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Codigo Civil y Comercial: Incidencia en materia de

contratos bancarios celebrados con consumidores


por ALFREDO MARIO CONDOMÍ
5 de Octubre de 2015
www.infojus.gov.ar
Infojus
Id SAIJ: DACF150538

1. Conforme al art. 1384 CCC, el régimen legal de los contratos de consumo es aplicable a los contratos
bancarios (1), en los términos del art. 1093 del mismo cuerpo legal. En consecuencia, debe entenderse que un
contrato bancario es, a la vez, de consumo, cuando tiene lugar entre "un consumidor o usuario final...[cuyos
bienes o servicios son]...para su uso privado, familiar o social" (art. 1093, CCC, cit.) y "entidades comprendidas
en la normativa sobre entidades financieras, y...personas y entidades públicas y privadas no comprendidas
expresamente en esa legislación cuando el Banco Central de la República Argentina disponga que dicha
normativa les es aplicable" (art. 1378, CCC) (2); en estos términos, en principio, toda operación de banco
celebrada entre las partes mencionadas queda comprendida en el ámbito del derecho tutelar consumeril (3).

2. La nueva normativa civil y comercial prevé algunas disposiciones sobre: 1) contratos bancarios en general
-bajo el epígrafe "transparencia de las condiciones contractuales"-; 2) "contratos bancarios con consumidores y
usuarios"; y, 3) contratos bancarios "en particular", distribuidos en seis parágrafos (depósito bancario, cuenta
corriente bancaria, préstamo y descuento bancario, apertura de crédito, servicio de caja de seguridad, y custodia
de títulos). Ampliando un esquema esbozado en un trabajo anterior (4) trazaré una comparación entre los dos
primeros ítems indicados -con algunas referencias respecto del tercero-; ellos se refieren, tanto a aspectos
precontractuales (publicidad), como a contractuales propiamente dichos (forma, contenido, información debida
por el proveedor, y rescisión).

3. Respecto del factor 'publicidad' el art. 1379 CCC, establece la obligación de indicar "con precisión y en forma
destacada", si la operación publicitada por la entidad "corresponde a la cartera de consumo o a la cartera
comercial" conforme al criterio taxonómico del B.C.R.A. Se trata de una norma claramente dirigida a "dividir
aguas" entre las operaciones comerciales -esto es, aquellas no destinadas a " un consumidor o usuario final" -en
los términos del art. 1093, CCC, cit.- (5), y las consumeriles, objeto de regulación especial, aunque, de todos
modos, debe prevalecer la calificación "que surje del contrato [o] de la decisión judicial" (art. 1379, CCC, cit.),
respetando así la veracidad jurídica de la situación contractual bajo examen; asimismo, la norma citada impone
el deber de informar al público en general, las "condiciones económicas de las operaciones y servicios
ofrecidos". A su turno, el art. 1385 CCC, refiriéndose a los contratos bancarios de consumo en particular,
despliega un pormenorizado detalle de requisitos que las entidades bancarias deben exhibir en sus anuncios,
respecto de las operaciones que propone: montos, tasa y tipo de interés, gastos y comisiones, costo financiero,
si existen servicios accesorios, duración del contrato; y el art. 1387 CCC, bajo el epígrafe "obligaciones
precontractuales", impone al proveedor bancario el deber de suministrar al cliente información acerca de "las
distintas ofertas de crédito existentes en el sistema", para que él pueda compararlas; si la solicitud es
rechazada, debe informársele "en forma inmediata y gratuita", resultado y fuente de la causa del rechazo.

4. En cuanto al aspecto 'formal', tanto la normativa genérica (art. 1380 CCC), cuanto la específica (art. 1386
CCC), requieren la instrumentación 'por escrito' de los contratos bancarios, exigiéndose un ejemplar o copia
para el cliente y/o consumidor/usuario de la entidad; ampliando los requisitos en caso de tratarse de un contrato
de consumo, en cuanto a acceso, conservación y reproducción de la información respectiva (letras b., c., y d.,
art. 1386, CCC, cit.).

5. En cuanto al 'contenido', 'en todos los contratos bancarios', debe constar la tasa de interés, y el resto de las
condiciones económicas a cargo del cliente -en caso de silencio, se aplica la tasa respectiva, B.C.R.A.-; las
cláusulas que remitan a los "usos", en cuanto a las condiciones del contrato "se tienen por no escritas" (art.
1381 CCC). A su turno, si el contrato bancario es de consumo, del art. 1388 CCC, surge, además, que las
sumas debidas por el consumidor deben constar en el contrato -de lo contrario no son exigibles-, deben
responder a "servicios...prestados efectivamente" -por la entidad-, y que toda claúsula que implique costos para
el consumidor no incluidas o mal incluidas en el "costo financiero total" previsto, también se tienen por no
escritas.

6. A) En todos los casos, el banco debe proveer información periódica fehaciente acerca del desenvolvimiento
de las operaciones en desarrollo; la falta de oposición, transcurridos 60 días desde la comunicación respectiva,
implica aceptación por parte del cliente, 'a salvo las acciones que correspondan a los contratos de consumo' (
art. 1382 CCC); se trata de una obligación -la del proveedor bancario- de origen 'legal', y 'específica', la que, una
vez cumplida, puede derivar -por inacción del consumidor-, una causal de 'caducidad' para éste -según
entiendo-, la que opera -como ocurre en general con los supuestos de caducidad de derechos- en un plazo muy
breve, impidiéndole realizar reclamos ulteriores respecto de "las operaciones informadas" (norma cit.) (6), pero
que, una vez realizado dentro del plazo -evitando la caducidad- el derecho respectivo "se mantiene en tanto no
surja una causa de prescripción" (7). En la medida en que las "operaciones de banco" constituyen "actos de
comercio por naturaleza" (art. 8, inc. 3, ex Cód. Com.) -en tanto la entidad bancaria es intermediadora del
crédito, interponiéndose entre la oferta y la demanda de dinero (8)-, resulta razonable, en principio, que, a tales
fines, -que exigen 'prontitud' y 'seguridad' en las transacciones mercantiles (9)-, se impongan plazos cortos de
caducidad a fin de preservar la estabilidad en las operaciones de ese mercado; pero, no obstante, el carácter
tuitivo del régimen jurídico del consumo demanda extremar los recaudos necesarios para admitir, 'sine ulla
dubitatione', la extinción de derechos del usuario de servicios bancarios; en este sentido, el operador jurídico ha
de prestar especial atención a los medios y modos de que se ha servido el proveedor en el manejo de la
información pertinente suministrada al consumidor, antes de, durante y con posterioridad a, cada operación
realizada (10), a efectos de preservar la veracidad jurídica del caso -como se observó 'supra'-, con particular
referencia al principio genérico 'pro consummatore' y, en su caso, al 'in dubio pro consummatore' (11).

B) A su turno, los contratos de crédito consumatarios en los que no conste tipo, partes, importe total de
financiamiento, costo financiero total y condiciones de desembolo y reembolso, 'son nulos' (art. 1389 CCC). (Por
su parte, conviene recordar que el art. 36 LDC, amén de detallar, bajo pena de nulidad, ciertos requisitos
relativos al contenido de los documentos de "las operaciones de venta de crédito" -entre las que incluye a "las
operaciones financieras para consumo"-, establece la obligación, para el B.C.R.A., de adoptar "las medidas
conducentes para que las entidades sometidas a su jurisdicción cumplan...con lo indicado en" esa norma, y la
competencia, en los juicios respectivos, del "tribunal correspondiente al domicilio real del consumidor.).

7. También, en todos los casos y "en cualquier momento", el cliente tiene la facultad de 'rescindir' el contrato
bancario sin costo alguno derivado de -o posterior a- la rescisión (art. 1383, CCC).

8. En cuanto a los contratos bancarios en particular (12), con referencia al Derecho del consumo, cabe destacar:
1) ante todo, como indiqué en un trabajo anterior (13), "las especificidades del contrato de consumo no impiden
su adecuación a la taxonomía contractual "clásica"; en su caso, con sus propias notas y en la medida de la
'utilidad' que ello implique para el operador jurídico de turno"; ello así, por cierto, con el alcance de los arts. 1384
y 1093 -cit.- y 1092, CCC (14); en consecuencia, esto vale para los contratos bancarios en materia
consumerista, como pauta general; así, todos los contratos bancarios regulados en el CCC son, obviamente,
'nominados' (art. 970, CCC), 'onerosos' (art. 967, CCC), 'conmutativos' (art. 968, CCC), y 'formales' (arts. 969,
1380 y 1386, CCC); asimismo, todos, en principio, son 'bilaterales', a salvo -según están regulados- los
contratos de depósito bancario (arts. 1390 a 1392, CCC), en los que se explicitan obligaciones sólo a cargo del
depositario; 2) por lo demás, no se observa inconveniente alguno para que cualquiera de las figuras
contractuales de banco en particular, no pueda serlo, al mismo tiempo, de consumo; en efecto, el fenómeno de
la "bancarización" de las actividades económicas en general y, en especial, de ciertos ítems hasta hace no
mucho insospechados, como el pago de haberes e indemnizaciones laborales y previsionales, el depósito de
cuotas alimentarias y otras acreencias de familia, o de acervos hereditarios expresados en moneda, etc. -todas
ellas operaciones bien alejadas del tráfico mercantil y, sin embargo, canalizadas a través del circuito bancario-,
han ampliado las posibilidades de utilización de dichas operatorias para el sector "personas" o "familias", de
índole, claramente, extra-empresarial, redirigidas al interesado "como destinatario final, en beneficio propio o de
su grupo familiar o social" (arts. 1092, CCC, cit.; y 1º, LDC, cit.) (15); 3) en este sentido, los contratos bancarios,
en general, pueden adoptar cualquiera de las modalidades de las dos grandes categorías de 'celebración' al
uso, esto es, como contrato 'discrecional' o 'paritético' (paritario o negociado) (16), o bien 'por adhesión a
cláusulas generales predispuestas' (art. 984, CCC) y, aunque se dé en general la categoría de contratos
bancarios junto a la de consumo -haciéndose aplicables, en consecuencia, los principios tuitivos, genéricos y
específicos (17)-, debe recordarse que, el nuevo régimen civil y comercial, admite la existencia de contratos de
consumo aun sin adhesión a cláusulas generales predispuestas (arg. art. 1117, CCC).

Notas al pie.

1) Se ha señalado que la expresión "contratos bancarios" no resulta del todo adecuada, ya que toma en
consideración sólo a una de sus partes (la entidad bancaria -criterio subjetivo-), sin atender a su índole propia o
"contenido intrínseco", de carácter 'financiero' (BARREIRA DELFINO, EDUARDO A.; "Contratos bancarios";
bibliotecadigital.uca.edu.ar).

2) Conceptualmente, se distingue entre "entidad" financiera y "sociedad" financiera, según que la empresa esté
o no oficialmente autorizada para realizar intermediación entre la oferta y demanda pública de recursos
financieros (BARREIRA DELFINO, E. A., op. Cit.).

3) BUSTINGORRY, RODRIGO S.; "Contratos bancarios de consumo en el nuevo Código Civil y Comercial de la
Nación"; www.abogados.com.ar.

4) CONDOMÍ, ALFREDO MARIO; "El régimen de defensa del consumidor a partir de la vigencia de la ley
aprobatoria del nuevo Código Civil y Comercial de la Nación"; www.infojus.gov.ar; 28/04/2015.

5) A todo evento, téngase presente que, los arts. 1092, CCC, y 1º, Ley de Defensa del Consumidor, nº 24.240 y
mod. -LDC-, consideran "consumidores o usuarios" también a las personas 'jurídicas', en la medida en que sean
'destinatarios finales' de bienes o servicios.

6) Se trata de un supuesto de consolidación de "ciertos derechos o situaciones legales que la ley mira con
simpatía y que está interesada en amparar" (BORDA, GUILLERMO A.; ""Tratado de Derecho Civil Argentino
-Obligaciones", Tº II, Editorial Perrot, 1971). Se citan como notas características generales de la caducidad: su
poder de extinguir 'derechos'; su carácter 'excepcional'; 'no es' suceptible de 'suspensión o interrupción'; es
aplicable 'de oficio' (ARAUZ CASTEX, MANUEL; "Derecho Civil -Parte General-", Tomo II; Empresa
Tecnicojurídica Argentina; 1965). 7) FONTANARROSA, RODOLFO A.; "Derecho Comercial Argentino (Parte
General)"; Víctor P. de Zavalía Editor, 1975.
8) FONTANARROSA, R.A.; op. cit.

9) VARANGOT, CARLOS JORGE; "Derecho Comercial -Parte General-; Talleres "El Gráfico/Impresores", 1974.

10) Con particular referencia a los medios electrónicos o similares en cuanto a la comunicación empresa-cliente,
cabe recordar que el art. 1107, CCC, incluye, entre los requisitos para habilitar su utilización, el 'deber del
proveedor' de "informar al consumidor...todos los datos necesarios para utilizar correctamente el medio elegido,
para comprender los riesgos derivados de su empleo, y para tener absolutamente claro quién asume esos
riesgos"; según entiendo, esta norma es enteramente aplicable al supuesto comentado en el texto, ya que
implica, para el usuario de productos bancarios, el riesgo de que caduque su derecho a reclamo respecto de las
operaciones informadas por la entidad proveedora.

11) CONDOMÍ, A.M.; "Reflexiones generales sobre defensa del consumidor y sistema arbitral de consumo de la
Ciudad Autónoma de Buenos Aires -primeras aproximaciones-; www.infojus.gov.ar , 20/10/2011.

12) Los contratos bancarios integran la categoría de las denominadas "operaciones de banco" (art. 8º, inc. 3º, ex
Cód. Com., cit.); entre las que la doctrina distinguía, por un lado, las operaciones de banco 'principales pasivas' -
es decir, de aquellas de las que la entidad bancaria obtiene crédito: depósitos irregulares, emisión de títulos,
redescuentos-, y operaciones 'principales activas' -esto es, mediante las cuales el ente financiero concede
crédito: descuento, anticipos sobre títulos o mercaderías, apertura de crédito, préstamos directos-; y, por el otro,
operaciones 'accesorias' -depósitos en custodia, servicios de cajas de seguridad, adquisión de títulos, etc.-
(FONTANARROSA, RODOLFO A.; "Derecho Comercial Argentino..., cit.). No obstante, estas clasificaciones han
sido discutidas en su utilidad jurídica práctica; además, se ha recordado que no toda operación de banco
encuadra en las formas contractuales ("Código de Comercio Comentado", Tomo I, dirigido por JUAN CARLOS
FERNÁNDEZ MADRID; Ediciones Contabilidad Moderna; 1980). Véase, asimismo, 'supra' nota 1.

13) "Código Civil y Comercial: Incidencia de las disposiciones generales y la clasificación de los contratos en
materia de consumo"; www.infojus.gov.ar; 05/08/2015.

14) A este respecto, corresponde advertir que, si bien el art. 1384, CCC, cit., declara aplicable a los contratos
bancarios, la normativa relativa a los contratos de consumo definidos en el art. 1093, CCC, cit., esta disposición
debe integrarse, necesariamente, con la conceptuación de la "relación de consumo" del art. 1092, CCC, cit., de
modo tal que 'no todo contrato bancario es, por sí solo, un contrato de consumo', sino en la medida en que la
operación bancaria tenga lugar con un "consumidor o usuario final"; refuerza esta idea el art. 1379, CCC, cit., al
obligar al proveedor bancario a "indicar...si la operación corresponde a la cartera de consumo o a la cartera
comercial".

15) Hace ya más de 50 años, se afirmaba que: "vinculada a todas las formas de actividad, la profesión bancaria
se ve obligada a desviar continuamente su acción y a revisar sus métodos, a medida que se modifican las
condiciones financieras del país, de la vida económica de las empresas o hasta de la vida diaria de los
individuos" (FERRONIÈRE, JACQUES; "Las operaciones financieras"; LA LEY -fedye-, 1975).

16) SPOTA, ALBERTO G.; "Contratos en el Derecho Civil"; Tomo II, Ediciones Esnaola, 1964).

17) NANTILLO, IGNACIO ALBERTO; "Principios generales de la contratación bancaria a partir del Código Civil y
Comercial "; www.pensamientocivil.com.ar.

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