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Facultad de Humanidades

Departamento de Letras y Filosofía


Coordinación de Lenguaje
Correo electrónico: madavila@url.edu.gt

Planificación
de un texto
1. El proceso de redacción
Si se parte del origen etimológico del término redactar, la comprensión del proceso de la escritura
se circunscribiría a su esencia misma. Redactar etimológicamente, significa compilar o poner en
orden; en un sentido más preciso, consiste en expresar por escrito los pensamientos o
conocimientos ordenados con anterioridad. Redactar bien es construir la frase con exactitud,
originalidad, concisión y claridad (Vivaldi, 2002).

La escritura madura es una competencia reconstructiva que genera pensamiento y lo traduce en


palabras; el escritor interrelaciona sus conocimientos previos con los saberes de los posibles
lectores, elige lo pertinente, rechazando lo inútil o poco interesante; integra significados y
reflexiones; autoevalúa los procesos, etc.
Hay dos niveles de escritura: el inferior que se reduce a poner por escrito, linealmente, los
contenidos previos que se recuerdan. El escritor de este nivel no reconstruye significados,
simplemente copia lo que le dicta su memoria; no planifica, no fija el objetivo de la escritura, no
organiza la información, apenas usa recursos retóricos para expresarse. Por otro lado, el escritor
hábil o de nivel superior quien antes de escribir y mientras escribe, “transforma el conocimiento”;
dicho de otra manera, en sus escritos, no se reduce a decir o repetir idea tras idea, dato tras
dato, sino que, antes de escribir y durante su escritura, reconstruye creativamente sus
conocimientos y sus reflexiones relacionándolos con sus habilidades retóricas; es decir establece
objetivos, organiza mentalmente sus contenidos antes de escribir, tiene en cuenta los
conocimientos y gustos del público que va a leerles; construye puentes entre él y sus lectores.

Fuente: Achaerandio (2010).


Lee comprensivamente.

Es consciente de las características de las personas que podrían


leer “sus escritos” o textos. Conoce su público.

Planifica y fija sus objetivos antes de empezar a escribir y de


formular mentalmente una representación o imagen de lo que
rasgos que va a redactar.

perfilan al buen Va releyendo los fragmentos escritos para asegurar la


cohesión y la coordinación y los nexos entre los párrafos.

escritor Revisa el texto, mientras lo relee, para ir mejorándolo en todos los


aspectos, especialmente en los significados: ve si se relacionan los
tópicos o temas entre sí; y se da la “superordenación” es decir, si va
delineando la relación entre la idea y los detalles que lo acompañan.

Practica el “proceso recursivo” o de repaso, que ha de ser


continuo, cíclico y flexible para ir perfeccionando la redacción del
escrito, incorporando nuevas ideas o mejorando la expresión.

Aplica estrategias de apoyo para solucionar los problemas que suelen


presentarse en la elaboración de un texto escrito.

Fuente: Cassany (1999, pág. 2.).


Niño (2011) explica que los especialistas en esta
área «hablan de “un conjunto de diferentes
procesos de pensamiento”, con lo que se ilustra
el carácter complejo del escribir. Pues este
comprende varias tareas, como puede ser la
motivación y concepción del significado, la
elaboración y organización de las ideas,

composición, revisión y relaboración» (pág.158).


Este autor señala que por razones prácticas es
necesario considerar a la escritura como una
serie de subprocesos, como tareas inevitables,
articuladas al acto de la creación textual. El
siguiente cuadro los ilustra.
Fuente: Niño (2011, pág. 162).
1.1 La planificación
Es necesario considerar las razones por las que se escribe, porque estas son el motor del
escrito. Sin embargo, no es lo único que se debe considerar. En la etapa de planificación
también es importante tomar en cuenta el destinatario, el tipo de escrito que se
desarrollará, la organización de ideas, el conocimiento del tema, las opiniones. Niño (2011)
propone el siguiente proceso para la planeación de un escrito:

Delimitación del tema: concrete de forma específica de qué tratará su escrito. Recuerde
empezar a pensar de forma general para poder llegar al tema puntual que tratará. Considere
el tiempo del que dispone para desarrollar el tema, el acceso a las fuentes de información, el
tipo de lector al que se dirigirá, la vigencia del tema seleccionado, los beneficios que puede
tener el desarrollo de este.

Motivación para escribir: el escritor debe estar consciente de que se aprende escribiendo porque
se despeja el pensamiento, se aclaran ideas, surgen soluciones a los problemas, se proyecta
espiritualmente, comparte la cultura, la personalidad, se enseña a otros, produce satisfacción
personal y profesional. Por lo que la motivación es un ingrediente que necesita de una introspección
en la que se examinen las razones para escribir, las dificultades que surgen y cómo vencerlas.
Metas y propósito al escribir: aclare qué se busca hacer con el texto, conozca la razón por la
que está escribiéndolo. Trabaje en sus metas. Estas son las pequeñas tareas que hacen que el
proceso de escritura avance.

Selección de un buen título: escoja un título que motive a la lectura, llame la atención, provoque
alguna reacción o simplemente despierte la curiosidad. Puede o no tener relación con la
inspiración inicial, los propósitos, el tema… lo importante es que represente lo escrito.

Determinación del enfoque desde el cual se escribe: decida cuáles serán los puntos de vista
por desarrollar. Recuerde que debe tomar una postura frente al contenido.

Consideración del perfil del destinatario: tome en cuenta las características específicas del
lector a quien dirige su escrito: edad, conocimiento previo del tema.

Determinación del tipo de escrito y la extensión del mismo: si revisa todos los aspectos
anteriores, ahora será fácil determinar el tipo de escrito que es más adecuado para alcanzar su
propósito: informativo, recreativo, expresivo, académico. Tome en cuenta el manejo del tema y
tiempo del que dispone. Recuerde organizarse para poder cumplir con la extensión requerida
o pensada.
1.1.1 Generación y procesamiento de la información
Serafini en Niño (2011) dice que se deben recoger las ideas, los hechos, el material con el
que se construirá el texto. Para ello se debe generar ideas propias y compilar la
información externa. De acuerdo con Casanny (1995) el borrador es una parte esencial de
la planeación. Es un escrito provisional al cual se le puede hacer modificaciones previas al
escrito final. El autor propone las siguientes estrategias:
Fuente: Cassany (1995, pág. 23).
1.1.2 Estrategias para la elaboración del borrador
Después de haber trabajado en los procesos anteriores, se sugiere registrar un plan de
escritura que orientará al escritor. Niño (2011) sugiere tomar en cuenta los siguientes
aspectos:

1 tema 5 lector destinatario

propósito 2 tipo de texto 6


3 título 7 superestructura tipo
(orden externo acorde al
de texto seleccionado)

enfoque 4 (secuencia del


contenido)
macroestructura 8
2. Referencias
Achaerandio, L. (2010). Introducción a algunos importantes temas sobre educación y
aprendizaje. Universidad Rafael Landívar.

Cassany, D. (1995). La cocina de la escritura.



Editorial Anagrama.

Niño, V. (2011). Competencias en la comunicación: hacia las prácticas del discurso.


Tercera edición. Ecoe Ediciones.

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