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Para Castell, la era iniciada alrededor de la década del ’70 se caracteriza por la aparición del modo de
desarrollo informacional. El cual lo vincula con los procesos y las formas espaciales.
Sus ideas contienen algunas bases del pensamiento estructuralista. Una perspectiva estructuralista
supone un conjunto de estructuras sociales y económicas, que si bien no pueden ser observadas
directamente, están en el origen de los fenómenos sociales y económicos.
En “La Ciudad Informacional”, Castells analiza la transformaciones en las formas y procesos espaciales
como una manifestación de la interacción entre el modo de desarrollo informacional (en sus dimensiones
tecnológica y organizacional) y la reestructuración del capitalismo.
Para Castells, el modo de desarrollo está dado por las formas de organización del trabajo y por las
máquinas utilizadas para producir bienes y servicios.
En el mundo contemporáneo, Castells identifica dos modos fundamentales de producción: capitalismo y
estatismo. El excedente generado por cada modo de producción se determina por la productividad y esa
productividad emana de la relación entre tecnología y trabajo. Cada modo de desarrollo se define por el
elemento que es fundamental en determinar la productividad del proceso de trabajo.
El modo de desarrollo informacional se apoya en el propio conocimiento para generar aumentos en la
productividad.
Castells ve a las tecnologías de información y comunicación (TIC) como el instrumento principal que hace
posible de ese cambio. La revolución tecnológica has sido instrumental para el proceso de reestructuración
del capitalismo.
El cambio al que alude es el de la reestructuración del capitalismo como respuesta a la crisis de ese
modo de producción luego de la década de 1960. La interacción entre la reestructuración del capitalismo y la
aparición de un modo de desarrollo informacional transforma el espacio de los lugares en el espacio de los
flujos del informacionalismo. Para Castells, el informacionalismo permite romper la antigua conexión entre
poder y control territorial. El nuevo modo de desarrollo hace posible que el poder se desenganche de los
lugares de trabajo, de la comunidad local y del Estado Nación. En esta nueva era “la gente vive en lugares,
el poder domina mediante flujos”.
Paradigma quiere decir modelo o ejemplo y se refiere a los modos aceptados de realizar investigación
científica en un determinado momento de desarrollo de una disciplina.
Para Thomas Kuhn, las ciencias avanzan a través de revoluciones científicas, en las cuales las ideas
sostenidas en el paradigma científico existente son cuestionadas, superadas y reemplazadas por un nuevo
paradigma.
Según Kuhn, el paradigma que reemplaza al anterior supone no solo teorías que explican más o mejor,
sino que los cambios que conducen entre un paradigma y otro son radicales.
Carlota Perez, sustentada en las ideas de Kuhn, define el PARADIGMA TECNOECONÓMICO, como
aquel en el cual su modificación supone cambios radicales (revolucionario) que van a cambiar el sentido
común que permite guiar decisiones empresarias y gubernamentales respecto de la actividad económica y
en especial las decisiones referidas a la inversión.
“La difusión de cada revolución tecnológica especifica seria guiada por un paradigma tecno económico,
cada vez más enraizado en la conciencia colectiva, hasta convertirse en el “sentido común” de ingenieros,
gerentes e inversionistas, para el logro de la máxima eficiencia y la óptima practica productiva”.
Cinco revoluciones tecnológicas según Pérez:
La noción del cambio de “paradigma tecno económico” ofrece una interpretación de la situación actual
que proporciona pautas para acciones sociales y políticas efectivas.
Las ondas largas en el crecimiento económico son un fenómeno recurrente cada medio siglo, varios
años de fuerte crecimiento seguidos de años de crecimiento inestable, con recesiones y depresiones.
Schumpeter atribuyó estas fluctuaciones de larga duración al impacto de sucesivas revoluciones tecnológicas
y el proceso de absorción de sus efectos. Dichas revoluciones funcionan como huracanes de destrucción
creadora reemplazando productos y procesos e introduciendo nuevas industrias.
El concepto de cambio de paradigma tecno económico extiende esa hipótesis sosteniendo que las
revoluciones tecnológicas no sólo crean riqueza nueva si no que ofrecen tecnologías genéricas que aumentan
la productividad de todas las actividades económicas existentes.
Un paradigma tecno económico es la materialización de este nuevo potencial transformador en un
nuevo modelo que acompaña la difusión de cada revolución tecnológica. El nuevo paradigma transforma
todas las ramas de la economía de todos los países, renovando productos y procesos, redefiniendo
mercados, rediseñando empresas y modificando los modos de producir y los modos de vivir en todo el mundo.
Hace más de dos décadas que el mundo está viviendo un cambio de paradigma. Éste comenzó en
los años 70 con la aparición del microprocesador, luego en los años 80 una nueva ola de cambios se produjo.
Fue el cambio de producción fordista en masa a los sistemas flexibles computarizados, que resultó exitoso y
su impacto continúa modernizando las industrias y los mercados.
Las primeras décadas de una revolución tecnológica tienen efectos económicos y sociales muy
desparejos. Como las nuevas tecnologías no pueden prosperar en el ambiente del paradigma precedente se
va produciendo un desacoplamiento entre la esfera tecno económica donde las industrias se abren camino
desplazando a las antiguas y al marco socio institucional, cuya forma fue dada por el viejo paradigma.
Las políticas que antes eran eficaces ahora resultan inútiles, es por ello que se necesitarán establecer
instituciones y políticas que sean efectivas en el ámbito creado por el nuevo paradigma. Esto ocurre
naturalmente y como respuesta ante los efectos socialmente negativos de los periodos de destrucción
creadora en la economía. Así las fases descendentes de las ondas largas tienen un origen tecno económico
y una solución institucional.
. La nueva fase de ascenso no se desatara mientras las innovaciones sociales e institucionales
adecuadas no hayan establecido un buen acoplamiento entre el nuevo potencial tecno económico y un
sistema institucional capaz de regular y facilitar su pleno despliegue, tanto a nivel nacional como internacional.
RIESGOS Y OPORTUNIDADES.
Hoy tenemos ante nosotros la posibilidad de otra época de oro. Pero, nada garantiza que la transición
sea un proceso suave. Ningún país puede dar por seguro que le irá tan bien en la próxima fase de ascenso
como le fue en la anterior. Los periodos de transición son también las épocas cuando se abren ventanas de
oportunidad para intensificar el avance. Pero también se abre la puerta trasera para retroceder y caer
(quiebres financieros, recesiones, etc.)
Tanto el crecimiento como las oportunidades de desarrollo son un blanco móvil y las políticas que
tienen éxito en un período no tienen por qué tenerlo en el próximo.
Por lo demás, el crecimiento acelerado y una mayor equidad no van necesariamente juntos. Cada
transición es un cruce histórico durante el cual las fuerzas sociales y políticas entran en conflicto o en
consenso, para imponerse por la fuerza o construir colectivamente el marco socio- institucional que guiará la
forma de crecimiento durante las décadas siguientes.
UN CAMBIO EN EL SENTIDO COMUN.
Una revolución tecnológica no es simplemente un conjunto de nuevas técnicas. Se trata de una
creciente constelación de innovaciones interdependientes en lo técnico, lo organizativo, lo gerencial y lo
social. Es precisamente porque todo lo penetra, porque va mucho más allá del grupo inicial de nuevas
industrias, provocando un tremendo cambio a lo largo de todas las demás actividades por lo que merece el
nombre de revolución.
Pero el proceso es lento y lleno de obstáculos. El nuevo paradigma debe abrirse en un mundo
moldeado por un predecesor. Después de décadas de aplicación generalizada los principios de eficiencia de
un paradigma están organizados en la mente de los gerentes, en sus destrezas y en el mundo empresarial.
Estos principios conforman un nuevo sentido común.
En el S XXI después de más de 20 años de difusión de la revolución informática, es cuando los
consumidores comienzan a acostumbrarse no solo a la presencia creciente de computadores y controles
remotos, etc. sino también a la extrema variedad de elección de productos y servicios. Las grandes empresas
comienzan a achatar sus tradicionales pirámides jerárquicas y a transformarlas en redes planas
(diversificación), a integrarse con sus proveedores y clientes, a entrenar y motivar a su personal, para mejorar
productos y procesos con destino a mercados cada vez más sofisticados. A su vez las empresas pequeñas
forman redes de cooperación (cooperativas) para alcanzar beneficios comunes en la cadena comercial,
preparación del personal, investigación y otras actividades. De esta forma logran abrirse al mercado de
exportación, concretar alianzas con empresas complementarias y establecer contratos de largo plazo para
sustituir a las grandes empresas.
APRENDER A DESPRENDER, LOS IMPULSOS Y LAS RESISTENCIAS AL CAMBIO.
El cambio de paradigma es un amplio proceso de aprendizaje de adoptar nuevos métodos y adaptarse
a las nuevas posibilidades. Se trata también, y quizás sobre todo de un doloroso desaprendizaje. El cambio
exige abandonar lo que antes fueron modos exitosos de hacer las cosas, dejar atrás parte de la experiencia
ganada y aceptar lo nuevo. Exceptuando a los jóvenes nacidos en el nuevo mundo, la resistencia tiende a
ser general.
Pero, a pesar de todo, las nuevas tecnologías y la nueva práctica gerencial se propagan. En la esfera
económica, fuertes presiones competitivas van transformando las condiciones de los mercados, forzando a
las empresas a modernizarse y amenazando la supervivencia de aquellas que no lo hacen.
Los gobiernos y las intuiciones públicas no están sometidos a esas presiones competitivas, pero allí
hay condiciones sociales, políticas, culturales e ideológicas que hacen aún más difícil aceptar la necesidad
de realizar transformaciones. En consecuencia mientras más cambia la esfera tecno económica, más
impotente y obsoleto se va quedando el marco socio institucional.
EL ISOMORFISMO ORGANIZATIVO (igual forma)
Sistemas con diferentes propósitos pueden aplicar principios de organización similares. Un paradigma
tecno económico establece las reglas sobre cómo se pueden transmitir ideas de manera efectiva, pero no
cambia esas ideas en sí. Es por eso que las estructuras en red descentralizada y adaptable del nuevo
paradigma pueden ponerse al servicio de propósitos innumerables y diferentes.
En consecuencia cada revolución tecnológica, cada transición en el paradigma tecno económico
brinda un nuevo conjunto de principios de organización efectivo y adaptado a la naturaleza del potencial
tecnológico emergente que se convierte en el “sentido común” generalizado para estructurar todas las
actividades. Así, el nuevo paradigma conduce a un “isomorfismo organizativo”.
A medida que nuevo potencial de creación de riqueza se despliega en la economía, su “lógica” se
propaga en el conjunto social, modificando comportamientos y estableciendo nuevos modos de relación entre
las organizaciones. Esta coherencia creciente conduce a una máxima sinergia social.
EL DESAFIO SOCIO POLITICO. RECONOCER LAS OPCIONES VIABLES.
Las épocas de cambio de paradigma son los tiempos en que la sociedad enfrenta, al mismo tiempo
los mayores riesgos y las mayores oportunidades para crear un mundo mejor. Por una parte hay creciente
probabilidades de colapsos financieros, guerras, crímenes y conflictos producto de la injusticia y el
empobrecimiento externo. Por otra parte, existe una asombrosa capacidad para la creación de riqueza que
podría llevar al mundo a un nivel de prosperidad difícil de imaginar. Todo depende de la manera específica
como el marco socio institucional se reacople con el potencial de la esfera tecno económica.
A medida que el nuevo paradigma se propaga, aparece una nueva división en cada grupo, separando
a las nuevas ideas de las antiguas. Dentro de las corrientes existentes nacen dos nuevas tendencias: los que
miran hacia atrás y los que miran hacia el futuro. Por una parte, se encuentran los que se aferran a los viejos
métodos estatistas centralistas de manejar la sociedad. Por otro lado los que comprenden consciente o
inconscientemente los modos modernos de organización y de generación de riquezas, también pueden ser
individualistas, sosteniendo la exclusividad del mercado como mecanismo ordenador, o solidarios,
entendiendo la importancia del mercado y también sus limitaciones, pero comprendiendo además que la
acción del estado, para ser eficaz en las nuevas condiciones, ha de tener otro carácter.
En la actual transición está ocurriendo algo preocupante. La propuesta política más desarrollada, y la
que más ampliamente se prueba y aplica, es la visión “neoliberal” para dejar que el mercado sea el
organizador universal de la vida social y estimule el crecimiento bajo condiciones de globalización. Este
programa se califica como “individualista y mirando al futuro”. Mientras tanto, la mayoría de los programas
solidarios tienden a mantener sus sueños de prosperidad colectiva muy ligados a la vieja idea de la
redistribución centralizada que opera desde la cumbre.
Esto puede tener una explicación relacionada con la diferente naturaleza de los paradigmas. El
paradigma anterior se basaba en la producción en serie; cuanto más se estandarizaban los modelos de
consumo y mayor era la cantidad de consumidores involucrados, se maximizaba la productividad y
aumentaba el nivel de vida.
El presente paradigma se basa en las características de las tecnologías informáticas, prospera en la
diversidad y la diferenciación. Los cambios en el perfil de productos, en su calidad y cantidad, las
modificaciones en modelos o adaptaciones a las necesidades del cliente, comienzan a realizarse
automáticamente. Así, la diferenciación en productos y la segmentación de mercado es la mejor ruta para la
maximización del valor agregado.
El presente paradigma tiene otras características importantes que favorecen el humanismo y una
mayor cohesión social. Una de ellas es la pérdida de eficacia debido a la separación entre el trabajo mental
y manual. Tanto en la empresa y la sociedad en su conjunto, cuanto mayor es la destreza y el nivel de
educación de los participantes, más ventajosas serán las posiciones que puedan alcanzar. Mientras que en
el pasado se le pedía a los trabajadores que aceptaran la rutina del trabajo repetitivo.
Las versiones positivas de la organización moderna impulsan la creatividad y el trabajo en equipo, la
iniciativa y la imaginación. La fuerza impulsora del nuevo paradigma es el gran potencial del capital humano.
Por tal motivo las empresas y naciones exitosas se diferenciaban de las que quedarán atrás, por la
distribución del conocimiento, la calidad de educación y adquisición de destreza, la capacidad para la
innovación y creatividad, que posean sus trabajadores. Cuanto más altamente calificada y preparada sea
una sociedad, con mayor fuerza podrá impulsar su propio desarrollo al mismo tiempo que atrae a su territorio,
a las empresas más avanzadas. Otra característica socialmente favorable del nuevo paradigma es su
tendencia a los sistemas de red descentralizados. De lo que se trata es de desatar la iniciativa en miles de
personas por medio de la delegación de poder, la participación y la autonomía mientras, al mismo tiempo, se
mantiene y se ejerce la coordinación estratégica. Es una nueva forma de organización que permite la
operación eficaz y eficiente de sistemas más complejos.
El reconocimiento del cambio tecnológico y de la innovación como motores del crecimiento capitalista
no es un fenómeno reciente. Sin embargo, la aceleración del ritmo de esos cambios y la institucionalización
de las prácticas innovadoras dan cuenta del pasaje a un nuevo paradigma tecno económico: el de la sociedad
de la información.
Por su magnitud, el tránsito de la sociedad de la información es un proceso global que abarca todos
los aspectos de la sociedad, y que modifica la forma de consumir, de producir, de trabajar y de interactuar.
Esto implica, por tanto, que la implementación de las nuevas TIC no es un problema meramente tecnológico;
se trata por lo contrario, del desarrollo de nuevas capacidades, habilidades, destrezas y formas organizativas,
lo que demanda esfuerzos para ponerlos en práctica.
En términos del proceso capitalista, cada nuevo paradigma implica la desaparición de bienes y
servicio y la aparición de otros a partir de un proceso de mutación industrial que revoluciona toda la estructura
de la sociedad: nuevos tipos de empresas, nuevos mercados, nuevos trabajadores.
En términos de Schumpeter, se trata de un proceso de destrucción creativa. A partir del desarrollo
de un nuevo producto o proceso por parte de una empresa y su introducción exitosa en el mercado, se genera
un proceso de imitación por parte de otras empresas, las que a su vez mejoran el producto.
A continuación, comienza a extenderse a un nuevo conjunto de proveedores, y se da lugar incluso al
surgimiento de actividades económicas completamente nuevas, lo que tiende a compensar la destrucción de
industrias ahora obsoletas.
El proceso se inicia nuevamente cuando irrumpe otra innovación radical en el mercado.
Ahora bien, el avance de las TIC como de otras nuevas tecnologías transversales ha puesto de
manifiesto dos dimensiones de la cuestión:
1º) El proceso de destrucción creativa permite el desarrollo de nuevos productos y procesos y el crecimiento
de las naciones: inserción en mercados dinámicos, mayores niveles de productividad e ingreso, etc.
2º) También acentúa las diferencias inter e intranacionales pero en la medida que no siempre el “mecanismo
compensador” que sigue a la destrucción es suficiente para sostener variables claves como el empleo y la
distribución del ingreso.
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CLASE Nº3.
● En primer lugar, porque en tanto organización, las nuevas tecnologías tienen la potencialidad de mejorar
su eficiencia y eficacia, lo que combinado con ciudadanos más informados, determinan fuertes demandas
por la mejora en la dinámica del sector público;
● En segundo lugar, porque así como las tecnologías abren nuevas oportunidades, también constituyen
nuevos elementos de exclusión y desigualdad, lo que implica que se requieren políticas públicas capaces
de incentivar, acompañar y direccionar el cambio tecnológico.
Para transitar dentro de la sociedad del conocimiento se requiere sistemáticos esfuerzos en la creación
de capacidades e infraestructuras que permitan acompañar el desarrollo tecnológico. Si los ciudadanos no
pueden acceder a los bienes básicos de esta sociedad (computadoras e internet), sino tienen la capacidad
de operar con ellas (alfabetización digital) y su implementación no conduce a mejorar la eficiencia y eficacia
de las organizaciones o a los gobiernos a escuchar las demandas de los ciudadanos (e- democracia),
entonces el tránsito a la sociedad del conocimiento conduce a la reproducción de los patrones de desigualdad,
exclusión y pobreza, incluso a acentuarlos. En consecuencia, las TIC constituyen tanto herramientas como
objetos de políticas para el desarrollo.
El uso de las TIC es más que una cuestión tecnológica. Se trata de un proceso multidimensional y
sistémico, fuertemente dependiente del grado de competencias presentes en una sociedad. Si existe la
infraestructura de telecomunicaciones en un sentido amplio (tendido de redes como pc), la comprensión de
la información disponible, incluso la selección de información relevante, requiere de un nivel mínimo de
capacidades para buscarla, identificarla y procesarla.
Las TIC como herramientas de procesamiento, almacén y comunicación requieren de la existencia de
aplicaciones útiles para ello, de un sector productor de TIC capaz de dar respuesta a las necesidades de los
usuarios.
Así, en una sociedad determinada, tanto la infraestructura de telecomunicaciones como el sector
productor de software y servicios informáticos, determinan el uso potencial de las nuevas tecnologías.
Finalmente, se requiere de esfuerzos explícitos en pos del uso. Esto implica tanto el despliegue de
inversiones en infraestructura como de la creación de capacidades y la difusión de conocimiento.
El grado de penetración de la sociedad de la información en un entorno determinado estará dado por la
articulación entre la producción y el uso de TIC. Como elemento de la producción lo más importante es la
disponibilidad de infraestructura, su compatibilidad interna como así también con otros entornos con los que
se pretende interactuar. En cuanto al uso cobra importancia contar con habilidades mínimas de
lectocompresión, para lo cual juega en contra que una parte de la población mundial continúa siendo
analfabeta funcional.
El espacio es el que organiza el tiempo en una sociedad red. Muestra una interacción entre tecnología,
sociedad y espacio, la cual determinará en primer lugar la localización empírica de las nuevas actividades
económicas, después develará la interacción del aumento del hogar electrónico y la evolución de la ciudad,
y por último, la evolución de las formas humanas.
La ciudad global no sería un lugar, sino un proceso, donde centros de producción y consumo de
servicios avanzados y sus sociedades locales se conectan en una red global que depende de los flujos de
información.
Existe una organización jerárquica en torno a los centros de mandos y control que se encargan de
coordinar, innovar y gestionar las actividades de las redes empresariales que se encuentran entrecruzadas.
El espacio industrial también se ha transformado. Cada fase del proceso de producción supone una
mano de obra específica. Se establece un modelo de producción basado en cuatro operaciones, las cuales
van a estar en una determinada situación geográfica:
● El I + D;
● Fabricación cualificadas en planta;
● Montaje semicualificado y operaciones de prueba;
● Adaptación del producto al cliente.
El nuevo espacio industrial se organiza entorno a flujos de información que reúnen y separan al mismo tiempo
sus componentes territoriales.
Lo más común del impacto de la tecnología de la información sobre las ciudades es el aumento del trabajo a
distancia.
Existe un aumento del trabajo a distancia. Tres formas principales:
● Los sustituyentes (realizan su trabajo totalmente desde su hogar);
● Autónomos (trabajo en línea desde su hogar) y
● Suplementadores (se llevan el trabajo a su casa).
Las Megas ciudades: son aquellas ciudades que poseen una intensa conexión con el resto del mundo, a
través de los flujos que en ellas se generan, los clases permiten saltar las barreras de las distancias
geográficas entre las personas. Estos flujos determinan distintas actividades tales como:
▪ Flujos de capital que permiten el desarrollo de actividades financieras.
▪ Flujos de información que permiten el desarrollo de actividades de telecomunicaciones.
▪ Flujos de tecnologías relacionados con actividades industriales y comerciales que permiten mejoras
en la productividad, por ej. en reducción de costos.
▪ Flujos de imágenes, sonidos y símbolos relacionados con actividades de publicidad y marketing, que
permiten llevar adelante estrategias de ventas hacia distintos lugares del mundo.
▪ Flujos que potencian actividades de seguros y propiedades.
Flujos: son las secuencias de intercambio e interacción entre las distintas posiciones independientes
o apartadas físicamente, que mantienen los actores sociales en las diversas estructuras económicas, políticas
y sociales.
La contracara del espacio de los flujos es el espacio de los lugares. Un lugar es una localidad cuya forma,
función y significado están delimitados por las fronteras de la contigüidad física. El barrio, la fábrica, las
escuelas, lo que aún queda del espacio público. En ellos las personas han construido a lo largo de la historia
espacios interactuantes significativos, con gran variedad de usos y diversidad de expresiones y funciones.
Así pues, la gente sigue viviendo en lugares. Pero como la función y el poder se organizan en el espacio de
los flujos, por lo cual el dominio estructural de su lógica altera el significado y la dinámica de los lugares.
Tiempo atemporal: se da cuando las características de un contexto determinado (el paradigma informacional
y la sociedad red) provocan una alteración general en el orden secuencial de los fenómenos realizados en
ese contexto, creándose un tiempo indiferenciado que es equivalente a la eternidad.
● Tiempo como fuente de valor: presente el mercado financiero donde las transacciones de capital ocurren
en fracciones de segundos, favorecidas por el uso de las nuevas tecnologías, programas informáticos y
analistas financieros. Así no solo se especula monetariamente, sino también temporalmente, ya que se
le asigna un valor (ficticio) al tiempo.
● Tiempo flexible: las empresas red han incorporado sistemas de gestión para la toma de decisiones en
tiempo real, manipulando de esta forma el tiempo como un recurso y no como secuencia temporal de
producción. La productividad ya no se busca comprimiendo el tiempo (de producción) sino procesándolo.
● La duración variable de la vida laboral, el desdibujamiento del ciclo vital, etc.
Tiempo reloj: es el que moldea y dirige tanto la sociedad como el espacio. Es tiempo lineal, irreversible,
medible y predecible.
Diferencias:
El tiempo atemporal pertenece al espacio de los flujos, mientras que el tiempo reloj pertenece a los lugares
estructurando y desestructurando materialmente las sociedades segmentadas.
El espacio de los flujos disuelve la secuencia de los acontecimientos, haciéndolos simultáneos, por lo que
instala a la sociedad en una fugacidad eterna, mientras que el espacio de los lugares, diseminado,
fragmentando, muestra temporalidades diversas.
Puede decirse que es la sociedad la que se transforma a sí misma. Lo hace por medio de las
tecnologías, efectivamente, pero también a través de otros factores.
Los procesos que caracterizan estas transformaciones son de una complejidad mayor a la
introducción de nuevos instrumentos y métodos tecnológicos. Y, por la misma razón la sociedad no tiene
dominio sobre el rumbo de los cambios.
Además no debe creerse que procesos similares conduzcan a idénticas situaciones, dado que
interviene la especificidad de cada sociedad. El desarrollo tecnológico y la producción de conocimiento son
condiciones necesarias, pero no suficientes para dar un salto cualitativo.
Las metrópolis aparecen como el marco indicado para los procesos de innovación, dado que en ellas
se concentran los recursos financieros, científicos, productivos, culturales, etc., necesarias. La proximidad
espacial es una condición necesaria. Esto desmiente la idea de que en la era de la información la innovación
se encuentra desanclada de lugar geográfico alguno.
Una vez que las nuevas tecnologías quedaron establecidas conformando un sistema, se constituyeron
en una base fundamental para el proceso de reestructuración del sistema capitalista iniciado en la década de
1980. Según Castells, la economía global se constituyó políticamente: las políticas de desregulación,
privatización y liberalización asumidas por gobiernos y entes internacionales fueron determinantes para que
la reestructuración y las nuevas tecnologías tuvieran el impacto que tuvieron. En buena medida porque estas
políticas, hicieron posible la integración de los mercados financieros y la articulación de la producción y el
comercio a nivel global, dando lugar a la sociedad en red.
Hasta ese entonces, el rumbo no estaba definido ya que la interacción de tecnología y sociedad
“depende de la relación estocástica existente entre un número excesivo de variables casi independientes”.
Lo estocástico (lo relativo al azar) radica en que dos procesos relativamente autónomos, como del desarrollo
de las TIC y el intento de reestructuración socioeconómica, convergieron en el tiempo y el espacio.
Entonces, ¿por qué la sociedad red implica un cambio de paradigma? Principalmente, porque sus
alcances trascienden ampliamente sus áreas primarias de aplicación. No se trata meramente de una
economía apoyada en nueva tecnología, sino que se trata de una nueva forma de concebir el mundo.
Castells señala cinco características de paradigma de la tecnología de la información:
● La información en su materia prima: la información siempre fue necesaria para actuar sobre la
tecnología, pero hoy es la información la que trabaja sobre sí misma.
● Los efectos de la nueva tecnología tienen una gran penetración: los alcances de las TIC tienden a
cubrir todas las actividades.
● Todo sistema o red tiene una lógica de interconexión: permite que la red crezca exponencialmente
al estructurar lo no estructurado, sin afectar su capacidad de innovar.
● La flexibilidad es un rasgo decisivo: cualquier configuración está preparada para ser reconfigurada
constantemente y tener un funcionamiento fluido.
● Las tecnologías tienden a converger en un sistema altamente integrado: hace referencia a la
capacidad de integrar funciones que anteriormente realizaban distintas tecnologías, incompatibles entre
sí.
Las más destacadas de las características son:
La nueva economía resultante transforma algunas nociones, tales como la distribución, producción y
consumo, incluso tiende e desdibujar sus límites. También se desdibujan los límites entre tiempo laboral y
tiempo libre, esfera pública y esfera privada, el hogar y el trabajo.
CLASE Nº5: TICS Y HOGARES. CARPETA DE TRABAJO. 2.2. LAS TICS EN EL HOGAR.
2.2.1. CAMBIOS DOMESTICOS, CONTEXTO SOCIAL.
La difusión de las TICs y la transformación del hogar, se dan, a su vez en el marco de cambios en las
relaciones sociales. La llamada posmodernidad postula un quiebre con el espíritu racionalista y un fuerte giro
hacia lo subjetivo.
Arditi (2009) argumenta que el giro subjetivo no considera algunos inconvenientes: el énfasis en el yo
restringe el sentido de comunidad, el derecho a la diferencia genera la construcción de nuevas barreras
sociales, la desigualdad social bloquea el acceso a la ciudadanía de una gran parte de la humanidad.
La vida urbana en las megaciudades, se aleja de las costumbres y crece una articulación con pautas
culturales globales.
Sennett dice que las personas ya nos son reconocibles por el carácter sino por la personalidad.
Mientras que el carácter se relaciona con lo duradero, ya que se forja en relaciones estables, y en
proyectos a largo plazo, la personalidad se asocia a la flexibilidad, a la capacidad de adaptarse a lo inestable
y de participar de diversos espacios simultáneamente.
Todos estos procesos de transformación tienen un amplio alcance dado que alteran las nociones de
tiempo y espacio de los sujetos, crean nuevos lenguajes y reestructuran tanto las relaciones de poder como
la estratificación social.
Siguiendo a Suárez, podemos aislar el proceso de desarrollo de estas tecnologías y distinguir cuatro
tendencias:
¿Qué pasa en los hogares cuando se adquiere una computadora, qué nuevas relaciones surgen, por un
lado, entre los miembros del grupo familiar y por el otro entre los distintos miembros y el afuera? (R.
WINOCUR - MEDIALOGOS – REVISTA DE COMUNICACIÓN SOCIAL)
Winocur sostiene que cuando la computadora e internet son incorporados al hogar, involucra a todos los
miembros de la familia aunque no todos sean usuarios.
La investigadora hace referencia a dos cuestiones importantes.
La primera es que generalmente la computadora llega al hogar como una demanda de los miembros más
jóvenes, pero la decisión sigue siendo de los adultos que suelen depositar esperanzas en que la PC los
ayudará a que tengan mayores herramientas para afrontar la educación y, posteriormente el mercado laboral.
La segunda tiene que ver con la diferencia que la computadora introduce en la comparación con la
domesticación de la radio o TV. Mientras que estas dos últimas no requieren capacidades específicas para
su goce, para el uso de la PC es necesario contar con ciertas competencias. La PC excluye a las personas
analfabetas.
La computadora constituye un recurso personalizado de comunicación, puesto que no puede ser utilizado
por dos personas al mismo tiempo. Más aún, de alguna manera redefine los límites de lo público y lo privado
al crear vínculos virtuales. Para decirlo en palabras de Castells, la conexión a internet superpone el espacio
de los flujos con el espacio de los lugares.
El hogar deja de ser un espacio de privacidad ni un espacio reservado exclusivamente a la familia. Se
amplían los horarios de trabajo, y los “otros” irrumpen permanentemente, por ejemplo cuando las ventanitas
virtuales nos anuncian que fulano de tal se acaba de conectar y está disponible para chatear. Así se
introducen extraños que escapan al control de los padres. Estos extraños conocidos o desconocidos que
están en la red con sus hijos en espacios y tiempos inaccesibles, provocan recelos y fantasías de exclusión.
Tienen que tolerarlos en su propia casa, sin poder controlar su entrada y su salida, ni mucho menos establecer
si son buenas o malas compañías para sus hijos.
Por otro lado, Winocur afirma que la necesidad de contar con habilidades específicas y el hecho de que
el uso de la PC sea predominantemente individual, genera conflictos de interés y de poder. Las habilidades
de los hijos y las dificultades de los adultos “crean un nuevo marco de relación donde la dependencia de los
adultos respecto de sus hijos suele revertir las dinámicas de poder tradicionales en el seno de las familias.
De acuerdo a variables como la desigualdad económica y nivel educativo, el ciberespacio también tiene
excluidos.
Si bien los jóvenes tienen un conocimiento intuitivo, una gran parte de la población mundial juvenil se
encuentra marcada por altos niveles de vulnerabilidad social (pobreza e indigencia).
Para analizar las diferencias de acceso a las TICs ha surgido la expresión “brecha digital”: diferencia que
existe entre las personas o colectivos que utilizan las TICs como parte rutinaria de su vida diaria, y aquellas
que no tienen acceso a las mismas o no saben cómo utilizarlas. La brecha puede deberse principalmente a
cuestiones socioeconómicas, de alfabetización o de acceso. Y dado que tiende a reproducir o ampliar las
desigualdades, la necesidad de que los gobiernos intervengan con políticas públicas específicas se vuelve
imperiosa.
Sin embargo, las computadoras y las cámaras digitales no solo modifican la forma de producir
películas. La exhibición está en pleno cambio a partir de la digitalización de las salas, permitiendo mayor
calidad de imagen y sonido.
Otro ejemplo de la relación entre gobierno y administración electrónica es la rendición de cuentas del
sector público. Ésta se refiere al proceso de difusión por parte de los gobernantes, de la información sobre el
manejo de las cuentas públicas, realizado de manera regular a través de canales masivos de información.
Aquí las TIC son el mecanismo para la comunicación de la información pública, pero solo pueden llevar a
cabo su objetivo si su introducción se encuentra asociada a un proceso de mejora institucional y búsqueda
de transparencia.
Un ejemplo más son los e-servicios, que consisten en la prestación de servicios a través de canales
electrónicos y pueden darse en diferentes niveles de complejidad, asociados al nivel de virtualidad de la
interacción. Así podemos encontrar desde niveles más básicos de puesta on line de información hasta niveles
más sofisticados, donde toda la interacción es realizada de manera virtual.
Una visión alternativa es la propuesta por Peres y Hilbert, quienes analizan la evolución de la
administración electrónica a partir del tránsito a la burocracia informática. De acuerdo a ella, la implementación
de TIC en la administración pública puede darse a partir de la simple introducción de herramientas de soporte
para la interacción con los ciudadanos, sin cambios en las rutinas ; o puede hacerse en conjunto con cambios
en los procesos y procedimientos, mejorando de manera simultánea la eficiencia (ej, menor tiempo de carga
de formularios) y la eficacia (ej, espacios presenciales para personas menos familiarizadas con las TIC y
mayor interacción virtual para las personas más familiarizadas).
Estos autores sostienen que la implementación de una burocracia informática plena tiene que ver más
con la búsqueda de transparencia y calidad en la gestión, que con la implementación de herramientas
informáticas.
• Solidez y evolución: se deben generar lazos sólidos con el vecino, por ejemplo por medio de software
que permitan recibir desde cualquier teléfono o vía sms “alertas al ciudadano” sobre zonas peligrosas,
ayuda comunal, etc.
Burocracia Digital
La “ventanilla única” es esencial para que el portal de gobierno no caiga en el error de volver a ser burocrático,
aunque sea en formato digital. Si el vecino entra en una página recargada de información, propuestas,
anuncios, noticias, servicios, comienza a ser bombardeado por múltiple mensajes. Se pierde, se cansa.
Estándares de calidad que debe alcanzar una página web:
• Funcionalidad: Es la capacidad de un portal de facilitar el acceso a la información, los trámites online,
el estado de deuda. Evita la presentación física del vecino en un organismo público.
• Amigabilidad: Navegar con confianza, entender la página mediante un lenguaje de comunicación
simple y claro.
• Usabilidad: que el ciudadano acuda al portal de su gobierno con frecuencia.
• Accesibilidad: es la posibilidad de que se acceda al servicio web y de que éste sea usando por el
mayor número de personas, independientemente de las limitaciones propias del individuo o de las
derivadas del contexto de uso. Por ejemplo no es accesible si la web no cuenta con un readspeaker,
que convierta el texto en voz, para aquellas personas no videntes.
• Veracidad: la información del portal debe ser lógica, veraz, actualizada. El sitio debe hacerse cargo
de la información que provee y ser informativo (no publicitario).
● los procedimientos operativos estándar, que se relacionan con las actividades de producción y
distribución, tareas administrativas y de aprovisionamiento.
● las rutinas sobre decisiones estratégicas, que son las que determinan el rumbo de la organización, el tipo
e intensidad de las inversiones por realizarse.
● las rutinas asociadas a la búsqueda de innovaciones, las que se relacionan con la búsqueda de mejoras
tecnológicas y organizacionales.
Para estos autores, existen dos procesos complementarios que dan lugar a la concreción de nuevos
productos, procesos y prácticas organizacionales. Por un lado aquellos que surgen de la resolución de
problemas diarios, que retroalimentan la rutina mejorándola. Por otro, los mecanismos institucionalizados que
disparan procesos de mejoras radicales e incrementales y que, en última instancia, también modifican las
rutinas.
3.2.1. ELEMENTOS CONCEPTUALES ACERCA DEL USO DE LAS TIC EN LAS EMPRESAS.
Para Peirano y Suárez (en base a los desarrollos teóricos de Nelson y Winter), el proceso de
incorporación de TIC tiene su primera etapa, con la digitalización de la información que circula en la firma.
Durante esta etapa, el uso de las TIC se relaciona con la generación de registros y la gestión computarizadas
de la información, lo que mejora la eficiencia y la eficacia de las rutinas operativas estándar, en particular, las
relacionadas con la administración, las finanzas y las ventas. Las inversiones requeridas están asociadas a
la infraestructura básica (computadoras y software enlatados) y al requerimiento de capacidades, asociadas
más a las habilidades de lecto comprensión y sistematización que al uso de herramientas informáticas.
Ejemplos de esta primera etapa es la llegada de la PC a la administración y con ella el uso de planillas de
cálculo, de procesadores de texto. También la apertura de un nuevo canal de comunicación, tanto interna
(correo electrónico) como externa (la puesta en línea del sitio web de la firma).
La segunda etapa se inicia con la búsqueda de implementación de herramientas de las TIC para el
análisis de la información, es decir como herramientas para la toma de decisiones (rutinas estratégicas).
Comienzan a articularse las diversas áreas de la empresa aunque aún de forma unidireccional siguiendo la
estructura vertical tradicional.
Será necesaria la introducción de más PCs y la puesta en marcha de una red interna, la inversión en
software más específico aunque de tipo enlatado y la creación de capacidades o personal idóneo para
operarlo.
La tercera etapa se define como de trabajo cooperativo y la puesta en funcionamiento de una red
inteligente capaz de acompañar toda la operatoria de la empresa. Esta tercera etapa se asocia con el
establecimiento de canales virtuales de comunicación bidireccional y con la articulación completa de la firma.
La empresa pasa a operar bajo una lógica lineal de comunicación a un esquema de red, con múltiples nodos
y múltiples flujos interconectados de información.
Desde luego que los requerimientos en inversión serán mayores puesto que el equipamiento
demanda ahora ordenadores interconectados, también software específico e incluso de la formalización de
un área de sistemas.
Dada estas tres etapas, Peirano y Suárez desarrollan el concepto de economías de informatización
para describir los canales a partir de los cuales las TIC impactan en el desempeño de las empresas,
combinando un gran abanico de potenciales aplicaciones con bajos costos marginales.
Los elementos o canales a través de los cuales las TIC producen mejorar en el desempeño y sus
impactos como “economías de informatización” son:
“La organizaciones logran un funcionamiento más eficiente cuando mediante el uso de las TICs
automatizan procesos internos, pueden acceder a información necesaria para la toma de decisiones,
disminuir los costos de transacción con otros agentes y facilitan los procesos de aprendizaje por medio de
mecanismos de prueba y error en espacios virtuales o simulados. Estos serían los cuatro canales por los
cuales las TICs impactarían en las actividades que desarrollan las empresas mejorando su desempeño.”
(Peirano y Suarez)
En síntesis, avanzar en el uso de las TIC implica avanzar en su uso para mejorar las rutinas
organizacionales, lo que demanda no solo inversiones en infraestructura (software y hardware) sino en la
comprensión de que para que estas permitan incrementar de manera sostenida el desempeño, deben
avanzar progresivamente hacia el soporte de todas las actividades de la empresa.
CLASE Nº9
3.2.3. E – COMMERCE.
El comercio electrónico se define como la realización de actividades de compra y venta a través de
medios digitales, que pueden tener lugar a través de redes públicas, como internet, o a través de redes
privadas, como las redes de empresas o las plataformas de comercio electrónico propiamente dichas. El e –
commerce también puede tener lugar entre diferentes agentes del sistema económico, lo que ha dado lugar
a una gran cantidad de siglas: B2B para comercio entre empresas, C2C para comercio entre consumidores,
B2G para compras entre empresas privada y un organismo gubernamental.
El comercio electrónico también puede darse con diferentes niveles de interacción virtual, aunque
siempre implica un nivel de interacción comprador/vendedor de mayor virtualidad que la simple colocación
en línea de catálogos de productos.
En su nivel menos complejo, el e – commerce incluye la recepción de pedidos de compra por medio
de canales digitales; en su nivel más complejo, la realización íntegra de la transacción a través de ellos. Este
último nivel implica que el cliente realiza la selección del producto, el pago y las especificaciones de entrega
a través de una red digital.
Podemos pensar el e – commerce como una de las innovaciones que las TICs hacen viables, y cuya
implementación demanda esfuerzos tanto en infraestructura de hardware y de sistemas como así también de
capacidades organizacionales, productivas y de comercialización.
Por ejemplo si una pequeña empresa decide la puesta en línea de sus productos, su sistema de
comercialización demandará inversiones en los sistemas informáticos que le den soporte, tanto en el interior
de la empresa, para manejar un nuevo canal de ventas como hacia el exterior para gestionar el envío de sus
productos (tercerización), o bien el cobro de la transacción a través de portales específicos (por ejemplo,
Mercado de Pagos, o PayPal) o a través de entidades financieras (las tarjetas de créditos y los bancos).
Si ahora esta empresa decide extender su comercialización online al exterior, requerirá de
competencias en la exportación para poder interactuar con agentes de aduanas y competencias en el manejo
de otros idiomas. Si bien las TIC constituyen una herramienta para la innovación en comercialización, son
una condición necesaria pero no suficiente.
Así el impacto de las TIC en la productividad y en su desempeño dispara procesos virtuosos de
complejidad, con incremento en las competencias de los trabajadores, ya no solo en aquellos ligados
directamente a la implementación y uso de TIC, sino al resto de las actividades de la empresa. A mayor
complejidad de las Tic en la firma, mayor será la calidad del empleo y, con él, mayores los niveles de salarios.
¿Una página web puede ser considerada una sucursal?
Las sucursales son lugares de negocio sin personalidad jurídica en los que la empresa realiza toda o porte
de su actividad.
Entre los objetivos que tienen las empresas al abrir una sucursal se pueden nombrar:
• Incrementar las ventas
• Ampliar el mercado
• Tener mayor contacto con clientes
• Poner al alcance del cliente los productos que comercializa.
Estos objetivos, sin duda pueden llevarse adelante a través de una página web, entonces, ésta será un
sucursal más, que estará siempre disponible a través de medios electrónicos
El conjunto de factores endógenos está dado por las características de la firma. Otro elemento
endógeno es el dado por tipo de actividad que desarrolla la empresa. Puesto que las TIC permiten mejorar
la creación y circulación de información y, por tanto la producción de conocimiento, mientras más intensiva
en conocimiento sea la empresa, mayor será el potencial de explotación de las TIC y mayores los incentivos
para incorporarlas.
Los factores exógenos son tienen que ver con el entorno donde opera la firma, y se compone de
elementos que generan incentivos (o “desincentivos”) para la implementación de las TIC.
Existe otro conjunto de factores relacionados con la naturaleza de la tecnología que impactan de
manera diferencial según sea la forma en que la empresa se enfrenta a la tecnología. La articulación de la
oferta TIC con las necesidades de la empresa y el costo asociado a su adquisición, puesta en funcionamiento
y mantenimiento son elementos que hacen a la decisión de implementar TIC. Pero además existe una
relación directa entre el tamaño de la firma y el grado de implementación de TIC y esto se debe a que son
las firmas más grandes las que logran explotar las complementariedades que ofrecen las TIC.
En síntesis, la implementación de las TIC depende de una multiplicidad de factores, los que se
combinan luego con las características propias de cada empresa y determinan senderos de implementación
diferenciales, aunque con pautas estructurales dadas por el sector y el entorno de pertenencia.
CLASE Nº10. CARPETA DE TRABAJO.
3.4. LA DEMANDA DE EMPLEO EN LA SOCIEDAD DE LA INFORMACION.
Existe una relación directa entre el grado de incorporación de TIC (a mayor incorporación, más
compleja la estructura informática) y el nivel de salarios, lo que indica además mayores niveles de
calificaciones.
Por otro lado existe una escasa incidencia del teletrabajo y una escasa sustitución trabajadores por
tecnologías. Es decir, la implementación de las TIC modifica las características de la demanda de empleo
pero ello no se asocia ni a una menor cantidad demandada ni a cambios en la relación entre el trabajador y
el lugar de trabajo.
Esto pone de manifiesto dos cuestiones respecto de la demanda de empleo de la sociedad de la
información:
● En primer lugar, que la demanda se complejiza en términos de capacidades, lo que eleva el mínimo de
capacidades requeridas. Para aquellos que ya se encuentran en el mercado de trabajo, es posible que
desde la empresa se ofrezcan actividades de capacitación. Quienes aún no entran, deberán arbitrar los
medios necesarios para alcanzar el mínimo. Desde luego, las nuevas generaciones estarán más
“conectadas” con la tecnología que las generaciones pasadas.
● La segunda cuestión se relaciona con el hecho que el nivel de calificaciones en un blanco móvil. El avance
de las tecnologías, lejos de simplificar los conocimientos requeridos para utilizarlas, requieren saberes
cada vez más complejos, más articulados, es decir, más “multimedia”.
Para Borello y Otros (2009) las tecnologías orientadas a la circulación de la información incrementan
la autonomía de los trabajadores, aquellas destinadas a la mejora en la comunicación fomentan la
centralización de decisiones y, con ello, limitan la autonomía de los trabajadores de menor jerarquía.
En el primero de los casos, el acceso rápido y económico a la información otorga al trabajador la
posibilidad de contar con la información necesaria para la toma de decisiones y esto mejora sus niveles de
productividad en tanto cuenta con las herramientas necesarias para resolver problemas más o menos
rutinarios.
En el segundo de los casos, en cambio, las mejoras en la comunicación facilitan los procesos de
monitoreo y supervisión, como también la posibilidad de conocer en tiempo real los problemas que puedan
surgir durante las rutinas operativas.
Es decir, el impacto de las Tic en la demanda de empleo puede tanto incrementar la complejidad de
las calificaciones requeridas como reducirla, con el consecuente impacto en términos de cantidad y calidad
de empleo demandado. En consecuencia, la demanda de empleo de la sociedad de la información se
convierte en un elemento clave de la política pública: promover la complejización de las TIC entre las
empresas contribuye simultáneamente a incrementar los niveles de productividad privada y mejorar el nivel
de ingreso de los trabajadores.
Según Castells, la definición de los perfiles de los trabajadores no dependería únicamente del tipo de
tecnología con la cual trabajan o de los productos o servicios que desarrollan, sino que se asociaría también
a otros factores, como:
Según Borello y otros (2005) existen cinco tipos de trabajadores, según su nivel de competencias
tecnológicas:
1) Grupo de competencias muy bajas: dedicados a la prestación de servicios básicos, con reducido
dominio de herramientas y lenguajes informáticos. Son personas de alrededor de 40 años, con
estudios universitarios pero no relacionados con las TIC.
2) Grupos de competencia baja: integrado por trabajadores que no dominan lenguajes y tecnologías
informáticas o dominan herramientas de baja complejidad y realizan tareas de desarrollo del mismo
nivel. Predominan personas con formación universitaria incompleta, de 20 a 30 años de edad.
3) Grupo de competencia media: sus integrantes realizan tareas y dominan tecnologías de complejidad
media en actividades de desarrollo. Tienen educación universitaria completa en el área de la
informática, y sus edades son menores a 30 años. Participan en proyectos que no son muy complejos,
sino que se basan en productos solicitados por terceros, y hechos a medida.
4) Grupo de competencias altas: las actividades de desarrollo y servicios que realizan sus integrantes
son de menor complejidad que las herramientas que dominan. Predominan trabajadores menores de
30 años, en lo que se verifica un elevado conocimiento de inglés, y una alta rotación con respecto en
su empleo.
5) Grupo de competencias tecnológicas de nivel muy alto: con manejo de múltiples lenguajes, realización
de actividades de desarrollo y el uso intensivo de redes virtuales. Son personas entre 30 – 40 años,
con educación formal específica, que alcanza el nivel de posgrado.
La producción local de TIC resulta otro de los elementos claves de esta nueva sociedad. Aunque las
distancias se han acortado y la globalización nos permite acceder a bienes que se desarrollaron al otro lado
del mundo, este mismo proceso incentiva la importancia del desarrollo local de tecnología, tanto por su
impacto directo en materia de empleo como por las potenciales relaciones virtuales con el resto de la
sociedad.
En los tres primeros niveles se observa una gran diversidad de títulos (carreras), de contenidos y
horas cátedras, incluso bajo iguales denominaciones. Además existe una gran heterogeneidad de estudios
de grado y de posgrado, a lo cual hay que sumarle que hay casos en que los programas de formación
universitaria se equiparan a los de educación terciaria no universitaria.
Por lo tanto, es difícil o genera incertidumbre conocer los alcances y competencias de los recursos
humanos existentes.
El territorio es el espacio geográfico organizado por la actividad humana y tiene tanto un medio
ambiente natural como uno construido. Pero como el territorio no es un contenedor sino que es la expresión
espacial de los objetos que se encuentran en él, la diferenciación entre TIC y territorio es simplemente
analítica ya que las TIC tienen una dimensión física. Es decir los servidores, Pc, personas que las operan,
cables de fibra óptica están en algún lado, ocupan un lugar y tienen una geografía (Castell).
Para el análisis de cualquier territorio es necesario tener en cuenta su estructura (los elementos que
lo constituyen y su distribución en el espacio geográfico). Esa distribución (la distancia entre objetos o
elementos) puede medirse en términos absolutos (por ejemplo, la distancia en línea recta en el mapa) o
relativo (la distancia real medida en tiempo de viaje entre puntos). Dicho de otro modo, en cualquier punto
del territorio los objetos tienen una ubicación absoluta (por ejemplo, en coordenadas de latitud y longitud) y
una ubicación relativa (es decir, respecto a otros objetos).
Así el cambio en las tecnologías de transporte puede resultar en una reducción de la distancia relativa,
aunque la absoluta puede permanecer igual. Por ejemplo un tren de alta velocidad puede recorrer una
distancia en Kms en menor tiempo que un auto, reduciendo la distancia relativa, pero siendo la misma
distancia absoluta.
La geografía de las TIC está relacionada y es parte de otras geografías. Por un lado tenemos las
“formas urbanas: la geometría de barrios, pueblos y metrópolis. Por otro lado, las TIC y en especial Internet
constituyen una serie de espacios (no geográficos) virtuales que tienen una topología, pero no una geografía
física.
Las TICs han tendido a disminuir el espacio físico que ocupa la actividad económica en relación con
su valor agregado. Las TIC han hecho una contribución sustancial a la disminución de máquinas y equipos, y
consiguientemente, al espacio físico que ocupan las fábricas y las actividades de servicios y del comercio. La
miniaturización se refleja no solo en sus componentes de insumos sino también en sus procesos.
También las TIC han facilitado tanto la ruptura física de procesos y su traslado a otras localizaciones,
como la subcontratación y el teletrabajo, entre otros.
En el caso de las actividades industriales, muchas de las funciones administrativas de soporte
(administración de personal, apoyo legal contable, etc) pueden ahora proveerse a distancia, por la misma
firma desde otras localizaciones o pueden ser subcontratar a firmas especializadas. Respecto a la misma
producción industrial, en aquellos casos donde es conveniente separar partes del proceso productivo, las TIC
facilitan la producción desconcentrada geográficamente y permiten explotar costos diferenciales en distintas
localizaciones. En su versión extrema esto lleva a lo que se denomina offshoring, que es el traslado de
ciertos servicios (generalmente pero no siempre, actividades rutinarias y mano de obra intensiva) desde
países industrializados a otros países.
Las TIC facilitan enormemente diversas formas de teletrabajo o tareas a distancia, el cual tiene un
alto impacto geográfico.
En el caso argentino, podemos suponer que el impacto de las TIC ha sido de particular relevancia
para las empresas multiplanta y para los holdings.
Las empresas multiplanta son firmas que son dueñas de más de una fábrica, las cuales pueden
estar ubicadas en diversas localizaciones y producir los mismos bienes, bienes complementarios o bienes
diferentes.
El holding o grupo de empresario agrupa a un conjunto de empresas que operan en actividades
distintas pero complementarias. Cada una de esas empresas puede estar radicada en lugares diferentes.
Contra este panorama general, las actividades humanas son en este momento posibles en dos
esferas: las del espacio físico y las del espacio virtual y que las individuos hacen uso de ambas esferas para
desarrollar sus actividades.
Se identifican tres conjuntos de restricciones centrales a la realización de actividades en el espacio,
tanto físico como virtual: de capacidades, de reglas o de autoridad y de acoplamiento.
DIMENSIONES E INDICADORES:
1) Infraestructura: Los indicadores utilizados son: líneas de teléfono fijo cada 100 habitantes, línea de
teléfonos móviles cada 100 habitantes y suscripciones a internet banda ancha cada 100 habitantes.
Existe una relación evidente entre el grado de desarrollo y el despliegue de infraestructura de TIC,
las nuevas tecnologías parecen reproducir viejos patrones de desarrollo y subdesarrollo. La conectividad
universal aún dista de ser una realidad. El avance y la penetración de la tecnología móvil da cuenta de la
posibilidad de traccionar una mejora en el acceso y uso de las TICs a través del uso del celular.
3) Capacidades: Aquí se debe evaluar cuáles son las competencias para acceder a las TIC.
Para ellos se utilizan los siguientes indicadores: % de hogares con internet, % de hogares con
computadores y tasa de alfabetización.
Se supone que las personas con computadoras e internet en sus hogares serán usuarios más
frecuentes de estas tecnologías y la mayor frecuencia de uso disparara procesos de aprendizaje que mejorará
sus capacidades.
Nuevamente, los países más desarrollados se destacan, con valores cercanos a la totalidad de los
hogares.
4) Aplicaciones: Aquí la homogeneización de indicadores es menor. Sin embargo, el tráfico de internet y las
suscripciones activas de banda ancha móvil permiten observar cuán intensivo es el uso de las TIC en los
distintos países. Los países con mayor despliegue de infraestructura, menores costos y mayores
capacidades muestran también un uso más intensivo.
Los datos muestran que el uso y la penetración de las TICs en los hogares siguen ubicándose en
niveles reducidos, con una relación directa entre el grado de desarrollo y el uso de estas tecnologías.
5.3.2. EMPRESAS.
DIMENSIONES E INDICADORES:
2) Esfuerzos: los indicadores que se utilizan son inversión en telecomunicaciones del sector privado,
inversiones totales en telecomunicaciones y participación del sector TIC en el Producto Bruto.
El primer indicador supone que las inversiones privadas en telecomunicaciones presenta una relación
directa con las inversiones generales en TIC. En el caso de las inversiones totales, se asume que la
infraestructura de telecomunicaciones se irá extendiendo a medida que crezca la demanda, por lo que ante
mayores inversiones se puede asumir que mayor es la demanda, y por lo tanto también la inversión privada.
El último indicador representa el crecimiento del sector productor de TIC, que se relaciona con la demanda
local.
En el caso de las telecomunicaciones los países latinoamericanos están desarrollando esfuerzos más
que proporcionales en el desarrollo de las TIC, incluso en términos de cierre de la brecha tecnológica.
El último indicador se relaciona con el valor agregado por la industria de las TIC. En este caso, la
distancia entre los países de mayor y menor desarrollo se vuelve a agrandar.
3) Capacidades: se utilizan dos indicadores relacionados con el uso de TIC por parte de los empleados:
% de empleados que usan computadoras y % de empleados que usan internet.
En su rol de trabajadores, las familias son, los empleados cuyas capacidades determinarán el grado
de uso y aprovechamiento de las TIC. Si asumimos que las familias son la fuerza de trabajo y que mayor uso
conlleva mayor capacidades, entonces para mejorar el nivel de capacidades entre las empresas se deben
mejorar las capacidades de los individuos.
La clave para el tránsito a la sociedad de la información entre las empresas radica en la formación de
capacidad, no solo para hacer uso de las TIC sino en términos de la competencias de los trabajadores y de
la firma en su conjunto.
4) Aplicaciones: para analizar las aplicaciones dentro de las empresas se exponen un conjunto de
actividades respecto del uso de internet en las firmas. Esas aplicaciones son e-commerce (recibir y
enviar órdenes de compras) y aplicaciones (banca electrónica, gobierno, servicio al cliente,
capacitación).
La difusión de las tecnologías más básicas alcanza a casi todas las empresas independientemente
del desarrollo del país donde estén radicadas. Sin embargo, a medida que se avanza a aplicaciones más
complejas, la tasa de uso desciende notablemente.
5.3.3. GOBIERNO.
A partir de la oferta de servicios en línea, se asume que existe una relación directa entre el grado de
uso y aprovechamiento de las TICs en la administración pública y la interacción con los ciudadanos y
empresas a partir de medios digitales.
Para medir la difusión y uso de las TIC en las administraciones públicas se utiliza el índice de
desarrollo del gobierno electrónico, el que surge de estimar el valor promedio alcanzado por tres
dimensiones: disponibilidad de servicios on line, infraestructura de telecomunicaciones y capital humano.
La disponibilidad de servicios en línea se basa en el supuesto de que a mayor nivel de virtualidad en
la interacción con los ciudadanos y empresas, mayor será la complejidad tecnológica del servicio ofrecido.
A mayor desarrollo relativo, mayor es el nivel de complejidad de los sitios web oficiales.
El gobierno electrónico parece estar avanzando más rápido que las familias y las empresas.