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ESTADO DE LA CIUDAD DEL VATICANO

ANDRÉS FELIPE ARÁMBULA OCHOA

COLEGIO GIMNASIO DOMINGO SAVIO


1. DISCURSO DE APERTURA
2. PAPEL DE POSICION
3. INFORMACION DEL PAIS
4. CIUDAD DEL VATICANO, IMPACTO FRENTE AL TEMA
5. INFORMACION SOBRE EL TEMA
6. BIBLIOGRAFIA
DISCURSO DE APERTURA

Discurso De Apertura

Honorable mesa directiva, delegados y demás observadores tengan


todos muy buenas días.

Para el Estado de la Ciudad del Vaticano participar en esta asamblea es


un gran honor y de gran importancia ya que es primordial discutir y
analizar la plenaria a tratar en esta asamblea.

El Estado de la Ciudad del Vaticano toma en cuenta el contexto social y


cultural de la plenaria a tratar para poder lograr una eficiente solución y
poder así establecer igualdad en cuanto a los derechos humanos.

La delegación considera que los derechos humanos son transcendentales


y deben respetarse en igualdad de condiciones. La Sagrada Biblia nos
enseña a amar a nuestro prójimo como a nosotros mismos, y es por eso
que la siguiente plenaria debe ser discutida y analizada para lograr una
solución eficaz y justa para todas las naciones de esta asamblea.

Gracias.
PAPEL DE POSICION

“Las mujeres tienen pleno derecho a introducirse activamente


en todos los ámbitos, su derecho va afirmado y protegido
también a través de instrumentos legales donde sean
necesarios”

Papa Francisco
Dependiendo de lo que se entienda por igualdad. Por supuesto que la
iglesia considera que hombre y mujer son idénticos en dignidad y en
valor ante Dios, pero eso no quita que reconozca una diversidad
entre ambos. Hombre y mujer son distintos, pero pares. Su
constitución física, psicológica y hasta intelectual son femeninas o
masculinas, y esto es lo que la Iglesia reconoce.

Reconociendo esta diversidad, la Iglesia sí apoya la igualdad entre


hombre y mujer, la igualdad de condiciones para acceder a la
educación o a un puesto determinado, etc. De hecho, interesa
recordar que los primeros movimientos feministas, que abogaban por
los derechos de la mujer, nacieron entre católicos.

Desde siempre la Iglesia ha proclamado la igualdad hombre-mujer:


Dios los creó en igualdad de condiciones y de dignidad, con diferentes
funciones y roles dentro de la sociedad y con características
complementarias.
INFORMACION DEL PAIS

La Ciudad del Vaticano, oficialmente Estado de la Ciudad del


Vaticano (en latín: Status Civitatis Vaticanæ; en italiano: Stato della
Città del Vaticano) o simplemente el Vaticano, es un país soberano sin
salida al mar, cuyo territorio consta de un enclave dentro de la ciudad
de Roma, en la península Itálica. Es uno de los seis microestados
europeos.
La Ciudad del Vaticano tiene una extensión de 0,44 km² (44 hectáreas)
y una población de aproximadamente 800 habitantes, por lo que resulta
un híbrido de ciudad elevada al rango de Estado independiente, siendo
además el país más pequeño del mundo. Es tan pequeño que solo
la basílica de San Pedro es un 7 % de su superficie; la basílica y la plaza
de San Pedro ocupan un 20 % del territorio, lo que lo convierte en el
territorio independiente más urbanizado del mundo. La Ciudad del
Vaticano comenzó su existencia como Estado independiente
en 1929 tras la firma de los Pactos de Letrán celebrados entre la Santa
Sede y el entonces Reino de Italia, que en 1870 había conquistado
los Estados Pontificios.
La Ciudad del Vaticano alberga la Santa Sede, máxima institución de
la Iglesia católica. Aunque los dos nombres, «Ciudad del Vaticano» y
«Santa Sede», se utilizan a menudo como si fueran equivalentes, el
primero se refiere a la ciudad y a su territorio, mientras que el segundo
se refiere a la institución que dirige la Iglesia y que tiene personalidad
jurídica propia como sujeto de Derecho internacional. En rigor, es la
Santa Sede, y no el Estado del Vaticano, la que mantiene relaciones
diplomáticas con los demás países del mundo. Por otro lado, el Vaticano
es quien da el soporte temporal y soberano (sustrato territorial) para la
actividad de la Santa Sede.
La máxima autoridad del Vaticano y jefe de Estado del mismo es
el papa de la Iglesia católica, por lo que puede considerarse la
única teocracia de Europa. El sumo pontífice delega las funciones de
gobierno en el secretario de Estado.
El conjunto arquitectónico e histórico-artístico que conforma la Ciudad
del Vaticano fue declarado Patrimonio de la Humanidad por
la Unesco en 1984.
CIUDAD DEL VATICANO, IMPACTO FRENTE AL TEMA

La declaración Universal de los derechos humanos ha sido un paso


importante en el rescate de la dignidad e igualdad de las personas, dice
en su artículo primero: “Todos los seres humanos nacen libres e iguales
en dignidad y derechos y, dotados como están de razón y conciencia,
deben comportarse fraternalmente los unos con los otros”.
Ante  este discurso, la Biblia proporciona evidencia que fortalece su
pronunciamiento. Sin embargo, la iglesia cristiana no tiene una posición
común frente el tema de igualdad entre el hombre y la mujer; por un
lado  se enseña que son iguales citando a: Génesis 1:27 “Y creó Dios al
hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los
creó.”, y Gálatas 3:28 “Ya no hay judío ni griego; no hay esclavo ni
libre; no hay varón ni mujer; porque todos vosotros sois uno en Cristo
Jesús.”
Estos pasajes bíblicos muestran una relación ideal, en donde el hombre
y la mujer son complementarios, no se refiere de ninguna manera a la
imposición de roles sociales; a que el hombre por serlo, deba hacer
determinadas cosas, o a que la mujer por la misma razón, deba hacer
otras. Al ser el hombre y la mujer poseedores de la imagen de Dios, son
multiplicadores de innumerables posibilidades de desarrollo individual y
colectivo, porque no existen en el mundo dos seres humanos iguales,
cada uno tiene su propio diseño, cuenta con potenciales y fortalezas que
les permiten ayudar a construir familia y comunidad.

Pero no debe permanecer así, Dios tuvo plan de salvación para la


humanidad que fue llevado acabó a través de   Jesucristo (Juan 3:16),
que contemplaba la remisión, redención y justificación del hombre y la
mujer. I Corintios 6:20,“Porque habéis sido comprados por precio;
glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los
cuales son de Dios.” (rv); Efesios 1:6-17 “para alabanza de la gloria de
su gracia, con la cual nos hizo aceptos en el Amado,  en quien tenemos
redención por su sangre, el perdón de pecados según las riquezas de su
gracia” (rvc);Mateo 26:28, “porque esto es mi sangre del nuevo
pacto, que es derramada por muchos, para perdón de los
pecados.” (rvc); Romanos 5:1, “Así, pues, justificados por la fe tenemos
paz con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo.” (rvc).
INFORMACION SOBRE EL TEMA

Los derechos de la mujer hacen referencia a la distinción de


los derechos que se reconocen o bien se conceden a las mujeres y niñas
en diferentes sociedades del planeta. Mientras que en algunos lugares
estos derechos están institucionalizados o respaldados
por leyes, costumbres locales y el comportamiento social, en otras
zonas no se realiza el mismo trato, llegándose a reprimir, ignorar o
incluso negar en contraposición con los derechos admitidos a los
hombres y niños.
Los temas que con más frecuencia se asocian con la noción de derechos
de la mujer son –entre otros– los siguientes: derecho a la integridad, al
control del propio cuerpo, derecho al sufragio, derecho a ocupar cargos
públicos, derecho al trabajo, derecho a una remuneración justa e
igualitaria, derecho a poseer propiedades, derecho a la educación,
derecho a servir en el ejército, derecho a firmar contratos legales, y
derechos matrimoniales y parentales.

En todo el mundo las mujeres sufren discriminación y violencia. En


muchos países, tanto el derecho penal como el derecho civil se hacen
eco de la discriminación hacia las mujeres en las leyes relativas al
matrimonio, a la herencia e incluso a la propiedad. Pero incluso en los
países en los que las mujeres han conseguido la igualdad de derechos, a
menudo en la práctica esta igualdad sigue siendo ilusoria. En el seno de
las instituciones públicas con poder de decisión, las mujeres siguen
estando ampliamente infrarrepresentadas. La violencia contra las
mujeres suele prosperar debido a la inexistencia de leyes adecuadas, a
la dificultad de las víctimas para acceder a la justicia o a la falta de
acción por parte de los poderes públicos, que toleran la banalización de
la violencia. Además, la falta de castigo de los autores de la violencia
fomenta la creación de una "cultura de impunidad", que favorece la
repetición de estos delitos. 

La mujer tiene derecho, en condiciones de igualdad, al goce y a la


protección de todos los derechos humanos y libertades fundamentales
reconocidos por los instrumentos regionales e internacionales de
derechos humanos. Asimismo, las mujeres tienen derecho a vivir en un
sistema social en el que no existan relaciones de poder basadas en el
género, a una vida libre de violencia -en el ámbito público y privado-, a
vivir sin discriminación alguna, a ser valoradas y educadas sin
estereotipos de conductas y prácticas sociales y culturales basadas en
conceptos de inferioridad y subordinación entre los sexos, a contribuir
en el desarrollo y el bienestar de la sociedad y a participar en igualdad
de condiciones que el hombre en las esferas política, económica, social,
cultural o de cualquier otra índole. Además de estos derechos vinculados
a la igualdad y no discriminación, por su condición de mujer tiene
derechos específicos relacionados, en particular, con su sexualidad, la
reproducción y la protección de la maternidad.

El artículo 1 de la “Convención sobre la eliminación de todas las formas


de discriminación contra la mujer” define dicha discriminación como
toda distinción, exclusión o restricción basada en el sexo, que tenga por
objeto o como resultado menoscabar o anular el reconocimiento, el goce
o el ejercicio por la mujer –independientemente de su estado civil y
sobre la base de la igualdad entre los sexos– de los derechos humanos y
las libertades fundamentales en las esferas política, económica, social,
cultural y civil, o en cualquier otra esfera.

Toda amenaza o todo acto de violencia –sea en la vida pública, sea en la


vida privada– motivado por la condición femenina de la víctima, que
tenga o pueda tener como fin un daño o sufrimiento físico, sexual o
psicológico, una coacción o una privación arbitraria de la libertad,
constituye violencia contra la mujer. La violencia contra la mujer abarca,
entre otros, los actos de violencia física, sexual y psicológica producidos
en la familia, incluidos los malos tratos y el abuso sexual de las niñas en
el hogar; los actos de violencia física, sexual y psicológica perpetrados
dentro de la comunidad en general; los actos de violencia física, sexual
y psicológica en cuya perpetración o tolerancia tenga responsabilidad el
Estado.

Si bien las mujeres tienen todos los derechos reconocidos en el


derecho internacional de los derechos humanos, éstos por sí solos
eran insuficientes para dar una respuesta adecuada a la diversidad,
especificidad y complejidad de la problemática de la mujer. Para
construir una sociedad realmente igualitaria era indispensable,
entonces, adoptar unos instrumentos especiales para las mujeres que
consideraran su vulnerabilidad, tanto en las esferas públicas como
privadas, que reconocieran sus necesidades particulares y que
garantizaran eficazmente la eliminación de las inequidades históricas
y las injusticias estructurales que experimentan las mujeres por el
único hecho de ser mujer. Los instrumentos de derechos humanos de
la mujer rompen con el sistema de jerarquías, de subordinación y
discriminación entre los géneros comprometiendo a los Estados y
haciendo extensivo a la sociedad en general, al respeto de las
normas, costumbres y prácticas que garanticen una real igualdad
entre el hombre y la mujer. Esta igualdad debe alcanzarse
reconociendo sus diferencias, identificando y generando respuestas a
las inquietudes y necesidades de la mujer, teniendo en cuenta la
diversidad de la situación de las mujeres, y dando poder y
participación real a la mujer en los ámbitos políticos, económicos,
sociales y culturales, a los efectos de lograr una plena contribución
de la mujer al desarrollo democrático y a la paz en nuestras
sociedades.

La Convención para la eliminación de la discriminación contra la


mujer creó un Comité para supervisar el cumplimiento y la aplicación
concreta por los Estados Partes de dicha Convención, adoptada en
1979. El Comité -compuesto de veintitrés expertos en los temas
abarcados por la Convención, que ejercen sus funciones a título
personal- recibe de los Estados que han ratificado la Convención
informes periódicos sobre las medidas legislativas, judiciales,
administrativas o de otra índole adoptadas para hacer efectivas las
obligaciones convencionales, así como sobre los progresos,
obstáculos y dificultades identificados en ese sentido. Del mismo
modo, los Estados incluyen en sus informes datos estadísticos e
indicadores de la realidad de la situación de las mujeres. El Comité es
el órgano encargado de interpretar la Convención y, en ese marco,
adopta observaciones generales, que desarrollan el alcance de los
derechos y obligaciones que emanan de la Convención. Entre ellas,
cabe destacar la Recomendación No. 19 referida a la violencia contra
la mujer, en la cual se afirma que “la violencia contra la mujer es una
forma de discriminación que impide gravemente que goce de
derechos y libertades en pie de igualdad con el hombre”. El Comité
no tenía la facultad de conocer peticiones individuales, a diferencia de
otros comités que vigilan el cumplimiento de tratados
internacionales. El Protocolo Facultativo de la Convención sobre la
eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer,
que entró en vigor en diciembre de 2000, asigna al Comité
competencia para recibir comunicaciones presentadas por personas o
grupos de personas que aleguen ser víctimas de una violación de los
derechos enunciados en la Convención.

 En Yemen, las mujeres carecen de libertad para casarse con


quien deseen, y algunas son obligadas a contraer matrimonio
cuando son menores de edad, a veces con tan solo ocho años. 
 En Arabia Saudí las mujeres no poder viajar, tener trabajos
remunerados, recibir educación superior ni casarse sin el permiso
de un tutor varón. Tampoco pueden conducir, aunque tengan
permisos internacional con los que sí pueden hacerlo en en otros
países.
 En Egipto se practica la mutilación genital femenina y está
prohibido el aborto, incluso en el caso de mujeres y niñas
sobrevivientes de violación e incesto, o de embarazos que
entrañan grave riesgo para la salud. Su representación en el
Parlamento es incluso menor ahora que cuando Hosni Mubarak
presidía el país. 

El último estudio de la Fundación Thomson Reuters sobre el mundo


árabe ha situado a Egipto como el país más inhóspito para la mujer, por
delante de Irak y de Arabia Saudí. El trabajo subraya el aumento de los
casos de violencia callejera y de acoso sexual contra la mujer en el
antiguo coto del dictador Mubarak, pese al programa liberal que
enarbolaron los promotores de la Primavera Árabe

En el capítulo del Corán dedicado a las mujeres, se afirma de modo


expreso la obediencia de la esposa al marido -por expresa voluntad de
Alá- y el derecho del esposo a golpear a su mujer. La interpretación
común de los juristas islámicos ha establecido tres grados de castigo: la
exhortación con palabras, la privación de sexo conyugal y los golpes
corporales. Alguna traducción moderna y moderada del término usado
por Mahoma opta por el mero «alejarse» de la esposa, que no tiene
fundamento filológico y ha sido rechazada por la inmensa mayoría de los
traductores y doctores del islam.
BIBLIOGRAFIA

http://es.catholic.net/op/articulos/21656/cat/133/apoya-la-iglesia-la-
igualdad-hombre-mujer.html

http://www.lupaprotestante.com/blog/la-igualdad-un-derecho-humano-
y-un-proposito-de-dios/

http://noticieros.televisa.com/ultimas-noticias/internacional/2017-06-
09/el-papa-defiende-derecho-mujeres-participar-todos-ambitos/

https://www.es.amnesty.org/actua/acciones/mujeres-oriente-medio-
norte-africa/

http://www.abc.es/internacional/20131115/abci-islam-golpes-esposas-
201311142049.html

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