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Galería Daniel Morón: una lectura desde el poder instituyente y el poder

constituyente.

Curso Post Vanguardias y Pensamiento Crítico

Profesora Rosa María Droguett Abarca

Integrantes: Samuel Casale

Giovanna Centonzio

Joaquín Fuentealba

Matías Silva

Sofía Téllez

Margot Terraza

Octubre 2020
En el presente informe, esbozaremos una revisión colectiva de la Galería Daniel Morón a
partir de los conceptos Poder Instituyente y Constituyente, desde diversas perspectivas que, a modo
de institución monstruo, intenten dar cuenta de la importancia de la obra en el contexto chileno.
Para mí, la idea que permite explorar estos conceptos es la “Ética Morón”, pues establece
un no-criterio de admisión de las obras: para el colectivo, toda obra puede entrar a la institución.
Pienso que esto evidencia de manera muy efectiva la práctica instituyente, puesto que supone una
reflexión desde la institución respecto de cuál es la institución que se quiere crear (Droguett, p. 95),
lo que al mismo tiempo abre a la institución para admitir una nueva estética: en el caso de la GDM,
se trata de incorporar “lo chileno”, apelando así a lo popular, típicamente negado en los espacios
museales hegemónicos. Por otra parte, es también un ejercicio constituyente pues, mediante el
ejercicio local, sustenta la creación de lazos previamente inexistentes entre los sujetos del territorio:
en su peregrinación automovilística, me llama la atención que exista la posibilidad de que se sumen
nuevos sujetos y participen del museo móvil.
-Samuel Casale.
Tal como menciona Samuel, queda en evidencia la idea de crear una institución de carácter
crítico hacia lo que convencionalmente se conoce como Galería. Específicamente hablando, se
hace referencia a su trabajo “Auto Ruta”, donde lxs transeúntes se podían subir a los autos, siendo
parte de la puesta en escena de la galería. Este hecho, se vuelve un punto interesante y único, puesto
que tanto en galerías como museos convencionales no sucede, al estar estos situados en espacios
fijos.
De este modo, GDM va más allá del espacio físico, proponiendo a la vez una nueva forma
de institución, de modo que: “Acoge[...]diversos formatos de participación e interrelación, creando
relaciones y ensamblajes entre sujetos, modelos organizativos y cooperaciones sociales, más allá
de las disciplinas” (Droguett, p. 96). De esta forma, parte del objetivo de esta Galería es que tanto
artistas como espectadores puedan comunicarse sin hacer ningún tipo de distinción.
-Sofía Téllez.
El nombre del Museo de la Resistencia Salvador Allende hace alusión al Museo de la
Solidaridad, errante en el exilio. Un gesto religante del anhelo de un proyecto popular que un día
se perdió. El colectivo GDM hace de su práctica a la vez un rito necesario en esa “añoranza del
museo en sus funciones originales, como puente activo entre un pasado valioso y un presente
histórico, buscando un futuro que dé sentido a su existencia” (Perán, M., citado en Droguett p.35).
Encontrar en ese lugar común del barrio, la calle o un costado del museo aquellos relatos
que nos hacen pensar sobre nosotrxs mismxs. El micromuseo se vuelve entonces símil de la fogata
en torno de la cual realizamos la danza ritual, y su ética, el mito que volvemos a visitar con ojos
ciudadanos. Pues, su práctica hace del acontecimiento ritual del arte en tanto museo barrial, móvil
y disidente su propia institución.
-Matías Silva.
Esta galería se expresa muy bien como contraposición al resto de instituciones, rompe con
esta idea tradicional de lo que debe ser la institución, jugando con los límites de lo que es una
galería tradicional pero sin salirse del todo de su definición, crea una nueva forma de ver esta
institución pero implementando su visión, siendo una resistencia a la lógica neoliberal formando
una red de contactos desde la libertad de movilidad que tienen, esporádica, gente que les ayuda
desde el resignificado de lo local, involucrándose sin la burocracia que significaría trabajarlo desde
lo más tradicional. Desde mi carrera, Arte, me hace mucho sentido esta forma de trabajar ya que
me recuerda a mi desenvolvimiento dentro de la carrera, donde hacemos colaboraciones en base a
amistades con el afán de aprender de nosotres mismes, apoyarnos y sacarle el jugo a nuestra forma
de crear obra como colectivo independiente y lo más importante, de forma esporádica.
-Margot Terraza.
Desde la cualidad nómade del proyecto galería se establece un espacio cambiante, auto-
sustentado, que arriesga en lo impredecible su propia estabilidad. Ya sea por el clima, el tráfico o
la suerte del día, cada proyecto lleva al extremo su experiencia como institución, construyéndose
ésta en base a dichas experiencias.
“Costó mucho pero salió. Era un día súper difícil, llovió todo el día, súper fuerte y frío,
llegaron tres autos (...) Había un paso bajo nivel en (Avenida) Matta con Blanco Encalada que
estaba anegado, así con mucha agua; los autos parecían barcos. Fue lo más extremo de la ruta.”
El poner en aquella posición a la institución, compromete de igual forma al artista. Las
instituciones hegemónicas prometen y mantienen un estatus de estabilidad y protección, tanto al
artista como al público que las visita de forma constante, al contrario de esta experiencia incierta,
móvil y por ende conformada en acciones.
-Joaquín Fuentealba Escobar.
La GDM como una micro galería genera una micro institución que dialoga por su naturaleza
“itinerante” con distintos espacios que no constituyen el espacio físico tradicional institucional,
sino por el contrario, se traslada a calles nacionales e internacionales, con distintos recorridos en
donde realizan su práctica de arte popular: transitar con la memoria e identidad de lo local, lo
“chileno”. Su recorrido como galería itinerante realiza pequeñas intervenciones en espacios
públicos, como instalar su escudo amarillo con el nombre de la galería en el frontis del Arco de
Triunfo en Madrid, por poner un ejemplo. El poder instituyente que se genera a partir de estas
acciones, mueve a esta galería de lo precario a distintos lugares del mundo que legitiman el arte
identitario popular chileno que ha hecho de lo precario una institución con un discurso que hoy es
débil, con poca continuidad y presencia en la actualidad.
-Giovanna Centonzio.
A modo de cierre, comentar que esta lectura conceptual de la GDM surge a partir de la idea
de institución monstruo, esto es, quisimos hacer una lectura múltiple, fragmentaria, intentando dar
cuenta realmente de quienes somos.
Referencias bibliográficas:

-Droguett, R. M. (2020). Capítulo 1. Hacia el estatuto filosófico de lo paramuseal.


Discusiones en fuga entre el Museo como aparato estético y la Crítica Institucional (pp. 35-
106). (Tesis para optar al Doctorado, Universidad de Chile). Santiago de Chile, Chile.
-Sarret, V. D. (2012, 24 octubre). GALERÍA DANIEL MORÓN: UNA OBRA DE UN
COLECTIVO SIN NOMBRE. Artishock Revista.
https://artishockrevista.com/2012/10/24/galeria-daniel-moron-una-obra-colectivo-sin-
nombre/
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https://artishockrevista.com/2012/10/24/galeria-daniel-moron-una-obra-colectivo-sin-nombre/

(Enlaces a un sitio externo.)

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