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“Los cambios sociales no son tan espectaculares como los procesos de transformación
tecnológicos y económicos2” de esta manera siguiendo a Castells , podemos marcar
una secuencia histórica de la revolución de la tecnológica de la información:
partiendo de los avances tecnológicos en el campo de la electrónica acontecidos
en la II Guerra Mundial y posteriormente, aparece el primer ordenador
programable y el transistor. Tanto el transistor como el ordenador programable
dan lugar al nacimiento de la microelectrónica, que será el núcleo de la revolución
de la tecnología de la información durante el siglo XX.
1
Castells, Manuel, la era de información Vol1, Alianza Editorial, segunda edición Madrid, 1997, pp35
2
Ibidem, pp27
Castells menciona que las telecomunicaciones son revolucionadas gracias a la
combinación de las tecnologías “nodo” (selectores de rutas electrónicos), y los
“nuevos enlaces” (tecnologías de la transmisión). Sumado a los avances en
optoelectrónica (fibras ópticas y transmisión por láser) que amplían la capacidad
de transmisión. Junto con la aparición de la telefonía celular comercializada con
gran éxito a finales '90, se establecen en nuestros días una variedad de
tecnologías de transmisión de gran alcance que posibilitan una red de
comunicación abierta a gran número de nuevos empleos y a un nuevo modo de
vida. “Las redes informáticas interactivas crecen de modo exponencial, creando nuevas
formas y canales de comunicación, y dando forma a la vida a la vez que ésta les da forma
a ellas”3. También es importante destacar el desarrollo paralelo de la ingeniería
genética, la cual rodeada de gran polémica, convierte al hombre en semi-dioses
capaces de controlar el A.D.N., conocedor del genoma humano, abre las puertas
para poder controlar enfermedades modificando el componente genético, a través
de la terapia genética basada en la prevención de anomalías en los genes.
3
Ibidem, pp.27
comercializó el primer navegador fiable el Netscape Navigator, estos motores de
búsqueda se desarrollaron rápidamente y es a partir de aquí cuando podemos
hablar de ese establecimiento de una red mundial (Ver imagen 1 al final del texto).
Otra de las características de esta revolución es la rapidez con la que difunde por
todo el mundo en tal solo dos décadas (desde mitad de '70- mitad de '90),
formando un lazo de unión mundial. La microelectrónica cambió todo esto al introducir
una “revolución dentro de la revolución4”. También hay que destacar que esta
tecnología de la información no lleva de igual forma a todas las áreas del mundo,
ya que su difusión es selectiva y por lo tanto crea desigualdad social, no solo en
términos mundiales, sociedades donde existe un desfase de desarrollo no cuentan
con la base tecnológica necesaria, ni con la infraestructura correspondiente para
avanzar en esta revolución; sino que, también podemos hablar en términos más
reducidos dentro de una misma sociedad desarrollada, donde la difusión de estas
nuevas tecnologías es conocida, pero no al alcance de todos (ver imagen 2 al final
del texto).
4
Ibídem, pp73
importante plantearnos si, es realmente la sociedad quién demanda estas
tecnologías. En un principio, no sería la sociedad en sí, ya que se encuentra
habituada en sociedades desarrolladas a un estado de bienestar, donde sus
necesidades son cubiertas, pero es el nuevo mercado tecnológico, el que hace
aparecer nuevas demandas que realmente en un principio no surgen del humano,
como dice Castells, serán el tejido de nuestra vida.
5
Ibidem, pp38
6
Ibidem, pp39
persigue un mismo fin: aumentar su productividad, el modo que utilice para ello,
será el que determine la estructura y dinámica de un sistema económico.
Resulta muy interesante el análisis histórico que realiza Castells, donde compara
el sistema industrial con el informacional: observa que existió un aumento de
productividad durante la economía industrial del siglo XIX, sin embargo en el
período que va de 1973- 1993, la productividad disminuye a pesar de la
aceleración del ritmo del cambio tecnológico. Parece algo paradójico pero que
tiene una explicación muy lógica, según la cual, es demasiado pronto para
atrevernos a fijar una productividad ya que es necesario que pasen años para que
su difusión nos pueda mostrar un aumento de productividad. Fechando el
surgimiento del paradigma tecnológico a mediados de los años setenta, y su
consolidación en los noventa del siglo pasado; nos encontramos con que en estas
décadas intermedias, la sociedad no estaba preparada para procesar el cambio
tecnológico y decidir sus usos con lo que no puede aparecer un aumento de
productividad. Las nuevas tecnologías de la información no son sólo herramientas que
aplicar, sino procesos que desarrollar. Los usuarios y los creadores pueden ser los
mismos. De este modo, los usuarios pueden tomar el control de la tecnología, como en el
caso de Internet. De esto se deduce una estrecha relación entre los procesos sociales de
creación y manipulación de símbolos (la cultura de la sociedad) y la capacidad de producir
y distribuir bienes y servicios (las fuerzas productivas). Por primera vez en la historia, la
mente humana es una fuerza productiva directa, no sólo un elemento decisivo del sistema
de producción”7. La producción industrial no desaparece, sino que se transforma
en producción de bienes y servicios, no varían las actividades humanas, sino su
fuerza productiva que ahora se basa en la capacidad humana de procesar
símbolos.
La producción de bienes y servicios crea un sistema socio-económico distinto,
donde al generalizarse la producción y gestión basadas en el conocimiento a
todos los ámbitos económicos a escala global, se produce unas transformaciones
sociales, culturales e institucionales como ha sucedido en otras revoluciones
tecnológicas, pero a largo plazo. Se trata de una economía global, a la que
7
Ibídem, pp63
podemos definir como aquella que tiene la capacidad institucional, organizativa y
tecnológica para funcionar como una unidad a tiempo real o tiempo establecido, a
escala planetaria. A diferencia de la economía mundial (su precedente), basada en
la acumulación de riqueza en el mundo.
En el análisis que nos propone Castells, de los países del G-7, hace una ruptura
temporal en dos períodos: de 1920-1970 y de 1970-1990, para observar la
estructura del empleo y su transformación, de ello, algunas de las conclusiones
que considero más ilustrativas son:
8
Castells, Manuel, Comunicación y poder, Alianza Editorial, Madrid 2010, pp50-51
•Entre 1970-1990, se convierten en post-industriales. Se produce una
reestructuración económica y tecnológica que conlleva a una reducción del
empleo industrial en todos los países, aunque desigualmente.
Lo que realmente va a caracterizar a los países del G-7, es una marcha lenta
hacia el empleo en información en comparación a un aumento progresivo del
empleo en servicios.
El empleo en servicios, se revela como una actividad central, que actúa como un
puente entre las actividades post-industriales y las informacionales; es un nuevo
mundo de ocupaciones reales, que se desarrollan con rapidez. Castells consiente
de la importancia, analiza la división del empleo dentro de los servicios de
producción los cuales proporcionan información y apoyo para el aumento de
productividad y la eficiencia de las compañías. “ La producción se organiza en
relaciones de clase que definen el proceso mediante el cual algunos sujetos humanos, de
acuerdo con su posición en el proceso de producción, deciden el reparto y el uso del
producto en lo referente al consumo y la inversión 9”. En todos los países, durante los
dos períodos anteriormente señalados, se produce un aumento significativo de
estos servicios, ya que son paralelos al crecimiento y complejidad de la nueva
economía.
Los servicios sociales: su expansión va a despender de la relación que
exista entre Estado y sociedad dentro de cada país, y va a ser en los años
'60 cuando alcancen una mayor importancia debido a los numerosos
movimientos sociales que se dan en esta década.
9
Castells, Manuel, 1997, O pCit, pp40
Los servicios de distribución: combinan transporte y comunicación, con el
comercio mayorista y minorista, aunque éste sea característico de las
sociedades industriales, sigue aun existiendo un amplio sector ocupacional
dedicado a estos servicios.
los servicios personales: caracterizan a la sociedad informacional y a la
sociedad del ocio; los cuales no desaparecen de las sociedades avanzadas
ya que aunque cambie el tipo de servicio y de trabajo continúa siendo la
misma actividad.
2.-El japonés-alemán: expande los servicios avanzados pero mantiene una base
industrial incorporando algunas de las actividades de servicio al sector industrial.
Es conveniente destacar que los usuarios de Internet, no son solo usuarios, sino
productores ya que pueden proporcionar contenidos y está en sus manos, el poder
configurar la red. Aunque la comunicación que tiene lugar, en ella, es todavía, en
gran parte espontánea, desorganizada y con miembros muy diversificados. Los
estados de cada país, no tienen un control (todavía) sobre ella, pero todos ellos
coinciden en la necesidad de expansión del uso de la red, en mi opinión, lo que
tratarán de hacer, como con todo es manipularla (como siempre en su interés), ya
que ésta, concentrará la masa de opinión crítica de todos los ciudadanos. Como
bien se afirma en este capítulo, será “la telaraña mundial de comunicación
interactiva”. Toda expresión cultural, se aúna en este universo interactivo y digital,
11
Ibidem, pp101
de la mente comunicativa, es una nueva era de comunicación, que no destruye la
ya conocida, sino que la absorbe y reformula en torno a ella. Se construye un
nuevo entorno simbólico, hace “de la virtualidad nuestra realidad”. La cultura se
basa en la comunicación, planteando una sencilla regla de tres, si la nueva
comunicación será la producción y consumos de signos (virtualmente), nos vamos
a ver envueltos en una nueva cultura de virtualidad real, donde no existe
separación entre realidad y representación simbólica.
Revolución Industrial
Revolución Industrial es utilizado para referirse a una de las primeras fases dentro
del desarrollo de la industria y la ciencia a la que se le cataloga como fase de
transición o latente y que tiene como origen en Inglaterra desde 1690 a 1760. Es
el proceso de evolución que conduce a una sociedad desde una economía
agrícola tradicional hasta otra caracterizada por procesos de producción
mecanizados para fabricar bienes a gran escala. Este proceso se produce en
distintas épocas dependiendo de cada país.
Los cambios que esta Primera Revolución industrial produce son de carácter
irreversible, y alteran definitivamente las estructuras sociales y económicas
previas. Sí se puede observar que este periodo histórico tare consigo una serie de
procesos que detonaron cambios en las sociedades de los siglos XVIII y XIX:
Crecimiento poblacional, proceso de individuación, libertad y participación política,
emergencia de potencias económicas y mercados, innovación tecnológica y
científica. La Revolución Industrial fue el mayor cambio económico, social,
tecnológico y cultural que se produce en la Historia Moderna de Europa entre fines
del Siglo XVIII y principios del Siglo XIX, no se dio en forma repentina, sino que
fue una revolución lenta e imparable. Se pasó de una economía agrícola y
artesana a otra dominada por la industria y la mecanización de las tareas.
La era de la información
12
Castells, Manuel, 1997, OpCit, pp63
13
Ibidem, 1997, pp420
de transmisión de información y mediación de desarrollo en procesos y modos de
pensamiento, dando lugar a procesos de recreación cultural y de construcción del
conocimiento.
14
Castells, Manuel, 2010, OpCit. Pp107
15
Castells; manuel, 1997, OpCit, pp 46
Con la llegada del microprocesador programable de propósito general, y con él el
cómputo comenzó su masificación, las computadoras de uso personal se volvieron
imprescindibles en la vida de las personas; la presencia en el imaginario social
asignaba una función a la vida cibernética donde las tareas no gratas serían
realizadas por máquinas. Con la suma de las telecomunicaciones a la informática,
la transformación del imaginario sobre las computadoras, adquirió un tono más en
función de la dimensión económica, la idea de un mundo en red que promete
oportunidades y bienestar. Esta expectativa sobre un mundo altamente
tecnologizado contribuyo una época de revolución tecnológica en la informática, lo
que detonó la sociedad de la información.
16
Ibidem, pp 399
ochenta”17. Es decir, la transformación de la economía en todos y cada uno de los
espacios de vida.
En una etapa donde la economía es la figura central el Estado Nación tiene muy
poca relevancia en las decisiones económicas. La economía mundial deja de ser
la suma de las economías nacionales para convertirse en una nueva unidad con
dinámica propia, se privilegia entonces el desarrollo científico-tecnológico
generador de la mundialización (globalización) del capital como si fuese un
proceso natural del desarrollo del capitalismo, como la internacionalización del
comercio y finanzas, como la elaboración y ampliación del mercado mundial por
parte de los organismos internacionales como lo son en FMI, BM, OMC, OCDE.
Algunos coinciden en que estos organismos conforman un estado supranacional
que funciona como una red de interrelaciones industriales, comerciales,
financieras y tecnológicas con una dinámica propia que regula las nuevas ventajas
comparativas, el auge del sector de servicios, la importancia del empleo calificado
y la caída de los precios relativos de los productos primarios. “(…), las mismas
tendencias generales que han transformado el mundo empresarial –es decir,
globalización, digitalización, creación de redes y desregulación- han alterado radicalmente
las operaciones mediáticas”20 El modelo dela sociedad de la información no puede
desligarse de una transformación socioeconómica, la estructura económica es
transformada y las nuevas tecnologías inciden en la transformaciones de la
productividad. En las últimas décadas la revolución industrial que ha detonado la
era de la información se ha registrado en el bajo coste y el tiempo en el resguardo,
almacenamiento, procesamiento y transmisión, lo que ha impactado a la
distribución y mayor oferta de servicios.
21
Castells, Manuel, 1997, OpCit 428
En la sociedad de la información la tecnología y la cultura están mediatizadas por
las formas en que evolucionan las formas de pensar, sentir, percibir, expresarse y
relacionarse. Así podemos entender la que la sociedad produce cultura y la cultura
sociedad. Sin que la mediación sobrepone una encima de la otra “El poder
unificador de la televisión de masas (de la que sólo una diminuta elite cultural se escapó
en el pasado) se reemplaza ahora por la diferenciación social estratificada, que lleva a la
coexistencia de una cultura de medios de comunicación de masas personalizados y una
red de comunicación electrónica interactiva de comunas autoseleccionadas22”. Pensar a
la sociedad de la información requiere hacer análisis donde se pueda entender
que este tipo de mediaciones nos hablan del tipo de movimientos que se producen
al interior de una sociedad.
Varios son los procesos que se pueden inferir desde la era del conocimiento: El
crecimiento y el desarrollo de una sociedad postindustrial, avanzada o tecnológica,
es resultado de un conjunto complejo de factores sociales y no sólo de la
acumulación de capi tal. La innovación, la creatividad y el cambio dependen
mucho más directa- mente que antes del nivel de conocimientos. Información,
educación, investigación científica y técnica, formación profesional, capacidad de
programar y regular el cambio en las relaciones sociales de una empresa, las
formas de management y organización, entre otros, forman parte de los factores
de producción24
22
Ibidem, pp 442
23
Marshall MCLUHAN, La Galaxia Gutenberg: Génesis del «homo typographicus», Planeta Agostini, Barcelona, 1985 (1.ª
ed., 1962).
24
C. SOLÉ, Ensayos de Teoría Sociológica, Paraninfo, Madrid, 1987, pp. 25-26
Siguiendo estas líneas y pensado junto a Daniel Bell 25 un sociólogo
norteaméricano, podemos decir que la sociedad postindustrial visualizo al
conocimiento como el elemento central de toda sociedad; información y
conocimiento actúan como enlaces que forman una serie de procesos que
permiten la era del conocimiento: una lata capacidades profesionales que
desarrollan conocimiento, innovación de conocimientos básicos, control del
conocimiento (sus consecuencias) y la función del conocimiento para la toma de
decisiones. Si bien la lectura de Bell presupone un control del conocimiento, la
era de la información muestra que este control solo puede darse en contextos
donde la información es seleccionada y distribuida, pero no en la era de la
información donde la selección depende de receptor que nunca es pasivo.
De esta manera lo virtual se traduce en virtud, pues produce efectos que refuerzan
a la sociedad misma; pues al permitir una alta organización, una mayor eficiencia
de emisión comunicativa, pues presupone la disponibilidad de la información y un
alto nivel de interés sobre los acontecimientos que afectan a esa sociedad. Todo
proceso de comunicación implica la generación de símbolos y la circulación de los
mismos en un contexto mediado, pero que es flexible. Una sociedad altamente
comunicada e informada los problemas relativos a la participación y al orden
democrático son terreno fértil para una sociedad civil activa, donde el poder se
vuelve disperso en tanto no se centraliza verticalmente, sino fluye de manera
rizomática.
25
D. BELL, El advenimiento de la sociedad postindustrial, Alianza Universidad, Madrid, 1976 (1.ª ed., 1973).
Anexo:
Bibliografía: