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1. INTRODUCCIÓN
El estudio de las causas de los trastornos psicológicos ha sufrido una transformación importante en los últimos años, desde la
búsqueda de una causa única a explicaciones basadas en modelos multidimensionales. Se ha demostrado que no es posible
hablar de causas únicas o de procesos aislados, los problemas psicológicos tienen múltiples causas que interactúan de forma
compleja en diferentes individuos o problemas.
El DSM-IV-TR representa una aproximación para combinar ambos enfoques, usando el enfoque prototípico, asigna
categorías y a su vez se puede cuantificar el nivel de gravedad que se presenta en cada categoría diagnóstica.
- Las categorías diagnosticas no son independientes, de ahí los altos niveles de comorbilidad entre diferentes
trastornos.
- Dentro de una misma categoría, es posible identificar diferentes subtipos de un problema que pueden
corresponder a procesos causales diferentes.
- El rótulo de un diagnóstico proporciona muy poca información sobre los factores de mantenimiento y par lo
tanto sobre el tratamiento.
- El sistema de clasificación no permite establecer ni procesos causales diferenciales ni la manera en que éstos
interactúan de forma única en distintas personas.
- Se ha encontrado que hay procesos causales comunes a diferentes categorías diagnósticas.
- La orientación de un tratamiento basado en el rótulo diagnóstico y no en los procesos causales da la falsa
impresión de que se están tratando entidades, cuando esta intervención seria ineficaz.
2. MODELO MULTIDIMENSIONAL
Podemos organizar los factores que causan el comportamiento en tres dimensiones: ambientales/contextuales,
evolutivos/históricos e individuales. No es posible asignar toda la influencia causal a una de las dimensiones en ausencia de
las otras, ya que en mayor o menor grado todas participan y se retroalimentan. Además de no poder atribuir causas
exclusivas a alguna de las dimensiones, tampoco es posible considerar una dimensión sin tener en cuenta las demás.
Es importante analizar las formas complejas en las que se relacionan estas dimensiones. Sin embargo, no es posible
considerarlas simultáneamente, sino que es necesario determinar, de acuerdo con el objetivo o los intereses del análisis
causal, cual es la dimensión que se va a utilizar como punto de referencia, para evaluar la interacción con las otras dos.
Todos los miembros de una categoría se comportan de modo similar, de modo que, si se interviene
específicamente sobre uno de ellos, tienden a alterarse también los otros miembros de la categoría.
Las categorías diagnósticas agrupan diferentes respuestas especificas en el nivel 3, de acuerdo con ciertos criterios.
Sin embargo, a diferencia de las clases de respuesta, las categorías diagnósticas no siempre proporcionan
Información sobre las variables causales.
A su vez, existen vías de la amígdala a la corteza, más directas e intensas-. Y vías de la corteza a la
amígdala, de carácter más débil. Esto supone que sea mucho más útil la terapia de exposición
que la terapia cognitiva en la mayoría de los casos.
- Procesos sociales: los factores culturales influyen en la forma y el contenido de la psicopatología. Muchos
trastornos se dan en todas las culturas, pero se manifiestan de manera diferente.
El suicidio, por ejemplo, es un problema de salud pública muy importante. En el mundo occidental, mueren
anualmente más del doble de personas por suicidio que por accidentes de tráfico. En Europa concretamente,
ha aumentado notablemente en los países rescatados, lo que indica lo fuertemente ligado que está al factor
cultural. Otro ejemplo del efecto de los factores sociales son los trastornos obsesivo-compulsivos relacionados
con la limpieza y la contaminación, o trastornos alimenticios como la anorexia y la bulimia.
El apoyo social es también un factor cultural muy importante, tanto para la salud física como para la salud
mental. La recuperación de una esquizofrenia, por ejemplo, está muy relacionada con el apoyo social con el
que cuente.
Otros factores no tan culturales son por ejemplo la falta de luz, muy relacionada con la depresión estacional.
Un último ejemplo cultural sería el estigma, los prejuicios, y cómo todo esto afecta a la persona con una
enfermedad mental (artículo de Rosenhan). El estigma hace que una vez etiquetados, interpretemos cualquier
conducta como signo de esa etiqueta, de forma que es muy difícil volver a ser visto como alguien "normal".
Una de las consecuencias más negativas del estigma es el autoestigma, la propia asimilación que hace la
persona de ser un enfermo mental.
- Procesos psicológicos:
o Factores conductuales y cognitivos: a lo largo del S. XX se ha investigado mucho sobre procesos de
condicionamiento, indefensión aprendida, aprendizaje social, memoria implícita, ideas irracionales y
estilos de atribución, comprobando que suelen estar comprometidos en los trastornos
psicopatológicos.
Razonamiento:
Atribuciones: la depresión muchas veces está ligada a un estilo de razonamiento
alterado, principalmente en las atribuciones causales, que suelen ser de tipo
interno, estable y global.
Memoria:
Codificación y recuerdo evitativo: ante un suceso traumático se codifica de forma
que luego no haya acceso para recuperarlo, produciendo un trastorno disociativo.
Regulación emocional: está alterada en muchos trastornos. Produce problemas de muchos
tipos como ansiedad, depresión... la alexitimia (no reconocimiento de las propias emociones)
es la base de muchos trastornos psicosomáticos. Las autolesiones muchas veces son el
intento de mejorar el estado emocional ya que liberan endorfinas y sustituye el dolor
emocional por el físico.
Conducta:
Escape y evitación: típicas de las fobias.
Conductas de seguridad: no se evita, pero se realizan ciertas conductas de
precaución calmen la ansiedad (sentarse cerca de la puerta en un sujeto con
agorafobia).
Percepción: se encuentra alterada en trastornos como la psicosis, la anorexia....
Atención:
Autoatención: alterada en la hipocondría, por ejemplo, o en el trastorno de pánico.
Factores emocionales: se ha comprobado que prácticamente siempre están
comprometidos los factores emocionales en los trastornos psicopatológicos, así
como pueden tener una importante influencia también en las enfermedades físicas.
VULNERABILIDAD