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El hebreo no presenta
únicamente la convención de darle forma escrita a un sonido. Las letras son
asociadas al ser humano ya que se las consideran que tienen cuerpo, alma y espíritu.
Se enseña que el Universo fue creado por diez expresiones de Dios, compuestas por
las letras hebreas que como bloques de construcción fueron las herramientas para
establecer el orden de todo lo creado. Esta emanación creadora se repite
constantemente porque de lo contrario se volvería a la nada. Las 22 letras sagradas,
más las cinco terminales (Sofit), son las fuerzas espirituales profundas en todo este
proceso que está siempre en movimiento. Los 7 cielos representan niveles
espirituales, cada uno es el producto de la combinación de las fuerzas representadas
por las letras. Ellas en sí mismas, sus nombres, su forma gráfica, su valor numérico
(gematría) y su respectiva posición en la secuencia del Alef-Bet tienen una razón de
ser de origen divino.
Se enseña que las consonantes son las expresiones del espacio y tiempo en nuestro
mundo, así como las partes de nuestro cuerpo que se encargan de articularlas, por
eso los textos sagrados no presentan vocal alguna ni signos de pronunciación, ya que
las letras cobran vida entonces y se complementan en un todo como poseedoras de
alma y espíritu sólo cuando se las pronuncian con la melodía del habla al exhalar aire,
que es el hálito de vida que Dios le ha dado al hombre junto con el talento de crear.
Así, el hombre mismo participó en esos tiempos iniciales con uno de los primeros
actos humanos de darle nombre y significado a todas las criaturas y cosas creadas.
El concepto de unidad y de individualidad
Alef es el símbolo de la unidad, del
principio, de la continuidad, de la
estabilidad, de la equidad. Es el nexo entre
los mundos superior e inferior, entre la
tierra y el cielo, entre el mundo y el
cosmos. Es la potencia de la energía
primaria, el origen de todo, sin principio ni
fin. La forma de la letra corresponde a una
cabeza de buey con sus cuernos. Simboliza
la fuerza pacífica y la calma, a imagen del
instructor que traza progresivamente los
surcos de saber, a semejanza de líneas en
el espíritu de su discípulo para prepararlo
al conocimiento.La raíz “Alaf” (Alaph)
significa familiarizarse, habituarse, cultivar,
aprender, semejar; y por extensión,
enseñar, multiplicar y producir.
El Emperador
En el alfabeto hebreo, la letra Dalet ()ד
está relacionada con el cuarto arcano del
Tarot, el “Emperador”. Representa la
materia con sus cuatro elementos
(tierra, fuego, aire, agua), que permite a
todas las cosas del universo encontrar
un lugar y a cada uno encontrar su lugar
en la sociedad, en su familia, en su
cuerpo… Psicológicamente significa
tomar consciencia de las contingencias,
de las reglas y de las restricciones. Con
los cuatro elementos Dalet nos nutre,
nos hace crecer, nos asegura, nos
establece y nos limita.
La comunicación de los 5 sentidos, la
expresión espontanea de un sentimiento.
Hei es la letra del aliento vital, de la
comunicación a través de los cinco
sentidos, del dominio de los cuatro
elementos (aire, fuego, agua, tierra), de la
protección contra las dificultades, del
centro de gravedad de todas las cosas, del
instante presente.
Hei se puede traducir como una Ventana
abierta al Mundo y representa la plegaria
de un ser humano, con los brazos elevados
hacia el cielo en actitud de adoración,
expresando la alegría y también el
desarraigo.
El “Enamorado” es probablemente el
arcano con el significado más ambiguo
del Tarot. El primero, como su nombre lo
sugiere, concierne a una relación
afectiva, que no es privativamente
sexual, sino que puede ser romántica,
platónica, amistosa o familiar. La
segunda significación concierne a una
elección a hacer, a una decisión a tomar.
En este caso implica un estado de dudas,
una indecisión lógica frente a lo que se
pierde o se gana haciendo tal o cual
elección. (Por ejemplo cuando alguien
tiene que elegir entre la satisfacción
creativa y las ganancias financieras).
Indica también persona que antepone
los sentimientos a lo material. Muchos
aspectos de este arcano lo relacionan
también con el arcano 16, la “Torre”,
puesto que también representa los
acontecimientos imprevistos que incitan
y a menudo obligan a cambiar de
dirección.
El libre albedrio, el análisis, el mental.
Esta letra también insinúa una larga investigación o una búsqueda que
será coronada por el éxito.
Capacidad de actuar individualmente,
cambio, evolución, crecimiento.
Yod representa las manos con los diez
dedos extendidos. Es la capacidad de
actuar, la expresión individual, la
interacción en el mundo, la realización de
la unidad, la rueda (el tiempo en plena
evolución), la creación.
Significa recomenzar después de una
primera experiencia, renovarse, avanzar a
partir de algo que se termina, pero con un
nuevo bagaje de conocimiento o de
experiencia.
Pero también significa algo que caduca
después de la plenitud, la declinación, el
ocaso y el amanecer.
Yod significa arrojar o lanzar, que es una función que se le confía a la
mano. Expresa el amor y la dedicación que se le presta al prójimo o a
otra cosa. Representa una persona inclinada en actitud de plegaria, con
esperanza. Las rodillas sobre el suelo pero con el corazón dirigido hacia
el cielo.
El número 10, asociado a esta letra, es el número total de sefirot, y a su
vez, el sefira asociado a Yod es Malkut (Reino), que representa el mundo
material. También el número diez representa la realización de la unidad,
es decir que la unidad está completa y pronta a repetirse, puesto con ella
comienza una nueva decena.
Diez es el símbolo del crecimiento completo y de su unidad.
Correspondencia de la letra Yod con el
10º arcano La Rueda de la Fortuna