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Sara Alejandra Muñeton Acevedo

ENSAYO APOLOGÍA DE SOCRATES

Sara Alejandra Muñeton Acevedo

Luis Ángel Arango

Decimo

Jornada Mañana
Sara Alejandra Muñeton Acevedo

La apología de Sócrates nos habla sobre cómo se dio el juicio ene l que se condenó a

muerte a su maestro, esto por parte de Platón, inicia con Sócrates, los Atenienses y los

jueces, en su defensa dice que dice la verdad y que deben creerle resumidamente, lo

tachan de impío y que enseña sus doctrinas, Sócrates menciona a algunos sofistas, en

su defensa ya que nunca cobró un salario por sus enseñanzas, dice que para él, de lo

más importante es la formación de jóvenes, un sabio griego va con unos políticos, pero

ve que no son tan sabios y se los gana de enemigos, de ahí sale su frase: “Yo soy más

sabio que este hombre, puede muy bien suceder, que ni él ni yo sepamos nada de lo

que es bello y lo que es bueno, pero hay esta diferencia, que él cree saberlo, aunque

no sepa nada, y yo, no sabiendo, creo no saber. Me parece pues, que en esto yo,

aunque poco más, era más sabio, porque no creía saber lo que no sabía” luego va con

poetas y artistas, pero ocurre lo mismo que con los políticos. El juicio siguió y su

acusador dijo que lo acusaba de corromper a los jóvenes, también de no creer en los

dioses del estado sino en demonios, que dice que el sol es una pierda y el sol una

tierra. Sócrates se defiende poniendo de participe a Anaxágoras, el sabio griego

invalido las acusaciones, y que nunca dejará de filosofar, tampoco le temía a la muerte,

es más, le parecía una vergüenza hacerlo, para el esto no es filosofar, permanecer

inerte, entre comillas. Sócrates se ahorró el llamar testigos pues quería que en su juicio

solo interviniera la fuerza de la justicia. Los jueces lo encuentran culpable al final, y su

sentencia fue la muerte, más él no se asustó y lo aceptó. Se despide diciendo: “Ya es

hora de que nos retiremos de aquí, yo para morir, vosotros para vivir”
Sara Alejandra Muñeton Acevedo

Entrando en materia ahora sí, en comparación a la ética actual, veríamos que muy

probablemente Sócrates, vomitaría de ver como las personas sentenciadas en su

mayoría afrontan dichas condenas, Sócrates vive para filosofar, para liberarse, y confía

y sigue sus dogmas sobre cualquier otra cosa, no se contradice ni ruega por ayuda, en

comparación, las personas del “común” tienden a rogar y humillarse por su libertad,

cuando claramente, ya la están perdiendo con dichos actos, para Sócrates la libertad

era algo más allá de lo carnal o terrenal, era el seguir sus dogmas a pesar de

encontrarse en esa situación, se sentía libre ya que podría comprobar algo que nunca

había hecho, la muerte, y el descubrir, le apasionaba, no le generaba ningún tipo de

miedo. Las personas actualmente están acostumbradas a permanecer en el estatus

Quo, es decir, les da miedo probar algo nuevo, y puede sonar contradictorio porque a

diario más personas quieren probar cosas nuevas, pero eso precisamente ya lo

convierte en el estatus Quo, pocos son los que quieren ver más allá de lo nuevo, el

miedo tal vez ya no sea la principal causa, pero es un hecho, que el universo sea tan

extenso y en tanto tiempo ni siquiera hemos pasado de la luna es una muestra de ello.

No es una cuestión monetaria, es una cuestión política pero más principalmente de que

quienes tienen la capacidad, prefieren vivir una vida “de lujos” actualmente solamente

Elon Musk, Sudafricano, cuenta con un proyecto espacial privado financiado con su

dinero, pero él no es el único millonario ahora mismo, hay varios que también lo están

intentando claro, pero él está más cerca, y esto solo confirma mi punto, el ser humano

se ha acostumbrado a vivir una vida del común mientras que los más ricos viven para

hacerse más ricos.


Sara Alejandra Muñeton Acevedo

En conclusión, si bien no podríamos recrear una sociedad con el pensamiento de

Sócrates hay que es un pensamiento primitivo y utópico en algunos aspectos, tal vez si

deberíamos tomar como reflexión con nuestras vidas la manera en que vivimos, en

desconocimiento de mucho simplemente porque “no es necesario” pues bien dicho es,

que en tierra de tontos, cualquiera manda.

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