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NOCIONES DE ESTRATEGIA.

Coordinador Editorial:
Dirección General de Infantería.

Edición:
Sección de Difusión Interna de la Dirección General de Comunicación Social.

Revisión y corrección de textos:


Secretaría de la Defensa Nacional E.M.D.N., S-6 (E. Y D. M).

Diseño gráfico:
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Comunicación Social.

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Esta obra fue elaborada por la Secretaría de la Defensa Nacional, con motivo de contar
con bibliografía técnica militar, para el personal integrante del Ejército y Fuerza Aérea
Mexicanos.
Queda prohibida la reproducción total o parcial de esta obra por cualquier medio, sin
previa autorización de la Secretaría de la Defensa Nacional.

Impreso en México.
NOCIONES DE ESTRATEGIA
i

ÍNDICE

INTRODUCCIÓN ................................................................... xi

PRIMERA PARTE
LA ESTRATEGIA Y LA SEGURIDAD NACIONAL

CAPÍTULO I
FUNDAMENTOS TEÓRICOS
PRIMERA SECCIÓN
ELEMENTOS BÁSICOS CONCEPTUALES ........................... 1
-- SUBSECCIÓN (A)
ETIMOLOGÍA Y DEFINICIONES ..................................... 1
-- SUBSECCIÓN (B)
RELACIÓN ENTRE LA HISTORIA Y LA ESTRATEGIA
(GENERALIDADES) ........................................................ 3
-- SUBSECCIÓN (C)
EVOLUCIÓN DEL CONCEPTO ....................................... 5
-- SUBSECCIÓN (D)
CORRIENTES DE PENSAMIENTO ESTRATÉGICO ........ 8
-- SUBSECCIÓN (E)
CONCEPTUALIZACIÓN SOBRE ESTRATEGIA .............. 10
SEGUNDA SECCIÓN
¿QUÉ ES LA ESTRATEGIA? .................................................. 11

CAPÍTULO II
LA POLÍTICA Y LA ESTRATEGIA
PRIMERA SECCIÓN
LA POLÍTICA .......................................................................... 14
ii

-- SUBSECCIÓN (A)
DEFINICIÓN Y CONCEPTO ............................................ 14
-- SUBSECCIÓN (B)
DINÁMICA DE LA POLÍTICA Y SUS FACTORES ........... 15
-- SUBSECCIÓN (C)
CAMPOS DE ACCIÓN DE LA POLÍTICA ........................ 18
-- SUBSECCIÓN (D)
POLÍTICA NACIONAL ..................................................... 19
-- SUBSECCIÓN (E)
POLÍTICA INTERNA ........................................................ 19
-- SUBSECCIÓN (F)
POLÍTICA EXTERIOR ...................................................... 21
-- SUBSECCIÓN (G)
POLÍTICA MILITAR ......................................................... 28
-- SUBSECCIÓN (H)
POLÍTICA DE DEFENSA ................................................. 31
-- SUBSECCIÓN (I)
MEDIOS DE ACCIÓN DE LA POLÍTICA ......................... 34
-- SUBSECCIÓN (J)
AGENTES DE LA POLÍTICA ........................................... 39
-- SUBSECCIÓN (K)
LAS FUERZAS ARMADAS Y SU RELACIÓN CON LA
POLÍTICA ........................................................................ 46
SEGUNDA SECCIÓN
INTERRELACIÓN DE LA POLÍTICA CON LA ESTRATEGIA .. 47
-- SUBSECCIÓN (A)
GENERALIDADES SOBRE LA POLÍTICA Y LA
ESTRATEGIA .................................................................. 47
-- SUBSECCIÓN (B)
COMPLEMENTARIEDAD DE LA POLÍTICA Y LA
ESTRATEGIA .................................................................. 48
TERCERA SECCIÓN
ELEMENTOS DE LA ESTRATEGIA ........................................ 50
iii

-- SUBSECCIÓN (A)
OBJETIVOS DE LA ESTRATEGIA ................................... 50
-- SUBSECCIÓN (B)
ÁMBITOS DE APLICACIÓN ............................................ 52
-- SUBSECCIÓN (C)
NIVELES ESTRATÉGICOS .............................................. 54
-- SUBSECCIÓN (D)
CONSIDERACIONES BÁSICAS SOBRE ESTRATEGIA .. 56
-- SUBSECCIÓN (E)
ACTORES Y LENGUAJE ESTRATÉGICO ....................... 56
-- SUBSECCIÓN (F)
EL EJERCICIO DEL PODER ........................................... 57
-- SUBSECCIÓN (G)
LA MANIPULACIÓN DEL PODER .................................. 57
-- SUBSECCIÓN (H)
RELACIÓN ENTRE CONFLICTO Y ESTRATEGIA ........... 58
CUARTA SECCIÓN
MODELOS, FORMAS Y MODOS DE LA ESTRATEGIA ......... 61
-- SUBSECCIÓN (A)
MODELOS ESTRATÉGICOS .......................................... 61
-- SUBSECCIÓN (B)
FORMAS Y MODOS DE LA ESTRATEGIA ...................... 65
-- SUBSECCIÓN (C)
FORMAS DE LA ESTRATEGIA ....................................... 65
-- SUBSECCIÓN (D)
MODOS DE LA ESTRATEGIA ......................................... 66
-- SUBSECCIÓN (E)
FACTORES QUE INFLUYEN EN LA ESTRATEGIA ......... 67
-- SUBSECCIÓN (F)
LA ACTITUD ................................................................... 69
-- SUBSECCIÓN (G)
LA GEOPOLÍTICA ........................................................... 70
-- SUBSECCIÓN (H)
LA VOLUNTAD NACIONAL ............................................. 71
iv

QUINTA SECCIÓN
EL PLAN ESTRATÉGICO ....................................................... 72
SEXTA SECCIÓN
LOS PRINCIPIOS DE LA ESTRATEGIA ................................. 73
-- SUBSECCIÓN (A)
CONCENTRACIÓN ......................................................... 76
-- SUBSECCIÓN (B)
MASA ............................................................................. 76
-- SUBSECCIÓN (C)
DIRECCIÓN-OBJETIVO ................................................. 77
-- SUBSECCIÓN (D)
ECONOMÍA DE FUERZAS .............................................. 77
-- SUBSECCIÓN (E)
LIBERTAD DE ACCIÓN ................................................... 78
-- SUBSECCIÓN (F)
SEGURIDAD ................................................................... 78
-- SUBSECCIÓN (G)
INICIATIVA ...................................................................... 79

CAPÍTULO III
LA SEGURIDAD
PRIMERA SECCIÓN
CONCEPTOS Y CONSIDERACIONES SOBRE SEGURIDAD 80
SEGUNDA SECCIÓN
DIFERENCIA ENTRE SEGURIDAD Y DEFENSA ................... 83
TERCERA SECCIÓN
EVOLUCIÓN DEL CONCEPTO DE SEGURIDAD NACIONAL 85
CUARTA SECCIÓN
LA SEGURIDAD NACIONAL EN MÉXICO ............................. 86
-- SUBSECCIÓN (A)
MARCO JURÍDICO ......................................................... 86
-- SUBSECCIÓN (B)
EVOLUCIÓN DEL CONCEPTO EN MÉXICO .................. 87
v

-- SUBSECCIÓN (C)
RELEVANCIA PARA EL ESTADO MEXICANO ................ 91
-- SUBSECCIÓN (D)
ELEMENTOS QUE INTERVIENEN EN LA SEGURIDAD
NACIONAL ..................................................................... 92
QUINTA SECCIÓN
ANTAGONISMOS A LA SEGURIDAD NACIONAL ................. 94
-- SUBSECCIÓN (A)
ANTAGONISMOS ........................................................... 94
-- SUBSECCIÓN (B)
HIPÓTESIS ..................................................................... 98
-- SUBSECCIÓN (C)
ÁREAS ESTRATÉGICAS ................................................. 99

CAPÍTULO IV
LAS ESTRATEGIAS DE SEGURIDAD Y DEFENSA
PRIMERA SECCIÓN
GENERALIDADES ................................................................. 101
SEGUNDA SECCIÓN
LAS ESTRATEGIAS DE SEGURIDAD Y DEFENSA ................ 102
TERCERA SECCIÓN
RELACIÓN ENTRE SEGURIDAD Y DEFENSA ...................... 103

CAPÍTULO V
CONCEPTO DE DEFENSA NACIONAL Y LOS PLANES
PRIMERA SECCIÓN
LA DEFENSA NACIONAL Y OTROS CONCEPTOS ............... 108
SEGUNDA SECCIÓN
ORGANIZACIÓN DE LOS PLANES ESTRATÉGICOS PARA
LA DEFENSA NACIONAL ...................................................... 110
vi

SEGUNDA PARTE
LA GUERRA Y LAS OPERACIONES ESTRATÉGICAS

CAPÍTULO I
LA GUERRA
PRIMERA SECCIÓN
GENERALIDADES ................................................................. 113
SEGUNDA SECCIÓN
LA GUERRA, RAZÓN DE LA ESTRATEGIA MILITAR ............. 113
-- SUBSECCIÓN (A)
DEFINICIÓN Y CONCEPTOS ......................................... 113
-- SUBSECCIÓN (B)
ENTORNOS BÉLICOS ACTUALES ................................ 119
-- SUBSECCIÓN (C)
LA INNOVACIÓN MILITAR .............................................. 121
-- SUBSECCIÓN (D)
GENERACIONES DE LA GUERRA ................................. 121
TERCERA SECCIÓN
EL ARTE DE LA GUERRA ...................................................... 122
CUARTA SECCIÓN
LOS PRINCIPIOS DE LA GUERRA ........................................ 125
-- SUBSECCIÓN (A)
GENERALIDADES .......................................................... 125
--- SUBSECCIÓN (B)
LOS PRINCIPIOS DE LA GUERRA EN LA DOCTRINA
MILITAR MEXICANA GENERALIDADES ......................... 128
--- SUBSECCIÓN (C)
UNIDAD DE OBJETIVO Y CONTINUIDAD EN LA
ACCIÓN .......................................................................... 129
--- SUBSECCIÓN (D)
ACCIÓN OFENSIVA ........................................................ 130
vii

-- SUBSECCIÓN (E)
CONCENTRACIÓN Y ECONOMÍA DE FUERZAS .......... 131
-- SUBSECCIÓN (F)
MANIOBRA ..................................................................... 133
-- SUBSECCIÓN (G)
SEGURIDAD ................................................................... 134
-- SUBSECCIÓN (H)
SORPRESA .................................................................... 135
-- SUBSECCIÓN (I)
SENCILLEZ ..................................................................... 136
-- SUBSECCIÓN (J)
COORDINACIÓN, COOPERACIÓN Y SINCRONIZACIÓN 137

CAPÍTULO II
CRISIS
PRIMERA SECCIÓN
GENERALIDADES ................................................................. 139
SEGUNDA SECCIÓN
FASES DE LA GESTIÓN DE CRISIS ...................................... 139
-- SUBSECCIÓN (A)
FASE 1: INDICADORES Y ALERTAS .............................. 140
-- SUBSECCIÓN (B)
FASE 2: VALORACIÓN ................................................... 141
-- SUBSECCIÓN (C)
FASE 3: OPCIONES DE RESPUESTA MILITAR .............. 141
-- SUBSECCIÓN (D)
FASE 4: PLANEAMIENTO Y EJECUCIÓN ...................... 142
-- SUBSECCIÓN (E)
FASE 5: RETORNO A LA ESTABILIDAD ......................... 142
viii

CAPÍTULO III
LAS OPERACIONES ESTRATÉGICAS Y LOS NIVELES DE
PLANEAMIENTO Y CONDUCCIÓN DE OPERACIONES
PRIMERA SECCIÓN
CARÁCTER EVOLUTIVO Y CLASIFICACIÓN ........................ 144
SUBSECCIÓN ÚNICA
CARÁCTER EVOLUTIVO DE LAS OPERACIONES
ESTRATÉGICAS ..................................................................... 144
SEGUNDA SECCIÓN
PREVISIÓN DE LAS OPERACIONES ESTRATÉGICAS ......... 146
TERCERA SECCIÓN
NIVELES DE PLANEAMIENTO Y CONDUCCIÓN DE
OPERACIONES ..................................................................... 147
-- SUBSECCIÓN (A)
GENERALIDADES .......................................................... 147
-- SUBSECCIÓN (B)
TOMA DE DECISIONES EN EL NIVEL ESTRATÉGICO
MILITAR .......................................................................... 148
-- SUBSECCIÓN (C)
LAS LÍNEAS DE ACCIÓN ESTRATÉGICAS .................... 149
-- SUBSECCIÓN (D)
EL NIVEL OPERACIONAL .............................................. 150
CUARTA SECCIÓN
LA BATALLA ........................................................................... 152
-- SUBSECCIÓN (A)
GENERALIDADES .......................................................... 152
-- SUBSECCIÓN (B)
CONCEPTOS Y DEFINICIONES SOBRE LA BATALLA Y
EL COMBATE ................................................................. 152
ix

ANEXOS
ANEXO “A”
“FORMATO DE OPCIÓN DE RESPUESTA MILITAR” ............ 156
ANEXO “B”
“FORMATO DE DIRECTIVA INICIAL MILITAR” ...................... 160
ANEXO “C”
EJEMPLIFICACIÓN DE LA ESTRATEGIA EN DIVERSAS
BATALLAS DE LA HISTORIA ............................................... 174
BIBLIOGRAFÍA ...................................................................... 207
xi

INTRODUCCIÓN

Éste libro ha sido elaborado con el propósito de proporcionar al


lector información sobre los elementos fundamentales que integran la
estrategia y la forma que en ella influyen; asimismo, las bases teóricas,
científicas y culturales, que le permitan su aplicación desde un enfoque
analítico, en los diferentes ámbitos de la actividad humana que afectan
la vida de una nación, tanto interna como externamente.

Además, se hace referencia de manera general al nivel


operacional, con el fin de identificar y conocer la interrelación de éste
con los niveles táctico y estratégico.

La obra se estructuró en dos partes; la primera dedicada al


estudio de la estrategia y seguridad nacional, en cinco capítulos como
se describe:

En el Capítulo Primero, se proporcionan los elementos básicos


conceptuales de estrategia, política, seguridad y defensa, partiendo de
su etimología y significado, así como la evolución de dichos conceptos
expuestos por los clásicos pensadores de la guerra como Sun-Tzu,
Clausewitz y Napoleón Bonaparte, entre otros.

En el Capítulo Segundo, se describe el concepto de política, sus


campos y medios de acción en relación con las fuerzas armadas; los
conocimientos sobre los elementos de la estrategia que sirven de apoyo
para conceptualizar su interrelación con la política.

En el Capítulo Tercero, se proporciona información general sobre


el concepto de seguridad y su relación con la estrategia; la diferencia
entre seguridad y defensa, de igual forma se define el concepto de
seguridad nacional y su aplicación en nuestro país a partir del marco
jurídico y su relevancia para el Estado Mexicano.

El Capítulo Cuarto, hace la distinción entre la esfera de


aplicación de las estrategias de seguridad que se emplean para afrontar
los antagonismos (riesgos y amenazas), y de las estrategias de defensa
que se establecen para enfrentar las amenazas.
xii

Por último, en el Capítulo Quinto, se describe el concepto de


Defensa Nacional desde el punto de vista del Estado Mexicano a través
de los planes estratégicos elaborados para tal fin.

En la Segunda Parte, se trata el concepto de la guerra como


razón de la estrategia militar y las operaciones estratégicas desde su
concepción, preparación y conducción, en tres capítulos.

En el Primer Capítulo se conceptualiza a la guerra desde el punto


de vista de la polemología, presentando además, los conocimientos
adquiridos sobre los entornos bélicos actuales, principios de la guerra
desde un enfoque estratégico, así como algunas innovaciones militares
con la finalidad de incentivar la investigación.

En el Segundo Capítulo nos describe el concepto de crisis y sus


afectaciones estratégicas para la seguridad nacional, enumerando las
fases para realizar la gestión de la crisis a nivel estratégico.

Y por último, el Capítulo Tercero contiene información sobre


el carácter evolutivo de las operaciones estratégicas, la toma de
decisiones en éste nivel y reflexiones sobre la batalla.

A fin de mejorar la calidad de esta obra en posteriores ediciones,


se recomienda a los lectores que propongan los cambios que estimen
pertinentes, los cuales serán sometidos a consideración del Alto Mando
a través del E.M.D.N.

Toda propuesta deberá citar en forma específica la página, el


párrafo y las líneas del texto cuyo cambio se recomienda, indicando
en cada caso las razones que lo fundamentan, con el fin de asegurar
su comprensión y su mejor valoración, remitiéndose a la Secretaría
de la Defensa Nacional, por conducto de la Sección Sexta (E. y D.M.)
E.M.D.N., Lomas de Sotelo, Ciudad de México.
1

Primera Parte

La Estrategia y la Seguridad Nacional

Capítulo I

Fundamentos Teóricos

Primera Sección

Elementos Básicos Conceptuales

Subsección (A)

Etimología y Definiciones

1. La palabra estrategia viene “del vocablo griego Στρατηγία


(strategia = arte de dirigir ejércitos). Στρατηγία está formada de
στρατός (stratós = ejército), ἄγω (ago = hago, dirijo) y el sufijo -ια (-ia)
usado para crear sustantivos abstractos que expresan una relación a
la palabra anterior”.1

2. Strategos (del latín stratēgus, y este del griego antiguo


στρατηγός,2 era el nombre usado en la antigua Grecia para designar
al comandante en jefe y supremo de un cuerpo militar terrestre. Era
también uno de los magistrados de la antigua Atenas cuyo
conocimiento en el arte de la guerra le añadía un prestigio de experto
y asesor militar. En los imperios helenístico y bizantino también servía
para describir a un gobernador militar.3

1
sic. Diccionario etimológico [en línea], disponible en: <http://etimologias.dechile.net/?estrategia>
(consultado el 20 de septiembre de 2016).
2
sic. Diccionario de la lengua española [en línea], disponible en: <http://dle.rae.es/?id=GxPofZ8>
(consultado el 20 de septiembre de 2016).
3
Goméz Espelosín, F. J. (2005). Dicionario de Términos del Mundo Antiguo. Madrid: Alianza Editorial. p.
102.
2

2
3. En estas definiciones etimológicas se observa que su
origen tiene un enfoque puramente militar; sin embargo, el término
se ha extendido y tomado una connotación mucho más amplia y
genérica; en la actualidad es empleado profusamente en la política
y se ha difundido prácticamente a cualquier ámbito de actividad, y
la propia Real Academia Española le otorga las siguientes
acepciones: “Arte, traza para dirigir un asunto” o “Mat. En un proceso
regulable, conjunto de las reglas que aseguran una decisión óptima
en cada momento”.4

4. En la antigua Roma el término original sufrió cambios en su


significado, empleándose para designar a cada soldado como
stratiotes o stratioticus y a los recursos que recibía como paga
stratiotica pecunia o erario militar.

5. En el Imperio Romano de Oriente, también denominado


imperio Bizantino, se empleaban las siguientes denominaciones:

A. Strategos para cada jefe militar de un thema o themata


(griego: θέματα; singular: θέμα thema) que eran las principales
divisiones administrativas del imperio Bizantino Medio,5 que solía
ostentar también el título de doux. El término resulta equivalente al de
“General” o “Almirante”, y se usaba tanto en el ejército como en la
armada.

B. Stratopedarch – para designar a quien sería jefe del


ejército en el campo de batalla y a su vez poseía atribuciones legales.

C. Strategium al cuartel de tropas imperiales en


Constantinopla.

6. Durante los siguientes siglos, el término sufrió diversas


modificaciones tanto en su significado como en su fonética.


4
Diccionario de la lengua española [en línea], Op.Cit., (consultado el 14 de noviembre de 2016).
5
Haldon, J. F. (1990). Bizancio en el siglo VII: la transformación de una cultura. E.U.A.: Cambridge
University Press, p. 280.
3

3
7. Fue hasta las postrimerías del siglo XVIII cuando se
introdujo en Europa con el significado que actualmente se le otorga y
que el Diccionario del Español de México define de la siguiente forma:
Arte de planear y dirigir operaciones militares. Conjunto de medidas,
acciones o procedimientos, planeados y organizados
cuidadosamente, que sirven para llevar a cabo un propósito o alcanzar
un fin determinado: estrategia política, estrategia económica,
estrategias legales, “Tiene una muy buena estrategia para vender”.6

Subsección (B)

Relación entre la Historia y la Estrategia (Generalidades)

8. La Estrategia ha sido catalogada como una ciencia, pues


se basa en conocimientos previos comprobados mediante la
experimentación; y también como un arte, pues requiere de
sensibilidad y espíritu creativo; pero en uno u otro caso, al igual que
la astronomía o la música, requiere de guías generales para poderse
desarrollar; es por eso que el estudio de la historia y la práctica
constante de las habilidades en una conjunción armónica, resultan
fundamentales para sustentar las decisiones propias.

9. En la actualidad, el conocimiento empírico que el personal


militar puede obtener para la práctica del arte de la guerra, se ve
restringido cada vez más por la afortunada disminución en la cantidad
de conflictos bélicos y únicamente quienes han tenido la necesidad
de participar físicamente en operaciones pueden obtenerlo, por lo
cual, si nos basáramos solamente en esta forma, se requeriría
permanentemente de un campo de batalla como laboratorio para los
generales.

10. En el siglo XVIII, al referirse a la necesidad de aprovechar


los conocimientos de sucesos pasados, Voltaire mencionaba: “Hay
alguien tan inteligente que aprende de la experiencia de los demás”.7


6
México, C. d. (s.f.). Diccionario del Español de México. Recuperado el 30 de Nov. de 2016, de
http://dem.colmex.mx/, (consultado el 30 de noviembre de 2016).
7
François-Marie, A. (1694 – 1778). más conocido como Voltaire, fue un escritor, historiador, filósofo y
abogado francés que figura como uno de los principales representantes de la Ilustración, un período que
enfatizó el poder de la razón humana, de la ciencia y el respeto hacia la humanidad.
4

4
11. Esta frase fue retomada por Bismark, con una ligera
modificación, pues mencionaba: “Los tontos aprenden de sus errores,
yo prefiero aprender de los errores de los demás”.

12. Por otra parte, el estudio permanente de las experiencias


vividas por grandes capitanes a lo largo de la historia, permite el
desarrollo de las habilidades necesarias para una clara concepción y
una adecuada aplicación de los medios en actividades castrenses.

13. Es pues indispensable un amplio conocimiento de la


historia para complementar la capacidad de quien toma decisiones
con el fin de arribar a resultados exitosos.

14. Así lo expresaba el General Napoleón Bonaparte cuando


mencionaba: “Su genio, o su propia experiencia, es lo que guía a los
generales en jefe. La táctica, las evoluciones, la ciencia del oficial de
ingenieros y la del oficial de artillería, pueden aprenderse en los
tratados; pero los conocimientos de la gran táctica sólo se adquieren
por medio de la experiencia y por el estudio de la historia de las
campañas de todos los grandes capitanes”.8

15. Para lograr lo anterior, Napoleón proponía: “Leer con


frecuencia las campañas de Alejandro, Aníbal, César, Gustavo,
Turena, Eugenio y de Federico, modelarse en ellos, es el único medio
para llegar a ser un gran capitán y aprender los secretos del arte de
la guerra. Vuestro genio, iluminado por este estudio, os hará desechar
las máximas opuestas a las de esos grandes hombres”.9

16. Liddell Hart, refiriéndose a la historia señalaba: “…El


principal valor de la experiencia indirecta estriba en su mayor variedad
y amplitud. «La historia es la experiencia universal», la experiencia no
de otro, sino de muchos otros bajo muy variadas circunstancias. He
aquí la justificación racional de la historia militar como base de la
formación militar: su valor práctico preponderante en el entrenamiento
y el desarrollo mental de un soldado…”.10


8
Máximas de guerra de Napoleón I extraído de sus memorias. (1881). (R. Echenique, Trad.) México:
Biblioteca de la Secretaría de Guerra y Marina., p. 42.
9
Ibid. p. 43.
10
Liddell Hart, B. H. (1989). Estrategia: la aproximación indirecta. (M. de Defensa, Ed., & S. A. DIORKI,
Trad.) Madrid: Imprime: Artegraf, S. A., p. 30.
5

5
17. Al respecto y atendiendo a la variedad de factores que
deben considerarse para tomar decisiones, evitando tomar ejemplos
dogmáticos y más apegado a un procedimiento científico, también
advierte:
“…Es probable que el estudio intensivo de una campaña lleve a
conclusiones equivocadas a menos que esté basado en un amplio
conocimiento de toda la historia de la guerra. Pero si se observa que
a una causa determinada siempre le sigue un efecto concreto en una
veintena o más casos, en diferentes épocas y circunstancias diversas,
hay base suficiente para considerar esta causa como parte integrante
de cualquier teoría de la guerra…”.11

18. De estas aseveraciones podemos concluir que un vasto


conocimiento de la historia militar, nos permitirá distinguir un
panorama general y ampliará la perspectiva en la toma de decisiones
estratégicas, aprovechando las experiencias de muchos otros en
situaciones similares, sin olvidar que las condiciones y medios, que
se presenten y el balance de estas con las posibilidades del enemigo,
serán variables que afectarán y orientarán las decisiones.

Subsección (C)

Evolución del Concepto

19. El concepto de lo que la estrategia implica, es tan antiguo


como la guerra misma; ha estado presente desde que la humanidad
se percató de la necesidad de defenderse y organizarse para su
sostenimiento y supervivencia, pues desde el inicio requirió
desarrollar su ingenio e intelecto para lograr sobrevivir y
desarrollarse.

20. Aun cuando el término haya sido acuñado en una época


reciente, sus características las encontramos desde la antigüedad
con diversos nombres como “arte de la guerra”, “técnicas militares”,
“teoría de la guerra” e inclusive como “gran táctica”.


11
Ibid. p. 31.
6

6
21. El concepto de estrategia, como el Arte del General, está
asociado íntimamente con el de la guerra, condición de oposición de
intereses que se resuelve mediante el uso de la fuerza y que ha
estado presente en todas las etapas de la historia de la humanidad.

22. Este fenómeno ha sido estudiado a lo largo del tiempo,


puesto que el uso de la fuerza ha sido empleada históricamente para
lograr el poder, el dominio de los recursos y la imposición de la
voluntad de quien sea más fuerte.

23. Los registros más antiguos que se tienen de un


pensamiento estratégico y que documentan la forma de concebir la
guerra, datan del siglo IV a.C. en el libro “El Arte de la Guerra”,
atribuido al General Zun Tsu, el cual fue llevado a Europa pocos años
antes de la Revolución Francesa, por el sacerdote jesuita J. J. M.
Amiot, obra de filosofía militar china que establece premisas que han
sido consideradas por quienes pensaron en la estrategia, no sólo en
el ámbito militar, pues tienen validez y vigencia en los diversos
campos de actividad humana para quienes toman decisiones.

24. El término estrategia, tiene su origen en la antigua Grecia,


lugar en que la organización de la población tenía una base militar,
particularmente en Esparta, donde a sus habitantes se les educaba
para mantener un ejército fuerte que garantizara su seguridad,
constituyendo la clase de los Homoioi (iguales), combatientes que se
entrenaban desde la infancia y obtenían la ciudadanía espartana y las
otras dos clases sociales: La clase perieca, era libre pero no gozaban
de la ciudadanía espartana y la clase ilota que vivía en esclavitud
perteneciente al Estado y se le otorgaban al Homoioi, para trabajar
sus tierras y mantenían para sí una parte del producto.

25. Tal organización les permitía mantener una fuerza


disuasiva suficiente para conservar a su población y territorio a salvo
de invasiones, ya que no se consideraba un pueblo expansionista.

26. En las obras que tratan sobre historia militar hasta


mediados del siglo XVIII, el concepto que se manejaba era el de arte
de la guerra, donde no se establecía división alguna en todo su
proceso, considerándola como un todo desde la planificación, los
movimientos, el despliegue y el enfrentamiento.
7

7
27. Es en el siglo XVIII con motivo de las victorias de Federico
II de Prusia, atribuibles a las ventajas obtenidas con la perfección de
la táctica, cuando se retoman los estudios sobre el arte de la guerra,
que habían quedado olvidados desde la época griega y romana, (en
las cuales se estudiaba el empleo de la falange y la legión)
resurgiendo intelectuales que tuvieron influencia en el desarrollo del
arte de la guerra.

28. Es hasta el siglo XIX cuando los principios de la estrategia


fueron claramente definidos; sin embargo, es claro que estos fueron
aplicados de muy diversas formas, ya sea por la experiencia de sus
propias fuerzas o de manera intuitiva por sus líderes, que encontraron
la mejor forma de emplear sus medios humanos y materiales, así
como aprovechar el terreno para obtener la victoria.

29. A partir de entonces se consideró a la estrategia como el


arte de dirigir las operaciones militares para alcanzar la victoria,
estableciendo la división entre ésta y la táctica.

30. Fue un mariscal del Sacro Imperio Romano Germánico, el


Archiduque Carlos de Austria-Teschen (1771–1847), el primero en
emplear el término de estrategia, seguido por otros intelectuales,
destacándose el príncipe Bernhard Heinrich Karl Martin von Bülow,
“«Barón de Bülow»”, a quien se atribuye la frase “«a los idealismos
franceses sin significado: Libertad, Igualdad y Fraternidad, les
oponemos las tres realidades alemanas: Infantería, Caballería y
Artillería»”,12 denotando un espíritu totalmente militarista, escribió uno
de los primeros libros sobre estrategia titulado “«Espíritu del sistema
de la guerra moderna»”.


12
Prussian Army of the Napoleonic Wars. (s.f.). Recuperado el 11 de Oct. de 2016, de
http://napoleonistyka.atspace.com/Prussian_army.htm#prussian1815paris.
8

Subsección (D)

Corrientes de Pensamiento Estratégico

31. El general suizo Antoine Henri Jomini, teórico militar del


Estado Mayor de Napoleón quien obtuvo una larga trayectoria y
experiencia militar en Francia y Rusia, donde se desempeñó como
general en jefe y edecán general del Emperador de todas las Rusias,
define a la estrategia como el “Arte de dirigir bien las masas sobre el
teatro de la guerra para invadir un país o defender el propio”.13

32. Por su parte el general Helmuth Karl Bernhard Conde von


Moltke (1800–1891) la define como: “Adaptación práctica de los
medios puestos a disposición del general para lograr el objetivo
propuesto”. Definición considerada por el Capitán Británico Basil
Henry Liddell Hart, como más completa, porque establece la
responsabilidad de quien sea comandante militar en relación al
gobierno que lo emplea. “Esta definición fija la responsabilidad de un
mando militar ante el gobierno para el que trabaja. Su responsabilidad
es la de aplicar de la forma más beneficiosa posible para el interés de
la política bélica superior las fuerzas puestas a su disposición dentro
del teatro de operaciones a él asignado”.14

33. Ya en el siglo XX, durante la II Guerra Mundial, Liddell Hart


trató de definir un nuevo paradigma en el pensamiento estratégico,
realizó un análisis sobre la definición de Clausewitz y señala algunas
confusiones a que puede conducir, puesto que se involucra en el
ámbito político donde se realiza la más alta dirección de la guerra,
cuya responsabilidad es del gobierno y sus mandos militares
constituyen un instrumento para el manejo de las operaciones;
también menciona la limitación que dicho concepto hace al significado
de la estrategia, constriñéndola al mero empleo de la batalla como
único medio para conseguir el fin estratégico.


13
De Jomini, B. (1840). Compendio del arte de la guerra ó nuevo cuadro analítico. (U. S. ejército, Ed.)
Madrid: Impresión D.M. de Burgos, p. 30.
14
Liddell Hart, B. H., Op. Cit. p. 308.
9

34. Liddell Hart, al señalar a la estrategia como uno de los


componentes del arte de la guerra, la define como “el arte de distribuir
y aplicar los medios militares para conseguir los fines políticos”. Cita
además que:

“La estrategia no sólo se ocupa del movimiento de tropas –como a


menudo se ha dicho-, sino de su efecto. Cuando la aplicación del
instrumento militar desemboca en la verdadera lucha, los preparativos
para ésta y el control de las medidas directas se denominan táctica”.15

35. El General francés André Beaufre, (1902-1975) en 1968


define a la estrategia como: “...la ciencia y arte del Jefe Supremo...”,16
lo que sólo se refiere a un número limitado de personas y trata de
ampliar los conceptos de Clausewitz y Liddell Hart, los que considera
limitados por referirse solo al empleo de las fuerzas militares para
alcanzar los objetivos de la política y la redacta finalmente como:
“… el arte de hacer que la fuerza concurra para alcanzar las metas
de la política…”.17

36. Beaufre, es pues más amplio al señalar a la estrategia


como: “...el arte de la dialéctica de las fuerzas, o aún más
exactamente, el arte de la dialéctica de las voluntades que emplean
la fuerza para resolver su conflicto…”,18 lo que otorga mayor amplitud
al concepto, al considerar no sólo las fuerzas militares sino todos
aquellos elementos que confluyen y que en su conjunto implican la
fuerza.

37. Esta definición va más allá de la definición “clásica” de


estrategia, pues se enfoca a la estrategia de mayor nivel, que es
responsabilidad del poder gubernamental, a la que se ha denominado
estrategia nacional, gran estrategia o estrategia total, la cual
considera que el logro del fin político requiere del empleo de todas las
fuerzas del Estado.

38. Dichas fuerzas en su conjunto constituyen el poder


nacional, el cual ha sido definido de la siguiente manera:


15
Ibid. p. 309.
16
André Beaufre. Introducción a la Estrategia. Argentina. RIOPLATENSE. 1977. pp. 9 y 11.
17
Id.
18
Id.
10

10
Capacidad de un Estado para alcanzar y/o preservar los objetivos
nacionales. Se estructura con la reunión de los recursos y medios de
toda índole, disponibles y potenciales, organizados para su empleo
estratégico.

Para su análisis y estudio se puede dividir de manera convencional en


los campos: político, económico, social, militar, tecnológico y
diplomático.19

39. Atendiendo a las definiciones anteriores, es posible


categorizar a la estrategia como una ciencia, pues al igual que
quienes estudian astronomía o matemáticas deben contar con
conocimientos previos de las ciencias que manejan, el personal
militar requiere de la destreza y el conocimiento de los fenómenos
que la guerra implica, para una correcta aplicación de los medios en
la búsqueda y consecución del objetivo a cumplir.

40. También se puede categorizar como un arte, el arte de


dirigir tropas, ya que al igual que la música o la pintura requiere del
ingenio y la sensibilidad en el uso de la razón, más allá del simple
conocimiento o la mecánica de las cosas, es una actividad creativa
donde el conocimiento la experiencia y la astucia juegan un
importante papel.

Subsección (E)

Conceptualización sobre Estrategia

41. Tomando en consideración las definiciones que sobre


estrategia han sido expresadas por diversos pensadores y
ponderando que su empleo es aplicable a una amplia gama de las
actividades humanas, mismas que pueden desarrollarse tanto a nivel
de un Estado como en la aplicación de operaciones militares, y en
todo caso, sin el afán de que sea considerada como una definición
doctrinaria, se propone la siguiente conceptualización de “estrategia”:


19
Secretaría de la Defensa Nacional. (2013). Glosario de términos unificados por personal de la SEDENA
y de SEMAR. D.G.C.S., S.D.N., Término 19.
11

11

Estrategia: Arte y ciencia de concebir la mejor forma de


emplear los medios para confrontar y dirimir los antagonismos que se
opongan a la consecución de los fines. El ámbito en que se aplique
determinará los medios a emplear.

Segunda Sección

¿Qué es la Estrategia?

42. Nos enfocaremos en los conceptos de Estrategia y


Estrategia Nacional.

43. Estrategia. “Ciencia y arte de conseguir la forma de emplear


los medios, actuales o potenciales, para alcanzar y/o mantener los
objetivos previstos a largo plazo”.20

44. Estrategia Nacional. “…Ciencia y arte de concebir la forma


de emplear el poder y potencial del Estado, conforme a la orientación
de la Política Nacional, en la consecución de los objetivos
nacionales…”.21

45. El Estado Mexicano contempla, además, a la estrategia de


gobierno que se define como: “Arte de concebir la forma de emplear
el poder nacional, ante situaciones coyunturales y a mediano plazo,
de acuerdo con la orientación establecida por la política de gobierno,
en la consecución de los objetivos nacionales”.22

46. Subordinada a la Estrategia Nacional, está la estrategia


militar, definida en México como la “Ciencia y arte de concebir la
forma de emplear a las Fuerzas Armadas Nacionales, para alcanzar
los objetivos militares, derivados de los objetivos políticos”.23


20
Ibid. Término 22.
21
Ibid. Término 26.
22
Ibid. Término 24.
23
Ibid. Término 25.
12

12

47. A su vez, dentro de la Estrategia Militar, se incluye la


estrategia aérea, la estrategia naval y la estrategia terrestre,24 que se
ocupan de la preparación y empleo de cada una de las
correspondientes fuerzas armadas, para que en forma conjunta y en
los niveles de conducción operacional, se opongan a los
antagonismos que se enfrenten.

48. Por otra parte es necesario señalar que al referirnos a la


Estrategia Militar se le ha llamado también tridimensional, conjunta o
de conjunto o de los tres ejércitos. En algunos casos, solamente
estrategia, por parte de quienes conceptúan que ésta sólo trata sobre
la preparación y uso de las fuerzas armadas que no comprende la
acción política encausada al estudio y a la solución del problema
bélico.

49. La Estrategia Militar es la rama de la estrategia general que


se encarga de preparar y conducir las fuerzas armadas para alcanzar
el objetivo militar de la guerra. Dicho en otros términos, dirige el
desarrollo y empleo de los medios militares en apoyo de la política, a
través de la aplicación directa o indirecta del poder militar, tanto en la
paz como en la guerra.

50. El propósito de la guerra, desde el punto de vista político,


consiste en alcanzar los objetivos nacionales. No obstante que en la
formulación de la estrategia general de un país intervienen
consideraciones militares, en último análisis los objetivos nacionales
condicionan a las estrategias general y militar, por lo que las
operaciones que se emprendan deben estar subordinadas y ser
compatibles con aquellos.

51. La concepción de la Estrategia Militar ha alcanzado un alto


grado de complejidad debido a los desarrollos tecnológicos del
presente siglo, que han introducido en el panorama de la guerra
nuevos argumentos y equipo de múltiples aplicaciones en la tierra, el
mar y el aire, además, en el espacio exterior en los últimos tiempos.


24
Ibid. Términos 23, 27 y 28.
13

13

52. Esto ha obligado a buscar una integración total de las


acciones en esos ambientes y ha dado lugar a nuevos tipos de
operaciones, tales como las aeroterrestres, anfibias, de aerotropas,
aeromóviles, blindadas, submarinas, entre otras; las que implican
generalmente la participación de más de una fuerza armada,
pudiendo decirse que en la guerra moderna las operaciones militares
normalmente son de naturaleza conjunta.

53. En tiempo de paz, la Estrategia Militar establece las líneas


directrices para la estructuración de las fuerzas armadas y para su
empleo en apoyo de la política del país, coadyuvando en actividades
de seguridad y de orden interno.

54. En tiempo de guerra, su acción principal se orienta a la


conducción de las operaciones militares, desarrolladas por las
fuerzas armadas para alcanzar el objetivo general de la guerra. Éste
puede ser la destrucción de las fuerzas armadas enemigas, la
anulación del potencial bélico enemigo y su voluntad de continuar la
lucha, la posesión de determinada área geográfica o la imposición de
cierta línea de demarcación fronteriza por medio de la ocupación
militar.

55. La obtención del objetivo militar crea las condiciones


necesarias para alcanzar el objetivo político, aunque no siempre se
consigue éste únicamente por la acción militar.
14

14

Capítulo II

La Política y la Estrategia

Primera Sección

La Política

Subsección (A)

Definición y Concepto

56. Política “Del latín politĭcus, y este del griego πολιτικός


politikós; la forma f., del griego πολιτική politiké; arte, doctrina u
opinión referente al gobierno de los Estados”.25

57. Política “Es el arte de gobernar y de definir las guías de


acción para instrumentar el proceso encaminado a alcanzar los
objetivos”.26

58. El concepto incluido en la Enciclopedia Espasa Calpe


señala “…La política es una ciencia moral de carácter social, que se
refiere a la organización y funcionamiento de la sociedad política para
la consecución de sus fines…”.27

59. La política de un Estado es la actividad humana que define


la forma en que se organiza y estructura jurídicamente; establece la
forma en que ha de gobernarse, cómo se ordena en lo interno, así
como la forma en que se relaciona en el concierto internacional,
definiendo las acciones para su prevalencia, seguridad, desarrollo y
relaciones de poder.


25
Diccionario de la lengua española [en línea], Op.Cit., (consultado el 14 de noviembre de 2016).
26
Secretaría de la Defensa Nacional. (2013), Op. Cit. Término 53.
27
(Espasa Calpe, 1925), Enciclopedia Universal Ilustrada Europeo Americana [en línea], España,
disponible en: <http://www.apostadigital.com/revistav3/hemeroteca/reinel1.pdf> (consultado el 22
de noviembre de 2016).
15

15

60. La política determina la forma de vida de la comunidad, por


lo tanto, está definida por las aspiraciones de su población, que al ser
instrumentadas por su gobierno determinan sus intereses, mediante
su proyecto común y los planes que defina, mismos que se
transforman en objetivos nacionales.28

Subsección (B)

Dinámica de la Política y sus Factores

61. Históricamente la política ha sido influida tanto por la


necesidad de supervivencia como por los medios de subsistencia, de
igual forma por el grado de identidad de cada pueblo y su desarrollo
cultural particular, lo que ha modificado sus formas de gobierno y sus
relaciones internas y externas.

62. En muchas de las culturas antiguas, aun las más civilizadas


como la egipcia, privó el absolutismo extremo y se dio la fusión de los
conceptos de política y de teología, al existir el liderazgo de la nación
por mandato divino.

63. En la civilización griega, las primeras manifestaciones


democráticas y las teorías políticas ajenas a las religiones dieron pie
a las polis.

64. En Roma, el concepto de gobiernos mixtos: monarquías


semidemocráticas, que gobernaron con sujeción a ciertas leyes y
derechos ciudadanos, modificaron el concepto de ciudadano,
condición que se otorgaba bajo limitaciones de raza y lugar de
nacimiento, y no a todos aquellos que integraban el imperio.

65. Ante el crecimiento del cristianismo en la Edad Media, se


acentuó la subordinación de la política a la Iglesia, que adquirió un
poder supranacional.


28
Secretaría de la Defensa Nacional. (2013), Op. Cit. Términos 8, 34 y 38.
16

16

66. Al final de la Edad Media, la imposición de una doctrina


filosófica, la escolástica, que buscaba conjugar a la ciencia pura con
el dogma religioso católico, empezó a transformar el pensamiento
político; sin embargo, se mantuvo la soberanía en el monarca.

67. Las concepciones teóricas desarrolladas por pensadores


como Maquiavelo, Jean Bodin, Thomas Hobbes y John Locke sobre
el Estado y la labor política de sus gobernantes, ejercieron una
influencia determinante en las concepciones del manejo del Estado.

68. Con la paz de Westfalia (1646-1648), donde se realizó el


primer congreso diplomático, dio pie a un nuevo orden en Europa
Central, basado en el concepto de soberanía nacional, se estableció
como principio que, la integridad territorial es el fundamento de la
existencia de los Estados; se derrumbó el concepto feudal que hacía
hereditario el patrimonio constituido por territorios y pueblos,
marcando el nacimiento del Estado-Nación.

69. Las avanzadas ideas democráticas del liberalismo y el


individualismo, en la Época de las Luces, desconocen el origen divino
del gobierno y comienzan a surgir teorías racionales como la
soberanía popular en obras como El Contrato Social de Rousseau.29

70. La Independencia de los Estados Unidos en 1776 y la


Revolución Francesa en 1789, generaron sistemas constitucionales,
donde se cambia el concepto de súbdito por el de ciudadano, se
establece la división de poderes y la soberanía es trasladada al
pueblo.

71. La independencia de las antiguas posesiones de países


europeos en América crea Estados independientes bajo nuevos
paradigmas que adecuan sus sistemas políticos paulatinamente
hasta constituirse en modernas democracias.

72. En el siglo XX y como resultado de la II Guerra Mundial,


nuevas teorías filosóficas y político-sociales polarizaron al mundo en
dos bloques, el socialista y el capitalista, y la mayoría de los Estados
se vieron obligados a tomar partido o ubicarse al margen como no
alineados bajo su propio riesgo.

29
Rousseau, J.J. (2004). El contrato social. Madrid, España: ISTMO.
17

17

73. En las postrimerías del siglo XX y el actual siglo XXI, la


globalización modifica estructuras y penetra de muy diversas formas,
aun en las culturas más radicales, no obstante, se dan focos de fuerte
oposición y se siguen generando conflictos de diversa naturaleza que
buscan revertir el proceso.

74. Todo esto permite observar las variaciones que a través de


las distintas doctrinas políticas, han experimentado las relaciones
entre el poder y el pueblo, así como la dinámica en la evolución de la
política, por ser ésta una actividad social, sujeta a una constante
dinámica, producto de las necesidades de la población, que son
invariablemente cambiantes y acordes a las condiciones de factores
muy diversos como la idiosincrasia, religión, tiempo, ubicación,
economía e invariablemente influenciadas por la condición humana a
la cual sus gobernantes no pueden sustraerse y que está sujeta a
pasiones.

75. Ello provoca una transformación continua que influye en las


relaciones en lo interno y lo externo, y que genera un proceso que
debe balancear mediante consensos, el manejo de las tensiones y los
conflictos en la búsqueda permanente del interés general.

76. En éste sentido, la política crea estructuras que definirán


los mecanismos de actuación de cada una de las partes integrantes
de un Estado y de los Estados entre sí, y formula leyes que marcarán
los límites de actuación de cada persona, y cada organismo, para
regular la vida de la sociedad.

77. Establece la actitud que se asumirá ante los antagonismos


que se presenten y obstaculicen el cumplimiento de los objetivos que
cada Estado se haya trazado, para lo cual, deberá prever las acciones
a realizar, considerando entre otros los conceptos que mencionara
Maquiavelo:

“Debéis, pues, saber que hay dos maneras de combatir: una con las
leyes, y otra con la fuerza; la primera es propia del hombre, la segunda
lo es de los animales; pero, como muchas veces la primera no basta,
conviene recurrir a la segunda. Por tanto, a un príncipe le es necesario
saber hacer buen uso de una y otra”.
18

18

“Esto es lo que con palabras encubiertas enseñaron a los príncipes los


antiguos autores, los cuales escribieron que Aquiles y muchos otros
príncipes de la antigüedad fueron confiados en su niñez al centauro
Quirón, para que los custodiara bajo su disciplina. Tener por preceptor
a un maestro mitad bestia y mitad hombre no quiere decir otra cosa,
sino que un príncipe necesita saber usar una y otra naturaleza; y que
la una sin la otra no es duradera”.30

78. Así pues, la política de un Estado debe considerar el


empleo de los diversos medios para alcanzar sus objetivos, sin
soslayar, aun cuando su política sea por demás pacífica, el eventual
empleo de la fuerza como recurso extremo para mantener su
integridad, independencia y soberanía.

Subsección (C)

Campos de Acción de la Política

79. Las manifestaciones de la política de un país se originan en


el interior o sea en el ámbito nacional, satisfacen las aspiraciones de
su pueblo. Son desarrolladas en su plenitud por los órganos del
gobierno, el cual traza planes y objetivos acordes con las aspiraciones
e intereses nacionales. Se proyectan hacia el exterior como un
complemento a las medidas internas desarrolladas para alcanzar los
objetivos trazados, de acuerdo con el poder logrado para tal efecto.

80. Los objetivos nacionales, generalmente no se logran


espontánea y fácilmente, sino que las aspiraciones e intereses que
buscan satisfacer, se enfrentan a objetivos ajenos, que a su vez se
originan en aspiraciones e intereses opuestos, tanto dentro como
fuera del espacio nacional, constituyendo éstos, los antagonismos
que se habrá de enfrentar.

81. El esquema de desarrollo antes expuesto muestra los


campos fundamentales de la acción política, que para su estudio y
aplicación se clasifican en cuatro: Nacional, Interna, Exterior y Militar.


30
Maquiavelo, N. (1999). El Príncipe. Grupo Editorial Multimedios, p. 83.
19

19

Subsección (D)

Política Nacional

82. También denominada política general, es una guía de


acciones adoptadas por el gobierno a nivel nacional, es dictada por
quien ejerce la titularidad del Ejecutivo Federal, para alcanzar los
objetivos nacionales permanentes, es, por lo tanto, la manifestación
política de más alto nivel para un Estado o nación, y es desarrollada
por el gobierno u organismo que haga sus veces.

83. Abarca en su desarrollo, absolutamente a todos los campos


de acción de la política, comprende por lo tanto a la interna, la exterior
y la militar por una parte y, por la otra, a la Económica, Demográfica,
Geográfica, entre otras áreas.

84. El éxito de la política nacional es resultado de la estricta


observancia de los vínculos entre sus partes y de una sabia elección
de los objetivos de la política exterior, en función de las posibilidades
internas, en una correlación o interdependencia jerarquizada.

Subsección (E)

Política Interna

85. También denominada interior, es una guía de acción que


orienta los acuerdos políticos y consensos sociales para que, en
términos constitucionales, se mantengan las condiciones de
desarrollo y seguridad nacionales.31

86. Tiene por campo de acción al pueblo propio y al espacio


nacional en sus varios aspectos.


31
Secretaría de la Defensa Nacional. (2013), Op. Cit. Término 57.
20

20

87. Impulsa los deseos populares de libertad individual,


prosperidad y estabilidad económica, organización gubernamental
eficiente, impuestos justos y bienestar social en forma armónica,
conciliando las tendencias de las fuerzas económicas, sociales e
ideológicas del país.

88. Su acción se proyecta a todos los puntos del territorio


nacional. Afecta la vida de los diferentes grupos humanos y de las
personas en particular, por lo que se considera de primordial
importancia su planeamiento y organización, así como su ejecución
metódica y consciente.

89. Sus medios de acción, es decir, los instrumentos que


emplea para materializarse, han ido en aumento en forma
proporcional al progreso de la civilización y se considera que los
principales en la actualidad, son los medios de comunicación, los
procedimientos políticos y la opinión pública, entre otros.

90. En el desarrollo de la Política Interior, los medios de


comunicación y la forma de proyectarse, se han multiplicado
rápidamente, empleándose todas las dimensiones (digitales,
materiales, mixtas, etcétera), posibles e incluso en forma simultánea.

91. Los procedimientos políticos internos, han sido depurados


por el empleo intenso de los medios anteriores, que presentan nuevos
enfoques psicológicos de las personalidades e incitan a las masas a
la acción, mediante la preparación de situaciones dramáticas o
espectaculares; emplean los principios tradicionales de explotar
ideas, pasiones y sentimientos colectivos; inclusive usan la ficción
política para obtener mejores resultados (guerra de percepciones).

92. La opinión pública, reconocida como una fuerza


determinante en la política nacional con gobierno de elección popular
y aún en las dictaduras, constituye una manifestación de apoyo,
aprobación o repudio a las medidas políticas, a la clase gobernante y
a todas las acciones de cualquier naturaleza, pero de interés nacional,
que se suceden día a día en el propio país y en el exterior.
21

21

93. La política interior busca apoyo de la opinión pública, para


protegerse en contra de las reacciones desfavorables de la población;
a medida que se generaliza la reacción, procura el cambio o la
anulación de las medidas que le perjudican, y en el caso contrario, si
la opinión pública muestra su simpatía, buscar más aún su apoyo con
objeto de que se fortalezca la acción favorable.

94. Existen además otros factores en la política interior, que


cuando son explotados debidamente redundan en beneficio directo
de los propósitos que se persiguen; uno de ellos es la educación, que
crea un ciclo continuo de beneficios a la sociedad. Por medio de ella
se logra crear en el pueblo una conciencia ciudadana, sentido de
responsabilidad y percepción clara del papel de las personas y del
grupo en el medio en que actúa. Otros, como la expansión
económica, el crecimiento industrial y el dominio de la tecnología,
contienen ventajas obvias para el país, facilitando la acción creadora
de la política interior.

95. Para algunos países con altos intereses hegemónicos, su


política interior simplemente es un auxiliar de la acción política
nacional, que tiene encomendada la tarea de estructurar el desarrollo
de la nación para los fines que persiguen la política exterior y la militar.

Subsección (F)

Política Exterior

96. Es un conjunto de principios, doctrinas y objetivos, que


formula y aplica un Estado para promover y defender sus intereses,
ante otros Estados, así como de otros actores internacionales.32

97. Es decir, es un proceso complejo que involucra una serie


de actividades interconectadas entre sí, que van más allá de simples
actitudes o acciones.

98. Se desarrolla entre gobiernos de los países de todo el


mundo y/o ante organismos internacionales (gubernamentales o no).


32
Ibid. Término 56.
22

22

99. Busca la realización de los ideales y objetivos políticos


fuera de las fronteras propias, o el apoyo exterior para la realización
de los ideales y objetivos políticos de carácter interno.

100. Tomando en consideración sus posibilidades y la situación


externa, cada Estado determina la dirección que seguirá en los
asuntos mundiales. La ausencia de decisiones concretas en estas
actividades, pondría en peligro intereses vitales de una nación.

101. Las normas de política exterior, para ser realistas, deben


basarse en una concepción plena y preestablecida de los intereses
nacionales, y se encaminan a la obtención de objetivos definidos en
los asuntos mundiales.

102. En países desarrollados, que han alcanzado un alto grado


de madurez política, los gobiernos le conceden a la política exterior la
máxima importancia, sin descuidar desde luego el cumplimiento de
sus obligaciones en cuanto a sus objetivos a lograr en el interior.

103. Contrasta con lo que ocurre en algunos países en vías de


desarrollo, donde su lucha interna por sostenerse en el poder,
constituye la máxima preocupación; en tal caso, los gobiernos dirigen
su política exterior a obtener créditos, apoyos políticos, ayudas
diversas, protección, entre otros.

104. Cuando se estudian los fines, situación, propósito y otros


factores políticos con objeto de transformarlos en objetivos y
programas de acción, se presentan dificultades para hacer una
selección apropiada. La principal, es la identificación de los
verdaderos intereses del Estado, que deberán ser obtenidos de las
aspiraciones de su pueblo y enfocados al bien común.

105. Para la mayoría de los Estados los más comunes son: su


seguridad, la mejora económica, la protección, el aumento del
poderío propio en relación al concierto internacional y la obtención del
prestigio nacional.
23

23

106. Un gobierno al formular su política exterior, debe


seleccionar los cursos de acción que mejor concilien los medios
disponibles, o sea el poder nacional, con la finalidad por alcanzar.
Debe hacerse una clara distinción entre lo necesario y lo posible, sin
extralimitarse ni sobrestimar la realidad en cuanto a poder y potencial.

107. No solamente deben atenderse los problemas de


actualidad, sino hacerse previsiones y anticipar los eventos futuros.
El éxito de una política exterior, se apoya considerablemente en la
astucia y en la deducción aproximada del desenlace de los
acontecimientos en el futuro.

108. En ocasiones las políticas exterior e interior son producto


de una misma decisión política y se derivan de las aspiraciones
básicas del país, situación en que ambas políticas deben apoyarse
entre sí para tener éxito.

109. Por ejemplo, el desarrollo económico interno puede


depender de una acción diplomática para la obtención de créditos e
inversiones de capital extranjero; una política basada en el poder
militar en apoyo de la seguridad, puede depender de la
industrialización y establecimiento de una economía sólida dentro de
la nación, lo que requeriría un fuerte apoyo político, económico y
militar del exterior.

110. En casos como éstos, la política exterior es, en cierta forma,


una extensión de las finalidades internas, en sus negociaciones con
el resto del mundo.

111. A diferencia de la política interior, la exterior tiene que


negociar con actores no gubernamentales en países soberanos o en
organismos internacionales, por lo que en la práctica tiene que recurrir
a persuadir, ceder y recibir, o bien ejercer diferentes grados de
presión o coerción sobre Estados independientes que no se
consideran obligados a acceder, a menos que convenga a sus
intereses.
24

24

112. Por ello es que, al buscarse un equilibrio adecuado entre


los objetivos señalados y el poder desarrollado para obtenerlos, se
debe procurar que, en tanto la política exterior busca los elementos
necesarios para lograr el equilibrio, la política militar e interior tratan
de materializar la parte que les corresponde para el establecimiento
de tal equilibrio.

113. Las naciones formulan su política exterior de acuerdo con


sus tradiciones, experiencias históricas y ciertas actitudes que le dan
a esa política una fisonomía específica, que pudiera llamarse un estilo
propio. Ya se ha mencionado la importancia de poseer una
apreciación realista de la situación, condiciones y naturaleza del
medio exterior, para estar en posibilidad de establecer normas
políticas justas y apropiadas.

114. Un auxiliar indispensable en esta apreciación, consiste en


contar con un sistema eficiente de inteligencia, para obtener y
emplear información exacta, veraz y oportuna acerca de los
acontecimientos, posibilidades y tendencias de los demás actores
internacionales.

115. Otro elemento importante es la calidad intelectual y moral


de la dirigencia de un país encargada de establecer desde las líneas
generales, hasta las decisiones de detalle en política exterior, puesto
que, de acuerdo con sus orígenes, educación, tendencias y
convicciones, adoptará posturas particulares respecto a los
problemas mundiales e influirá en su solución.

116. Considerando el dinamismo de las relaciones entre los


Estados modernos, la política exterior debe sujetarse a una revisión
constante, adaptándola a los intereses y objetivos de cada país.

117. Igualmente es necesario tomar en cuenta los intereses


nacionales de los otros países, buscando precisarlos de la mejor
manera posible, para actuar en las relaciones con ellos, partiendo de
una base de conocimiento y comprensión de sus aspiraciones, y
finalidades, sin sobrestimar sus intenciones ni menospreciar sus
posibilidades.
25

25

118. En ocasiones un país se ve en el dilema de sacrificar ciertos


intereses nacionales en beneficio de otros. Siempre será difícil prever
las consecuencias de tales acciones y las actitudes que tomarán los
demás Estados. La República Checo-Eslovaca cedió parte de su
territorio en 1938 a Alemania, para preservar la vida de sus habitantes
y el resto del espacio nacional, buscando eludir así el riesgo de una
guerra desigual; el resultado fue que antes de transcurrido un año, el
país fue dividido y desapareció como tal.

119. En cuanto a su naturaleza, la política exterior no escapa a


la que en forma general caracteriza a la política. “…La Política
Internacional pretende siempre que sus actos están fundados en el
derecho y son la representación auténtica de la justicia, pero en
realidad, altera constantemente a uno y otra y, más aún, gracias a la
asociación de las ideas de justicia y derecho, se han llegado a
mantener a través de siglos y milenios, las más amargas injusticias
con el consentimiento de las víctimas. Todas las opresiones, todas
las explotaciones, todas las esclavitudes vienen de ellas…”.33

120. Factores en la conducción de la política exterior, tales como


el idealismo y la moralidad, producen resultados diferentes y su
adopción está condicionada por la situación del momento. “…Muchas
de las actitudes que desazonan a la gente por considerarlas acciones
inmorales de los gobiernos, pueden ser moralmente justificables por
las circunstancias especiales y desafortunadas a las que el hombre
de Estado tiene que hacer frente y las cuales una, y otra vez, él se ve
imposibilitado de cambiar…”.34

121. Cada Estado posee determinados métodos y tendencias


para la formulación de su política exterior. En algunos, ésta puede
predecirse con cierto grado de exactitud, lo que sucede en el caso
común de la democracia; en otros resulta casi imposible, por
derivarse de las actitudes personales de sus diversos dirigentes lo
que ocurre frecuentemente en las dictaduras.


33
Keyserling, H. (1941). Betrachtungen der Stille und Besinnlichkeit Consideraciones de silencio y
contemplación (1/a. ed.). Berlin: VERLAG.
34
Wolfers , A. (1892-1968). Científico político. International Relations as a Field of Study;COLUMBIA
JOURNAL OF INTERNATIONAL AFFAIRS (2/a ed.) [en línea], disponible en:
<historyonline.chadwyck.co.uk/getImage?productsuffix=_stydyunits&action=printview&in=gif&out=pdf&s
rc=/pci/1130-1947-001-00-000005/conv/1130-1947-001-00-000005.pdf&IE=.pdf> (consultado el 5 de
noviembre de 2016).
26

26

122. Un sistema organizado para estos propósitos, sigue


normalmente un proceso como el que se describe a continuación:

A. Hacer una evaluación general de la posición


internacional del Estado, en relación con sus vecinos, aliados y
rivales.

B. Establecer los principios generales de conducta que el


Estado sostiene y promueve con respecto a los asuntos
internacionales.

C. Fijar los objetivos específicos e intereses nacionales


que persigue en sus relaciones exteriores y la forma en que desea
marchen los asuntos mundiales.

D. Efectuar una estimación de las posibilidades del Estado


para seguir una acción firme, prudente, de confianza en sí o de
alianzas económicas, políticas y militares con otros Estados.

E. Determinar las medidas, compromisos y


procedimientos empleados para la obtención de los objetivos y la
satisfacción de sus intereses.

123. Para el análisis de los factores particulares que intervienen


en el proceso anterior, se aplican ciertas premisas que lo facilitan:

A. No existen absolutos en política exterior.

B. Deben tomarse en cuenta las lecciones aprendidas de


la historia.

C. Quien interviene en la formulación de la política exterior,


debe entenderse a sí mismo, a su país y a las otras naciones.

D. Debe observarse cierto escepticismo hacia las


doctrinas idealistas.

124. La formulación y conducción de la política exterior, implica


ciertos riesgos por la dificultad en predecir los acontecimientos y por
ésta razón, se le considera como un arte.
27

27

125. En caso de existir principios de política exterior, uno de


ellos es seguramente el del riesgo calculado, lo que se infiere como
mantener algún margen para maniobrar, en caso de que el curso
seleccionado no se desarrolle como se planeó.

126. De ahí otro principio puede ser: establecer el equilibrio


entre los compromisos y el poder, manteniendo un exceso de
elementos en reserva. Para lograr este equilibrio, sobre todo si se
trata de problemas y soluciones militares, resulta muy difícil para la
mayoría de los países, mantener indefinidamente un poder dado
durante el tiempo de paz, por lo que recurren a concertar alianzas con
Estados afines, a la vez que destruir o neutralizar otras entre países
adversarios.

127. Hay otros factores que dan lugar a los riesgos y falta de
certeza en estos problemas, tales como la probabilidad de que un
acontecimiento se presente o no, el cálculo erróneo acerca de la
reacción de un Estado ante determinado problema, las actitudes
irracionales que adoptan algunos en ciertas circunstancias, la
inconsistencia en sus actitudes, así como los aspectos intangibles y
los imponderables.

128. Por último, la política exterior también posee ciertas


limitaciones entre las que figuran la necesidad de cooperación que
tienen los Estados para garantizar su seguridad y promover su
desarrollo económico, así como la posibilidad de los gobiernos y sus
pueblos para decidir y actuar con efectividad, lo que depende en gran
parte de su sistema político, la habilidad de sus dirigentes y la unidad
nacional.

129. En el caso del Estado Mexicano dentro de las facultades y


obligaciones del Presidente de la República se considera: Dirigir la
política exterior y celebrar tratados internacionales, así como
terminar, denunciar, suspender, modificar, enmendar, retirar reservas
y formular declaraciones interpretativas sobre ellos, sometiéndolos a
la aprobación del Senado.
28

28

130. Se establece que: “…En la conducción de tal política, el


titular del Poder Ejecutivo observará los siguientes principios
normativos: la autodeterminación de los pueblos; la no intervención;
la solución pacífica de controversias; la proscripción de la amenaza o
el uso de la fuerza en las relaciones internacionales; la igualdad
jurídica de los Estados; la cooperación internacional para el
desarrollo; el respeto; la protección y promoción de los derechos
humanos y la lucha por la paz y la seguridad internacionales”.35

Subsección (G)

Política Militar

131. La Política Militar es una guía de acción para organizar,


preparar y actualizar el poder, y potencial de las fuerzas armadas, con
el fin de posibilitar el cumplimiento de sus misiones constitucionales.36

132. Ésta no puede entenderse de manera aislada, porque está


condicionada y a su vez condiciona a los otros campos de la política;
por lo cual, la incidencia de la política en los problemas y soluciones
militares genera la política militar.

133. Refiriéndose a la política militar, Liddell Hart menciona:


“Por otro lado, el gobierno, que formula la política bélica y tiene que
adaptarla a condiciones que a menudo cambian en el curso de la
guerra, puede intervenir con todo derecho en la estrategia de una
campaña, no únicamente sustituyendo a un mando en el que ha
perdido la confianza, sino también modificando su objetivo según las
necesidades de su política bélica. Aunque no debe interferir con él en
lo que al uso de sus herramientas se refiere, debe indicarle claramente
la naturaleza de su misión.

Por lo tanto, la estrategia no tiene necesariamente el simple objetivo


de tratar de vencer al poder militar del enemigo. Cuando un gobierno
estima que el enemigo posee superioridad militar, ya sea en general o
bien en un teatro bélico determinado, puede ordenar juiciosamente
una estrategia de objetivo limitado”.37


35
“Cámara de Diputados del H. Congreso de la Unión”, Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos [en línea], México, disponible en: <http://www.diputados.gob.mx/LeyesBiblio/htm/1.htm>
Artículo 89 Fracción X. (consultado 16 de septiembre de 2016).
36
Secretaría de la Defensa Nacional. (2013), Op. Cit. Término 58.
37
Liddell Hart, B. H., Op. Cit. p. 308.
29

29

134. En otros términos, la política militar tiene por objeto poner


militarmente en forma al Estado: crear el ente armado que éste
necesite para realizar tareas en las que se requiera la aplicación de
la fuerza, a pesar de las oposiciones internas o externas.

135. Cuando sirve a propósitos de conflicto contra otros países


o de defensa contra posibles agresiones, recibe de la política exterior
sus orientaciones iniciales y sus objetivos principales, apoyándose en
todo caso en la política Interior, a la que condiciona en parte.

136. Cuando la política militar sirve al propósito de sostener la


política interior, recibe de ésta toda clase de lineamientos y a la vez
es condicionada por ésta última; por su parte, la política exterior
también apoya a la política militar, de conformidad con los preceptos
de la política Interior.

137. La solución a los problemas militares es resultado de dos


factores, uno político y el otro técnico. Si se considera la primacía del
factor político sobre el técnico-militar, de lo que ya se han tratado y
explicado razones, se concluye que el ejercicio de esta política no es
algo que corresponda al ámbito castrense sino al político y
orgánicamente, al gobierno.

138. El personal militar no hace ni debe hacer política. No es el


único encargado de la Defensa Nacional, ya que ésta también es
responsabilidad de los órganos político, diplomático y económico, del
pueblo en su totalidad, buscando proteger el honor, la dignidad, el
prestigio, la soberanía, independencia e integridad de la nación. Pero
sí es quien, en última instancia, tiene la responsabilidad de proteger
éstos valores por medio de las armas; el recurso y firme sostén en
quien el pueblo confía para alcanzar la meta de sus aspiraciones.

139. Es por ello que las fuerzas armadas no deben exponerse a


la censura a que constantemente están sometidos los órganos
políticos, burocráticos y administrativos, por parte de sectores
bastante considerables del pueblo, como consecuencia del carácter
polifacético de la política.
30

30

140. La actuación del personal militar en tiempo de paz y en


guerra, deberá merecer el apoyo del pueblo y su aprobación general
desde cualquier punto que se le observe, para no defraudar la
esperanza que sobre él tiene fincadas el propio pueblo, que, por otra
parte, es quien integra sus filas para luchar con las armas.

141. Lo anteriormente explicado, no significa en forma alguna


que éste no deba conocer la política.

142. Por otra parte; en la actualidad, el desarrollo de la ciencia y


de la técnica, impiden que una sola persona pueda abarcar los vastos
dominios que se requieren en la solución de un problema. Ello obliga
a recurrir al empleo de especialistas cuando para las soluciones
necesarias se requiere hacer diversos aspectos.

143. Ante tales situaciones quien se encuentre como Jefe de


Estado, no podrá conocer profundamente los problemas técnicos de
las actividades comprendidas en su acción política. Particularmente
le será difícil dominar los complejos problemas que plantea la
necesidad de poner militarmente en forma a la nación y crear las
condiciones propicias para la realización para sus más elevados
designios.

144. En consecuencia, el personal político necesita del auxilio


de especialistas en aspectos técnico militares; el personal militar para
cumplir eficientemente su cometido de asesorar a quien ostente la
titularidad de la Jefatura de Estado, necesita, además de poseer una
sólida cultura profesional, conocer profundamente la política general,
interior y exterior de su país.

145. Solamente así podrá proceder en forma activa y provocar,


de quien gobierna, las medidas políticas necesarias para la solución
de los problemas militares; es decir, solamente así podrá estimular la
generación de la política militar.

146. El conocimiento de la política general, es tanto más


importante para el personal militar si se considera que la política
militar, cuya generación tiene que estimular, recibe de la política
exterior su orientación de base y sus objetivos principales y se apoya
en la política interior, a la que condiciona en parte.
31

31

147. Este condicionamiento no podría establecerse en forma


armónica, sin lesionar o gravar inútilmente aspectos de la política
interior, obligándola a abrumar a los contribuyentes con una
sobrecarga exagerada, a separar innecesariamente a personas de
fecundas actividades, o establecer tantas otras medidas que, en
último análisis, solamente producirían resultados negativos. Todo ello
es susceptible de ocurrir, si las ideas que inspiran a la política militar
no han sido concebidas en un ambiente de profundo conocimiento de
la situación política general del país.

Subsección (H)

Política de Defensa

148. La dinámica mundial y el proceso globalizador de los


últimos años, ha provocado que se retome conciencia de los factores
que de manera considerable coadyuvan a la generación y
proliferación de fenómenos antagónicos que pueden atentar contra la
defensa y seguridad de los Estados.

149. Los nuevos retos hacen necesario que constantemente


sean actualizados los esquemas de defensa planteados por cada
Estado, situación que implica desarrollar una coordinación con otros
estados afines y trabajo integral entre la clase política, la población y
las instancias relacionadas con el Sector Defensa.

150. La política de defensa es considerada como una política de


Estado, por lo que su concepción y conducción cae en el ámbito de
la estrategia general o gran estrategia. En el contexto nacional
mexicano, la política de defensa se encuentra plasmada en el
documento “Política Nacional de Defensa del Estado Mexicano”;
documento que contiene los siguientes apartados: Contexto Nacional
e Internacional; Fundamentos; Concepto Estratégico; así como
Intereses y Objetivos de Defensa.38


38
SEDENA-SEMAR, Política Nacional de Defensa del Estado Mexicano. Jun. 2013.
32

32

151. En dicho escrito se expresa que “un país que no se


preocupa por su Defensa Nacional, renuncia a su soberanía y abdica
a su propia independencia y libertad…”;39 de lo anterior se desprende
que para México se hace necesario contar con una Política Nacional
de Defensa, a fin de generar una conciencia social y un compromiso
por parte de todos aquellos actores involucrados en tan importante
tarea.

152. Nuestra política de defensa se encuentra orientada a


garantizar la integridad, la independencia y soberanía de la nación;
garantizar la seguridad interior y contribuir al desarrollo nacional,
cúmulo de actividades que no sólo competen a las fuerzas armadas,
sino a todos los integrantes del Estado.

153. Para estructurar dicha política se hace necesario tomar en


consideración la actualidad geopolítica del país y su contexto
estratégico, para hacer frente de forma eficiente y eficaz a toda
amenaza o riesgo, ya sea proveniente del exterior o de carácter
interno.

154. Fundamentos de la Política Nacional de Defensa del


Estado Mexicano.

A. En primer término, se hace referencia a “la experiencia


histórica” de nuestra nación, en la que se encuentran múltiples
acontecimientos que laceraron la integridad territorial, independencia
y soberanía del país; ésta experiencia nos dicta que, por necesidad,
el Estado Mexicano no debe adoptar una actitud pasiva en cuestiones
de defensa nacional, ya que ante dicha actitud, circunstancias
coyunturales o que quedan al azar pueden transformarse en riesgos
y/o amenazas para su defensa.

B. De igual forma, se establece que una política nacional


de defensa no es concebible sin integrar dentro de esta a la sociedad,
ya que resulta primordial hacer conciencia del importante papel que
juega el ciudadano en la defensa de la nación.


39
Ibid.
33

33

C. Otro fundamento de la política nacional de defensa


radica en “el marco jurídico internacional”, del cual México forma parte
a través de los acuerdos y tratados a que se ha adherido, y que
prohíbe a los miembros de la comunidad internacional recurrir al uso
de la fuerza o amenaza para la resolución de controversias; sin
embargo, no se puede soslayar la posibilidad de que no siempre se
respete dicho marco jurídico.

D. Por mandato constitucional, nuestro país cuenta con la


fuerza armada permanente para la defensa exterior y seguridad
interior de la nación.

155. Al respecto, la Secretaría de la Defensa Nacional estableció


el siguiente concepto:

“…la Defensa Nacional es el conjunto de acciones, recursos y medios


que adopta y dispone el Estado para garantizar la integridad,
independencia y soberanía de la Nación, así como prevenir o eliminar
las amenazas tradicionales y emergentes, riesgos y desafíos que
procedan del ámbito externo e interno, y de esta forma contribuir a la
estabilidad y al Desarrollo Nacional.

De esta manera, la Defensa Nacional se constituye como un bien


público, de carácter permanente, que debe ser asumido por todos los
componentes de Estado…”.40

156. A partir de este concepto, se desprende que la Defensa


Nacional sea catalogada como un bien público de carácter
permanente, que debe ser asumido por todos los componentes del
Estado, el cual es responsable de su organización, función,
normatividad y asignación de recursos.

157. Intereses y objetivos. Al ser una política de Estado, la


Política Nacional de Defensa del Estado Mexicano debe establecer
intereses y objetivos que contribuyan a garantizar las condiciones de
seguridad, que permitan el desarrollo del país y falta un conectivo el
fortalecimiento del estado de derecho.


40
Secretaría de la Defensa Nacional, PSDN p. 9
34

34

158. Dicha política establece como Intereses “…la expresión de


los deseos colectivos despertados por las necesidades de defensa de
toda la nación…”. y refiere que los objetivos son “…la expresión para
materializar a los intereses que la Nación busca satisfacer en
determinado periodo de su existencia, marcando de esta forma el
inicio del proceso de Política Nacional de Defensa”.

Subsección (I)

Medios de Acción de la Política

159. Se designan como Medios de Acción de la Política, a las


diversas formas de sugestión e influencia que la humanidad puede
ejercer sobre sí misma, puestos en juego como expedientes en la
búsqueda de los objetivos que ésta se propone. Los medios de acción
son:

A. El convencimiento.

B. La opinión pública.

C. El ideal.

D. La ficción.

160. La acción política es generada por las relaciones mutuas


que mantienen entre sí los factores que la engendran; tales relaciones
se presentan en las formas más variadas e inconstantes, debido a
que estas relaciones se encuentran predispuestas y condicionadas
por los medios que se aplican para generarlas, los cuales por su
simple enunciación son tan variados.

161. Es decir, los medios de acción de la política tienen por


fundamento los diversos grados y formas de "sugestión e influencia"
que cierto tipo de ciudadanía (líderes, guías, gobernantes, etcétera),
pueden ejercer sobre la masa y sobre los grupos.
35

35

162. Conviene pues, realizar algunas reflexiones en torno de


cada uno de estos medios de acción de la política. Pero antes es
prudente advertir que estas especulaciones solamente tienen dos
propósitos: primero, lograr el conocimiento del fenómeno político, en
el grado necesario como base para el estudio de la estrategia,
además, proporcionar elementos culturales de juicio indispensables
al personal militar, para que esté en condiciones de observar,
comprender e interpretar a la política interna y externa, y mejorar su
aptitud para cumplir con sus deberes militares y ciudadanos
relacionados con la defensa de la nación.

A. El convencimiento. Si se observa el desarrollo de los


hechos de la política, se aprecia en ellos que solamente un número
reducido de personas desempeñan papeles primordiales, siendo
éstas las que, con su dinamismo y cultura, o bien por su inspiración y
ejemplo, logran colocarse al frente de las masas y tratan de continuar
su acción sin sujeción a ellas.

a. Para lograr lo anterior y arrastrar así a las masas al


campo de la política, bien sea de un partido o del gobierno, se recurre
con frecuencia a emplear como expediente al convencimiento. Éste
se busca principalmente mediante el empleo de la palabra hablada o
escrita, presentada en distintas formas: discursos, explicaciones y
declaraciones confeccionadas exprofeso, y difundidos por entrevista
directa en asambleas y mítines, por la radio, prensa, el cine, el teatro,
la televisión, libros, revistas, etcétera.

b. El discurso político es un intento para la formación


de la opinión de las masas. Quien lo emplea para convencerlas, debe
estar en primer término, perfectamente compenetrado en las
pasiones que intenta provocar, para que mediante sus expresiones
pueda producir una emoción que impulse hacia la acción que desee
obtener en reciprocidad.

c. Cada discurso político debe responder a la intención


de convencer a la masa y así conseguir, mediante la influencia
personal y directa, determinados sentimientos, actitudes, pasiones, o
tan sólo cierta manera de pensar.
36

36

d. Cuando bajo la impresión que le produce una serie


de hábiles discursos políticos, la masa es embargada por cierta
simpatía hacia el personal orador, se convencerá y aprobará primero
las resoluciones que éste puede presentar “como una opinión del
pueblo”; después y como consecuencia de la anterior aprobación
otorgará su autorización para que quien dirija, obre de acuerdo con la
“voluntad popular”, ocurriendo en esta forma un traslado de las
intenciones fundamentales de la masa al individuo.

B. La opinión pública. Esta es conceptuada como el eco


reflejado por la masa, como consecuencia de la aceptación común de
algunos conceptos generales. Para que pueda conceptuarse como
eficaz medio de acción de la política, es necesario que sea
auténticamente pública y por lo tanto contundente.

a. Para que las masas que forman la opinión pública


estén inmunizadas contra sugestiones adversas, debe formarse ésta
con pleno conocimiento de los conceptos que le sirven de base y sus
múltiples manifestaciones deben ser libres, es decir, no forzadas por
la política.

b. El pleno conocimiento de los conceptos que sirven


de base a la masa es indispensable; es una exigencia de la época
actual, en la que, a un grado más avanzado de cultura en las
modernas sociedades, corresponde una mayor participación de todos
sus elementos constitutivos en la política, restándose así
parcialmente la “autoridad absoluta” de que disfrutaban en el pasado
quienes eran gobernantes.

c. Además, y no obstante el alto grado de cultura


alcanzado por algunos pueblos, puede ocurrir que la masa aún no
esté capacitada para comprender la finalidad de una acción política
determinada, mediante la observación de los accidentes parciales en
que suele descomponerse el proceso de ella. Así, la falta de
información puede conducirla a confundirla con el objetivo inmediato
de algunos de los accidentes parciales, cuyo desarrollo observará
aisladamente.
37

37

d. En cuanto a la forma libre en que deben presentarse


las manifestaciones de la opinión pública, no significa de ninguna
manera que no pueda ser influenciada. Es susceptible de profundos
influjos, puede ser estimulada o frenada, atraída o ahuyentada, pero
nunca puede ser dominada o sometida porque se trata simplemente
de una opinión del público y no de una voluntad. Tampoco puede
formarse arbitraria o artificialmente, pues en tal caso no sería
verdaderamente auténtica.

e. La opinión pública, como medio de acción de la


política, adquiere mayor o menor importancia según la forma de
gobierno del país en que se observe. En los países democráticos
llega a engendrar fuerzas extraordinarias, en pro o en contra de una
política determinada, no solamente para su realización en el campo
interior, sino particularmente para la materialización de ella en el
ámbito de las relaciones internacionales.

f. La opinión pública puede encontrarse ya formada.


Si es favorable, habrá que explotarla e incrementar su potencia; si
fuese contraria, precisará anularla o cambiar su dirección, y cuando
no exista, puede ser creada a medida de los intereses políticos.

g. Ello entraña una tarea difícil, no solamente en


países deficientemente organizados, sino aun en aquellos en que la
masa se encuentra controlada mediante partidos o asociaciones.
Independientemente del personal que se mantiene fuera de tales
instituciones, existen dentro de ellas mismas algunos de criterio
propio, cuyas opiniones particulares son difíciles de incorporar a la
general del partido. Las actividades estarán siempre encaminadas a
orientar hacia éste las opiniones de sus integrantes, incluyendo
“neutrales”.

h. Además del convencimiento y la propaganda, los


ejemplos y los éxitos materiales, bien sean políticos, económicos,
sociales o militares, obran eficazmente en la formación de la opinión
pública.
38

38

C. El ideal. Un ideal que coincida con las aspiraciones de


la masa, si es convenientemente explotado, puede llegar a constituir
una fuerza política de suma consideración. El espíritu de las masas,
condicionado por la natural tendencia de cada partícipe de ellas hacia
la favorable variación de sus condiciones de vida en todos los
aspectos, persigue siempre fines objetivamente morales, en la
medida de las circunstancias.

a. Por lo general un ideal se condensa en su expresión


y se muestra como un lema máxima o imperativo; por ejemplo; “Tierra
y Libertad”, “Sufragio Efectivo. No Reelección”, etcétera.

b. La objetividad de estos fines requiere que sean


presentados bajo la forma de asuntos concretos y de contenido
actual. Esto en ocasiones es obstáculo para el establecimiento de una
adecuada política con base en tales fines, ya que implicaría
compromisos que quizá no fuera posible cumplir con posteridad.

c. Es por lo tanto labor de quien sea gobernante o


dirigente en su caso, formar un gran ideal mediante la reunión de un
conjunto de ideas, capaz de unificar en torno al conjunto de la masa,
constituyendo con ello una meta limitada en alcances, pero
comúnmente apetecida.

d. Para que pueda constituir una fuerza política, el


ideal necesita ser convenientemente evolucionado, encierra
originalmente cierta pureza; nace buscando alcanzar mejores
condiciones de vida, aparentemente insuperables para la masa
dentro de la cual se incubó. Para que su líder pueda aprovecharlo
como una fuerza política, deberá ser encausado hacia los fines reales
de la acción política que en el momento convenga.

e. Por ejemplo, si se busca la conquista del poder,


debe evolucionarse artificialmente de manera que la masa apoye la
lucha, para posteriormente, en el poder, realizar la acción necesaria
para la consecución de los objetivos emanados del propio ideal.
39

39

f. En este proceso, el ideal pierde su sentido


profundamente moral y su original condición de pureza, y se
transforma en un factor del poder que llega en ocasiones hasta a
controvertir su finalidad inicial y presenta así el ideal en política, como
base y guía del personal o de una colectividad, se transforma en
corriente de fuerza espiritual susceptible de dominar a las masas
hasta convertirlas en instrumentos. Esa fuerza radica en el
entusiasmo que puede inspirar a todos los actos políticos en los
impulsos que provoca y en los sentimientos que despierta.

g. Considérese el papel que en el pasado han jugado


los ideales de Libertad, Igualdad y Fraternidad en la Revolución
Francesa; el de la abolición de la esclavitud, en la Guerra de Secesión
de los E.U.A., el de las cuatro libertades fundamentales expresadas
en la Carta del Atlántico, en la Segunda Guerra Mundial.

Subsección (J)

Agentes de la Política

163. Son los organismos y actividades de que dispone el


gobierno para actuar materialmente, constituyendo así un conducto
para consumar sus decisiones y apoyar sus acciones políticas. Los
principales agentes de la política se manifiestan en el ámbito exterior
y en el interior, siendo la economía, las comunicaciones y la
propaganda útiles en ambos ámbitos.

164. Los principales agentes son:

A. La diplomacia. Como institución, arte y técnica, es el


agente primero de la política exterior. Cada Estado se hace
representar ante los demás Estados por medio de un equipo de
personas que constituyen su servicio exterior o diplomático. Al
conjunto de representantes de países extranjeros ante un gobierno,
se le denomina cuerpo diplomático.

a. Las y los agentes diplomáticos no deben hacer


política, son simplemente un medio de la acción política del gobierno
al que representan. Excepcionalmente a una persona que integra el
servicio exterior, se le podrán otorgar facultades más amplias.
40

40

b. Quien ostente la titularidad del ministerio de


Relaciones Exteriores, es la persona encargada del servicio exterior
y bajo este aspecto ejerce la diplomacia, y representa a su gobierno
ante el cuerpo diplomático. Como persona que integra el gabinete, es
y participa activamente en la política interior. En conclusión, es ente
político en la política interior y agente en la política exterior.

c. La continuidad en la dirección, sentido y objetivos de


la política exterior, primera condición del buen éxito, exige de quien
tenga la titularidad de la Secretaría o Ministerio de Relaciones
Exteriores una gran mesura, tanto por lo cambiante de las situaciones
en el interior, como por la existencia de ciertas influencias partidistas
en su propio ánimo. Además, afectan a su actuación todos los
factores mencionados en la política exterior.

B. La economía. Es uno de los más poderosos agentes de


la política. Es un instrumento de lucha, que reviste diversos aspectos.
Entre los primeros pueden mencionarse los financiamientos, apoyos
económicos, préstamos y arrendamientos, además de otros. Entre los
segundos el boicot, la incautación, el soborno, el bloqueo y el
proteccionismo.

a. Bajo su apariencia amigable, la economía crea


campos de influencia política, constituyendo así una fuerza de gran
importancia hegemónica. Cuando su empleo llega a los aspectos de
confrontación, puede aún producir el aniquilamiento de la fuerza
adversaria por la destrucción de su economía, por el
estrangulamiento de sus fuentes de vida; se trata entonces,
propiamente de un conflicto económico.

b. En el interior, la economía no funge directamente


como agente de lucha política, sino como elemento de bienestar y
prosperidad del pueblo. Esto, indirectamente se traduce en fuerza
política para el gobierno, si su gestión económica es acertada y de
resultados prácticos.

C. Las comunicaciones. Son verdaderos canales de fuerza


política y estratégica. Por ellas se encausan, infiltran y difunden, los
intereses políticos de los Estados.
41

41

a. En la tierra, mar, aire, ciberespacio y espacio


exterior, las comunicaciones conforman una gran red sobre el mundo,
constituida por carreteras y vías férreas, rutas marítimas y aéreas,
redes telefónicas y telegráficas, de radio, televisión e internet, de
microondas, entre otras.

b. Las comunicaciones son indicio de la intensidad del


predominio económico, político y estratégico de las diversas
potencias. Las intenciones futuras de un Estado pueden captarse en
sus actividades del momento en materia de comunicaciones
exteriores e interiores.

c. Es importante para el personal militar distinguir los


conceptos de las comunicaciones y la comunicación.

i. Las comunicaciones, están constituidas por la


amplia red de medios físicos que permiten el intercambio de ideas y
objetos materiales de un lugar a otro.

ii. La comunicación es lo que denominamos


enlace, el entendimiento mutuo que debe haber entre personas
encargadas de realizar una tarea en común y que reviste un aspecto
moral, intelectual y material; así pues, el concepto de comunicación
es semejante, pero en el ámbito de toda clase de relaciones
humanas.

d. Como conductos para la difusión del pensamiento


político, los medios de comunicación han dado a éste un alcance
insospechado. En el pasado, los discursos, las declaraciones, las
entrevistas, solamente eran escuchadas por un reducido auditorio; en
la actualidad la prensa, radio, cine, televisión e internet, han
construido para el político una tribuna mundial.

e. Aunque esto le ha reportado ventajas a la clase


política moderna, le ha creado dependencias, entre las cuales figuran
las siguientes:

i. La necesidad en algunos casos, de crear


ciertos órganos de difusión propios, para dar mayor resonancia a sus
ideas políticas.
42

42

ii. Por lo que al gobierno se refiere, el imperativo


de crear toda una organización destinada a enlazarse con estos
medios de difusión.

f. Como órgano de información, la prensa en lo


particular representa un valor inestimable para los partidos políticos y
para el gobierno. A través de sus publicaciones, los primeros pueden
calcular la fuerza o intenciones de sus contrincantes y, en cuanto al
gobierno se refiere, la prensa le sirve además como elemento de
enlace con el pueblo.

g. La prensa refleja en sus artículos y editoriales, las


opiniones, pensamientos, ideologías e intereses, cuya recolección
constituye una de sus principales misiones y su conocimiento interesa
particularmente al gobierno, el que a su vez, mediante la información
que proporciona, sugiere sus intenciones y necesidades dentro de las
condiciones generales expresadas anteriormente, por medio del
convencimiento.

D. La propaganda. Con los medios que la tecnología pone


a su disposición, es uno de los agentes más activos en tiempo de paz
y más aún durante la guerra misma. La propaganda trata de influir en
la conciencia de las masas y crea corrientes de opinión pública.

a. Al manejo de la propaganda y contra propaganda,


se le conoce como guerra psicológica, la cual tiene por objeto influir
en las opiniones, emociones, actitudes y comportamiento de grupos
de gente amigos, enemigos y neutrales, con el fin de alcanzar los
objetivos propuestos.

b. La prensa es uno de los órganos de propaganda y


refiriéndose a ella dice Spengler: “En época anterior, la política
europea y americana ha creado un campo de fuerza con tensiones
espirituales y monetarias, que se extiende sobre la tierra entera y en
el que todo individuo está influido, sin darse cuenta; de modo que ha
de pensar, querer y obrar como tiene por conveniente cierta
dominante personalidad en lejano punto del globo. El dinero hace su
camino político, no como metal que pasa de una mano a otra, ni se
transforma en juegos o en vino; se convierte en energía y determina,
por su cuantía, la intensidad de la propaganda…”.41

41
Spengler, O. (1880 -1936). La decadencia de Occidente, p. 620.
43

43

c. La propaganda es también un agente de la política


interior, sólo que en ésta, a diferencia de cómo se emplea en el
exterior, donde el engaño, los embustes y aún los conflictos son
válidos, debe seguir otro método, cuya característica principal será la
mesura, la sinceridad y el convencimiento.

d. Una propaganda interior fundada en simulaciones


está condenada a lograr sólo un éxito pasajero y efímero y dejará
como único fruto, una desconfianza muy difícil de vencer, aun
obrando después con apego a la verdad.

e. Retomando a la prensa como medio de propaganda,


la clase política la usa en el interior con la doble finalidad de influir
sobre la opinión pública y para conocer la fuerza de sus rivales, con
lo cual le será posible verificar un balance y establecer sus
posibilidades de éxito.

E. La educación. Es un valioso agente de la política


interior, en cuanto se ocupa de crear en el pueblo una conciencia
nacional. La base y fundamento de toda acción política es la cohesión
anímica del pueblo y el grado de integración que haya alcanzado
dicha conciencia nacional. Por lo antes expuesto, resulta preciso
distinguir claramente los conceptos siguientes:

a. La educación como agente de la política interior


representa algo natural y necesario al servicio del Estado.

b. Por el contrario la lucha política interior, inmiscuida


en la educación, resulta ser una desviación de la actividad educativa;
significa la injerencia de uno o más grupos o partidos políticos en la
formación de la conciencia nacional, cada cual buscando lograr sus
objetivos.

F. La administración. Como agente de la política interior,


es la organización y actuación ejecutiva a través de la cual se
consuman las disposiciones superiores. La administración en el caso
del gobierno, es el conjunto de organismos físicos que lo integran y el
conjunto de actividades que desarrollan.
44

44

a. Es sobre la administración que incide la opinión


pública, por su eficiencia o deficiencia funcional. En ocasiones, a los
pueblos satisfechos con la política de su gobierno, puede causarles
disgusto la administración y viceversa.

b. Todos los actos del gobierno se realizan a través de


la administración, por lo que ésta debe esmerarse en su moralidad y
calidad técnica para el manejo de los intereses de la población, en lo
cual se empeña el prestigio del régimen y se crea confianza y
tranquilidad en el ánimo de la gente.

G. Los partidos políticos. Son grupos organizados que


luchan por el poder político entre sí, constituidos por núcleos
numerosos del pueblo. Estos partidos pueden servir eficazmente a
los intereses de la política interior, cuando el gobierno logra atraerlos
hacia el campo de su acción política.

a. Frecuentemente, los partidos llamados


independientes y por regla general los llamados de oposición,
representan fuerzas antagónicas al régimen, ya que son ellos los que
buscan desalojar al partido en el poder.

b. En la actualidad, en algunos Estados ejercen el


gobierno poderosos partidos únicos de tipo dictatorial, o bien partidos
oficiales, siendo en estos países, los únicos agentes de la política
interior.

H. La fuerza. Es el último recurso de la política exterior,


aquel que se esgrime cuando todos los demás han fracasado. Su
empleo para dirimir las disputas internacionales conduce casi
inevitablemente a la guerra.

a. Pero no siempre es éste el resultado obligado, ya


que con frecuencia basta la sola presencia de la fuerza, o la simple
amenaza de recurrir a ella, para que las situaciones se resuelvan en
el sentido deseado.

b. La fuerza está representada físicamente por las


fuerzas armadas de un país y por todo el potencial bélico que sea
capaz de poner en acción, para el logro de sus objetivos políticos.
45

45

c. Las fuerzas armadas tienen su origen en la política;


ésta las crea, organiza, mantiene y emplea, a la medida de sus
necesidades.

d. El poder de la fuerza influye siempre adicionándose


a los otros expedientes puestos en juego en el terreno de la
diplomacia, propaganda, economía, entre otros.

e. En principio, la fuerza no debe usarse como agente


de la política interior. La función de las fuerzas armadas en el
mantenimiento del orden interno, se circunscribe a garantizar la
seguridad interior, realizar acciones sociales que tiendan al progreso
del país, auxiliar a la población en necesidades públicas y en casos
de desastre, entre otras.

f. La única aplicación de la fuerza en la política interior,


debe ser mediante el empleo de las fuerzas de seguridad pública,
representadas por la policía o gendarmería, según sea necesario. Las
fuerzas armadas únicamente deben usarse en casos de perturbación
grave del orden interno.

g. El empleo frecuente de las fuerzas armadas como


policía o gendarmería, debe reducirse al mínimo posible. De no ser
así, ciertos sectores del pueblo, grupos políticos, áreas de intereses,
entre otros, verán en ellas una amenaza y un medio de represión que,
a su juicio, actúa con parcialidad.

h. Las fuerzas armadas deben buscar ser respetadas


y apreciadas por todos los sectores de la población y grupos sociales,
independientemente de la condición económica, creencias religiosas,
ideologías políticas, entre otras. De no ser así, no tendrán el apoyo
moral suficiente y unificado del pueblo, en el cumplimiento de sus
misiones.

i. En la lucha por los intereses vitales y por la


seguridad de la nación, las fuerzas armadas, que constituyen el último
agente de la política exterior, son su instrumento más eficiente si
poseen la cantidad adecuada de medios, la preparación suficiente, la
motivación necesaria para luchar y el apoyo entusiasta de su pueblo.
De no ser así, su empleo representa un riesgo para los fines de la
política.
46

46

j. La fuerza y la política son elementos


complementarios, inseparables, es por ello que el Estado que
descuida la organización y preparación de la fuerza necesaria para el
logro de sus objetivos, se expone a un fracaso de consecuencias
históricas.

k. Las fuerzas armadas de un país son instituciones


permanentes de la mayor importancia en la vida e historia de la
nación, destinadas a cumplir su misión suprema en los momentos
más críticos de la vida del Estado, ya que de una buena actuación
puede depender la supervivencia de éste.

Subsección (K)

Las Fuerzas Armadas y su Relación con la Política

165. Los objetivos de la política deben servir de base para crear


la fuerza indispensable que garantice su logro, es decir, que la política
crea las fuerzas armadas de la nación en la medida y proporción que
sus fines lo exijan.

166. El empleo de la fuerza debe ser previsto bajo todos sus


aspectos. Corresponde al gobierno, a través de la política, la
preparación y conducción de la guerra, y al mando militar la
preparación y conducción de las operaciones.

167. La creación de las fuerzas armadas y su preparación para


la guerra, comprende dos actividades de diversa índole, una
puramente política y otra exclusivamente militar, de esta conjunción
de actividades disímbolas, nace la política militar, la que a su vez tiene
sus propios agentes y sus medios de acción particulares.

168. El pensamiento militar que preside la creación y


preparación de las fuerzas armadas y su conducción inicial en la
guerra, se materializa, resume y sintetiza en la doctrina de guerra.

169. La política militar, que prepara la fuerza en función de los


designios de la política general, se convierte con la movilización en
política de guerra, de igual manera que la economía se convierte en
economía de guerra.
47

47

Segunda Sección

Interrelación de la Política con la Estrategia

Subsección (A)

Generalidades sobre la Política y la Estrategia

170. Para la consecución de los objetivos políticos,


invariablemente habrán de enfrentarse antagonismos de muy diversa
naturaleza, y es aquí donde la estrategia interviene, diseñando la
forma de emplear los medios para superar dichos óbices.

171. Serán pues los objetivos políticos los que darán vida a la
estrategia, pues determinarán los objetivos que ésta a su vez habrá
de alcanzar, para enfrentar los antagonismos que se le presenten.

172. Es el jefe de Estado quien determina los objetivos y diseña


la gran estrategia que habrá de asumirse en cada uno de los campos
del poder (político, económico, social, militar, diplomático y
tecnológico), y a su vez determinará los objetivos que darán dirección
a la estrategia militar, la cual le estará subordinada, como lo refiere
Karl Von Clausewitz, en su obra “De la Guerra”:
Si pensamos que la guerra tiene su origen en un objetivo político,
vemos que este primer motivo, que es el que la desata, es,
naturalmente, la primera y más importante de las consideraciones que
deben ser tenidas en cuenta en la conducción de la guerra. Pero el
objeto político no es, por ello, regla despótica; debe adaptarse a la
naturaleza de los medios a su disposición, y de tal modo, cambiar a
menudo completamente, pero se le debe considerar siempre en primer
término.

La política, por lo tanto, intervendrá en la acción total de la guerra y


ejercerá una influencia continua sobre ella, hasta donde lo permita la
naturaleza de las fuerzas explosivas que contiene.42


42
Clausewitz, K. (2010). De la Guerra. (C. S. reimpresión, Ed.) México, p. 23.
48

48

173. Liddell Hart, al citar la estrategia general o estrategia


superior menciona: “La «estrategia general» sirve para expresar el
sentido de «política en acción». La función de la estrategia general -
estrategia superior- es coordinar y dirigir todos los recursos de una
nación, o un grupo de naciones, hacia la consecución del objetivo
político de la guerra, la meta definida por la política fundamental”.43

Subsección (B)

Complementariedad de la Política y la Estrategia

174. La relación entre política y estrategia es permanente e


indisoluble, puesto que es el poder político del Estado el que compila
las aspiraciones e intereses y traza los objetivos nacionales, para
garantizar el desarrollo nacional y proporcionar seguridad al proyecto
fundamental de la nación.44

175. Si bien desde la antigüedad podemos encontrar ejemplos


de subordinación de la parte militar a la política, como sucedía con
generales romanos que emprendían campañas militares y se
supeditaban al poder de Roma, o Aníbal, subordinado a la autoridad
de Cartago, la decisión y conducción de las acciones militares era
tomada por cada general a cargo, quien en muchas ocasiones
coincidía con el mando político, como es el caso de Alejandro Magno
o Gengis Kan.

176. Ya a finales del siglo XV Nicolás Maquiavelo, en su libro “El


Príncipe” hacía referencia al empleo del poder militar como una
herramienta del poder político para el logro de sus objetivos, al
introducir el concepto de Estado, sin embargo, la guerra aún era
considerada como un todo, desde su concepción hasta su conclusión.

177. La Revolución Francesa en 1789 y las Guerras


Napoleónicas, constituyen un parteaguas en la concepción de la
guerra, pues es a partir de éstas que se considera la parte política,
donde las decisiones de quienes gobiernan establecen los objetivos
políticos que fundamentan y permiten determinar los objetivos
militares.

43
Liddell Hart, B. H., Op. Cit. p. 309.
44
Cfr. Secretaría de la Defensa Nacional. (2013), Op. Cit. Términos 8, 34 y 38.
49

49

178. El General Clausewitz, estableció con claridad el hecho de


que la guerra antes que un acto militar es un acto político, como lo
afirmó al definirla de la siguiente forma “La guerra es la mera
continuación de la política por otros medios”.45 El propio general citaba
“…Como la guerra no es un acto de pasión ciega, sino que está
dominada por el objetivo político, el valor de este objetivo determina
la medida de los sacrificios que hay que realizar para obtenerlo”.46

179. Liddell Hart, abunda más en el tema y menciona: “Las


naciones no hacen la guerra por el gusto de hacerla, sino por seguir
una política. El objetivo militar es sólo el medio de un fin político. Por
consiguiente, el objetivo militar debe estar regido por el político,
siempre que se cumpla la condición fundamental de que la política no
exija lo que es militarmente -es decir prácticamente- imposible. Así,
cualquier estudio del problema debe comenzar y terminar con la
cuestión de la política”.47

180. El autor, hace referencia específica a la interrelación entre


la política y la estrategia, respecto a la cual menciona:

“Eliminar la distinción entre estrategia y política no sería de gran


importancia si ambas funciones se combinaran normalmente en la
misma persona, como sucedía con Federico o con Napoleón.

Pero como este tipo de soldados-gobernantes autocráticos escasean


en los tiempos actuales y se extinguieron momentáneamente en el
siglo XIX, el efecto era insidiosamente dañino, ya que animaba a los
soldados a efectuar la extraordinaria afirmación de que la política debe
estar subordinada a la forma en que ellos dirigían las operaciones.

En los países democráticos, sobre todo, llevaba a los hombres de


Estado a sobrepasar la nítida frontera de su esfera e interferir con sus
empleados militares en el uso que éstos hacían de sus
herramientas”.48





45
Clausewitz, K. (2010), Op. Cit. p. 24.
46
Ibid. p. 28.
47
Liddell Hart, B. H., Op. Cit. p. 323.
48
Ibid. p. 307.
50

50

181. También hace referencia a Von Moltke, quien llegó a una
definición más clara y sensata al conceptuar la estrategia como “la
adaptación práctica de los medios puestos a disposición de un
general para conseguir el objetivo previsto”, la cual fija la
responsabilidad de un mando militar ante el gobierno para el que
trabaja. Su responsabilidad es la de aplicar de la forma más
beneficiosa posible para el interés de la política bélica superior las
fuerzas puestas a su disposición dentro del teatro de operaciones de
su asignación.

182. Queda definida pues, la estrecha interrelación que existe


entre la política y la estrategia, pues no se puede concebir la una sin
la otra, ambas se condicionan mutuamente y su acción debe ser
complementaria para la consecución de un objetivo común.

Tercera Sección

Elementos de la Estrategia

Subsección (A)

Objetivos de la Estrategia

183. La estrategia, condicionada por la política, debe establecer


con claridad sus objetivos a efecto de determinar las posibilidades y
limitaciones, así como el adecuado empleo de los medios para su
consecución.

184. Dentro del desarrollo de la guerra existen misiones que


cumplir, los objetivos asignados a cada nivel de unidad establecen la
diferencia entre táctica y estrategia operativa, ya que los objetivos
tácticos que persiguen las pequeñas unidades, llevan al logro de la
captura de los fines estratégicos de la batalla, por lo tanto existen
objeticos tácticos y objetivos estratégicos.
51

51

185. Clausewitz establecía como el fin de la estrategia el


siguiente: “La victoria, es decir el buen éxito táctico, en primer lugar,
es para la estrategia solamente un medio, y las cosas que conducirían
directamente a la paz, constituyen su objetivo final. El empleo de ese
medio para alcanzar el objetivo, ya acompañado también de
circunstancias que tienen más o menos influencia sobre él”.49

186. De esta aseveración se ha deducido la concepción de


Clausewitz respecto a la guerra como el medio para la obtención del
objetivo político, para lo cual éste mencionaba la necesidad de lograr
tres cosas, que como tres categorías fundamentales incluyen a todo
lo demás:

“Las fuerzas militares deben ser destruidas, es decir que deben ser
colocadas en estado tal que no puedan continuar la lucha.

El territorio debe ser conquistado, porque del país pueden sacarse


nuevas fuerzas militares.

Pero, aunque se hayan logrado estas dos cosas, la guerra, es decir la


tensión hostil y la actividad de las fuerzas hostiles, no pueden ser
consideradas como terminadas hasta tanto la voluntad del enemigo no
haya sido también sometida, es decir hasta que el gobierno y sus
aliados sean inducidos a firmar la paz o hasta que el pueblo se
someta”.50

187. Liddell Hart establece que, para analizar el tema del


objetivo en la guerra, se debe hacer la distinción entre el objetivo
político y el militar, donde se marca una clara diferencia, más no
independencia, y lo menciona de la siguiente forma:

“El término «objetivo», aunque de uso común, no es realmente


adecuado. Tiene un sentido físico y geográfico, por lo que tiende a
confundir. Sería mejor hablar del objetivo político cuando se trata del
propósito de la política y del objetivo militar cuando se trata de la forma
en que se dirigen las fuerzas al servicio de la política.

El objetivo político de una guerra es un estado de paz mejor, aunque


sólo sea desde el punto de vista propio. Por tanto, es esencial llevar a
cabo la guerra teniendo constantemente en cuenta la paz deseada”.51

49
Clausewitz, K. (2010), Op. Cit. p. 84.
50
Ibid. p. 27.
51
Liddell Hart, B. H., Op. Cit. p. 323.
52

52

188. Dicho autor establece un concepto más apegado a los
principios de política exterior de México, cuando señala dentro de la
finalidad de la estrategia que “En el caso de un Estado que no intenta
realizar conquistas, sino mantener su seguridad, el objetivo se
consigue si la amenaza se elimina, si se obliga al enemigo a
abandonar su propósito”.52

189. Después de analizar las perspectivas anteriores, Beaufre


concluye que el objetivo de la estrategia es “alcanzar la decisión,
creando y explorando una situación que generará una desintegración
moral del adversario suficiente como para llevarlo a aceptar las
condiciones que se le quieren imponer”.53

190. De las aseveraciones anteriores podemos deducir que el


objetivo estratégico estará determinado por el objetivo político e
incluirá elementos de orden físico y moral, pues estará enfocado a
reducir la voluntad de la fuerza adversaria y llevarla a aceptar las
condiciones que se le quieren imponer, independientemente de los
medios que se empleen para ello.

Subsección (B)

Ámbitos de Aplicación

191. La estrategia, si bien se deduce de los conceptos ya


enunciados, originalmente se enfocaba exclusivamente al ámbito de
la guerra, puesto que durante mucho tiempo ésta fue la forma más
común de obtener los objetivos de un país, ya que en la mayoría de
los casos quien era dirigente de Estado fungía a su vez como
estratega.

192. Pero la evolución de las formas de administración política


de los Estados, condujo a la estrategia a involucrarse en
prácticamente todas las áreas de actividad y a ser el instrumento para
determinar la mejor forma de aplicar los medios en los ámbitos
político, económico, diplomático y tecnológico, sin soslayar el militar,
el cual continúa siendo considerado como uno de los medios
principales para alcanzar y mantener los objetivos nacionales.

52
Ibid. p. 312.
53
André B., Op. Cit. p. 12.
53

53

193. La guerra, fue dejando paulatinamente de ser el único


medio para la solución de controversias y nuevas formas de dominio
y de manejo de las relaciones entre naciones cobraron una relevancia
cada vez mayor, quedando el conflicto armado como último recurso
para imponer la voluntad al rival.

194. A partir de la primera guerra mundial, se llega al concepto


de guerra total, el cual se ha mantenido hasta la actualidad,
implicando, según el concepto de diferentes idealistas, todos los
ámbitos de acción del Estado, a saber, el político, diplomático,
económico, social, militar y tecnológico.

195. La conducción de la estrategia, que implica el control de


todos estos ámbitos y el empleo de todos los medios en su conjunto,
está subordinada directamente a quien tiene la titularidad de la
Jefatura de Estado y se le ha denominado estrategia general,
estrategia total o gran estrategia, la cual está enfocada a cumplir los
objetivos políticos. Lo antes descrito permite afirmar que la estrategia
es aplicable a todos los ámbitos de acción del Estado.

196. Por su parte, la estrategia militar, estará destinada a la


conducción de las fuerzas armadas, para alcanzar los objetivos
militares que contribuyan al logro de los objetivos políticos, mediante
el uso de la fuerza, con objeto de reducir la voluntad de lucha de la
fuerza adversaria, lo cual puede implicar, desde la simple existencia
de la fuerza disuasiva suficiente, que obligue al enemigo a aceptar las
condiciones que se le quieren imponer, hasta la guerra; con el
propósito de destruirlo mediante la batalla.

197. Desde el siglo XIX, diversos estudiosos de la estrategia


militar, la han desarrollado y analizado desde el enfoque del medio
físico en que actúan las fuerzas y se realiza la batalla, por lo cual
existe otra clasificación en: estrategia terrestre, estrategia naval y
estrategia aérea. Al respecto Beaufre mencionaba:
“Si bien la estrategia es una por su objeto y por su método, en la
aplicación se subdividen necesariamente en estrategias
especializadas, únicamente válidas en un ámbito particular del
conflicto.
54

54
La estrategia ha de tener en cuenta factores materiales y las
características de los factores materiales propios de cada ámbito del
conflicto producen un sistema de consecuencias diferentes para cada
uno de esos ámbitos: la estrategia naval, por ejemplo, ha sido siempre
diferente de la estrategia terrestre, etcétera”.54

Subsección (C)

Niveles Estratégicos

198. Los diversos niveles de la estrategia, constituyen una


pirámide en la que cada uno de ellos son interdependientes y se
deben definir correctamente para combinarlos de la mejor manera a
fin de hacer concurrir sus acciones a un objetivo de conjunto, para lo
cual, se deben tomar en cuenta factores materiales y las
características de éstos que, en cada ámbito, producirán
consecuencias diferentes; dichos niveles se pueden dividir como
sigue:

A. Estrategia total o general (también denominada


estrategia nacional o gran estrategia), está directamente subordinada
al gobierno, de quien recibe sus objetivos. Corresponde
esencialmente a quien ejerza la titularidad de la Jefatura de Estado,
previa asesoría de quien dirija la Defensa Nacional y por sus
auxiliares o comités superiores de defensa, quienes la desarrollan en
cada uno de los ámbitos (político, económico, social, militar,
tecnológico y diplomático); ésta concibe la dirección de la guerra total,
define la misión propia, es la combinación de las estrategias en cada
uno de los ámbitos. Al respecto Liddell Hart al referirse a la finalidad
de la estrategia general menciona:
“La estrategia general debe calcular y desarrollar los recursos
económicos y las tropas de las naciones con el fin de mantener los
ejércitos en lucha.

También debe hacer lo propio con los recursos morales, ya que


estimular la disposición de las personas es a menudo tan importante
como poseer formas más concretas de poder.


54
Ibid. p. 18.
55

55

La estrategia general también debe regular la distribución de poder


entre las diversas armas y entre éstas y la industria. Además, el poder
de lucha no es sino uno de los instrumentos de la estrategia general,
que debe tener en cuenta y aplicar el poder de la presión económica,
diplomática, comercial y por último, aunque no por ello menos
importante, de la presión ética, para debilitar la voluntad del oponente.

Una buena causa sirve de arma, además de protección. Igualmente,


la caballerosidad en la guerra puede ser un arma sumamente eficaz
para debilitar la voluntad de resistencia del oponente, así como para
aumentar su fuerza moral”.

B. Estrategia militar. Este nivel estratégico se sitúa por


debajo de la estrategia general y está a cargo de quien tenga el
mando de las fuerzas armadas, con el apoyo de su Estado Mayor. Su
ámbito de aplicación es el dominio bélico y sus objetivos serán
determinados por los objetivos políticos que establezca la estrategia
general a la cual está subordinada.

a. Debe considerar también la estrategia de tiempo de


paz, donde preverá el desarrollo de armamento, técnicas e ingenios
que le permitan mantener una fuerza capaz y suficiente para facilitar
una eventual movilización.

b. Es aquí en la estrategia militar donde se retoma el


sentido original del término, es “el arte del general”, es la que define
el uso de los medios para llevar a cabo la guerra y su éxito dependerá
de una correcta evaluación y coordinación de los medios y el fin.

c. En el nivel de la estrategia militar se sitúa también la


estrategia que desarrollan quienes encabezan los diversos ámbitos
de actividad: económico, social, tecnológico y diplomático, los cuales
deben actuar de manera coordinada para el logro de los objetivos
trazados por la estrategia general; cabe señalar que este nivel de la
estrategia es reconocido por diversos países y autores como nivel
estratégico particular o sectorial.
56

56
Subsección (D)

Consideraciones Básicas sobre Estrategia

199. Al versar sobre estrategia, resulta fundamental establecer


un lenguaje común a ser utilizado por aquellos que participan en su
diseño. En este contexto, las definiciones que a continuación se
proporcionan constituyen una importante guía para contribuir a dicho
propósito.

Subsección (E)

Actores y Lenguaje Estratégico

200. Se considera que un actor estratégico es aquel sujeto o


entidad que cuenta con la capacidad tanto de establecer y determinar
objetivos estratégicos, como de llevar a cabo el empleo racional de
los medios disponibles para la consecución de los objetivos fijados.
Entre otros, se pueden considerar como actores estratégicos a los
Estados, organismos internacionales y regionales, organismos no
gubernamentales, grupos sociales, etcétera.55

201. Para el logro de los objetivos establecidos, los actores


estratégicos precisan de lograr influir sobre otros actores y la forma
en que han de conseguirlo es mediante el empleo de un lenguaje
estratégico, tendiente a lograr que la conducta de los otros actores
estratégicos se modifique en pro de los resultados que se pretende
alcanzar.

202. De tal forma que, el lenguaje estratégico debe estar


constituido por todas aquellas acciones, mensajes, palabras y
actividades con los que se pretende influir o modificar la conducta del
resto de actores estratégicos.


55
Campos, L. M. (1994). Bases para el pensamiento Estratégico. Buenos Aires: Escuela Superior de
Guerra, DOCENCIA, p. 45.
57

57

Subsección (F)

El Ejercicio del Poder

203. Un aspecto fundamental a ser tomado en cuenta en toda


situación estratégica es “el poder”, considerado éste como: la
capacidad con que cuenta un actor estratégico para generar
condiciones favorables o imponer la voluntad propia y que se
encuentra estrechamente relacionado con los fines establecidos y los
medios de que se dispone para alcanzarlos.

204. En dicho contexto podría afirmarse que, al contar con los


medios requeridos para el logro de los objetivos, se cuenta con el
poder necesario para tal fin y que, por lo tanto, es la relación entre
fines y medios, lo que define el nivel de racionalidad de un actor
estratégico.

205. Sin embargo, no debe soslayarse que cuando las


pretensiones de un actor estratégico se oponen a las de otro, se
genera un estado de conflicto, lo que ocasiona que el poder se vea
afectado por la situación existente entre los fines de un actor y los
medios que el otro le opone.

206. Por lo tanto, se infiere que al existir un conflicto, la


racionalidad de un actor estratégico no se circunscribe al mejor
empleo de sus medios para alcanzar sus fines, sino que también debe
considerar la adecuación de sus medios a los fines del oponente; es
por ello que se ha llegado a determinar a la estrategia como “un
ejercicio de racionalidad interdependiente”.56

Subsección (G)

La Manipulación del Poder

207. La manipulación del poder consiste básicamente en la


orientación y su ejercicio para lograr los fines u objetivos trazados y
evitar que el enemigo consolide los suyos.


56
Campos, L. M. (1994), Op. Cit. p. 46.
58

58

208. Ese ejercicio del poder se materializa a través del lenguaje


estratégico a que ya se hizo referencia y que nos permite apreciar las
relaciones de poder que pueden existir entre los diversos actores
estratégicos.

209. Verbigracia, algunas de las relaciones que se materializan


entre actores estratégicos pueden ser para persuasión, la disuasión,
distracción y para el acto de fuerza.

Subsección (H)

Relación entre Conflicto y Estrategia

210. Con base en la concepción ampliada que sobre estrategia


refiere Beaufre, pensador que conceptuó a la estrategia como una
disciplina que no es de aplicación exclusiva del ámbito de la guerra o
que no únicamente atañe a las fuerzas armadas; a continuación, se
aborda una breve explicación respecto al conflicto y la forma en que
éste se relaciona con la estrategia, ya que es precisamente una
situación de conflicto la que origina la necesidad de generar una
estrategia conducente a su resolución.

211. El conflicto. En éste orden de ideas, se debe tomar en


consideración que, al hablar del conflicto, no necesariamente implica
hacer referencia a una situación bélica o relacionada con la violencia;
se trata de un fenómeno natural que ha estado presente a lo largo de
la historia misma de la humanidad y dentro de todas las sociedades
que ésta ha conformado.

212. De tal forma que el conflicto se constituye como una


expresión normal de la vida en sociedad, que se da, de muy distintas
maneras, produciendo diversas consecuencias sobre las personas,
sociedades y naciones. Se encuentra presente en todos los ámbitos
de la actividad humana, con múltiples expresiones de antagonismo
social como: confrontaciones bélicas, económicas, políticas,
culturales, interpersonales, etcétera.57


57
Silva García, G. (s.f.). La Teoría del Conflicto. Un marco teórico necesario. Prolegómenos. Derechos y
Valores. Obtenido de www.redalyc.org/artículo.oa?id=87602203 (consultado el 11 de febrero de 2016).
59

59

213. Al respecto, Silva García expresa que:


“El conflicto es una consecuencia de un determinado estado de las
cosas…” De una situación de divergencia social, es decir de una
relación contradictoria (disputa) que sostienen personas o grupos
sociales separados al poseer intereses y/o valores diferentes”. De ahí
que los intereses y valores constituyen los elementos materiales
esenciales del conflicto, ya que son los que generan las situaciones de
convergencia o en el caso del conflicto, situaciones de divergencia.58

214. Entelman refiere a Julien Freund, quien define al conflicto


en general como sigue:
“El conflicto consiste en un enfrentamiento o choque intencional entre
dos seres o grupos de la misma especie que manifiestan los unos
hacia los otros una intención hostil, generalmente acerca de un
derecho, y que, para mantener, afirmar o restablecer el derecho, tratan
de romper la resistencia del otro, usando eventualmente la violencia,
la que podría llevar al aniquilamiento físico del otro”.59

215. Por su parte Gesa Grundmann/Joachim Stahl, definen al


conflicto como a continuación se indica:
“El conflicto es una tensión que surge cuando aspiraciones, metas,
valores, opiniones, intereses, etc., de dos o más personas o grupos,
se contraponen o se excluyen entre sí.

Todo conflicto tiene su propia dinámica, en la cual es posible


diferenciar tres fases:

Incomodidad/Tensión. En su inicio, un conflicto se desarrolla con


lentitud y poca intensidad, sus señales en la primera fase son difusas
y su carácter es más bien personal. Aunque esta fase presenta
numerosas opciones para manejar el conflicto de manera constructiva,
muchas veces no se actúa a tiempo porque son difíciles y difusas la
detección y la interpretación de los primeros indicios o porque no
queremos enfrentar los sentimientos negativos de nosotros mismos.


58
Ibid.
59
Entelman, R. F. (2009). Teoría de conflictos hacia un nuevo paradigma. España: GEDISA, p. 45.
60

60

Escalada. Se presenta con más celeridad y la intensidad aumenta
drásticamente. Es una fase crucial, donde se decide la solución del
conflicto o el avance directo hacia su crisis total (fase 3). Pero si los
involucrados con esfuerzo, voluntad, experiencia y disciplina logran
analizar conscientemente el conflicto, la resolución constituye todavía
una opción viable. Otra posibilidad es la búsqueda de apoyo de
alguien neutral, para facilitar así el manejo del conflicto.

Crisis abierta/pública. En esta fase el conflicto es incontrolable, la crisis


es total y los involucrados ya no quieren y ni pueden buscar
soluciones. Hay una sola opción: ganar o perder. El único apoyo capaz
de manejar el conflicto es la intervención de un especialista en
mediación o negociación.60

216. Podemos decir que existe una estrecha relación entre


conflicto y estrategia; de forma tal que al ser el conflicto una relación
de antagonismo generada intencionalmente, en la que existen
intereses de por medio, éstos determinarán los objetivos a ser
alcanzados por parte de los actores estratégicos involucrados. Por
consecuencia tendrá que concebirse y desarrollarse el ejercicio
dialéctico que, traducido en estrategia, en cualquiera de sus niveles,
se requiera para cumplir esos objetivos.


60
Como la sal en la sopa. Capítulo 3.2 manejo de conflictos y negociación. [en línea], México, disponible
en: <http://www.manual-didáctico,com> pp. 3 y 6

61

61

Cuarta Sección

Modelos, Formas y Modos de la Estrategia

Subsección (A)

Modelos Estratégicos

217. Modelo. Del it. modello 1. m. Arquetipo o punto de


referencia para imitarlo o reproducirlo. 2. m. En las obras de ingenio
y en las acciones morales, ejemplar que por su perfección se debe
seguir e imitar. 3. m. Representación en pequeño de alguna cosa. 4.
m. Esquema teórico, generalmente en forma matemática, de un
sistema o de una realidad compleja, como la evolución económica de
un país, que se elabora para facilitar su comprensión y el estudio de
su comportamiento. 5. m. Objeto, aparato, construcción, etc., o
conjunto de ellos realizados con arreglo a un mismo diseño. Auto
modelo 1976. Lavadora último modelo. 6. m. Vestido con
características únicas, creado por determinado modista, y, en
general, cualquier prenda de vestir que esté de moda. 7. m. En
empresas, u. en aposición para indicar que lo designado por el
nombre anterior ha sido creado como ejemplar o se considera que
puede serlo. Empresa modelo. Granjas modelo. 8. m. Esc. Figura de
barro, yeso o cera, que se ha de reproducir en madera, mármol o
metal. 9. m. Cuba. impreso (ǁ hoja con espacios en blanco). 10. m. y
f. Persona que se ocupa de exhibir diseños de moda. 11. m. y f.
Persona u objeto que copia el artista.61

218. Estratégico Perteneciente o relativo a la estrategia. 2. adj.


Que posee el arte de la estrategia. U. T. C. S. 3. adj. Dicho de un
lugar, de una posición, de una actitud, etc.: De importancia decisiva
para el desarrollo de algo. 4. adj. Dicho de un arma: Capaz de causar
gran destrucción, alcanzando un objetivo estratégico.62


61
Diccionario de la Real Academia Española [en línea], Op. Cit.
62
Ibid.
62

62

219. Por lo tanto, un Modelo Estratégico es un procedimiento


que ya ha comprobado su eficacia para resolver un problema y que
se empleará como guía para afrontar de forma similar a los
antagonismos que se oponen a la consecución de los objetivos
trazados.

220. Como producto de la experiencia adquirida en el ámbito de
la estrategia militar, se pueden distinguir diversos modelos
estratégicos, los cuales estarán influidos por el balance de fuerzas
con las tropas adversarias y la libertad de acción de que se disponga.

221. La combinación que se haga de acuerdo a la originalidad


de pensamiento del estratega será indeterminada. A continuación, se
exponen los modelos identificados por Beaufre, para ejemplificar
algunos de los que pueden aplicarse, por ser los más característicos:

Primer Modelo:

222. Si disponemos de medios muy potentes y si el objetivo es


modesto, la sola amenaza de estos medios pueden llevar al
adversario a aceptar las condiciones que se le imponen y aún más
fácilmente a renunciar a sus pretensiones por modificar el estatus no
establecido.

223. Este modelo de la amenaza directa, es aquel que


conocemos actual y generalmente gracias a la existencia de un arma
atómica y que sirve de base a la edificación imponente de la
estrategia de disuasión.

Segundo Modelo:

224. Si al contrario el objetivo resulta modesto y no disponemos


de los medios suficientes para constituir una amenaza decisiva,
buscaremos la decisión por las acciones más o menos insidiosas de
carácter político, diplomático o económico.

225. Este modelo de presión indirecta ha sido empleado por


los estrategas hitlerianos y soviéticos, menos a causa de la debilidad
de sus medios de coerción que en razón de la disuasión sufrida por
la amenaza directa de fuerzas adversas.
63

63

226. Es una estrategia que corresponde a los casos donde el


rango de libertad de acción de la fuerza es estrecha.

Tercer Modelo:

227. Si el margen de libertad de acción es estrecho y los medios


limitados, el objetivo es importante, buscaremos la decisión por una
serie de acciones sucesivas combinando las necesidades de
amenaza directa y la presión indirecta con acciones de fuerza
limitadas. Este modelo por acciones sucesivas ha sido ilustrado por
Hitler (1935-1939). Con las particularidades dadas a su situación
insular, la Gran Bretaña generalmente ha practicado ésta estrategia
de aproximación directa que el Liddel Hart ha reformulado hasta
nuestros días de una forma muy explícita y se adapta particularmente
al caso de naciones defensivamente fuertes (o bien protegidas por la
naturaleza).

Cuarto Modelo:

228. Si el margen de libertad de acción es grande, pero muy


escasos los medios disponibles para obtener una decisión militar, se
puede recurrir a una estrategia de larga duración tendente a lograr el
desgaste moral del adversario. Para asegurar su duración, los medios
empleados serán muy rústicos pero la técnica de empleo
(generalmente una guerra total apoyada en una guerrilla
generalizada) obligará al adversario a un esfuerzo mucho más
considerable que no podrá sostener indefinidamente.

229. Este modelo de lucha prolongada, con débil intensidad


militar, ha sido generalmente empleado con éxito en las guerras de
descolonización. Su principal teórico es Mao Tse-tung. Señalamos
que esta estrategia, requiere un enorme esfuerzo moral por parte del
que toma la iniciativa, supone un fuerte elemento pasional y una muy
buena cohesión del alma nacional. Es la que mejor corresponde a las
guerras de liberación.
64

64

Quinto Modelo:

230. Si los medios militares de que se dispone son bastante


potentes, se buscará la decisión mediante la victoria en un conflicto
directo y, si es posible, corto. La destrucción de las fuerzas adversas
en la batalla puede bastar, sobre todo si la puesta no es demasiado
vital para el adversario. Si no, la ocupación de todo o parte del
territorio deberá materializar la derrota ante los ojos de la opinión para
llevarla a admitir las condiciones impuestas.

231. Considerada sin razón como la única estrategia ortodoxa,


ha engendrado las dos grandes guerras mundiales de 1914-1918 y
1939-1945, poniendo ambas de manifiesto, los límites del concepto
clausewitziano-napoleónico: sólo puede ser lograda la decisión
mediante la operación, en cierto modo quirúrgico de la victoria militar,
si las posibilidades militares del momento permiten conseguir
rápidamente una victoria militar completa.

Resumen de Modelos Citados:

232. Los cinco modelos que se acaban de indicar, representan


algunos ejemplos de una clasificación exhaustiva sobre los diversos
modelos de estrategia, mismos que se verán reflejados según el
desafío y materializados en el plan estratégico correspondiente.

233. Presentan sobre todo el interés de mostrar claramente la


diversidad de soluciones entre las que la estrategia ha de saber elegir,
lo que permite aprender mejor el carácter y la originalidad del
razonamiento estratégico.

234. La mente debe apelar a una gran capacidad de análisis y


de síntesis, siendo éstos necesarios para conseguir el diagnóstico
que ha de ser esencialmente una elección.

235. Los citados modelos permiten igualmente poner de


manifiesto el error cometido por numerosos estrategas, al no
preconizar más que un solo tipo de estrategia. En efecto, cada modelo
corresponde a una teoría particular encaminada a la búsqueda de la
mejor solución del estratega.
65

65

236. Por falta de un análisis suficiente de los factores de la


estrategia, con frecuencia las opciones han sido dirigidas por la
costumbre o por la moda del momento. Los conflictos han escapado
entonces al dominio de los Gobiernos y han producido espantosas
catástrofes internacionales. Actualmente, el mundo pasa por una
crisis de adaptación sin precedente, mientras las fuerzas científicas,
industriales y psicológicas irrumpen en el arte militar, se ha hecho
más vital que nunca disponer de un método de pensamiento que nos
permita conducir los acontecimientos en lugar de soportarlos. De ahí
la importancia y la actualidad de la estrategia.

Subsección (B)

Formas y Modos de la Estrategia

237. La estrategia puede manifestarse de diversas formas; en


este sentido, con base en los modelos estratégicos antes descritos,
así como la preponderancia de los medios a ser utilizados en cada
caso, Beaufre planteó las “formas y modos que puede adoptar la
estrategia”.63

Subsección (C)

Formas de la Estrategia

238. Las formas de la estrategia son la Disuasión y la Acción.

A. La Disuasión: se lleva a cabo con el propósito de


mantener el “statu quo”, el cual generalmente se asocia con una
situación ventajosa o favorable a los intereses propios.

B. La Acción: contraria a la anterior, a través de esta


forma se pretende generar cambios en la situación prevaleciente.

Cabe señalar que la forma estratégica de la acción,


puede desarrollarse a través de los modos directo o indirecto, que
en seguida se detallan.

63
André B., Op.Cit. pp. 21-25
66

66

Subsección (D)

Modos de la Estrategia

239. Como ya fue mencionado, dependiendo de los medios


empleados y de las condiciones que se presenten, se deberá definir
la actitud de conjunto para elegir el modo que otorgue mejores
posibilidades de éxito, fundamentado en el balance de fuerzas que se
haya determinado.64

240. La estrategia directa, busca la decisión mediante el empleo


de fuerzas militares, o bien la disuasión producto de la simple
amenaza de éstas; es básicamente la propugnada por Clausewitz y
fue empleada profusamente durante las I y II Guerras Mundiales; rige
sobre la oposición de las potencias que poseen armas nucleares. En
ésta se puede emplear el concepto de las combinaciones, por lo que
respecta a la aproximación indirecta, la cual no debe confundirse con
la estrategia directa.

241. La estrategia indirecta, por su parte, busca la solución del


conflicto mediante el empleo de procedimientos de orden político o
económico, e incluso en el orden militar, mediante el empleo de
acciones sucesivas interrumpidas por negociaciones; esta estrategia
ha sido empleada cada vez más profusamente a medida que el
armamento y demás medios para hacer la guerra han evolucionado,
pues el modo directo conduciría a destrucciones muy costosas de
ambos bandos.

242. El modo indirecto ha sido sumamente empleado desde la


aparición de las armas atómicas y otros medios de destrucción
masiva, los cuales han limitado el empleo de este modo.

243. Los modos antes citados son coexistentes y


complementarios, dependiendo de la concepción que se tenga,
fundamentada en los medios disponibles y en la combinación que de
éstos se prevea para el logro de los objetivos.


64
Cfr. Ibid. p. 26.
67

67

244. En resumen, resulta valido argüir que los modos de la


estrategia son:

A. El modo directo. En el cual se otorga prioridad (aunque


no necesariamente exclusividad) al empleo de los medios militares
para la consecución de los objetivos establecidos.

B. El modo indirecto. A diferencia del anterior, este


método prioriza el empleo de los medios no militares que integran el
poder nacional para cumplir o alcanzar los objetivos.

Subsección (E)

Factores que Influyen en la Estrategia

Los Medios

245. De acuerdo a lo que menciona el General Beaufre en su


libro “Introducción a la estrategia”, los medios empleados por la
estrategia, pueden ser de la más variada naturaleza, tanto morales
como materiales, incluyendo desde el empleo de la propaganda, la
diplomacia, los acuerdos comerciales, hasta el empleo de armas de
destrucción masiva.

246. Así que, el arte consiste en el adecuado empleo que se


haga de estos medios y su combinación para hacerlos concurrir a un
objetivo común, que produzca un resultado psicológico suficiente
para crear un efecto decisivo en la moral del enemigo, a efecto de
reducir o anular su voluntad de lucha.
68

68

247. Para elegir correctamente los medios a emplear, se deberá


tener en consideración las capacidades propias y las vulnerabilidades
del enemigo y determinar el efecto moral que ha de causarse y sobre
quien deberá incidir para lograr la finalidad buscada, ya sea
directamente sobre los dirigentes escogiendo los argumentos que les
resulten sensibles, o indirectamente, mediante parte de la opinión que
tenga influencia en el gobierno o sobre un gobierno aliado que pueda
incidir en el resultado, o bien, mediante la intervención de organismos
internacionales como la Organización de las Naciones Unidas
(O.N.U.); si mediante estas presiones no es posible arribar a una
solución, se puede recurrir a las acciones de fuerza.65

248. La justa valoración de las capacidades amigas, así como


las vulnerabilidades de la fuerza adversaria nos señalaran las
posibilidades de éxito mediante el empleo de los medios disponibles,
para lo cual se deberá estimar el estado de su fuerza, valorar si es
alcanzable y necesaria una victoria militar clásica (de acuerdo al
pensamiento de Clausewitz) y prever si esta conducirá al logro del
objetivo y a qué costo; si es suficiente una victoria local o si será
suficiente con la amenaza, que fuerzas militares habrá que enfrentar,
si es conveniente el empleo de presiones políticas y económicas
insistentes, la provocación de acciones que obliguen a la intervención
de organismos internacionales, etcétera.

249. El análisis de los medios podrá ampliarse tanto como lo


permita la capacidad de cada estratega, hasta encontrar dentro de
sus capacidades, los medios más adecuados para arribar a la
decisión buscada.

250. Al referirse a la esencia concentrada de la estrategia y la


táctica y hacer referencia a los aspectos positivos de la concentración
Liddell Hart mencionaba “Ajusta el fin a los medios. En la
determinación del objetivo deben prevalecer la observación clara y el
cálculo frío. Es una locura «abarcar más de lo que se puede apretar»,
y el origen de la sabiduría militar está en la percepción de lo que es
posible”.66


65
Cfr. Ibid. pp. 12 y 13.
66
Liddell Hart, B. H., Op. Cit. p. 321.
69

69

251. Respecto al fin por alcanzar y el manejo de los medios,


hace la siguiente reflexión:
El hombre de Estado que se deja vencer por ese instinto, pierde la
cabeza y deja de estar capacitado para regir los destinos de una
nación. La victoria, en el verdadero sentido de la palabra, supone que
el estado de paz, y del propio pueblo, es mejor tras la guerra que antes
de ella. La victoria en este sentido sólo es posible si puede conseguirse
un resultado rápido, o si un gran esfuerzo puede estar
económicamente proporcionado a los recursos nacionales. El fin debe
ajustarse a los medios. Si no existen buenas perspectivas para una
victoria de este tipo, el hombre de Estado inteligente no debe perder
la oportunidad de negociar la paz. La paz conseguida por tablas,
basada en el reconocimiento de cada bando de la fuerza del bando
contrario, es, como mínimo, preferible a la paz conseguida por el
agotamiento mutuo, y a menudo ha ofrecido mejores bases para una
paz duradera.67

Subsección (F)

La Actitud

252. La actitud se refiere a la línea general que una nación


adopta para el mantenimiento de su seguridad y las políticas que
mantiene en cuanto a su régimen interno y sus relaciones en el
concierto internacional.

253. Comprenderá los aspectos psicológicos que resultan


fundamentales en la guerra, puesto que influirán en ambos
contendientes y determinarán su voluntad de lucha, la forma y medios
con que pretendan alcanzar sus objetivos.

254. Derivado de este marco de referencia y si el enfrentamiento


armado es el elegido, el mando militar deberá definir el tipo de
maniobra que empleará para alcanzar los objetivos que le impone la
política y que dependerá de la misión asignada, el balance de fuerzas
enemigas y propias, así como el terreno donde se enfrentarán.


67
Ibid. p. 340.
70

70

255. Beaufre afirma que las misiones que pueden ser


encomendadas a las fuerzas armadas pueden reducirse a las
siguientes:

A. Conquistar el territorio o prohibir un territorio enemigo.

B. Destruir las fuerzas adversas o desgastarlas.

C. Ir de prisa o ganar tiempo.68

256. La opción que el mando militar elija, dependerá pues de la


concepción del empleo de los medios y de las ventajas o desventajas
que estos ofrezcan, las que determinarán si se emplea una estrategia
directa para buscar la batalla decisiva, o bien, se busca el desgaste
de la fuerza adversaria mediante una defensiva y una contraofensiva;
o de lo contrario, se soluciona empleando una maniobra de estrategia
general por medios políticos, diplomáticos o económicos, usando a
las fuerzas militares de manera limitada; es pues la aplicación de la
estrategia producto de su habilidad, experiencia y genio.

257. En este sentido, México ha mantenido permanentemente


una vocación pacifista, obrando bajo los principios de no intervención
y solución pacífica de controversias; sin embargo, atendiendo a su
devenir histórico y a las múltiples conflictos armados de que ha sido
objeto, por su ubicación geográfica y variedad de recursos, debe
mantener una fuerza militar permanente para garantizar su
independencia, soberanía e integridad territorial, la cual debe
permanecer organizada, equipada y adiestrada para generar una
disuasión efectiva que evite cualquier intención de obrar en su contra.

Subsección (G)

La Geopolítica

258. El estudio detallado, continuo y objetivo de la causalidad


espacial de los sucesos políticos, permitirá prever los efectos que
estos produzcan, el tiempo y lugar en que pudieran impactar, para lo
cual es preciso auxiliarse de un amplio conocimiento histórico, así
como de la geografía política.

68
André B., Op. Cit. p. 41.
71

71

259. Factores como la ubicación geográfica respecto a las rutas


navegables y la proximidad a áreas o fronteras de importancia, la
variedad de climas, las posibilidades de navegación y comerciales, la
disposición de puertos marítimos y aéreos, las riquezas naturales
existentes, particularmente cuando se trata de recursos estratégicos,
en fin, las riquezas actuales y potenciales de un Estado, pueden ser
motivo de codicia de otros y generar la intención de obtenerlos.

260. Tales condiciones resultan positivas cuando se aprovechan


y se establecen relaciones con otros Estados en los ámbitos político,
económico y diplomático, pero son motivo de discordia cuando estas
relaciones se ven trastocadas, obligando a la disposición de una
fuerza disuasiva, que limite las pretensiones sobre tales recursos y
que sea capaz de reducir los antagonismos que surjan, recurriendo,
si es necesario, al conflicto armado como último recurso para su
defensa.

Subsección (H)

La Voluntad Nacional

261. La actitud que adopte la población, el nivel de


convencimiento que tenga de la causa emprendida por su gobierno,
el grado de identidad y afinidad nacional, influirán de forma
determinante en la resolución de un conflicto. Ya sea que éste se
limite a diversas presiones de tipo político, económico o social, o bien,
que se requiera de su intervención en acciones bélicas.

262. Existen históricamente múltiples ejemplos de resistencia


tenaz de una nación sustentada en la voluntad nacional, como es el
caso de Vietnam, que mediante la voluntad de lucha de su pueblo y
enfrentándose a tropas con recursos muy superiores, resistió el
embate de potencias como Francia primero y posteriormente Estados
Unidos de América (E.U.A.), éste último imposibilitado a lograr una
decisión y obligado a retirarse al haber perdido el apoyo de su
población.
72

72

263. En México tenemos presente la forma en que se dio


solución a la lucha por la independencia 1810-1821 y a las
intervenciones francesas de 1838-1839 y 1862-1867, donde el
resultado positivo reflejó el grado de voluntad de la población, que se
enfocó en un objetivo común y participó activamente en la lucha de
diversas formas, con lo que logró superar la capacidad bélica de las
fuerzas invasoras.

264. Por el contrario, tenemos el resultado de la invasión


norteamericana en 1846-1848, donde a pesar de actos heroicos
realizados por reducido personal, la división de la población y
carencia de unidad nacional, desembocó en la pérdida del territorio
que conforman los actuales estados de California, Texas, Arizona,
Nuevo México, Colorado y Utah.

Quinta Sección

El Plan Estratégico

265. Al elaborar el plan estratégico, se debe considerar una serie


de factores que influirán de manera determinante en las posibilidades
de éxito que se pueda alcanzar.

266. Por principio de cuentas deberá tenerse en mente que se


trata de un enfrentamiento de voluntades y por tanto de estrategias,
lo que crea una situación dialéctica, de tal suerte que será necesario
prever, frente a cada una de las acciones consideradas a realizarse,
las reacciones adversas posibles y asegurarse la posibilidad de
detener cada una de ellas.

267. Dichas reacciones podrán ser mediante actividades bélicas


o bien empleando medios indirectos: morales, políticos, económicos,
etcétera; e incluso ser de carácter nacional o internacional.

268. A fin de posibilitar la consecución de los objetivos trazados


en el plan, se deberán prever acciones sucesivas y las posibilidades
de detención, considerando la oposición que presente el enemigo a
cada una de ellas.
73

73

269. Cabe resaltar que, a diferencia del nivel táctico, una


situación estratégica se caracteriza por la existencia de un mayor
nivel de incertidumbre; no obstante, si el plan estratégico está bien
realizado, los riesgos se minimizan y se incrementa la libertad de
acción, por consiguiente, se reducen los imponderables o elementos
dependientes del azar.

270. De tal forma que el plan estratégico, debe pues, considerar


con toda claridad la sucesión de acontecimientos de principio a fin,
hasta llegar a la decisión.

Sexta Sección

Los Principios de la Estrategia

271. Los principios son fundamentos que sirven de base a un


razonamiento, son pues hechos observados y que se repiten en
condiciones o situaciones similares y que tienen la misma causa y
efecto, dando origen a un precepto. En estrategia no hay reglas
permanentes, para atender situaciones determinadas; hay
simplemente orientaciones generales que constituyen puntos de
partida para la reflexión del estratega.

272. Estas orientaciones son las que la ciencia estratégica ha


teorizado bajo el nombre de principios. Los principios por sí mismos
no constituyen jamás una garantía de éxito, en la toma de decisiones
estratégicas, ya que son dependientes de diversas circunstancias de
tiempo, lugar, equilibrio de fuerzas materiales y/o morales.

273. Los principios constituyen una garantía bastante segura


contra los grandes errores, una decisión que respeta los principios es
menos peligrosa que una decisión que los descarta de manera
flagrante; salvo si este hecho se hace conscientemente calculado
(riesgos calculados).

274. La búsqueda de principios comenzó en la antigüedad e


inicialmente fueron buscados dentro del dominio de la táctica, siendo
trasladados a la estrategia, las reglas son en efecto parecidas, pero
no son necesariamente idénticas.
74

74

275. Durante mucho tiempo los principios fueron resultado de


una demostración minuciosamente argumentada; a partir de finales
del siglo XIX los autores de diversas nacionalidades los han reducido
a una sola palabra: iniciativa, concentración, seguridad…etc., y así
también, diversos autores muestran una divergencia radical en la
numeración de citados principios, esta imprecisión no es más que un
sinónimo de los intereses y doctrinas nacionales de cada país y que
siempre deben ser construidos tomando como base sobre todo la
lógica, ya que la idea central es la búsqueda de la superioridad sobre
el enemigo en un punto o momento decisivo.

276. Esta superioridad puede ser adquirida por la acumulación


de medios, por la reunión acuciosa en el punto seleccionado (principio
de concentración) o por la construcción de una fuerza superior
(principio de masa).

277. No deben confundirse los principios de la guerra con los


principios estratégicos; sin embargo, debe haber una concordancia
mecánica entre los dos.

278. La identificación de principios ha dado lugar a una literatura


inmensa a nivel mundial y las variaciones son numerosas (ver tabla
Núm. 1).
75

75
Manual de
Campaña de
Foch Fuller Liddell Hart Culmann
E.U.A. Edit.
1993

Economía de Dirección Objetivo Economía y Objetivo


fuerzas reunión de
Ofensiva Movimiento movimientos Ofensiva

Sorpresa Sorpresa Orientación Masa


Libertad de (dentro de la
acción Concentración dirección más Economía de
ventajosa) fuerzas
Distribución
Seguridad Maniobra
Sorpresa Seguridad
Unidad de
Movilidad mando

Resistencia Seguridad

Determinación Sorpresa

Simplicidad

Tabla Núm. 1
Identificación de Principios

279. De manera general se citan los siguientes principios, que


son aplicables a la estrategia:

A. Concentración.

B. Masa.

C. Dirección-Objetivo.

D. Economía de fuerzas.

E. Libertad de acción.

F. Seguridad.

G. Iniciativa.
76

76

Subsección (A)

Concentración

280. El principio de concentración demanda la reunión de un


máximo de fuerza al punto seleccionado de manera de disponer de
una fuerza de maniobra o de choque que permita como lo dijo Corbett,
“De encontrarse fuerte en el mejor momento y en el mejor lugar”.

281. La concentración es entonces una exigencia cardinal, pero


debe ser compatible con el resto de principios y no debe entenderse
de forma rígida y mecánica, sino de una manera inteligente y
comprensiva, como Clausewitz afirmó: “La ley suprema es la más
simple de la estrategia y consiste en la concentración de fuerzas”.

Subsección (B)

Masa

282. La podemos definir como la reunión del máximo de medios


en vista de alcanzar un objetivo en el mínimo de tiempo y con la mayor
oportunidad de éxito, la masa debe sumergir al adversario sobre el
peso de su número, la noción de masa explica una concepción
cuantitativa de la estrategia: El factor esencial de éxito reside en la
superioridad numérica y material. La necesidad de ser el más fuerte
en el lugar y momento decisivo es sin duda la exigencia primordial de
la estrategia, pero sin olvidar lo dicho por Zun Tzu: “La fuerza de un
ejército no reside en su importancia numérica”.
77

77

Subsección (C)

Dirección-Objetivo

283. Es la línea imaginaria que indica el eje según el cual deben


ser llevadas las operaciones, éste representa el itinerario ideal para
conectar la base de partida al punto de arribo, que no necesariamente
es el objetivo en sí mismo, pero es el punto más indicado para
alcanzar este objetivo. Para Jomini: “el punto fundamental de la
estrategia reside dentro de la selección de una buena dirección a
proporcionarle a las masas”.69

Subsección (D)

Economía de Fuerzas

284. Este principio demanda de la búsqueda del uso máximo y


óptimo de las fuerzas, recientemente se habla de voluntad de
economía de medios para indicar que la estrategia contemporánea
no está limitada a las fuerzas militares. La economía de fuerzas es
citada en la mayor parte de los principios de la guerra de todas las
naciones, a pesar de eso no ha sido objeto de una teorización
completa lo que ha ocasionado acepciones sencillamente diferentes.
Es de destacar que Clausewitz sugiere la siguiente lógica: “La
economía de fuerzas busca la proporcionalidad de medios sobre el
terreno de acuerdo al objetivo por alcanzar”.

285. Para complementar este concepto decimos que hoy en día:


la asignación de pocos recursos con el mínimo de peligros para el
entorno ya que los medios modernos lo permiten y la opinión pública
demanda una reducción de efectos colaterales, tal como se dio en la
última Guerra del Golfo.


69
Jomini, H.-A. (s.f.). Precisiones de la guerra, p. 83
78

78

Subsección (E)

Libertad de Acción

286. Este principio demanda de no someterse a la ley del


enemigo y es inseparable de la acción ofensiva ya que dentro de ésta
concepción el defensor no puede someterse a la voluntad del
atacante. Zun Tsu afirma: “…no se debe esperar que el enemigo no
vendrá, pero contar sobre el hecho que están dispuestos a
defenderse; No se debe esperar que el enemigo no nos va atacar,
pero contar sobre el hecho de que se está en una posición
inatacable…”.70

Subsección (F)

Seguridad

287. Este principio demanda de tomar todas las disposiciones


necesarias que permitan la ejecución de una operación o de una
campaña, sin riesgo de ser sorprendidos por un movimiento
imprevisto del enemigo. EL Mariscal Foch estableció un enlace
dialéctico entre seguridad y sorpresa, ahí donde no hay seguridad
estratégica, hay sorpresa estratégica, ósea posibilidad de que el
enemigo nos ataque cuando no estamos en estado y capacidad de
recibirlos.71


70
Sun Tzu, El arte de la guerra, Biblioteca virtual universal. (2003). Recuperado el 10 de Oct. de 2016, de
http://www.biblioteca.org.ar/libros/656228.pdf.
71
Foch, F. (s.f.). Des principes de la Guerre, p. 216
79

79

Subsección (G)

Iniciativa

288. Este principio demanda de no esperar la acción del


enemigo, sino de anticiparse para quitarle su libertad de acción y de
obligarle a sufrir nuestra voluntad. “…El principio fundamental de
todas las combinaciones militares, consiste en operar, con gran masa
de fuerzas un esfuerzo combinado sobre el punto decisivo… los
medios que se apliquen forzosamente no deben ser numerosos: el
primer medio es tomar la iniciativa de movimientos...”.72

289. Dentro de un entorno estratégico, los principios, hoy en día


radicalmente transformados, no han caducado, al contrario, se han
adaptado a las nuevas circunstancias debido a las experiencias
bélicas que han surgido en otros países, siendo entonces nuevos
principios cuya teorización es aún embrionaria.

290. En este sentido, algunos de estos nuevos principios son:


adaptabilidad, credibilidad, legitimidad (decisivo dentro del punto de
vista mediático), reversibilidad (planeamiento considerando el actuar
en un teatro de operaciones determinado y el retorno de las tropas a
sus determinadas bases de partida), imparcialidad, y con una
dimensión jurídica cada vez más acuciosa humanidad,
discriminación, proporcionalidad e interoperabilidad.

291. Respecto a estos últimos principios los Estados Unidos de


Norteamérica hicieron un gran esfuerzo desde los años noventa para
su estudio y aplicación (doctrina Weinberger) e inclusive dichos
principios son resultado de conflictos bélicos como la guerra de Irak
(aquí se presentó el problema de la adaptabilidad y sobre todo de la
reversibilidad) este problema también se presentó en la coalición
aliada multinacional en Afganistán.

292. Cabe señalar que recientemente nuestro país no ha


participado en acciones bélicas de tipo convencional, siendo su última
intervención en la II Guerra Mundial, con una unidad aérea
(Escuadrón 201 de la F.A.E.M.), razón por la cual es difícil citar
principios que tengan sustento en una experiencia nacional.

Jomini, H.-A. (s.f.). Historia Crítica y Militar de las guerras de Federico II.
72
80

80

Capítulo III

La Seguridad

Primera Sección

Conceptos y Consideraciones sobre Seguridad

293. La seguridad es sin duda una de las más grandes


prioridades de toda persona, tanto en lo individual como en la
colectividad; ha sido el verdadero motivo de su reunión en grupos, de
modo que las diferentes sociedades, pueblos y culturas han orientado
sus esfuerzos para alcanzarla. El psicólogo humanista
estadounidense Abraham Maslow73 prioriza las necesidades
humanas (Pirámide de Maslow), estableciendo que solamente
cuando se han garantizado las más básicas se pueden alcanzar las
superiores y en las que la seguridad ocupa el segundo lugar, tan sólo
detrás de las necesidades primarias.

294. Bajo la perspectiva aceptada de que existe esta constante


en el comportamiento de la humanidad, tendente a garantizar su
propia seguridad y la de su colectividad: familia, empresa, pueblo,
nación, etcétera, el primer paso para entender este fenómeno sería
fijar la definición y el alcance de este concepto.

295. Según la Real Academia Española, equivale a “calidad de


seguro”. A su vez, seguro significa “libre y exento de todo peligro,
daño o riesgo”. En definitiva, seguridad es la calidad de hallarse libre
y exento de todo peligro, daño o riesgo. Por otra parte, riesgo es
“contingencia o proximidad de un daño”.


73
Maslow, A. (1943). A theory of Human Motivation, Abraham Maslow (1908-1970), uno de los fundadores
y principales referentes de la psicología humanista, quien desarrolló su conocida teoría de la jerarquía
de las necesidades humanas en su obra “A Theory of Human Motivation”, publicada por primera vez en
1943. Considera el siguiente orden: 1) necesidades fisiológicas; 2) seguridad; 3) afiliación/pertenencia;
4) reconocimiento y autoestima; y 5) autorrealización.
81

81

296. Resulta fundamental considerar en este concepto la noción


de amenaza, entendida en su acepción del idioma inglés que a
diferencia del español74, incluye la acepción de amenaza útil para el
análisis estratégico: indicio de probable mal, violencia o daño futuro;
algo que da indicio de ocasionar mal o daño; advertencia. Más
claramente aun, algo o alguien que puede dañar a una persona o
cosa particular; algo percibido por el gobierno como una posible
amenaza para la Seguridad Nacional.75

297. Es precisamente el carácter circunstancial y de


incertidumbre de los riesgos lo que ocasiona que la seguridad total
sea inalcanzable, en consecuencia, se deben asumir ciertas
vulnerabilidades a la hora de establecer la seguridad, y para ello
deberemos analizar tres parámetros:

A. El objetivo a proteger: qué o a quién hay que proteger.

B. El origen y naturaleza de los antagonismos que pueden


afectar a la seguridad: de qué nos tenemos que proteger.

C. Cuáles son las estrategias a aplicar para responder a


los antagonismos o al menos minimizar los daños: cómo me voy a
proteger, lo que determinará a su vez el grado de protección a
alcanzar.

298. Los conceptos expuestos son válidos para cualquier


individuo, sociedad u organismo, pero si nos referimos a la seguridad
de un Estado, es preciso hacer referencia a la Seguridad Nacional.

299. Existen múltiples definiciones de Seguridad Nacional,


dependiendo de los muy particulares objetivos e intereses de cada
país, pero en términos generales el concepto en su enfoque
tradicional se refiere a la garantía de supervivencia del Estado y la
seguridad y bienestar de sus habitantes.


74
Que limita su significado a acción de amenazar, dicho o hecho con que se amenaza; definiendo
amenazar como dar a entender con gestos o palabras que se quiere hacer un mal a otro, o dar indicio
de estar inminente una cosa mala o desagradable; anunciarla o presagiarla.
75
Ugarte, J. M. (s.f.). Los conceptos de defensa y seguridad en América Latina: Sus peculiaridades
respecto de los vigentes en otras regiones, y las consecuencias políticas de tales peculiaridades., p. 2.
82

82

300. Regularmente la Seguridad Nacional ha sido entendida


bajo el enfoque de la preservación de la soberanía e integridad
territorial, y en general de la consecución y preservación de los
intereses nacionales.

301. Hoy en día, los antagonismos que se le enfrentan no


afectan solamente a la supervivencia del Estado, sino a la de las
personas.

302. El avance en la interrelación de los Estados en diversos


ámbitos, los avances tecnológicos que interconectan al globo y
reducen fronteras y distancias, y la acelerada globalización, han
provocado que la seguridad haya desbordado los límites nacionales,
hoy ningún Estado puede de manera aislada garantizar su seguridad
dentro de sus propias fronteras o áreas de responsabilidad exclusiva,
debido también a la irrupción en la agenda de seguridad de nuevos
actores como las Organizaciones Internacionales Gubernamentales
(OIG), Organizaciones No Gubernamentales (ONG), así como
actores no estales (empresas, grupos de poder, etcétera), de igual
forma por la transnacionalidad de los antagonismos, lo que ha hecho
evidente el progreso de la seguridad internacional.

303. La Seguridad Internacional, la podríamos entender como la


interdependencia de las medidas que adoptan los diferentes Estados-
Nación para proteger los intereses comunes en los diversos ámbitos
que implican las relaciones humanas: política, economía, diplomacia,
militar, entre otras, ante los riesgos regionales y globales.76

304. La aproximación tradicional a la Seguridad Internacional se


ha venido limitando, casi exclusivamente, al ámbito de los Estados, a
su Defensa Nacional, como los únicos actores del sistema
internacional, y se relacionaba exclusivamente con sus capacidades
militares, como prácticamente los únicos medios para garantizar la
Seguridad Nacional.

Sin embargo, su alcance se ha ido extendiendo desde


finales del pasado siglo para tener una dimensión mucho más
compleja. En los inicios de esta nueva centuria nos encontramos ante
lo que se podría denominar como seguridad ampliada o
multidimensional.

76
Ibid. p.6.
83

83

305. En ocasiones se utiliza indistintamente seguridad y


defensa, siendo conceptos que presentan algunas diferencias
notables.

306. El diccionario de la Real Academia de la Lengua Española


(RAE) define a la defensa, entre otras acepciones como “la acción o
efecto de defender y defenderse”, “arma, instrumento u otra cosa con
que alguien se defiende en un peligro” o “amparo, protección,
socorro”. Estas tres acepciones llevan implícito que el acto
defenderse se enfrenta a algo tangible e identificable, es decir nos
defendemos de una amenaza o de un peligro.

307. En este enfoque multidimensional de la seguridad se


precisa identificar y contrarrestar los riesgos, ya no sólo para la
soberanía del Estado, sino para garantizar también lo que se conoce
como seguridad humana, aplicando para ello estrategias de
cooperación, integrales y colectivas, buscando el fortalecimiento del
Estado.

308. La cooperación internacional cobra hoy en día una


importancia capital para enfrentar los antagonismos globales o
transnacionales, como es el caso del terrorismo y el crimen
organizado o de fenómenos que influyen directamente en la
seguridad como es el caso de los movimientos migratorios
descontrolados o el propio cambio climático y su influencia directa
sobre los recursos naturales, que no olvidemos es una de las
principales causas polemológicas.

309. De lo antes expuesto, se entiende que cada Estado debe


establecer y regular la forma en que garantizará su seguridad,
estableciendo los objetivos que ésta habrá de cubrir.

Segunda Sección

Diferencia entre Seguridad y Defensa

310. La seguridad y defensa son dos términos que suelen


confundirse, los cuales están íntimamente relacionados, pero
presentan singularidades que los diferencian.
84

84

311. La seguridad es más difícil de alcanzar de una manera


completa pues tiene un mayor nivel de incertidumbre como
consecuencia de los diferentes desafíos, en naturaleza, origen y
alcance a los que se enfrenta.

312. Es decir, nos defendemos de algo concreto e identificado,


una amenaza, lo que nos permite la selección de los medios y
recursos más adecuados para enfrentar dicho antagonismo.

313. Sin embargo, la necesidad de garantizar la seguridad frente


a un riesgo, algo que es difícil de identificar y sobre todo prever cómo
puede afectarnos, requiere la concurrencia de otros aspectos además
de los militares, como son los políticos, económicos, sociales o
medioambientales.

314. Si aceptamos que debemos “asegurarnos” frente a los


antagonismos, cabe entonces analizar si estamos en capacidad de
alcanzar la seguridad plena frente a todos ellos.

315. Parece claro que es prácticamente imposible dedicar todos


los recursos a enfrentar de manera permanente un número
indeterminado de riesgos de naturaleza diversa, lo que produciría por
otra parte un desgaste innecesario.

316. La seguridad, por consiguiente, tiene un carácter más


preventivo, por lo que la información resulta de suma importancia,
pero además y no menos importante es su carácter multidisciplinar, o
lo que es semejante la concurrencia de medios políticos,
diplomáticos, económicos, sociales y militares entre otros.

317. Por ello el análisis e identificación de los antagonismos


debe hacerse con una doble perspectiva, en base a la probabilidad
que cada uno de ellos provoque una situación adversa o un daño, así
como en el impacto que podría tener sobre los objetivos e intereses
nacionales.
85

85

Tercera Sección

Evolución del Concepto de Seguridad Nacional

318. El término de Seguridad Nacional podemos encontrarlo por


primera vez asentado en la Ley de Seguridad Nacional de los Estados
Unidos de América publicado en 1947 al término de la Segunda
Guerra Mundial, con una connotación totalmente militarista en virtud
que, iniciado el periodo de la contención, el mundo se polarizaría por
la influencia de dos potencias, Estados Unidos y la Unión Soviética.

319. La creación de la O.N.U., en la cual las naciones


integrantes se comprometen a evitar el uso de la fuerza para
solucionar sus controversias, fue generando el cambio del término de
Guerra por Defensa Nacional, apareciendo también el de Seguridad
Nacional, sin embargo, la mayoría de los casos no establecían una
diferencia entre ambos conceptos y generalmente se fincaban en
objetivos puramente militares.

320. Desde mediados del siglo XX y hasta la conclusión de la


guerra fría, el enfoque en que la mayoría de Estados fundamentaban
su seguridad, soberanía e integridad territorial era de carácter
defensivo frente a los países vecinos y el concepto de seguridad
apenas se entendía en el ámbito del binomio Disuasión-Defensa.

321. A partir de la caída del muro de Berlín, el desmembramiento


de la Unión Soviética, y la disolución del Pacto de Varsovia, la
sociedad internacional sufre severas transformaciones; inicia una era
de globalización con nuevos actores que ha provocado una
transformación en el enfoque sobre la seguridad de los Estados;
surge entonces el concepto de seguridad colectiva, el cual es
invocado por la O.N.U. y por la Organización del Tratado del Atlántico
Norte (O.T.A.N.), los cuales están cada vez más interrelacionados en
diversos ámbitos y comparten intereses; son cada vez menores las
rivalidades territoriales y se busca la solución de controversias por
diversos medios diferentes a los bélicos.
86

86

322. Ante tal desarrollo, surgen nuevos retos a la seguridad de


las naciones, ya no por la sombra beligerante de otro poder nacional,
sino por los que han cobrado mayor significado; la lucha por los
recursos naturales, los conflictos étnicos, el terrorismo o las que han
conducido a un nuevo enfoque, el de la “seguridad humana”, en la
que el individuo, sus necesidades vitales y sus libertades, cobran
preeminencia sobre los valores a preservar en la seguridad
tradicional.

323. Ante tales cambios y nuevos retos en la agenda


internacional, sumado a las dificultades para identificar con
anticipación las amenazas, se comienzan a desarrollar las estrategias
de seguridad.

Cuarta Sección

La Seguridad Nacional en México

Subsección (A)

Marco Jurídico

324. La Seguridad Nacional como función del Estado se


sustenta en los siguientes ordenamientos legales:

A. La Constitución Política de los Estados Unidos


Mexicanos, que en su artículo 89 fracción VI, establece la obligación
del Presidente de la República de preservar la Seguridad Nacional en
los términos de la ley respectiva y le otorga la facultad de disponer de
la totalidad de la Fuerza Armada permanente o sea del Ejército, de la
Armada y de la Fuerza Aérea para la seguridad interior y defensa
exterior de la Federación.77

B. La propia Constitución, en su artículo 73, fracción


XXIX-M, señala como función del Congreso de la Unión, la de expedir
leyes en materia de Seguridad Nacional.

77
Cfr. “Cámara de Diputados del H. Congreso de la Unión”, Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos [en línea], México, disponible en: <http://www.diputados.gob.mx/LeyesBiblio/htm/1.htm>
(consultado 20 de septiembre de 2016).
87

87

C. El artículo 119 señala la obligación de la federación de


proteger a los Estados de toda invasión o violencia exterior y de
prestarles protección en caso de sublevación o trastorno interior.78

D. El 31 de enero de 2005, se publicó la Ley de Seguridad


Nacional, en el Diario Oficial de la Federación, que en su artículo 7/o.
de la mencionada ley, establece que es el Plan Nacional de Desarrollo
y el programa que de él derive, los que definirán los temas de
Seguridad Nacional.

E. Por su parte el Código Penal Federal establece como


Delitos Contra la Seguridad de la Nación, los de: traición a la patria,
espionaje, sedición, motín, rebelión, terrorismo, sabotaje y la
conspiración para cometerlos.79

Subsección (B)

Evolución del Concepto en México

325. Los conceptos relativos a Seguridad Nacional y Estrategia,


mantienen una estrecha e indisoluble relación, si partimos de la
premisa de que el objetivo esencial de la Seguridad Nacional en
México, es vigilar, preservar y proteger, interna y externamente el
orden constitucional, los objetivos nacionales y el territorio nacional,
para lo cual, debe estar sustentada en una Política de Estado, ser
ejercida por todos sus integrantes y dirigida por el Presidente de la
República, quien por mandato constitucional es el responsable de su
preservación,80 a efecto de conquistar y mantener los objetivos
nacionales y lograr así el bienestar de la colectividad.

326. El Gral. Luis Alamillo Flores, redactó en el libro Doctrina


Mexicana de Guerra (1943) sin conceptualizarlo ni definirlo:


78
Ibid. Cfr. pp. 112 y 182.
79
Cfr. “Cámara de Diputados del H. Congreso de la Unión”, Código Penal Federal [en línea], México,
disponible en: <http://www.diputados.gob.mx/LeyesBiblio/pdf/9_120315.pdf> (consultado 13 de marzo
de 2015). pp. 29-35.
80
Cfr. “Cámara de Diputados del H. Congreso de la Unión”, Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos [en línea], México, disponible en: <http://www.diputados.gob.mx/LeyesBiblio/htm/1.htm>
(consultado 18 de septiembre de 2016).
88

88

“Es doctrina de la Revolución Mexicana y de nuestro Gobierno ­dijo un


día un popular gobernante revolucionario­ que los intereses materiales
de los pueblos, nunca pueden tener supremacía sobre los intereses
espirituales, para los cuales tenemos devoción; y siendo esto así,
jamás tendremos controversias con otros pueblos, por ambiciones de
poder económico, o comercial o por adquirir territorio que no nos
pertenezca. Y es por eso, que jamás hemos pensado, ni pensaremos,
llevar la guerra fuera de nuestras fronteras.

De la mayor importancia para los trabajos militares que debemos llevar


a cabo, son las trascendentales apreciaciones que nos han sido
hechas. Ellas traen, como corolario inmediato, la necesidad que
nuestro Ejército se prepare, por razón de la función natural que le está
encomendada, para defender la integridad y la soberanía de la Nación,
en el momento en que las circunstancias así lo reclamen de su
capacidad y de su valer profesional.

Pensemos por un instante ­la historia es abundante en ejemplos


dolorosos­, lo que pasaría en el desgraciado caso en que esto llegara
a suceder. Indiscutiblemente, y esta es la primera conclusión que aquí
se impone, la lucha se desarrollaría en nuestro propio territorio,
poniendo en peligro la soberanía de la Nación y paralizando, total o
parcialmente, las actividades económicas del país. ¿Cómo impedir
que un enemigo fuerte y audaz penetre al interior del territorio, para
imponernos su voluntad por la fuerza? Tal es la pregunta que debemos
plantearnos con toda crudeza, tratando de responder a la tremenda
interrogación, con juicio, con serenidad, pero también con una fuerza
incontenible de perseverancia y con gran objetividad.

Al analizar la incógnita, encontramos indispensable hacer un estudio


amplio y profundo del asunto, apoyado en las enseñanzas históricas
de la guerra, estudiando los diversos factores que en tal problema
intervienen”.81

327. En 1947, coincidente con la promulgación de la Ley de


Seguridad Nacional de los E.U.A., se crea en México la Dirección
Federal de Seguridad, organismo encargado de vigilar, analizar e
informar de los hechos relacionados con la Seguridad de la Nación y,
en su caso, hacerlos del conocimiento del Ministerio Público Federal,
así como proporcionar seguridad, cuando se requiera a personal de
gobiernos extranjeros que visitaran el país.82

Luis Alamillo Flores, Doctrina Mexicana de Guerra, pp. 54 y 55.
81
82
Cfr. “Centro de Investigación y Seguridad Nacional” Reseña histórica [en línea], México, disponible en:
<http://www.cisen.gob.mx/cisenResena.html> (consultado el 24 de enero de 2015).
89

89

328. A pesar de haber participado en la II Guerra Mundial,


nuestro país no se enfocaba en establecer un sistema para procurar
su seguridad nacional, mientras muchos países del mundo
avanzaban en este sentido y realizaban alianzas.

329. La primera referencia que se hace en un documento oficial


en nuestro país con el término seguridad nacional, es en el Plan
Global de Desarrollo 1980-1982, en la parte relativa a las bases
políticas y de justicia, en el que se refiere específicamente a la
seguridad nacional y en la cual únicamente se asignaron funciones a
las fuerzas armadas, lo que derivó para muchos en la idea errónea
de que esta función era exclusiva al personal militar.

330. A partir de entonces el término seguridad nacional ha


formado parte de los planes nacionales de desarrollo, en los cuales
el enfoque ha ido evolucionando, dejándolo con una orientación
militarista hasta llegar a los siguientes avances:

A. En el año 2001 se establece como metas principales de


la seguridad nacional: velar por la protección y preservación del
interés colectivo, evitando en lo posible o minimizando cualquier
riesgo o amenaza a la integridad física de la población y de las
instituciones.83

B. El 9 de abril de 2003, se crea por decreto presidencial


el gabinete de seguridad nacional, como una instancia coordinadora,
cuyo objetivo era analizar los sistemas de alta prioridad para la
nación, tomar acuerdos y resoluciones sobre cuestiones específicas
relacionadas con la materia y brindar asesoría a quien ocupe la
Presidencia de la República. El acuerdo por el que se crea, no define
un concepto específico de la seguridad nacional, sólo menciona en
qué consiste y contiene los elementos antes aludidos.

C. El siguiente paso en el camino para integrar un sistema


de seguridad nacional, se dio el 31 de enero de 2005, con la


83
“Cámara de Diputados del H. Congreso de la Unión (D.O.F. 2001)”, Plan Nacional de Desarrollo 2001-
2006 [en línea], México, disponible en: <http://www.diputados.gob.mx/LeyesBiblio/compila/pnd.htm>
(consultado el 26 de septiembre de 2016). p. 103.
90

90
expedición de la Ley de Seguridad Nacional, que en su Artículo 3/o.
señala:

“…se entiende las acciones destinadas de manera inmediata y directa


a mantener la integridad, estabilidad y permanencia del Estado
mexicano, que conllevan a la protección de la nación mexicana frente
a las amenazas y riesgos que enfrenta nuestro país: la preservación
de la soberanía e independencia nacionales y la defensa del territorio;
el mantenimiento del orden constitucional y el fortalecimiento de las
instituciones democráticas de gobierno; el mantenimiento de la unidad
de las partes integrantes de la Federación señaladas en el artículo 43
de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos; la
defensa legítima del Estado Mexicano respecto de otros Estados o
sujetos de derecho internacional, y la preservación de la democracia,
fundada en el desarrollo económico social y político del país y sus
habitantes…”.84

Asimismo, en sus Artículos 12 y 13 establece el


Consejo de Seguridad Nacional, para la coordinación de acciones
orientadas a preservar la seguridad nacional, como una instancia
deliberativa cuya finalidad es establecer y articular la política en la
materia.

331. Para el año 2007, se fija como el primero de los objetivos


nacionales: garantizar la seguridad nacional, salvaguardar la paz, la
integridad, la independencia y la soberanía del país, y asegurar la
viabilidad del Estado y de la democracia.85

332. Es obvio el retraso que tiene nuestro país en la


formalización y sistematización de su Seguridad Nacional, pero se
observa ya un proceso más definido y un fortalecimiento de los
mecanismos de coordinación entre las diversas instituciones
nacionales, puesto que se trata de una tarea común con objetivos
coincidentes y complementarios.


84
“Cámara de Diputados del H. Congreso de la Unión (D.O.F. 2005), Ley de Seguridad Nacional [en línea],
México, disponible en: <http://www.diputados.gob.mx/LeyesBiblio/pdf/LSegNac.pdf> (consultada el 28
de septiembre de 2016). pp. 1-2.
85
Cfr. “Cámara de Diputados del H. Congreso de la Unión (D.O.F. 2007)”, Plan Nacional de Desarrollo
2007-2012 [en línea], México, disponible en:
<http://www.diputados.gob.mx/LeyesBiblio/compila/pnd.htm> (consultado el 28 de septiembre de 2016).
p. 4.
91

91

333. El 30 de abril de 2014, se publicó en el Diario Oficial de la


Federación, el Programa para la Seguridad Nacional, estableciendo
la política de seguridad nacional del país, que derivada de las
aspiraciones compartidas de todos los mexicanos, fija las metas
nacionales, incluyendo además sus objetivos estratégicos.86

334. A continuación se citarán algunos conceptos que, de


acuerdo a la visión ampliada de la Seguridad Nacional, son
considerados acordes a la realidad mexicana y a sus intereses y
objetivos:

A. Thiago Cintra define a la Seguridad Nacional como “la


garantía que, en grado variable, es proporcionada a la nación,
principalmente por el Estado, a través de acciones políticas,
económicas, psicosociales y militares para que una vez superados
los antagonismos y presiones se puedan conquistar y mantener los
objetivos nacionales permanentes”.

B. El General Gerardo Clemente Ricardo Vega García la


define como “La condición de pensamiento y acción del Estado, por
la cual una sociedad organizada, en el entorno del derecho, obtiene
y preserva sus objetivos nacionales”.87

Para el Vicealmirante Mario Santos Caamal es “La creación de


las condiciones adecuadas para que el Estado Nacional, a partir
de sus valores y apoyándose en sus instituciones se realice de
acuerdo con el proyecto de nación”.Subsección (C)

Relevancia para el Estado Mexicano

335. La Seguridad Nacional es esencialmente una función del


Estado, mediante la cual, éste debe asegurar condiciones mínimas


86
Cfr. “Secretaría de Gobernación (D.O.F. 2014)”, Programa para la Seguridad Nacional 2014 – 2018 [en
línea], México, disponible en: <http://dof.gob.mx/nota_detalle.php?codigo=5342824&fecha=30/04/2014>
(consultado el 14 de septiembre de 2016). p. 21.
87
Gral. Div. D.E.M. GERARDO CLEMENTE RICARDO VEGA GARCÍA, Seguridad Nacional, Concepto
Organización Método, México, D.F.
92

92
indispensables para: el desempeño de su función rectora y la
cohesión y desarrollo del país.

336. En México este concepto es oficialmente aceptado,


estableciendo que las condiciones esenciales que se deben
resguardar son: la integridad, estabilidad y permanencia del Estado.

337. La integridad, es una condición de los Estados que deriva


del derecho internacional, pues se alcanza mediante el
reconocimiento y respeto a su existencia y su libre autodeterminación.
Debe contemplar y prever actos de carácter adverso al régimen
jurídico interno, así como los de carácter externo o de embate. Las
condiciones jurídicas y de seguridad al interior del país, deben ser
atendidas por el Estado y sus instituciones para garantizar el
desempeño de la sociedad.

338. Por estabilidad se entiende el conjunto de condiciones


contextuales internas y externas que permitan realizar libre y
eficientemente las actividades del Estado y de su población para
promover el desarrollo y el bienestar nacional.

339. La permanencia del Estado implica la búsqueda y


consolidación de nuevos intereses estratégicos para fortalecer la
nación. La integridad y la estabilidad son influyentes en la
permanencia del Estado.

Subsección (D)

Elementos que Intervienen en la Seguridad Nacional

340. Con la finalidad de obtener la seguridad que se busca, el


Estado debe aplicar el poder nacional, el cual, como ya vimos en la
primera parte de esta obra, consiste en la “Capacidad de un Estado
para alcanzar y/o preservar los objetivos nacionales. Se estructura
con la reunión de los recursos y medios de toda índole, disponibles y
potenciales, organizados para su empleo estratégico. Para su análisis
y estudio se puede dividir de manera convencional en los campos:
político, económico, social, militar, tecnológico y diplomático”.88


88
Secretaría de la Defensa Nacional. (2013), Op. Cit. Término 50.
93

93

341. La finalidad de la Seguridad Nacional, es la de salvaguardar


los intereses nacionales, entendidos éstos como la “síntesis de las
aspiraciones nacionales, gestionadas por el poder político del Estado,
que asume aspectos de identidad nacional, con capacidad de
convertirse en objetivos nacionales”.89

342. Para lo cual el gobierno del país traza los objetivos


nacionales, que son la “síntesis de las aspiraciones e intereses
nacionales, que orientan la acción política de sucesivos gobiernos,
para garantizar el desarrollo nacional y proporcionar seguridad al
proyecto fundamental de la nación. Se clasifican en objetivos
nacionales permanentes y objetivos nacionales actuales o
coyunturales”.90

343. Los objetivos nacionales permanentes, son aquellos que


están plasmados, aunque no de manera explícita, en nuestra
Constitución Política y son por tanto inmutables, dentro de los cuales
podemos considerar: democracia y justicia social, soberanía e
independencia, integridad territorial, seguridad y desarrollo.

344. Los objetivos nacionales actuales o coyunturales, son


metas específicas, derivadas de los Objetivos Nacionales
Permanentes, que un gobierno, en un esfuerzo continuado con visión
de Estado, estima alcanzar en un determinado periodo, de acuerdo al
contexto nacional e internacional prevaleciente.

Sus objetivos orientan la acción estatal hacia propósitos


definidos y realizables. En ellos se traducen las acciones
programáticas gubernamentales como por ejemplo el Plan Nacional
de Desarrollo o programas sectoriales.

345. Para el efecto es necesario el diseño y consolidación de


una doctrina de Seguridad Nacional, la cual consiste en el conjunto
de principios que definen lo que cada país considera como factores
decisivos para su existencia y desarrollo, y que son necesarios para
definir los procedimientos y alcances en esta materia.

90
Ibid. Término 34.
90
Ibid. Término 38.
94

94

346. En la búsqueda de dichos objetivos, el Estado Mexicano


deberá enfrentar y resolver aquellos riesgos y amenazas que
potencialmente se opondrán a su consecución.

Quinta Sección

Antagonismos a la Seguridad Nacional

Subsección (A)

Antagonismos

347. La Seguridad Nacional, para la consecución y conservación


de los objetivos e intereses nacionales, enfrenta muy diversos
antagonismos u óbices, entendidos éstos como “todo tipo de
obstáculos y/o interferencia a la Seguridad Nacional, que pueden ser
patrocinados por otro poder nacional o por agentes no estatales, o
bien ser de origen natural o antropogénicos, que impiden o limitan la
consecución de las aspiraciones, intereses y objetivos nacionales”.91

348. Estos antagonismos pueden ser de muy diversa naturaleza


y es necesario clasificarlos de manera clara y precisa atendiendo a
sus características, a efecto de poder dimensionar las acciones que
se han de emprender, así como las instancias que han de tomar parte
para su previsión, atención y solución.

349. Los factores importantes que se deben considerar para


esta clasificación y que determinarán el grado de daño que éstos
puedan causar y por tanto el tipo de respuesta que se dará son:

A. El patrocinio.

B. La intencionalidad.


Ibid. Término 4.
91
95

95

C. El grado y tipo de afectación.

a. A la Seguridad Nacional.

b. Al desarrollo nacional.

D. Elementos con que se debe enfrentar.

350. Por principio, se puede clasificar a los antagonismos en


riesgos y amenazas y posteriormente clasificaremos cada uno de
éstos de acuerdo a la existencia o no de patrocinio e intencionalidad
para su oposición a los intereses y objetivos nacionales (ver tabla
Núm. 2).

Antagonismos
Riesgos Amenazas
Presión Tradicional
Presión dominante Emergente
Factor adverso

Tabla Núm. 2
Antagonismos

351. Para clarificar el concepto de cada uno de los


antagonismos, tomaremos los asentados en el Glosario de Términos
Unificados SEDENA - SEMAR.92

352. Definiremos primeramente el riesgo como el antagonismo


que implica una condición interna o externa, generada por situaciones
políticas, económicas, sociales o por agentes no estatales, así como
por desastres de origen natural o antropogénico, cuya evolución
pudiera poner en entredicho el desarrollo nacional. Se clasifican en:

A. Presión: es el riesgo producto del enfrentamiento de


aspiraciones, intereses y objetivos nacionales generados por el poder
nacional entre dos Estados, dos alianzas o coaliciones, que pueden


Ibid.
92
96

96
ser reducidos o eliminados con la sola expresión del poder nacional
del Estado afectado sin llegar a medidas extremas.

B. Presión dominante: es el riesgo patrocinado


intencionalmente por un poder nacional, o por agentes no estatales,
para contraponerse a las aspiraciones, intereses y objetivos
nacionales de un Estado, con el fin de obstaculizarlos, poniendo en
peligro la seguridad y desarrollo nacional en parte o en todo el país,
obligando a éste a la adopción de medidas urgentes para oponerse
al antagonismo.

C. Factores adversos: consiste en el riesgo desprovisto del


patrocinio del poder nacional de un Estado. Su presencia afecta
negativamente al desarrollo nacional y como ejemplos tenemos:
terremotos, desastres naturales, epidemias, recesiones económicas
y otras adversidades; que exigen previsiones del poder nacional, para
evitar aplicaciones futuras más costosas.

353. En la generación tanto de la presión como de la presión


dominante, podrá existir la participación de los denominados grupos
de presión, los cuales son grupos con intereses comunes, que tienden
a influir sobre la política gubernamental, la opinión pública o
determinadas personalidades, para que adopten una conducta
favorable a sus intereses, utilizando medios coercitivos y que tratan
de constituirse en poderes de decisión.

354. Se define la amenaza como el “antagonismo intencional


generado por el poder de otro Estado o por agentes no estatales, cuya
característica es una voluntad hostil y deliberada que pone en peligro
de vulneración particularmente grave a las aspiraciones, intereses y
objetivos nacionales”. Se clasifican en:

A. Tradicional: es aquella evidentemente patrocinada por


el poder nacional de un Estado, que pone en peligro, la integridad
territorial, la soberanía y la independencia, pudiendo cuestionar la
existencia del país afectado; generalmente se manifiesta por
acciones en los campos político y militar.

B. Emergente: es aquella cuyas incidencias internas o


externas pueden afectar la seguridad del Estado de manera
97

97
coyuntural y, al mismo tiempo, a dos o más campos del poder
nacional.

355. Esta última es por demás variable, pues puede incidir en


cualquiera de los campos del poder nacional y afectar de muy
diversas formas, por lo que para ser atendida podrá requerir de la
participación de una o diversas instancias gubernamentales o no,
dependiendo de su configuración (ver tabla Núm. 3).
Clasificación de los Antagonismos u Óbices
El Grado y Tipo Elementos con
Tipo Antagonismo Patrocinio Intención
de Afectación que se Enfrenta
No existe
El poder intencionalidad Con la sola
nacional de otro de daño, Pero Pudiera poner expresión del poder
en entredicho el
Presión Estado, intenta poner en nacional del Estado
coalición o prioridad sus desarrollo afectado sin llegar a
nacional
alianza intereses y medidas extremas
objetivos
Contraponerse a
las aspiraciones, Pone en peligro
Riesgo

Un poder la seguridad y
intereses y Obliga a la adopción
Presión nacional o objetivos desarrollo de medidas
Dominante agentes no nacional en
nacionales de un urgentes
estatales Estado, con el fin parte o en todo
el país
de obstaculizarlos
Exige previsiones
Afecta
del poder nacional,
Factor No existe No existe negativamente para evitar
Adverso al desarrollo
aplicaciones futuras
nacional más costosas
Pone en peligro,
la integridad
Evidentemente territorial, la Generalmente se
patrocinada por soberanía y la manifiesta por
Tradicional el poder independencia, acciones violentas
nacional de un pudiendo en los campos
Estado cuestionar la político y militar
existencia del
país afectado
Amenaza

Voluntad hostil y Incidencias


deliberada internas o
externas pueden
afectar la
seguridad del Diversas instancias
Agentes no Estado de gubernamentales o
Emergente
estatales manera no, dependiendo de
coyuntural y, al su configuración
mismo tiempo, a
dos o más
campos del
poder nacional

Tabla Núm. 3
Clasificación de los antagonismos


98

98

Subsección (B)

Hipótesis

356. A efecto de establecer las previsiones y, en base a estas,


anticipar la planeación necesaria para estar en capacidad de
oponernos con oportunidad a los antagonismos, y evitar las
afectaciones a los objetivos e intereses nacionales, es necesario el
establecimiento de hipótesis, que permitan prever las condiciones,
antes señaladas, entendiendo por cada una de éstas, la suposición
hecha a partir de inteligencia disponible, que servirá de base para la
planificación de acciones para enfrentar los antagonismos previsibles.

357. Para el efecto, se establece una clasificación de los


diversos tipos de hipótesis, en razón del tipo de antagonismos que
cada una debe atender, de acuerdo al resultado que este pudiera
generar, como sigue:

A. Hipótesis de emergencia las cuales son suposiciones


que pueden plantearse en relación a desastres, naturales y/o de
origen antropogénico, incluyendo sus consecuencias, cuya
ocurrencia es difícil de determinar y normalmente se basan en
estadísticas o en la observación. Generalmente se elaboran para
responder a factores adversos.

B. Hipótesis de conflicto: es la suposición de confrontación


de intereses entre grupos organizados, a partir de un objetivo o un
derecho que se busca lograr o preservar y que puede impactar en la
Seguridad Nacional. Se elabora para dar respuesta a presiones,
presiones dominantes o bien a una amenaza emergente.

C. Hipótesis de guerra: es la previsión de acontecimientos


de un enfrentamiento armado, en un marco coyuntural nacional o
internacional, que exige el empleo de la fuerza del poder nacional
como último recurso para la superación de una amenaza. Responde
a una amenaza tradicional.
99

99

Subsección (C)

Áreas Estratégicas

358. Como parte indispensable tanto de la elaboración de las


hipótesis como del planeamiento de las acciones para enfrentar los
antagonismos, deben considerarse las áreas estratégicas,
entendidas éstas como espacios en los cuales, por su valor
estratégico, impactan los antagonismos contra los cuales se torna
necesaria la aplicación del poder nacional, para alcanzar y/o
mantener los objetivos nacionales. Éstas se clasifican en:

A. Áreas estratégicas funcionales o de actividad humana,


son aquellas donde los organismos y sistemas del Estado,
desarrollan el proceso del ejercicio del poder nacional para alcanzar
y/o mantener los objetivos nacionales; centrando su atención en
aspectos concretos por la función que desempeñan, tales como el
consejo de Seguridad Nacional y los sistemas nacionales de
protección civil y financiero.

B. Áreas estratégicas geográficas, que son aquellas


delimitadas geográficamente, tales como una cuenca hidrológica o la
sectorización de la división política, donde los objetivos nacionales
deben ser alcanzados y/o mantenidos por el poder nacional (ver tabla
Núm. 4).

Áreas Estratégicas
Funcionales o de actividad humana Geográficas
Ejemplos:
§ Áreas de producción de
hidrocarburos.
§ Dependencias de la Administración Pública § Cuencas hidrológicas.
Federal. § Volcanes activos.
§ Consejo de Seguridad Nacional. § Presas.
§ Sistema Nacional de Protección Civil. § Instalaciones eléctricas
§ Gabinetes Especializados. estratégicas.
§ Áreas naturales
protegidas.

Tabla Núm. 4
Áreas Estratégicas
100

100

TRADICIONALES

NO
TRADICIONALES

Tabla Núm. 5
Antagonismos u Óbices
101

101

Capítulo IV

Las Estrategias de Seguridad y Defensa

Primera Sección

Generalidades

359. Al comparar las estrategias de Seguridad Nacional de


diversos países se podrán encontrar similitudes en la mayoría de
ellas, particularmente en lo que se refiere a sus objetivos, puesto que
por lo general éstos incluyen la soberanía e integridad territorial del
Estado, la seguridad y bienestar de su población y la salvaguarda de
sus intereses nacionales.

360. Podrán observarse diferencias sustanciales, derivadas de


los muy particulares objetivos e intereses nacionales de cada país,
los que enfocarán sus políticas en cuanto al manejo de su política
interna, sus relaciones internacionales y determinarán los elementos
que emplee para proporcionarse su seguridad.

361. Los conceptos que se emplean en la redacción de dichas


estrategias, tales como Seguridad Nacional, seguridad interior,
Defensa Nacional, amenaza o riesgo, etcétera, pudieran ser similares
en su traducción literal, pero su conceptualización o interpretación
puede variar de manera radical, al igual que la amplitud y alcance de
los documentos que se elaboren, los cuales pudieran ser bastante
generales como el caso de la estrategia de Seguridad Nacional de los
E.U.A. o la de España; o bien bastante extensos y detallados como
es el caso de la británica, que presenta mayor profundidad y alcance.

362. Dichas diferencias se hacen menos notorias e incluso


tienden a desaparecer cuando se comparan las de diversos países
que pertenecen a una misma organización de seguridad y defensa,
como es el caso de la O.T.A.N.
102

102

Segunda Sección

Las Estrategias de Seguridad y Defensa

363. Para abordar este tema, se debe ponderar por principio el


factor riesgo-amenaza como elemento diferenciador de las
estrategias de seguridad y defensa. En esta idea, el primer paso
pasaría por la identificación de los antagonismos que afectan o
pueden afectar a la seguridad nacional; una vez conocidos éstos, se
pasaría a analizar el grado de probabilidad en que cada uno de estos
se pudiera materializar, lo que nos proporcionaría el nivel de
peligrosidad que cada uno de ellos tiene de realizarse.

364. Posteriormente se deberá evaluar su impacto en los


objetivos e intereses nacionales, refiriéndonos a la Seguridad
Nacional.

365. Lo anterior nos permitiría establecer con claridad el tipo de


antagonismo a enfrentar; (riesgo o amenaza a la Seguridad
Nacional), tanto por la probabilidad de que se materialice como por
las consecuencias que tendría para la Seguridad Nacional,
debiéndose clarificar, como sea posible, aquellos que, bien por su
impacto, pueden ser un peligro, y por lo tanto van a requerir un
especial seguimiento y la adopción de medidas preventivas, y
aquellos riesgos que no requieren medidas más allá que las
relacionadas con la alerta temprana y la preparación de algunos
planes de contingencia.

366. Las estrategias de seguridad deben formularse


contemplando la totalidad de los antagonismos, mientras que las
estrategias defensivas, como parte de esas estrategias de seguridad,
se establecen para enfrentar las amenazas que, al estar más
claramente identificados, supondrá el empleo de medidas concretas
y medios ajustados y limitados a la naturaleza del riesgo o amenaza.
103

103

Tercera Sección

Relación entre Seguridad y Defensa

367. La interpretación tradicional de la seguridad, ya sea que


nos refiramos a la seguridad nacional o a la internacional ha estado
vinculada principalmente, cuando no de un modo exclusivo, a la
dimensión militar, es por ello que seguridad y guerra han formado un
binomio casi inseparable, ya que ésta ha sido hasta mediados del
siglo XX casi la única amenaza para la Seguridad Nacional, de
manera que guerra y paz, desde la perspectiva de las teorías realistas
de las relaciones internacionales, eran considerados como un
continuum entre estas dos situaciones.

368. Así pues, la guerra fue considerada hasta la finalización de


la Segunda Guerra Mundial, un proceso, situación o condición
contemplado en el Derecho Internacional Público, como un medio al
que podían recurrir los Estados para resolver sus controversias o
alcanzar sus aspiraciones, normalmente mediante una declaración
formal. Lo que cambió con la promulgación de la Carta de las
Naciones Unidas, en la que de una forma explícita la Sociedad
Internacional renunció al recurso a la guerra para resolver las
controversias entre los Estados.

369. Por otra parte, el hecho de que los principales factores


polemológicos hayan estado históricamente vinculados al control y,
en su caso, a la expansión territorial, facilitaba la identificación de los
riesgos y amenazas, de manera que las estrategias de seguridad se
planteaban como una respuesta cuyo ámbito de aplicación se limitaba
casi exclusivamente a la disuasión y a la respuesta militar.

370. Es decir, las diferencias entre Defensa y Seguridad


Nacional eran prácticamente inexistentes, tanto en el ámbito de la
seguridad interior como exterior, dando lugar a las tradicionales
estrategias de defensa, que prevalecieron durante la época de la
Guerra Fría.
104

104

371. Pero esta aproximación a los conceptos de seguridad y


defensa ha cambiado radicalmente en nuestros días, actualmente la
mayoría de los Estados, especialmente al referirnos a quienes
integran la sociedad occidental, reconocen que la Seguridad
Nacional, forma parte de las políticas nacionales o políticas de
Estado, afectando a los diferentes ámbitos políticos, administrativos
y sociales, así como a la totalidad de las áreas de actividad del Estado
y de sus habitantes, y es por ello que corresponde al más alto nivel
político la responsabilidad de garantizarla.

372. Mientras que la Defensa Nacional, aunque también es


multidisciplinar, se circunscribe al ámbito de la respuesta ante
amenazas a los intereses nacionales.

373. Por lo anterior, las Estrategias de Seguridad Nacional,


requieren por una parte un amplio conocimiento de la realidad
internacional, así como del contexto social del propio Estado, sus
objetivos y líneas de acción deben ser definidos con un enfoque
integral, de amplio espectro y con un marcado carácter proactivo,
considerando tanto los riesgos potenciales como las posibles
amenazas a enfrentar.

374. Las respuestas a aquellas amenazas que pongan en riesgo


los Intereses Nacionales, quedan así integradas como Medidas de
Defensa Nacional, Estrategias de Defensa, dentro de las propias
Estrategias de Seguridad Nacional.

375. Pero regresando a la ya mencionada relación entre


seguridad y guerra, la historia ha demostrado que las esperanzas
puestas al redactar la Carta de las Naciones Unidas por las que las
guerras serían una consecuencia del pasado, iban a estar muy lejos
de la realidad.

376. Si bien el tradicional concepto de la guerra como


enfrentamiento armado entre dos Estados o entre un Estado y grupos
organizados con fines políticos ha ido progresivamente
desapareciendo, los conflictos armados, con diferentes
características, aunque de naturaleza similar, han ido extendiéndose
en número y lo que es peor aumentando su duración e ímpetu.
105

105

377. Lo anterior, unido a la aparición de un mayor número de


riesgos de origen y naturaleza variable como son el crimen
organizado, el terrorismo internacional, el uso ilícito o no regulado del
ciberespacio, etcétera; junto a factores que los favorecen o potencian
como es el caso de la degradación medioambiental o los movimientos
migratorios incontrolados, ha llevado a una diferenciación más clara
entre los conceptos de seguridad y defensa.

378. En este último, sigue siendo más dominante, aunque no


exclusiva la dimensión militar, mientras la seguridad adopta un
carácter multidimensional y en el que la faceta militar tiene una menor
importancia.

379. Aunque tras el desmembramiento de la Unión Soviética el


escenario de la seguridad mundial fue cambiando con la aparición de
nuevos riesgos, nuevos actores y la transformación del equilibrio de
poder que caracterizó al período de la Guerra Fría, fueron sin duda
los atentados terroristas del 11 de septiembre de 2001 llevados a
cabo por Al Qaeda en las ciudades de Nueva York y Washington los
que pusieron de manifiesto que la seguridad no podía ser entendida
como había sucedido el siglo pasado, a pesar de que la última década
de éste, conflictos como los que tuvieron lugar en los Balcanes, en
Somalia o en Ruanda, requerían otro tipo de aproximaciones a la
seguridad.

380. Más recientemente, el mundo ha tenido que vivir las


consecuencias de las primaveras árabes, las crisis masivas de
personas refugiadas y desplazadas, o la creciente influencia del
crimen organizado y el terrorismo internacional, con grandes
conexiones entre ellos.

381. Desde una perspectiva académica, la seguridad


internacional, que comenzó a desarrollarse como disciplina de
estudios a la finalización de la Segunda Guerra Mundial, pronto
quedaría absorbida como parte de la disciplina de relaciones
internacionales, convirtiéndose en muchos casos en el núcleo central
de esta materia, con diferentes nombres como los de estudios
estratégicos, estudios para la paz o seguridad internacional.
106

106

382. En este sentido, si bien es cierto que los estudios sobre la


seguridad internacional han sido dominados por un enfoque realista,
en el que los Estados confrontaban por preservar sus intereses y
aumentar su poder en el sistema internacional, en las últimas décadas
la interdependencia generada por la globalización, la aparición de
nuevos actores, la definición de nuevos riesgos, ha llevado a que la
seguridad internacional sea abordada desde un enfoque neoliberal,
con una mayor preponderancia del poder inteligente que busca un
equilibrio entre el poder duro y el poder blando.93

Podemos decir que la seguridad internacional es observada


en este siglo XXI desde la doble perspectiva neorrealista y neoliberal
(neo-neo) es preciso también considerar las posiciones
constructivistas o lo que es igual los enfoques críticos de la seguridad
(humana, medioambiental, de género o desde la perspectiva de la
"securitización").

383. También hay que hacer referencia al hablar de la seguridad


internacional, que al igual que en la configuración del sistema
internacional, son las potencias del sistema, las que van a determinar
su seguridad, no solamente porque disponen de los mayores
recursos y sus intereses son globales, sino porque además influyen
en las propias organizaciones internacionales en sus
posicionamientos.

384. En el caso de la O.T.A.N., Estados Unidos no es solamente


el principal contribuyente económico y quien aporta las mayores
capacidades militares, sino que además retiene de manera
permanente el Supreme Allied Commander Europe (SACEUR) desde
su creación.


93
El concepto de poder inteligente (smart power) fue introducido por el Center for Strategic International
Studies como una iniciativa para establecer un diálogo nacional sobre la mejor manera de situar del lado
de Estados Unidos a todos los aliados y países amigos en la consecución de sus intereses nacionales,
como consecuencia del deterioro sufrido durante la administración Bush en la arena de las relaciones
internacionales.
107

107

385. Si hablamos de la O.N.U., la principal organización mundial


para la paz y seguridad mundial, cuenta con un órgano de arbitraje y
mediación como es el caso de la Asamblea General, en el que, si bien
todos los Estados partes tienen voz y voto similares, su influencia es
muy diferente; pero si nos referimos al Consejo de Seguridad, órgano
que determina las acciones ejecutivas, ya impliquen o no el uso de la
fuerza, está dominado por los cinco integrantes permanentes que
retienen el derecho de veto.

386. Se debe reflexionar sobre la importancia que tiene tomar en


consideración desde dónde se interpreta o define la seguridad
internacional. Las teorías de las relaciones internacionales están
dominadas por la visión occidental y más concretamente por el
pensamiento americano (estadounidense).

387. De igual forma, hablando de seguridad internacional, no es


igual hacerlo desde el norte desarrollado que desde el sur
subdesarrollado94 por ejemplo la escasez de recursos acelerada por
el cambio climático ocasiona entre otras consecuencias el
desplazamiento de grandes masas de población, de manera que para
los primeros se ve como una amenaza potencial para su Seguridad
Nacional ante el riesgo de unos movimientos migratorios
incontrolados, mientras que para los segundos se trata de su propia
supervivencia.

A este respecto de la diferente óptica en la que se analiza


la seguridad internacional Laura J. Shepherd hace una acertada
observación:
(…) la Guerra Fría fue ciertamente fría, lo que no fue el caso para la
población de, para dar algunos ejemplos, la República Dominicana,
Afganistán, Líbano o Nicaragua; que las “nuevas guerras” (sic) son
cualitativamente diferentes del conflicto a través de la historia; que el
Consejo de Seguridad de Naciones Unidas se encuentra funcionando
de manera efectiva y como está previsto; todas ellas son
profundamente problemáticas y merecen un crítico examen.95


94
Shepherd, L. J. (2013). Critical Approaches to Security. Routledge, pp. 1-9.
95
Ibid. p. 3.
108

108

Capítulo V

Concepto de Defensa Nacional y los Planes

Primera Sección

La Defensa Nacional y otros Conceptos

388. Con fundamento en la Política Nacional de Defensa de


fecha 13 de junio de 2013, publicada por la Presidencia de la
República, para enfrentar los retos y desafíos del Siglo XXI, sin perder
el espíritu pacifista de nuestro país, pero consciente de que como
dicho documento menciona “…un país que no se preocupa de su
Defensa Nacional, renuncia a su soberanía y abdica a su propia
independencia y libertad, además de comprometer su capacidad de
autogestión…”, se realiza el planeo estratégico de dicha defensa.

389. A continuación, se describirán de manera sucinta, los


conceptos relativos a la Defensa Nacional y a la defensa que se
realiza en cada uno de los ámbitos en que ésta se puede desarrollar,
así como los diferentes planes que, a nivel estratégico, se elaboran
para responder a la probabilidad de una guerra, especificando el nivel
en que cada uno de ellos se elabora.

390. La Defensa Nacional es el conjunto de acciones, recursos


y medios que adopta y dispone el Estado Mexicano para garantizar la
integridad, independencia y soberanía de la nación, así como prevenir
o eliminar las amenazas tradicionales y emergentes, riesgos y
desafíos que procedan del ámbito externo e interno, con el propósito
de contribuir a la estabilidad y el desarrollo nacional.

391. La Defensa Nacional comprende en sí misma, diversos


tipos de defensa, que se realizan de acuerdo al ámbito de actuación
de las fuerzas que habrán de desarrollarla, así tenemos:
109

109

A. La Defensa Terrestre que consiste en el conjunto de


acciones, recursos y medios que adopta y dispone el Estado
mexicano en el territorio nacional, destinados a preservar la
soberanía, independencia e integridad territorial.

B. La Defensa Aérea, la cual es el conjunto de acciones,


recursos y medios que adopta y dispone el Estado mexicano,
destinado a anular o reducir cualquier acción hostil a fin de garantizar
la soberanía del espacio aéreo y preservar las áreas vitales del país.

C. La Defensa Marítima, que consta de el conjunto de


acciones, recursos y medios que adopta y dispone el Estado
mexicano, destinado a proteger sus intereses marítimos y preservar
la soberanía, independencia e integridad de las zonas marinas y
territorio nacional.

D. Dentro de los ámbitos de actuación, se considera el


ciberespacio, definido como el ámbito intangible, de naturaleza
global, soportado por las TIC’s, que es utilizado para la interacción
entre individuos y entidades públicas y privadas.

E. Así pues, tenemos la Defensa del Ciberespacio, la cual


incluye el conjunto de acciones, recursos y mecanismos del Estado
para identificar, prevenir y contrarrestar toda amenaza proveniente
del ciberespacio que afecte a la infraestructura crítica nacional.

F. Y por último la Defensa Civil, la cual consiste en la


organización de la población, por parte de las autoridades civiles
apoyadas por las fuerzas armadas, con el fin de protegerla de
acciones hostiles, reducir los daños y posibilitar la continuidad del
esfuerzo de defensa.

392. Deben tomarse las previsiones para la activación de los


medios necesarios que respondan a una situación cuya naturaleza
amerite el empleo del poder nacional de manera extraordinaria que
requiera la movilización.
110

110

Segunda Sección

Organización de los Planes Estratégicos


para la Defensa Nacional

393. Dentro del Planeamiento de la Defensa Nacional, se


incluyen los siguientes documentos, necesarios para coordinar las
acciones y el empleo de los medios para hacer frente a los
antagonismos, ya sean estos presentes o previsibles de acuerdo a
las hipótesis respectivas.

A. Plan General de Defensa Nacional.

B. Plan General de Guerra.

C. Plan Militar de Defensa Nacional Conjunto.

D. Plan Militar de Guerra.

E. Plan de Movilización Nacional.

F. Plan de Movilización Militar.

394. El Plan General de Defensa Nacional. Es un documento


cuya finalidad esencial es establecer las directivas a desarrollar en
los campos político, económico, social y militar; que permitan
responder a las amenazas externas, que demanden el uso de los
diversos recursos del poder nacional para la Defensa Nacional.

395. Es elaborado a nivel organismo de seguridad, a partir de


las directivas generales de planeo para la Defensa Nacional. Integra
acciones y medidas, cuyo objeto es proponer que la Nación en todos
sus aspectos integrales, adquiera la capacidad necesaria para
responder a una amenaza que ponga en riesgo la existencia del
Estado.
111

111

396. Plan General de Guerra. Se formula a nivel gubernamental


para responder a un caso específico de guerra probable o inminente,
en el cual se establecen empresas, tareas y medidas de carácter
político, económico, social y militar; proyectos que son puestos en
ejecución por las autoridades nacionales correspondientes. El
documento es elaborado por el Consejo de Seguridad Nacional, a
través del comité especializado que para el efecto se organice, para
alcanzar los objetivos militares derivados del Plan General de
Defensa Nacional, con el fin de responder a cualquier amenaza
tradicional que atente contra la existencia del Estado mexicano.

397. Plan Militar de Defensa Nacional Conjunto. Elaborado por


las tres fuerzas armadas, como consecuencia de la Política Nacional
de Defensa del Estado mexicano, tiene como propósito establecer las
estrategias para articular, desarrollar y emplear las capacidades de
las fuerzas armadas para la defensa de la integridad, independencia
y soberanía del país. En él se desarrolla un concepto estratégico de
defensa, en el que establece cómo integrar el esfuerzo militar para la
seguridad y defensa del Estado mexicano; así como articular las
capacidades de las fuerzas armadas para la consecución de los
intereses y objetivos de defensa. Su elaboración corresponde al
Estado Mayor Conjunto.

398. El Plan Militar de Guerra. Forma parte de los Planes


Estratégicos a nivel Alto Mando, destinados a preparar y conducir a
las fuerzas armadas para efectos de la Defensa Nacional. Se formula
para responder a un caso específico de guerra probable o inminente
y comprende el empleo de todos los recursos bélicos de la Nación,
para alcanzar el objetivo nacional de la guerra. Se elabora a nivel de
Estado Mayor Conjunto, derivado del Plan General de Guerra.
Establece el empleo de las fuerzas armadas con el objeto de
responder a un caso específico de guerra probable o inminente;
comprende el empleo de todos los recursos bélicos de la Nación, así
como los criterios de coordinación y las líneas de acción para alcanzar
los objetivos militares.
112

112

399. Se entiende por Movilización Nacional el conjunto de


acciones permanentes, flexibles y dinámicas que el Estado mexicano
debe desarrollar en los campos político, económico, social y militar,
para que el país esté en condiciones de responder satisfactoriamente
a las diversas hipótesis y necesidades, en el menor tiempo posible y
en las mejores condiciones. Esta movilización puede ser total o
parcial.

400. Se define a la Movilización Militar como el conjunto de


acciones que adopta el Estado mexicano para preparar y sostener las
operaciones de las fuerzas armadas, con el fin de responder a una
hipótesis de guerra y a la necesidad de proteger los intereses y
objetivos nacionales.
113

113

Segunda Parte

La Guerra y las Operaciones Estratégicas

Capítulo I

La Guerra

Primera Sección

Generalidades

401. La guerra y el arte militar (arte de la guerra) son temas que


han sido ampliamente abordados en el Manual de Operaciones
Militares (M.O.M.), el primero en cuanto a su conceptualización,
clasificación, factores que en ella intervienen y principios a los que se
sujeta y las fases en que se desarrolla; el segundo por lo que toca a
las ramas en que se divide y las actividades que se realizan; por lo
tanto en esta obra nos concentraremos en estudiar a la guerra como
el fenómeno que genera la estrategia militar.

Segunda Sección

La Guerra, Razón de la Estrategia Militar

Subsección (A)

Definición y Conceptos

402. El Diccionario Español de México define a la guerra como


“Lucha armada entre dos o más países…”.96


96
(Colmex), Diccionario Español de México [en línea], Op. Cit.
114

114

403. Como ya se vio en el Manual de Operaciones Militares, la


guerra se conceptúa como un conflicto entre sociedades o grupos que
luchan entre sí violentamente, para imponer los intereses de uno de
ellos.

404. Sun Tzu la considera de la siguiente forma: “La guerra es


de vital importancia para el Estado; es el dominio de la vida o de la
muerte, el camino hacia la supervivencia o la pérdida del Imperio: es
forzoso manejarla bien. No reflexionar seriamente sobre todo lo que
le concierne es dar prueba de una culpable indiferencia en lo que
respecta a la conservación o pérdida de lo que nos es más querido; y
ello no debe ocurrir entre nosotros”.97

405. Para Heráclito (filósofo griego de los siglos V-IV a. C.)


llamado Ho Skoteinos, “El oscuro” escribió una obra a la que se le da
el título común “Sobre la Naturaleza” que se le había dado también a
los libros escritos por otros filósofos anteriores.

“…El devenir es el principio de todas las cosas. Todo es fuego que se


enciende y se apaga según una medida. El cambio, el devenir, está
regido por el logos. El logos regula el devenir como una ley inmanente
al mundo.

El devenir se da según la lucha de los contrarios. La tensión entre los


contrarios en lucha genera el movimiento; por eso a la paz sigue la
guerra y a ésta nuevamente la paz. La guerra es la madre de todas las
cosas…”.98

406. Entre los siglos II y III a. C. Tito Marcio Plauto afirmaba:


“Lupus est homo homini, non homo, quom qualis sit non novis (El
hombre es un lobo para el hombre, y no hombre, cuando desconoce
quién es el otro)”.99

407. En el Siglo I a. C., Cicerón, al dirigirse al senado romano,


que se negaba a atender los asuntos de su ejército, expresaba la
siguiente paradoja sobre la paz y la guerra:


97
Tzu, Sun (2003), Op. Cit. p. 4.
98
Academia de Ciencias Luventicus [en línea], disponible en:
<http://www.luventicus.org/articulos/02A034/heraclito.html> (consultado el 10 de octubre de 2016).
99
Plauto, T. M. (2006). Asinaria: la comedia de los asnos. España: Gredos, p. 17.
115

115

“No me opongo a la paz; pero me espanta la guerra disfrazada con el


nombre de paz. Si queremos gozar de la paz, es preciso hacer la
guerra. Si renunciamos a la guerra, nunca tendremos paz.
Hemos sido puestos aquí como guarda y atalaya para que nuestra
vigilancia libre al pueblo romano de todo temor. Es vergonzoso para el
más alto consejo del mundo faltar a la prudencia en asunto tan fácil de
comprender.
Propio es de vuestra sabiduría, padres conscriptos, prever lo porvenir
aun a largo plazo”.100

408. Entre los siglos IV y V, Flavio Vegecio Renato, elaboró un


compendio de las técnicas militares del ejército romano, en el que
retoma esta paradoja la cual expresa de la siguiente forma:
“Así pues quien desea la paz, que prepare la guerra, quien pretende
la victoria, que instruya con esmero a sus soldados; quien aspira a
resultados favorables, que luche encomendándose a la técnica militar
y no al azar. Nadie osa provocar ni ofender a quien sabe que es
superior en combate”.101

409. Los conceptos estipulados por Cicerón y Vegecio,


establecen como medida para evitar la guerra y mantener la paz, el
contar con una fuerza suficiente para disuadir la intención de obrar en
su contra, por parte de cualquier enemigo presente o potencial, lo que
coincide con el principio que mencionaba Sun Tzu, sobre derrotar al
enemigo sin combatir.

410. Respecto al derecho de hacer la guerra, en el siglo XVII


Tomas Hobbes, retoma la frase de Plauto, “homo homini lupus”
haciendo más objetivo el concepto, al mencionar:
“…el hombre es un Dios para el hombre, y el hombre es un lobo para
el hombre. El primer dicho se aplica a la conducta de los
conciudadanos; el segundo, a la de los Estados entre sí. En el primer
caso por la justicia, la caridad y las virtudes de la paz, se aproximan a
la semejanza con Dios; en el segundo, por la depravación de los
malos, incluso los buenos tienen que recurrir, si quieren protegerse, a
las virtudes de la guerra y al engaño, esto es, a la rapacidad
animal...”.102


100
Cicerón, M. T. (1994). Filípicas. Barcelona, España: Planeta, S. A., p. 127.
101
Renato, F. V. (2006). Compendio de Técnica Militar. Madrid: Cátedra, p. 241.
102
Hobbes, T. (1999). Tratado sobre el ciudadano (castellana de Joaquín Rodríguez Feo ed.). España:
Trotta, p. 1.
116

116

411. Hobbes señalaba la guerra como el estado natural del


hombre y respecto a ella mencionaba lo siguiente:

“…el hombre tiene el derecho natural -jus naturale,- libertad que cada
hombre tiene de usar su propio poder como quiera, para la
conservación de su propia naturaleza, es decir, de su propia vida; y
por consiguiente, para hacer todo aquello que su propio juicio y razón
considere como los medios más aptos para lograr ese fin…”.

412. Al respecto expresaba sus ideas sobre las leyes de la


naturaleza aplicables a la humanidad:
“La ley fundamental de naturaleza. La condición del hombre es una
condición de guerra de todos contra todos, en la cual cada uno está
gobernado por su propia razón, no existiendo nada, de lo que pueda
hacer uso, que no le sirva de instrumento para proteger su vida contra
sus enemigos…

Segunda ley de naturaleza…En efecto, mientras uno mantenga su


derecho de hacer cuanto le agrade, los hombres se encuentran en
situación de guerra y si los demás no quieren renunciar a ese derecho
como él, no existe razón para que nadie se despoje de dicha
atribución, porque ello más bien que disponerse a la paz significaría
ofrecerse a sí mismo como presa (a lo que no está obligado ningún
hombre)…

...De aquí resulta un precepto o regla general de la razón, en virtud de


la cual, cada hombre debe esforzarse por la paz, mientras tiene la
esperanza de lograrla; y cuando no puede obtenerla, debe buscar y
utilizar todas las ayudas y ventajas de la guerra”.103

413. En el sentido y habiendo experimentado él mismo el


desarrollo de la guerra, al referirse a la fuerza y efectos mentales y
morales que produce, Clausewitz señalaba:
“Por su origen el combate es la expresión de un sentimiento hostil,
pero en nuestros grandes combates, que llamamos guerras, el
sentimiento hostil se convierte, a menudo, simplemente en una
intención hostil, y al menos generalmente no existe sentimiento hostil
de un individuo contra el otro.


103
Hobbes, T. (2003). Leviatan. México: Fondo de Cultura Económica, pp. 106-107.
117

117
Sin embargo, el combate no se produce nunca sin que actúen tales
sentimientos. El odio nacional, que falta rara vez en nuestras guerras,
se convierte en un sustituto más o menos poderoso de la hostilidad
personal de un individuo hacia el otro. Pero cuando éste también falta
y la animosidad no existe al principio, el combate mismo es el que
enciende el sentimiento hostil. Si por orden de su superior alguien
realizara un acto de violencia hacia nosotros, excitaría nuestro deseo
de desquitarnos y de vengarnos más pronto de él que del poder
superior bajo cuyo mando ese acto fue realizado. Esto es humano -
animal, si ustedes quieren-, pero es un hecho.

Teóricamente, estamos inclinados a considerar el combate como una


prueba abstracta de fuerza, como un fenómeno aislado en el cual no
intervienen los sentimientos. Éste es uno de los miles de errores en
que las teorías caen deliberadamente, porque nunca ven las
consecuencias de los mismos.

Además de esa excitación de sentimientos que surge de la propia


naturaleza del combate, hay también otros que no pertenecen
esencialmente al mismo -ambición, deseo de dominación,
entusiasmos de toda clase, etcétera-, pero que pueden asociársele
fácilmente por su naturaleza afín”.104

414. Freud por su parte, en 1915 afirmaba “…acabar con la


guerra es imposible; mientras las condiciones de existencia de los
pueblos sean tan distintas, y tan violentas las repulsiones entre ellos,
tendrá que haber guerras…”.105

415. Al respecto Liddell Hart, hacia la siguiente reflexión:


“De un profundo estudio de la guerra, Clausewitz sacó la siguiente
conclusión: «Toda acción militar está influida por fuerzas inteligentes
y sus efectos». No obstante, las naciones en guerra siempre han
luchado o han sido arrastradas por sus pasiones, lo cual no casa con
las consecuencias de tal conclusión. En lugar de aplicar la inteligencia,
han elegido golpearse la cabeza contra la pared más cercana.





104
Clausewitz, K. (2010), Op.Cit. p. 78.
105
Freud, Sigmund (1915), “Consideraciones de actualidad sobre la guerra y la muerte”, Edición electrónica
de www.philosophia.cl / Escuela de Filosofía Universidad ARCIS [en línea], disponible en:
<http://espaciodevenir.com/documentos/freud-de-guerra-y-muerte.pdf> (consultado el 10 de octubre de
2016).
118

118
Suele depender normalmente del gobierno, responsable de la
estrategia general de una guerra, decidir si la estrategia debe hacer su
contribución logrando una decisión militar o de otra forma. Al igual que
el medio militar es sólo uno de los que conducen al fin de la estrategia
general -uno de los instrumentos en el maletín del cirujano-, la batalla
es el único medio que conduce al fin de la estrategia. Si las
condiciones son adecuadas, suele ser el de efecto más rápido, pero si
son desfavorables, no tiene sentido utilizarlo”.106

416. Con el desarrollo de las sociedades y los avances


tecnológicos, el empleo de los recursos ha cambiado y se han
modificado los procedimientos para hacer la guerra, de tal suerte que
es difícil, en la actualidad, valorar cómo ha evolucionado la
humanidad y preguntarnos si se ha avanzado o disminuido en cuanto
a los conflictos armados entre naciones, pues a pesar de la existencia
de organismos internacionales, creados para preservar la paz, se
continúan generando conflictos armados de muy diversa naturaleza.

417. Es posible observar que, sin importar las épocas, la


tecnología o los medios empleados, siguen presentándose los
conflictos entre naciones o al interior de ellas, sigue existiendo la
sinrazón en la confrontación de intereses y la prevalencia del más
fuerte.

418. Todo Estado que pretenda conservar su integridad y


capacidad de autodeterminación, está obligado a prever los
antagonismos que pudieran interponerse en la consecución de sus
objetivos nacionales y a tomar las previsiones para responder a las
amenazas presentes o potenciales, sin soslayar la posibilidad que
confirma la historia, de que requiera defenderlos mediante el empleo
de la fuerza, pues como es evidente, los medios pacíficos no siempre
son suficientes para dirimir las controversias.

419. Es necesario prever, como sucedió a nuestro país con la


primera intervención francesa (1838-1839) y en la invasión
norteamericana (1846-1848), que la intención premeditada sea
buscar el fracaso de los medios pacíficos y generar un conflicto
armado que justifique la guerra. Éste será siempre un peligro latente
que debe ser previsto y un medio para evitarlo o disminuir su
probabilidad, consiste en contar con una fuerza suficiente para
disuadir a la fuerza adversaria de hacer uso de ésta.

106
Liddell Hart, B. H. (1989), Op. Cit. p. 313.
119

119

420. Es por eso imprescindible, que profesionales de la guerra,


quienes se llamen a enfrentarla, desarrollen su ingenio y la habilidad
para concebir la forma de emplear sus medios para conseguir los
objetivos militares, es decir, empleen la estrategia.

Subsección (B)

Entornos Bélicos Actuales

421. La complejidad del mundo actual ha difuminado la frontera


tradicional entre la paz y la guerra. Hoy en día, la mayoría de los
conflictos se sitúan en una amplia zona gris donde conviven la
extrema violencia con las funciones cotidianas de la ciudadanía. Por
lo tanto, las operaciones en las que participen las Fuerzas Armadas
se desarrollan en situaciones complejas, con múltiples actores
estatales y no estatales que podrán condicionar e incluso determinar
el desenlace de la misma. Sin embargo, debe tenerse en cuenta que
mientras el rostro de la guerra ha mutado, su naturaleza permanece
intacta pues, como indicó Clausewitz, la violencia, el caos, la
incertidumbre, la fricción – que hace difícil lo aparentemente fácil – o
la niebla de la guerra, producto de una información incompleta e
imperfecta, continúan estando presentes en los conflictos actuales.

422. Los grandes cambios producidos en las dos últimas


décadas han llevado a la profesionalización de las Fuerzas Armadas,
estimulada tanto por la evolución de la sociedad como por la
necesidad de incrementar la calidad profesional de los combatientes,
y a su transformación. La transformación, impulsada por los
requerimientos operativos que surgieron a lo largo de la década de
los años 90s y muy especialmente después de los sucesos del 11 de
septiembre de 2001, busca obtener un catálogo de capacidades
polivalentes para hacer frente a un amplio espectro de amenazas en
cualquier ambiente.

Este proceso de cambio profundo y sostenido que están


realizando las fuerzas armadas para adaptarse a los retos que deben
afrontar en el ambiente estratégico y operacional presente y futuro,
constituye uno de los pilares de las estrategias del futuro empleo de
nuestras fuerzas armadas.
120

120

423. El complejo y fluido ambiente bélico de inicios del siglo XXI,


impone nuevos retos y desafíos a las fuerzas armadas. No sólo
tendrán que responder con rapidez a crisis de muy distinta naturaleza
e intensidad que puedan surgir en cualquier lugar de nuestro territorio
nacional, sino que una vez allí deberán realizar de forma autónoma o
sumando esfuerzos interinstitucionales e inclusive también
multinacionales, una gran variedad de cometidos (desde ayuda
humanitaria hasta acciones de combate) contra adversarios muy
diversos (ejércitos regulares o fuerzas irregulares) y en cualquier tipo
de ambiente. La protección y defensa de personas e infraestructuras,
evitando daños innecesarios y víctimas entre el personal no
combatiente, estará entre las principales prioridades para la acción
de las fuerzas armadas.

424. Mientras que ha disminuido la probabilidad de que se


desate una guerra entre dos o más países de nuestro entorno, han
aumentado los conflictos que se producen dentro de ciertos Estados.
En general, estos conflictos están motivados por factores culturales,
étnicos y religiosos que sirven de pretexto para obtener el control del
poder, al margen de cauces institucionales. En estas situaciones,
normalmente, se produce el enfrentamiento de ejércitos regulares
contra un amplio abanico de fuerzas irregulares (guerrillas, grupos
criminales, organizaciones terroristas) y sus efectos pueden perturbar
el equilibrio regional y global.

425. Estos riesgos y amenazas no son de naturaleza


estrictamente militar, por lo que difícilmente podrán contrarrestarse
mediante el empleo exclusivo de la fuerza militar. Cualquier solución
estable, duradera y satisfactoria a conflictos de estas características,
requerirá el uso de los diversos instrumentos del potencial nacional e
inclusive internacional.

426. Por otro lado, tenemos en consideración los avances


tecnológicos en el campo de la informática y las comunicaciones,
mismos que influyen en la conducción de las operaciones militares.
Hoy en día con el eficiente uso de los diversos aparatos tecnológicos
se puede conocer, en tiempo real, lo que está ocurriendo en el campo
de batalla y se puede atacar con rapidez y precisión los puntos vitales
del enemigo y anticiparse a sus acciones.
121

121

Subsección (C)

La Innovación Militar

427. La complejidad del entorno estratégico y el alto nivel de


cambio, obligan a mantener una continua adaptación de las
capacidades militares a la situación y a seguir las tendencias de la
evolución estratégica. Para ello se emplea la Transformación, un
proceso de innovación profundo y sostenido en el tiempo, clave para
el diseño de las capacidades militares necesarias para hacer frente a
las demandas estratégicas presentes y futuras. La Transformación
tiene pues, una incidencia directa en el proceso de planeamiento de
la defensa.

428. El estudio de los ambientes futuros, para deducir los más


probables entornos operativos, la incorporación de las enseñanzas
obtenidas en operaciones y ejercicios, y la experimentación de
conceptos, entre otras, serán herramientas válidas para detectar
deficiencias operativas, tácticas y diseñar capacidades militares.

Subsección (D)

Generaciones de la Guerra

429. De conformidad con diversos teóricos, concluyen que para


el estudio y comprensión de la guerra, se han dado la siguiente
clasificación generacional:107

A. Primera generación. “La Masa”; soldado mecánico.

B. Segunda generación. “Apoyo de fuego indirecto”;


orden.

C. Tercera generación. “Maniobra”; iniciativa.


107
De conformidad con la conferencia impartida en la Universidad de Defensa del Ejército de los Estados
Unidos de Norteamérica a la Escuela Superior de Guerra de México, en su viaje de estudios
internacional, junio de 2017.
122

122

D. Cuarta generación. “Asimetría”; cambio de variables,


tiempo-espacio.

430. Incluso aparece el concepto de “guerra híbrida” por primera


vez en el 2005 sobre la pluma de Frank Hoffman. Reflexiones que
fueron publicados en una monografía en el 2007, en la cual explica
que se trata de caracterizar una guerra irregular compleja, y en el
2009 la define de la siguiente manera:
“Una amenaza híbrida como todo adversario que emplea
simultáneamente un número variado de armas convencionales,
tácticas irregulares, de terrorismo y de comportamiento del tipo crimen
organizado dentro del espacio de la batalla, a fin de alcanzar sus
objetivos políticos”.

431. La innovación tecnológica en la fabricación de armamentos


y en las formas de hacer la guerra han evolucionado
permanentemente, con lo que se establece que el uso de la fuerza
por parte de un grupo sobre otro, se encuentra en constante
desarrollo.

Tercera Sección

El Arte de la Guerra

432. El término fue uno de los más empleados en la antigüedad


para referirse al conjunto de formas y técnicas de hacer la guerra,
cuando no se establecía división alguna; pues, era llevada como un
todo de principio a fin.

433. La filosofía de Sun Tzu descansa sobre dos principios:


“Todo el Arte de la Guerra se basa en el engaño” y “El supremo Arte
de la Guerra es someter al enemigo sin luchar”.108

434. El General Jomini, elaboró varias obras sobre la guerra,


respecto a la cual establece la siguiente división:


108
Tzu, Sun (2003), Op. Cit. p. 3.
123

123

“La ciencia de la guerra, cual hoy se la conceptúa por lo común, se


divide en cuatro ramos puramente militares a saber: la Estrategia, la
Táctica sublime, la facultad del ingeniero y la táctica de detal o del
pormenor; habiéndose dejado hasta hoy, sin la correspondencia que
la convenía, a una parte esencial de esta ciencia, que es la política de
la guerra; pues, aunque dependa esta parte más particularmente de la
ciencia del hombre de Estado, que de la del guerrero, desde que se
inventó separar la toga de la espada, no se podrá menos de convenir,
sin embargo, en que si no es necesaria a un General subalterno, es
indispensable a todo el que mande en jefe a un ejército; porque
entrando en todas las combinaciones que pueden resolver una guerra,
y en la de las operaciones, que habrá que emprender en ella,
pertenece de necesidad desde este momento a la ciencia de que
tratamos”.109

435. El General alemán Karl Von Clausewitz (en las primeras


décadas del siglo XIX), considerado el padre de la estrategia
moderna, dividía al arte de la guerra en táctica y estrategia; señalaba
que “la táctica constituye la enseñanza del uso de las fuerzas
armadas en los encuentros, y la estrategia, la del uso de los
encuentros para alcanzar el objetivo de la guerra”,110 donde se
observa que por “encuentros”, el autor se refiere a los combates.
“La estrategia es el uso del encuentro para alcanzar el objetivo de la
guerra. Por lo tanto, debe dar un propósito a toda la acción militar,
propósito que debe estar de acuerdo con el objetivo de la guerra. En
otras palabras, la estrategia traza el plan de la guerra y para el
propósito mencionado, añade las series de actos que conducirán a ese
propósito; o sea, hace los planes para las campañas separadas y
prepara los encuentros que serán librados en cada una de ellas”.111

436. Liddell Hart también establece la diferencia entre la táctica


y la estrategia, la cual cita de la siguiente forma:


109
De Jomini, B. (1833). Descripción analítica de las combinaciones más importantes de la guerra y de su
relación con la política de los estados; para que sirve de introducción al tratado de las grandes
operaciones militares (3/a. Imprenta real ed.). Madrid, p. 1.
110
Clausewitz, K. (2010), Op. Cit. p. 66.
111
Ibid. p. 121.
124

124
“Ahora podemos dar una definición más breve de la estrategia como
«el arte de distribuir y aplicar los medios militares para conseguir los
fines políticos». La estrategia no sólo se ocupa del movimiento de
tropas –como a menudo se ha dicho-, sino de su efecto. Cuando la
aplicación del instrumento militar desemboca en la verdadera lucha,
los preparativos para ésta y el control de las medidas directas se
denominan «táctica». Aunque sea conveniente para el análisis, en la
realidad estas dos categorías no pueden dividirse en compartimentos
separados, ya que no sólo se influyen entre sí, sino que se confunden
una con la otra”.112

437. La relación que guarda la estrategia con la táctica, no


permite establecer una línea exacta entre ambas, pues resulta difícil,
según lo plantea el autor antes mencionado, determinar con exactitud
dónde termina un movimiento estratégico y empieza uno táctico, aun
cuando en la concepción estén bien diferenciados.

438. Señala también que “…La táctica pertenece y cubre el


terreno de la lucha. La estrategia no sólo se detiene en la frontera,
sino que tiene como objetivo reducir la lucha a la menor proporción
posible”.113

439. En la doctrina militar mexicana, el arte militar está dividido


en estrategia, arte operacional, táctica, orgánica y logística, de las
cuales, las dos últimas se ven reflejadas en todos los niveles de
conducción de la guerra, a saber: estratégico, operacional y táctico,
mientras que las tres primeras, se reflejan en el nivel que a cada una
corresponde.


112
Liddell Hart, B. H. (1989), Op. Cit. p. 309.
113
Ibid. p. 311.
125

125

Cuarta Sección

Los Principios de la Guerra

Subsección (A)

Generalidades

440. Un fenómeno tan antiguo como la guerra, que ha transitado


por todas las etapas del desarrollo humano, compañero de la creación
y evolución de las sociedades humanas en todas sus etapas, que ha
empleado a través del tiempo, innumerables técnicas, tácticas e
ingenios en el campo de batalla, artilugios y engaños, en fin, nuevas
y singulares formas de lograr la victoria; obteniendo en cada caso
experiencias, las cuales en su conjunto han generado principios, que
si bien no representan leyes rígidas, pues en la guerra cada caso
representa singulares condiciones, su aplicación bien orientada
coadyuva a la consecución de resultados favorables, a los cuales se
ha denominado Principios de la Guerra.

441. A diferencia de otras profesiones, como la medicina, la


ingeniería, la química, etcétera, donde la preparación implica una
experimentación en el campo práctico, el personal militar profesional,
a pesar de prepararse física y mentalmente para la guerra, no cuenta
con un laboratorio para ejercitarla, requiriendo estudiar con
detenimiento estos principios para orientar sus decisiones y aumentar
sus posibilidades de éxito.

442. Los principios de la guerra son producto de las experiencias


vividas por grandes comandantes, líderes militares y estrategas a
través de la historia y dan cuenta de aciertos y errores que fueron
determinantes en el resultado de las contiendas.

443. La aplicación de dichos principios no garantizará el triunfo,


pero ignorarlos, conducirá sin duda al fracaso.
126

126

444. Los principios deberán ser considerados en cada tiempo y


circunstancia, dentro del análisis que se haga de las tropas enemigas
y fuerzas propias; ser ubicados en las condiciones de tiempo, espacio
y medios disponibles, que determinarán las reales condiciones y
serán en su conjunto las que definan el resultado.

445. Al respecto, Napoleón Bonaparte mencionaba “Toda


guerra debe de ser metódica; porque todas deben de tener un objeto,
y se conducirá conforme a los principios y reglas del arte. La guerra
debe hacerse con fuerzas proporcionadas a los obstáculos que hayan
podido preverse”.114

446. Diversas investigaciones, a través del tiempo, han


compilado y clasificado estos principios, atribuyéndoles diferentes
denominaciones y han sido incluidos en la doctrina de sus fuerzas
armadas de acuerdo a sus particulares concepciones y objetivos que
incluye los aceptados oficialmente por la doctrina militar mexicana
(ver tabla Núm. 6).


114
Máximas de guerra de Napoleón I extraído de sus memorias. (1881), Op. Cit. p. 4.
127

127

hart

U. R. S. S.
Reino Unido
Montgomery
Foch (1903)

E.U.A. (60)

Frecuencia
Clausewitz
Autoría

ocupado
México,
M.O.M.
(1830)

Lugar
Lidell
(32)

(45)

(30)

(58)
Principios
1 Habilidad del comandante X 1

2 Administración X X 2

3 Potencia aérea X 1

4 Armamento X 1

5 Concentración de fuerzas (masa) X X X X 4 3

6 Cooperación-coordinación X X X X 4 3

7 No atacar si el enemigo puede parar X 1

8 Economía de fuerza X X X X X 5 2

9 Explotación del éxito X 1

10 Flexibilidad X X 2

11 Libre disposición de las fuerzas X 1

12 Libertad de acción X 1

13 Movilidad X X 2

14 Moral X X X 3 4

15 No reforzar un fracaso X 1

16 Acción ofensiva X X X X X 5 2

17 Opinión pública X 1

18 Persecución X 1

19 Cantidad y calidad de las divisiones X 1

20 Seguridad X X X X 4 3

21 Objetivo X X X X X 5 2

22 Sencillez simplicidad X X X 3 4

23 Estabilidad de la retaguardia X 1

24 Sorpresa X X X X X X X 7 1

25 Maniobra X X 2

26 Continuidad en la acción X 1

Tabla Núm. 6
Los principios de la guerra
128

128

Subsección (B)

Los Principios de la Guerra en la Doctrina Militar Mexicana

Generalidades

447. El análisis histórico, así como las propias experiencias, han


determinado la adopción de los siguientes principios en la doctrina
militar mexicana.

A. Unidad de objetivo y continuidad en la acción.

B. Acción ofensiva.

C. Concentración y economía de fuerzas.

D. Maniobra.

E. Seguridad.

F. Sorpresa.

G. Sencillez.

H. Coordinación, cooperación y sincronización.

448. Respecto a estos ocho principios, el Manual de


Operaciones Militares los analiza únicamente en su aplicación táctica,
o sea desde su implementación en la batalla, considerando solo el
empleo de esta para obtener la victoria militar, lo que hace necesario
que aquí se les otorgue una percepción de carácter estratégico,
combinando el modo directo e indirecto y coordinar el poder nacional.

449. Sobre este aspecto, Liddell Hart, hace referencia a un


análisis estratégico de las batallas realizado por el General Yigael
Yadin, Jefe del Estado Mayor del Ejército Israelí, quien menciona:
129

129

“En la planificación de nuestra actividad, destinada a lograr el objetivo


político-militar determinado por el gobierno en cada momento, esto
debe coordinarse con operaciones secundarias y de diversión. Pero
siempre debemos tener en cuenta que su principal objetivo es explotar
los principios de la guerra tan plenamente, y de tal manera, que el
destino de la batalla quede determinado estratégicamente, aun antes
de que comience la lucha, o al menos asegurar que la lucha se
desarrolle con las máximas ventajas para nosotros. Este es el secreto
de la perfecta planificación estratégica. La famosa máxima de
Clausewitz: «La sangre es el precio de la victoria» ha quedado
obsoleta”.115

450. En este sentido los trabajos que se efectúen en el nivel


estratégico, tendrán que realizarse a la luz de los principios
mencionados, a fin de diseñar de la mejor manera las líneas de acción
a desarrollar.

Subsección (C)

Unidad de Objetivo y Continuidad en la Acción

451. Al referirnos al objetivo, desde el punto de vista estratégico,


se debe tener en mente una clara distinción entre el objetivo político
y el objetivo militar, si bien este último consiste en la destrucción de
las fuerzas enemigas en el campo de batalla, se debe recordar que
es sólo un medio para lograr el fin político, el cual generalmente
consiste en lograr que la fuerza adversaria acepte las condiciones que
se le pretenden imponer.

452. Al respecto Clausewitz en su obra “De la Guerra” señalaba


“La destrucción de las fuerzas militares del enemigo es sin duda el
objetivo de todos los encuentros; pero hay otros objetivos que pueden
estar relacionados con aquél y hasta pueden llegar a ser
predominantes. Debemos distinguir por lo tanto el caso donde la
destrucción de las fuerzas del enemigo es el objetivo principal, de
aquél, en el que más bien, es el medio.”


115
Liddell Hart, B. H., Op. Cit. p. 357.
130

130

453. Para el efecto, y tomando en cuenta que la acción militar


por sí sola, no es siempre suficiente, la estrategia a emplear deberá
considerar su empleo de forma coordinada con todos los medios
disponibles en los ámbitos político, económico y diplomático,
haciéndolos concurrir a un objetivo común para el logro del fin político.

454. El efecto de las acciones que se determinen deberá ser


continuo y no ceder espacios al adversario, restándole la posibilidad
de rehacerse y mostrándole las expectativas de que cualquier cambio
de situación que pudiera lograr, sólo sería para su perjuicio, de tal
suerte, que se reduzca su moral y se logre que se pliegue a nuestra
voluntad.

Subsección (D)

Acción Ofensiva

455. Este principio es sin duda alguna de aplicación en todos los


niveles de conducción, es el que otorga la posibilidad de obtener
resultados decisivos y favorables, lo que permite tomar la iniciativa y
seleccionar los objetivos para cumplir la misión. La ofensiva levanta
la moral y desarrolla la provocación; sin embargo, todo estratega debe
balancear la disposición y el empleo de sus diversos medios para el
que el resultado final permita alcanzar el éxito de la manera menos
costosa.

456. En el ámbito de la estrategia militar, la defensiva estratégica


debe aceptarse solamente como un medio, jamás como un fin; en
todo caso ésta no debe ser estática, sino móvil y ofensiva,
combinando acciones móviles en un amplio frente con otras
operaciones retrógradas apropiadas y acciones de contraofensiva;
acciones de las que se pueden esperar resultados favorables.
131

131

457. En su tratado titulado “Los principios de la guerra” el


Mariscal francés Ferdinand Foch116 se refería a la ofensiva y a la
defensiva, indicando que en la batalla puramente defensiva no hay
“un vencedor” ni “un vencido”, ya que esta batalla es simplemente un
enfrentamiento en el que alguno de los combatientes no hace más
que detenerse, es decir “parar” momentáneamente. De ahí la
consecuencia de que la ofensiva -ya sea inmediata o suceda a la
defensiva-, es la única que puede dar resultados y por lo tanto, toda
batalla defensiva deberá ser provisional para conducir posteriormente
a una acción ofensiva.

Subsección (E)

Concentración y Economía de Fuerzas

458. Al referirse a la concentración y economía de fuerzas,


Liddell Hart señala que el éxito de la estrategia dependerá, ante todo
y principalmente, de una inteligente evaluación y coordinación del fin
y los medios.
“El fin debe guardar proporción con el total de medios, y los medios
utilizados para conseguir cada fin intermedio que contribuye al
definitivo deben guardar proporción con el valor y las necesidades de
dicho fin intermedio, bien se trate de conseguir un objetivo militar o de
lograr un objetivo de cooperación. Un exceso puede ser tan dañino
como una deficiencia.

El verdadero ajuste establecería una perfecta economía de fuerzas,


en el sentido más profundo de este término militar, tantas veces
distorsionado. Pero, debido al carácter y a la incertidumbre de la
guerra, una incertidumbre que aumenta debido a la falta de estudio
científico, hasta la más destacada aptitud militar puede no conseguir
un verdadero ajuste, y el éxito estriba en la más cercana aproximación
a la verdad”.117


116
Foch Ferdinand (1918) Des Principes de la Guerre, Paris-France, Berger-Levrault, pág. 266. En el
original: “…Une pareille bataille, purement défensive, même bien menée, ne fait pas un vainqueur et un
vaincu, C’est simplement une partie à recommencer. La bataille purement défensive c’est le duel dans
lequel un des combattants ne fait que parer. …”
117
Liddell Hart, B. H., Op. Cit. p. 357.
132

132

459. Este principio significa, en la estrategia militar, reunir el


poderío de combate para asestar un golpe decisivo en el punto débil
de la fuerza adversaria o ponerlo en posición para derrotarlo
posteriormente; para lograr lo anterior, deben cubrirse otras áreas
estratégicas con el mínimo de fuerzas necesarias para obtener
seguridad.

460. La concentración y economía de fuerzas es más común en


el campo de la estrategia que en el de la táctica, en la cual, una fuerza
militar, pequeña por lo común, realiza un solo esfuerzo, combatiendo
en una sola dirección. Pero las grandes unidades, integradas con
varios núcleos capaces de desarrollar acciones tácticas por sí solos
pueden actuar en varias direcciones, concentrando fuerzas potentes
en un área mientras dejan efectivos ligeros en otra.

461. El principio de la concentración de fuerzas es algo más que


la reunión o agrupamiento de grandes masas, además significa
superioridad de fuego, abastecimientos, servicios, aptitud para el
combate, arrojo, disciplina, moral y don de mando.

462. Está íntimamente ligado a los otros principios antes


analizados. Por medio de la concentración es posible conducir
acciones ofensivas en aquella zona que ofrece la mejor oportunidad
para alcanzar el objetivo, mientras que, por medio de la economía, es
posible sostener acciones defensivas en frentes o áreas donde sólo
se busque seguridad.

463. Este principio también implica hacer un apropiado empleo


de las fuerzas; es decir, cuando no exista la posibilidad de ser más
fuerte que el enemigo en todas partes, se requiere obtener la
superioridad por lo menos en el momento y lugar en el que se busca
derrotarlo, economizando fuerzas en otros sitios en los que las
acciones serán secundarias, en beneficio de la acción o esfuerzo
principal.
133

133

Subsección (F)

Maniobra

464. En estrategia, este principio significa la disposición,


despliegue y movimiento de las tropas en dirección o con relación a
la fuerza enemiga, a fin de prever la concentración de fuerzas
necesarias en el momento y lugar oportuno para lograr el objetivo.
Puede haber maniobras estratégicas, ofensivas, defensivas y
ofensivo-defensivas; además, se considera la maniobra operacional.

465. La maniobra exige a quien comanda las tropas, mantenerse


constantemente alerta y con información adecuada, para estar en
condiciones de aprovechar las oportunidades o errores que el ejército
adversario cometa, a fin de maniobrarlo; éste principio le impone
asumir una rápida decisión, gusto por la responsabilidad y afrontar
riesgos calculados, cuando las promesas de un importante éxito a
corto plazo, justifiquen correr éstos.

466. El principio de la maniobra exige a las tropas y en general


a quienes ejecutan las decisiones del mando, movimientos rápidos y
discretos, firmeza en el ataque, disciplina y estrecha cooperación.

467. La maniobra estratégica entraña una cuidadosa y atinada


utilización del terreno y de las vías de comunicación existentes,
también una certera elección del objetivo terreno, es decir, de
aquellas áreas que afectan al dispositivo enemigo, zonas o puntos
hacia dónde deban lanzarse las tropas para poder maniobrarlo.

468. Desde el punto de vista estratégico, maniobra implica


movimiento para obtener el principio de la concentración y economía
de fuerzas y tácticamente significa la atinada combinación de fuego,
movimiento y choque. La finalidad de la aplicación de este principio
es alcanzar una victoria definitiva o importante.
134

134

Subsección (G)

Seguridad

469. La seguridad tiene por objeto, impedir que las tropas


enemigas apliquen la sorpresa en su beneficio e intervengan o
amenacen nuestra libertad de acción y la aplicación de los otros
principios de la guerra.

470. El Mariscal Ferdinand Foch en su obra antes citada118 indica


que la seguridad reposa sobre dos elementos, a saber “el tiempo” y
“el espacio”, aunque eventualmente se añade un tercero que es la
“capacidad de resistencia de las tropas”, todo ello con el propósito de
evitar ser sorprendido y tener que improvisar. Proceder con certeza
implica -según Foch-, la capacidad de observar anticipadamente los
riesgos con claridad, para así garantizar los resultados propuestos a
pesar de la voluntad del enemigo.

471. La seguridad estratégica se obtiene, al igual que la táctica,


mediante una hábil combinación de la información, el dispositivo y el
secreto. Algunos de los medios para proveer la seguridad estratégica
son:

A. Búsqueda constante de información estratégica, en


países enemigos o potencialmente enemigos, aliados, neutrales,
entre otros.

B. Mantener los planes, órdenes, movimientos y


concentraciones en sigilo, así como aplicar toda clase de medidas de
contra información.

C. Ocultación, seguridad y reserva en las transmisiones en


toda clase de medios electrónicos.

D. Ubicación, dispersión y ocultación de obstáculos,


fortificaciones, formaciones, bases, tropas, entre otras.


Foch Ferdinand (1918) Des Principes de la Guerre, Paris-France, Berger-Levrault, pág. 132-134.
118
135

135

E. Empleo de controles, procedimientos y normas para


proteger y asegurar sus activos en el ciberespacio, así como el uso
de las tecnologías de la información y comunicaciones (TIC’s).

F. Cobertura estratégica eficiente en tierra, mar y aire.

G. Rapidez de la movilización, concentración y despliegue


estratégico.

Subsección (H)

Sorpresa

472. Los mejores resultados estratégicos se obtienen cuando los


demás principios se aplican en forma tal que logran la mayor sorpresa
sobre el ejército adversario. El sigilo en cuanto a los planes; el
encubrimiento de los movimientos y las tropas; las fintas y
demostraciones engañosas; así como, la rapidez de maniobra,
contribuyen a lograr la sorpresa.

473. Debido al avance tecnológico y su empleo en los diversos


escenarios como el político, social, económico y militar, en la
actualidad resulta difícil obtener la sorpresa estratégica; sin embargo,
los medios más eficaces siguen siendo el secreto y la rapidez en la
toma de decisiones.

474. La sorpresa estratégica como la táctica, se refieren al


mando. Poner a la fuerza enemiga en situación tal que no pueda
responder oportunamente a un ataque, un movimiento desbordante o
envolvente, es sorprenderlo y por tanto obligarlo a improvisar y variar
con premura, en condiciones difíciles sus planes y su dispositivo.

475. Liddell Hart, se refiere a la sorpresa y movimiento como


elementos necesarios para reducir la resistencia, abordándolos de la
siguiente forma:

“La estrategia no ha de vencer la resistencia, excepto la de la


naturaleza. Su objetivo es reducir la posibilidad de resistencia, y trata
de lograrlo explotando los elementos de movimiento y sorpresa.
136

136
El movimiento se encuentra en la esfera física, y depende de una
evaluación de las condiciones de tiempo, topografía y capacidad de
transporte (por capacidad de transporte se entiende tanto los medios
mediante los que unas fuerzas pueden ser trasladadas y mantenidas
como la medida en que esto puede hacerse).

La sorpresa se encuentra en la esfera psicológica y depende de una


evaluación mucho más difícil que la física, de las múltiples
circunstancias, variables en cada caso, que probablemente afectarán
la voluntad del oponente.

Aunque la estrategia puede estar más dirigida a explotar el movimiento


que a explotar la sorpresa, o viceversa, ambos elementos reaccionan
recíprocamente. El movimiento genera sorpresa, que a su vez da
impulso al movimiento. Un movimiento que cambia de dirección,
supone inevitablemente cierto grado de sorpresa, aunque se realice
sin ningún tipo de ocultamiento; al mismo tiempo, la sorpresa allana el
camino del movimiento obstaculizando las contramedidas y
contramovimientos del enemigo”.119

476. En resumen, la sorpresa consiste en actuar contra la fuerza


adversaria donde menos lo espera, en un momento imprevisto o de
manera para ésta desconocida, en la cual no está preparada. Se
obtiene por el secreto, la rapidez y audacia, el cambio constante de
movimientos, procedimientos, métodos y de ser posible, medios de
combate.

Subsección (I)

Sencillez

477. Este principio significa que las órdenes y planes, deben ser
concisos, directos, definidos y fáciles de comprender. Se evitarán las
órdenes extensas y complicadas que den lugar a confusiones y a ser
ejecutadas incorrectamente.

478. Los cambios en la situación exigen modificaciones en los


planes y órdenes, por lo que la sencillez en ellos permitirá mayor
flexibilidad. Las vías jerárquicas y la unidad de mando, deben
simplificar los procedimientos, evitar las complicaciones y errores de
interpretación.

119
Ibid. p. 311.
137

137

479. La organización también debe seguir el principio de la


sencillez, ya que una orgánica complicada, diferente o compleja en
estructuras, definición funcional y funcionamiento, ocasionará
confusión, incomprensión y desorientación doctrinaria en su personal
integrante.

480. Cuanto más simple sea una maniobra proyectada, tanto


más fácil resultará su ejecución. La sencillez facilitará
considerablemente la actuación de las unidades subordinadas,
evitándoles confusión, laboriosa interpretación y pérdidas de tiempo.

Subsección (J)

Coordinación, Cooperación y Sincronización

481. La observancia de este principio es esencial en toda


actividad militar y de estricta necesidad en las operaciones. La
coordinación es responsabilidad de quienes ejercen el mando,
respecto a sus escalones subordinados y consiste en articular en
tiempo y espacio todas las acciones particulares de los organismos
ejecutantes que integran la acción del conjunto. Para el efecto se
valen de la planeación y de las órdenes.

482. La coordinación se logra informando a quienes participan


en las operaciones lo siguiente:

A. Lo que deba saber sobre la situación del escalón al que


está subordinado.

B. La tarea a su cargo, indicándole cuándo, dónde, para


qué finalidad y en algunas ocasiones cómo debe ejecutarla.

C. Además, informándole de las tareas que a su vez


tendrán a cargo otros organismos que actuarán en el conjunto.
138

138

483. El medio más adecuado para lograr esta coordinación es la


impartición de órdenes generales de operaciones, en las que cada
cual se entera del conjunto y del detalle que a cada quien incumbe.
El establecimiento y mantenimiento del enlace y el eficaz
funcionamiento de las transmisiones, juega un papel primordial en el
logro de la coordinación.

484. La cooperación se deriva de la coordinación y es


consecuencia de ella. Es responsabilidad de quien participa en el
conjunto y se manifiesta en forma recíproca de ayuda y colaboración
para la obtención de una finalidad común, o bien, para facilitarse
mutuamente el cumplimiento de sus respectivas misiones, llevando
una acción conjunta con sus medios disponibles sobre un objetivo o
en una misma dirección de esfuerzo.

485. Lo mencionado anteriormente se traduce en la


sincronización, que consiste en articular los componentes en tiempo
y espacio en el punto decisivo para alcanzar de forma más eficaz y
económicamente los objetivos perseguidos.
139

139

Capítulo II

Crisis

Primera Sección

Generalidades

486. La crisis es una situación de inestabilidad que puede alterar


la vida normal de una Nación y la acción de gobierno, y que, por su
potencial peligrosidad para la seguridad nacional, induce al Gobierno
a tomar medidas preventivas que pueden llevar asociada la puesta
en marcha de los sistemas de alerta y de respuesta mediante el
empleo de las capacidades de la Defensa Nacional.

Segunda Sección

Fases de la Gestión de Crisis

487. En noviembre de 2010 se aprobó en Lisboa el concepto


estratégico de la OTAN que actualmente se encuentra vigente, en
donde establece tres tareas fundamentales de la alianza: la defensa
colectiva (artículo 5), la Gestión de Crisis y la Seguridad Cooperativa.

A la Gestión de la Crisis la define como “…el conjunto de


medidas militares y no militares que son necesarias adoptar para
responder a una situación de crisis que amenace la seguridad
nacional o internacional”. Esta crisis puede ser de naturaleza política,
militar o humanitaria, y puede ser causada por disputas políticas,
conflictos armados, incidentes tecnológicos o desastres naturales.

Gestión de crisis es, por lo tanto, la utilización de los


diferentes medios y recursos disponibles para afrontar con éxito los
antagonismos que afecten la seguridad de un estado.
140

140
Establece, además, que para una crisis que requiera
posibles operaciones militares de respuesta, el proceso de gestión
tendrá cinco fases sucesivas: alerta e indicaciones iniciales; análisis
de la situación considerando las simplificaciones reales o potenciales
para la seguridad de la alianza; desarrollo de las opciones de
respuesta recomendadas; planeamiento y ejecución de las
decisiones del consejo y por último, vuelta a la estabilidad.

488. Tomando como referencia la forma en que la OTAN


(organismo para la defensa militar de la alianza de la región del
atlántico norte) realiza la gestión de crisis, y la publicación española
PDC-01 “DOCTRINA DE LA ACCIÓN CONJUNTA DE FUERZAS
ARMADAS” mayo 2009 (pag. 28), en los párrafos subsecuentes se
describirán las fases y las acciones que son aplicables al nivel
estratégico mexicano.

Subsección (A)

Fase 1: Indicadores y Alertas

489. Siendo la crisis la tercera etapa de un conflicto, en esta


primera Fase, se realiza el seguimiento del desarrollo de los
acontecimientos, por los órganos de inteligencia nacionales, quienes
reciben, evalúan e interpretan la información y se difunde a aquellos
que la necesitan para la implementación de políticas, estrategias o en
su caso el planeamiento de operaciones de respuesta a emergencias;
se establecen alianzas y se realiza el intercambio de información con
organizaciones nacionales y/o internacionales.

490. El nivel político analiza la situación y su posible evolución,


en caso de que lo considere conveniente, solicita las consideraciones
y recomendaciones a los distintos elementos susceptibles de
participar, entre ellos, al nivel estratégico militar.
141

141

Subsección (B)

Fase 2: Valoración

491. A partir de la información recibida y de su interpretación por


los órganos de inteligencia, se formula una primera valoración de la
peligrosidad de suceder de los diferentes antagonismos. En esta fase
de la crisis, el nivel político puede dictar sus primeras instrucciones
que sirvan de guía para el desarrollo, por parte del nivel estratégico
militar, de las opciones de respuesta militar.

492. El nivel estratégico militar puede emitir, a partir del inicio del
proceso, aquellas órdenes preparatorias que considere convenientes
a su(s) comandante(s) operacional(es).

Subsección (C)

Fase 3: Opciones de Respuesta Militar

493. El nivel estratégico militar analiza los objetivos políticos que


se persiguen para que le sea definido el estado final deseado y
elabora las opciones de respuesta militar (previa coordinación con el
futuro comandante operacional), procediendo, si es necesario, a la
revisión de los planes existentes.

Las opciones de respuesta militar, deben establecer


mediante líneas generales, la potencial acción a desarrollar, los
recursos necesarios y las limitaciones para su empleo. Deben incluir
el análisis de los posibles antagonismos a enfrentar y las hipótesis
planteadas; los efectos deseados, y si ya se han identificado, el
estado final deseado y los objetivos estratégicos (Ver anexo “A”).
142

142

494. Las opciones planteadas, debidamente priorizadas, se


someten a la consideración del nivel político, que decidirá la opción
de respuesta más apropiada, emitiendo una directiva política, en la
que vendrá reflejada la opción de respuesta preferente, así como los
parámetros generales en los que se enmarcará la gestión de la crisis.
A continuación, el nivel estratégico militar emite la directiva inicial
militar, que pondrá en ejecución la opción seleccionada, con lo que
se inicia y establece el marco del planeamiento de nivel operacional.

495. La directiva inicial militar, contendrá los objetivos


estratégicos militares, la distribución geográfica de los esfuerzos con
la definición de teatros de operaciones (en cada uno de los cuales se
deberá conseguir uno o varios objetivos estratégicos militares) y en
caso de ser procedente, las áreas operacionales, la estructura de
mandos y las posibles fuerzas que lo compondrán, así como sus
misiones.

También debe incluir la misión que el nivel estratégico


militar se atribuye para contribuir a alcanzar los objetivos políticos
establecidos, las limitaciones políticas y las hipótesis que el
comandante operacional debe tener en cuenta para el desarrollo de
su diseño operacional, nombra al Comandante Operacional, al que se
asignan recursos humanos y materiales iniciales para cumplir su
misión (Ver anexo “B”).
(Ver pag. 15 del Manual de Planeamiento Operacional Conjunto de las
Fuerzas Armadas, en la parte que refiere al Comandante de una
Fuerza Conjunta y sus Mandos Componentes)

Subsección (D)

Fase 4: Planeamiento y Ejecución

496. En esta fase se inicia el proceso de planeamiento


operacional, para dar respuesta militar a la crisis, con los siguientes
puntos principales:

A. Con la recepción de la directiva inicial militar, el nivel


operacional desarrolla su diseño operacional, para someterlo a
aprobación y promulgación por el nivel estratégico.
143

143

B. Por su parte, en el nivel estratégico militar, previa


aprobación del Alto Mando, se inicia la generación de la fuerza, se
tramitan las reglas de enfrentamiento a nivel político para su
aprobación y posterior remisión al mando operacional y se realiza la
conducción de las operaciones.

El proceso para el desarrollo de la fuerza, se desprende


de una declaración de necesidades del nivel operacional, que
establece los requerimientos de fuerza y capacidades especiales
para conseguir los objetivos asignados.
(Ver sección sexta del capítulo I del Manual de Planeamiento
Operacional Conjunto de las Fuerzas Armadas, pag. 19)

Subsección (E)

Fase 5: Retorno a la Estabilidad

497. En esta fase se evalúa si se ha alcanzado el estado final


deseado y, en ese caso, se procede a la reorganización de la fuerza
y su repliegue, pasando al nivel político la conducción de las acciones
para el retorno a la estabilidad. En caso contrario se ordena el análisis
de los objetivos por alcanzar y se procede a realizar la reestimación
de las opciones de respuesta a la crisis, lo que supondrá el inicio de
un nuevo proceso de planeamiento.

498. Hoy en día debe entenderse que para la concepción y


solución a las diversas crisis, éstas se deben estudiar desde varios
puntos de vista, ya que la aportación militar es sólo una parte a la
gran solución; es decir, habrá una opción de respuesta por parte de
diferentes organismos involucrados como: Comunicación Social,
Salud Pública, Educación Pública, Gobernación y diversos actores
nacionales (intersecretariales), entre otros, incluso se podría llegar a
niveles de cooperación internacional.
144

144

Capítulo III

Las Operaciones Estratégicas y los Niveles de Planeamiento y


Conducción de Operaciones

Primera Sección

Carácter Evolutivo y Clasificación

Subsección Única

Carácter Evolutivo de las Operaciones Estratégicas

499. La capacidad de combatir de las fuerzas armadas ha


evolucionado profundamente a la par con la tecnología. Ésta
evolución es resultado de las variaciones del armamento, equipo,
métodos de lucha y abastecimiento de cada una de las partes
opuestas.

500. Dicha evolución ha sorprendido recíprocamente a las


partes en conflicto, quienes buscan nuevas soluciones para obtener
la decisión.

Mediante el estudio adecuado del adversario, militares


destacados han alcanzado una superioridad temporal al anticiparse a
las formas y medios empleados por su contrincante en la lucha,
situación que ha concluido al realizar quien presente desventajas las
adaptaciones necesarias, igualando al cabo de cierto tiempo el poder
del combate.

501. Uno de los elementos esenciales de la estrategia militar de


una nación, ha sido comprender y prever la influencia de los nuevos
factores que condicionan su formulación.
145

145

502. En el caso de nuestro país, para afrontar una situación de


guerra y tomando una acción defensiva, se realizarán las siguientes
operaciones, mismas que serán articuladas en tiempo y forma con la
planeación estratégica y operacional correspondiente:

A. Movilización. Consiste en hacer pasar a la nación y a


sus fuerzas armadas del Pie de Paz al Pie de Guerra. Crea las
unidades de fuerza de todo tipo de acuerdo con un plan previo de
movilización y, por lo que respecta a la movilización industrial, ésta
consiste en transformar la producción para abastecer el esfuerzo de
guerra.

B. Cobertura estratégica. Comprende las medidas


adoptadas y actividades que se realizan para proporcionar seguridad
al país, evitando o neutralizando ataques por sorpresa del agresor, a
fin de proteger la movilización y la concentración.

C. Concentración. Comprende los movimientos y la


reunión de las fuerzas militares creadas por la movilización,
destinadas a realizar la maniobra estratégica, a las zonas desde las
cuales se iniciará el despliegue.

D. Despliegue estratégico. Consiste en articular las masas


operativas repartiéndolas en tiempo y espacio, con miras a ejecutar
la maniobra estratégica. Incluye el avance para el contacto y la
adopción del dispositivo para la batalla.

E. Maniobra estratégica. Consiste en el empleo


coordinado de las fuerzas militares disponibles, para alcanzar un
objetivo estratégico. Se planea y conduce en el nivel operacional
clasificándose en: Maniobra ofensiva; maniobra ofensivo-defensiva;
y, maniobra defensiva. En todo caso, la maniobra estratégica busca
llegar a la batalla para decidir el logro del propósito estratégico que
se persigue; la batalla es una acción táctica y no estratégica, aun
cuando sus alcances sean de esta naturaleza.
146

146

Segunda Sección

Previsión de las Operaciones Estratégicas

503. La capacidad de combatir de las fuerzas armadas ha


evolucionado profundamente en el transcurso de la historia en función
de las capacidades operativas y tecnológicas del momento.

Esta evolución es el resultado de las variaciones del


armamento, equipo, métodos de lucha y abastecimiento.

504. Por el contrario la evolución ha sorprendido generalmente


a los adversarios, quienes han tenido que buscar nuevas soluciones
que llevarán a la decisión. La genialidad de un jefe militar excepcional,
entre los cuales Napoleón sigue siendo un modelo, ha sabido
asegurarse una superioridad temporal mediante la anticipación de
pensamiento, o sea de comprensión, que fue capaz de lograr; pero
esta anticipación ha concluido por enseñar al adversario las
adaptaciones necesarias y la lucha ha vuelto a igualarse al cabo de
cierto tiempo.

505. Así pues uno de los elementos esenciales de la Estrategia


Militar ha sido siempre el comprender anticipadamente y estar en
condiciones de prever la influencia de los nuevos factores.

506. A cada cambio de fase los contemporáneos se han visto


desorientados por haber perdido su eficiencia, los procedimientos
antiguos, pero los nuevos métodos, no han tenido sino una eficacia
efímera, es por tanto, la que constituye la clave principal de la
Estrategia Militar.
147

147

Tercera Sección

Niveles de Planeamiento y Conducción de Operaciones

Subsección (A)

Generalidades

507. Las operaciones militares se desarrollan generalmente en


tres niveles: estratégico, operacional y táctico.

Nivel Estratégico

508. Es el nivel superior de planeamiento y conducción de las


operaciones militares, en el que se establecen los objetivos
estratégicos militares, se definen y asignan las capacidades
necesarias, se establecen limitaciones y se coordinan las actividades
militares con otras no militares que persiguen el mismo fin.

509. Es preciso indicar que en este nivel aparece el término


Estado Final Deseado, que es a donde se quiere llegar y se debe
alcanzar al final de la operación, representa las condiciones político-
militares que se han de dar en él. En los conflictos bélicos recientes
no hay oficialmente un vencedor, quiere decir que la victoria ha cedido
su plaza al estado final deseado, sin embargo siempre hay un vencido
como ejemplos los serbios en 1999 y Saddam Hussein cuando es
capturado el 13 de diciembre del 2003, mediante una operación
conjunta entre efectivos kurdos iraquíes y el ejército estadounidense
durante la Segunda Guerra del Golfo Pérsico (Invasión a Irak).

510. Establecer el estado final deseado promueve la acción


unificada, facilita la sincronización y ayuda a clarificar el destino de
las operaciones, además de reducir riesgos.

511. Se debe contar con un estado final deseado estratégico


acorde con el estado final deseado nacional.
148

148

Nivel Operacional

512. En este nivel se planea, conduce y sostiene la campaña.


En él se articulan las acciones tácticas de forma que su combinación
-coordinada y sincronizada-, permita alcanzar los objetivos
estratégicos.

Nivel Táctico

513. Este es el nivel en el que se desarrollan las batallas,


combates y actividades que permiten alcanzar los objetivos
operacionales. En este nivel serán más frecuentes las actividades
específicas.

El Ejército, la Fuerza Aérea y la Armada desarrollarán la


doctrina específica de empleo táctico de sus fuerzas en
operaciones tomando como referencia la doctrina de cada
fuerza armada.Subsección (B)

Toma de Decisiones en el Nivel Estratégico Militar

514. El nivel estratégico militar es el nivel superior de


planeamiento y conducción de actividades militares. En él se concibe
y aplica la estrategia militar para alcanzar los objetivos político-
estratégicos. Asimismo, se generan las fuerzas necesarias, se
determinan los objetivos estratégicos militares que permitan alcanzar
los objetivos político-estratégicos, se establecen límites de tiempo y
espacio, se asignan recursos y se conducen estratégicamente las
operaciones.

515. El nivel estratégico militar podrá conducir operaciones


militares de diferente naturaleza, con diferentes objetivos y en
diferentes teatros.
149

149

516. El planeamiento estratégico trata de hacer compatible el


logro del estado final deseado y la forma de alcanzarlo con los
recursos disponibles. Tras el análisis de las posibles soluciones
militares desde una concepción basada en los objetivos que se
persiguen, en el nivel estratégico se elaboran y priorizan las Opciones
de Respuesta Militar que se someten a decisión política, tras la cual
el E.M.D.N. emite su Directiva Inicial Militar, que inicia y establece el
marco del planeamiento de nivel operacional.

517. La conducción estratégica, por su parte, es el proceso por


el que se ejerce el mando y se controlan en su conjunto las
operaciones militares que constituyen una Campaña, Coordinándolas
entre sí y, como parte del enfoque integral, con otras actividades,
civiles y militares; además, se distribuyen fuerzas entre las
operaciones y se vela por su apoyo logístico.

518. Durante la planificación y conducción de las operaciones


debe mantenerse un ciclo continuo de información, valoración y
reorientación.

Subsección (C)

Las Líneas de Acción Estratégicas

519. La Estrategia Militar apoya la Estrategia Nacional de


Seguridad y Defensa, y orienta el modo en el que las fuerzas armadas
alcanzan los objetivos de la defensa. Para ello, se actúa
seleccionando entre las líneas de acción estratégicas militares,
opciones genéricas en cuanto al empleo de las fuerzas armadas.

Son Líneas de Acción Estratégicas Militares

520. Disuasión Militar. Trata de que cualquier posible agresor


sea plenamente consciente de que México cuenta con una capacidad
militar nacional y voluntad de empleo tal que los riesgos que
conllevaría iniciar un conflicto sobrepasarían con creces cualquier
posible beneficio.
150

150

521. Cooperación Militar. Que contribuye a reforzar las


relaciones con las Fuerzas Armadas de aquellos países con los que
se comparten, o se fomentan, intereses comunes. La Cooperación
Militar puede contribuir a reforzar la acción exterior del Estado.

522. Prevención Militar. Mediante la cual se desarrollan medidas


tendentes a evitar la materialización de riesgos susceptibles de
convertirse en amenazas o agresiones abiertas contra los intereses
propios, o las canalicen hasta su desaparición.

523. Maniobra Militar. Se sitúa entre la prevención y la


respuesta. Puede basarse en preposicionamientos o despliegues y
otras acciones para colocar la fuerza en una posición ventajosa ante
la posibilidad de tener que iniciar una respuesta militar.

524. Respuesta Militar. Se activa por decisión del gobierno y se


aplica normalmente de forma gradual y proporcionada, garantizando
siempre la libertad de acción del nivel político para revertir el uso de
la fuerza, pero buscando a la vez efectos decisivos. En esta línea de
acción se incluye tanto la participación en operaciones militares como
la contribución de las fuerzas armadas en otro tipo de actividades.

525. Las Líneas de Acción Estratégicas pueden ser aplicadas en


un marco nacional, pudiendo aplicarse sólo una o varias de ellas,
sucesiva o simultáneamente.

Subsección (D)

El Nivel Operacional

526. En el Nivel Operacional se planean, conducen y sostienen


campañas y operaciones principales para alcanzar los objetivos
estratégicos militares en los teatros o zonas de operaciones. Este
nivel da sentido a las operaciones, al vincularlas con la consecución
de los objetivos estratégicos, y articular las acciones tácticas de tal
forma que su combinación consiga ese fin. El Comandante
Operacional debe alcanzar una situación final deseada en la que
todos los objetivos estratégicos asignados se hayan alcanzado en las
condiciones determinadas por los niveles superiores.
151

151

527. Por su carácter de nexo entre el nivel estratégico militar y


las operaciones tácticas, el nivel operacional debe ser único. Esto
quiere decir que sólo existe un Comandante Operacional por teatro o
zona de operaciones. En algunos casos podrán compartir el nivel
operacional dos cuarteles generales diferentes, normalmente uno de
ellos desplegado en el teatro, en el que se encontrará el Comandante
Operacional, y otro situado fuera de él, en territorio nacional, con la
finalidad de proporcionar apoyo, mediante el apoyo a la retaguardia
al cuartel general desplegado en el Teatro de Operaciones.

528. El nivel operacional es siempre conjunto. Incluso en el caso


muy excepcional de que la campaña implique a una sola fuerza
armada, el Cuartel General Operacional estará organizado de tal
forma que le permita dirigir la acción conjunta en cuanto sea
necesaria.

529. El Cuartel General Operacional podrá estar situado dentro


o fuera del Teatro. En algunas operaciones, como las de
estabilización (fase enunciada en el Manual de Planeamiento
Operacional Conjunto de las Fuerzas Armadas), será muy
recomendable su situación dentro del Teatro o Zona de Operaciones,
puesto que sólo así se pueden atender las necesarias actividades de
coordinación con autoridades locales y organizaciones presentes en
el Teatro de Operaciones, así como con fuerzas policiales y militares
locales.

530. La campaña puede definirse como un conjunto de


operaciones militares planeadas y dirigidas para lograr uno o varios
objetivos estratégicos en un espacio temporal y geográfico
determinado.

531. Por lo que se refiere al nivel operacional sólo se han


descrito sus generalidades, el resto de preceptos serán abordados en
el manual de nivel operacional citado anteriormente.
152

152

Cuarta Sección

La Batalla

Subsección (A)

Generalidades

532. Después de haber estudiado en capítulos precedentes,


las operaciones militares estratégicas como son: la movilización,
cobertura, concentración, despliegue y maniobra, se considera
conveniente y necesario realizar el análisis de la batalla.

533. Se establecerá el concepto de batalla y combate;


enseguida se anotarán las diferencias entre ambos y finalmente se
reflexionará sobre la batalla como consecuencia y culminación de las
operaciones estratégicas, sus relaciones con la maniobra y el
carácter evolutivo que históricamente ha tenido, a través de algunos
ejemplos que se mencionarán al final de este libro (Ver anexo “C”).

Subsección (B)

Conceptos y Definiciones sobre la Batalla y el Combate

534. El Glosario de Términos Militares editado por la Secretaría


de la Defensa Nacional, define la batalla como: “…acción de guerra
en que toman parte la mayoría o la totalidad de las tropas que actúan
en un Teatro de Operaciones. Por lo general sus resultados tienen
consecuencias estratégicas…”.120


120
Secretaría de la Defensa Nacional. (2001), Op. Cit. p. 41.
153

153

535. El general Karl Von Clausewitz en su obra “De la Guerra”,


define la batalla como: “…un conflicto del cuerpo principal, pero no es
un conflicto sin importancia para obtener un objetivo secundario, no
un mero intento que se abandona cuando vemos en las primeras
etapas que nuestro objetivo será difícil de alcanzar, sino un conflicto
emprendido con todos nuestros esfuerzos para el logro de una victoria
verdadera…”.121

536. El Diccionario de la Academia Mexicana de la Lengua,


señala que la batalla es: “…s.f. 1. El combate con armas entre dos
grupos o dos ejércitos…”.122

537. De las anteriores definiciones se desprende el concepto


genérico de la batalla como lucha entre dos núcleos o fracciones
importantes de las fuerzas enemigas, obrando bajo un mando. Es en
sí, el acto decisivo de la guerra, el fin para el que se ha creado el
ejército, y no tiende a otro objeto que a la destrucción de las fuerzas
adversarias.

538. La batalla no es un choque fortuito entre dos masas


enemigas, sino el resultado, el gran conflicto al cual tienden todas las
combinaciones de la estrategia.

539. Según el Diccionario Enciclopédico de la Guerra editado en


España en 1954 “…La voz de batalla es relativamente moderna y
hasta mediados del siglo XVII se empleaba indistintamente para
indicar la lucha material entre dos ejércitos y el centro o grueso de
estos mismos ejércitos en su formación de marcha o de batalla…”.123

540. Para el gobierno mexicano, en un concepto político, la


batalla es aquella situación específica dentro de un conflicto bélico
mayor en la cual se enfrentan dos partes con el objetivo de obtener la
victoria. El término batalla significa etimológicamente “el ejercicio de
soldados en la contienda” y proviene del latín.


121
Clausewitz, K. (2010), Op. Cit. p. 191.
122
Academia Mexicana de la Lengua [en línea], Op. Cit.
123
López Muñiz (1954), “Diccionario enciclopédico de la guerra”, Gloria y Gesta [en línea], Madrid,
disponible en: <https://www.iberlibro.com> (consultado el 25 de octubre de 2016).
154

154

541. La batalla se caracteriza principalmente por el desarrollo de


algún tipo de estrategia militar que puede tener diferentes objetivos y
resultados y que puede ser mantenida o revertida con el tiempo.

542. Se conoce con el nombre de batalla al acto decisivo de una


campaña sin que la complejidad consciente de la guerra moderna
haya sido suficiente para modificar un concepto tan abstracto, pero
tan sintomático.

543. A partir de la Segunda Guerra Mundial, puede definirse la


batalla como el esfuerzo combinado de grandes unidades sobre un
teatro de operaciones, con un objetivo estratégico, concebido,
preparado y conducido por un mando.

544. Es evidente que el estudio de la Segunda Guerra Mundial


es pródigo en casos concretos de batallas terrestres, aéreas y
navales, cada una con plena personalidad. Se ha demostrado la
intensidad del esfuerzo bélico en la guerra moderna con la
cooperación estrecha y eficaz del ejército, marina y fuerza aérea,
cada uno de los cuales contribuye esencialmente a la potencia de la
nación en tierra, mar y aire.

545. Esta definición actual de la batalla en nada difiere de


cualquier otra consagrada por los clásicos militares antiguos o
contemporáneos.

546. Sin embargo, dentro de sus rasgos de amplitud y


permanencia del concepto, es evidente que la batalla tiene un largo
precedente histórico, que define para cada época del arte militar,
ciertos caracteres que acusan el tipo de batalla clásica en cada una
de aquellas.

547. Después de haber explicado el concepto de batalla,


conviene señalar el significado de combate, ya que existe gran
controversia para diferenciar uno del otro.
548. El Diccionario Enciclopédico de la Guerra, establece que:
“…el combate es una acción de guerra que por su importancia no
llega a constituir una batalla…”.124


124
Ibid.
155

155
549. En su significado más abstracto, desde que la guerra
existe, el combate es un acto humano y consciente, en virtud del cual
una voluntad individual o colectiva se opone y trata de imponerse por
la fuerza a otra voluntad también individual o colectiva.

550. La expresión más general del combate la define El general


Karl Von Clausewitz en su obra “De la Guerra” cuando dice “Guerra
en sentido literal significa combate, porque sólo el combate es el
principio eficaz en la actividad múltiple que en sentido amplio
llamamos guerra”. En esencia, este autor atribuye al combate una
finalidad concreta, que es la destrucción mutua por el choque de dos
masas grandes.125

551. En el M.O.M. se establece que las tropas de combate, son


aquellas organizadas en unidades estructuradas, equipadas y
adiestradas para actuar directamente contra el enemigo,
maniobrando mediante la acción del fuego, del movimiento y del
choque con el fin de destruirlo.126


125
Clausewitz, K. (2010), Op. Cit. P. 65.
126
Manual de Operaciones Militares, pág. 50.
156

156

Anexo “A”

“Formato de Opción de Respuesta Militar”

C.G.________ P.M. en:______

OPCIÓN DE RESPUESTA MILITAR________


CARTA:_______________________________

I. OBJETIVOS POLÍTICOS.

II. ACCIÓN A DESARROLLAR.

III. RECURSOS NECESARIOS Y LIMITACIONES PARA SU


EMPLEO.

A. Recursos Necesarios.

B. Temporalidad.

C. Reglas de Enfrentamiento.

IV. ANÁLISIS DE LOS ANTAGONISMOS.

V. EFECTOS DESEADOS.

VI. ESTADO FINAL DESEADO.

Elaboró:
El ___________________

_________________________________

NOTA: En el apéndice “UNO” se hacen algunas recomendaciones sobre los


datos que deben asentarse en este formato.
157

157

APÉNDICE “UNO”

C.G.________
P.M. en:______

OPCIÓN DE RESPUESTA MILITAR________


CARTA: ______________________________

I. OBJETIVOS POLÍTICOS.

Se indican los objetivos que el nivel político ha establecido para


afrontar la situación de crisis que se esté viviendo (puede ser una
hipótesis).

II. ACCIÓN A DESARROLLAR.

Para cada objetivo político establecido (Fines), se indica la opción de


respuesta militar, mediante la estrategia a implementar (Formas) y sí
se considera pertinente se enuncian las líneas de Acción a desarrollar
(Modos).

En caso de ser necesario se señalan las alianzas que se requiere sean


gestionadas, Nacionales e/o Internacionales) y sobre qué aspectos
deben versar (Diplomáticas, Económicas, Inteligencia, Militar),

En tiempo de paz, se deben plantear hipótesis sobre los diversos


antagonismos que se consideren puedan afectar a la Seguridad
Nacional, para en caso de que se presente alguno, se tengan ya
encaminadas acciones a realizar y sobre todo el desarrollo de las
capacidades militares para hacerles frente.
158

158

III. RECURSOS NECESARIOS Y LIMITACIONES PARA SU


EMPLEO.

A. RECURSOS NECESARIOS.

Con base en los antagonismos a enfrentar, se realiza un análisis


para determinar las capacidades que se requieren desplegar, así
como el poder militar (Medios) necesarios para materializar las
líneas de acción y alcanzar los objetivos en las mejores
condiciones de éxito.

B. TEMPORALIDAD.

Se especifica el tiempo que ha de durar la Operación, y en el cual


se debe alcanzar el estado final deseado.

C. REGLAS DE ENFRENTAMIENTO.

Se redactan reglas de enfrentamiento, para someterlas a


consideración del nivel político.

IV. ANÁLISIS DE LOS ANTAGONISMOS.

Se indican las conclusiones sobre las capacidades y el Centro de


Gravedad de los Antagonismos o de las Hipótesis que se hayan
planteado.

Con base en la ponderación que se tenga de los antagonismos, se


determinan sus capacidades y su Centro de Gravedad, con la finalidad
de identificar sus vulnerabilidades y disponer de elementos de juicio
que permitan hacer la comparación necesaria que permita arribar a
una decisión razonada.

V. EFECTOS DESEADOS.

Los efectos se dividen en deseados y no deseados; los primeros también


se pueden considerar como una condición que sirve de respaldo para
lograr una condición decisiva, mientras que un efecto no deseado
podría inhibirla.
159

159

Asimismo, existen cuatro consideraciones para establecer los efectos:

A. Primero, cada efecto deseado debe estar vinculado directamente


con una o más condición decisiva.

B. Segundo, el efecto debe ser medible.

C. Tercero, en su concepción no se debe especificar maneras ni


medios para lograrlos y,

D. Cuarto, el efecto debe poder distinguirse de la condición decisiva


que apoya como condición para el éxito, evitando considerarse
como tal a una tarea subordinada.

(Para mayor información, se recomienda consultar el párrafo 50, inciso


“I”, del Manual de Planeamiento Operacional Conjunto de las Fuerzas
Armadas, Pag. 48).

VI. ESTADO FINAL DESEADO.

Es la situación política y/o militar que debe existir cuando la operación


se dé por concluida en términos favorables. Hacia este Estado Final
convergen ya sea el caso, las líneas de acción estratégicas (económicas,
políticas, diplomáticas, psicosociales, Militares, etc.).

Nota: Este formato se elaboró con el propósito de orientar la forma en que se puede
integrar una “Directiva Inicial Militar”, solo pretende ser una guía, ya que su
contenido dependerá del carácter, estilo y la experiencia, así como de la
información de que disponga quien lo redacte, pudiendo ser modificado y
adaptarse conforme a la realidad que se enfrente.
160

160

Anexo “B”

“Formato de Directiva Inicial Militar”

C.G.________ P.M. en:______

DIRECTIVA INICIAL MILITAR________


CARTA:______________________________

I. ANÁLISIS DE LA SITUACIÓN ESTRATÉGICA.

II. OBJETIVOS ESTRATÉGICOS.

A. Centro(s) de Gravedad (en caso de que ya se hayan


determinado).

B. Estado Final Deseado (cuando proceda).

a. Político.

b. Militar.

III. ENTORNO ESTRATÉGICO.

A. Teatro de Operaciones (____)

B. Áreas físicas.

a. Área Operacional (___)

b. …

c. …

C. Factores Físicos.

D. Ambiente informacional.
161

161

IV. MISIÓN ESTRATÉGICA.

V. FUERZA DE TAREA CONJUNTA.

A. Mando.

B. Mandos componentes.

a. Mando componente terrestre.

1. Mando.

2. Constituido con: …

b. Mando componente …

VI. LIMITACIONES E IMPOSICIONES POLÍTICAS Y MILITARES.

VII. HIPÓTESIS.

VIII. TAREAS.

IX. OTRAS COORDINACIONES.

A. Tiempo (Timing).

B. Aspectos claves logísticos y de apoyo.

Elaboró:
El ___________________

_________________________________

NOTA: En el apéndice “DOS” se hacen algunas recomendaciones sobre los


datos que deben asentarse en este formato.
162

162

APÉNDICE “DOS”

C.G.________
P.M. en:______

DIRECTIVA INICIAL MILITAR________


CARTA: _________________________

De acuerdo con la dimensión de la crisis que se enfrente, las opciones


de respuesta militar, a los antagonismos que se determinen, tendrán que ser
dentro de un amplio ámbito de acción de las actividades militares. Éstas,
necesitan el fundamento de una importante base legal, y pueden ser, desde
la ayuda a la población civil hasta la aplicación de la fuerza militar.

El éxito de una acción militar en una crisis diferente a la guerra,


depende ampliamente del apoyo de la población local, sus autoridades donde
existan y de la opinión pública. El objetivo militar, en este contexto, será
crear las condiciones de seguridad y proporcionar el apoyo necesario para
que se permita a las autoridades civiles atender las causas reales del
conflicto o emergencia y generar así las condiciones de estabilidad que
requiere el desarrollo de estado.

Mediante la “Directiva Inicial Militar”, el nivel estratégico militar


pone en acción el proceso de planeación a nivel Operacional, con la
finalidad de que se encuentre en condiciones de actuar en contra de
cualquier antagonismo que afecte a la seguridad nacional.

Nota: Este formato se elaboró con el propósito de orientar la forma en que se puede
integrar una “Directiva Inicial Militar”, sólo pretende ser una guía, ya que su
contenido dependerá del carácter, estilo y la experiencia, así como de la
información de que disponga quien lo redacte, pudiendo ser modificado y
adaptarse conforme a la realidad que se enfrente.
163

163

I. ANÁLISIS DE LA SITUACIÓN ESTRATÉGICA.

Consiste en una visión general sobre las circunstancias que han


provocado la Crisis actual o potencial; es un producto de inteligencia
que incluye las afectaciones que pueden producir los riesgos o las
amenazas y sus capacidades potenciales; es generada en el nivel
estratégico militar (se denomina “Información de la Secretaría de la
Defensa Nacional” párrafo 448 M.O.M.).

(Para mayor información consultar la Segunda Sección del Capítulo II


de la Tercera Parte del Manual de Estado Mayor, Libro Sexto, Pag.
111).

II. OBJETIVOS ESTRATÉGICOS.

En el nivel estratégico se determinan los objetivos nacionales, los que,


en su momento, pueden alcanzarse con el empleo de la fuerza militar,
mediante la asignación de objetivos estratégicos militares y los recursos
necesarios.

Son metas que contribuyen decisivamente al estado final deseado.

Los objetivos estratégicos, se alcanzan cuando se logran una serie de


objetivos operacionales relacionados secuencialmente entre sí.

A. Centro(s) de Gravedad (en caso de que ya se hayan


determinado).

Es la fuente de poder que proporciona a una fuerza, la fortaleza


física y moral, la libertad de acción o la voluntad para actuar. El
centro de gravedad, está siempre ligado al objetivo de la fuerza
que se analiza.

Un Centro de Gravedad, se analiza dentro de un marco de tres


factores críticos que son: sus Capacidades Críticas, los
Requerimientos Críticos de sus capacidades críticas y las
Vulnerabilidades Críticas que presentan los requerimientos
críticos (para mayor información se puede consultar el Capítulo
III, los Elementos del Diseño Operacional del Manual de
Planeamiento Operacional Conjunto de las Fuerzas Armadas).
164

164

En el nivel estratégico un Centro de Gravedad puede ser la fuerza


militar, una alianza, líderes políticos o militares, un conjunto de
capacidades críticas o la voluntad nacional, puede ser tangible o
intangible.

En el nivel operacional el Centro de Gravedad, normalmente es


asociado con las capacidades militares (como un elemento
poderoso de las fuerzas armadas), pero puede incluir otras
capacidades en el Entorno Operacional y normalmente es físico
o tangible.

Para comprender en su real contexto el concepto de Centro de


Gravedad, es preciso tener en consideración que la Estrategia
Total siempre debe estar subordinada a la política, y que los fines
u objetivos políticos por alcanzar deben encontrarse dentro de
las posibilidades operativas, es decir, de acuerdo con los medios
disponibles.

Deben ser los conductores políticos, quienes, a través de la


Estrategia Total, deben efectuar una correcta apreciación para
identificar todos los intereses que se encuentran en conflicto;
definir los objetivos por alcanzar; y, de acuerdo con los medios,
decidir las acciones por emprender en los diversos campos de
acción gubernamental de manera integrada.

Visto de esta manera, la Estrategia Total, considerando los


intereses en juego, debe identificar los puntos en los riesgos o las
amenazas de la seguridad nacional, en los ámbitos político,
económico, psicosocial, militar etc., que, en caso de derrota o
pérdida, ocasionaría el colapso de toda su estructura; estos son
los denominados Centros de Gravedad (John Frederick Charles
Fuller “Batallas decisivas del mundo occidental” T. V: 58).

La correcta identificación de los Centros de Gravedad nos puede


otorgar una gran ventaja en el manejo de un conflicto, pero una
apreciación errónea nos puede hacer perder el mismo.

(Para mayor información se puede consultar la Tercera Sección,


Capítulo III, del Manual de Planeamiento Operacional Conjunto
de las Fuerzas Armadas).
165

165

B. Estado Final Deseado (cuando proceda).

Toda operación militar debe estar dirigida hacia un objetivo o


estado final alcanzable. En una operación militar diferente a las
de guerra, que implique a otras organizaciones e instituciones
civiles, los objetivos estratégicos militares deben constituir la
dirección en la cual se encaminaran los esfuerzos para lograr el
estado final o un elemento de ese estado final.

Las actividades militares pueden estar diseñadas para apoyar el


posterior desarrollo de la recuperación o vuelta a la normalidad
por otras agencias civiles.

(Para mayor información se puede consultar la Segunda Sección,


Capítulo III, del Manual de Planeamiento Operacional Conjunto
de las Fuerzas Armadas).

El logro del estado final político, en las operaciones diferentes a


la guerra requerirá de la Acción Directa. El desarrollo de planes
prolongados puede poner en entredicho la participación militar.
Sin embargo, la persecución del éxito militar a corto plazo, a
costa de logros sociales, económicos y políticos, a largo plazo,
debe ser rechazada.

C. Político.

D. Militar.

III. ENTORNO ESTRATÉGICO.

Existen diversos factores (geográficos, climatológicos, informativos,


entre otros) que se deben tomar en cuenta para llevan a cabo
Operaciones militares y que normalmente van más allá de los límites
normales de la división militar del territorio nacional.

El Entorno es la combinación de condiciones, circunstancias e


influencias que afectan el empleo de los recursos e influye en las
decisiones del nivel estratégico militar.
166

166

Abarca áreas físicas, factores físicos (de los ámbitos de aire, tierra, mar
y espacial o ciberespacio) y el ambiente informativo fuera del área
considerada. Forman parte también de este entorno, los sistemas
adversarios, amigos y neutrales que son relevantes para el empleo de
la fuerza militar.

(Para mayor información, se recomienda consultar la Tercera Sección,


Capítulo I, del Manual de Planeamiento Operacional Conjunto de las
Fuerzas Armadas).

A. Teatro de Operaciones (____)

El espacio del territorio que puede llegar a estar envuelto en


operaciones militares debe repartirse en diferentes porciones que
faciliten y permitan la correcta conducción de las mismas y
delimiten las responsabilidades permitiendo a la vez una eficaz
administración.

En tiempo de guerra la División Territorial atiende


primordialmente las necesidades operativas militares, al adquirir
éstas mayor preponderancia sobre los factores económicos y
políticos o de acuerdo con estudios y planes elaborados desde
tiempo de paz; con la situación que impera, se pone en vigor la
División Territorial prevista y conveniente.

El ejecutivo de la nación decreta la creación de dos grandes


zonas o fajas, zona de operaciones o táctica, en la que, como su
nombre lo indica, se llevan a cabo las operaciones militares, y en
segundo término, la zona del interior, zona estratégica o corazón
estratégico, que es donde seguirán funcionando los poderes
federales, se establecerán las fuentes principales de apoyo a las
operaciones, y donde en último caso, se ejercerá la última
resistencia organizada del país. El límite entre ambas zonas se
conoce con el nombre de línea de Demarcación.

B. Áreas físicas.

a. Área Operacional (___)

b. …

c. …
167

167

C. Factores Físicos.

D. Ambiente informacional.

El ambiente informacional es donde los seres humanos y los


sistemas tecnológicos del manejo de la información y la
comunicación observan, orientan, deciden, y actúan basándose
en la información, y por lo tanto se trata del ambiente o entorno
principal en la toma de decisiones.

(Para mayor información se recomienda consultar el inciso “C”,


del párrafo 10 del Manual de Planeamiento Operacional
Conjunto de las Fuerzas Armadas).

IV. MISIÓN ESTRATÉGICA.

El Arte Operacional es el empleo creativo de las fuerzas militares para


alcanzar un objetivo estratégico u operacional a través del diseño,
organización, conducción e integración de estrategias, campañas,
operaciones y batallas.

Mediante el empleo del Arte Operacional, en nivel estratégico militar,


puede integrar los objetivos políticos y estratégicos militares (el Qué y
el Para Qué), los modelos, formas y modos de la estrategia (el Cómo)
y los medios (Con Qué), así como el costo o el riesgo de llevar a cabo
la acción determinada.

Es decir: El Qué corresponde a los Objetivos a nivel estratégico militar.


El Para Qué corresponde a los Objetivos políticos. El Cómo se refiere
a las líneas de acción a desarrollar.

Dicho de otra manera, mediante el empleo del Arte Operacional, se


diseñan las Estratégicas.

(Para mayor información sobre el Arte Operacional, se recomienda


consultar el Capítulo III, del Manual de Planeamiento Operacional
Conjunto de las Fuerzas Armadas).
168

168

La Estrategia de seguridad nacional, estrategia de defensa nacional,


Estrategia nacional para la seguridad del país, y la estrategia militar de
defensa nacional, configuradas y orientadas por las políticas de seguridad
nacionales, proporcionan dirección para los comandantes combatientes.

Estas estrategias integran los objetivos nacionales y militares (fines), las


políticas nacionales y los planes militares (formas), así como los recursos
nacionales y las fuerzas militares y suministros (medios). Todavía más, las
Directrices para Cooperación de Seguridad y el Plan de Capacidades
Estratégicas Conjuntas suministran a los comandantes operacionales,
directrices de planificación específicas para la preparación de sus planes
de cooperación para la seguridad y los planes de operación
respectivamente.

(Se recomienda consultar la “JP 3-0 operaciones conjuntas”, pag. 15,


ENTORNO DE SEGURIDAD)

El Arte Operacional es una herramienta, que debidamente


interpretado, puede ser empleado para considerar cuatro aspectos:

- La identificación de las condiciones militares o Estado Final que


permitirán alcanzar el objetivo político.

- El orden de las actividades, tanto sucesivas como simultáneas, que


dirigen el cumplimiento de las condiciones militares que conducen
al éxito. Es poco probable que el objetivo estratégico se logre
mediante una sola acción, a menos que su resultado sea tan
importante que sustituya los restantes puntos decisivos del
enemigo.

- La aplicación de los recursos militares asignados, dentro de las


limitaciones impuesta, para sostener la secuencia de las acciones.

- La identificación de los obstáculos que lo involucren. Para lograr


el éxito el comandante debe estar preparado para hacer frente a
los riesgos, pero también debe estar en condiciones de emprender
nuevos cursos de acción en el caso de que la situación amenace el
éxito.
169

169

- El Estado Final Militar es el estado de los acontecimientos que


deben ser logrados al finalizar la/s campaña/s en el nivel de la
Estrategia Militar, ya sea para terminar el conflicto o resolverlo
en términos favorables. Aquí cesa el uso del componente militar
del poder, y el esfuerzo de la Estrategia Nacional pasa a otro/s
componente/s del poder. También es conocido como Objetivo
Estratégico Militar.

El Estado Final Militar (el del nivel Estratégico Militar) y el Estado


Final Operacional (el del Nivel Operacional) se expresan en términos
de máxima y mínima. Para eso se aplican los denominados criterios de
finalización. Estos criterios de finalización deben requerirse del nivel
político. El propósito político no siempre expresa un objetivo militar
adecuado, sino que expresa una intención o propósito por lograr. Los
Comandantes de Teatro de Operaciones deben traducir el Estado Final
político y militar en objetivos militares dentro del teatro de
Operaciones. Cuando el componente militar ha conseguido el Estado
Final Militar, continúan otros componentes del poder nacional para
obtener los objetivos políticos, por ejemplo: la diplomacia.

(Para una mejor integración de la misión, se recomienda consultar la


Subsección “A”, Tercera Sección del Capítulo II, Cuarta Parte del
Manual de Estado Mayor, Libro Séptimo).

V. FUERZA DE TAREA CONJUNTA.

Es un conjunto de tropas compuestas por unidades asignadas o dadas


en refuerzo pertenecientes a dos o tres fuerzas armadas, la cual se
organiza generalmente, por orden de los Mandos Conjuntos y
eventualmente por orden del Alto Mando correspondiente.

(Para mayor información, se recomienda consultar la Subsección “D”,


Segunda Sección, Capítulo III del Libro Séptimo, Manual de Estado
Mayor, de la ESG).

A. Mando.

B. Mandos componentes.

a. Mando componente terrestre.


170

170

1. Mando.

2. Constituido con: …

b. Mando componente …

VI. LIMITACIONES E IMPOSICIONES POLÍTICAS Y MILITARES.

Existen limitaciones tales como restricciones, imposiciones y


condiciones previas para lograr el éxito.

A. Restricciones: - Limitan las acciones que se puede hacer. Son


prohibitivas, los planes no deben incluirlas. Un ejemplo de
restricción es: “No realizar acciones bélicas donde se concentre
núcleos de población”.

B. Imposiciones: - Son obligaciones específicas que deben


cumplirse. Un ejemplo de una imposición de una autoridad
superior es: Las reglas de enfrentamiento.

Reglas de Enfrentamiento (ROE).

Las operaciones de respuesta a la crisis y principalmente las que


son diferentes a la guerra, actualmente están bajo estrecho
control político y generan una estrecha observación por los
medios de comunicación. Estos aspectos influyen en la libertad
de acción de los comandantes de unidad y subrayan la necesidad
de Reglas de Enfrentamiento claramente comprendidas que
puedan difundirse rápidamente en toda el área de operaciones.

Los principios de las reglas de enfrentamiento, resumidos en la


MC 362 y en el Capítulo 3, son igualmente aplicables a las
CRO,s. La naturaleza de una CRO no - Artículo 5 y la exigencia
de multinacionalidad pueden significar que la gama de ROE
necesarias puede ser más compleja que las tradicionalmente
consentidas para las operaciones de combate. Para maximizar la
eficacia militar, las fuerzas multinacionales bajo el Comandante
de la Fuerza Conjunta (JFC) deben operar bajo las mismas ROE
si es posible.
171

171

Las Reglas de Enfrentamiento, conocidas en términos


internacionales como ROE (Rules of Engagement), son, por su
parte, procedimientos claros y precisos que norman la actuación
de las fuerzas militares ante la presencia, actitudes o acciones
que adopta el adversario, dentro del marco establecido por las
reglas de comportamiento. Se deben establecer para situaciones
tanto de paz, crisis o guerra, según la situación que se esté
viviendo.

Las reglas de enfrentamiento, deben ser específicas para cada


situación y deben ser redactadas en forma simple, sin
ambigüedades, definiendo con claridad las condiciones de la
situación y los límites de acción permitidos, debiendo estar
enmarcadas dentro de los lineamientos del Derecho Nacional e
Internacional.

Deben ser confeccionadas por el Conductor Militar pre revisadas


y aprobadas por el Conductor Político, quienes, debe definir la
Autoridad Superior competente que autorice su empleo.

Por medio de las Reglas de Enfrentamiento, la Autoridad


Superior mantiene el control sobre el uso de la fuerza para el
cumplimiento de la misión asignada.

Por otra parte, las Reglas de Enfrentamiento, no eliminan el


derecho de legítima defensa de las tropas, quienes deben velar
por su supervivencia. En este caso, puede hacer uso legítimo de
la fuerza como último recurso, pero con la anticipación suficiente
para que sea efectiva o exitosa.

Las Reglas de Enfrentamiento pueden ser básicamente de tres


tipos:

1. Restrictivas: Son aquellas que impiden la ejecución de


acciones. Por ejemplo las siguientes:

- Evitar el ingreso en el área específica, delimitada por


las siguientes coordenadas geográficas (indicar
coordenadas).
172

172

- Mantener a lo menos la distancia (designada) de


unidad/fuerza (designada).

2. Permisivas: Son aquellas que permiten o autorizan llevar a


cabo acciones ante ciertas situaciones. Por ejemplo, tenemos:

- Está permitido el ingreso a territorio (designado), aguas


territoriales y/o espacio aéreo sin autorización.

- Está permitido el empleo de contra medidas


electrónicas, contra los radares de búsqueda y
localización de blancos.

3. Prescriptivas: Cuando la Autoridad Superior ordena ejecutar


una determinada acción. Generalmente, están orientadas a la
ejecución de acciones ofensivas. Por ejemplo, la orden de
ingresar al territorio enemigo o efectuar el ataque a
instalaciones.

Asimismo, con relación a las situaciones de paz, crisis y guerra,


se pueden establecer los siguientes lineamientos generales:

Paz: Corresponde a las situaciones específicas en que el Nivel


Operacional puede implementar algunas Reglas de
Enfrentamiento, sin autorización o sin comunicarse con la
Autoridad Superior, conforme a lo que se explicó anteriormente.
Por ejemplo, en el empleo gradual de la fuerza en la interdicción
de buques, realizando pesca ilegal o acciones vinculadas al
narcotráfico.

Crisis: En este caso, las Reglas de Enfrentamiento, requieren la


autorización del Nivel Político. El empleo controlado de la fuerza
estará destinado a principalmente a la preservación de su
integridad y la de otros objetivos, según corresponda. El uso de
la fuerza podrá tener posibles consecuencias políticas o de
escalada.

Guerra: El empleo de las Reglas de Enfrentamiento requiere de


la autorización del nivel político y corresponden generalmente a
la ejecución de acciones ofensivas.
173

173

C. Condiciones Previas para el Éxito son aquellos aspectos de una


operación planificada que el comandante considera esenciales y
sin los cuales la operación no puede realizarse exitosamente. Un
ejemplo de una condición previa para el éxito podría ser “que el
ingreso al teatro de operaciones debe ser sin oposición”.

VII. HIPÓTESIS.

(Son los antagonismos que derivado de la ponderación que se haga, en


las fases iniciales de la crisis, aún no se considera su posible
ocurrencia, pero son potenciales a presentarse).

VIII. TAREAS.

Normalmente un objetivo estratégico se alcanza mediante la


consecución de objetivos intermedios (puede ser alguna operación
estratégica) tangibles o intangibles, que pueden expresarse como
tareas.

IX. OTRAS COORDINACIONES.

A. Tiempo (Timing).

(Tiempo previsto para que se alcancen los objetivos, en caso de


ya haberlos determinado).

B. Aspectos claves logísticos y de apoyo.

De conformidad con los fines se puede ordenar la integración de


la Jefatura del Servicio Territorial o alguna modalidad de apoyo.
174

174

Anexo “C”

Ejemplificación de la Estrategia en
Diversas Batallas de la Historia

Como bien sabemos una parte fundamental de la estrategia se


nutre de la historia militar, es por eso necesario y pertinente describir
a manera de ejemplo las siguientes batallas, mismas que fueron
concebidas y conducidas por grandes estrategas e incluso decidieron
el destino de diversas naciones; hoy en día sirven al lector como un
elemento más de juicio para integrarlo en su análisis estratégico, sin
perder de vista que los medios y dimensiones de las guerras han
evolucionado.

La Batalla de Cannas (216 a. C.)

Esta batalla se libró entre romanos y cartagineses en el año 216


a. C.127 Se resolvió mediante una maniobra de envolvimiento a la
retaguardia y a las alas por las fuerzas cartaginesas al mando de
Aníbal, terminando con el envolvimiento total de las fuerzas romanas
dirigidas por Varrón.

Esta batalla constituyó el punto más alto en la carrera de Aníbal


y ha proporcionado a especialistas en temas militares un símbolo de
perfección en el planeo, conducción y coordinación de las
operaciones.

Cannas es una de las pocas batallas de la antigüedad sobre la


que se han podido obtener detalles que arrojan luz precisa para que
las mentalidades modernas puedan imaginarlos.

El plan de Aníbal puede ser dividido en dos fases:

A. Privar a las fuerzas romanas de su protección de caballería


a los flancos y conducirlos hacia una posición favorable para él.

B. Efectuar una contra-ofensiva con todas sus tropas, para


destruir al enemigo.

127
Batallas de guerra [en línea], disponible en: <http://www.batallasdeguerra.com/2011/11/la-Batalla de
Cannas.html> (consultado el 25 de octubre de 2016).
175

175

El dispositivo inicial adoptado por Aníbal se constituyó al distribuir


sus fuerzas en un centro débil y flancos potentes, descansando éstos
en obstáculos naturales. La caballería quedó dispuesta en ambos
flancos, con el núcleo principal situado a la izquierda a las órdenes de
Asdrúbal.

Primera fase. El centro retrocedió lentamente ante la embestida


romana, mientras que las alas se mantuvieron firmes. Maharbal con
fuerzas superiores destruyó o hizo huir a la caballería enemiga que
protegía los flancos. El centro cartaginés al retroceder lentamente
atrajo al núcleo romano que aumentaba en densidad a medida que
Varrón, apoyándose en la superioridad de sus efectivos se reforzaba,
tratando de dominar el centro cartaginés.

Segunda fase. Con la situación como acaba de ser relatada,


Aníbal ordenó que el centro atacara, al mismo tiempo que las dos alas
variaron hacia los flancos enemigos y la caballería de Asdrúbal golpeó
decididamente la retaguardia romana.

El efecto fue un estado caótico en las fuerzas romanas, las


cuales se encontraban agrupadas tan apretadamente que apenas
podían emplear sus armas y al ser atacadas por todas partes,
aproximadamente 60,000 de un total de 72,000 murieron en el campo
de batalla.

La Batalla de Cannas es una relevante demostración de lo que


significa la cuidadosa e inteligente planeación basada en los informes
obtenidos acerca de la fuerza adversaria, es muestra de una serena
y precisa ejecución.

El Conde Alfred Von Schlieffen (1833-1913) militar alemán, eligió


esta acción como el ejemplo clásico de la batalla de exterminio. Es
también, además, un notable ejemplo de la maniobra defensivo-
ofensiva de envolvimiento a la retaguardia y a las dos alas.

La victoria de Cannas dio a Aníbal cófrades en el sur de Italia,


especialmente después de que Capua, la segunda ciudad de este
país en esa época, indujo a la rebeldía contra Roma. Pocos meses
después Aníbal comprendió que su victoria era un presagio de su
derrota final ya que Roma no claudicó. La figura Núm. 1 muestra
gráficamente el desarrollo de la Batalla de Cannas.
176

176

Figura Núm. 1
Croquis de la batalla de Cannas.

La Batalla de Austerlitz (1805)

Después que Napoleón Bonaparte derrotó a los austriacos en la


Batalla de Ulm, destacó una fuerza de seguridad hacia el este para
protegerse de la amenaza rusa.
177

177

Napoleón entonces se volvió hacia los rusos que iniciaron su


retirada hacia el este de Brunn.

Las fuerzas rusas y austriacas atacaron intentando un amplio


envolvimiento del flanco sur francés con gran parte de sus tropas,
pero dejando su centro débil.

El ataque de contención aliado fue rechazado y Napoleón en una


contra-ofensiva, golpeó el débil centro, lo hizo retroceder y enseguida
se lanzó hacia la fuerza principal de ataque (ala izquierda aliada) y la
batió por el flanco y la retaguardia.

Como resultado de lo anterior, el ala izquierda, la mayor parte de


ambos ejércitos, fue empujada contra los lagos que se encuentran al
sur y derrotada contundentemente. El resto del ejército aliado fue
obligado a desplazarse hacia el este.

Esta batalla es un ejemplo de la ruptura del centro enemigo.


Tiene dimensiones que se aproximan mucho al concepto actual de la
batalla por los efectos logrados, por la articulación de fuerzas y el
espacio en que tuvo lugar.

Austerlitz, es una obra maestra táctica a nivel de Arbelas,


Cannas y Luthen. Dio como resultado que el 4 de diciembre de 1805,
el Emperador Francisco Fernando de Austria se rindiera
incondicionalmente y que las fuerzas derrotadas del Zar Alejandro, se
retiraran hasta Rusia y que posteriormente el 26 de diciembre de ese
año se firmara el tratado de Presburgo.

Austria se retiró de la guerra cediendo territorios en Alemania e


Italia. Francia ganó la dominación sobre el sur y oeste de Alemania.
Napoleón había cambiado la situación política de Europa.128

Las figuras Núms. 2 y 3 muestran gráficamente el desarrollo de


esta batalla.


128
Batallas de guerra [en línea], disponible en: <http://www.batallasdeguerra.com/2011/11/batalla-de-
Austerlitz.html> (consultado el 26 de octubre de 2016).
178

178

Figura Núm. 2
Batalla de Austerlitz. - Ataque aliado.
179

179

Figura Núm. 3
Batalla de Austerlitz. - Contraofensiva de Napoleón.
180

180

La Batalla de Tannenberg (1914)

Esta batalla se desarrolló entre fuerzas de Alemania y Rusia


durante la Primera Guerra Mundial.129 La secuencia de las
operaciones fue la siguiente:

A. A pesar que Rusia se encontraba parcialmente movilizada,


por su convenio con Francia, inició la inmediata invasión de Prusia
Oriental.

B. Un empeño fragmentario del Octavo Ejército Alemán al


mando de Von Prittwitz, contra el Primer Ejército Ruso de
Rennenkampf, fue originado por el impetuoso ataque del I Cuerpo de
Ejército Alemán al mando de François.

C. No obstante que las acciones mencionadas se encontraban


indecisas Prittwitz, ordenó la retirada detrás del Vístula, lo cual dio
motivo para que fuera reemplazado por Hindenburg y Ludendorf.

D. Estos dos generales alemanes se hicieron cargo como


comandante y Jefe de Estado Mayor del Octavo Ejército y ejecutaron
el plan del jefe de la sección tercera de dicha unidad, que consistía
en mantener alejado al Primer Ejército Ruso con una división de
caballería y concentrarse con el resto contra el Segundo Ejército
enemigo.

Esta batalla fue una réplica de la Batalla de Cannas, en la cual el


Segundo Ejército Ruso quedó envuelto por ambos flancos y
prácticamente aniquilado.

El resultado estratégico de esta batalla fue que con ella la Prusia


Oriental quedó liberada.

La Batalla de Tannenberg fue realizada para impedir que los


ejércitos rusos que avanzaban por el Valle del Aller y del Angenrau,
llegaran a unirse. Se llevó a cabo mediante una maniobra de doble
envolvimiento, operando por líneas interiores.

129
Batallas de guerra [en línea], disponible en: <http://historiaguerrasyarmas.blogspot.mx/2009/02/batalla-
de-Tannenberg.html> (consultado el 27 de octubre de 2016).
181

181

La victoria alemana se debió en gran parte a la falta de


preparación rusa, a la incompleta organización de las unidades, a la
inconcebible inactividad del mando ruso; en el campo opuesto, a la
habilidad de los mandos alemanes y a las excelentes cualidades
profesionales de las tropas.

Sin embargo, en el cuadro general, la acción inesperada de los


rusos en Prusia Oriental impresionó a los alemanes, les indujo a sacar
dos cuerpos de ejército del frente occidental, contribuyendo así
notablemente a retardar la acción en Francia y al resultado de la
Batalla del Marne. En el conjunto de la guerra, por tanto, algunos
estiman que esta victoria perjudicó más de lo que benefició a
Alemania.

Aunque, si es verdad que los métodos militares se evalúan por


sus resultados, no cabe duda que Tannenberg llenó de gloria a
quienes obtuvieron la victoria. Una destrucción tan completa del
enemigo no se registra en la historia a excepción de las Batallas de
Cannas y de Sedán.

Las figuras Núms. 4, 5, 6 y 7, muestran gráficamente el desarrollo


de la batalla de Tannenberg.
182

182

Figura Núm. 4
Batalla de Tannenberg.- Encuadramiento general.
183

183

Figura Núm. 5
Batalla de Tannenberg.- Situación del 23 de agosto de 1914,
Movimientos realizados a partir del 17 de agosto.
184

184

Figura Núm. 6
Batalla de Tannenberg.- Situación del 26 de agosto de 1914,
Movimientos a partir del 23 de agosto.
185

185

Figura Núm. 7
Batalla de Tannenberg.- Situación del 30 de agosto de 1914,
Operaciones a partir del 27 de agosto.
186

186

La Batalla de Zacatecas (1914)

Esta batalla se libró el 23 de junio de 1914 entre la División del


Norte, al mando del General Francisco Villa y las Fuerzas Federales,
al mando del General Luis Medina Barrón.130

Zacatecas fue la última ciudad que el gobierno Huertista defendió


con sus mejores tropas, siendo la causa directa de la ruptura entre
Francisco Villa, comandante de la División del Norte y Venustiano
Carranza, primer jefe del Ejército Constitucionalista.

Villa, después de haber derrotado a lo más selecto del Ejército


Huertista se había convertido en un jefe poderoso, seguido por más
de 30,000 efectivos y asesorado correctamente por el General Felipe
Ángeles.

La Batalla de Zacatecas, es posiblemente la que, en nuestro


medio, reúne todas las fases del combate ofensivo: marcha de
aproximación, toma de contacto, empeño, ataque, asalto, explotación
del éxito y persecución. Es también donde se manifiesta y se
comprueba la coordinación estrecha que debe existir entre los
componentes de una fuerza armada.

Cuando el Ejército Federal sufrió las derrotas de Zacatecas,


Torreón y Guadalajara, el General Huerta comprendió que los días de
su dictadura habían terminado; entonces se preparó para salir del
territorio nacional, dejando el poder en manos del presidente de la
Suprema Corte de Justicia.

Para lograr la derrota del Ejército Federal, en mucho colaboraron


las acciones desarrolladas por el General Francisco Villa y su División
del Norte, una de cuyas acciones principales y decisivas fue la Batalla
de Zacatecas, a que hemos hecho mención. Al destruir la Guarnición
de Zacatecas logra con ello el triunfo definitivo de la causa
revolucionaria. La figura Núm. 8 muestra gráficamente el desarrollo
de esta batalla.


130
Batallas de guerra [en línea], disponible en:
<www.conaculta.gob.mx/centenarioejercito/batalla_zacatecas.php> (consultado el 28 de octubre de
2016).
187

187

Figura Núm. 8
Croquis de la batalla de Zacatecas.
188

188

Las Batallas de la Frontera Frente Ruso (1941)


Segunda Guerra Mundial

La primera parte de la guerra Germano-Rusa se desarrolló en el


territorio soviético que puede identificarse como la Rusia Europea. La
longitud máxima de este teatro de operaciones alcanzó una extensión
de 3,000 kilómetros.

La desusada extensión y la carencia de verdaderos obstáculos


montañosos, proporcionan espacio para todo género de
combinaciones estratégicas, por lo que exigen el empleo de efectivos
humanos y materiales extraordinarios para mantener una densidad
mínima de ocupación aceptable y el empleo de unidades acorazadas
y motorizadas en grandes cantidades con objeto de que, en función
de la capacidad admisible para la superación de los enormes
espacios, el tiempo de maniobra se mantenga dentro de los límites
razonables que hagan posible la reiteración de esfuerzos y el
desarrollo de operaciones logísticas necesarias.

Tanto la orientación del relieve como la de los cursos de agua,


permitieron a la defensa apoyarse en varias líneas sucesivas de
obstáculos, que se vio aumentada por la existencia de lagos,
pantanos y bosques.

La exigencia de servicios derivados de la extensión de los


espacios a recorrer, obligó a la necesidad de efectuar una adecuada
organización de los transportes. La inclemencia del clima fue otro
factor que influyó en forma extraordinaria en este teatro de
operaciones.

El teatro de operaciones fue dividido, atendiendo a los accidentes


geográficos, en tres zonas perfectamente diferenciadas.

El plan estratégico fijaba una triple penetración por tres Grupos


de Ejércitos, dirigidas cada una hacia las importantes ciudades de
Leningrado, Smolensk y Kiev, siendo el objetivo principal la
neutralización del Ejército Ruso.
189

189

El Grupo de Ejércitos Central atacando en dirección a Smolensk


efectuaría el esfuerzo principal. El pueblo finlandés cooperaría en las
operaciones contra Leningrado y un Ejército Alemán amenazaría
desde el norte de Finlandia al Puerto de Múrmansk, en el Ártico.

Para el 21 de julio de 1941, el Grupo de Ejércitos de Von Leeb,


operando en el norte, había capturado el importante Puerto de Riga y
progresando a menos de 100 millas de Leningrado.

En el centro, Von Bock atacó ambos flancos del saliente ruso en


las inmediaciones de Bialystoc; circundando las zonas de esta
ciudad, así como, Minsk y Smolensk.

En el sur, los Ejércitos Rusos ayudados por el terreno y las


localidades fortificadas, contaron con el poder suficiente para evitar la
ejecución inicial de la maniobra alemana, pero no pudieron detener el
avance del Grupo de Ejércitos de Rundstedt.

Durante las operaciones realizadas se llevaron a cabo grandes


maniobras de envolvimiento por parte de las fuerzas alemanas, que
les dieron como consecuencia la captura de considerables efectivos
enemigos y la posesión de enormes espacios geográficos, utilizando
las unidades blindadas y motorizadas para ese efecto.

La información oportuna sobre la ubicación y características de


los aeródromos que se encontraban llenos de aeronaves, permitieron
a las tropas alemanas la neutralización de la aviación rusa en tierra,
para alcanzar la superioridad aérea.

Lo que caracterizó los ataques alemanes fueron los movimientos


de las columnas blindadas alemanas, efectuando la maniobra
llamada de doble pinza, con magníficos resultados.

La captura de gran cantidad de combatientes levantó la moral de


las tropas alemanas.
190

190

Se puso de manifiesto la superioridad de las unidades blindadas


alemanas, ya que las tropas rusas tenían en ese momento
deficiencias en su organización y una gran diversidad de tanques; que
después lograron corregir superando a sus oponentes. Las figuras
Núms. 9 y 10 muestran gráficamente el desarrollo de estas
operaciones.

Figura Núm. 9
Croquis de las batallas de la frontera (II Guerra Mundial),
Dispositivo inicial.
191

191

Figura Núm. 10
Croquis de la batalla de la frontera (II Guerra Mundial),
Avance Alemán de junio a octubre de 1941.
192

192

Las Batallas de la Tercera Guerra Árabe-Israelí (1967)


“Guerra de los Seis Días”

El Estado de Israel, basado en una cuidadosa apreciación de la


situación, el conocimiento exacto de los hábitos y actitudes tácticas
de los egipcios, así como una comprensión cabal de los factores de
tiempo y espacio, planeó y llevó a cabo un ataque sincronizado que
comenzó simultáneamente en casi una docena de bases aéreas
egipcias, previamente seleccionadas.

Todos los vuelos se realizaron en absoluto silencio de las


transmisiones y a baja altura, sin que existiera ninguna reacción en
contra, aún al cruzar las fronteras egipcias.

Los caza-bombarderos apoyaron eficazmente a las columnas


blindadas. El sistema de misiles S-A2 no causó daño al personal
israelita.

La República Árabe Unida, tenía cinco divisiones de infantería y


dos blindadas, la mayoría de esta fuerza estaba desplegada en
fortificaciones de hormigón combinadas con campos minados.

Coincidiendo con el ataque aéreo, tres divisiones israelíes se


movieron hacia el Sinaí, una por la Franja de Gaza, otra hacia el oeste
y la última giró hacia el suroeste. El objetivo principal de Israel era el
Ejército Egipcio y por consiguiente el Sinaí fue el teatro de
operaciones principal.

Los combates se caracterizaron por los enfrentamientos de


tanque contra tanque, destacándose por la precisión de los tiros de
artillería israelí.

Las operaciones reflejaron serios problemas logísticos para


combatientes israelitas, quienes constantemente carecieron de
gasolina, agua, municiones y víveres; las tropas pasaban hasta 48
horas sin descansar; el combustible fue abastecido por medio de
bidones. También reflejaron la improvisación en la batalla por la parte
israelí, la superioridad de éstos en el empleo del Blindaje y en las
operaciones nocturnas que se realizaron.
193

193

Las operaciones del Sinaí ya figuran entre las principales batallas


de unidades blindadas que jamás se hayan librado. Esta guerra ha
sido llamada de los "Seis días", tiempo que necesitó Israel para
capturar sus objetivos impuestos. La figura Núm. 11 muestra
gráficamente el desarrollo de esta batalla.

Figura Núm. 11
Batallas de la guerra Árabe-Israelí de 1967.
194

194

Las Batallas de la Cuarta Guerra Árabe-Israelí


(Yom Kippur)

Esta guerra inició el 6 de octubre de 1973, con el ataque


sorpresivo por parte de Egipto y Siria contra Israel. Fueron tan rápidas
las acciones y tal la renuencia a negociar que tanto los gobiernos de
los países contendientes, como la O.N.U. y las potencias neutrales
sólo alcanzaron a enardecer la situación.

En la tercera semana de guerra, sin posibilidades aparentes de


terminarla, el Ejército Israelí continuaba la lucha bajo el punto de vista
de la seguridad de su Estado; el Ejército Árabe tratando de recobrar
los territorios perdidos, junto con ellos su respetabilidad y honor.

Mientras tanto la extinta Unión de Repúblicas Socialistas


Soviéticas (U.R.S.S.) y los E.U.A. enviaban cada vez mayores
cantidades de armas, municiones y otros materiales a sus fuerzas
aliadas, aun cuando por otros conductos ejercían fuertes presiones
para establecer los términos de paz.

La U.R.S.S. transportaba diariamente 1,000 toneladas de equipo


de combate a Egipto y Siria, incluyendo los efectivos proyectiles SAM-
6. Los E.U.A. empleando los transportes aéreos C-5, C-130 y C-141,
proporcionaron a Israel 5,000 toneladas de diverso material de
combate, reponiéndole a la vez los aviones destruidos en acción.

Se ha estimado que en este conflicto Árabe-Israelí, las fuerzas


beligerantes alcanzaron marcas establecidas durante la Segunda
Guerra Mundial. Las batallas del Blindaje involucraron efectivos
superiores que los empleados en la Batalla del Alamein de 1942. A lo
anterior, debe agregarse el empleo de los proyectiles dirigidos
SAM-2, SAM-3 y en su momento, los nuevos SAM-6 y SAM-7.

En la primera semana de guerra, Israel perdió casi la cuarta parte


de su fuerza aérea, cuyos aparatos fueron derribados en su mayoría
por los proyectiles antes citados.
195

195

De hecho dos semanas de guerra entre los ejércitos de Israel,


Egipto y Siria, han servido para demostrar que el elemento clásico
ofensivo puesto en acción durante la Segunda Guerra Mundial, el
tanque con apoyo aéreo cercano, podría resultar fuera de época,
debido a la vulnerabilidad de tanques y aviones a los cohetes
teledirigidos, que se cree fue el SAM-6; ésta fue el arma decisiva
debido a su sistema de radar que lo guía hacia los aviones enemigos
a una velocidad ligeramente inferior a la del sonido.

Mención especial merecen los nuevos proyectiles antitanques


soviéticos empleados por Arabia, con los que destruyeron un tercio
de los tanques operativos israelíes.

Por su parte el Ejército Israelí usó los misiles AGM-65 llamados


"Maverick", que poseen una pequeña cámara de video que fue de
gran efectividad.

Las figuras Núms. 12, 13 y 14, muestran gráficamente el


desarrollo de las operaciones de combate de estas batallas.
196

196

Figura Núm. 12
Batalla de la guerra Egipto-Israel de octubre de 1973.
197

197

Figura Núm. 13
Batalla de la guerra Egipto-Israel de octubre de 1973.
198

198

Figura Núm. 14
Batalla de la guerra Egipto-Israel de octubre de 1973.
199

199

Conclusiones sobre la Batalla

El análisis que antecede permite obtener algunas enseñanzas


que se resumen a continuación:

A. Todas las operaciones estratégicas como son la


movilización, cobertura, concentración, despliegue y maniobra, tienen
por objeto llegar a la batalla.

B. Toda batalla es el encuentro apasionado y destructivo de


las fuerzas físicas y morales. Quien logre poseer al final la mayor
suma de estas fuerzas, será la o el vencedor.

C. No hay batalla alguna que se decida en un sólo instante,


aunque sí hay momentos de gran importancia, que son los que
principalmente determinan la decisión.

D. En la guerra, la batalla sólo representa un momento, una


culminación en primer término, para combatir las fuerzas que han de
enfrentarse deben ponerse al alcance y naturalmente tratarán de
iniciar la batalla en las condiciones más favorables, para lo cual es
necesario que realicen actividades tales como proporcionarse
seguridad por medio de la cobertura, movilizar sus fuerzas,
concentrarlas, desplegarlas y maniobrar a la fuerza adversaria.

E. La esencia de la batalla ha evolucionado desde la


antigüedad hasta nuestros días en diversas formas.

F. La transformación de la batalla se ha visto regida en su


mayor parte por la evolución de los factores tácticos y el avance
tecnológico, vinculados al armamento, equipo y a los procedimientos
de combate, de los que pueden reducirse a los siguientes:

a. La capacidad ofensiva.

b. La capacidad defensiva.

c. La movilidad estratégica.
200

200

d. La movilidad operacional.

e. La movilidad táctica.

G. Es la variación relativa de estos cinco procedimientos la que


ha conducido a la diversidad de soluciones operativas. Dichos
procedimientos se puntualizan en el Manual de Operaciones
Militares.

H. La evolución se ha visto igualmente influida por el volumen


de las fuerzas, comparado con el espacio de los teatros de
operaciones en que se ha combatido.

I. Cuando las batallas no han tenido un carácter decisivo, han


derivado hacia un concepto de desgaste, el cual provoca
considerables esfuerzos de guerra y el agotamiento recíproco de sus
beligerantes.

J. Según sea el valor relativo de los procedimientos


anteriores, las batallas han sido simultáneamente móviles y poco
decisivas, móviles y muy decisivas o lentas y estabilizadas.

K. Todas estas modificaciones se han producido ante la


sorpresa de personas contemporáneas, ya que en cada época se ha
creído que los caracteres de las batallas que se practicaban seguirían
siendo éstos, cuando, por el contrario, han variado constantemente.

L. Esta última consideración muestra la extrema importancia


que se ha de conceder a la comprensión del mecanismo evolutivo de
la estrategia operativa, para evitar la sorpresa por sus
transformaciones y de ser posible, para poderlas apreciar mejor que
la fuerza adversaria y anticiparla.
201

201

Operaciones Tormenta del Desierto

La Guerra del Golfo, fue un conflicto internacional que tuvo lugar


de 1990 a 1991 entre Irak y una coalición compuesta por 34 naciones
lideradas por los Estados Unidos131, llamada por Sadam Husein “La
madre de todas las batallas”.

El conflicto supuso una gran tensión para la comunidad


internacional por los riesgos de una guerra entre el mundo occidental
y el mundo árabe, además de tener como escenario una zona
históricamente inestable por los intereses geopolíticos y económicos
de grandes potencias en el Golfo Pérsico.

Las sanciones y advertencias de las Naciones Unidas resultaron


insuficientes para contener las diferencias entre las distintas
fracciones implicadas, por lo que el 31 de julio de 1990 la parte iraquí
hizo fracasar las negociaciones en Yida (Arabia Saudita),
proclamando el 2 de agosto de 1990 la revolución a Kuwait, acto que
se consumó con la invasión de 120 mil soldados a su capital,
ocupando puestos estratégicos de todo el país, inclusive el Palacio
del Emir, quien logró huir a Arabia Saudita.

Inmediatamente el Consejo de Seguridad de las Naciones


Unidas condenó este acto a través de una serie de resoluciones, en
las cuales en la del 29 de noviembre autoriza el empleo de la fuerza,
exigiendo a Sadam Husein retirar sus tropas antes del 15 de enero
del siguiente año.132

Las hostilidades comenzaron en enero de 1991, dando como


resultado una victoria para las fuerzas de coalición, lo cual condujo a
que las tropas iraquíes abandonaran Kuwait, las principales batallas
fueron combates aéreos y terrestres en los territorios de Irak, Kuwait
y la frontera de Arabia Saudita.133 La guerra no se expandió fuera de
la zona de Irak, Kuwait y la frontera de Arabia Saudita, aunque
algunos misiles iraquíes llegaron a las ciudades israelíes.134

131
Francisca Alessandri C., Elena Irarrázabal S., Eliana Rozas O.; Un conflicto bélico (y periodístico);
Cuadernos de información No. 11; 1996; p. 98.
132
Coral Morera Hernández; Operación “Tormenta del Desierto”: Guerra y encuadres noticiosos en la prensa
española; en Revista Razón y Palabra; 1991.
133
Ibídem, p. 4.
134
Khaled Bin Sultan; El guerrero del desierto, una visión personal de la Guerra del Golfo por el jefe de las
fuerzas conjuntas; Biblioteca Nueva; Madrid, España; 2000; p. 12.
202

202

Como respuesta a la invasión, se formó una coalición


internacional liderada por los Estados Unidos, compuesta por 34
naciones bajo mandato de la ONU, integrada por 959,600 hombres,
200 buques, 2,400 aviones, 2,000 helicópteros y cerca de 3,000
tanques135.

La victoria aliada se obtuvo gracias al empleo coordinado de los


campos de acción diplomático, económico y bélico, los cuales
contribuyeron en forma significativa al éxito de la Estrategia Total
concebida por el conductor político.

Al no lograr el objetivo por medio de la Estrategia Indirecta, se


recurrió al uso preponderante de la fuerza; la Maniobra Estratégica
consideró el empleo concurrente de fuerzas navales, terrestres y
aéreas, dirigidas por el conductor militar y con la libertad de acción
otorgada por el nivel político.

El escenario político-estratégico permitió a las Fuerzas Aéreas


Aliadas, operar desde Bases Aéreas ubicadas en territorios
circundantes a los objetivos elegidos, situación que difícilmente se
repetirá en otro escenario geográfico.

Se legitimó a la Fuerza Aérea de los Estados Unidos como un


poder estratégico convencional, debido a su efecto devastador en los
primeros 39 días de una guerra de 43 días; así como por la baja
cantidad de accidentes y la relativamente corta duración del conflicto.

La obtención de la superioridad aérea fue el elemento esencial


para materializar operaciones en todo Irak, al neutralizar los
elementos vitales del poder bélico de ese país; la interrupción de sus
medios de mando y control produjo confusión y caos, en un sistema
que exige una rígida conformación y guía centralizada.

El bombardeo a las fuerzas terrestres iraquíes y los ataques a


sus elementos blindados y de artillería, causaron grandes pérdidas
de equipo y personal; lo cual, aunado a la interrupción de sus líneas
de abastecimiento, los hizo quedar vulnerables a la campaña
psicológica.

135
Jesús María Velásquez Bermúdez; Investigación de operaciones militares; disponible en
http://www.decisionware.net/phocadownload/white-papers/dw-dt-046%20-
%20aplicaciones%20de%20io%20 en%20operaciones%20militares.pdf; p. 7. [consulta: 2 de diciembre
de 2015].
203

203

Las fases dinámicas de la campaña aérea, permitieron el logro


del éxito en las operaciones terrestres, con mínimas pérdidas de vida
entre las fuerzas propias; asimismo, el éxito de la campaña terrestre
se debió a los ataques estratégicos contra el centro de la
infraestructura gubernamental e industrial.

La campaña aérea devastó por completo a Irak, ya que por


primera vez en la historia, la potencia aérea fue el factor determinante
en una guerra a gran escala entre dos fuerzas con sus ejércitos
desplegados en el campo de batalla.

La doctrina y la estructura de las fuerzas estadounidenses, ha


tenido cambios radicales desde la Guerra del Golfo; la doctrina
conjunta ha tomado una gran importancia en las operaciones
militares; en consecuencia, el Ejército de los Estados Unidos, realizó
un cambio trascendental para crear fuerzas agiles y maniobrables.

El tiempo es un factor tan crítico, que exige el rápido despliegue


de fuerzas bien entrenadas, altamente móviles y dotadas de equipo
moderno; la obtención de la superioridad aérea permite libertad para
volar sin impedimentos y facilita la conducción de la campaña entera.

Las figuras Núms. 15, 16 y 17, muestran gráficamente el


desarrollo de esta operación.
204

204

Figura Núm. 15
Fase Preparatoria
205

205

Figura Núm. 16
Fase Ofensiva
206

206

Figura Núm. 17
Nivel Operacional
L.
207

207

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de Comunicación Social, S.D.N., Campo Militar No.1-B, Calle
Felipe Carrillo Puerto No. 140, Colonia Popotla, Del. Miguel
Hidalgo, México, D.F., el tiraje fue de 10,000 ejemplares.

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