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El ajedrez es practicado principalmente por las clases sociales dominantes y las fuerzas

económicas, ya que son calculadoras; con la educación se caracteriza por su carácter


de clase. En la antigüedad del feudalismo, era una de las siete artes que un guerrero o
un aristócrata debía dominar un guerrero o noble, si deseaba aspirar al título de
Caballero.

La participación de las mujeres fue muy limitada porque las mujeres estaban en
tratamiento en ese momento; siempre hay un aficionado al juego rompiendo los
límites y tabúes impuestos por el propio hombre.
Fundamentos de la enseñanza del ajedrez
El ajedrez representa una batalla de ideas, una batalla de inteligencia entre dos partes,
que pueden crear con sus movimientos.

Debido a su naturaleza divertida y educativa, el ajedrez es un juego muy recomendado


para los niños en edad escolar, ya que estimula el sentido de la edad escolar, estimula
el sentido de la responsabilidad y prepara el escenario para los estudiantes adultos.

El ajedrez también desarrolla la memoria, la imaginación, la creatividad, y el enfoque.


Además, gracias a su valor educativo, potencia el pensamiento lógico, fomenta la
fuerza de voluntad, se acostumbra al análisis y a la toma de decisiones.
Enseñar a niños de 3 a 7 años
Los niños de esta edad tienen un pensamiento visual e imaginativo dominante, como
observar, aprender y concretar, que aún no son simbólicos, aún no han imaginado las
partes abstractas, que necesitan ver.
Cuanto más pequeños son se les debe enseñar utilizando el cuerpo (moviéndose, por
ejemplo, como lo hacen las torres, los peones etc. para que vayan explorando las
relaciones constitutivas de número y espacio, temas fundamentales.
Es importante el contacto con el material donde el niño realice juego libre con este
nuevo material que se ha puesto a su disposición (tablero, piezas), le contamos
cuentos, donde haremos hincapié en las características del juego.
Si son pequeños los hacemos dibujar y pintar las piezas. A partir de allí fomentaremos
en todo momento la exploración perceptual de los objetos (formas, tamaños colores),
y dejemos que ellos jueguen sin indicación alguna, sintiéndose libres donde hagan
torres con las piezas o salten con sus caballos etc.
Enseñar ajedrez a niños de 8 a 12 años
Es una etapa marcada por la curiosidad, se preguntan constantemente por qué y para
qué son las cosas, ya no se conforman con respuestas tranquilizadoras, y buscan el
conocimiento de los procesos desarmando.
se desarrolla la capacidad de pensar, comenzando a tener flexibilidad para las
operaciones mentales reversibles, facilitando así el aprendizaje del cálculo, tan
importante en el ajedrez.
el profesor de ajedrez puede exponer partidas cortas, donde se explicarán los
mecanismos que llevan a la victoria y los errores de valoración que llevan a la derrota,
aprenderán la importancia de la consecución de los planes, donde el ganar no será el
objetivo sino la tarea creativa, y en donde todos puedan participar de manera
constructiva.
ENSEÑAR AJEDREZ A ADULTOS
Las necesidades muchas veces del adulto con respecto al ajedrez son diferentes, ya
que no se basan solo en lo competitivo, sino también en el conocimiento, por tanto se
trabaja de una manera distinta, les agrada la historia del ajedrez y sus ideas, las
anécdotas de los grandes ajedrecistas, ya que fundamentalmente, desean pasar
momentos agradables, por lo tanto el monitor deberá matizar la abstracción que
supone el conocimiento de las estructuras, pasando por los elementos de táctica que
le permitan comprender de que manera pueden lograr primero objetivos simples para
luego hacerlos más complejos, y finalmente puedan lograr un conocimiento más sólido
y universal del ajedrez.
¿Qué estimula el aprendizaje del ajedrez?

El análisis y síntesis: Durante la partida de ajedrez el niño se enfrenta en cada jugada a


múltiples alternativas y a la necesidad de contestar a la amenaza del contrario y a
plantear a su vez una amenaza al rival.

Memoria: para el ajedrecista la memoria es un aliado muy importante, muchas de las


respuestas pueden basarse en la experiencia o el conocimiento del ajedrecista de
posiciones similares jugadas o estudiadas en otras partidas.
Empatía: Es imprescindible considerar que hay un “otro” que realiza jugadas para
comprender la estrategia del oponente y para anticiparse a sus acciones las cuales hay
que observar para poder responder adecuadamente y asi ganar la partida.

Resolución de problemas y toma de decisiones: El ajedrez genera responsabilidad en


la toma de decisiones, por que remite a hacerse cargo en cada jugada que un realiza.
Durante la partida, el niño enfrenta diferentes problemas para los que debe definir y
aplicar una estrategia de solución.

Socialización: El ajedrez favorece la integración dentro de los grupos ya que no es


importante la edad, ni la nacionalidad, ni el idioma, pueden jugar niños con jóvenes o
con personas mayores y no hay que ser un gran jugador para participar en los torneos
abiertos.

El ajedrez es un combate mental en el que para mejorar hay que empezar


dominándose a sí mismo. Esto hace que conforme se vaya mejorando en el juego se
vaya incrementando la autoestima y tomando más confianza para aprender.

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