Facultad de Ciencias de la Educación

Licenciatura en Pedagogía Infantil

Proceso de Investigación Formativa –PIF-
PREESCOLAR

CUENTO
“LA PROFE Y SU PRACTICA”

En un sueño profundo se encontraba la “profe”, así le llamaban los niños; cuando de repente se

despierta asustada y exclama ¡Oh, no aún no he planeado la clase de lunes!

Se levanta en la madrugada y comienza a planear su clase sobre el número (4); cuando hubo

terminado quedo exhausta, aunque se sentía contenta de haber realizado sus deberes.

El lunes llego y el sol muy temprano salió, cada minuto que restaba del reloj para ir al Jardín La

Magia de los Ángeles hacían acelerar su corazón. Al llegar al jardín ella respira profundo y antes

de entrar dice: “Dios por favor ayúdame a que todo me salga bien”

El momento llego y la docente Paola pronuncio las palabras más aterradoras: Listo profe, es su

turno. Los niños observaban con asombro lo que su profe sacaba de la mochila mágica.

- ¡Buenos días!, replico; y a una voz los niños contestaron.

- ¿Les gustan los cuentos? ella pregunto.

- Gritando todos respondieron ¡Sí!

- El día de hoy les traigo un cuento sobre el burro Pelayo.

El cuento comenzó y todos se quedaron en silencio, su voz los cautivó y estaban atentos a las

imágenes que la profe colocaba en el tablero; ellos no debían distraerse pues al finalizar

responderían unas preguntas. Al terminar el cuento los niños comenzaron hablar y decían “Profe,

profe; yo tengo 4 años”, dijo Sebastian.

Llego el momento de las preguntas ¡Chan chan, chan! se pronunció la primera pregunta y todos a

una voz respondieron acertadamente todo.

Formando líderes para la construcción de un

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No obstante se les hizo entrega de una ficha en forma de sopa de números y ellos debían buscar y

encerrar todos los números 4 que encontrasen; en este punto de la jornada la profe se sentía más

tranquila porque sus niños estaban alegres y listos para comenzar a trabajar. Ella noto que

algunos niños no reconocían muy bien el cuatro y lo confundían con el uno, pero decidió

dibujarles un gran numero 4 para que ellos se guiaran y así todos terminaron su actividad.

-Bueno dijo la profe, ahora vamos a jugar, pero deben quedarse quietos. Niños y niñas

compitieron para atrapar el número que habían repasado anteriormente, con ayuda de un artefacto

similar a un mata moscas; la barra de los amigos empezaron a sonar, los niños llevaban la

delantera al encontrar más rápido los números pero cuando llego la hora de contar las 4 pelotas

ellos echaban siempre una pelota de más. Mientras avanzaban los turnos 2 niños comenzaron a

aglomerarse frente a las pelotas, impidiendo que sus compañeros pudieran contar, así que la profe

se le ocurrió algo para que ellos permanecieran quietos.

Entonces les dijo: Alan, Jorge les tengo un súper trabajo, ustedes deben vaciar las tazas de las

pelotas y regresarlas al puesto; pero para ello deben quedarse quietos mientras los amigos

participan. Ellos no dudaron en seguir la orden, y la actividad continuó como se esperaba.

La profe suspiro y dijo: Gracias Dios pues lo difícil ya pasó. Solo faltaba por terminar la última

actividad, así que movió sus manos y les dijo que irían a trabajar con sus deditos; les entrego una

guía con un número cuatro enorme el cual debían rellenar con bolitas de papel seda estas debían

quedar bien enrollar para poder decorar el interior del número.

Finalmente los niños aprendieron sobre el número cuatro y ya podían contar con ayuda de sus

dedos; ellos muy contentos quedaron por haber realizado el trabajo. Y así la profe satisfecha

quedó y muy alegre y feliz se marchó.

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