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LOS PILARE DE UNA SOCIEDAD SOCIOPATA

LA CONTRUCCIÓN DE LA MALDAD

Cuantos de nosotros(as) somos de esa generación donde la educación de las y los niños era asunto de la comunidad, donde el respeto al adulto, a las personas ancianas, a los
docentes y por supuesto a la policía era irrefutable, donde cualquier falta de respeto se nos llamaba la atención, existía una sanción y también un castigo.
Hemos visto al pasar del tiempo que cada generación tiene ciertas características, y para ser identificadas son clasificadas como generación x, z o cristal, por nombrar las
más recientes y en cada una de ellas vemos cómo se van diluyendo (o así pareciera) los valores, los cuales son los pilares que hacen una sociedad.

Hemos visto desgraciadamente el aumento de la violencia entre adolescentes, desde peleas callejeras que han acabado con la vida de algún adolescente, hasta asesinatos de
niños, niñas y adolescentes en manos de otro adolescente o personas ya con un rencor social debido a la discriminación y el bullying (acoso escolar) que sumado a la falta
de límites en la familia genera desgracias como las que últimamente hemos visto en las noticias.

¿Entonces cuáles son los pilares para la construcción de una sociedad sociópata?
falta de límites, cero respetos a la autoridad y vivir en los anti valores.
A este punto de la lectura seguro se estarán preguntando: ¿cómo es que nuestros adolescentes y jóvenes están construyendo una sociedad con tanta maldad? Y es ahí donde
nosotros como adultos, padres, madres de familia, el sistema educativo, seguridad pública entramos en acción y desgraciadamente llegamos a ser “cómplices” de este
desorden psicosocial.
Estoy consciente que estas palabras pueden escucharse muy fuertes, pero en nuestro interior ¿cuantos de nosotros no está resonando fuertemente en nuestra conciencia y
diciéndonos que hay mucho de cierto?
No hay algo especialmente devaluado en la Sociedad hoy en día que la AUTORIDAD; ¿en qué momento pasó de moda? y la gente (padres y madres, profesores(as) y
educadores(as)) temen ser que se les tilde de “autoritarios” si insinúan que habría que utilizarla con los niños, niñas y adolescentes. Lo mismo ocurre con todo aquello que
suene a DISCIPLINA, EXCELENCIA, CAPACIDAD DEL ESFUERZO y ya no hablar de valores como: PAZ, LEALTAD, COMPROMISO, AMOR, RESPETO,
etc., eso es “pasado de moda”, suelen ser completamente ignorados o no discutidos en familia como parte de un compromiso moral de la familia para la formación de buenos
ciudadanos.
Anteriormente solía haber una armonía, entre los valores éticos que se inculcaban en casa, en la familia, y lo que se reforzaban en la escuela. Estas esferas estaban
correlacionadas con una naturalidad que no se dejaba entre dicho la autoridad de ninguna de las partes mencionadas, si bien es cierto que ni todos los profesores cuentan con
ética de igual forma las y los padres de familia no cuentan con los valores necesarios para formar a sus hijos.
Entonces, ¿qué sucedió, en que momento dejamos de ser formadores de buenos ciudadanos (as)? Empezaremos con clasificar a algunos padres y madres (entiéndase como
descripción para el tema que estamos tratando y no como ofensa para nadie) para esto me gustaría comentar que mi generación fue una generación de “la crisis”, crecimos
con esta palabra, pero también crecimos aprendiendo a decir «buenos días», «gracias», «por favor» etc. Y hoy en día es más difícil escucharlas en las nuevas generaciones
y dicho esto, paso a lo que considero ha hecho daño a la infancia y adolescencia de nuestros tiempos como padres y madres de familia.
La generación de padres en esta época los podríamos clasificar algunos de ellos de la siguiente manera
Los culposos: Son aquellos que su trabajo, el divorcio, ser padre o madre soltera, u otro tipo de culpa interior que pude venir de su propia relación con sus padres hace que
justifiquen, ignoren o defiendan las faltas de sus hijos(as) ante los demás y ante ellos mismos(as).
Los replicadores: Aquellas madres o padres que repiten el patrón exactamente igual que vivieron ellos con sus propios progenitores, o con los cuidadores como abuelo o
abuela. Casi siempre replican desde el circulo de la violencia y así educan porque no tienen otra imagen a seguir.
Los alivianados: Aquellos padre o madres de familia que no establecen límites entre su vida como adulto y la formación de sus hijos, haciendo que estos interactúen con
todo lo que hacen los padres y en aras de la “libertad” todo es visto por los infantes.
Los amigos: Son las clásicos padres y madres que dicen que prefieren ser amigos de sus hijos(as) porque así no les ocultaran las cosas y tendrán mejor comunicación, cosa
más falsa que eso, esto es un mito que inmediatamente debe de desaparecer en tu patrón de formación de tus hijos(as). “Tú eres el adulto y no su amigo, podrás ser un padre
o madre amistosamente con autoridad y disciplina, pero no su amigo, ya que rompes el límite del respeto.
Es importante que tomemos en cuenta estas características y veas si te identificas con alguna de ellas y en medida de lo posible corregir la forma de educar. Por supuesto,
ejercer la autoridad como padres y madres implica la necesidad de tener que “explicarse” ante los hijos; lo cual no quiere decir disculparse o pedir perdón por tal cosa. (que
si bien se vale pedir perdón en el caso de ser violentos , groseros o cualquier conducta fuera del respeto humano que se le debe de tener a cualquier niño, niña o adolescente)
Para estar acertado en el ejercicio de educar hay que estar alerta para no caer en actitudes autoritarias, lo cual implica estar atentos a las necesidades de nuestros hijos (es
importante comentar que intentar educar a todos nuestros hijos por igual, es erróneo pues cada cual es diferente, y por supuesto cada uno tiene diferentes necesidades) y
tener la humildad necesaria para revisar normas (otra cosa que tampoco está de moda), cuando sea preciso, y así evitar ser demasiado severos o rígidos con ellos(as).
Por último y no por falta de material, sino para completar este artículo en una sola parte les diré brevete las características de un sociópata y porque es importante identificar
educar, medicar en caso necesario a nuestros niños, niñas y adolescentes para no caer en una sociedad llene de maldad y sociópata.
Al hablar de una sociedad sociópata o psicópata no hablo de gente “loca” hablo de gente con un egoísmo profundamente irracional, que carece del más mínimo escrúpulo,
o cargo de conciencia a la hora de elegir los medios para conseguir su provecho personal… el sociópata, el psicópata, no entienden de respeto a las normas, a las leyes; y
tampoco poseen sentimiento de culpa. En este tipo de individuo, en sus actos, está presente una conducta perversa, si se me permite la expresión.
Vivimos en una sociedad que favorece el “narcisismo”, en la que las principales instituciones “educadoras y socializadoras”, la familia y la escuela, han acabado siendo
altamente tóxicas, ya que no promueven ni ayudan a que los individuos interioricen normas éticas o morales. Tal es así que incluso ha acabado produciéndose en las personas
de bien, hasta hace poco «personas decentes», que las conduce a una situación de anomía y desapego afectivo.
Vivimos en una sociedad en la que todo vale, en la que se promueven “anti- valores” como el engaño, la manipulación, la frivolidad, la superficialidad, la trivialidad,
valores profundamente psicopáticos. todo ello supone una ruptura radical con los códigos morales considerados como tradicionales, frente a los cuales se impone una
cultura festiva, caprichosa y hedonista.
Si la sociedad genera personas psicópatas es debido al dogma educativo de “tolerancia máxima” (prohibido prohibir). Un sistema educativo sin restricciones, por miedo
a “castrar”, a” traumatizar”, que genera incapacidad para inhibir ciertas conductas; es el mejor camino para fabricar personas caprichosas y tiranas. Hemos llegado a tal
situación que son muchos los que consideran que “modernidad” es sinónimo de “transgresión”, pues la transgresión es divertida.

He aquí las características fundamentales de una personalidad psicopática:


Disfunción afectiva en la esfera interpersonal, Insensibilidad, Incapacidad de ponerse en el lugar del otro, Falta de remordimiento, Egocentrismo, Tendencia
patológica al engaño y a la mentira, Tendencia a la manipulación, Violaciones persistentes de las normas sociales, Explotación y abuso de los demás sin sentimientos
de pesar ni de culpa.
Los psicópatas y sociópatas poseen muy escasa capacidad de resistencia a la tentación, y sus transgresiones no les provocan remordimientos, mala conciencia, o sentimientos
de culpa.
Gracias por leerme y compartan esta información.
Las y los saluda
MTRA. ILEANA FILIO
La Reina Roja

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