$ 100 millones y US$ 150 millones, debido a que
no hay suficiente demanda local. Esto se debe a que solo participan unas pocas AFP, cuatro
aseguradoras, un par de fondos mutuos y una cantidad reducida de bancos.

Ante dicha limitación, Bochi plantea que las empresas peruanas que deseen levantar montos
superiores -por ejemplo, de US$ 500 millones- emitan dentro del mercado internacional.
Asimismo, indica que deben contar con estados financieros auditados por empresas reconocidas
a nivel mundial, que cuenten con gobiernos corporativos establecidos.
Alicorp en el mercado local

Alicorp representa un ejemplo interesante en cuanto a empresas que funcionan en el mercado


local aplicando este recurso. La compañía del Grupo Romero emitió recientemente bonos por
un monto de S/ 138.9 millones, en el marco de su tercer programa de bonos corporativos. Dicha
colocación se realizó a un plazo de 367 días, en una tasa de interés de 4.90625%.

Aquella no fue la primera vez, pues en marzo de 2016 realizó emisiones por S/. 70 millones y
S/. 160 millones, con bonos de 3 y 7 años, respectivamente. Además, en enero de 2015 había
concretado otra por S/. 500 millones a 15 años. De esta manera, desde su regreso al mercado de
renta fija local, Alicorp ha logrado captar recursos de inversionistas por un total de S/ 985
millones mediante esta vía.

De Ripley

Otro caso a tomar en cuenta es el del Banco Ripley, que en julio del presente año efectuó una
nueva colocación de bonos corporativos por S/. 50 millones en el mercado local, a una tasa de
interés del 6% que resultó inferior a las que le antecedieron.

Según los analistas esta menor tasa, obtenida en instrumentos de largo plazo, cuenta con toda la
confianza de los inversionistas de la entidad financiera. Así, en lo que va de 2017, Banco Ripley
ha efectuado cuatro emisiones por un monto total de S/. 200 millones, manteniéndose como uno
de los emisores más activos a nivel local.

Finalmente cabe añadir que, además del más bajo costo financiero que representa la emisión de
bonos corporativos, otro beneficio surge desde la diversificación de las fuentes de fondeo que
ayudan a optimizar el balance financiero.
La emisión de bonos

Los bonos o también denominados debentures son títulos valores


que emite la empresa a los inversionistas y representan una
obligación a pagar (Pasivo a largo plazo), donde se devengara
una cierta tasa de interés en cada cuota definida en el plan de
pagos. Detrás de una emisión de bonos existe un registro
contable específico que ayudara a reflejar una transparencia en
los estados financieros.
En este artículo veremos el tratamiento contable que hace la
empresa cuando registran la venta de bonos o
debentures efectuada a los inversionistas y aquellas situaciones
especiales que pueden suceder, como el pago de prima sobre
bonos o los descuentos de los mismos.

La venta o emisión de bonos común a los inversionistas

La venta de bonos se refiere a la emisión de los títulos valores


que la empresa entrega al inversionista e ingresa a la
contabilidad como una deuda.

Al igual que las acciones, en los bonos existe la posibilidad de


autorizar más de la cantidad de la emisión y suscripción, esto
para prever en el futuro fondos adicionales que la empresa puede
necesitar.

Supongamos un ejemplo: Un empresa al 20 de diciembre de


2020 autoriza la emisión de 100 bonos de $ 1.000 cada uno, con
un plazo de vencimiento de 10 años al 7% y con intereses
pagaderos semestralmente.

El 2 de enero de 2021 compran 70 bonos los inversionistas (la


cantidad de bonos que la empresa decidió emitir hasta la fecha).

El asiento contable para la empresa llega a ser una venta de


bonos, pero para el inversionista sería una compra. En esta
oportunidad nos enfocaremos únicamente en los registros que la
contabilidad de la empresa haría.
The founder: Análisis de la
emisión de obligaciones como
herramienta de financiamiento
por Área Derecho y Empresa |Publicado 24 marzo, 2023

I. Introducción

En una sociedad en la cual la actividad empresarial representa uno de los


principales motores de la riqueza y del crecimiento económico, debe ir de
la mano del conocimiento de los métodos de financiamiento que sea el
más factible para asegurar el éxito del negocio. De esta manera, el presente
artículo buscará analizar la emisión de obligaciones como herramienta de
financiamiento en “The founder”, película dirigida por John Lee Hancock y
por Robert D., en la cual el protagonista atraviesa por dificultades
financieras para sostener el negocio y continuar con el mismo orillándolo a
conseguir préstamos en entidades bancarias. Esta película significa una
gran lección para todo aquel que desea iniciar un negocio. Es así que con
este artículo pretendemos presentar la emisión de obligaciones como otra
solución de financiamiento y nos dedicaremos a analizar si resulta más,
menos o igual de conveniente que los préstamos. Cabe señalar que ello lo
haremos a la luz del ordenamiento peruano vigente. 

II. Marco Teórico       

Según la doctrina peruana, la emisión de obligaciones es un tipo de


financiamiento a largo plazo, mediante el cual se captan ahorros del
público sin intermediación financiera de los agentes del banco (Castellares,
2000, p.137). Este mecanismo se encuentra regulado en la Ley General de
Sociedades – en adelante LGS – y la Ley del Mercado de Valores – en
adelante LMV. Su funcionamiento consiste en ser “un instrumento
certificado mediante el cual el emisor del bono o prestatario, por lo general
una sociedad anónima, se compromete a pagar una suma específica y en
una fecha determinada, junto con los intereses calculados a una tasa
determinada y en fechas determinadas” (Conexión Esan, 2016). Por otro
lado, de acuerdo a Torres, el obligacionista es el titular que se interesa por
el cumplimiento de la satisfacción de las obligaciones bajo las condiciones
pactadas. Cabe recalcar que estas pueden ser abarcadas por un titular o
más.
Escenario distinto sucede en el caso del financiamiento bancario, en donde
estamos frente a un préstamo de corto y mediano plazo (entre 3 a 5 años).
La acepción jurídica supone la existencia de un contrato cuyo valor es el
interés generado y donde las obligaciones de las partes se ejecutan en
diferentes tiempos (citado en Guzmán & Reina, 1973, p. 32).

III. Problema

The founder cuenta la verdadera historia de los orígenes de la


multinacional McDonald ‘s, que hoy en día se ha consolidado como una
cadena líder de comida rápida. Ray Kroc, el personaje principal de la
película, es un vendedor de batidoras que atraviesa dificultades
económicas. Un día decide visitar el negocio de los hermanos Mac y Dick
McDonald´s, quienes contaban con el innovador Speedy System, estrategia
que los llevó al éxito. De esta manera, más tarde y ante sus incisivas
propuestas a los dueños del negocio, Kroc se convirtió en el agente de
franquicias del mismo, obteniendo la participación del 1.9% de las ventas
netas.

A pesar de que McDonald’s tenía 13 sedes en 9 estados y, según las


palabras de Harry J. Sonneborn, una “clientela fantástica”, los ingresos
eran minúsculos debido a los altos costos de producción. En ese marco,
Ray decide proporcionar bienes raíces a las franquicias para obtener una
entrada fija de dinero y mayor capital para la expansión. Para comenzar
con esa idea recurre a financieras e inversionistas y así presentarles su
proyecto de crecimiento de franquicias con el fin de que estos le
proporcionen préstamos. Si bien fue acertado el plan para aumentar su
capital, pues en la película se evidencia su éxito, ello implica también la
probabilidad de riesgos. Por ello, en el presente trabajo consideramos
pertinente proponer otra estrategia al problema inicial que es la falta de
capital. 

IV. Propuesta de solución

Si bien mediante este artículo se busca presentar la emisión de bonos


como una vía de financiamiento idónea para McDonald´s, debe tenerse en
cuenta de antemano de que la etapa para utilizarla debe ser después de
obtener mayor posicionamiento en el mercado y, así, estabilidad
económica. Esto debido a los distintos factores que se presentarán en
adelante.
Desde una perspectiva societaria, es importante el análisis de la selección
del contrato frente al impacto en la competencia. Si bien en el film Ray no
consideró los efectos negativos que puede generar a la empresa y por el
desenlace se entiende que no hubo alguno, las decisiones corporativas no
pueden efectuarse sin un previo análisis, puesto que se abstienen a los
riesgos que pudieran acaecer. A fin de mantener en privado el propósito
por el que acuden a algún mecanismo, tanto el financiamiento bancario
como la emisión de obligaciones resultan ideales para la sociedad. El
primero, ya que, al ser un contrato de adhesión, se realiza bajo la
protección del cliente como del banco (Guzmán y Reina, 1973, pp. 29-31),
mientras que, el segundo, de acuerdo al primer párrafo del artículo 304 de
la LGS, muestra una flexibilidad para reservar el motivo siempre y cuando
generen una deuda (Ley N° 26887, 1998). De esa manera, no exigen que el
personaje comunique la razón detrás de la solicitud de crédito ni tampoco
requieren que esté expresa en el contrato al no ser un elemento necesario.

De esa similitud, si bien se entiende que el contrato tiene carácter


adhesivo, el sujeto encargado desde la creación hasta la ejecución del
programa es distinto. Considerando el segundo párrafo de dicho artículo y
que el régimen de las mismas obligaciones se plantea, además de proteger
a los sujetos involucrados, comprender que la sociedad se sujeta a una
situación de endeudamiento y es por ello que no solo los administradores
pueden tomar la decisión (citado en Elías, 2008, pp. 728), la emisión
representaría una desventaja en el caso en concreto, pues, además de la
inestabilidad de la empresa, la decisión de constituir más sucursales y el
aumento de las deudas, recaería en Krock la responsabilidad de la mayoría
del trabajo para gestionarla siendo el único accionista en ese entonces. En
cambio, el financiamiento bancario se ubica como una opción que asegura
la intervención de la empresa con un resultado a largo plazo considerando
la terminación del pago del crédito, debido a que las condiciones, así como
las garantías ya se encuentran establecidas por la Superintendencia de
Banca y Seguros, además de que el préstamo puede ser obtenido de
manera célere. 

Ahora bien, sobre las condiciones de los mecanismos de financiamiento, se


evidencia una diferencia. Para el otorgamiento de préstamos bancarios,
acorde con el artículo 65 de la Constitución y tomando en cuenta que el
método de captación de las entidades financieras supone la adhesión por
parte de los prestatarios a contratos preestablecidos que no dan lugar a
una negociación, el Tribunal Constitucional ha establecido una lista de
acciones que fortalecen la posición del prestatario [1]. En este supuesto,
por lo tanto, McDonald’s tendrá una mayor protección como deudor de una
entidad financiera. Mientras que, en el supuesto de que Kroc hubiese
recurrido a la emisión de obligaciones, de acuerdo con el artículo 306 de la
Ley General de Sociedades, tenía que crear un órgano encargado de
organizar la defensa de los obligacionistas y designar un representante
para que asista al otorgamiento del contrato de emisión en nombre de
estos últimos. En definitiva, las normas imperativas tienden a proteger a la
parte que se adhiere al contrato.

No obstante, las condiciones en la emisión de obligaciones resultan


razonables teniendo en cuenta que la empresa emisora es la que toma las
decisiones y ejecuta la emisión de obligaciones. En ese sentido, McDonald’s
pudo haber tenido la opción de colocar los bonos con una tasa de interés
efectiva menor respecto a la tasa de interés que las entidades financieras
imponen. Estos últimos suelen colocar una tasa de interés alta, ya que, al
ser intermediarios financieros entre los ahorradores y las empresas que
buscan financiamiento, asumen ciertos riesgos. Además, como empresa
emisora, McDonald´s tenía la opción de requerir una mayor cantidad de
financiamiento en la medida que este es cubierto por distintos
obligacionistas. Por último, McDonald´s pudo haber establecido un plazo
mayor para pagar a sus acreedores a diferencia de los plazos reducidos que
suelen colocar las entidades financieras. 

En la misma línea, respecto a la promoción de las figuras de


financiamiento, los bancos solo brindan el crédito de manera privada, por
lo que la negociación solo implicaría a la entidad bancaria; en cambio, la
emisión de obligaciones otorga ambas opciones, puesto que su publicidad
puede ser privada o pública. Esta última permite un mayor alcance en la
interacción con los futuros obligacionistas, ya que se realiza una emisión
pública, en base a la Ley de Mercado de Valores.

Respecto a las garantías y la fiscalización, en ambos mecanismos de


financiamiento se presentan similares situaciones. Las garantías se
imponen con el objetivo de proteger el pago del crédito otorgado por el
inversionista. Asimismo, la fiscalización resulta importante para ambos
mecanismos, pues las partes que otorgan el crédito deben verificar
constantemente que se cumplirá con la obligación principal. 

Las fases para emitir préstamos bancarios son establecidas por la entidad
financiera; en tanto las fases para emitir bonos, de acuerdo con el artículo
304 de la Ley General de Sociedades, son de responsabilidad de la empresa
emisora. En este aspecto, resulta beneficioso para McDonald´s recurrir a la
emisión de bonos, pues podría establecer las condiciones, garantías, y
demás aspectos que le resulten beneficioso.  Ello siempre y cuando no
perjudique a los futuros obligacionistas, pues la oferta de los bonos se
encontrará bajo la supervisión de la Superintendencia de Mercado de
Valores. Sin embargo, encargarse de todo el procedimiento de la emisión
de obligaciones significa que la empresa emisora deberá incurrir en costos
de transacción. En este caso, McDonald´s no se encuentra en las
condiciones para incurrir en costos adicionales, debido a que el
protagonista aún mantenía deudas bancarias y la empresa no se
encontraba consolidada económicamente. Eso se puede evidenciar en el
hecho de querer cambiar los helados por batidos en polvo para no incurrir
en costos de electricidad. 

Consideramos que ambos mecanismos resultan beneficiosos pero para


distintas etapas del negocio. Podríamos recomendarle a McDonald´s
emitir bonos para que cuente con mayor plazo de amortización y menores
tasas de interés. Sin embargo, tomando en cuenta la situación en la que se
encuentra, resultaría una desventaja emitir bonos debido a los costos de
transacción que traen consigo. Por lo tanto, fue atinado empezar su
financiamiento por deuda por medio de los préstamos bancarios. Eso le
ayudará a despegar todavía más. Posteriormente, cuando ya se haya
expandido y se encuentre bajo una sólida economía, se encontrará
preparada para realizar una oferta pública primaria de bonos. Por ejemplo,
podría emitir bonos ya para expandirse a nivel mundial y así otorgar
prestigio e imagen a la sociedad, puesto que solo resulta beneficioso en
tanto la acción de la empresa sube, caso contrario, la publicidad
disminuiría (Morán et al. 2016). Cabe mencionar, que la imagen de la
empresa que refleja ante el mercado y la sociedad es fundamental para
ubicar el nivel de probabilidad de compra de obligaciones por parte de los
inversionistas. Asimismo, presenta ventajas como “(…) liberar las líneas
crediticias de las entidades bancarias o iniciar la preparación de una
compañía para una emisión de acciones mediante una oferta pública inicial
(OPI)” (Bravo, 2019).

V. Conclusión

En base a lo anteriormente expuesto, hemos llegado a la conclusión de que


la emisión de obligaciones resultará más beneficiosa como herramienta de
financiamiento ante el financiamiento por préstamos bancarios,
dependiendo de la situación económica de la empresa emisora, incluso,
dependiendo del motivo del endeudamiento. En el caso concreto, la
solución que adoptó McDonald´s fue la más acertada, pues su éxito no se
veía reflejado en sus ingresos. Y la emisión de bonos implica incurrir en
costos de transacción, costos adicionales que la empresa buscaba evitar,
por ejemplo, eso se evidencia con el ahorro de electricidad. Para que se
opte por la emisión de bonos, la empresa debe encontrarse bajo una sólida
economía que le permita realizar un programa de emisión de bonos que le
resulte beneficioso sin afectar los intereses de los obligacionistas. Por otro
lado, también se deberá tomar en cuenta el motivo del endeudamiento.
Por ejemplo, en este caso, solo buscaban expandirse más allá del oeste
medio de los Estados Unidos, el crédito que se requerirá para ello será
menor al crédito que se podría requerir para expandirse en otros países. Es
necesario considerar ello, pues gracias a que en la emisión de la deuda se
reparte en una gran cantidad de obligacionistas, este crédito podrá ser
mayor a lo que se suele dar en los bancos. 

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