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Libro I Debate sobre la idea de Justicia entre Polemarco, Trasímaco y

Socrates

- Idea de Simónides (poeta): Es justo devolver a cada uno lo que se debe.

- Idea de Polemarco: Es justo hacer el bien a los amigos y el mal a los enemigos.

- Socrates responde a Polemarco que no es la función del justo perjudicar, sino que esa
es la función del injusto: ¿Es propio del hombre justo perjudicar a otro hombre? ¿Qué pasa si
el hombre se equivoca al distinguir entre los amigos y los enemigos? ¿No podríamos entonces
perjudicar al que nada ha hecho injustamente? Además, ¿Si perjudicamos a los malos, no se
volverán peores respecto a la excelencia humana? El hombre justo no le hace el mal a nadie, ni
siquiera al hombre injusto.

- Trasímaco afirma que la justicia no se practica en beneficio de los demás, sino de uno
mismo: Lo justo no es otra cosa que lo que le conviene al más fuerte. Lo justifica aludiendo a
los gobiernos, quienes implantan leyes en vista de lo que les conviene a ellos, pero lo hacen
pasar como que es justo para todos. La justicia es entonces un bien ajeno al que lo practica,
pero un perjuicio propio del que lo obedece y sirve. Los justos son gobernados por la injusticia.

Al hombre justo le va peor en todo lugar y circunstancias y, en cambio, el hombre injusto saca
provecho.

- Socrates responde a Trasimaco con tres alegorías: 1) El fin al que se orienta el médico, en
tanto médico, es el de beneficiar al paciente, y no a sí mismo. 2) Los pastores buscan el bien de
las vacas y ovejas, no de sí mismos. 3) Los pilotos buscan el bien de la nave y de los marineros,
no de sí mismo. Con esto Socrates quiere demostrar que la justicia responde al bien de todos y
no al de uno solo.

- Socrates agrega que el gobierno organiza lo que le conviene al gobernado, no a él


mismo, y que no es cierto que los justos son gobernados por la injusticia y por ende sean
infelices: El verdadero gobernante, aquel que no lo hace con miras a las riquezas, no quiere
gobernar a toda cosa, puesto que gobernar es atender a lo que le conviene a los demás, no a él,
y obviamente nadie busca ocuparse de beneficiar a los demás gratuitamente.

- Sócrates relaciona a la justicia con la virtud, la sabiduría y los hombres buenos : Los
justos se rebelan sabios y mejores aptos de obrar que los injustos, que son incapaces de toda
acción en común y, añadiría que la justicia es sabiduría y virtud, en cambio, la injusticia es un

vicio que implica ignorancia. La injusticia misma, practicada en sociedad,​no puede prosperar sin
cierto resto de justicia, pues se puede tener un objetivo injusto, pero si no se procede con
justicia, sabiduría y virtud no se lograra tal fin.

Libro II Clasificación de bienes de Glaucón: ¿En que nivel colocarías a la


justicia?

1. Bienes que no deseamos poseer por lo que de ellos resulta, sino que los deseamos por sí
mismos, por el disfrute de poseerlos en ese momento. Ej.: Regocijos y placeres

2. Bienes que anhelamos tanto por sí mismos como por lo que resulta de ellos. Ej.: La salud →
En este nivel coloca Socrates a la justicia
3. Bienes que son penosos por sí mismos pero que los anhelamos por lo que de ellos se
produce. Ej.: Ejercicio físico, tratamiento médico, trabajos

● Debate sobre la idea de Justicia entre Glaucón, Adimanto y Socrates

- Socrates busca demostrar que la justicia no es lo penoso y desdichado: En


contraposición, Glaucón dice que mientras el injusto se hace pasar por justo y por ende goza de
esa fama, el verdadero justo no intenta verse justo sino que lo es aunque nadie esté viendo, por
ende al parecer injusto sufrirá lo peor. Adimanto agrega que nadie es justo voluntariamente, y
que solo por debilidad censura a la acción injusta, por ser incapaz de llevarla a cabo.

- Glaucón narra la fábula del Anillo de Giges: Giges encuentra un anillo mágico que podía
hacerlo invisible. Giges lo usó para seducir a la reina y, con ayuda de ella, matar al rey, para
apoderarse de su reino. Con esto Glaucón quiere decir que todas las personas por naturaleza
son injustas. Sólo son justas por miedo al castigo de la ley o por obtener algún beneficio por ese
buen comportamiento.

Libro III Estado Ideal Platónico

- Sócrates pretende definir a la justicia y demostrar que el hombre justo es feliz, mediante
"El​Estado ideal Platónico": En esta Polis, hay una organización social que se basa en el
principio de especialización por medio de una educación apropiada (en la música y la gimnasia)

y por medio de una división del trabajo acorde a la aptitud que tiene cada individuo (en donde
nadie debe hacer varias cosas a la vez).

- Socrates establece el origen de la guerra: Las comunidades se agrandan, la vida en


comunidad se torna más compleja y aparecen necesidades “malsanas” (no fisiológicas). A veces
las polis necesitaran de cosas que no tiene y otra polis sí, o incluso pueden estar faltos de
territorio → Surge la necesidad de la guerra, a la cual Sócrates no condena, sino que insiste

en un cuerpo armado de especializados soldados a los que los llama guardianes​.

- Sócrates propone una analogía sobre los guardias de los estados y los perros: Un buen
guardia debe poseer tres características principales → 1. Debe ser fogoso y feroz // 2. Debe ser
manso // 3. Debe ser filósofo, es decir, amante del conocimiento.

- Sobre la educación de los guardianes: Solo la clase guardiana recibe educación. Honrar a
los dioses. Censurar los poemas que versen acerca de lo mala que es la muerte y de lo
humanos que parecen ser los dioses, pues no deben pensar nuestros futuros guardianes que
los dioses no son mejores que nosotros. No deben de leer los poemas acerca del Hades.
Eliminaremos también los lamentos de los varones de renombre y se los adjudicaremos a las
mujeres y a los hombres viles, así quienes estén encargados de la vigilancia del país no quieran
parecerse a ellos y consecuentemente soportan desgracias con mayor facilidad. No deben de
leer lo que los dioses dicen negativamente de otros dioses, ni las poesías en donde se hace
alusión a la risa, a la borrachera, al sexo, a la pereza ni a las riquezas. Quienes serán los futuros
filósofos tienen una predisposición natural, la cual tiene que ser acompañada con la buena
educación para que puedan desarrollarse al máximo. Por eso la educación es tan importante,
porque sin ella no habría filósofos.
- Sobre los médicos y jueces: Si un estado requiere de médicos y jueces es porque carece de
fuerza. No obstante, se deben aceptar en casos de necesidad para que los ciudadanos sean
atendidos en su cuerpo y alma.

- Sobre la música y la gimnasia: Ambas artes deben ser articuladas de manera armoniosa por
los habitantes de la sociedad. La mente se forma a favor de la música y el cuerpo a favor de la
gimnasia.

- Sobre la crítica a los poetas, imitadores y músicos: La crítica a los poetas va dirigida por
las poesías que versan infamias de otros dioses, o que los muestran humanos, con miedo a la
muerte, excesos, borracheras, pobrezas y riquezas. La crítica a los imitadores va dirigida a que
justamente estos mienten acerca de lo que son, y en un estado ideal debe reinar la verdad. Se
critica de la música los tonos menores, ya que producen tristeza.

- Sobre la mentira: La mentira es útil para los hombres en forma de remedio,y todo remedio
debe ser reservado a los médicos → Los gobernantes pueden mentir en beneficio del estado,
pero no pueden así los demás ciudadanos. La mentira reside en la ignorancia del alma del
engañado → La mentira solamente es posible si hay alguien que no conoce la verdad →
Siempre habrá mentira, pues siempre habrá ignorancia, debido a que no todos pueden ser
filósofos, no todos pueden comprender. La mentira es una herramienta que los filósofos pueden
utilizar para que la muchedumbre entienda que la verdad debe gobernar. Hay una desigualdad
natural en las aptitudes y capacidades individuales, y esto no presenta un problema para Platón,
sencillamente lo acepta.

- Sobre el amor: Platón cree que el mundo sensible no es un camino que nos permita llegar a la
verdad. La apariencia está ligada a lo sensible, por ende el amor no puede tener que ver con la
belleza. El amor busca lo bello dentro del alma, dentro de la esencia.

- ¿Quienes gobiernan?: Para Sócrates deben gobernar los ancianos más sabios, aquellos que
han pasado pruebas tanto de niños como de adultos, aquellos que sabemos que harán toda la
vida lo que le convenga al Estado. Aquellos otros guardianes que no pasen estas pruebas, se
convertirán en ayudantes o auxiliares de los gobernantes. A los gobernantes se les debe de
colmar de honores en vida y conferirles la gloria más grande en funerales.

- Mito de las razas: Como ya dijimos, a veces se necesita de algunas mentiras para que la
muchedumbre entienda ciertas cosas. Esta es la función del mito de las razas, que busca evitar
que los artesanos o campesinos ostenten el poder. Según este, Dios al crear a campesinos y
artesanos mezcló bronce y cobre, plata en los guardianes y oro en los gobernantes. La
seguridad del Estado depende entonces de que cada uno haga lo que en la naturaleza de su
metal pueda hacer.

- Desigualdad natural → El mito es un discurso cuya capacidad explicativa es amplia, y se


puede ver, por ejemplo, en el mito de las razas, como se explica la desigualdad política a través
de este aludiendo a una supuesta desigualdad natural, que tiene que ver con la predisposición a
la inteligencia y a la excelencia de cada grupo. En este sentido, la desigualdad se presenta
como justa. (Para Platón, la democracia plantea una igualdad injusta)

- Régimen de propiedad para la casta gobernante y sus auxiliares: Estos deben estar
provistos de vivienda y medios suficientes para no necesitar nada más. Conviviran en casas en
común en donde todos pueden entrar y salir. No tendrán riquezas ni poseerán ningún bien, ya
que sino corren el riesgo de volverse déspotas y ser odiados. Las mujeres y los hijos también
serán comunes, evitando toda clase de posesión que pueda derivar en conflicto.Los alimentos
serán suministrados por los campesinos, artesanos y granjeros. A través del mito se les mentiría
a los gobernantes de que no pueden tocar oro y plata terrenales, pues eso “corromperá sus
almas” dado que poseen oro y plata naturales en su alma.

- Sobre la felicidad de los guardianes: Adimanto deduce que estos hombres no serían para
nada felices al no poseer ni uno de los bienes de la ciudad como lo hacen gobernantes de otros
estados. Socrates responderá que este Estado Ideal no fue creado en miras de que una sola
persona sea feliz, sino que toda la sociedad lo sea. Solo en un Estado de esta índole
hallaríamos la verdadera justicia. Para Platón el interés de algunos no merece ninguna
consideración cuando se trata del interés general. Tan pronto como éste se halle asegurado,
cada uno gozará, según su ocupación, de la felicidad que esté naturalmente unida a ella.

- Sobre la pobreza y la riqueza: En este Estado Ideal no pueden existir ni la pobreza, en tanto
genera servilismo y vileza, ni la riqueza, en tanto produce pereza y libertinaje. Los guardianes
están encargados de controlarlas a ambas.

- Sobre el tamaño del Estado: El Estado puede crecer siempre y cuando conserve su unidad.
Debe ser siempre uno y suficiente, pues cuando el Estado se comienza a separar en múltiples,
es donde reina el conflicto.

Libro IV Las cuatro cualidades del Estado Ideal

El Estado fundado presenta cuatro cualidades:

1. Sabiduría/Prudencia → Es sabio, en tanto es prudente. Uno es prudente gracias al


conocimiento. Esta cualidad se pone de manifiesto en los gobernantes, en tanto son los más
sabios.

2. Valentía/Valor → Es valeroso, en tanto tiene la capacidad de conservar la opinión acerca de


las cosas temibles, que son las dispuestas por el programa educativo. La valentía es un criterio
que nos permite saber a qué temer y a que no. El valiente mantiene esa conservación siempre.
Esta cualidad se pone de manifiesto en los guardianes o guerreros, en tanto son los más
valientes.

3. Moderación/Templanza → Es moderado, en tanto tiene la capacidad de controlar sus


placeres y apetitos. A diferencia de la sabiduría y la valentía, que solo se ponen de manifiesto en
una parte pequeña de la población, pero aun así hacen sabio y valiente a el estado entero, la
moderación es una relación armoniosa, que comprende a toda la población. Es una armonía
entre lo peor y lo mejor en cuanto a cuál de los dos debe gobernar en nosotros mismos. Los
filósofos son los únicos que tienen las 3 cualidades a la vez.

4. Justicia → Es lo que le confiere a todas esas cualidades la capacidad de nacer y - una vez
nacidas - les permite su conservación. La justicia consiste entonces en tener cada uno lo propio
y hacer lo que le corresponde a cada uno, del modo adecuado. Las tres virtudes anteriormente
descritas sólo pueden nacer en una polis justa, y a la vez son estas cualidades las que dirigen a
la polis a la justicia. De la misma manera que el estado es sabio, valiente y moderado y justo, el
ciudadano particular lo es. No existe el hombre justo por fuera de una polis justa, y, a su vez, no
puede haber una polis justa sin hombres justos.

● Partes del alma

- Socrates divide al alma en dos partes:


1. La parte racional → Aquella encargada del raciocinio.

2. La parte irracional/apetitiva → Aquella por la cual el alma ama, tiene hambre, sed y es
excitada por todos los demás apetitos, amiga de las satisfacciones sensuales y de los placeres.
Esta parte irracional a la vez se subdivide en dos:

a. La parte concupiscible → Aquella por la cual el alma desea y tiene pasiones e instintos
bajos.

b. La parte irascible → Donde la cólera y la fogosidad combaten contra los deseos, siendo una
especie de ayuda auxiliar al raciocinio.

Al raciocinio le corresponde mandar dentro del alma y a la fogosidad le corresponde ser su


servidor y aliado. Una combinación de música y gimnasia las hará concordar, poniendo a una en
tensión y alimentándose, y, en cambio, relajando y apaciguando la otra, aquietando por medio
de la armonía y del ritmo. Estas dos especies gobernarán sobre lo irracional/apetitivo, que es lo
que más abunda en cada alma. Si no se vigila esta especie apetitiva, puede esclavizar y
gobernar aquellas cosas que no corresponden a su clase y trastornar por completo la vida de
todos.

- Modos de gobierno: Por cada modo de gobierno hay un modo de alma. Son cinco. El modo
de gobierno ideal que hemos descrito podría llamarse con dos nombres, y eso dependería de si
los gobernantes surgen uno solo que se destaque de los demás (monarquía) o varios
(aristocracia).

Libro V Las tres olas

- Hay tres cuestiones que a Socrates le preocupan particularmente de este estado ideal, a las
cuales quiso postergar en su relato. Por la insistencia de Polemarco y Adimanto procede a
delimitarlas:

1. Sobre las mujeres → Para Socrates las mujeres tienen las mismas capacidades que los
hombres, aunque son de una naturaleza más débil, pero independientemente de ello, nada se
opone a que ambos participen de la educación, de la defensa del Estado y el cuidado de los
niños. Por ello las mujeres que tengan tal virtud pueden llegar a ser guardianas y participar de la
guerra y de las demás tareas relativas a la vigilancia del Estado.

2. Sobre las mujeres y los hijos comunes para la casta gobernante → Hombres y mujeres
de la casta gobernante serán comunes a todos. Ninguna mujer cohabitara en privado con ningún
hombre. Los hijos también serán comunes: el hijo no conocerá al padre ni el padre al hijo, sino
que todos son los hijos de todos y todos son los padres de todos. El fin de esto es evitar
conflictos producto de intereses particulares. En la guerra ningún guardián abandonaría a otro
guardián, ya que habría lazos de afinidad por poder ser un posible hijo, padre o hermano.

3. Sobre la posibilidad de llevar a la realidad este Estado Ideal y como → Socrates


menciona que esta ola es la más grande y la más peligrosa. Titubea al decir pero finalmente
concluye que, a menos que los filósofos reinen los Estados, o los que ahora son llamados reyes
y gobernantes filosofen de modo genuino y adecuado, y que coincidan en una misma persona el
poder político y la filosofía, no habrá fin de los males para los Estados ni para el género humano.
Tampoco sería posible este Estado Ideal sin que gobiernen los filósofos.

● Sobre los matrimonios y las procreaciones


- Solo habrá matrimonios sagrados (organizados por el estado) entre las parejas más
beneficiosas: es necesario que los mejores hombres se unan sexualmente a las mejores
mujeres. Se hará uso de festivales en los cuales se acoplaran las novias con los novios, y el
número de matrimonios será encomendando a los gobernantes, para que preserven el estado y
que este no se agrande ni se achique. A los jóvenes más virtuosos se les otorgará una mayor
libertad para acostarse con mujeres, así pueden procrear la mayor cantidad posible de niños
virtuosos. Estos últimos serán llevados a guarderías especiales con institutrices y nodrizas,
alejados de los demás niños. Las procreaciones solo se pueden dar en sorteos armados por el
estado, sino es así, será un hijo bastardo, ilegítimo. Pero, una vez que las mujeres y los
hombres finalicen la edad de procrear (que es, para los hombres desde los 25 a los 55 años y
para las mujeres desde los 20 hasta los 40), podrán unirse con quien quieran, pero sin concebir
ningún hijo.

● Diferencia entre disputa y guerra:

- Trato hacia los enemigos → El trato cambia, dependiendo de si los enemigos son de otros
pueblos griegos o son bárbaros. Socrates llama disputa a la hostilidad con lo familiar y lo
congénere, es decir, con otros pueblos griegos. Los guardianes, por ley, no deben asolar los
territorios ni incendiar las casas de los hermanos griegos. Contrariamente, la guerra es la
hostilidad con lo ajeno y lo extranjero, es decir, con la raza bárbara.

● ¿Quiénes son los filósofos?

- Diferencia entre opinión y conocimiento científico → La opinión es un punto intermedio


entre la ignorancia y el conocimiento. Aquellos que contemplan las múltiples cosas bellas, pero
no ven a lo Bello en sí ni son capaces de seguir a otro que los conduzca a verlo, o ven múltiples
cosas justas pero no lo Justo en sí, diremos que opinan acerca de todo, pero no conocen nada
acerca de ello qué opinan. Son amantes de la opinión, no filósofos. Se hacen llamar filósofos y
no contemplan más que lo superficial de las cosas, por lo que son filodoxos. El filodoxo le
impregna un doble sentido al lenguaje y no deja que se conozca la verdad, lo bello, lo justo, sino
solo lo superficial de todo esto. El verdadero filósofo contempla la inmutable verdad y se aferra
al conocimiento (episteme), mas no se conforma con la opinión (doxa).

- Filósofos → Aquel que esté dispuesto a gustar de todo estudio y marchar con alegría a
aprender, sin darse cuenta por harto. Será verdaderamente filósofo quien sea amante de la
verdad y del conocimiento. Aquel que ansié con la sabiduría en su totalidad y no en sus partes.
El filósofo encargado de ser guardián del estado, además de poseer las cuatro virtudes
mencionadas anteriormente, debería odiar la falsedad y amar la verdad. Tiene deseos al
conocimiento que le conciernen al alma misma y por eso abandona los placeres corporales.
Además, será moderado y no amará las riquezas. No será servil, ni jactancioso ni cobarde. Su
alma debe ser justa y mansa. Debe tener buena memoria y estar dotado de mesura y gracia.

- Sofistas → Es un maestro de democracia, de la oratoria, del convencimiento, al que no le


preocupa la verdad sino el convencer a los demás, y que todos piensen en lo que dice como “la
verdad”. Los jóvenes son corrompidos por sofistas que conforman a su antojo tanto a jóvenes
como a ancianos. Los sofistas son los que por un salario educan privadamente, y no enseñan
otra cosa que las convicciones que la multitud forja cuando se congrega, y a lo cual ellos llaman
“sabiduría”. En otras palabras, quieren hacer pasar a la opinión como
conocimiento. Estos individuos deshonran a la filosofía. Para Platón, no importa si tu opinión
(doxa) termina siendo verdadera, esta sigue siendo una opinión que no se basa en el verdadero
conocimiento de las cosas.

- Sobre la presunta inutilidad de los filósofos → Para Sócrates, no hay forma de que la
muchedumbre soporte o admita que existe lo bello en sí, y no la multiplicidad de cosas bellas.
Es imposible que la multitud sea filósofa, y es por ello que el verdadero filósofo parecerá inútil y
“charlatán de las cosas que están en lo alto” para la muchedumbre, pero será el único que sepa
el arte de gobernar. El problema reside en que los filósofos pueden percibir que no hay nada
sano en política, y que no cuentan con ningún aliado con el cual puedan acudir en socorro de las
causas justas. Esto deriva en que, antes de prestar un servicio al estado, prefieran parecer
inútiles a la vista de todos. Al no hallar la organización política adecuada en donde crecer, estos
hombres prefieren ocuparse tan solo de sus cosas, observando, desde lejos, como todos
desbordan en inmoralidad mientras ellos están limpios de injusticia.

- Crítica a lo sensible → Los sentidos no son un camino a la verdad. La verdad no puede ser
vista, tocada ni escuchada. La razón, la filosofía y el amor a la verdad son el verdadero camino.

● Idea del bien y paradigma de la línea

- Idea del bien → Es el objeto de estudio supremo, a partir del cual las cosas justas y todas las
demás se vuelven útiles y valiosas. Es la que aporta luz a todas las cosas. Lo que aporta la
verdad a lo cognoscible y lo que otorga al que conoce el poder de conocer, es la Idea del Bien.
Está por encima de todo, y es más bello y justo que todo. Por ej: La luz es afín al sol, pero no es
el sol en sí mismo. Del mismo modo, la verdad y la ciencia son afines al Bien, pero no son el
Bien en sí mismo.

- Paradigma de la línea → Sócrates divide al mundo en dos partes:

1. Mundo sensible (doxa u opinión) → Aquí entra la conjetura/imaginación, la creencia y la


opinión.

2. Mundo inteligible (episteme o ciencia) → Aquí entra el pensamiento discursivo y la ciencia.

Lo sensible es a lo inteligible como la copia es a aquello de lo que es copiado. La dialéctica nos


permite ascender hasta el conocimiento supremo: la idea del Bien, la cual nos permite entender
las relaciones entre todas las ideas. Es decir, a través de la dialéctica llegamos a entender las
ideas que son principios y que no necesitan representación, es decir, son ideas en sí mismas.

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