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TRABAJO PRÁCTICO.

DOCENTE: Pr. Alfredo F. Salgueiro


Barral.
ALUMNO: Pr. Roy Esteban Moreno
Guardia.
MATERIA: Ciencia y Biblia.
COMO SE RELACIONA LA BIBLIA
Y LA CIENCIA.

La Biblia contiene información exacta desde el punto de vista científico, aunque


no es un libro de ciencia.
El universo tuvo un principio (Génesis 1:1). En contraste, muchos mitos
antiguos dan a entender que el universo es algo que fue organizado a partir de
un caos ya existente, y no algo que fue creado de la nada. Los babilonios
creían que los dioses que engendraron el universo salieron de dos grandes
océanos. Y otras leyendas cuentan que el universo proviene de un huevo
gigante.

El universo se rige día a día por un conjunto de leyes lógicas y precisas (Job
38:33; Jeremías 33:25). En cambio, los mitos de distintas partes del mundo
enseñan que la humanidad se halla indefensa ante los actos impredecibles, y
hasta crueles, de dioses caprichosos.

La Tierra está flotando sobre nada en el espacio (Job 26:7). Antiguas


civilizaciones afirmaban que el mundo era un disco plano apoyado sobre un
gigante o un animal, como un búfalo o una tortuga.

Los ríos y los manantiales existen gracias a la lluvia, la nieve o el granizo que
cae de las nubes que se forman al evaporarse el agua de los océanos y de
otras fuentes (Job 36:27, 28; Eclesiastés 1:7; Isaías 55:10; Amós 9:6). Los
antiguos griegos pensaban que los ríos se alimentaban de aguas subterráneas
procedentes del mar. Esta idea perduró hasta el siglo XVIII.

Las montañas van surgiendo o desapareciendo; las que hoy conocemos


estuvieron alguna vez bajo los océanos (Salmo 104:6, 8). Sin embargo,
diversos mitos afirman que los dioses formaron las montañas tal y como las
vemos hoy.

Las normas higiénicas protegen la salud. La Ley de Dios obligaba a los


israelitas a lavarse después de tocar un cadáver, poner en cuarentena a los
que contraían una enfermedad contagiosa y deshacerse de forma adecuada de
los excrementos humanos (Levítico 11:28; 13:1-5; Deuteronomio 23:13). No
obstante, los egipcios de aquella época usaban excremento humano para
preparar un ungüento que aplicaban a las heridas.

Hay quienes afirman que, desde el punto de vista científico, la Biblia contiene
errores.
Por tanto, creacionistas y evolucionistas desarrollan reconstrucciones
totalmente diferentes de la historia. Pero aceptan y utilizan los mismos métodos
de investigación en la ciencia de origen y la operacional. Las conclusiones
diferentes acerca de los orígenes provienen de diferentes supuestos de partida,
y no de los métodos mismos de investigación.

Así, la batalla entre la Biblia y la evolución de moléculas-a-hombre no es uno


que sea entre la religión y la ciencia. Más bien, se trata de un conflicto entre
cosmovisiones-- el punto de partida de las hipótesis creacionistas (la
cosmovisión bíblica) y el punto de partida de las hipótesis evolucionistas (la
cosmovisión anti bíblica).

La próxima vez que alguien utilice la palabra ciencia en relación con la


controversia creación vs. evolución, pídele primero que defina lo que quiere
decir. Sólo entonces podrás tener un debate fructífero sobre los orígenes.

Seamos claros; el conocimiento acertado (la verdad) sobre la realidad física


puede ser descubierto por ambos métodos el de la ciencia operacional y el de
la ciencia de origen. Pero las pretensiones de verdad en ambas áreas pueden
ser falsas. Muchos de los "hechos probados" (declaraciones de supuesta
verdad) acerca de cómo funcionan las cosas (en la física, la química, la
medicina, etc.), así como acerca de cómo se originaron las cosas (en la
biología, la geología, la astronomía, etc.) han sido o serán demostrados ser
falsos. Por tanto, en cuanto podamos, debemos ser como los de Berea de
Hechos 17:11 y examinar cada pretensión de verdad en contra de las
Escrituras y buscar la lógica defectuosa o suposiciones falsas.

Hay muchas maneras de probar la exactitud de la cosmovisión bíblica en


contra del ateísmo naturalista (cosmovisión que controla la mayoría de las
investigaciones de los orígenes). Cuando nuestra investigación se basa en
verdades bíblicas sobre el pasado, encontramos que nuestras interpretaciones
de los hechos biológicos y geológicos le dan sentido a lo que vemos en el
mundo real, mientras que las interpretaciones evolutivas no encajan realmente
lo que vemos.

Veamos un ejemplo: la Biblia dice que Dios creó grupos distintos de animales
“según su género” (Génesis 1). A partir de esta verdad de la Biblia como una
de nuestras hipótesis, se esperaría observar animales divididos en distintos
grupos o géneros. Los creacionistas postulan que nuestro Dios creador coloca
variabilidad fenomenal en los genes de cada género, para que haya
considerable variedad dentro de cada género. Pero el mecanismo pre
programado para la variación dentro del mismo género nunca podría cambiar
un género a otro diferente, como lo afirman los evolucionistas y lo requiere su
sistema de creencias.

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