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Dos corazones sin prejuicios en mundos distintos

Siempre han existido los prejuicios y estereotipos en una sociedad, independientemente de sus
riquezas, gobernadores, habitantes y entorno; desde tiempos antiguos se ha implementado esa
ideología de menospreciar a quien se considera diferente ya sea por su religión, cultura, genero,
raza, clase social y pensamientos. Pese a ello, se han desatado distintas confrontaciones entre los
mismos habitantes, tratando de implementar sus ideas y creencias, y no buscando una solución
para olvidar todo aquello que se ha ido constituyendo frente a estos estereotipos, es decir la
discriminación y desigualdad. Vivimos en un mundo donde es más importante encajar con la
sociedad que ser felices con nosotros mismos, en un mundo donde influye más la cantidad de
dinero que tengas, el celular y ropa que más este de moda y no los valores y principios que hacen
a una persona, donde importa más compartir ideas ignorantes, dialogar frente a una pantalla o
hacerse viral, que conocer los pensamientos, ideas, virtudes o conocimientos de una persona,
claro, no generalizo, porque puede que haya una persona entre miles que busca ser diferente y no
seguir esa rutina común que hemos implementado como sociedad.

Cuando hablamos de confrontaciones, podemos destacar la segunda guerra mundial, la cual es el


tema principal de esta película, donde podemos observar todos los acontecimientos despiadados
que se realizaban a causa de las fuertes olas discriminatorias, entorno a los diferentes
pensamientos ideológicos, situaciones económicas o demográficas, dónde existía un fuerte
rechazo hacia los judíos, quienes compartían ideas diferentes al cuerpo cultural e histórico de
Alemania. Conocemos bien que, en estos tiempos, la desigualdad era más notoria, pues aquellos
que tenían el poder se encargaban de explotar laboralmente, discriminar y privatizar de la libertad
a quienes no compartían sus ideas, aunque actualmente existan derechos y protección frente a
actos de discriminación, es un tema que no ha dejado de existir, a pesar de los diferentes métodos
o soluciones que se han intentado buscar o implementar, pues los estereotipos, los prejuicios y la
discriminación van de la mano.

¿Por qué juzgamos?, no ha existido una sola vez que no lo hayamos hecho, a veces cuando se trata
de nosotros mismos minimizamos nuestros actos de discriminación para no sentir esa culpa,
entonces no sería un problema social que hemos copiado, sino un problema ético-moral que
depende de nosotros mismos, a través de las redes sociales hemos disfrazado de humor estos
actos y nosotros mismos damos continuidad y aceptación a este problema. Ahora bien, cuando
hablamos de estereotipos, que hace referencia a seguir un modelo de perfección para sentirnos
conformes frente a los ojos de sociedad, olvidamos estar bien con nosotros mismos y olvidamos
valorar cada virtud y habilidad que nos hacen diferentes.

Ahora bien, los dos niños viven en mundos totalmente distintos según la sociedad, no pueden
dialogar ni interactuar entre ellos, porque esta visto como un acto malo, sin embargo, la inocencia
y pureza de los dos, va más allá de esos prejuicios implementados por sus generaciones mayores,
ven el mundo sin barreras, anteponen y valoran la amistad y el amor hacia el prójimo, no ven lo
exterior sino lo interior que es lo que hace a una persona, sin embargo aunque el mundo los deba
preparar para adaptarse a la realidad en la que viven, buscan la manera de ser felices, pues son
curiosos y tienen ese deseo de salir a explorar al mundo, el problema surge cuando son los padres
quienes implementan esas ideologías de rechazo hacia quienes comparten creencias o
pensamientos diferentes, de tal manera que los niños aprender todo lo que sus padres les
influyen, sin embargo a su corta edad solo buscan divertirse y no ver estereotipos o prejuicios que
su sociedad ha implementado, se dejan llevar por lo que sienten y no tienen miedo a expresarse,
decir o hacer. Deberíamos actuar como los niños, ver desde el corazón olvidar lo externo y
comenzar a valorar lo interno, la ética y los valores que hacen a una persona, dejar esos prejuicios
a un lado y buscar ser felices como ellos lo son.

Cuando invertimos los roles o somos nosotros quienes sufrimos de estas situaciones, es ahí
cuando nos hacemos consciente del problema, por qué llegar hasta ese punto para ver que
importa más lo interior, que esos estándares perfectos que se han implementado solo son un
adorno que oculta lo que en realidad debemos ver. Muchas veces creemos que no discriminamos,
solo con el de decir que NO, sin embargo, nuestros actos dicen lo contrario, entonces el problema
se basa más en que estos prejuicios contribuyen diferentes factores, tales como la influencia de los
padres en nuestro crecimiento, la presión social, la motivación interna y los externos.

Es por ello, que debemos de ver lo esencial de una persona, empezar a contribuir en la
modificación de la sociedad, comenzando por fomentar esos valores y principios básicos que han
ido perdiendo importancia con el paso del tiempo. El respeto es un elemento fundamental que
debemos inculcar en nuestros niños, pues les permitirá reconocer, aceptar, apreciar y valorar las
cualidades del prójimo y sus derechos, no dañamos la inocencia de un niño, pues ellos no ven
clase social, raza, genero, cultura, solo buscan ser felices y es lo que todos deberíamos hacer,
enseñar las buenas relaciones comunitarias mediante el dialogo, la tolerancia, la empatía y
respeto como elemento de cohesión para una buena comunicación con los demás, para
comprender y aceptar su forma de ser y pensar aunque no sea igual que la nuestra, pues
interiormente todos debemos de centralizar el bienestar de nosotros mismos y la comunidad. Es
así, como esta película, demuestra que sin importar los prejuicios que los adultos implementan,
más vale la amistad y el amor hacia el prójimo, porque para ellos no existen las diferencias.

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