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Autora
Septiembre 2011
1
Universidad Politécnica de Madrid
Escuela Universitaria de Arquitectura Técnica
Autora
M. CRISTINA DEL CAMPO MORENO
Directora
SILVIA ARBAIZA BLANCO-SOLER
2011
2
Resumen
Abstract
Carried out two extractions of bricks of different typologies from two arab baths
located in Toledo, I am about to carry out the comparative analysis of each
sample that will allow us to explore the constructive processes to which they
were subjected to achieve the physical and chemical characteristics necessary
which allowed him to develop his role without suffering any deterioration.
3
Índice general
Resumen ......................................................................................................................... 3
Abstract ........................................................................................................................... 3
Índice general ................................................................................................................. 4
1. Introducción ............................................................................................................ 7
1.1. Justificación del valor potencial de la investigación ................................. 7
1.2. Objetivos ......................................................................................................... 9
1.3. Estado del arte ............................................................................................. 11
1.4. Metodología general.................................................................................... 12
1.5. Siglas ............................................................................................................. 13
1.6. Agradecimientos .......................................................................................... 14
2. Las Termas Romanas como antecedente de los Baños Árabes................. 15
2.1. Fuentes documentales para el conocimiento de su construcción ....... 17
2.2. Distribución de una terma........................................................................... 21
2.3. Soluciones de calefacción adoptadas ...................................................... 25
2.4. Las Termas Romanas de Toledo. Amador de los Ríos. ....................... 29
3. Los baños árabes: El Hammam. ....................................................................... 32
3.1. Consideraciones en torno a la edificación islámica. .............................. 32
3.1.1. Arquitectos, maestros constructores y artesanos........................... 35
3.1.2. Dibujos arquitectónicos, técnicas de trazado y gastos.................. 37
3.1.3. Literatura sobre arquitectura y ordenanzas de oficios................... 38
3.1.4. Sistemas constructivos. ...................................................................... 39
3.1.4.1. Piedra: mampostería y sillería. .................................................. 39
3.1.4.2. Tierra: tapial, adobe y ladrillo..................................................... 41
3.1.4.3. Arcos y bóveda............................................................................. 45
3.1.4.4. Revestimientos............................................................................. 51
3.1.4.5. Carpintería y talla de madera. ................................................... 52
3.1.4.6. Trabajos en metal. ....................................................................... 53
3.2. Vinculación del agua al mundo religioso.................................................. 54
3.3. Arquitectura, construcción y funcionamiento del Hammam.................. 59
4
3.4. El declive de los baños árabes.................................................................. 72
4. Los baños árabes encontrados en Toledo ...................................................... 74
4.1. Geología, geomorfología y localización geográfica ............................... 74
4.2. Estudios arqueológicos............................................................................... 79
4.2.1. El área de la Catedral ......................................................................... 82
4.2.2. El área norte del barrio de San Nicolás. .......................................... 83
4.3. Interpretaciones acerca del baño árabe toledano. ................................. 85
5. El baño de Tenerías de Toledo ......................................................................... 88
5.1. Preliminares.................................................................................................. 88
5.2. Estancias contempladas............................................................................. 91
6. El ladrillo refractario de Tenerías. ..................................................................... 98
6.1. Introducción sobre el ladrillo refractario. .................................................. 98
6.2. Metodología de análisis ............................................................................ 103
6.2.1. Metodología aplicada en la extracción de muestras arqueológicas
105
6.2.1.1. Informe de Extracción arqueológica de muestras de ladrillo y
mortero en el baño árabe de Tenerías....................................................... 109
6.2.1.2. Informe de extracción arqueológica de muestras de ladrillo y
mortero en el baño árabe de “El Ángel” en Toledo .................................. 120
6.2.2. Relación de ensayos de laboratorio realizados ............................ 130
6.2.3. Metodología de ensayos de laboratorio......................................... 132
6.2.3.1. Preparación de probetas, fraccionamiento y denominación de las
mismas. ........................................................................................................... 133
6.2.3.2. Realización de ensayos de laboratorio .................................. 143
6.2.3.2.1. Ensayos Físicos .................................................................... 143
6.2.3.2.2. Ensayo de Microscopía Óptica de Polarización............... 146
6.2.3.2.3. Ensayo de Difracción de Rayos X...................................... 147
7. RESULTADOS ................................................................................................... 148
7.1. Resultados Cuantitativos .......................................................................... 148
7.2. Resultados Cualitativos ............................................................................ 151
8. CONCLUSIONES .............................................................................................. 153
8.1. REFERENTES A LOS RESULTADOS NUMÉRICOS OBTENIDOS EN
LOS ENSAYOS DE PROPIEDADES FÍSICAS ................................................ 153
5
8.2. REFERENTES A LOS RESULTADOS DEL ENSAYO DE
MICROSCOPÍA ÓPTICA DE POLARIZACIÓN. ............................................... 160
9. FUTURAS LÍNEAS DE INVESTIGACIÓN..................................................... 167
10. Bibliografía. ..................................................................................................... 170
6
1. Introducción
1.1. Justificación del valor potencial de la investigación
La cal y el yeso, junto con la tierra (adobe y tapial), cerámica, piedra y madera
fueron los seis únicos materiales constructivos que acompañaron en su
andadura a la arquitectura planetaria, desde su origen, hasta la modernidad
reciente.
El estudio que pretendo realizar sigue esta línea de investigación, ya que con la
extracción de una muestra (fragmento) de ladrillo procedente de un baño árabe
de Toledo: baño de Tenerías, en la sala del Hipocausto, y su posterior ensayo y
análisis, podríamos obtener los datos necesarios que nos permitan reconstruir
el posible proceso de cocción que le imprime el carácter refractario a la pieza.
Y, partiendo de estos resultados, elaborar una comparativa con un ladrillo
ejecutado en la actualidad.
7
Además, si fuera posible, extrayendo otra muestra del mismo baño localizada
en un muro de la sala fría, podría llevar a cabo un interesante estudio, que me
gustaría poder ampliar en la realización de un trabajo de Tesis, en el cual
tendríamos la posibilidad de contrastar los diferentes sistemas de elaboración
de dos piezas datadas en una misma época y que son parte integrante de una
misma edificación histórica.
8
1.2. Objetivos
1
DELGADO VALERO, Clara. Materiales para el Estudio Morfológico y Ornamental del Arte
Islámico en Toledo. Estudios y Monografías 3. Consejería de Educación y Cultura del Museo
de Santa Cruz. Toledo, 1987.
9
El análisis del tipo de alteraciones de un ladrillo permite conocer y evitar los
mecanismos que deterioran su composición y estructura original. Por esto, otro
objetivo importante, es el estudio de las huellas de alteración presentes en los
ladrillos históricos, en función de sus diferentes composiciones químicas y
mineralógicas, temperaturas de cocción, propiedades físicas y su ubicación en
el edificio estudiado. Estos análisis facilitan las tareas de conservación de
ladrillos con degradaciones en su estética, pero que no necesitan ser
sustituidos.
10
1.3. Estado del arte
Los baños árabes que han sido encontrados en Toledo no disponen de ningún
estudio de investigación que aporte información alguna acerca de la
composición y características físico-químicas de los ladrillos refractarios con los
que fueron construidos.
Así pues, en el trabajo que nos ocupa, abordo la novedosa y, por ello
interesante tarea de realizar los ensayos de laboratorio necesarios que me
permitan obtener datos de composición, densidad, porosidad, mineralogía,
cristalografía, etc. del material de construcción citado.
11
1.4. Metodología general
Así pues, enumero brevemente los pasos que hemos seguido en el mismo, sin
dejar de incidir en todas aquellas dificultades burocráticas con las que nos
hemos encontrado a la hora de adquirir el objeto de nuestro estudio: el ladrillo
refractario del baño árabe toledano.
12
1.5. Siglas
13
1.6. Agradecimientos
Y finalmente, mis últimos agradecimientos son para David Sanz Arauz por
quién he podido llevar a cabo todos los ensayos que completan estas páginas.
14
2. Las Termas Romanas como antecedente de
los Baños Árabes
2
ORTEGA ANDRADE, Francisco Historia de la Construcción. Libro Segundo: Romana y
Paleocristiana. Las Palmas de Gran Canaria: Universidad, Servicio de Publicaciones. Las
Palmas, 1993.
15
ello es que cuando en el Renacimiento la humanidad se siente llamada a
recuperar el lenguaje de la antigüedad clásica, los arquitectos se sentirán
obsesionados por las creaciones del genio romano, se las pondrán como meta
y harán de su obra, obra de discípulos, trenzando mil variaciones sobre estos
temas casi reverenciados como sacrosantos.
De todas estas termas los que mejor se conservan son las de Caracalla y
Diocleciano. Por este motivo a partir de ellas podemos reconstruir
perfectamente cómo eran en su periodo de mayor esplendor.
3
CHUECA GOITIA, Fernando Historia de la Arquitectura Occidental. I. De Grecia al Islam.
Editoriales Dossat. Madrid, 2000. pag. 147-151
16
2.1. Fuentes documentales para el conocimiento de su
construcción
Fue Vitruvio por quien conocemos las reglas de construcción de una terma. Así
pues, en su tratado de arquitectura explica mediante numerosas ilustraciones
los sistemas constructivos empleados, la orientación más apropiada y los
materiales que soportaran altos valores de temperatura y humedad. Según este
autor una terma consistía en un conjunto de dependencias comunicadas entre
sí en las que se encuentran numerosas pilas o alveos, bañeras o incluso
piscina, conteniendo aguas calentadas a distinta temperatura desde un hornillo.
El fuego obtenido de la combustión calentaba dichas estancias y se avivaba
desde la caldera o Praefurnium. El calor se transmitía al suelo y paredes del
Tepidarium y del Caldarium a través de diversos conductos formados por
estrechos tiros de chimeneas situados entre los muros, que tenían también
como misión expulsar el humo producido en el Hipocausis por encima de las
bóvedas o tejados que cubrían las termas. Es decir, diversos espacios
jerarquizados a tenor de su temperatura interior, la que aumenta desde la
puerta de ingreso interior hasta el hornillo.
17
VITRUVIO. (Los diez libros de Arquitectura de M.Vitruvio Polión, 1787)
18
VITRUVIO. (Los diez libros de Arquitectura de M.Vitruvio Polión, 1787)
,
4
VITRUVIO, M. Los Diez Libros de Arquitectura. (Facsimil de la Edición de 1787). Alta Fulla.
Barcelona, 1993. p.128.
19
Planta de la estancia de Baño Caliente e Hypocausis
VITRUVIO. (Los diez libros de Arquitectura de M.Vitruvio Polión, 1787)
20
2.2. Distribución de una terma
A. Apoditerium mujeres
B. Tepidarium mujeres
C. Caldarium mujeres
D. Hypocausis
E. Apoditerium hombres
F. Frigidarium hombres
G. Tepidarium hombres
H. Caldarium hombres
5
ADAM, J-P. La Construcción Romana. Materiales y técnicas. Editorial de los oficios. León,
1999.
21
Termas de Caracalla de Roma
Chueca Goitia, F. (Historia de la Arquitectura Occidental,2000)
22
El períbolo comprendía pórticos, exedras, gimnasios, salas de reunión y
audición, bibliotecas y un Semiestadio para juegos atléticos.
Las termas de Diocleciano, las más vastas de todo el Imperio, repetían con
variantes de detalle el plan fundamental de las de Caracalla. En el edificio
central el Caldarium, rotonda de menor tamaño que estaba flanqueado por el
Frigidarium y el Tepidarium, quedando la piscina en un atrio exterior. En el
períbolo, el Studium estaba sustituido por un vasto hemiciclo a manera de
teatro. Este lugar lo ocupa hoy la llamada plaza de la Exedra, una de las más
céntricas de la Roma actual. El Caldarium y Tepidarium fueron transformados
por Miguel Ángel y se convirtieron en la actual iglesia de Santa María de los
Ángeles. Una de las salas cupuliformes de uno de los ángulos del períbolo se
conserva todavía convertida en iglesia de San Bernardo.
23
Las termas de Roma fueron sucesivamente creciendo de tamaño. Las de
Agripa se cree que tenían aproximadamente 30.000 m², las de Trajano,
112.000; las de Caracalla, 122.000, y, por último, las de Diocleciano, 140.000.
Estas cifras nos demuestran la magnitud de las empresas romanas y el alcance
de una sociedad expansiva que el mundo no volverá a conocer hasta la llegada
de la revolución industrial.
24
2.3. Soluciones de calefacción adoptadas
25
encontraba un primer hormigón de tejolete de 15 o 20 cm de grosor y luego un
mortero fino que recibía un enlosado de mármol o un mosaico. El grosor total
de la suspensura era de30 a 40 cm, lo cual, añadido a los aproximadamente50
cm de las piletas daba al conjunto una altura de 80 a 90 cm.
La evacuación del aire caliente y del humo era aprovechada para continuar
calentando las estancias a través de las paredes. Para ello, como primera
solución adoptan la fabricación de ladrillos planos, cuadrados o rectangulares,
provistos de 4 o 5 uñas prominentes o pernos, llamados por este motivo
tegulae mammatae.
26
No obstante, la débil protuberancia de las uñas y el hecho de que las paredes
estuvieran enteramente separadas, no favorecía el buen tiro.
27
Apoyados a lo largo de las paredes, sobre el borde de la primera fila de ladrillos
de dos pies que cubría las piletas, los tubuli se fijaban sobre la pared mediante
una capa de mortero y a menudo se anclaban con grapas metálicas en forma
de T, que las sujetaban de dos en dos.
Se disimulaban luego con una capa de revoco que recibía un estuco, una capa
de pintura o un revestimiento de mármol.
28
2.4. Las Termas Romanas de Toledo. Amador de los Ríos.
Los vestigios arquitectónicos que se conservan en este lugar nos ilustran sobre
la monumentalidad que debió tener la ciudad de Toledo en época romana,
trazada y dotada siguiendo el modelo urbanístico imperante en el momento y
emanado desde la capital del Imperio: Roma.
29
Así, los restos arqueológicos conservados se convierten en referentes de los
sistemas y procesos constructivos empleados en la Ingeniería y Arquitectura
romanas de carácter civil, algunos de los cuales, como el empleo del hormigón
de cal (Opus caementicium), o el uso del arco formado por dovelas de piedra,
supusieron una auténtica revolución tecnológica en la Hispania de la época.
Estas innovaciones se encuentran bien representadas en este lugar, contando
también con un tramo de canalización o galería abovedada fabricado con Opus
Caementicium y un arco formado por dovelas y un arco formado por dovelas
graníticas almohadilladas, que debieron formar parte del suministro de aguas
limpias de la ciudad.6
6
ARRIBAS DOMINGUEZ, R. / JURADO JIMÉNEZ, F. La intervención de las termas romanas
de la plaza de Amador de los Ríos, 5 Monográficos del Consorcio I. Consorcio de la Ciudad de
Toledo. Toledo, 2005.
30
Sistema hidráulico de abastecimiento de las
Termas de Amador de los Ríos. Toledo
Autora M.C. del campo moreno
31
3. Los baños árabes: El Hammam.
32
Estas técnicas siguen vivas hoy en día y al estudiarlas podemos penetrar en
los métodos de construcción del pasado.
7
MICHELL, G. La Arquitectura del Mundo Islámico. Alianza Forma. Madrid, 2000. P.36.
33
ORTEGA ANDRADE, F. Distribución de la tipología constructiva de la arquitectura Islámica
(Historia de la Construcción. Libro Cuarto: Visigoda e Islámica, 1998).
Por otro lado, se trataba de una “arquitectura ligada al suelo” en el más amplio
sentido de la palabra. Los árabes estaban acostumbrados a estudiar
minuciosamente el emplazamiento antes de realizar cualquier construcción.
Olían y oteaban el lugar detectando los vientos dominantes, las vistas
despejadas y, siempre que fuera posible, la proximidad de un río o un
manantial. Toda la construcción musulmana es una arquitectura “cercana al
medio”, no sólo en el emplazamiento y en el análisis de la climatología, sino en
sus materiales. Quizás lo más valioso en la construcción musulmana sea el uso
sensible de los materiales y la comprensión perfecta de sus posibilidades para
la construcción y la decoración.
Entre los calificativos con que se ha tratado de definir a esta arquitectura nos
encontramos con aquella que la denomina “arquitectura cuántica”,
entendiéndose como tal a la secuencia o sucesión de espacios perfectamente
medidos y controlados, cuyos ejes cambian de dirección al sobrepasar el
dominio funcional. Un conjunto islámico puede seguir creciendo como lo hace
un arrecife de coral, nos comenta Francisco Ortega, y es muy difícil que
podamos precisar, por su planta, cuál es su construcción inicial y cuáles sus
ampliaciones.
También podemos señalar la “ausencia de vínculos entre la función y la forma”
como una de las características de la arquitectura musulmana. Así, no hay
34
ninguna forma, ni elemento constructivo que esté comprometido con ninguna
función determinada.
35
formal de los arquitectos del Islam de cualquier época, aunque se tiene
conocimiento del hecho de que a veces la profesión de arquitecto existía en
una familia durante varias generaciones.
36
3.1.2. Dibujos arquitectónicos, técnicas de trazado y gastos
Utilizaban pergamino para dejar constancia de sus diseños, según nos indica el
historiador al-Balawi acerca de la construcción de la mezquita Tulun en Fustat
(876-879), hasta que se introduce el papel procedente de China a partir del
siglo IX. Gracias a una miniatura del s. XVI encontrada en Afganistán
observamos que el plano arquitectónico utilizado disponía de una fina red de
líneas que surcaban el papel al completo, presumiblemente con el propósito de
establecer una modulación que facilitara la escala de las piezas utilizadas en su
construcción. A través de esta cuadrícula se ha podido observar la diferencia
de modulación, es decir, dimensiones de cubos distintas de un edificio a otro.
37
El empleo de una cuadrícula no excluía otros sistemas de dibujo basados en
coordenadas. En ambos queda patente el uso fundamental de la geometría en
la arquitectura, para así poder trasladar proporciones y medidas desde su
potencialidad a la realidad de su posterior construcción.
Es posible que fueran más corrientes los textos acerca de la aplicación de las
matemáticas, a la arquitectura práctica. Se conoce uno del autor iraní Giyat al-
Din Kasi (1423) que incluía tablas para el trazado de arcos, y se conservan dos
manuales de carpintería, uno en Irak y otro en Túnez, como manuscritos
únicos.
38
reglas para fijar los tipos de suelo, para regular los niveles de trabajo, y para
prohibir el uso de materiales inadecuados o baratos”.8
El tamaño de los ladrillos, de las viguetas de madera destinados a los pisos, del
entarimado y de las vigas de madera estaba asimismo sometido a reglas, así
como la calidad de la superficie de las tejas. El manual de hisba escrito en el
siglo IX por al-Nasir li-Din Allah recomienda que los fabricantes de ladrillo
cocido tienen que usar un tamaño uniforme de molde. Por el contrario, el
manual de hisba del s. XII de Ibn Abdun recomienda que los ladrillos han de
ser grandes adaptados al ancho del muro. En poder del almotacén, o colgados
de la mezquita mayor, deberá haber patrones del grueso de los tirantes y de las
vigas, así como del grueso de las tablas de solería. Estos patrones deberán
estar hechos de de madera dura, no susceptibles de carcoma. 9
Excepto en las regiones en las que la piedra escaseaba tanto que era
prohibitivamente cara, los muros tenían cimientos de piedra que se alzaban
hasta unos 50 centímetros por encima del nivel del suelo, o incluso más si era
probable que hubiera inundaciones. Los cimientos eran toscos cascotes o
cantos de río en las construcciones más baratas; de hiladas de sillería
toscamente labradas en la mayoría de los casos y de sillares pulimentados
solamente en los edificios más grandes y elegantes. Se escogía la piedra más
dura de la que se podía disponer, con frecuencia granito o basalto. Los
cimientos se hundían casi siempre por debajo del nivel del suelo, y su
profundidad oscilaba entre los 50 cms en las construcciones pobres, hasta los
11 m en el caso de altas edificaciones.
8
CLÉVENOT, D. Ornamentación del Islam. Ediciones Encuentro. Madrid, 2000.
9
MICHELL, G. La Arquitectura del Mundo Islámico. Alianza Forma. Madrid, 2000
39
MICHELL, G. La labra de sillares de piedra en la arquitectura Islámica.
(La Arquitectura del Mundo Islámico, 2000)
Hay algunos indicios de que el mortero hecho con cal, cuando se podía
obtener, se prefería para los cimientos y las esquinas de los edificios. El
mortero de yeso se usaba entonces para rejuntar las uniones de las superficies
exteriores de sillería o ladrillería, en cuyo caso el mortero de los lados interiores
y núcleo de los muros normalmente no era más que una lechada de arcilla
local, en ocasiones mezclada con paja o barcia.
En numerosos lugares del mundo islámico parece ser que durante mucho
tiempo fue costumbre construir con sillería el piso bajo, incluso a veces el
primer piso, y después cambiar el modo de construcción para pasar al ladrillo
en los pisos superiores. Era también una técnica habitual en la construcción de
alminares.
40
Esta costumbre de aprovechar material antiguo desapareció en el momento en
que el suministro se fue acabando, aproximadamente en la época abasí, hecho
por el que a partir de entonces tuvieron que ejecutar desde el comienzo los
elementos constructivos.
“La sillería adoptó la forma de hiladas alternas desde una fecha temprana. Una
de sus variaciones consistía en alternar hiladas de sillería con ladrillo.
En su vertiente decorativa, la piedra adoptó una utilización más precisa al
valerse de sus diferencias de color para subrayar las figuras y formas
arquitectónicas frente al simple aplacado del paramento.
Los vanos de piedra en la arquitectura islámica temprana empleaban con
frecuencia dinteles, a veces con arcos de descarga de piedra sobre ellos,
según la costumbre romana y bizantina. Los musulmanes adoptaron muy
pronto el dintel “engrapado” (de dovelas trabadas), con el tiempo estas formas
de trabazón se volvieron más complejas, sirviendo a fines más decorativos que
funcionales.”10
10
MICHELL, G. La Arquitectura del Mundo Islámico. Alianza Forma. Madrid, 2000.
41
“Se construyen muros con ella (la tierra) utilizando dos tablas
de madera cuyos tamaños varían según la tradición local. El
tamaño corriente son cuatro codos por dos (1.70x85 cm). Se
colocan sobre los cimientos. La distancia entre ambas depende
de la anchura de los cimientos que el constructor considere
apropiada. Se unen entre sí con piezas de madera fijadas con
cuerdas y bramante. Entonces se echa tierra mezclada con cal
viva dentro (de este bastidor). La tierra y la cal viva se baten
con instrumentos especiales… hasta que todo esté bien
mezclado. Después se añade tierra una segunda y tercera vez
hasta que se rellena el espacio entre las dos tablas. Entonces
la tierra y la cal viva se han combinado y han formado una sola
superficie. Luego se colocan encima, y del mismo modo, otras
dos tablas y (todo) se hace de igual manera…y después así
pieza por pieza hasta que se ha levantado todo el muro, que
está tan firmemente unido como si fuera de una sola pieza”11
Existía otra técnica para ejecutar muros de tierra sin utilizar encofrados. En
este caso la tierra apelmazada se coloca formando altas hiladas que se dejan
secar antes de ponerse encima las siguientes. Una hilada típica, de 40 a 50
cms de altura, es más ancha en su parte inferior, de manera que sobresale
ligeramente de la que tiene debajo, dando lugar a una separación óptima entre
las hiladas que con frecuencia se acentúa debido a la acción de los elementos.
11
MICHELL, G. La Arquitectura del Mundo Islámico. Alianza Forma. Madrid, 2000. pp. 110 y
111.
42
fuera. Por el contrario, la consolidación de los mismos con el transcurso del
tiempo tiende a reforzar el edificio.
MICHELL, G. Muros de barro: hilada formada por bolas de arcilla apelmazada por percusión.
(La Arquitectura del Mundo Islámico, 2000)
El Ladrillo
Aunque los árabes construyeron en cada lugar con el material local, puede
decirse que es la construcción en ladrillo la que ha definido a su arquitectura.
Cuando se trataba de un edificio público y mínimamente monumental se
nombraba un almotacén o persona celadora de las dimensiones de los
materiales y de las proporciones de las mezclas. A éste le correspondía velar
por los patrones de los ladrillos, el grueso de las tablas y las dimensiones de
las escuadrías de las vigas. Primeramente se fijaban los patrones de los
ladrillos y con estos se fabricaban las gradillas, en las que se moldeaban los
ladrillos.
Los árabes usaban con mucha frecuencia el adobe o ladrillo crudo, secado al
sol, para los que usaban cualquier tierra arcillosa, arena y paja, que tras un
secado de no más de 48 horas, protegido de la lluvia y del sol directo,
43
quedaban listos para ser colocados. El adobe era un material económico y
doméstico, que era colocado por quién lo hacía, y por esta razón no pasaba al
horno. Pero en la obra pública y cuidada, los ladrillos elaborados con arcillas
escogidas, después de 72 horas de secado en las condiciones citadas, se
sometían a cochura por un tiempo también de 3 días en grandes hornos de
pila, que se cargaban y descargaban por la parte superior y en los que se
utilizaba un combustible que podía variar desde el estiércol seco hasta
arbustos y palos.
El mortero que comúnmente se usaba al colocar los ladrillos era una mezcla de
barro y paja cuando se trata de ladrillos secados al sol y yeso para el ladrillo
cocido, excepto en lugares expuestos a la humedad en los que se empleaba un
mortero de cal y arena.
44
El uso de ladrillos que forman una decoración entretejida aparece por primera
vez en el s. VIII en el palacio de Ujaydir inspirándose en la decoración del
ladrillo de la antigua Roma. Evolucionó el sistema al colocar ladrillos en
entrante y saliente lo que permitió la realización, mediante sombras, de
inscripciones caligráficas. También se hizo uso de ladrillos vidriados en la
decoración, especialmente aquellos coloreados en lapislázuli que cubrían parte
de la superficie de la fachada insertados a intervalos espaciados.
Más sorprendente aún es la técnica de las incrustaciones en la fábrica,
mediante azulejos, marfiles y otras piedras semipreciosas. Para ello, sobre los
ladrillos de la fábrica que había de quedar vista, se tallaban con cincel y
exquisito cuidado, los huecos dentro del cual se alojarían las piezas rómbicas,
circulares o de estrellas que engalanaban al muro.
45
3.1.4.3.1. El arco de medio punto
46
El arco apuntado tomó distintas formas. Así lo encontramos con sus dos ramas
curvadas, simétricas o de dos centros.
47
3.1.4.3.3. El arco de herradura
12
CHOISY, A. El Arte de Construir en Roma. Instituto Juan de Herrera: Centro de Estudios y
Experimentación de Obras Públicas. Madrid, 1999.
48
3.1.4.3.4. El arco de herradura apuntado, de directriz mixtilínea
De clara traza y aire oriental tomó formas muy variadas y fue ejecutado tanto
en ladrillo, como en piedra.
49
3.1.4.3.6. Bóveda
50
3.1.4.4. Revestimientos
Los enlucidos.
En primer lugar se mezcla la cal con una finísima arena resultante del molido
de mármol. Tras dejar fermentar una semana se procede a su aplicación capa
a capa. Se extienden dos o tres capas y, a cada una de ellas, con
independencia, se las golpea durante 3 días con piedra. Finalmente se pule 3
veces con piedra pómez. Una semana más tarde se cepilla con agua haciendo
uso de un cepillo fino y es entonces cuando la superficie cambia de color
adquiriendo una tonalidad crema. Luego se aplica con un paño a mano, tuétano
51
de hueso, lo que contribuye a completar el bruñido y el aspecto de mármol que
presenta.
La diferencia con el enlucido de yeso estriba en que requiere de 3 trabajadores:
uno que cribe, otro que amase y evite su fraguado inesperado, y otro que
aplique o incluso moldee de modo decorativo la superficie a enlucir. En este
caso, se deja la capa solidificar después de haber sido extendida para proceder
a su posterior talla con cuchillo o molde.
Aunque se sabe que en los países islámicos existe escasez de esta materia
prima, los techos eran en su mayoría de madera, a menudo ricamente tallada,
y las ventanas con celosía de madera fueron siempre un rasgo corriente en
arquitectura doméstica.
El hecho de que se aprovechase la madera vieja era probablemente debido,
más que a una gran escasez, a sus connotaciones originarias o que había
adquirido un cierto grado de santidad.
52
3.1.4.6. Trabajos en metal.
53
3.2. Vinculación del agua al mundo religioso.
Hay una frase muy característica de la religión árabe, que dice así: “la limpieza
es parte de la fe” (al-nazafa min al-iman). La frase corresponde a un hadit, y
ello quiere decir que está directamente vinculada a la figura del propio profeta
Muhammad, a su conducta personal, a toda la tradición que en torno a él se ha
ido elaborando en la doctrina islámica.
La frase expresa con absoluta claridad lo que en un principio ético e ideológico
indiscutible: la vinculación de la noción de “limpieza” al mundo de lo religioso,
como elemento inseparable de la fe que es ejemplar manifestación de ella.
54
El Hamman no tenía como misión sólo la limpieza corporal pues, como piensa
el profesor Lévy-Provenzal, la limpieza del cuerpo en el mundo islámico es una
obligación religiosa: las abluciones o aguado (al-wudu). Así pues, además de
las abluciones que se hacían en las fuentes o mida de los patios (sahn) de las
mezquitas, el baño cumple una función ritual muy importante, y era uno más de
los modos para alcanzar la pureza legal antes de la oración, lo que en la
teología islámica se denomina tahara.
55
VILCHEZ VILCHEZ, C. Tramo central. Baño de Alhama (Algarra, J.)
(Baños Árabes, Granada, 2001)
56
Sin embargo el hammam, además de rito religioso era entendido como
expresión del placer corporal provocado por las fases de cambio de
temperaturas extremas, al igual que ocurría en las termas romanas, y nos
repite el sentido hedonista de la vida islámica. Para comprender mejor este
aspecto transcribo un poema del escritor Ibn Baqi:
“Es falsa la creencia según la cual el baño fue en España una práctica
exclusiva de la población islámica y no de la cristiana y judía. Por el contrario,
entre los cristianos se bañaban reyes, nobles, burgueses e incluso frailes y
monjas”16
Numerosas fueron las ciudades que recogen la regulación del uso de los
baños, utilizados en los siglos XII, XIII y XIV. En algunas ciudades se empleaba
el baño por las tres etnias conjuntamente, y en otras había días concretos para
cada una. Este aspecto novedoso en el estudio de los baños fue dado a
conocer por primera vez por Aníbal Ruiz-Moreno, en su exilio de Buenos Aires.
Incluso se llegaron a construir nuevos baños idénticos a los árabes en ciudades
16
GOODWIN, G. España Islámica. Editorial Debate. Madrid, 1991.pp. 25-26
57
como Barcelona y Gerona en el siglo XII, y musulmanes granadinos erigieron el
baño del palacio de Tordesillas por orden del rey castellano Alfonso XI en el
siglo XIV.
58
3.3. Arquitectura, construcción y funcionamiento del
Hammam.
17
VILCHEZ VILCHEZ, C. Baños Árabes. Granada guías de Historia y Arte. Los libros de la
estrella. Diputación de Granada. Granada, 2001.
59
MICHELL, G. Hammam de Istambul s. XVIII
(La arquitectura del mundo islámico, 2000)
18
TORRES BALBÁS, L. Los baños públicos en los fueros municipales españoles. Al-Andalus
Tomo XI. Madrid, 1946.
60
ORTEGA ANDRADE, F. Baño del Palacio de
Comares
(Historia de la Construcción IV, 1998)
Por lo general, la planta del baño musulmán consta de una primera estancia
denominada al-bayt al maslaj, que corresponde a aquella bautizada en Roma
como apoditerium, vestíbulo de ingreso donde el cliente descansa, espera y se
desviste. Servía de guardarropa y sala de reunión, ya que en los muros de esta
estancia suelen abrirse taqas, camarillas de escaso fondo destinadas a
depositar la ropa. Exterior a esta zona solían venir emplazadas las letrinas,
retrete abierto por una ranura vertical en el suelo donde corría el agua,
generalmente un pequeño cubículo.
61
La siguiente estancia es denominada al-bayt al-barid, que corresponde a la
sala fría, o frigidarium en una terma romana. Estas dos salas, generalmente de
planta rectangular, suelen estar atajadas en sus extremos mediante arcos
perpiaños o gemelos, que originan espacios destinados al reposo (iwan). 19
19
IWAN. No han de confundir este espacio dedicado al reposo con aquél de los palacios persa-
sasánidas. Este último era una sala rectangular o cuadrada, con 3 de sus 4 lados cargados,
que servía de acceso a dichas edificaciones.
62
Sala Templada. Baños Bañuelo y de la Judería de Baza.
VILCHEZ VILCHEZ, C. (Baños Árabes, Granada, 2001).
63
Sala Caliente en Baños Comares y Polinario. VILCHEZ VILCHEZ, C. (Baños Árabes, Granada,
2001).
64
Hypocausis. Baño de la plaza del mercado de S. Agustín
VILCHEZ VILCHEZ, C. (Baños Árabes, Granada, 2001).
20
JENNER, M. “Sana’a-Summit of Islamic urbanism”,The International Magazine of Arab
Culture. Iraqui Cultural Centre of London. Londres, 1984. pp. 54 y 55
65
En el interior se cubrían los muros con un duro estuco, algunas veces
policromado, para poderlos limpiar fácilmente y con asiduidad. La disposición
en muros de los huecos de paso de una sala a otra determinaba ejes
quebrados de entrada y salida.
66
VILCHEZ VILCHEZ, C. Fuente baja de la Sala Vestuario. Baño del palacio de Dar al-Arusa
(Baños Árabes, Granada, 2001).
67
VILCHEZ VILCHEZ, C. Detalle de lucernas. Baño de Comares
(Baños Árabes, Granada, 2001).
21
DELGADO VALERO, C. Toledo Islámico: ciudad, arte e historia. Caja de Toledo. Toledo,
1987. p. 280.
68
Canalización. Baño de Tenerías. Toledo.
Autora M.C. del Campo Moreno
69
Si la orografía así lo requería, se utilizaban las norias (na’wra) que subían el
agua desde las acequias o ríos, como encontramos en los baños de Ronda o
en el de Dar al-Arusa en el cerro del Sol, sobre el Palacio del Generalice.
VILCHEZ VILCHEZ, C. Alzado y Planta del Baño de Alhama (dibujo Manzano Martos, R)
. (Baños Árabes, Granada, 2001).
70
El funcionamiento del baño público estaba perfectamente regulado y se
prohibía expresamente la coincidencia de hombres y mujeres. Según el
arrendador Ibn Abdun “el arrendador del baño no puede sentarse en el
vestíbulo cuando éste se abre para las mujeres, por ser ocasión de libertinaje o
fornicación”.22
Por las mañanas acudían los hombres y, por la tarde, las mujeres, las más
asiduas clientes del hammam en opinión del profesor Rachel Arié. Allí se
reunían con amigas y conversaban mientras se dedicaban largo tiempo al
cuidado de la piel con aceites y al teñido del pelo con alheña. A su servicio
estaban las maquilladoras o masita. Ibn Abdul especifica que “las pilas de los
baños públicos deben estar tapadas, porque si quedan al aire libre no se podrá
evitar que se ensucien, siendo así que estos lugares han de ser limpios por
definición”.23
22
PORRES MARTÍN - CLETO, J. Un enigma histórico El baño de la Cava. Fundación Juanelo
Turriano. Toledo, 1991. p.p. 75-76
23
PORRES MARTÍN - CLETO, J. Un enigma histórico El baño de la Cava. Fundación Juanelo
Turriano. Toledo, 1991. p.p. 81-82
71
3.4. El declive de los baños árabes
24
ALLAH, A. El siglo XI en 1ª persona. Traducción de E. Lévi- Provencal y Emilio García
Gómez. Alianza Editorial. Madrid, 1980.p.87
25
MICHELL, G. La Arquitectura del Mundo Islámico. Alianza Forma. Madrid, 2000. p.p.93-94.
72
elegir entre la conversión masiva o el destierro al norte de África. Ante esta
disyuntiva, los moriscos que quedaron en España decidieron lo que el
antropólogo Julio Caro Baroja denominó como fenómeno de la taqqiya o
“disimulación” ante el poder hostil de los cristianos. Nos encontramos pues en
todo el siglo XVI con “moriscos disimuladores” que en público visten con
discreción y han abandonado sus costumbres y la fe islámica, y en privado
practican sus ritos y son auténticos musulmanes o “creyentes.
Vencidos finalmente, los moriscos fueron expulsados por Felipe III en 1610. A
partir de entonces los baños dejaron de utilizarse derribándose muchos de
ellos; no obstante, por suerte algunos han llegado hasta nuestros días, como el
de Tenerías (Toledo), objeto de este estudio.
26
GRABAR, O. ETTINGHAUSEN, R. Arte y Arquitectura del Islam 650-1250. Ediciones
Cátedra. Madrid, 2000. p.23.
73
4. Los baños árabes encontrados en Toledo
Toledo en 1934
74
Topográficamente la ciudad de Toledo delimita tres grandes regiones, al Sur se
encuentra la Meseta Toledana, al Norte la región de La Sagra, y la parte
central, lo constituye el Valle del Tajo.
75
Las rocas plutónicas afloran al Sur de la Meseta y están representadas por un
batolito granítico intrusivo de edad hercínica, en el que se distinguen
granodioritas y adamellitas.
76
correspondientes al Mioceno Superior. En general, hacia el Oeste y a lo largo
del valle del río Tajo, aparece una monótona sucesión de margas rojizas y
arenas arcósicas, más o menos arcillosas, con algunos niveles delgados de
cuarcita, cuarzo, y rocas cristalinas muy alteradas. Esta facies detrítica se
denomina «Facies Toledo» y es característica del borde sur de la fosa del Tajo.
En el margen izquierdo del río Tajo (al Sur), dentro de la llanura aluvial, se han
localizado restos de antiguas tejeras, que por el fácil acceso a la ciudad de
Toledo, su proximidad al río y por las arcillas que aparecen intercaladas en
terrazas aluviales cuaternarias, en las que abundan limos, arenas y arcillas,
estaban ubicadas en zonas perfectas para fabricar los ladrillos de la mayor
parte de los edificios históricos de Toledo.
La serie miocena del borde Sur de la Cuenca del Tajo, se puede dividir en
cinco unidades litoestratigráficas, en función de su mineralogía y química
(García Romero E.et al, 1990). Las formaciones con carácter más terrígeno
(«Formación de Arenas Gruesas Rojas», «Formación de Arenas Gruesas
Pardas» y «Formación de Arenas Finas con Sepiolita, Sílex y Carbonatos»),
presentan una composición mineralógica resultante de los procesos de
herencia de los productos de alteración del área fuente, a excepción de los
niveles de sepiolita y ópalo que aparecen en la «Formación de Arenas Finas
77
con Sepiolita, Sílex y Carbonatos», que son depósitos autígenos. Las
formaciones detríticas más finas («Formación de Arcillas Rojas de la Sagra» y
«Formación de Arcilla Verdes») son el resultado de fenómenos de
transformación y neoformación.
78
de «mud-flat» depositada en los márgenes del núcleo evaporítico de la cuenca.
El techo de esta formación está formado por una alternancia de lutitas, arenas
y carbonatos, que ocupan la posición estratigráfica más alta.
79
RUÍZ, A. / LLINAS, C. Mapa de Toledo con la situación de baños
80
del agua. A partir de ahí, parecen quedar como factores de segundo orden la
cercanía a las mezquitas y la accesibilidad.
81
4.2.1. El área de la Catedral
82
Fig. Barrios de Cenizal y Pozo Amargo
PASSINI, J. Área del barrio San Nicolás. (Los baños y el agua en Toledo,2006).
83
No se ha podido localizar ninguno de estos baños, ni seguirlo después en los
textos. Por el contrario, el análisis del espacio y de las construcciones actuales
permitió hallar dos estructuras subterráneas en la zona norte del barrio, junto al
cauce natural de evacuación de aguas que desciende desde el punto más bajo
de la calle de Alfileritos, al pie de la colina de los Usillos, hacia la puerta de Bab
al-Mardum. A estas sub-estructuras, que evocan las de los baños antiguos,
vamos a llamarlas baño del Refugio y baño de Bab al-Mardum.
PASSINI, J. Área del barrio San Nicolás. (Los baños y el agua en Toledo,2006).
84
4.3. Interpretaciones acerca del baño árabe toledano.
Existen pues varios aspectos, como las razones de la distribución de los baños
o las fechas de su construcción en la ciudad, de los siglos X y XIII, en los que
las teorías existentes coinciden en afirmar que las garantías de abastecimiento
de agua prima en la elección de la ubicación del baño sobre la posible cercanía
a una mezquita, o la buena accesibilidad.
85
En el análisis realizado por los estudiosos de la materia (J.Passini, J.M. Rojas,
Clara Delgado, Carlos Barrio), sobre las funciones de las distintas estancias de
los baños toledanos, han creído encontrar varias características comunes que,
salvando las pequeñas diferencias que hay entre todas ellas, ya que no hay
ninguno igual a otro, las confieren una cierta singularidad respecto a la mayor
parte de los baños que se conservan en el antiguo al-Andalus. “Una de esas
características es la existencia de una sala de reposo y/o masaje, de pequeño
tamaño, claramente diferenciada de la sala templada. En Toledo no se conoce
ningún baño en el que esta sala sea mayor, o mucho mayor, que la caliente y
que, por tanto, hubiera concentrado las funciones de reposo y/o masaje junto a
las de aseo personal que, de por sí, se desarrollan en ella”.28
28
ROJAS, J.M. / GARRIDO, G. Informe final de Intervención Arqueológica en el baño de “El
Angel” en Toledo. Consorcio de la Ciudad de Toledo. Toledo, 2007. p.36.
86
que funcionase cualquier baño, como la compartimentación en distintas salas
con distintas temperaturas y una importante distribución de agua para letrinas
pilas y bañeras. A partir de ahí, cabe pensar que en cada baño se llevaban a
cabo las adaptaciones que requerían sus necesidades concretas.
87
5. El baño de Tenerías de Toledo
5.1. Preliminares.
88
Los Baños fueron descubiertos y excavados entre 1988 y 1989.
Posteriormente, en 1997, la Confederación Hidrográfica del Tajo encargó
nuevas excavaciones y estudios a los arqueólogos Juan Manuel Rojas y
Ramón Villa. Los trabajos de investigación confirmaron la importancia del
yacimiento y la existencia de una ocupación humana durante la Edad Media,
que debió prolongarse hasta la Edad Moderna.
Intervención previa.
Limpieza inicial.
Consolidación.
Puesta en valor y adecuación del yacimiento arqueológico.29
29
Arqueología y Patrimonio, S.L. Parque Arqueológico de Tenerías (Toledo). Intervención
arqueológica. Memoria final de la Excavación. Consejería de Educación y Cultura. Toledo,
1998.
89
Baño de Tenerías, antes de su intervención arqueológica. Toledo.
EL CONSORCIO DE TOLEDO. (Monográfico de Baños Árabes. Toledo, 2006).
90
5.2. Estancias contempladas.
Dentro de las estancias podemos distinguir:
Vestuario (al-maslah)
Distribuidor
Letrinas
Sala de reposo y masajes
Sala templada (bayt al-wastani)
Sala caliente (bayt al-sajun)
El aljibe
Caldera e Hipocausto30
El vestuario (al-maslah)
30
ROJAS, J.M. Informe de Intervención Arqueológica en B.A. Tenerías. Consorcio de la Ciudad
de Toledo. Toledo, 1998.
91
La siguiente sala a la que se accedía de manera obligada desde el vestuario,
era una pequeña estancia de planta ligeramente rectangular, donde se
hallaban las puertas que comunicaban con las salas de baño, las letrinas y el
vestuario. Se cree que en el interior de dicha estancia existió una fuente o pila
en la que se recogía agua limpia para distintos usos.
Letrinas
92
una especie de banco de obra que, en los momentos de uso del baño, podría
estar cubierto por una estera y/o entarimado.
Esta sala es común en los baños toledanos y se cree podría servir como lugar
destinado a la preparación anterior a la inmersión, llevándose a cabo en ella
los frotamientos en seco a fin de activar la circulación sanguínea. Aunque
también es posible que se utilizara como sala de secado.
31
TORRES BALBÁS, Leopoldo. El baño de Torres Torres (Valencia) y otros levantinos. Al-
Andalus Tomo XVII.2 Madrid, 1952.p. 123
93
Sala Caliente (bayt al-sajun)
El Aljibe
Fue construido junto a los muros occidentales de las salas caliente y templada.
Sus paredes eran muy bajas, apenas 1 m y además del depósito principal,
cuya planta era rectangular con un quiebro en el muro meridional, tenía una
94
prolongación a modo de canal abovedado, que llegaba hasta la sala
distribuidor.
A fin de poder efectuar una buena distribución del agua en la mayoría de las
salas, el aljibe estaba elevado a más de 1,60 m, al tiempo que se disponía de
varios canalillos que surcaban la parte superior de los muros. Probablemente,
servirían para distribuir el agua caliente procedente de la caldera.
Caldera e Hipocausto
95
La estructura del hipocausto está construida de forma independiente al resto
del edificio, dado que el suelo de la sala caliente se apoyaba sobre un sistema
de falsas bóvedas, sustentadas por ocho pilares y por un murete perimetral.
96
Toda la estructura era de ladrillos trabados con barro refractario que permitía
absorber grandes dilataciones en momentos de altas temperaturas sin que se
produjeran agrietamientos en ninguno de sus paramentos.
97
6. El ladrillo refractario de Tenerías.
6.1. Introducción sobre el ladrillo refractario.
32
GYMPEL, J. Historia de la Arquitectura de la Antigüedad a nuestros días. Ediciones
Könemann. Barcelona, 2005, p.p.65-66
98
“Los efectos de la contaminación ambiental por gases producidos en la
combustión de vehículos, industrias y calefacciones de los hogares, tales como
NOx, SO2 ó CO2, (Massey S.W., 1999; Cultrone G. et al., 2000), así como, el
vertido de soluciones con elevadas concentraciones de metales pesados a las
aguas (Deely J.M.& Fergusson J.E., 1994; Klavins M. et al., 2000), cuya
evaporación conlleva a la posterior deposición de estas partículas sobre los
materiales durante las precipitaciones (como lluvia ácida, por ejemplo),
reaccionando con los mismos y provocando su disolución, y la reprecipitación
de minerales secundarios, como costras enegrecidas de alteración de yeso,
apatito, singenita, oxalato, acetato, o pátinas de oxidación (Bowler G.K. et al.,
1996; Sabbioni C. et al., 1998; 2003; Valls del Barrio S. et al., 2002,
Moropoulou A. et al 2003). La acción de los organismos, hongos, líquenes,
algas, etc, también puede producir efectos negativos en los materiales de los
edificios (Danin A., 1993; Carballal R. et al., 2001; Mottershead D. et al.,
2003)”.33
33
LÓPEZ ARCE MARTINEZ, P. Tesis: Ladrillos de edificios históricos de Toledo:
caracterización, origen de las materias primas y aplicaciones para su conservación y
restauración. Universidad Complutense de Madrid. Madrid, 2004. p.p. 145-146.
99
empleados o la convivencia conjunta de diferentes culturas, pudiendo así
visualizar en el presente el legado arquitectónico del pasado. Esta
rehabilitación del patrimonio arquitectónico mejora a su vez la fuente regional
de riqueza que genera el turismo.
100
empleadas en el campo de la mineralogía, petrología y geoquímica son muy
útiles para el estudio de materiales cerámicos arqueológicos, y utilizadas de
forma complementaria proporcionan unos resultados más fiables que la
utilización de una sola técnica.
34
LÓPEZ ARCE MARTINEZ, P. Tesis: Ladrillos de edificios históricos de Toledo:
caracterización, origen de las materias primas y aplicaciones para su conservación y
restauración. Universidad Complutense de Madrid. Madrid, 2004.
101
La MEB junto con el análisis elemental semi-cuantitativo utilizando
espectrómetros de energía dispersiva de rayos X (EDX), proporciona imágenes
de alta calidad que facilitan la interpretación de numerosos problemas
arqueológicos. La información sobre el grado de vitrificación de cerámicas
antiguas, y sus correspondientes temperaturas de cocción obtenidas mediante
análisis de MEB permiten distinguir entre diferentes tradiciones en la tecnología
cerámica de tiempos históricos. Los análisis de microsonda electrónica (ME),
combinando la óptica electrónica con el análisis químico puntual de pequeños
granos minerales accesorios característicos, contenidos en la matriz del ladrillo
determinan su composición, identificando así su procedencia. La DRX y los
ATD se han aplicado frecuentemente al estudio de fases minerales y
compuestos químicos en materiales cerámicos. La espectroscopia Mössbauer
es una técnica muy adecuada para el estudio de las fases minerales de hierro
en un amplio rango de muestras y de sistemas complejos. Esta técnica es
particularmente útil para estudiar materiales cerámicos, porque los análisis
cualitativos y cuantitativos de los compuestos y estados de oxidación de hierro
proporcionan información relacionada con el color, técnica de cocción y
tecnología de fabricación de la cerámica.
102
6.2. Metodología de análisis
103
los recocidos, que se basa en la aparición y desaparición de especies
minerales una vez que se haya superado la temperatura de cocción original.
Antes de llegar al laboratorio, el ladrillo muestreado debe incluir una ficha con
la historia del edificio en restauración (incluir el apéndice referente al baño de
Tenerías), el estilo arquitectónico, la edad aproximada, las técnicas de
extracción y la posición de muestreo exacta, para conocer su ambiente de
conservación: por ejemplo, las condiciones de enterramiento, insolación,
irrigación, etc. Posteriormente, en el laboratorio se realiza la caracterización
instrumental y tecnológica.
35
LÓPEZ ARCE, P., GARCÍA GUINEA, J., GRACIA, M., OBIS, J. (2003). Bricks in historical
buildings of Toledo City: characterisation and restoration. Materials Characterization, Vol 50,
pp-59-68.
104
Muestra de ladrillo a ensayar
Autora M. C. del Campo Moreno
36
CABALLERO ZOREDA, L. “Método para el análisis estratigráfico de construcciones
históricas o lectura de paramentos”, Informes de la construcción, 46,n. 435, 37-46. Madrid,
1995
105
del mismo, sus características constructivas (a soga a tizón…) y
de que elemento constructivo forma parte (si del hipocausto, de
una piscina, de la cámara de combustión, de la de cocción…)
B.2) Descripción de la propia muestra in situ: medidas, a que
altura o hilera se halló, en que parte de la estructura, color y
material de composición.
B.3) Documentación fotográfica de la muestra “in situ” y con
escala o jalón y brújula o indicador que indique el norte
geográfico, para referenciarla visualmente en el contexto
arqueológico.
106
cartón duro) amortiguado dentro con material blando (papel, tela) para impedir
daños en el transporte.
107
INFORME DE EXTRACCIÓN ARQUEOLÓGICA DE
MUESTRAS DE LADRILLO Y MORTERO EN EL BAÑO
ÁRABE DE “TENERÍAS” EN TOLEDO
108
6.2.1.1. Informe de Extracción arqueológica de muestras de ladrillo y
mortero en el baño árabe de Tenerías
DATOS DE INICIO.
109
Color del ladrillo: Rojizo grisáceo.
Situación en el pilar: Mortero de cohesión entre el ladrillo perteneciente a la
primera hilera y el de la siguiente de un pilar incompleto.
Material de composición: Cal, arena, agua y arcilla.
110
PLANTA DEL BAÑO ÁRABE DE “TENERÍAS” EN TOLEDO.
SITUACIÓN ACTUAL (R. VILLA Y J.M. ROJAS).
111
MOTIVOS DE ELECCIÓN DE LAS MUESTRAS.
112
6. Al haberse detectado, tras una observación minuciosa de la sala, que
era factible el desprendimiento del ladrillo sin relativo esfuerzo en su
procedimiento.
113
HERRAMIENTAS UTILIZADAS EN LA EXTRACCIÓN.
Paletín.
Escoplo.
Martillo.
Bolsa y etiqueta.
Caja de cartón.
Cinta Métrica.
METODOLOGÍA DE EXTRACCIÓN.
114
3. Proceso de extracción de la muestra. Este es diferente dependiendo
del tipo de muestra extraída.
115
recomendable en este caso es un envoltorio plástico para evitar la
pérdida de cualquier fragmento que pudiera desprenderse.
DOCUMENTACIÓN FOTOGRÁFICA.
Muestra 1 (LRT)
Extracción de ladrillo refractario
de uno de los pilares
pertenecientes a la sala
hipocausto de Tenerías.
Utilización del escoplo y el
paletín.
116
Muestra 2 (MRT)
Extracción de mortero refractario
del pilar contiguo al del ladrillo
perteneciente a la sala
hipocausto de Tenerías.
Utilización de un paletín.
Sala Hipocausto.
C.M. del Campo
Moreno. Situación hipotética del resto de pilares
117
PILAR Nº 6. Sala Hipocausto
Muestras 3 y 4
tomadas de ladrillos
no refractarios
fragmentados y
desprendidos por
gelifracción en muro
de fábrica. Sala
templada.
118
INFORME DE EXTRACCIÓN ARQUEOLÓGICA DE
MUESTRA DE LADRILLO Y MORTERO EN EL BAÑO
ÁRABE DE “EL ÁNGEL” EN TOLEDO.
119
6.2.1.2. Informe de extracción arqueológica de muestras de ladrillo y
mortero en el baño árabe de “El Ángel” en Toledo
DATOS DE INICIO.
120
PLANTA DE LA SALA DE HIPOCAUSTO DEL BAÑO ÁRABE DE “EL
ÁNGEL” EN TOLEDO UNA VEZ RETIRADOS LOS RELLENOS.
SITUACIÓN ACTUAL
121
MOTIVOS DE ELECCIÓN DE MUESTRA.
122
14. Por ser la pieza encontrada un ladrillo completo e inalterado en toda su
estructura.
Paletín.
Escoplo.
Martillo.
Bolsa y etiqueta.
Caja de cartón.
Cinta Métrica.
METODOLOGÍA DE EXTRACCIÓN.
123
documentación fotográfica de la muestra “in situ” y con escala o jalón y
brújula o indicador que indique el norte geográfico, para referenciarla
visualmente en el contexto arqueológico.
124
envoltorio en otro más rígido (caja de madera o cartón duro) para así
amortiguar la pieza que quedará colocada sobre una cama de relleno (papel,
tela) que aminore su movimiento al transportarlo.
La etiqueta debe indicar qué material contiene, de dónde se ha extraído y el
momento en que se realizó la recogida del mismo (fecha, hora). La misma
etiqueta ha de figurar tanto en el envoltorio interior, como en el exterior.
DOCUMENTACIÓN FOTOGRÁFICA.
Foto 1. Foto 2.
Foto 4.
Foto 3.
125
Foto 5.
Foto 6. Foto 7.
126
Foto 8.
127
Foto 13.
128
Foto 14. Foto 15.
129
6.2.2. Relación de ensayos de laboratorio realizados
De entre los siguientes ensayos, señalo aquellos que hemos realizado y de los
que hemos obtenido resultados a modo de resumen, para posteriormente,
detallar más ampliamente la metodología empleada:
130
Microscopia óptica de polarización (MO)
131
Ensayos Físico-Hídricos
Debido a esta razón he dedicado una parte importante del presente estudio a
realizar los ensayos físico químicos necesarios que me permitan determinar
estas características.
132
6.2.3.1. Preparación de probetas, fraccionamiento y denominación de las
mismas.
Dimensión: 17 x 10 x 4 cm
Peso: 0.560 Kg.
Fracción irregular de ladrillo.
Dimensión: 12 x 8 x 3 cm
Peso: 0.420 Kg.
Fracción irregular de ladrillo.
133
Ladrillo Refractario de El Ángel (L.R.A.)
Dimensión: 28 x 10-15 x 4 cm
Peso: 1,940 kg
Fracción irregular de ladrillo.
Peso: 0.310 kg
134
Mortero No Refractario de Tenerías (M.N.R.T.)
Peso: 0.510 kg
135
Herramientas de trabajo para
realizar el fraccionamiento de las
muestras
136
Primer fragmento del Ladrillo No Refractario de “Tenerías” para Ensayos
Físicos: L.N.R.T. 1.1.
Segundo fragmento del Ladrillo No Refractario de “Tenerías” para Ensayos
Físicos: L.N.R.T. 1.2.
Primer fragmento del Ladrillo Refractario de “El Ángel” para Ensayos Físicos:
L.N.R.T. 1.1.
Segundo fragmento del Ladrillo Refractario de “El Ángel” para Ensayos Físicos:
L.N.R.T. 1.2.
137
b) Denominación de probetas destinadas a Difracción de Rayos:
138
Molino de Bolas
Laboratorio de Materiales.
E.T.S.A.M.
M.C. del Campo Moreno
139
Molino de Bolas con muestra de ladrillo refractario de
El Ángel tras ser molida
Laboratorio de Materiales. E.T.S.A.M.
140
c) Denominación de probetas destinadas a Microscopía Óptica de
Polarización mediante obtención de láminas delgadas transparentes:
141
Después de haber realizado una detallada exposición de la asignación de
siglas según el ladrillo al que pertenezca y/o el ensayo para el que se prepara,
adjunto presento una tabla resumen en la que se dispone ordenadamente toda
esta información.
EF MOP DRX
142
6.2.3.2. Realización de ensayos de laboratorio
BALANZA ESTUFA
Laboratorio de Materiales. E.T.S.A.M. Laboratorio de Materiales. E.T.S.A.M.
143
PESO SECO (Ps). Se determina mediante el secado de las probetas en
el interior de una estufa de secado a una temperatura promedio de 40º-
50º hasta que, realizadas 3 últimas pesadas se obtenga resultado
constante.
144
Peso saturado de una muestra
Autora M.C. del Campo
Moreno
145
Para determinar dichos pesos se lleva un registro periódico de los mismos.
146
fabricación de láminas delgadas transparentes. Estas quedan expuestas a en
el apartado de resultados.
37
A fecha de presentación de este trabajo fin de master nos mantenemos a la espera de
resultados procedentes de la facultad de Geológicas (UCM) debido a la complejidad que
supone coordinar diferentes organismos involucrados en la elaboración de los mismos. Cuando
los recibamos quedarán incluidos en la futura Tesis Doctoral que dará continuidad a esta
investigación.
147
7. RESULTADOS
7.1. Resultados Cuantitativos
LRT 1.1 LRT 1.2 LNRT 1.1 LNRT 1.2 LRA 1.1 LRA 1.2
Pn (g) 383,31 345,18 112,60 124,91 586,80 426,83
Ps (g) 338,69 300,80 113,85 127,00 541,16 389,40
Ps (g) 338,57 300,76 113,86 126,99 540,80 389,27
Ps (g) 338,55 300,76 113,86 126,99 540,67 389,25
Pst (g) 374,42 335,12 132,72 145,06 616,88 453,38
Psm (g) 185,26 165,60 66,17 72,86 270,34 200,69
700,00
600,00
RESULTADO PESADAS
500,00
Pn (gr)
400,00
Ps (gr)
Pst (gr)
300,00
Psm
200,00
100,00
0,00
LRT 1.1 LRT 1.2 LNRT 1.1 LNRT 1.2 LRA 1.1 LRA 1.2
MUESTRAS
148
LRT 1.1 LRT 1.2 LNRT 1.1 LNRT 1.2 LRA 1.1 LRA 1.2
Pn (g) 383,31 345,18 112,60 124,91 586,80 426,83
Ps (g) 338,55 300,76 113,86 126,99 540,67 389,25
Pst (g) 374,42 335,12 132,72 145,06 616,88 453,38
Psm (g) 185,26 165,60 66,17 72,86 270,34 200,69
Ca (%) 10,60 11,40 16,60 14,20 14,10 16,50
Vap (cm³) 189,20 169,50 66,60 72,20 346,54 252,69
Dap (g/cm³) 1,79 1,77 1,71 1,76 1,56 1,54
Pa (%) 19,00 20,30 28,30 25,00 22,00 25,40
Vha (cm³) 35,90 34,40 18,90 18,10 76,20 64,10
700,00
600,00
Pn (gr)
Ps (gr)
500,00
Pst (gr)
RESULTADOS
400,00 Psm
Ca (%)
300,00 Vap (cm³)
Dap (gr/cm³)
200,00
Pa (%)
Vha (cm³)
100,00
0,00
LRT 1.1 LRT 1.2 LNRT 1.1 LNRT 1.2 LRA 1.1 LRA 1.2
MUESTRAS
149
LRT LNRT LRA
TABLA DE VALORES
VALORES MEDIOS DE RESULTADOS DE LOS LADRILLOS EXTRAÍDOS
30,00
26,70
25,00 23,70
19,60
20,00
RESULTADOS
5,00
1,78 1,73 1,55
0,00
LRT LNRT LRA
MUESTRAS
150
7.2. Resultados Cualitativos
151
Láminas delgadas transparentes
LRA, MRT, MNRT y MRA
152
8. CONCLUSIONES
El diámetro medio de poro puede tener una relación inicial con la composición
original de la materia prima y con la temperatura de cocción, correspondiendo
un gran tamaño de poro a muestras que han sido cocidas en el intervalo de
temperatura del proceso de la desgasificación de los carbonatos (750º -
850ºC), y antes del punto de fusión (a unos 1000ºC), momento en el que los
poros comienzan a cerrarse por el vidrio formado.
700,00
600,00
Pn (gr)
Ps (gr)
500,00
Pst (gr)
RESULTADOS
400,00 Psm
Ca (%)
300,00 Vap (cm³)
Dap (gr/cm³)
200,00
Pa (%)
Vha (cm³)
100,00
0,00
LRT 1.1 LRT 1.2 LNRT 1.1 LNRT 1.2 LRA 1.1 LRA 1.2
MUESTRAS
153
Por otra parte, algunas propiedades físicas son indicadores de un buen estado
de conservación de un ladrillo, por ejemplo, cuando nos encontramos una baja
porosidad y una baja capacidad de absorción y succión de agua. La
determinación de estas propiedades, como bien podemos ir observándolo en la
gráfica que nos precede, orienta sobre el grado de deterioro de los ladrillos
históricos, sin embargo, para determinar bien el estado de conservación, hay
que relacionar estas propiedades con:
Ca (%)
18,00
16,00
COEFICIENTE DE
14,00
ABSORCIÓN
12,00
10,00
Ca (%)
8,00
6,00
4,00
2,00
0,00
LRT 1.1 LRT 1.2 LNRT LNRT LRA LRA
1.1 1.2 1.1 1.2
MUETRAS
154
Ca (%)
18,00
COEFICIENTE DE ABSORCIÓN %
14,00
12,00 11,00
10,00
Ca (%)
8,00
6,00
4,00
2,00
0,00
LRT LNRT LRA
MUESTRAS
Pa (%)
30,00
POROSIDAD APARENTE (%)
25,00
20,00
15,00 Pa (%)
10,00
5,00
0,00
LRT 1.1 LRT 1.2 LNRT 1.1 LNRT 1.2 LRA 1.1 LRA 1.2
MUESTRAS
155
Pa (%)
30,00
26,70
23,70
POROSIDAD APARENTE %
25,00
19,60
20,00
15,00 Pa (%)
10,00
5,00
0,00
LRT LNRT LRA
MUESTRAS
156
Según las gráficas siguientes, la figura que el diagrama de barras determina
en cada una de ellas es idéntica en muestras de un mismo ladrillo, es
decir la muestra LRT 1.1. presenta una gráfica semejante a aquella
perteneciente a la muestra LRT 1.2.
450,00
400,00
350,00 Pn (gr)
Ps (gr)
300,00
Pst (gr)
RESULTADOS
250,00 Psm
Ca (%)
200,00 Vap (cm³)
Dap (gr/cm³)
150,00
Pa (%)
100,00 Vha (cm³)
50,00
0,00
LRT 1.1
LADRILLO REFRACTARIO DE TENERÍAS M UESTRA 1.1.
400,00
350,00
Pn (gr)
300,00
Ps (gr)
Pst (gr)
RESULTADOS
250,00
Psm
200,00 Ca (%)
Vap (cm³)
150,00 Dap (gr/cm³)
Pa (%)
100,00
Vha (cm³)
50,00
0,00
LRT 1.2
LADRILLO REFRACTARIO DE TENERÍAS MUESTRA 1.2.
157
Las gráficas que a continuación se incluyen reflejan el comportamiento de los
ladrillos no refractarios, por tanto difieren de las anteriores, las cuales recogen
aquellos resultados propios de los ladrillos refractarios.
140,00
120,00
Pn (gr)
100,00 Ps (gr)
Pst (gr)
RESULTADOS
80,00 Psm
Ca (%)
60,00 Vap (cm³)
Dap (gr/cm³)
40,00 Pa (%)
Vha (cm³)
20,00
0,00
LNRT 1.1
LADRILLO NO REFRACTARIO DE TENERÍAS MUESTRA 1.1.
160,00
140,00
Pn (gr)
120,00
Ps (gr)
Pst (gr)
RESULTADOS
100,00
Psm
80,00 Ca (%)
Vap (cm³)
60,00 Dap (gr/cm³)
Pa (%)
40,00
Vha (cm³)
20,00
0,00
LNRT 1.2
LADRILLO NO REFRACTARIO DE TENERÍAS MUESTRA 1.2.
158
CONCLUSIÓN FINAL
700,00
600,00
Pn (gr)
Ps (gr)
500,00
Pst (gr)
RESULTADOS
400,00 Psm
Ca (%)
300,00 Vap (cm³)
Dap (gr/cm³)
200,00
Pa (%)
Vha (cm³)
100,00
0,00
LRA 1.1
LADRILLO REFRACTARIO DE EL ÁNGEL MUESTRA 1.1.
500,00
450,00
400,00 Pn (gr)
Ps (gr)
350,00
Pst (gr)
RESULTADOS
300,00 Psm
250,00 Ca (%)
200,00 Vap (cm³)
Dap (gr/cm³)
150,00
Pa (%)
100,00 Vha (cm³)
50,00
0,00
LRA 1.2
LADRILLO REFRACTARIO DE EL ÁNGEL MUESTRA 1.2.
159
8.2. REFERENTES A LOS RESULTADOS DEL ENSAYO DE
MICROSCOPÍA ÓPTICA DE POLARIZACIÓN.
160
CONCLUSIONES POR OBSERVACIÓN DE LADRILLOS.
Probeta
LRT
B
LEYENDA
161
LADRILLO NO REFRACTARIO DE TENERÍAS
Se observa mayor número de poros de gran tamaño y su color es más oscuro,
por lo que la cocción a la que fue sometido en su elaboración ha sido menor.
De todo ello concluimos que estamos ante un material constructivo de peor
calidad, que presenta mayor deterioro significativo y que ha sufrido en mayor
medida el ataque de los agentes externos en la edificación de donde se extrajo.
Probeta
A LNRT
B
LEYENDA
162
LADRILLO REFRACTARIO DE EL ÁNGEL
En esta muestra se puede apreciar la coincidencia de las dos tonalidades de
color que define a los dos ladrillos anteriores, por lo que se deduce que el
presente ladrillo fue sometido a un proceso de cocción en su elaboración
intermedio. Es decir, fue sometido a temperaturas intermedias en su
fabricación. Aparecen también zonas aisladas con aspecto de haber sufrido
menor cocción.
Probeta
A LRA
C
LEYENDA
163
Existen diversos factores que provocan estas transformaciones químicas pero,
en este caso, se cree que puede ser debido a la cercanía que presentaba el
ladrillo con la caldera. De hecho, de entre todos los fragmentos de ladrillo
extraídos para elaborar este estudio, es el que se encontraba a menor distancia
de la misma, por lo que se corrobora el dato.
Probeta
MRT
164
Se identifican los tres primeros componentes, observando una tonalidad rojiza,
coloración característica de la arcilla. Este último material pétreo actúa en los
morteros reaccionando con la cal, para así conferirle una mayor resistencia a
través de complejos procesos hidráulicos.
Probeta
MNRT
A
LEYENDA
165
MORTERO REFRACTARIO DE EL ÁNGEL
Compuesto por OPUS SIGNINUM (cal, arena, polvo de ladrillo molido y agua).
Como se puede apreciar, nos encontramos con una coloración semejante a la
encontrada en la lámina delgada transparente correspondiente al primer
mortero analizado, MRT. Confirmamos con esto la presencia de arcilla en dicho
material constructivo. También identificamos el resto de componentes: cal y
árido.
Los áridos son de mayor calidad, por lo que se desprende que han sido
escogidos para aportarle mayor resistencia.
LEYENDA
167
descarboxilaciones, cristalizaciones, etc.), y las temperaturas a las que tienen
lugar, a través de la medida de la diferencia de temperaturas entre la muestra y
el material de referencia, estando las dos especies sometidas al mismo
régimen de temperatura, en una atmósfera determinada y en un ciclo de
calentamiento o enfriamiento a velocidad controlada.
También se pretende estudiar la evolución de las fases minerales tras la
cocción de las probetas a diferentes temperaturas, además de tratar de
comparar los resultados con los obtenidos en los análisis térmicos de los
recocidos de los ladrillos.
168
Microsonda electrónica (ME)
169
10. Bibliografía.
170
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179