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Universidad El Bosque

Facultad de Educación
Maestría en Docencia de la Educación Superior
Seminario: Modelos Pedagógicos
Diana Marcela Fúneme Estupiñán
21 de Octubre de 2014
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UNA MIRADA HACIA EL CONSTRUCTIVISMO

El constructivismo nace como un paradigma dentro del cual convergen diversas


disciplinas, en las que se involucran las ciencias sociales y las ciencias naturales para
establecer un amplio espectro de condiciones dentro las cuales emerge el ser humano, su
conciencia social y personal, y el conocimiento. El ser humano se sumerge en la cultura,
toma de ella lo relevante, busca lo importante y bajo condiciones intelectuales favorables
propone soluciones a diversos problemas e incluso es capaz de superar los límites del
conocimiento para proponer nuevos paradigmas.

Para Vygotsky, el ser humano es un engranaje histórico, quien absorbe su entorno y


lo modela, es la cultura producto de una historia, de eventos significativos la que impone
una condición esencial al sujeto, situación que determinará la trayectoria de su
pensamiento. Desde su infancia, el niño advierte la existencia de un mundo social desde su
zona de desarrollo próximo, dentro de la cual las posibilidades biológicas pueden encontrar
un sentido y una dirección de desarrollo y que con base a esta, luego se despliega más lejos
como sujeto, llevando la cosecha de sus relaciones en el hogar inmediato a la vida social e
histórica. De esa forma los estímulos creativos, los conocimientos y los ejemplos en su
zona de desarrollo próximo son fundamentales.

Para Piaget, el entorno social secunda el establecimiento de los elementos psíquicos


que durante la infancia pueden aparecer en esta relación, pudiéndose entender que existe en
su posición una ampliación de la idea Vigotskiana, sin embargo, para Piaget es más
importante el proceso interno que facilita el desarrollo de las características ya que el ser
humano no se despliega de una vez, si no que atraviesa por estadios de desarrollo dentro de
los cuales son más importantes algunas vivencias, incluso puede ser inobservable para el
niño el mundo exterior y las facultades dependerán de la interacción íntima con su entorno.

Por tanto la historia individual viene a ser el elemento primario. Para Piaget existe
un proceso de asimilación y otro de acomodación, la acomodación tiende a centrarse en las
relaciones sociales, las cuales se vuelven importantes a medida que el individuo se
desarrolla. Para Vygotsky, el proceso de asimilación, el proceso de conocer está
determinado por la inducción que bajo la forma de relación el sujeto pueda vivenciar dentro
de su zona de desarrollo próximo, el individuo puede desplegar todo su potencial o gran
parte del mismo a medida en que ciertos factores de su entorno, que pueden ser
comprendidos como factores sociales, actúen o no.

La visión de una entidad histórica y social, para Vygotsky que se mueve en forma de
cultura alrededor de los individuos, como una sustancia genética esencial es un elemento
crucial para entender al individuo en su contexto. Un individuo que le debe tanto a la
sociedad de la que hace parte como a su propio esfuerzo por sobrevivir a través del
entendimiento, de una comprensión más amplia del mundo. Desde ambos puntos de vista,
el ser humano necesita actuar en sociedad, para Piaget es la vida social la que permite el
desarrollo de una concepción lógica, en tanto que la acomodación del individuo implica
necesariamente una comprensión de las causalidades. La afectividad es para Piaget, un
elemento fundamental en la construcción de la inteligencia y el conocimiento, que se
circunscribe esencialmente a las relaciones familiares.

Para Bandura, todo gira en torno a modelos de Socialización y bajo su


planteamiento la condición para el desarrollo del individuo se despliega desde ellos.
Además explica como los cambios culturales influyen en el desarrollo del individuo y como
la comprensión y el conocimiento se ajusta a estos modelos. La afectividad sigue siendo
una fuerza motriz que induce al sujeto a concentrase en distintos temas y forma de
conocimientos. Bruner sitúa el proceso cognoscitivo en las cualidades del sujeto, siendo el
conocimiento un resultado estructural y si bien los procesos de desarrollo e interacción son
influyentes, existen varias posibilidades de interpretación del individuo sobre sí mismo,
varias formas de representarse según contexto.

Desde el punto de vista Biológico, hay que entender de qué forma el sujeto, es una
entidad indisoluble y realmente los problemas que pudiera enfrentar el principio de
construcción del sujeto podrían eventualmente chocar en lo que respecta a la delimitación
del sujeto y de los eventos y vivencias. Para Maturana la construcción autopoietica permite
delimitar el resultado de los procesos y la evolución material del individuo, la teoría de la
autopoiesis es un alcance necesario en la comprensión biológica que sustente la
verosimilitud axiomática de la noción de individuo. En cambio, posiciones como la de Von
Foester, ponen en duda la existencia de una verdad y por lo tanto el individuo podría
participar, inconscientemente, en el desarrollo de muchas estructuras orgánicas asumiendo
como conciencia, la vida como sujeto cuando en cambio, orgánicamente su vida es
indefinible en términos concretos.

De alguna manera el constructivismo deja la puerta abierta a múltiples teorías y


quizás de una forma bastante crítica, otorga todos los fundamentos del posmodernismo y la
mordaz crítica a los conocimientos básicos y axiomáticos. De esa forma, solamente parece
ser importante la vida de las relaciones y la sociedad, más que un conocimiento científico
que puede ser cuestionado desde la misma perspectiva científica. El hecho de que cada
individuo constituye una verdad construida por sí mismo, derriba la confianza positivista y
la importancia de la ciencia para el desarrollo, desde una visión más práctica y social.
La educación siempre se ha planteado como un mecanismo de inducción hacia los
terrenos del conocimiento, una búsqueda de aprovechamiento del saber, de construcción de
entidades sociales, especialmente en terrenos tecnológicos. En ocasiones, en los países del
tercer mundo, la educación ha sido mal entendida como una forma de impronta, de
sometimiento y esclavitud. Durante la guerra fría se trataba de un arma, capaz de construir
enormes murallas sumamente efectivas que salvaguardaran a las naciones imperantes del
acecho de un enemigo silencioso, que podría eventualmente penetrar las ignorantes barreras
de quien no valorara el desarrollo, la investigación y el conocimiento. Hoy, desde la
búsqueda de un mundo más culto, consciente e informado, se ha planteado la educación
como una verdadera herramienta de desarrollo social, la sostenibilidad es imperiosa, los
temas de desarrollo verde exigen un cambio paradigmático que solo la educación puede
liderar, ya no es razonable la pobreza, la ignorancia o la injusticia, por lo tanto la búsqueda
de una pedagogía efectiva, es inmediata.

El paradigma constructivista es esencial como aplicación a la enseñanza, pues


permite entender no solo la función de la educación sino que también la función del
estudiante en el proceso. Es imperioso que la educación consiga descorrer el velo de
quienes se sostienen aun en prácticas confusas o en nociones equivocadas. La capacidad de
observar los procesos en perspectiva requiere una elaboración y construcción de parte del
estudiante, que pueda ser contrastada y valorada como acción potencial. Tanto la ciencia
pura, la tecnología y los temas históricos y sociales que involucran al ser humano, solo
pueden ser transferidos a través de un mecanismo que integre a la cultura, que sea
transversal, que logre un estado de crecimiento no solo individual si no que grupal.

Entendido desde esta óptica, el constructivismo permite facultar al estudiante para


que tome las riendas de su proceso, comprendiendo que la cultura y las relaciones son
indispensables. Sin embargo, desde los planteamientos de Piaget y Vygotsky, podemos
observar los problemas estructurales que sufre el proceso educativo pues si aceptamos tanto
la importancia de los elementos desde la perspectiva de Piaget, Como del medio inmediato
desde la perspectiva de Vygotsky, no hay en los entornos herramientas que faciliten el
despliegue de las facultades en la infancia. La extrema violencia, la falta de espacios de
aprendizaje tan necesarios en los espacios públicos, la falta de actores participativos en el
hogar, muchas veces padres que no pueden atender mejor a sus hijos, los problemas
dependientes de una mala interpretación de lo que significa la enseñanza en muchos
colegios, impiden efectivamente que un alumno verdaderamente madure en sus aspectos
cognitivos, despliegue su potencial en su proceso de enseñanza superior. Por lo tanto la
solución debiera orientarse a dos acciones claves, facilitar el proceso de construcción en los
niños y el proceso de reconstrucción para el estudiante adulto. Ello requiere no solamente
un despliegue conceptual y la activación de un esquema didáctico sino que también un
compromiso global que permita la multiplicación de entornos para el aprendizaje.

Estos entornos en el caso de los niños, pueden incluir diversos talleres culturales en
zonas comunes, e inmediatas, desde la misma organización vecinal lo cual evidentemente
exige también una implementación que debería subordinarse a la misma organización
vecinal, y por otra parte, el establecimiento de zonas verdes, seguras, en donde los niños
puedan interactuar con la naturaleza, con los animales del charco y del arroyo, con las
plantas y cuya participación este comprendida entre los planes de estudios. Aumentar los
encuentros del niño con los factores elementales del desarrollo, algo que lamentablemente
ha sido sepultado por una sociedad que ha equivocado los logros tecnológicos con una vida
al interior de la tecnología, lo cual somete al ser humano a una privación de los estímulos
fundamentales.

En el caso de los adultos, la reconstrucción pasa por una revalorización de lo que es


en sí el conocimiento. En replantearse preguntas, replantearse el redescubrimiento como un
desafío, incluso como una forma de búsqueda de un estado armónico consigo mismo. Es
importante ante todo eso si, separar las posibilidades individuales, el crecimiento personal,
de los logros y la aplicabilidad de los alcances de un modelo educativo entre los términos
del constructivismo, pues la búsqueda de objetivos concretos puede alienar el encuentro
con un conocimiento nuevo, de utilidad insospechada, tanto a nivel personal como global.
Bibliografía

Gutiérrez, D. Introducción a la psicología cognitiva. 2013. Colombia: Universidad Católica


de Pereira.

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