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Universidad Santa Paula

Escuela de Terapia Ocupacional

Curso

Anatomía Funcional

Tema

Túnel del Tarso

Docente

Carlos Chaves Arguedas

Estudiante

Génesis Mejías Mora

III cuatrimestre, 2022


Túnel del Tarso

El miembro inferior del cuerpo humano es una estructura anatómica básica e

importante ya que se encarga de servir como base de soporte al cuerpo (estática),

permitir su marcha (locomoción) y mantener el equilibrio. En ella se encuentran

diversas regiones divididas en vista anterior y posterior.

En la vista anterior se encuentran la región anterior del muslo, región anterior

de la rodilla, región anterior de la pierna, región talocrural anterior y la región del pie,

en vista posterior se encuentran la región glútea, región posterior del muslo, región

posterior de la rodilla, región posterior de la pierna, región talocrural posterior y de

igual forma que la vista anterior también está la región del pie. (Figura 1)

Figura # 1 Regiones del miembro inferior


La región talocrural (tobillo) es vital ya que “permite la bipedestación y la

marcha erguida, soportan el peso del cuerpo y es la única parte del cuerpo en

contacto directo con el suelo al caminar o realizar otros movimientos”1. En esta

ocasión se hablará sobre una estructura situada en esta región, el túnel del tarso,

“en 1857, Richet describe por primera vez la anatomía del canal tarsiano y en 1923

Raiga le da el nombre de canal del tarso”1

El túnel del tarso es un espacio angosto osteofibroso que se encuentra

situado en la región posteromedial del tobillo de 2.5 a 3.0 cm de ancho, en donde

se encuentran anatómicamente de medial a lateral el tendón del músculo tibial

posterior, el flexor largo de los dedos, la arteria tibial posterior y venas satélites, el

nervio tibial en su porción final, así como el tendón del músculo flexor largo del

hallus. Para comprender la dinámica de esta estructura es importante conocer los

orígenes, inserciones, funciones e inervaciones de cada uno de los músculos y

tendones que lo conforman, estos se pueden observar en la tabla 1.

Tabla #1 Orígenes, inserciones, funciones e inervaciones de los músculos y


tendones que conforman el túnel del tarso

Estructura Origen Inserción Función Inervación

Tendón Región posterior de Tubérculo del Control Nervio


del tibial cabeza de hueso motor de los tibial (o
posterior peroné, tibia escafoides, movimientos de nervio
y membrana primera cuña inversión y ciático
interósea eversión de poplíteo
tobillo-pie interno

Flexor Dos tercios postero Falanges Flexiona los Nervio


largo de distales de la tibia distales de cuatro dedos tibial (L5-
laterales, sobre S1)
los dedos los dedos 2º todo las
del pie a 5º del pie falanges
distales,
permitiéndoles
agarrarse al
suelo durante la
marcha. Este
músculo es
también flexor
plantar del pie a
nivel del tobillo,
contribuye a la
inversión y
ayuda a
soportar los
arcos
longitudinales
del pie

Tendón 2/3 postero- Superficie Flexión Nervio


flexor inferiores de la plantar de la interfalángica tibial (L5-
largo del fíbula y la falange distal proximal e S1-S2)
hallus membrana del hallus interfalángica
interósea distal del dedo
hallus

Fuente: Elaboración propia, 2022.

Este canal tiene una orientación cefalocaudal, esto quiere decir que sigue el

eje longitudinal del cuerpo:

Se sitúa en una posición anterior al eje coronal en su posición más distal, en

la porción lateral se encuentra la tuberosidad posterior del astrágalo y en la

cara más distal, el tubérculo del calcáneo, en la región superior, se encuentra

el maléolo medial y la región medial e inferior se encuentra formada por el

retináculo de los extensores; este último corresponde a una banda fibrosa

que corre de la cara medial del calcáneo al maléolo medial.1


“Este túnel es un canal cubierto por el retináculo flexor que se extiende como

un abanico desde el maléolo medial a los septos transversales de la fascia en el

calcáneo”2. La porción distal de este ligamento es más fuerte que su porción

proximal. Por lo general, el nervio tibial posterior se divide dentro del túnel tarsal en

sus ramas terminales, los nervios principales: plantar medial y plantar lateral y una

rama para la zona calcáneo medial.

El nervio tibial sale a la superficie en el plano de la cara medial del tobillo,

junto con la arteria tibial posterior y la vena, que entran en el túnel tarsiano entre el

maléolo medial y el tendón de Aquiles. (Figura 2)

Figura #2 Relación y origen del nervio tibial posterior

Por este canal también se encuentra una arteria muy importante mencionada

anteriormente denominada arteria tibial posterior la cual es una rama del tronco

tibioperoneal que abastece el compartimento posterior de la pierna y la planta del


pie. Está situada en el compartimento posterior de la pierna, que va desde el margen

inferior del músculo poplíteo hasta el maléolo medial.

A lo largo de su recorrido, la arteria tibial posterior desprende ocho ramas

que abastecen las estructuras del compartimento posterior de la pierna. Termina

por debajo del maléolo medial desprendiendo dos ramas terminales: la arteria

plantar medial y la arteria plantar lateral. (Figura 3)

Figura #3 Arterial tibial posterior y ramas terminales, plantar medial y

lateral

Síndrome del Túnel del Tarso

En 1932, Pollock y Davis describieron por primera vez este síndrome, en

1960, Kopell y Thompson describieron la clínica del síndrome del túnel del tarsoy

para el año 1962, Charles Keck describió el síndrome del túnel del tarso en forma
detallada con casos clínicos, en ese mismo año, Lam pública un trabajo sobre este

síndrome. “Para 1965, Goodgold, Kopell y Spieldholz describen la conducción

nerviosa después de la compresión del nervio tibial en el túnel del tarso”2.

El síndrome del túnel del tarso (STT) es un complejo de signos y síntomas

que resulta de la compresión del nervio tibial o de la compresión de los nervios

plantares en el túnel del tarso, que se encuentra bajo el retináculo flexor en el lado

medial del tobillo. Se distingue de otro síndrome llamado tarsal anterior porque en

éste “el nervio peroneo profundo se comprime bajo el retináculo extensor en el dorso

del pie mientras que en el STT se comprime en el retináculo flexor”2.

La causa principal es traumática, entre las causas de compresión externa por

trauma se encuentran el trauma directo o repetido de tobillo o retropié, desviaciones

forzadas del tobillo con o sin ruptura ligamentaria, fracturas en las articulaciones del

tobillo, artritis reumatoide que produce hipertrofia retinacular o tenosinovitis

tendinosa, espondilitis anquilosante, sarcoidosis, amiloidosis, gota, edema

idiopático, aumento súbito de peso, insuficiencia renal.2

También existen causas internas lesión vascular varicosa, malformaciones

arteriales, aumento de la tensión del retináculo flexor:

Presencia de tendones accesorios, hipertrofia del abductor del primer dedo

del pie (hallus), fibrosis, tumoraciones, gangliones (8%) en general, o

aquéllos que se presentan en la vaina del flexor largo común del primer dedo

del pie, o del fl exor largo común de los dedos, lipomas, neurofibromas y

neurilemomas. Asi como también los tumores como el schwannoma del


nervio tibial posterior, a nivel del túnel del tarso surgen de la vaina del nervio

periférico.2

Es más frecuente en mujeres de entre 40 y 45 años. Es una patología

frecuente pero poco diagnosticada que se caracteriza por dolor tipo quemante en la

zona medial del tobillo y el pie, acompañado de parestesias, hipoestesias,

disestesias o presencia de calambres en esta zona anatómica.

El diagnóstico se realiza con apoyo de “maniobras de provocación

(maniobras de Tinel, inversión y eversión forzada, valgo forzado y la flexión dorsal

del pie). Podemos encontrar en casos crónicos debilidad o atrofia de la musculatura

intrínseca del pie”3. Para apoyar el diagnóstico se cuenta con el ultrasonido y la

resonancia magnética, dos métodos eficaces.

La electromiografía (velocidad de conducción) juega un papel muy

importante. El manejo puede ser inicialmente con medidas conservadoras, pero al

continuar los síntomas por más de seis meses se debe evaluar el manejo quirúrgico,

ya sea con técnica abierta o vía endoscópica. “El pronóstico dependerá de un

diagnóstico precoz y oportuno, la intervención médica y quirúrgica, además de la

severidad del daño presentado previo al manejo médico”3.


Bibliografía

1- López E, Parra P, Cornejo R, Vázquez J. Síndrome del Túnel del Tarso. Revisión

del tema. Acta Ortop. 2014; 28(3): 197-202.

2- López L, Clifton J, Navarro E, Villarruel A, Zermeño J, Espinosa de los Monteros

A, et al. Síndrome del Túnel del Tarso. Mediagraphic. 2014; 10(2): 105-116.

3. Cisneros Fuentes A. Síndrome del Túnel del Tarso. An Med Mex. 2021; 66(1):

54-56.

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