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EMILIO PU OL
GUITARRA
Edición corregida y ampliada con te 1 .n glés y francés.
M L O PUJOL
l dilem e l sonido
en l guit rr
El dile a
del sonido
en l guit rr
BECQUER
es co ncentrar en el oído toda nuestra sensibilidad, sensibi- general de quien lo ju z ga, la clasific ación del t i mbr e
clasificación o del
lid ad que difiere en cada individuo según su temperamento, sonido, pu e de v ariar al infinito.
il u stración ·o criterio. Sin embargo, dentro del c oncepto relativo exi ste una
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vi r de e ll a s sin in c on venie nt e .
enient J am s he podido sop or t ar a la par t e del baj o qu e r egul ar mente s e ej e cuta en los bor
un guit ar r i sta q ue t o ca se con u ña s . dones; en los demás dedos las conservo . C omo es pu n to
del mayor ~ n t e r é s espero que, a lo menos por mi larga
Unicamen
Unic te respeta
amente la pulsa ción d e
pulsación AG UADO, en gr a d a
práctica se me per mi t i r á dar m i dictame n c on franqueza .
a su b ri ll an te ejecución: Era p r e cis o que la técnica de
A GU A DO p os ey ese las e x ce
cell ente s cu ali dades que po se e - dice Considero preferible toc r con uña, para s c r de las
SoR - p ar a p o d e r pe r donarl e el empleo de las uñas . Des cuerdas de la guitan-a un sonido que no se a semeje al de
de lu e go , él mi smo hubi er a r en unci ado e llas si no 1 uhie ni ngún otro instrumento. m i ent ender l a gu i tarr a tiene
,, se logr a d o t ant a agilida d , n i se e n contra se en un período un carácter par t i cul ar ; es dulce, armoniosa , m el ancólica;
de l a vi d a e n qu e es d ifíci l l u ch ar co
conn tr a la acción acos algunas veces llega a ser majestuosa, aunque no admite la
t umbr ada d e l os dedo s. Ta n pr o nt o oyó AG U AD O al gunas de grandiosidad del ar pa ni del pi ano; pero e n cambio ofre
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c o m o cuando se toca con la yema) y enseguida se desliza la l, , Acu . no, nos dL J Luis en su Dicciona-
BALLESTEROS
cuerda por la uña. Estas uñas no deben ser de calidad m uy g áfico [ 1,f atriten:. ' que:
Desde Jos primeros años ma
dura; se han de cortar de m anera que formen una figura ., .i.iest<í excelentes disposiciones para el estudio, empezan-
oval y h a n de sobresalir poco de la superficie de la yema, los oclw nños
1
\ -estudiar Gramática latina, Filosofía
p u e s siendo m uy largas entorpecen ]a agilidad, porque tar 1
·- r n n ~ é s e hizo grandes adelantos en poco tiempo; de di-
da mucho tiem po la cuerda en salir de la uña y también • .2Ú3e 11ás tarde a la Pal ,ografía, debiendo a su incansah e
hay el inconveniente de ofrecer menos seguridad en la pul ,, .siJuida d el título <l{, Paleógrafo del Consejo de Castilla .
sación; con ellas se ejecutan las volatas muy de prisa y con J: or vía de d:rntracción y rec1·eo procuró adquirir los pri
m u c h a claridad. meros rudimentos de i guitaua y Jos re i h i ó de Fray Mi
La educación mu s ical de AcuAno no había sido la mis , ¿jilcl GARCÍi\, monje c1 · e. com en o de San Basilio, quien le
m a que fa de Son. La de éste provenía de un ambiente se hizo com¡H·elHlcr lo¡:, ,t't'Cl1rsos y partido que podría sacar
veramente austero: el de h Escolanía de Monse:rrat, donde · Je este instrumento .
i e ~
·sus'iEl
además de aprender solfeo, armonfa y contrapunto, estudia mismo Son W5 e su aur.n ·rable colega, que
ba el violoncelo y tom aba parte en los conjuntos vocales de maestros to e:: han con uíias en un período en que la tcn
música sagrada pulcramente ejecutados, como ha sido siem lcncia era le cjecut; r p·1sajeE de vel(Jcidad para alanlear
pre fama en aque l Monasterio, sin que por todo ello aban de gran <lonu io y ue:: 1umhrar al púhl co; no comprendían
donase su guitarra. El padre MARTÍN que fué condiscípulo • ~ t r a músicé < ue la que se tocaba en la guitarra y llama
suyo durante los cinco años que SoR pasó en el Monastelt'io, L.m al cua ·teto de cue das, música de iglesia. Afortunada
cuenta los prodigios que hacía en su guitarra, dejando admi . 'lente su propio sentido pe:rsonal, al orie J.turse li b remente ,
rados a los demás compañeros y a cuantos le oían. Al aban ¡,; pulsó l acia unH umsicahdad superiormente elevada .
donar el Monasterio, estudió en Barcelon a el canto y la ins& , embargo, tanto sus obras de concierto como su Mé
trumentación y estrenó con éxito en el teatro Santa Cruz su ··J , ac·, san una espiritualidad musical más compenetrada
ópera Telémaco . Hacia 1803, siendo oficial del ejército con 1 fo luillantez de técnica que con la profundidad de emo
currió a un concierto organizado en Málaga por el señor Qm:- . . n y elevación de con epto.
PATRI, cónsul de Austria en aquella ciudad, y dejó asombra cndo SoR y AGUADO
dos grandes guitarristas, la supe
dos a cuantos músicos y demás personas le oyeron, ejecutanu • )ridad. del primero principalmente debida al aspecto
S
do brillantemente en el contrabajo un Tem a con Variacio usical y artístico de su obra. A la idealidad clásica de sus
nes. ( Diccionario
Diccio nario biográfico bibliográfico de Efemérides de . m, tas, Fantasías, Estudios y Minuetos, conviene la sonori
músicos españoles . Baltasar SALDONI). '1d .r in uñas, más identificada con la mlisica de cámara.
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fracaso, del olvido y la pobreza . Murió a los 61 años, sin for- ¿Podr í an tener las opuestas prefe:renci as de sonido en
tuna y víctima de una enfer medad cruel, cuyas causas atri- eotos dos artistas razones de atavismo?
buyen algunos, a sus desenfrenadas pasiones. Ent r e los devotos de la guitarra que han existido y exis
La existencia de AGUADO fué en cambio serena_ afectiv a ten en ciudades como Viena, Berlín, Moscú, Londres, Co
labm;iosa. Su nat ur al inclinación al estudio, su fina sensi- penhague y otras, la mayor parte pu l san sin darse cuenta
bilidad musical y el espíritu de orden y continuidad en sm tal vez), con l yema; mi ent r as en t r a ~ t can generalmente
ideas, hicieron de él el admirable pedagogo que sabemos . con uñas. Familiarizados todos con su 01 ocedimiento acos
La mue¡-te de su madr e - de quien nunca se ha b ía se p a n - tumbrado) siguen sin inquietudes ni pr e f e n c i a s las normas
París, donde su talento de artista y sus dotes p ersonales su Podr í a admitirse pues, que el sentido de la sonoridad
pieron conquistar la admi r a ción de los más grandes ar t fataE> estuviese influenciado en So por una costum br e tal vez ge
el afecto de . todos cuantos le trataron. Al regresar de es te neralizada en Cataluña; y en AGUADO según la costum b re de
viaje a España el 12 de Abr i l de 1838 la dili ge ncia en que Castilla, posiblemente opuesta. Ello nos pa r ece improba ble.
viajaba, al llegar a Ariza Aragón), fué asaltada por um . por tratarse de artistas en cuyo criterio y afán se resumen
par t i da de carlistas pertenecientes al ejército de Cabr era, noblemente e l más desinteresado esp íritu de genero sidad
los cuales, . después de desvalijarle, le condujeron a los mo w teligente y de sincero amor al verdadero arte.
tes con sus compañeros de viaje y le notificaron la se nten·
cia de muerte, que solo podr í a revocarse aprontando cierta
cantidad de dinero. La misma suerte amenazaba a los demás
I
T ÁRREGA
no había tocado sit· r e sm . nas. L o ~ · ~ . u te la cuerda en dirección perpen<licular a la misma, descan
sando, después de la impulsióu, sohre la cuerda inmediata.
que él conoció, incluso ARCA.·, tocaban con lm ú i ..
T Í ~ t a s
Este procedimiento que <la un rná." mum dP amplitud, inlcn
E l tocó como ellos, sin sospechar al p · m d He a pos1hilicia
de una sonoridad mejor. E n c¡;;t p ,.i.odo e juvefüuc. , .
sida<l y pureza de sonido en razón de la anchura , suavidad y
firmeza del cuerpo que la desplaza no fué e1npleado por Son,
cuando realizó las campañas artís jea que , dieru .
AGUADO ni otro de sus contemporáneos; esto puede deducirse
P e ro su espíritu inquieto e ir nc, a qu
e día,
de sus escritos y hay que suponer que, de haber sido así, lo
un día con el engorroso dilema ti •:- <
hubieran mencionado expresamente en su:s respectivos tra·
dudas ni titubeos, pudo decidir,e, wés V a n a ~ · t
dual de musicalidad: MozART HAYDN y BEETHOVEN le apa- Causas que impiden la justa apreciacion
sionan y absorben pr i m ero; CHOPIN MENDELSSHON y del sonido. - Factores que intervienen en la
SCHUMANN después; compenetrado al fin con la espirituali- formación del criterio. - Clasificación subje-
dad de BACH no solamen te logra el milagro de i nt er pr et ar tiva del sonido.
sobre las seis cuerdas si m ples las obras de este aut or que
mej or se adapt an a la nat ur a leza del instrumento entre ellas La falta de protección oficial a que h a sido relegada ca
la Fuga de la Sonata par a violí n solo) sino que su mis- si siempre la guitarra en casi todos los países, ha hecho que
ma producción evidencia, desde entonces, un marcado sen- en su técnica rigiera irremediablemente la más deplorable
tido de aspiraci ó n hacia la música pura. anar quía.
Este purismo tenía que reflejarse forzosamente en el so P a r a cualquier instrumento de los que en cada conser-
nido. Las cuerdas pulsadas sin uñas le ofrecieron la sonori- vatorio se enseña, existe un método o sistema apropiado que
dad soñada; un t i mbr e pur o, i nmat er i al y austero. Con el el profes or adopta y por el cual cada a l u m n o obtiene un re-
t r abaj o obtuvo una uni dad perfecta ent r e las notas pulsa- sultado proporcional a sus facultad es personales. Si alguna
das p o r cualquier dedo y en cualquier cuerda. Dominada discrepancia se establece a veces ent r e distintos profesores
así la ma t e ria fué descubriendo nuevos t i mbr es y sutilezas sobre particularidades técnicas de un misma instrumento, es
de ejecución que daban a sus interpretaciones mayor relie- r ar o que llegue nunca a alterarse por t al disensión, el resul
ve y pers11 asivo encanto. t ado genera 1 de los estudios.
La preferencia que TÁRREGA concedió a la sonoridad sin La enseñanza de la guitarra está ejercida la mayor par-
uñas se funda en que sjen do éstas materia muerta, aislan el te de las veces por maestros que estudiaron como pudieron
contacto directo de la sensibi l i dad del artist a con la cuerda. siguiendo libremente métodos de escuelas defectuosas o in-
La guitarra pulsada sin las uñas viene a ser como ma pro- dicaciones de maestros improvisados. Puestos a enseñar, en-
longación de nuestra pr opi a sensibilidad y par a un tempe- señan a su vez honradamente lo que sabe n. El discípulo que
ramento esencialmente emotivo como era el de TÁRREGA es siente avidez de perfección se encuentra con infranqueables
ta razón nos parece irrefutable. obstáculos; el método de técnica moder na capa z de satisfa-
No hay que at r i bui r l a menor influencia de sentido imi- cer sus aspiraciones no existe y los pocos maestros que pu-
tativo o convencional al cambio de pulsación adoptado por dieran ayudarle no son si empr e accesibles.
TÁRREG A; fué una resolución largam ente pr emedi t ada y pro- Todo condena al principiante a resignarse y buscar a cie
gresivamente definida a través de una serie de superaciones gas el camino que mej or pueda guiarle a través de tantos es
sucesivas, nacidas de su ansiedad de perfección. collor; y dificultades.
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' r:... apr<'ciacion per:--onaJ, de ac11erd, eon d i-;Pnticfo m rlitivo A to a 1• · n; 1 misrn im rumento e . ig
que ::i 'tt.Ía d"r ctament(' soh1 f': nu<> tro ( ~ p í r i t u .
dicione o mismo en ma n o s .e « 0r Al
tes. El i de CM - ' U S , P v io lín e 1.Ul pia
no d e mm. seo cf ·• no p r o d u ~ e n la mi na d de
· IJ . clasif ra-
80·
Carácte/frfro del sonido.
n id o , t r Í erentes manoa. T - • a ca e-
en los inst-:-umentos y · >.1 fo
U C I YO
c. .n pt ocPdi
uli ad s o n o r a en U ' m ·Bm ,
mi<intos. El sonido de la cuen ,t , tacada con
cedimie1 to particula. de
~ a . 1 i11as - El u m ~ d o de las cuerda .; puLodas
( O fos rnnws. ..._--'Jll[H rÍm·idad de fa S ; : r ffi- <le la cuerda deT)ende: 19 ele la n w era de
<.1( 1 ~ i n las urí :.s.
atacai ; ' donde ~ < ' la ataca y 39 d' , u diámetro
teruión v
n f'mi,fa<, a tura .' timlJrC :;on Jas p a r t i c u h . r i d a d c ~ a ·ús
u uerpo a . ro le s lperi · r, p e s o r )'
tica:> del ;;;onido. Siempre 'lue cfos o ma g Poias de la n is ma
consist"' H i { ;;,. la p o r su imp u ls ió n a l. e e . da una
i ite mir la d y a l t u r a produzran en nuestro oído u n a sensa i ó n brilla11te:r e t mi br penetrante, espontáneo y un wc o me tá
d i ~ t i n t a . serán dt timbre diferente. lico a u n q l P dr- a m p l i t u d escasa. El sonido si la :'. 1ñas p r o -
nui dades más numerosa s y pronunciada s. A l p u l sar una cu er - s i st em a de pulsación está ig u al ment e relacionado con la teo-
man.era, un n o b l . elogio de fa púa. Entre un l. ñ de cuerda y la espineta; que huele a incienso y aabe a romance antiguo;
simple l . , guitarrn p u l s ~ , d a con las uñas, pe.e( . estaría , en evoca Yetablos góticos y estilizaciones primitivas, y ea como
ciertos p . u i ; · ~ j . . , s de r.iúsica movida, en favor de ést . Y no hay u n a plasmación vibrante de la ideología poética de trovadoª
duda r c (.u:;, ee la :mpfantación del cla 'CC 'n ) . el piano, res y plebeyos, Diríase que en las vibraciones de este timbre
influyó e _ 1mcho la calidaJ del sonido ohtenitL.. c1 el mar se encierra toda la esencia animada de u n pasado lejano h e n ~
tillo afelp i. - ).
chido de nobles y doradaB exaltaciones del espíritu. Es la so
noridad que Al.LA h a dilatado en equilibrada proporción en
su "Concierto 1nu-a c l a v e c i n ~ genial reflejo de la Es paña m
Pe.·cep .:ión · '2l sonido según nuestro senti-
1.o psíquico
psíquico.. - - Sugestión de la . i J•m.Yridad con tera y profondt.i:mente cristiana de la Edad Media.
'i'ias". - - 1lf.i1 ln1 ) aspec.t,o de la sm º ~ h f f l opu.es ..1 sonidf} de a cuerda pulsada con la yema es de u n a
i, El públ t.. > y la técnicu. -- , opiedades, noh c:t;a ab o ~ u . : a que penetra has ta fo. máa .Lecóudito de nu.etl
1eu mas y t e n ( ,ncias de ca.Ja v 'dimiento. t a .le 1sibilida · emotiva como penet. an en eJ ~ s p c i o ..J aire
•1 eclectici no en el arte. -- Conclasión.
{ y la luz, sin ho.drlo. Las notas son inmateria ca como aeirían
las <l .e u n a r p a idealme.1te humanizada y confidente. Tiene
El i:io, • ~.:: d·j fo uña h · el o ~ c f o ·· , 1.0 si cr.~. l not a fuese lidad de arte que encierra. Las depuraciones de su técnica y
un<.l pequ flech, dim;n. . y af'faaa que fues.e av án d o se estética, reservadas hoy a un grupo limitadísimo de c o n o c e ~
d borde e, nuestra sensil: idad. F ~ - , a l ~ o cónºco; punzante do:res9 han de tardar mucho en llegar a la percepción de u n a
y g a n g o E - ~ > l e r . c d ~ c l o e fa n .viosirL d del ,.1.úd, monocord io gran parte del público.
2T
La uña exalta en l a gui t ar r a sus propiedades coloristas Los acordes dan un máxi mum de uni da d, intensidad y volu
lo que el vulgo l l ama efectismos . Los armónicos pueden men; el trémolo dej a de ser metálico y br i l l ant e para trans-
ser vertiginosos y acentuada la gangosidad de la cuerda; los ormarse en sonoridad etérica y velada; e l pizzicato obtiene
pasajes de arpegios, escalas y ligados, rapidísimos y el ras- toda su agude za y carácter en todas las cu e rdas y
agudeza os arpe
gueado, br i l l ant e y aparatoso. Conjunto de inapreciabl e inte gios y escalas consiguen t odo el volumen, fusión y regularidad
rés que el guitarrista debe usar con discreción si quiere evi- de proporción entre sus notas. Esta pulsación se presta poco
tar el peligro de i ncur r i r en un deplorable ilusionism o musical. a ciertos efectos espectaculares; al o n t r r i o el artis
artista,
ta, aun
que encuentra en ella todos los elementos necesarios de e x-
Como la cuerda obedece a l a uña instantáneamente, per
presión, debe poner opor t unament e en juego sus recursos si
mite a los dedos de fa mano derecha que con un mí i nmum de
re evit ar que l
quiere
quie uni dad persistente degenere en monotonía.
esfuerzo obtengan el efecto deseado y en consecuencia, la re
sistencia de los dedos de la mano izquierda resulte favora ble Siendo la yema un cuerpo blando má s ancho que la uña,
ment e disminuída por i nnecesaria. Y, puesto que disminu al des plazar la cuerda tiene que empl ear mayor esfuerzo y
ción de peso o resistencia) es sinónimo de velocidad, resu l- este esfuerzo de impulsión exige a la mano izquierda ma
tan por ello favorecidas las posiciones ~ b i e r t s de los dedos, yor presión y resistencia para las notas pisadas. D e ahí, que
los pasajes de cej a, de ligados, saltos de mano izquierda, et c.
c.,, cualqui er pasaje de cej as, ligados , posiciones abiertas o for
así como l a precisión y cl ar i dad en la s notas y la agilidad en zadas y ciertos pasajes de virtuosismo resu ten más difíciles
:Estas par t i cul addades per mi t en al guitarrista realizar con En cada procedimiento cabe pues, una espiritualidad dis-
me n os d1ficultn 7 y mayor brilla ntez las proezas de agilida d t i nt a; l a una espectacular tendiendo a la exteriorización per
que un a par t e del púhlico gusta admira r 1 dándo le a la vez la so n al y la otra intimista y sincera, de compenetración pr of u11-
da con el arte.
sensación de mayor domlni o. esta admiración que el pú
blico comunica al arti sta en vi r t ud de la corrient e hi pnót ica
artista No hay que olvidar que por encima de todas las propie
que se establece entre la at ención pasiva del oyente y la aten dades que ofrece la guitarra, la más i mpor t ante y en la que
ción activa del ejecutante, es la mej or afirmación en éste, de ningún otro instrumento probablemente le aventaja, es la de
la confianza y f é en sí mismo. su poder de adaptación a la espiritualidad del arte que tra
duce.
Las particularid8de s que ofrece la pulsación sin uñas son
as.. E l volumen, uni f or mi dad y fusión de notas a través de
ot r as El eclecticismo en el arte puede milagrosamente trocar
toda la extensión de cuerdas recogen y encauzan t oda l a los defectos en virtudes: del
del mism modo que una sonoridad
va r i edad de sus matices en un sen tido de so br i a musicalidad. austera puede ser adecuada par a una musicalidad severa,
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The dilemm of
tim re the
on gu it r
English translation by Mrs. D . Oow
and Mr E. L Giordan . co r re by
Victoria Kingsley
' 'h
e dile1 nma of
ti m bre o n t he guitar
BEcQUER
37
particular timbre ( the colour of sound , as HELMHOLTZ t e nn e d such as ÜRASSINI Jenny LYND A de hna PATTI, MELBA, ÜAYA-
it and experiences it with its pitch, intensity and duraho n a s RRE CARUSO CttALIAPIN, etc. T he same spirit has firmly esta-
a single impact. blished the superiority of STRADIVARI AMAn and ÜUARNERI,
Timbre is, in fact, the characteristic element of every sound ; in bowed instruments; similarly, pianos made by BLUTHNER,
and just as colour is to an object, scscee nt to a flower , forrn l o BEcHSTEIN, PLEYEL, ERARD and STEINWAY have been given
the body, so is timbre to sound. first rank.. and guitars by PAGÉS BENEDIT, RECIO ALTAMIRA
and ToRRES. Similar princi pies guide an artist in the quality
W h e n we consider, separately, the importan ce of e ach in s -
of tone that he seeks to produce.
trumental group as a unit in an orchestra, together wi t h the
particular quality of each type instrument, w e find that each Of the known instruments, surely none has offered greater
of these groups repr e sents a definite element, m a d e u p o f all material for controversy than the guita,r. This is chiefly on
the tonal individualities of each instrument. account of the possibility of plucking the strings in lwo distinct
ways: either with the nails or wi t h the fleshy part of the finger
Now, no instrumental group of an orchestra c an y i eld s uch
tip.
a variety of timbre as do the plucked instrume nt s , on acco
ac co u n t
of their diversity in shape a nd size , the thickn e ss , type and
T he sound differs according to the technique used a nd as
it is not practicable for the same / set of fingers to use lwo
quality of their strings, a nd the different methods e mploy e d
techniques, the player must make a choice: hence the dilemma.
to make them vibrate.
Timbre may be considered good or bad, better or wors e i n
proportion to the higher or lower valu e set upon it by ea c h
39
the guitarist . the question of souncl is as important as an art:ide ., long and bose robes, accompanies their rhythmic song on his
of faith to a moralist. It is interesting to no te th a t the a esthetic · .seven stringed cithara, now plucking the string s with hh
sentiment . - ntuitive. almost in every case - inherent in every ., fingers, now with a plectrum." ·
partisan o a pari.icular ti mbre. reveals, to a great extent his F o r t u n a t e l in the Middle Ages, strh;:ged i n s r r u m e n t ~ . played
own personality. For whatever i::hoice is m ad e . i t implies a either with fií gers or bow, were favomed '1bov '1bovee all others.
diverging mental stand-point leading sometimes to diametrically The Are ip· · . e de Hita qualified as "screamers and s i 1 r i ~ k e r s
opposed condusions. the stringed instrum ents with a shrill and tone.
Among the ancient Greeks, two distinct styles of strlkin g FuENLLAFA in his "Orphenica Lyra" when speaking ol
th.e strings were favoured, sorne players using the fingers, rellobles (1 )
says: "To strike with the nails rn impenection.
others a plectrum. •• Those who redoblan with the nails wiH find facility m wha ·
In "Apothegmi La c onici", P LU TA R C H r elates that once, in .. they do but not µerfection." Later he adds: " t is a gres.(
Sparta, a citharist was punished for plucking the strings with •· exce lence to strike the ·tring with strokc which ~ v r i p l o y ~
hi s fingers, and not with a plectrum, during the celebration 'neither na1Í nor other invention. ÜnÍy the r:nger, L1t-. li.vinJ
of a ritual ceremony i n a te mple. And yet, he adds, the strings
temple. "thing, can communicate the intention of the spirit."
pl u cked with the fingers produce a much sweeter and ple asa n
Vincen:rn G A LI LEI referring in his "Dialogo.. to the spinnet
te r sound than the plectrum. virginals R<• d other instruments with metal strings, d ciares
A TH A N A EU S , 300 B. C., referring t o EPIGON US , says, "He was
that they greatiy offend the ear, not cmly hecause such anc1
" one of the great ma st e rs of music; he plucked the strings with
such are the strin gs, but on account of the hard object, simila. '
" his fingers, not with a plectrnm".
to a plectrum with which they are set in vihration. He clearlv
A R IST O G E N E S and A N A C R EO N also co n sider ed the sound of
prefers instruments with gut st rings such as the g¡1fü;.:r, vici·::1
strings
strings pluck e d wi th the fingers better than that produced by
the plectrum. (1 edoblar is the contiuous action of pluckíng alternatcly with two fingers cf
Sorne players used either style, ac c o rding t o th e character th e right hund (forcfinger-mid or thumb-forefing,.r). T he .other we.y to tedoblar
of t he music they h ad t o in t erpret. ' T rnuL L U S in one of. his elegies
elegies.. is with tbe forefingcr only attacking alternately the chord hRck and forth aa orn_
doe:; with the pf ectrum.
ca on s ort,
lu t e as the nibble e n d of the flesh can do. l confess in a to posse ss the excellent qualities t did possess" says SoR,
it might do well enough, where the mellowness for me to c on d one his use of nails. lndeed. he himself wo u ld
( w hich is the most excellent satisfaction from a lute) is lost w illingly have given up the use of nails h a d he n o t acquired
i n the crow d: b u t alone, 1 could never receive so g_ood content with them such great deJtte r ity , and had he n o t re a ched a
f om t he nail as from the flesh." ;, peri od in lile: wh e n it was too difficult to al t er the h a b itu al
T h e treatises on the guitar, wh ic h appeared d o wn to the ac t ion of ltis fingen: No soon er had AGU ADO heard sorne of
end of the Eighteenth C entury, did not trouble to give hints y compositions tl1an he set hi mself to study them , a n d asked
or express any opinion on tone; they left the mode of its pro- " m y ad v ice as to their interpr etation. B ut, although I wa s too
nterpretation.
duction to the free c hoic e of th e executant. lt wa s only wh e n young then lo presume to point out faults to su ch a famous
the guitar wa s finally fitt e d w ith six single string s , th a t the two master, l w ·ntured to su gg est to him the disadvantage in the
tendencies becam e distin ctly manifest. " u s e of n uiÍ:,, e.specrn. lly for my musíc wh ic h wa s conceived in
A GUA DO, G n JLIANI, CARULLI a n d other s used a n d rec .omern o mern - a spirit ut t nl y tmhke the conceptions of the gui arisb. of the
me n d e d the use of finger nails; w hilst SoR, CARCASSI, ME1ssoN- " p e r io d . Snme years Iater when we met. he acknowledged
NIER a n d others .proscribed
p roscribed thern. W h a t rnight have been the th a t if he vere able to start over a ga in, he w ould play w ithout
reasons for their different choice? Th e aesthetic ideas o f each na il s."
ma ster m a y have been a sufficient justification . W ould the T h is st a tcment does not agree, however . with .AGuAoo' s o wn
words as inserted in t he ast editio n of his Me th o dw hi c h
(1) See Giuseppe BRA N ZOLI: Ricerche sullo studio del liut
liu to. De le corde me- appeared in Ma d r id in 1843,, four years after
1843 SoR' death
talliche : , Rom a 1889, pág. 53..
53 In it he sa ys. "l have always us ed them (nail s) on alI my
(2 ) " L es Luthistes , Lionel DE LA LAURENCI E. P ar ís t 929.
¡
,, reo yer, mul:e the touch l«c1, sure; T.I'>e.d in the r i < ~ l i t way they " to exhibit virtuosity a nd power and thus da z zle the public;
•• enahle very fast runs to bP. e ~ c : e c u t e d with atreRt. desmess."
45
veying an f'Yer wide ni n g musical horizon SoR embra ces nearly n ow enquire whether the distinctly different styles
We m a ~ ·
ail the dcpartments of m u ~ i c , vvhilst AcuADO a captive to hi s of plr..ymg o th ese two artists was due to heredity.
~ u i l a r , is con{ined to tlw -smalI world of its sonor ' I S body. a TlJe jonl-y of d evotees of the guitar in such cities as
Ia
stranger t o ali outsid e musical expression. Vienna, Bedin , Mo s cow, Lond on , Copenhagen, etc., play
SoR li v ed an i t a t e d a n d intense lift>: he restless an d unccnsciou ly, maybe with th e fl es hy tips of their fingers;
passionate. : lten sely sensitive, unruly and n o s s s s i n ~ a fiery whilst in sorne other parts , ch
chee nails ar e generally used. Once
ft>mperament \Vas a born fighter . He travellf'd a great deal they have l camcd the usual procedure of th e particular place
a n d knew Lhe 1 .toxi cating pleasu re of grevt stwess in art, love in which they happen to li v e, they foHow, without questioning,
a nd fortunc, a.:; also the grief of fail ur e , oblivion and poverty. the rules _stab hshed by custom.
H e died al 61 years cf age. poor a nd victim to a painful Jjsease So it might be t aken that So R' s sense of sonority wa s influen
attributcd sorne to his nnruly p assion s.
ced by a style probably general in Catalonia; and AGuAoo s
Ü n thc othcr hand. AcuADO's life was serene. effectiv e and by the style possibly prevalent in Castile. But this <loes not
industrrous. r ~ 1 s ndtura[ be 1l Íor study. his fine musica l sen
seem probable. when wc bear in mind that w e are dealing
sibility a n d Ji,.. , pi it d c rd e r a nd m d h o d in hi<> ide as , made
with artists whose discerning mind3 and toil show the hight::st
him tf 1C' f¡ l<' lf ·-..-·f rr ( ' kr ow him to L c l v t f e t
a r d most disintcrcstcd spirit of intelligcnt g e n e r o ~ i t y and si11
T'.H' cf(';i h of ,¡.:; rnoti •r, f om d10m w a rit-vt:r h e rn cere o ·e cf true art.
r a terl aff-.( ·e f' l annv·IHv of his p1ovin< ·a Ír; fh mo cd
¡7
lnfluence of AGUADO, A RCA S an d TÁRRE&A s lndubi ah.y, the . J'llt' SoP pr o duced "without n ai ls" must
Schools T one produced w ith f nger tip iffe- ha.ve been quite dis:ind hom the tone obtained, as
T Á R REGA
rence hetween T ÁRREGA, s system and his prede
prede-- a Íso AouAoo's lo1 1" vilh nails" must havf' differed from
cessors TÁRREGA' s artistic evolutio n an d rea- TÁaREGA, s befoff it <' .r ter altered his style of plucking the
son s for his choice
strrruls.
T i ~ R R L G A w ithou t using the rnils at al W 1 nrally attacked
F om the time when these prominent figures stood out in the . lr;q"( J erpen dic uhr y , o.nd afler thc al- ac :. H'Sted on the
such bold relief. A a u A o o s M et hod be c ame a guide to future rn·x· st,..ing. Thi\; prcu· -iurc . .. .f 1d1 g i . v ~ ~ a rrrnximum of ampli
guitarists and wa s , incidentally, an effective m eans o'f .ª wider l u - ~ f . •··· ._•ns-;i) and puray o tone. on accaun. of the width.
adoption of th e nail style, even in the except ional case o f sni r • Iir e s anr f í r r n n o ' t h ~ body which displac es the string,
T ÁRREGA, wh o , up to 191900,
00, like the other guitarist s he knew, :: J1r>i np)'.:ed e:tw·r b. .=OR, AGu AD< , or i H r of their con
i ncluding AR C AS, used the nails. H e did not realise in th os e 1·¡,:.:,-F; .::.-; i t u ~ ·.an h r1cduced from ~ h e i r wrítings, and it
d ays the possibility of producing a better to ne. This was during uf.'po:;:._. ti1"l. l.ad il been o th e n ,.is t· they would
the period of h's youth "vhen his concert tours br ough t him • \. • ; 1: , ; r ~ J .1 n. 1 wir r spr:-'clive treahse5-.
such great fa m e. Bu:t his restless and inquiring mind had on e ~ · · t rúo¡: r_ x•ís raree r, ·rÁi-,RE GA '-'os influenced by
day to facc the vexed question of to n e . W h e n he decided to ¡, Ir _ L.; rnogra mmes wcrP. made up as were
do thi s, h e put aside, not without doubts an d mi<;'.givings, • , ,1ür•
1
·1 m ; · r i p av•ng other instruments. of works
everything th at sto od in his way, and in order to p iunge a ( t1•. lec . ·ctfm .. .11 _:,..:•?d
sole ly in theü serving as a
solely
once into the deep and arduous search for a means of puri fying < r i i _• rno:-t (k1-: 1¡J feats
of vírtuosii '· Forlunately,
e i,-.t· of AGu AD ·- beforc l.in . bis natu-
1
his art. he ahsta ined for a long time from pÍaying in public. ; : nd IL 1
wh ich in his precarious financia position demanded from .i . ,J 1 . = i t ~ o n rs •·r Y r ~ µ o a nd good ·aste impell ed
him great sacrifices. H e ha d to worl( constantly in order to · O \ " , . ( r ~ } z , ; a r \... ·1 •• Y 1sphere. His 'evolution is marked
conquer the difficuities of the new technique in which he was >t gr cdo.al µ:.·océ:i•; fr· m u ~ k a l í t y : first he was absorbed in
lo be master and pupil at once, and when at last thes e di ffic ul r,·.r."r"':' H A v n N a n ; : ~ Ih::.:.THU 1E N; then CH O P IN , M E N D E L SSOHN.
SSOHN.
ties were ove reo me, those who heard T ÁRREGA play will never .. " ;--;.::HCMAN.' foH n ·d
hese in his studies . Finally he was
forget the wondcrfully p u r ~ sound his guitar produced. ir 1'n:cJ b t;.1., spiritua:ity of BActt's music. Selecting thos e
In order to obtain the tone with the finger ti ps that TÁRREGA best suited te ~ h e in s t rument he ach ieve d the miracle
•
did. it <lo es not suffice to cut one' s nails short; the tone has them o n the guitar' s si
f ~ n t e r p r e t i n sixx single strings , even the
to be form ed: i. e . a certain balance between touch , resiliency
formed: t · ¡itH' o f the 1st . S on a ta for violin solo. Moreover thereafter his
a nd resistence must be developed in the flesh of the fingertips, compo sitions reflected a deeper aspiration towards
tJ Vil original compositions
This "purism" was bound to be reflected in his tone. T he f.or every :n n d of i nshument taught in our conservatoires,
strings struck without the use of nails gave him the sonority i;1uc ex1sts p suitable method or system adopted by the tea
of his dreams ; a pure, immater.ial a nd austere timbre. W i t h chei', which help s the student to get a result in proportion to
constant work he obtained a perfect unity in the notes plucked his individu'1l ability. W h e n there occurs sorne discrepancy
wi t h any finger and on any string . Havi ng thus mastered the u q w n g differe, t teachers on any particular point of techniq
technique
ue
discov er new timbres a nd subtleties
··principie", he proceeded lo discover n.:'Íatin g to thc .,ame kind of instrument. such a discussion, very
of execution, wh ich gave to his in terpretation greater relief a nd se do m, if ever, leads to a y radical change in the general result
a persuasive enchantment.
o st u dies.
TÁRREGA' s preference for tone without nails is founded on T he teachmg of the guitar is done most ly by teachers who
the fact that such an unrcsponsive medium as n a i l ~ interferes. pkke d up whatever lmle they Imow. at random, in me
somehow. wi t h the direct contad of the artist' s sensibility to d10 ds 0 f faulty schools, or from misleading hints of so-called
the string. T he guitar plucked with the fleshy fingertips becomes ma sters. Th e y teach in thcir own way "w ha t they kno,v". T he
in a way a prolongation of our own sensibility, and in the case pupil anxiou s lo enlargt his lmowledge, meets with in sur
of an essentiaJiy cmotional tempcrament like TÁRREGA's, this mountable oL .;tacles a nd here is no method of modern techni-
argument appcars to us irrefut<:b e ¡ne capable :: satisfysinf his loniYing for knowledge and the
The change in the styie of s t d d n g -he string s adopted by f ' r ~ r n ~ t e r n e« e lif'ied I Ú1e task are not a ways at hand.
TÁRREGA curnot he attributed in the Ieast t o the infiuence of The wcul( , o; r u 1 h.t ·d to grcpc blmdh lo find the
imilative r conventional feeling; it vvas a resoiution taken ¡¡fi that 1;
1
,est 1 '1im tLrough so man y difficulties.
1
after mu c 1 l r ~ o n g h t and ahived at r1radually after surmounting \ nat un < t t '- s h l e of things is that a critica
a succes sion c-J clifficuitres, and was the result of his Ionging for r ic n fo.. ndl r · t '' circumstances i.s likely lo Le una-
perÍection,
, no or • 1e ;. y rtunce of diHuf'f1C" in sonority. buL
of th • rl1ffercnc•· at aIL
•H l
50 51
dictated
with us
our auditive which aacpp
individual
power, r
ts in a niH rt mann1.:r l
· good make would not yield the same kind of sound when
played by different hands. Therefore, we can infer from this
our minds.
that there exists on one a nd the same instrument a kind of
sonority of a higher d a s s which results from the particular
Physical chara cter
cte r of sou n d h cla ssif C füL procedure of each artist.
in instrumen t s and styl
stylPPs. So u n d or a string T he sound of the string depends on: ( 1) the manner of
c ~ e d with nails
nails S ound: of a rJrin... s t r u d ~ t. ' attacking it; 2) the spot where it is attacked a nd 3) its
fleshy fingertips w ~ u y of l ne sound p tt diameter, tension and elasticity. A s the nail is a body with a
duced with no na ils hard surface, of varying thidmess and consistency, its impul
sion gives the string a penetrating brilliance of timbre. so m ewhat
som
lntensity, pitch a nd timbre are t h ~ pacticular aHrifn metallic but restricted in amplitud e. T he sound produced by
sound in acoustics. W he ne ve r lwo or mo re nok'> oF likt the impulsion of the finger-tips. i. e., by a soft body subtly
sity and pitch produce an u nl i kc s é o . ation, they nw& 1 sensitive and of greater thickness and su r face than the edge
different q uality. of the nails. yields a distinct ti mbre of volume . sweet
This differen c e, wh i ch m ay vury Ft(. infinihir; r J ness, fulness and purity.
the judgment o f our criticaf facnh, an d is ~ u s c p l . i . T he different ways of a ttacking th e ,:'.:rú:,;·s ar e characterised
dassification. A proof of this i s found h1 ~ l t < w c t th. by the quantity a nd intensity of the higher ha rmonics which
classification of cerlain inshum ents f d1e sume type is ,, . f , . accompany the fundamental sound, more c o ns i derable in pro
on the conditions of their sonority. ' "'hat w hich ma 1e t:1° H portion to the more numerous and marked discontinuities
truments of the Cremona cr a ft sm f-:n mu c h nore vatu<ir. e wich exist in the vibratory movemen t_ T he fin ger, on striking
than those of other makers a nd t h• s m ay also be said l• a string sets it in motion in ali its le n ght before leaving it.
PAGÉS a nd T o R R E S guitars a nd a fe vv others _. , wa s not v ,iy
A discontinuitv occurs only the mor e or less w ide opening of
the volume, but the beauty of the so u n ds they could pr o d u n .
the angle w h i ~ h obtains in the ex a ct. place where i l has been
Similar strings, put on different guitars a nd plucked by tl1e
struck by the finger. Thi s angle is more acute when the string
same person at the s arne place on the string , will prodt.:: c. e a is attacked with the nail t han when is is attacked by the fjnger
different sonority on each instrument. T he sound we think the tip. In the former case, we get a m o re pi e rcing sound together
better will certainly be the on e produced on the guita r that
with a great number of high harmonics giving the timbre a me
possesses the best conditions of sonority; therefore, we should
tallic tone. In the latter case, the vibrations are not so sharp,
dassify this guitar as better than the o thers .
the armonics alluded to are no longer heard and the timbre
5.2
53
reflection of the Spain of tbe Mid d le A ges, austere am;I profund As the strmgs yield i n s t n t n e ~ u s l y to the action of the naíls,
ly Christian. the fingers of the right h a n d can thus o b ta in the effect desired
with a minimum effort. a n d . consequently, the resistance of
T h e tone of a string struck with the finger-tip possesses an
intrinsic beauty, wh ic h affects the deepPst feelings of our sensi the fingers of the left h a n d becomes considerahly diminished as
bility, just as air a n d light permeate space. Its notes are incor being no longer necessary. Since diminution of weight ( or re
sistance) is synonymous with speed. this style favours open po
poreal. as might be the notes of an ideally expressive a n d res
sitioPs of the fingers. passages of barres, legatos. jumps with th e
ponsive harp. It has, as well as this intimate character, sorne 0 (
the Roman, strength a n d Greek halance. It recalls the gravity Ieft hand, te., together with precision and clearness of tone and
of an organ an the expressiveness of a violincello. T h e guitar agility in the movement o{ b o th h a n d s .
ceases to be feminine a n d becomes an instrument of grave viri These qualities allow guit arist s to perform with less difftculty
lity. Finally, this style stands for the tnmsmission, with o u t irn a n d greater brilliance feats of agility, wh ic h are admired by a
purities, of the deepest vjbrations of our emotions. certaiu part of the audience as showing a greater mastery of the
mstrument. A n d this admiration the public shows t he artist by
T h e audiences wh o listen to the guitar. generaily speaking,
are far from being in a position to understand these differences.
an hypnotic current that becomes establis h e d between th e pas
sive attention of the listener an d the active attention of the
T h e y can scarcely realise the musical a n d instrumental possibi
lities which the guitar affords an a rt ist. T h e appreciation of its executant, is the best confirmation in the latter of his con
techniqu e a n d its aes lh Ptic qwilities is limited to a very small fidence and trust in himself.
number of experts. and if· wi;I he long before it reaches the per T h e qualities connected with playing with the finge rtips and
ception of a great parl o f the public. without nails are different. T h e volume, uniformity a n d fusion
of notes on the whole extension of the strings are welded toge
Although both method f of 1mpulsion offer the artist paraIIel
ther and direcl e d with a feeling of musical sobriety. T h e chords
fields of means a n d reso
resoun::es
un::es of exp ression, the n t u r ~ f thjs
now achieve the maximum of unity, intensity a n d volume; the
small difference marks out cerlain particul ar prop erti1 , 0 f cach.
tremolo is no lo nger metaliic a n d brilliant. but acquires an
iess o f tl
T h e nail gives prorninence to colour-propertie 1 :instru··
ethereal sonority; the pizzicato is clear and acute on ali the
ment (commonly called effects ). e g ct cry s t a l df:;1r Lmnu-
nnd the arpeggios and scales obtain all the volume of
57
58
Le dilenr du
son a la t f ~ t a r e
se propag
propagee ~ ~ n ondes sonores, e.: r 1 e s0n timbre, ')CTl iu :e 1sité
et le nom
nombb e de ses vibrations a J¡¡. s: conde peuv{ PL etre ': Xt··e
mement variables
ariables..
Assurén•ent tout cela est tres exact, mais 11 y a quelque cées, en raison de la diversité de leurs formes, de Ieurs tail1es,
c ~ o s e d ' ~ u t r e que releve de notre sensibilité cons cie
ciente,
nte, et -qui de la qualité et de Ja grosseur variables de Jeurs cordes, ainsi
n appara1t pas clans ces descriptions scientifiqnes, rnison nables que de la diversité des moyens employés pour faire vibrer
f h: nr pS. ré.J:Jutées q¡v Jer.ny LYND, GRAS - ~ > J I , Jditla Pt J'"I, la.
1IE ,nA, 0 11 { c:u i des GAYA -m.F;, CARU:=ü, CHAJ.,IAPIN, e " . ; de 1;
Í ~ ' e , f · l'm)portarLe <1t pre11 .... ., un or
a 1.1 _he t,
'L
en raison -l.e la possibilité qu'elle présente d'etre pincée 1e deux ta.nt, ajoute PLUTARQUE , les cordes pincées avec les doigts pro
~ r e $ diífércntes: ou avec les ongles, ou avtc la - > u ~ . <les duisent un son beaucoup plus délicat et beaucoup plus agréable.
sensiblementt s"' on
doigts. I.,,e timbre de la corde change sensiblemen Je Trois cents ans avant J és us Christ, ATHÉNÉE disait en parlant
ooédé employé, et comme d'autre part il est 1 • ém:Jlement d' EPIGONUS: "Il fut l'un des grands maitres de la musique;
Ím¡x.•SSible a
un ~ m e artiste d'employer indif e r ~ t n . t " J l ' . r t . _ l Ul "il touch ai t les cardes avec le
less doigts, sans plectre".
. ra:utr p r o ~ e, fo 1 · ~ .hu est de chcisir - d'0i Ie JiJem ANACRÉON et ARISTOGENE préféraient également le son des
cardes pincées avec les doigts ( 1).
Certains t ouchaient les cordes áifféremment suivant le ca
r c Í"nbu;: dans r Antiqm.té Le /.,, ,,u es ;·i. ractere de la musique qu'ils interprétaient. Da.ns une élégie de
· rr :.,,.,u.
dp.
e 'lh·.me
•
s ~ i : c l e -·-- .Vilcm1 ,, d1 TrnuLL:E , qui écrivait un siecle avant Jésus Christ, (Lib. III,
it,,c" t:n1u: .e g
.
1tio/riste u • ; It ;r : ·;,e Elegies 4, v. 39) on lit le passage ru ivantivant,, que nous tradui
- Le;· th {nries rJ.c e,
'e ·· . i sons librement: " . . . et s'accompagnant de sa cithare dont il
1 a ~ . e •f :f nrM.inat¡ i S possibf< s. "faisait vibrer les cardes avec un plectre d'ivoire, il c_hanta
"une méloclie gaie, d'une voix so'lore et bien timbrée, mais en
J.
lt t· P"rt,tlé" .e pr b1E me 1 i . (r e "suite en touchant doucement les cordes de ses doigts, il chanta
4-. ·Í
p 1né·.s. m .·
..
~ l é ,
-· 1u..- i u ~ r i s t ( "ces ·paroles tristes . . . ".
VrnGILE enfin <lit dans l'Enéide (Lib. VI, v. 647), "La ils
"dansent également en ronden entonnant un chant joyeux; le bard
"de Thrace avec ses ornements 1arges et flottants, accompagne
"ce chant rythmé de sa cithare a sept cardes qu'il touche tantót
"avec les doigts, tant6t avec un plectre d'ivoire."
e·. 1:1en - . . J , Au Moyen-Age on préfere beaucoup plus les instruments a
cardes dont on joue avoc les daigts ou avec un archet. L' Ar
Dx:.:. a:m:iq te t ' • pré.férem.:es ét::: if
G1 ~clf . pa t - l ~ , ;.t:;: chipretre de Hita qualifiait de "grinc:ants et criards" les instru
h ; l ,., obt °'u.- · vec la. 'XJrde pfo.cée avec les 1
<l _ ri.s t 1• tt ments a cardes de sonorité aigue et dure. Plus tard FuENLLANA
1 · úd··.: at.. moyeu d' un plectre. . dans son "Orphenica Lyra", dit en parlant des redobles: ( 2)
•. •t: e ¡:; ~ · 4 ' • 9 .. \ pophth<:flmi Laconici)S P I . U ' t . A . t . Q ~ J l ' :- . ,. .~ r T
( I V o ir : "Precursors of the violin family" Katleen S c H L E S I N G t ~ H
joueur " 1 ~ d.thare fút puni pour avoir t o u h ~ l ~ ~ . r p. 56 .
(2) Redoblar est l'action ~ o n t i n u e de pulsation en alternant deux
· ("~ et nott avte .son plectre au 1c ours
ou rs doigts de la main droite (i-111 ou p-i) . Autrement on peut redoblar
~ < ~ r t m o n i e ri tuelle dan un temple de ~ ~ ] Y L « . E- ' t O i J r ~ avec le seul <indice en alterna.nt l'attaque d e la corde d'un cote l'autrc a
de la meme fai;on qu'on fait ave.e le plectre.
. .
• l · -·
un tel <legré d'agilité et s'il n'avait pas été d'un age ou il est l'ample ur de la harpe ni celle du piano; par contre, elle a
difficile de vaincre les habitudes prises par les doigts. Quand une grace tres délicate et ses sons peuvent subir des modifi.ca
AGUADO entendit certaines de mes oeuvres, il se mit a les tion s et eles combinaisons telles qu'ils en font un instrument
étudier et me demanda coconseil
nseil sur la fac;on de les interpréter, mystérieux s' a<laptant parfaitement au chant et a la décla
mais moi encare trop jeune pour me reconnaitre le droit de : : ~ a t i o n . Pour obtenir ces . effets, il me semble préférable de
corriger un maitre aussi célebre, je me risquais seulement a .iouer avec les ongles. Lorsqu'on s'en sert convenablement, le
'1ui faire remarquer le désavantage qu'il y avait a employer est net, .métallique et doux. Mais il faut bien comprendre
: : s o ~
les ongles pour ma musique, qui était ieom;ue dans un esprit qu on ne <l01t pas attaquer la corde uniquement avec l'ono-le
car a I ors il
. º '
est hors de doute que le son ainsi obtenu serait
différent de celui de la plupart des guitaristes d'alors. Quel
ques années plus tard nous nous rencontrames de nouveau, peu agréable. On touche d'abor<l la carde avec la partie de la
et il m'avoua que s'il devait recommencer, il jouerait sans pulpe clu doigt opposée au pouce, le doigt un peu tenClu et
ongles . non recourbé ' .omme lorsqu'on joue uniquement avec la pulpe,
Ces déclarations cependant ne concordent pas entierement avec ~ 1 e s t qu'ensu_ite que la carde glisse sous l'ongle. Ces ongles
: : c ~
Et je suis tres heureux de l'avoir fait , car la pulpe de ce mettent aussi d'exécuter les traits de difficulté rapidement et
t'doigt, quand elle n'attaque pas la corde parallelement, produit avec beaucoup de clarté .
des sons a la fois énergiques et agréables et c'est ce qui con L'éducation music
musicale
ale d'AGUADO n'avait pas été la meme que
vient a la partie de basse pour laquelle on emploie les cordes celle de SoR. Celle-ci eut comme cadre l'ambiance austere de
filées en métal; pour les autres doigts je continue a me servir la Esco lanía de Monserrat , ou en plus du solfege, de l'har
des ongles. Comme ce point est de la plus grande importance
importance,, monie et du contr
contrepoint
epoint,, il étudiait le violoncelle et faisait partie
j espere qu' on me permettra, au moins en égard a ma longue d'ensembles vocaux qui interprét.aient magnifiquement la mu
·expérience, de clonner franchement mon avis. Je considere sique sacrée comme ce monastere en a toujours eu la renommée.
qu'i l est préférable de jouer avec les ongles, iee qui permet Il n'en abandonnait pas la guitare pour autant. Le P. MARTIN
de tirer de la guitare des sons qui ne ressemblent a ceux d'aucun qui fut le condisciple de SoR pendant les cinq ans que celui-ci
autre instrument. A mon avis la guitare présente un caractere passá au monastere, nous raconte les merveilles du jeune gui-
68
Diccionario biogm
biogmp phico Matritense: Des son plus jeune age il expérience musicale e n face d'un horizon élargi, SoR embrasse
manifesta d'exce
d'excellentes
llentes dispositions pour l'étude. A huit presque tous les .domaines de la musi:que
musi:que,, alors qu' AGUADO,
"il commern;a a étudier la grammaire latine, la ph ilo ilossophie et prisonnier de sa guitare, vibre enfermé dans le petit monde de
"le frarn;ais ; il fit de grands progres en peu de temps. Plu s sa caisse sonore et comme étranger
a toute autre expression
tard, il s'intéressera a la paléographie et son infatigable applica,- musicale.
"tion lui vaudra le titre de paleógrafo del consejo de Castifü:. . La vie de SoR fut a:gitée et intense ; son c a r a c t i ~ r e inquiet,
Par maniere de distraction, il demanda a Fray Miguel GARCIA , impétueux ; sa sensib ilité extréme ; son tempérament fougueux,
moine du couvent de S. Basilio,
Basilio , de luí enseigner
enseigne r les rudiments désordonné, combatif. Il voyagea beacoup, connut le plaisir eniv
".de la guitare, et c'est grace a lui qu'il compri compritt ' t outeb les rant des grands triomphes artistiques, de l'amour et de la for-
"ressources de cet instrument et le partí qu'il en ·pourrait
p ourrait tirer. tune , mais aussi les souf frances de l'échec, de l'oubli et de la
De son cóté SoR nous dit d' AGUADO que se sess maitres
maitr es jouaient pauvreté. I1 mourut a 6I ans, ruiné et victime d'une infirmité
"avec les ongles et suivaient la tendam:
tendam:e de 1 époque qui étaJt cruelle.
de multipl ier les .passages
.passages de vélocité pour prouver leur maitrise L'existence d'AGUAOO fut au contraire sereine, affective et
et éblouir le public. En dehors de la guitare ils ne compre Iaborieuse. Son penchant naturel pour l'étude, sa fine sensibilité
naient guere d'autre musique; ils qiualifiaient
qiualifiaien t de musiqu,r musicale, son esprit d'ordre et de méthode, firent de lui l'admi
u ors a cordes. Heureusement lorsqu'A.GUAOO
d'église les quat'uors rable pédagogue q u ~ l'on sait. La mort de sa mere, dont il ne
put s'orienter librement, son sentiment personnel le porta na- s'était jamais séparé,
séparé , bouleversa la paix de sa vie provinciale;
"turellement vers une musicalité beaucoup plus haute . Malgr Malgréé il alla a París oú son talent d' artiste et ses qualités personnelles
tout, aussi bien sa Méthode que ses oeuvres de concert témoig témoi g surent conquérir l'admiration des plus grands artistes et l'affec-
nent d'un gollt musical plus attiré par une technique brillante tion de tous ceux qui le connurent. Quand il revint en Espagne,
ie 12 Avril 1838, peu avant Ariza .en Aragon, la diligence dans
laquelle il voyageait fut attaquée par un .groupe de carlistes qui
appartenait a l armée de Cabrera. Les voyageurs furent dé lnfluence des écoles d AGU
AGUADO
ADO,, d ARcAs et
pouillés, emmenés dans la montagne ou on leur signifia e T ÁRREGA - Le son sans ongles -
qu ils ne pourraient échapper a la mort que moyennant ram;on. érence entre le procédé de T Á R Q G
iff et
AGUADO cependant fut le prenúer a recouvrer la liberté, en celui de ses prédécesseurs - Evolution ar-
échappant a cette dure alternative: son grand age, ses ma tvstique d e TÁRREGA.
nieres courtoises étaient parven us a attendrir ces coeurs en
parvenus
durcis par la guerre . A partir de cette époque, ou ces artistes connurent un si
N ous avons pu consu
consultlt er quelques lettres de lui adressées éclatant succes, la méthode d' AGUADO servit de guide tous lesa
a son collaborateur M. DE Fo s sA ; dans ce cess lettres éclate guitaristes et COntribua ef ficacement a faire prévaloir sa C O f r
toute la bonté de son caractére et toute la somme d'amour et ception de la so
sonorité,
norité, jusqu'au moment ou vers 1900, apparut
d intelligence qu il dépensa pour son o euvr e. le cas TÁRREGA.
Cette opposition entre ces deux grands artistes dans le T ÁRREGA n'a pas toujours joué sans ongles. Les guitaristes
choix de la sonorité peut-elle etre .attribuée a une sorte d ata qu'il connaissait, y compris ARCAS jouaient avec les ongles.
visme? Par mi les f ervents de la guitare qui ont existé et
fit comme eux, au début, sans s o u ~ o n n r la possib
possibilité
ilité d obte
existent dans des villes comme Vienne, Berlin, Moscou, Lon
nir un e meilleure sonorité. C'est pendant cette période de jeu
dres, Copenhague, etc . la plupart, sans peut-etre meme s'en nesse, au cours de nombreuses tou.rnées artistiques, qu>il acquit
rencre compte
compte,, jouent avec la .pulpe, alors qu ailleurs on joue sa renommée. Mais son esprit inquiet et ch e rch eur devait un
généraÍement avec les ongles. Tous familiarisés avec leur procédé
jour se heurter au redoutable dilemme du son son.. Ce jaur la, apres
suivent sans inquiétude ni préférence les regles établies par
bien des doutes, des hésitations et de multiples essais, il décida
l habitude.
d'abandonner une technique qui l emprisonnait, pour se lancer
On pourrait done penser que, pour le son, SoR aurait été
influencé par un usage peut etre général en Cataiogne, alors d'un coup dans une voie inconnue
a
la recherche de
pouvant luí faire atteindre une plus grande perfection.
moyens
qu AcuADo aurait su\vi l usage sans doute contraire de la Cas
tille. Cela nous para1t assez improbable étant donné qu il s'agit Pendant tres longtemps il dut renoncer a jouer en public, et
d'artistes doués d'un sens critique aigu et d 'u ne conscience Dieu sait combien cela ajoutait d angoissantes difficultés a une
totale qui n' étaient que la conséquence de leur pass on pour situation déja précaire. II dut travailler sans relache pour vain
l'art véritable. cre les résist ances <l une t echnique nouvelle pour laquelle il
était en meme temps sort maitre et son éleve. Ces obstacles
enfin furent surmóntés, et tous ceux qui ont eu le privilege
d' entendre T ÁRREGA dans les dernieres années de sa vie, n' oublie-
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auses empéc za11t la juste appréciation du Notre sens musical s'éduque peu a peu et se forme en fonc
son - Facteurs i11tervenant dans la forma- tion de l'ambiance qui l'entoure en nous amenant presque
tion d un critere
du son.
- AppréáaNon sub jecfi ue toujours
a repousser tout ce qui n'est pas en accord avec elle.
quelques .privilégiés parviennent a se dégager suffisam-
Seuls .quelques
ment de leurs propres jugements et font effort pour que leurs
Le manque de protection officielle dont a souffert la gui convictions ne les empechent pas de comprendre ce qui est
tare dans presque tous les pays fait que la plus déplorable anar- nouveau pour eux , ni d'etre sensibles au bien fondé d'.une opi
chie regne dans sa technique. nion d'autrui. Les questions d'esthétique sont jugées parfois
Pour chaque instrument, dans tout Conservatoire, il existe p ts f a c i l e t r a travers cette intelligence anonyme du senti
une méthode ou un systeme app roprié que le professeur adopte, me nt plutot qu'en vertu d'un examen impartial de notre raison.
et grace auquel chaque éleve obtient un résultat en proportion C' est po ur cela que lorsqu'il s'agit de f o ~ m u l r une opinion
avec ses dons personnels. Si parfois quelque divergence apparait sur le s on
on - leq
leq ue
ue l n'
n' ex
ex is
is te q ue
ue dans la mesure u nous le
entr e les meilleurs professeurs a propos des particularités tech percevons - il est impossible d'établir une autre classification
niques d'un meme instrument, j est bien rare que la marche que celle que nous dicte notre appréciation personnelle, et celle
générale des études en soit pour autant altérée. ci dépend de la sensibilité auditive qui influence diroctement
L'enseignement de la guitare, au contra ire, est donné la plu notre esprit.
part temps par des maitres qui ont étudié "comme ils ont
pu en suivaat librement des méthodes déf ectueuses ou les in
physiqu..es du son - Classifica-
Car·acteres physiqu
ions de maitres d'occasion. Devenus professeurs a eur tour,
dications
dicat
tion des instruments et des procédés - Le
ils enseignent "ce qu'ils savent". L'éleve avide de perfection se son d une corde pincé
pincéee avee
avee l ongle __ L e
trouve devant <l'infranchissables obstacles; il n'y a pas de
avee la pulpe - Su -
son d une corde pincée avee
méthode suffisamment moderne au point de vue tecnique qui périorúé de la sonorité obtenue sans les on-
puisse satisfaire ses aspirations, et les quelques maitres capa gles.
bles de lui venir en aide ne son t pas toujours accessibles.
Tout condamne le débutant a se résigner et a chercher lui Intensité, hauteur et timbre sont les caractéristi.ques acous
meme, a l'aveuglette, un chemin qui puisse le mener a travers tiques du son. Chaque fois que deux notes de meme intensité
tant d'écueils . E t il n'est pas étonnant qu'un éleve dont le et d'une meme hauteur nous donnent deux impressions audi
jugement a été formé dans de telles conditions ne parvienne pas tives distinctes, c'est qu'elles sont de timbre différent.
a se rendre compte de l'importance d'une différence de sono Ces différences peuvent varier a l'infini: on peut les compa
rer et établir une classification. La preuve en est que certains