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CULTURA Y LENGUAJE 133

11 1 cultura y lenguaje demás hombres de ciencia, pues esperamos que lo


humano será preservado por él, que es poeta tarn~
bién, Así talnbíén, desearía hacerle una última
pregunta. Nosotros, hombres comunes y corrien~
tes, hablamos de naturaleza y de cultura, Muy
vagamente. Usted, que es hombre de ciencia, habla
de naturaleza y cultura. Definiendo sus términos,
GEORGES CHARBONNIER. Señor Lévi·Strauss, he· ¿qué distinción se puede establecer entre natura-
nos aquí al término de esta serie de conversaciones. leza y cultura?
Sin ser etnólogo, n1e he esforzado por mantener CLAUDE LEV¡·STRAUSS. Es la distinción fun·
un diálogo con el etnólogo, con el hombre de
~
damental para el etnólogo y, a menudo, un poco
ciencia; para esto, le he hecho preguntas tales que. cm barazosa para nosotros, porque el término de
~
para responderlas, el etnólogo tenía que salir de cultura, que es de importación inglesa. no tiene
su disciplina, menos, mucho menos, sin embargo, exactamente el mismo sentido tradicional, en fran- ~

de lo que pueda parecer. pues no olvido que el


etnólogo, que recurre a las matemáticas, recurre
cés, que el que los fundadores de las ciencias antro- ~
pológicas le han dado. La naturaleza es todo lo
igualmente a la aprehensión poética. De todos los que tenemos por herencia biológica; la cultura; por
hombres de ciencia, es el único al que le es nece- el contrario, es todo 10 que nos viene de la tra-
sario procurar la identificación con su objeto. con
el otro. También le es necesario descubrir -para
dición externa y, para-volverlo a decir con la defi- ~<,l
níción clásica de TyIor -cito de memoria y, sin
conocer-···· las propiedades poéticas del lenguaje.
Cuando creo sacar al etnólogo, cuando finjo sacar
duda, inexactam-ente-, la cultura o civilización
es el conjunto de las co'stumbres, creencias, insti-
1:
~
al etnólogo de su dominio no olvido que le pido tuciones tales como el arte, el derecho, la religión,
que recurra a la aprehensión poética. Pero las pre-
técnicas de la vida material, en una palabra, todos
guntas que le hago al hombre de ciencia no són
los hábitos o aptitudes adquiridos por el hombre
las que él mismo se hace, y quisiéramos conocer
cuáles son esas preguntas que se hace; con la eterna
C01110 miembro de una sociedad. Tenemos ahí, ~
pues, dos grandes órdenes de hechos, uno gracias ~
rectificación siguiente: siendo hombres COlllunes y
corrientes pedimos -ingenuamente, sin duda--
al cual pertenecemos a 10 animal en virtud de lo que
somos, por el hecho mismo de nuestro nacimiento
~
enseñanzas al hombre de conocimiento. Quisié-
ramos saber a qué conclusiones llega! pues deseamos
y de las características que nos han legado nuestros -4
,-
padres y nuestros antepasados, las cuales pertene- .E
conclusiones. Qué nos dice, pues entendemos que
dialoga con nosotros; qué es lo que dice a los
cen ar campo de la biología y, a veces, de la sico-
logía; y, por otra parte, todo ese universo artifi-
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134 ARTE, LENGUAJE, ETNOLOGÍA CULTURA y LENGUAJE 135

cial que es aquel en el cual vivimos COlno miembros al hombre romo Horno raber, fabricante de herra-
de una sociedad. La etnología o, en la acepción mientas, por haber descubierto en este carácter la
amplia del término, la antropología, trata de hacer, marca mísma de la cultura. Confieso que no estoy
en el orden de la cultura, la misma obra de des- de acuerdo y que uno de mis fines esenciales ha
cripción, de observación, de clasificación y de in- sido siempre fijar la línea de demarcación entre
cultura y naturaleza no en los instrumentos y
~
terpretación que el zoólogo o el botánico hacen
.:¡:
en el orden de la naturaleza. Es en este sentido,
por lo demás, en el que se puede decir que la etno-
enseres, sino en el lenguaje articulado. Es ahí, ver-
daderamente, donde se produce el salto; suponga -~
logía es una ciencia natural o que aspira a consti-: usted que nos encontramos, en un planeta desco-
tu irse a ejemplo de las ciencias naturales. nocido, seres vivos que fabrican herramientas; pues
G. c. ¿La cultura, en cierta manera, debe pro~ bien, no podríamos estar seguros, por ello, de que
venir de la naturaleza? perteneciesen al mismo orden que los humanos, En
c. L.-s. Digamos que implica una cierta can- verdad, en nuestro propio planeta los encontra~
tidad de factores de orden natural. Es seguro que, mas, puesto que algunos animales son capaces,
en toda sociedad, cualquiera que sea, los hombres hasta cierto punto, de fabricar herramientas o ru- ~
tienen fundamentalmente las mismas necesidades:
alimentarse, defenderse del frío, reproducirse, y
dimentos de herramientas. Sin embargo, no crec-
mas que hayan efectuado el paso de la naturaleza
f
otras más. a la cultura. Pero imagínese que diésemos con seres
G. c. ¡Pero para elaborarse? vivos que poseyeran un lenguaje, todo lo diferente

~
c. L.-s. En la medida en que, precisamente. que se quiera del nuestro, pero que sería tradu-
se trata de necesidades fundamentales y de nece- cible al nuestro; así pues, seres vivos con los cuales

~
sidades cuyo origen es natural, son idénticas en el nos podríamos comunicar ...
seno de la especie Horno sapiens. Lo que interesa G. C. Un lenguaje de signos o de palabras ..
al etnólogo y concierne a la cultura son las modu- Cualquier lenguaje ...
laciones, valga la expresión, diferentes según las c. L.-s. Cualquier lenguaje que usted pueda
sociedades y las épocas diversas. que se imponen a concebir, pues 10 propio de un lenguaje es ser tra-
una materia primera que, por definición, es idén- ducible, pues si no, no sería un lenguaje porque
tica por doquier y siempre. no sería un sistema de signos, necesariamente equi-
G. c. ¡Cuál es el signo que se acepta como re- valente a otro sistema de signos por medio de una
presentativo de la cultura? ¡El signo'más humilde? transformación. Las hormigas pueden construir
c. L.-s. Durante mucho tiempo se pensó, y palacios subterráneos extraordinariamente compli-
muchos etnólogos 10 creen todavía, que era la pre- cados, entregarse a cultivos tan complicados como
sencia de objetos manufacturados. Se ha definido el de los hongos que sólo en una determinada
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136 ARTE, LENGUAJE, ETNOLOGíA

etapa de su desarrollo, que la naturaleza no realiza C. L.-S. No entiendo la necesidad de tal co-

espontáneamente, pueden servirles de alimento, nO nexión. La utilización dd lenguaje COn fines poé-
obstante 10 cual no salen de la animalidad. Pero ticos podría ser inclusive más difícil y más com-
si fuésemos capaces de intercambiar mensajes con pleja que otras formas estéticas, puesto que éstas
las hormigas y de discutir con ellas, la situación utilizan y combinan, a la manera del h:nguaje,
sería completamente diferente, estaríamos en el materiales brutos, mientras que la poesía lo hace
orden de la cultura y ya no en el de la naturaleza. en segundo grado, con materiales proporcionados
G. c. ¿Todo problema cs, pues, de lenguaje? por el lenguaje mismo.
c. L.-S. Creo que todo problema es de len- G. c. Así pues, el lenguaje es 10 que caracte-
guaje, como decíamos en el caso del arte. El riza a la cultura, es lo esencial de la cultura. No
lenguaje se me manifiesta como el hecho cultural hay problema más que de lenguaje. Pero, ¿no hay
por excelencia, y esto por varias razones; en primer problema más que de naturaleza?
lugar, porque el lenguaje es una parte de la cul- C. L.-s. ¡Eso dependerá de los problemas que
tura, una de esas actitudes o hábitos que recibimos usted plantee!
de la tradición externa'; en segundo lugar, porque G. c. ¿No se reduce todo problema al examen
el lenguaje es el instrumento esencial, el medio de un aspecto de la naturaleza?
privilegiado por el cual asimilamos la cultura de c. L.-s. Ésta es, de 'nuevo, una cuestión de
nuestro grupo ... un niño aprende su cultura por- definición. Si entiende por naturaleza el conjunto
que se le habla: se le regaña, se le exhorta, y todo de las 11lanifestaciones del universo en el cual vi-
esto se hace con palabras; por último, y sobre todo, vimos, es indudable que la cultura es también una
porque el lenguaje es la más perfecta de todas las parte de la naturaleza. Cuando oponemos natura-
manifestaciones de orden cultural que forman, de leza y cultura, entendemos el -térnlÍno naturaleza
alguna manera, sistemas, y si queremos comprender en un sentido más limitado, que concierne- a 10
qué es lo que son el arte, la religión, el derecho y que. en el hombre, es trasmitido por la herencia
quizá inclusive la cocina o las reglas de la cortesía, biológica. Desde este punto de vista, naturaleza y
habrá que concebirlos como códigos formados por cultura se oponen, puesto que la cultura no pro-
la articulación de signos, conforme al modelo de viene de la herencia biológica. sino de la tradición
la comunicación lingüística. externa. es decir, de la educación. Ahora puede
G. c. ¿Permite esto pensar que- la poesía naClO usted decir: la cultura n1isma, ,el hecho de que
antes que las demás formas de arte o que por el haya hOll1bres, que esos hombres hablen, que estén'
contrarío nació después? ¿Esta poesía, que es poe- organizados en sociedades, que se distingan unas
sía de lenguaje más particularmente que las demás de otras por costumbres e institucÍones díferentes,
formas de. ,arte? todo esto es, desde un determinado punto de vista.
ARTE, LENGUAJE, ETNOLOGfA 2.
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CULTURA Y LENGUAJE 139

una parte de la naturaleza, y tiene usted derecho


el zoólogo o el entomólogo, una tarea de descrip-
a postular -pero es una concepción metafísica-
ción, de clasificación ... Cierto es que no nos pro-
la unidad y la homogeneidad de esta naturaleza,
hibimos. en nuestros momentos de ocio, plantear-
y desde un punto de vista práctico, no es obliga-
nos los grandes problemas (aun cuando no lo
torio hacerlo, pues la ciencia nos da de la natura-
quisiéselllos, no podríamos menos que plantear-
leza, al menos provisionalmente, una representa-
los) tal como usted los plantea, pero son proble-
ción que podríamos llamar «hojaldrada» y en la
mas exteriores a la etnología. En efecto, si lo que -~
G:l
cual aparecen discontinuidades entre los niveles, de
yo deCÍa hace un momento es verdadero, a saber,
tal manera que la discontinuidad entre naturaleza
y cultura, en el sentido del etnólogo, quizá no sea
que el criterio mismo de la cultura es el lenguaje, '~
el problema que usted plantea viene a ser el pro- N
sino una entre varias: la que nos permite delimitar
blema del origen del lenguaje. Sabe usted que '-
prácticamente nuestro campo de estudio.
ésta es la vexata quaestío por excelencia, y los
G, C. ¿Una discontinuidad debida a la natu-
raleza o al lenguaje?
c. L.-S, Desde un punto de vista metodológico,
el lenguaje no pertenece al orden de la naturaleza,
filósofos, desde hace mucho tiempo, han trope-
zado con la contradicción de que el lenguaje no
ha existido siempre y de que, por otra parte, no
1
se comprende que haya podido nacer, puesto que
G. C. Pero no puedo examinar la naturah~za
no basta, para que nazca, con que alguien invente <Q
más que con el lenguaje.
c. L,-S, Sin duda, y la ciencia misma, que el discurso, sino que es necesario también que el ;;;:
que tiene delante comprenda qué es 10 que uno <:'S
estudia la naturaleza, es un hecho de cultura.
G. C. Entonces, cuando observo una discon-
se está proponiendo decirle, El día en que haya~ ~
mos resuelto el problema del origen del lenguaje, -::,
tinuidad, ¿cómo puedo estar seguro de que está en
la naturaleza y no en el instrumento con el cual la
habremos cOlnprendido cómo puede insertarse la ..s:
cultura en la naturaleza y cómo ha podido pro- ~
examino?
ducirse el paso de un orden al otro. Pero el ....sl
c. L.-S, Me hace grandes preguntas, pregun-
~..J
problema no es etnológico, pone en cuestión la
tas filosóficas, indudilblemente importantes e in-
diferencia fundamental entre el pensamiento del
teresantísimas para el filósofo. Pero si el etnólogo
hombre y el del animal, la estructura del cerebro
se dejase obsesionar por problemas de esta clase,
humano y la aparición de una función específi-
se transformaría en filósofo, y ya no haría etno-
canwnte humana, que es la función sÍmbólica ...
logía. Su papel es lnás modesto. Consiste en
Es ése un problema sicológico, e inclusive anató-
trazar un sector, que es el conjunto de los fe-
mico y fisiológico, en la medida en que la estruc-
nómenos culturales, y en este campo el etnólogo
tura del cerebro y su modo de funcionamiento
se asigna una tarea comparable a la del botánico,
tendrán que ser necesariamente elucidados; es un
/);,
140 ARTE, LENGUAJE,. ETNOLOGíA

problema, me imagiu.o yo, a cuya solución hará nota del editor


gran~es' aportaciones la cibernética, y gracias a
esas calculadoras electrónicas que permiten estudiar,
de manera experimentaC a cuál nivel de comple-
jidad pueden corresponder objetivamente algunas
formas de actividad que se parecen, hasta cierto
puntQ, a la actividad cerebral, pero éste no es un
problema etnológico. Todo 10 que el etnólogo EN 1949 APARECIÓ en París un libro titulado
Las estructuras elementales del parentesco. Su au-
puede hacer es decir a sus colegas de otras disci- tor, Claude Lévi-Strauss (1908), había vivido
plinas: la verdadera cuestión es el lenguaje. Re- largos años en Brasil estudiando las sociedades
solvamos el problema de la naturaleza y del primitivas de diversos pueblos indígenas y luego,
origen del lenguaje y entonces podremos explicar en Nueva York, había sido poderosamente in-
lo demás: qué es la cultura y cómo ha aparecido; fluido por la metodología que Roman Jakobson
aplicó con tanto éxito a la lingüística. convertida
qué es 10 que son -el arte, las técnicas de la vida ma-
gracias a él en una ciencia rigurosa. Sus mono~
terial, el derecho, la filosofía, la relígión. Pero grafías y artículos habían despertado interés en
no depende de nosotros, los etnólogos, el que se los medios académicos y Las estructuras elelnen-
desgarre el velo. Todo lo que sabemos es que to- tales del parentesco (su primer libro en realidad,
dos los pueblos del mundo. que toda la huma- si exceptuamos una breve monografía sobre los
indíos Nambikuara) mereció_ el Premio Paul Pe-
nidad, en sus manifestaciones más antiguas y más
Ilíot. Las puertas de la notoriedad internacional
humildes, han conocido el lenguaje artículado, se abrieron para Lévi-Strauss. Las 640 páginas
que la aparíción del lenguaje coíncíde plenamente de su libro, que giraban brillantemente en torno
con la aparición de la cultura y que por esta mis- al viejo y' obsesíonante tema del incesto. atrajeron
ma razón la solución no está en nosotros. En hacía la etnología un interés sin precedentes. Su
nosotros, el lenguaje está dado. método de investigación. por otra parte, despertó
igualmente una curiosidad enorme en los ,medios
científicos y filosóficos. Todo el lilundo empezó
a hablar de estructuralismo.
En un plazo de menos de diez años, Lévi-
Strauss publicó sus obras capitales: Tristes trópicos
(1955), Antropología estructural (1958) ,* El
pensamiento salvaje (1962) Y 1>1 ítológicas: Lo
cmdo y lo cocido (1964).

* Publicado 'por la Editorial de Ciencias Sociales. (Ins-


tituto del Libro, La Habana, 1970.)

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