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Planificación
de un texto
1. El proceso de redacción
Si se parte del origen etimológico del término redactar, la comprensión del proceso de la escritura
se circunscribiría a su esencia misma. Redactar etimológicamente, significa compilar o poner en
orden; en un sentido más preciso, consiste en expresar por escrito los pensamientos o
conocimientos ordenados con anterioridad. Redactar bien es construir la frase con exactitud,
originalidad, concisión y claridad (Vivaldi, 2002).
Delimitación del tema: concrete de forma específica de qué tratará su escrito. Recuerde
empezar a pensar de forma general para poder llegar al tema puntual que tratará. Considere
el tiempo del que dispone para desarrollar el tema, el acceso a las fuentes de información, el
tipo de lector al que se dirigirá, la vigencia del tema seleccionado, los beneficios que puede
tener el desarrollo de este.
Motivación para escribir: el escritor debe estar consciente de que se aprende escribiendo porque
se despeja el pensamiento, se aclaran ideas, surgen soluciones a los problemas, se proyecta
espiritualmente, comparte la cultura, la personalidad, se enseña a otros, produce satisfacción
personal y profesional. Por lo que la motivación es un ingrediente que necesita de una introspección
en la que se examinen las razones para escribir, las dificultades que surgen y cómo vencerlas.
Metas y propósito al escribir: aclare qué se busca hacer con el texto, conozca la razón por la
que está escribiéndolo. Trabaje en sus metas. Estas son las pequeñas tareas que hacen que el
proceso de escritura avance.
Selección de un buen título: escoja un título que motive a la lectura, llame la atención, provoque
alguna reacción o simplemente despierte la curiosidad. Puede o no tener relación con la
inspiración inicial, los propósitos, el tema… lo importante es que represente lo escrito.
Determinación del enfoque desde el cual se escribe: decida cuáles serán los puntos de vista
por desarrollar. Recuerde que debe tomar una postura frente al contenido.
Consideración del perfil del destinatario: tome en cuenta las características específicas del
lector a quien dirige su escrito: edad, conocimiento previo del tema.
Determinación del tipo de escrito y la extensión del mismo: si revisa todos los aspectos
anteriores, ahora será fácil determinar el tipo de escrito que es más adecuado para alcanzar su
propósito: informativo, recreativo, expresivo, académico. Tome en cuenta el manejo del tema y
tiempo del que dispone. Recuerde organizarse para poder cumplir con la extensión requerida
o pensada.
1.1.1 Generación y procesamiento de la información
Serafini en Niño (2011) dice que se deben recoger las ideas, los hechos, el material con el
que se construirá el texto. Para ello se debe generar ideas propias y compilar la
información externa. De acuerdo con Casanny (1995) el borrador es una parte esencial de
la planeación. Es un escrito provisional al cual se le puede hacer modificaciones previas al
escrito final. El autor propone las siguientes estrategias:
Fuente: Cassany (1995, pág. 23).
1.1.2 Estrategias para la elaboración del borrador
Después de haber trabajado en los procesos anteriores, se sugiere registrar un plan de
escritura que orientará al escritor. Niño (2011) sugiere tomar en cuenta los siguientes
aspectos: