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NEUROPSICOLOGÍA

n° 03
Curso : Neuropsicología
Ciclo : III
Tema : Sensibilidad Somática General y Los pares craneales
Profesor : Oscar Ivan Alfaro Bustamante
E-mail : oscar.alfaro@upn.pe

I. Bienvenida

Quién de nosotros no se ha caído alguna vez de la bicicleta, del columpio, etc. Si


éramos muy traviesos alguna ocasión nos hemos quemado con fósforos o metimos
las manos al tomacorriente. ¡Recuerdas ello!
Cual quiera de estas acciones generan un estímulo, muchas veces no agradable. Sin
embargo, hay otros que son lo contrario, por ejemplo, el perfume del chico o chica
que te gusta, tu chocolate favorito o comida preferida, etc.
Pero ¿Cómo es posible todo ello? Todo ello es gracias al sistema nervioso y el
conjunto de células especializadas de nuestro organismo los cuales conoceremos en
esta sesión.

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II. Desarrollo

Los nervios craneales

Los nervios craneales comúnmente denominados pares craneales,


clásicamente se han considerado constituidos por doce pares de troncos
nerviosos, que tienen sus orígenes aparentes en la superficie encefálica y, luego
de trayectos más o menos largos en el interior de la cavidad craneana
abandonan esta por orificios situados en la base craneana para alcanzar sus
áreas de inervación (Portellano, 2005).

Aunque estos pares reciben nombres particulares, existe la tendencia a


designarlos por números romanos que se asignan atendiendo al orden
cefalocaudal de implantación encefálica de los mismos. Excepto el I par u
olfatorio y el II par u óptico (que no son verdaderos nervios, sino prolongaciones
del encéfalo, aunque se les siga considerando entre los pares craneales), a los
que añadimos una parte del XI par o accesorio que se desprende de la médula
cervical alta, todos los pares craneales restantes tienen su origen aparente a lo
largo del tronco encefálico. (Véase, figura 1)

Atendiendo a si estos nervios contienen fibras aferentes, fibras motoras o


de ambos tipos, los nervios craneales pueden ser sensitivos, motores o mixtos,
respectivamente. Los nervios sensitivos tendrán ganglios craneales aferentes y
núcleos sensitivos; los nervios motores presentarán solo núcleos motores y los
nervios mixtos tendrán ganglios craneales aferentes y núcleos sensitivos y
motores. Tanto los pares aferentes como los eferentes pueden ser somáticos o
viscerales, teniendo en cuenta su destino. Las fibras viscerales pueden a su
vez, pertenecer al sistema simpático o al parasimpático.

De acuerdo con estas consideraciones, los pares craneales se clasifican


en:

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TIPO NERVIOS CRANEALES


Sensitivos o El olfatorio (I par), el óptico (II par) y el vestibulococlear o
aferentes estatoacústico (VIII par).
El motor ocular común u oculomotor (III par), el patético o
Motores o troclear (IV par), el motor ocular externo, abductor o
eferentes abducens (VI par), el espinal o accesorio (XI par) y el
hipogloso (XII par).
El trigémino (V par), el facial (VII par),
Mixtos el glosofaríngeo (IX par) y el vago o neumogástrico
(X par).

Figura 1: Netter, F. (2011) Atlas de anatomía humana.

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Nervio Olfatorio: I par

De las neuronas olfatorias bipolares (las células olfatorias o de Schultze)


incluidas en la mucosa nasal que recubre los cornetes superior y medio, así como la
parte superior del tabique nasal, y que presentan prolongaciones periféricas muy
cortas que alcanzan la superficie libre de la mucosa, parten axones amielínicos que,
siguiendo un trayecto ascendente, atraviesan la lámina cribosa del etmoides para
hacer sinapsis con neuronas del bulbo olfatorio (células mitrales), que se encuentra
descansando sobre el lado respectivo de la lámina horizontal del etmoides.

Los axones de las neuronas del bulbo olfatorio forman la llamada cintilla olfatoria,
de curso anteroposterior, la cual, al alcanzar los límites anteriores de la sustancia
perforada anterior, se divide en las llamadas estrías olfatorias medial y lateral. Los
axones de estas estrías van a hacer sinapsis directa o indirectamente con neuronas
del complejo rinencefálico, especialmente la región del uncus del hipocampo. Entre las
estructuras rinencefálicas con las que establece relación la vía olfatoria, citemos el
hipocampo, el núcleo amigdalino, el área piriforme, el tálamo, los cuerpos mamilares,
el núcleo habenular, el trígono y otras.

Las terminaciones periféricas de las células de Schultze son estimuladas


químicamente por partículas odoríferas, que se encuentran suspendidas en el aire que
circula por las fosas nasales (Véase figura 2).

Técnicas de exploración

1. Deben tenerse preparados pequeños frascos con sustancias de olores


conocidos, corrientes o comunes, y que no sean irritantes. Entre ellos el olor a
clavo, café, jabón, perfume, trementina, alcanfor, etc. No debe usarse
amoniaco, vinagre, formol u otras sustancias, que irritarían las terminaciones
sensitivas del V par.

2. Pida a la persona que: ocluya una fosa nasal con su dedo, mantenga la boca
cerrada y cierre los ojos.

3. Presente varios olores familiares, aplicando la boca del recipiente que contenga
la sustancia que se use, debajo de la fosa nasal que se está examinando.

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4. Cada lado de las fosas nasales debe ser explorado separadamente. Repita el
procedimiento en la otra fosa nasal.

5. Debemos preguntar primero si siente o no el olor y si responde positivamente,


se le insta a que identifique el olor.

6. Anótese cuidadosamente señalando para cada fosa nasal, cuál es el resultado


de la prueba.

Figura 2: Netter, F. (2011) Atlas de anatomía humana.

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Nervio óptico: II par

Las neuronas periféricas de la vía óptica son las neuronas bipolares situadas en
la parte media de la retina, una de cuyas prolongaciones, la periférica, recoge los
impulsos nerviosos que le llevan los receptores visuales (conos y bastoncillos), los
cuales, situados en la parte externa de la retina, son impresionados por los rayos
luminosos; la prolongación central de estas neuronas bipolares hace sinapsis con las
células ganglionares de la parte interna de la retina. De estas células ganglionares,
segunda neurona de la vía visual, parten fibras desde casi toda la superficie retiniana
que van a converger a nivel de la papila óptica, para abandonar el globo ocular y formar
el nervio óptico correspondiente.

Los nervios ópticos alcanzan la cavidad craneana por los agujeros ópticos
respectivos, se pierden en el quiasma óptico situado a nivel del suelo del III ventrículo,
inmediatamente por encima de la hipófisis. En el quiasma óptico, las fibras de los
nervios ópticos procedentes de la mitad nasal de cada retina se entrecruzan con las
del lado opuesto, mientras que las fibras de la mitad temporal de cada retina no se
entrecruzan. Después que la vía óptica atraviesa el quiasma, constituyen las llamadas
cintillas ópticas que, de acuerdo con la decusación parcial de las fibras ocurrida en el
quiasma, cada una estará conformada por las fibras que vienen de la mitad temporal
de la retina del mismo lado y por las de la mitad nasal de la retina del lado opuesto.
(Véase figura 3)

Técnicas de exploración

Agudeza visual. De lejos y de cerca.


Para determinar la visión lejana se
usa la tabla de Snellen y para la visión
de cerca, la tabla de Jaeger, que
puede ser sustituida por la página
impresa de un periódico o del
directorio telefónico. Cuando se
explora la visión cercana o lejana en
personas iletradas o en niños
pequeños que no pueden leer, se
hacen sustituciones adecuadas en
los carteles de lectura, sustituyendo las letras por figuras.

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Figura 3: Netter, F. (2011) Atlas de anatomía humana.

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Perimetría y campimetría. La perimetría consiste en determinar el perímetro


del campo visual correspondiente a cada ojo, es decir, la superficie que cada
uno abarca al mirar, también llamada visión periférica. La campimetría, que
consiste en precisar el campo visual.

Figura 4: Imagen extraída de internet

Visión de los colores. Se le pueden mostrar al sujeto algunos de los colores


simples y ver si es capaz de identificarlos. Los especialistas cuentan con
láminas apropiadas para esta exploración, como los discos de Ishihara.
Examine cada ojo por separado, mostrándole al sujeto objetos de color (rojo,
azul, verde y amarillo) que pueda haber en la habitación o muéstrele láminas
con esos colores, preparadas previamente para este examen.

Examen del fondo de ojo. El examen del fondo de ojo se realiza mediante la
oftalmoscopia, usando el instrumento llamado oftalmoscopio. El oftalmoscopio,
Existen diferentes tipos y marcas, pero todos tienen formas similares. El mango
usualmente contiene las baterías para la fuente de luz, o de dicho mango parte
el cable para la fuente eléctrica. Todos tienen una rueda para ajustar las
dioptrías de las lentes de refracción, que deja ver un número positivo o negativo
a través de una pequeña ventana. Inicialmente, el foco se sitúa en 0 dioptrías,
lo que significa que la lente ni converge ni diverge los rayos de luz. Dependiendo
tanto de sus ojos como de los del sujeto, este dispositivo debe ajustarse para
brindar el foco más exacto del fondo.

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Nervio óculo motor o motor ocular común: III par

El III par se origina de dos masas nucleares eferentes o motores que están
situadas en el tegmento mesencefálico inmediatamente por delante del acueducto del
cerebro o de Silvio, a nivel de los tubérculos cuadrigéminos superiores. Las células
que forman el núcleo de cada uno de estos nervios son de dos tipos: unas somáticas
y otras viscerales (estas últimas forman parte del parasimpático craneal y se
acostumbra a individualizarlas con el nombre de núcleo de Edinger-Westphal, al cual
ya nos hemos referido al señalar los arcos de los reflejos fotomotores, consensuales y
de acomodación).

Las fibras eferentes de estos núcleos se dirigen hacia delante para emerger en
la superficie anterior del mesencéfalo en el lado interno del pedúnculo cerebral y
constituir, uno a cada lado, el nervio motor ocular común. Cada uno de estos nervios
se dirige hacia abajo y adelante situándose primero en el espesor de la pared lateral
del seno cavernoso, alcanza la órbita correspondiente atravesando el agujero yugular
de ese lado.

Inmediatamente que alcanza la cavidad orbitaria, cada motor ocular común se


divide en dos ramas: una superior que inerva los músculos recto superior y elevador
del párpado superior, y otra inferior, destinada a los músculos recto interno, recto
inferior y oblicuo menor. Por lo tanto, el nervio motor ocular común inerva todos los
músculos de la órbita, excepto el recto externo y el oblicuo superior. Además, las fibras
preganglionares parasimpáticas que se originan en el núcleo de Edinger-Westphal, se
distribuyen con este par; hacen sinapsis en el ganglio ciliar correspondiente y las fibras
posganglionares que emergen de este último inervan el constrictor de la pupila y el
músculo ciliar (Véase, figura 5).

Técnicas de exploración

Motilidad extrínseca del ojo: a) Abertura palpebral (III par) y b) Movimientos


oculares.

Motilidad intrínseca del ojo: a) Pupilas: forma y contorno, situación, tamaño,


simetría, hippus pupilar; b) Reflejo fotomotor; c) Reflejo consensual; Reflejo de
la acomodación y convergencia.

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Figura 5: Netter, F. (2011) Atlas de anatomía humana.

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Nervio patético o troclear: IV par

El IV par se origina en los núcleos motores somáticos que se localizan también


en el tegmento mesencefálico, por delante del acueducto de Silvio, a nivel de los
tubérculos cuadrigéminos inferiores. Las fibras que emergen de cada uno de estos
núcleos se dirigen dorsomedialmente para, entrecruzándose totalmente con las del
núcleo del lado opuesto, constituir el nervio troclear correspondiente, que presenta su
origen aparente en la superficie dorsal del tronco encefálico, junto a la línea media,
inmediatamente por debajo de la lámina cuadrigémina.

Este par, como vemos, es el único par craneal cruzado y de emergencia dorsal.
Cada nervio troclear rodea de atrás a delante el tronco encefálico para incluirse, junto
a la base craneana, en el espesor de la pared lateral del seno cavernoso respectivo, y
alcanzar la órbita por medio de la fisura orbitaria superior o hendidura esfenoidal.
Inerva el músculo oblicuo superior del mismo lado de su trayecto periférico o, lo que
es lo mismo, del lado opuesto al de su núcleo (Véase, figura 5 y 6).

Figura 6: Netter, F. (2011) Atlas de anatomía humana.

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Nervio trigémino: V par

Este par de nervios es el de mayor grosor entre los pares craneales. Se


desprenden uno a cada lado de la parte más lateral de la mitad superior del puente.
Son nervios mixtos –por lo que contienen fibras aferentes (colectadas en la llamada
raíz sensitiva o portio mayor) y eferentes (agrupadas en la raíz motora o portio menor).
Cada trigémino, después de un corto trayecto intracraneal, presenta un ganglio
aferente voluminoso (el ganglio semilunar de Gasser), que se encuentra descansando
incluido en un receptáculo que le forma la duramadre, sobre la punta del peñasco
temporal. De este ganglio parten las tres ramas trigeminales fundamentales: la
oftálmica, la maxilar y la mandibular; estas ramas abandonan la cavidad craneana por
diferentes orificios del suelo de la fosa craneal media: la fisura orbitaria superior o
hendidura esfenoidal, el agujero redondo y el agujero oval respectivamente.

La Porción aferente o sensitiva, corresponde un territorio de inervación extenso.


Las fibras de la aferencia exteroceptiva (tacto, dolor, temperatura) tienen su origen en
las células unipolares del ganglio semilunar; estas células envían prolongaciones
periféricas hacia los receptores por medio de las tres ramas trigeminales y
prolongaciones centrales hacia el puente, algunas (las del dolor y la temperatura)
inician un trayecto descendente en el tronco encefálico; otras, las táctiles, se bifurcan
en ramas ascendentes muy cortas y en ramas descendentes mucho más largas, que
en conjunto con las dolorosas y térmicas forman el llamado tracto espinal del V par, el
cual se va a extender por abajo hasta la zona de Lissauer de los segmentos medulares
cervicales superiores (Véase, figura 7).

La porción motora, es decir, el núcleo motor del trigémino llamado núcleo


masticador por los fisiólogos emite fibras eferentes somáticas que van a inervar, en el
lado correspondiente, los músculos temporal, masetero, pterigoideo interno y externo,
peristafilino externo, tensor del tímpano, milohioideo y vientre anterior del digástrico.
Se encuentra situado en el tercio medio del puente, ventralmente al núcleo principal.
Las fibras que de él emergen hacen su salida del neuroeje por el lado externo de la
cara ventral del puente. En su emergencia hace contacto con la raíz sensitiva a que
nos hemos referido anteriormente. La raíz motora, después de un corto trayecto
intracraneal junto a la raíz sensitiva, se sitúa por debajo del ganglio semilunar de
Gasser (sin incluirse en él), para incorporar sus fibras a la rama mandibular, por medio
de la cual se distribuyen (Véase, figura 7).

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Figura 7: Netter, F. (2011) Atlas de anatomía humana.

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Técnicas de exploración

La porción sensitiva se explora en forma similar a la sensibilidad en general;


para ello utilizamos mechitas de algodón, alfileres y objetos fríos o calientes.

Reflejos: corneal (parpadeo), conjuntival, mandibular y estornutatorio.

La porción motora se explora de dos maneras: A) Palpe los músculos


temporales y después los maseteros, mientras ordena a la persona que apriete
fuertemente sus dientes o que mastique, lo que permite percibir el
endurecimiento de las masas musculares, por la contracción de las mismas y
B) Pida al sujeto que abra su boca, mientras con una mano se opone a ello.

En el caso de parálisis de los masticadores de un lado, observaremos al palpar


con la mano libre, que el masetero del lado afecto no se contrae, no se
endurece, en tanto que el del lado sano sí lo hará. Además, si la presión que
oponemos al movimiento del mandibular lo permite, al pedir al sujeto que abra
la boca poco a poco, veremos que el mandibular se desvía hacia el lado
paralizado, por ser imposible que los músculos de ese lado contrarresten la
fuerza de los del lado sano.

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Nervio abducens o motor ocular externo: VI par

Nervio con componente motor, inerva el músculo recto lateral y su núcleo se


localiza debajo del piso del cuarto ventrículo en la región dorsal de la protuberancia.
Deja el tallo a nivel del surco pontobulbar. El VI par tiene sus núcleos motores
somáticos de origen a nivel de la protuberancia o puente, uno a cada lado,
inmediatamente por debajo del suelo del IV ventrículo; sus fibras después de atravesar
la protuberancia en dirección algo ventrolateral, hacen emergencia a nivel del surco
bulboprotuberancial, por encima de las pirámides anteriores de la médula oblongada.
Después de recorrer un corto trayecto junto a la base del cráneo se introducen en el
interior del seno cavernoso de su lado correspondiente y atravesando las hendiduras
esfenoidales alcanzan la órbita respectiva, inervando los rectos externos de los ojos
(Véase, figura 5).

Nervio facial: VII par

El nervio facial tiene cuatro funciones distintas (Véase figura 8):

1. Motor somático para los músculos de la cara (facial propiamente dicho).


2. Sensorial, responsable del sentido del gusto de los dos tercios anteriores de la
lengua (nervio intermediario de Wrisberg).
3. Sensibilidad general para una parte del pabellón de la oreja (zona de Ramsay-
Hunt).
4. Forma parte del parasimpático craneal (posee fibras secretorias y
vasodilatadoras) ya que inervan las glándulas lagrimales, las salivares
sublingual y submandibular, y los vasos de las mucosas del paladar,
nasofaringe y fosas nasales.

El núcleo motor somático del facial está situado profundamente en la calota


protuberancial, por delante del núcleo del VI par. Las fibras procedentes del núcleo
siguen un trayecto dorsomedial dentro del puente y forman luego un asa alrededor del
núcleo del VI par: es la llamada “rodilla” del facial. Las fibras emergen del tallo cerebral
por el surco bulboprotuberancial o pontino inferior.

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Figura 8: Netter, F. (2011) Atlas de anatomía humana.

El núcleo motor del facial tiene dos porciones: una, superior y otra, inferior. La
porción superior contiene las neuronas que inervan los músculos de la mitad superior
de la hemicara correspondiente (frontal, superciliar y orbicular de los párpados) y la
porción inferior, los restantes músculos de la cara.

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El núcleo superior recibe inervación de ambas vías corticonucleares (fascículo


geniculado), tanto de la del lado opuesto como de la del mismo lado, en tanto que el
grupo inferior solo recibe inervación de la vía corticonuclear del lado contrario.

La porción sensorial del facial se origina en el ganglio geniculado (situado en el


trayecto intrapetroso del VII par), el cual posee neuronas unipolares con ramas
centrales y periféricas. Las prolongaciones centrales forman el nervio intermediario de
Wrisberg, el cual entra al tallo por el surco bulbopontino (junto a la porción motora)
terminando en la parte superior del núcleo solitario.

La porción vegetativa parasimpática del VII par tiene núcleos relacionados con la
porción motora y con el nervio intermediario. Del núcleo lagrimal (situado muy cerca
del núcleo motor) parten fibras preganglionares que transcurren dentro del facial, a
través del nervio petroso superficial mayor, terminando luego en el ganglio
esfenopalatino; las fibras posganglionares inervan las glándulas lagrimales y las
mucosas señaladas.

Técnicas de exploración

Función motora

Observe desde el comienzo del examen físico si existe o no, desviación de


una comisura labial al hablar o la salida de la saliva por un lado de la boca.

Ordene al sujeto que arrugue la frente (con esta maniobra exploramos el facial
superior), que frunza el ceño, que cierre fuertemente los ojos, que se ría, que
enseñe los dientes y que silbe y observe la simetría de los pliegues, de los
surcos y de las comisuras labiales.

Pídale a la persona que proyecte los labios hacia adelante, mientras usted
ejerce presión en contra con sus dedos.}

Pídale, además, que llene de aire la boca y pronuncie ambas mejillas.


Presiónelas simultáneamente con sus dedos índices y note si se escapa el aire
por uno de los lados de la boca.

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Explore la fuerza de cierre de los párpados pidiendo al sujeto que mantenga


los ojos fuertemente cerrados, mientras usted trata de abrirlos elevando los
párpados con sus pulgares.

Si el sujeto está estuporoso o en coma, se debe realizar la maniobra de Pierre-


Marie- Foix (presión firme sobre la parte posterior del ángulo de las mandíbulas) que
puede poner en evidencia una parálisis facial inferior.

Función sensorial

Sabemos que los dos tercios anteriores de la lengua están inervados


sensorialmente por la cuerda del tímpano (rama del facial) y el nervio lingual
(rama del trigémino). El examen de la función sensorial consiste pues, en
explorar el gusto de cada hemilengua, en sus dos tercios anteriores. Se
necesita tener preparado hisopos algodonados, frascos con azúcar (sabor
dulce), sal común (salado), ácido cítrico o jugo de limón (ácido) y quinina
(amargo), un papel o cuatro tarjetas donde estén escritos con letras grandes,
los cuatro sabores primarios y un vaso con agua natural para enjuagarse la
boca entre una gustación y otra.

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Nervio vestibulococlear: VIII par

Tiene dos componentes, el nervio coclear o auditivo y el nervio vestibular. Unidos


en un tronco común (los separa un tabique fibroso) los dos nervios salen del conducto
auditivo interno junto al VII par, pasan por el ángulo pontocerebeloso y entran en el
tallo cerebral a nivel del surco bulboprotuberancial, inmediatamente por detrás del VII
par. A partir de su entrada en el tallo cerebral sus vías se diferencian totalmente (Véase
figura 9):

Figura 9: Netter, F. (2011) Atlas de anatomía humana.

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El nervio coclear, Se origina en el ganglio espiral o ganglio de Corti, situado en


la porción petrosa del temporal. Sus neuronas bipolares envían sus prolongaciones
dendríticas al órgano de Corti, situado en el caracol membranoso del oído interno. Este
órgano altamente especializado capta las vibraciones de los diferentes sonidos a
través de sus 30 000 células ciliadas.

Los nervios coclear y vestibular atraviesan el CAI hacia la cisterna del ángulo
pontocerebeloso. En el CAI, el VII par craneal, los nervios vestibular superior e inferior
y el nervio coclear tienen un trayecto paralelo; encontrándose el VII par craneal en
posición anterosuperior, el nervio vestibular superior en posición posterosuperior, el
coclear en posición anteroinferior y el vestibular inferior en posición posteroinferior
(Véase figura 9). Esta distribución característica se puede observar en una proyección
sagital oblicua en secuencia SSFP de RM; sin embargo, en proyección axial
usualmente solo se visualizan dos de los cuatro nervios; si el modiolo de la cóclea está
presente en el corte axial se pueden ver el nervio coclear y el vestibular inferior, de lo
contrario los nervios observados son el facial y el vestibular superior.

La rama vestibular del VIII par craneal o nervio vestibulococlear (estatoacústico),


es responsable del equilibrio estático y cinético y nos da la posición global de la cabeza
en relación con los diversos planos del espacio. Las fibras que constituyen estas ramas
tienen su origen en las células sensitivas (primera neurona) y en el ganglio vestibular
(Scarpa), que se encuentra en el conducto auditivo interno. Estas primeras neuronas,
son células bipolares cuyas prolongaciones periféricas terminan en los receptores
vestibulares situados en el laberinto membranoso del oído interno (utrículo, sáculo y
ampolla de los conductos semicirculares), cuyas dendritas son estimuladas por el
desplazamiento de la endolinfa, registrando sus movimientos producidos por la
rotación de la cabeza y captados a nivel de la mácula del utrículo y del sáculo y de las
crestas de los canales semicirculares, mientras que las prolongaciones centrales
constituyen el nervio vestibular que junto a la rama coclear alcanzan el puente a través
del surco pontino inferior (bulboprotuberancial) dirigiéndose hacia atrás, hacia el suelo
del IV ventrículo donde se dividen en fibras ascendentes y descendentes.

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Técnicas de exploración

Porción coclear: Examen otoscópico del oído. Debe comenzarse la exploración


de la porción coclear con este examen, que ya fue explicado en la exploración
regional, el cual permitirá observar en el sujeto si hay algún obstáculo o
enfermedad en el conducto auditivo externo, o en el oído medio, mediante la
observación de la membrana del tímpano.

Explore la agudeza auditiva, especialmente los sonidos de alta frecuencia. En


un recinto a prueba de ruidos, ocluyendo uno de los conductos auditivos
externos, se le habla a la persona en voz baja a cierta distancia, la que se va
acortando hasta que el sujeto nos oiga.

Nervio glosofaríngeo: IX par

Las fibras motoras del IX par craneal se originan en el núcleo ambiguo, las
parasimpáticas en el núcleo salivatorio inferior y las sensoriales se dirigen hacia los
núcleos solitario y espinal del nervio trigémino (V par craneal); todos estos núcleos se
localizan en el bulbo medular. El IX par craneal emerge del bulbo en forma de 10 a 20
raicillas a lo largo del tercio superior del surco postolivar, superior al nervio vago (X par
craneal), conformando su segmento cisternal el cual atraviesa la cisterna
bulbocerebelosa lateral en cercana relación con el flóculo cerebeloso para ingresar al
foramen yugular a través del meato del glosofaríngeo (Véase figura 10).

En su recorrido, el IX par da origen a varias ramas: nervio del seno carotídeo,


nervio faríngeo, nervio estilofaríngeo, nervio lingual y nervio de Jacobson, el cual se
origina en el ganglio sensitivo inferior, conduce la información sensitiva del oído medio
y se encarga de la función parasimpática de la parótida.

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Figura 10: Netter, F. (2011) Atlas de anatomía humana.

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Nervio vago o neumogástrico: X par

El vago es como el glosofaríngeo, un nervio que contiene fibras motoras, sensitivas y


vegetativas. Las fibras motoras surgen de las células motoras del núcleo ambiguo en
su parte media, entre las que dan origen al IX y al XI pares. Desde allí se dirigen hacia
fuera y algo adelante para llegar al surco lateral de la médula oblongada, donde
emergen por siete u ocho filetes que rápidamente se unen para formar un tronco que
abandona el cráneo por el agujero yugular; a este nivel se encuentra un ganglio
superior o yugular y un ganglio situado inmediatamente inferior al anterior y que se
llama ganglio plexiforme. Atraviesa entonces el cuello, el tórax, el diafragma (por el
orificio destinado al esófago) y penetra en el abdomen, donde termina. Las fibras
motoras del vago se distribuyen por los músculos del paladar blando y de la faringe
(Véase figura 11).

Las fibras sensitivas del vago son de dos órdenes: somáticas y viscerales. Las
somáticas provienen de las células del ganglio yugular y por sus ramas periféricas
reciben la sensibilidad del conducto auditivo externo y parte de la oreja y mediante la
rama recurrente meníngea de este nervio, la sensibilidad de la duramadre de la fosa
posterior. Su prolongación central une estas células con el trayecto espinal del
trigémino y su núcleo. Las viscerales, nacidas de células de los ganglios antes citados,
reciben la sensibilidad de la faringe, la laringe, la tráquea, el esófago, las vísceras
torácicas y abdominales y de unos pocos corpúsculos gustativos que se encuentran
cerca de la epiglotis. Estas fibras son las que llevan al neuroeje las sensaciones
viscerales de distensión, náusea e impulsos concernientes a la regulación de la
profundidad de los movimientos respiratorios y el control de la presión arterial.

Las fibras vegetativas del vago son parasimpáticas. Salen del núcleo dorsal del
vago, mejor llamado núcleo cardioneumoentérico, que ya hemos visto antes, que es el
homólogo del cuerpo o asta lateral de la médula; es un centro vegetativo y está situado
a nivel del ala gris del IV ventrículo. Las fibras que surgen de este núcleo transcurren
a lo largo del nervio sin detenerse en ninguno de los dos ganglios antes citados y se
distribuyen por los sistemas respiratorio, circulatorio, digestivo y urinario. Es importante
conocer que más abajo de la emergencia de los nervios recurrentes, los vagos no
contienen más que fibras parasimpáticas.

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Figura 11: Netter, F. (2011) Atlas de anatomía humana.

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Técnicas de exploración

Examen del velo del paladar y la úvula. Generalmente se aprovecha la


exploración del fenómeno de Vernet para el IX par, ya que la técnica es la
misma; lo que varía es la observación, que, en lugar de centrar la atención en
la pared posterior de la faringe, se observa la úvula y los dos velos, derecho e
izquierdo, del paladar.

Examen de las cuerdas vocales mediante el laringoscopio. Observe si las dos


cuerdas se mueven, si hay parálisis o paresia de una de las dos. La
exploración de la sensibilidad de la laringe es muy difícil clínicamente.

Nervio accesorio: XI par

Este es un nervio únicamente motor. Las fibras motoras que lo constituyen se


originan de dos sitios distintos: la médula espinal y la médula oblongada.

Del núcleo bulbar, ya conocido (porción inferior del núcleo ambiguo), las fibras
se dirigen hacia fuera y algo adelante, para emerger en el surco lateral de la médula
oblongada, inmediatamente debajo del X par, y después de constituir la rama interna
del nervio accesorio, se adosa al vago con el que se fusiona a nivel del ganglio
plexiforme del X par, y dar inervación, principalmente a los músculos de la laringe.

Las fibras de origen medulospinal constituyen la rama externa del accesorio.


Se originan en las células de la asta anterior de la médula desde el primer hasta el
quinto o sexto segmentos cervicales. Ascienden y constituyen la raíz espinal del XI
par y penetran en el cráneo por el agujero occipital, para unirse a la raíz medular y
después salir del cráneo por el agujero yugular. Estas fibras van en definitiva a inervar
el músculo trapecio y el esternocleidomastoideo del mismo lado. El núcleo del XI par
tiene inervación cortical bilateral (Véase figura 12).

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Figura 12: Netter, F. (2011) Atlas de anatomía humana.

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Técnicas de exploración

1. Se inspecciona la región cervical y la nuca, en busca de asimetría o flacidez


de los músculos esternocleidomastoideo y trapecio y de atrofia o
fasciculaciones de alguno de ellos.

2. Se palpan estos músculos para comprobar su tono o flacidez.

3. Se le ordena al sujeto que eleve ambos hombros, poniendo el examinador las


manos sobre ellos y oponiéndose al movimiento, con el objeto de explorar la
fuerza muscular segmentaria de cada trapecio.

4. Se le ordena al sujeto rotar la cabeza, oponiéndose el examinador al


movimiento, con una mano apoyada en el mentón de aquel y observando la
fuerza muscular con que se pretende realizar el movimiento, y la contracción
o no del músculo esternocleidomastoideo del lado opuesto.

5. Se le ordena al sujeto que flexione su cabeza sobre el pecho y se opone


resistencia con una mano en el mentón a ese movimiento, la cabeza se
desviará hacia el lado paralizado.

Ps. Oscar I. Alfaro Bustamante 27


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Nervio hipogloso: XII par

Es un nervio motor. Sus fibras emanan de dos núcleos situados en el piso del
IV ventrículo: el núcleo principal y el accesorio. El núcleo principal forma en el suelo
del IV ventrículo un relieve, el ala blanca interna. Estos núcleos representan la cabeza
de las astas anteriores de la médula. Desde su origen, las fibras recorren un trayecto
intrabulbar hacia delante y afuera para emerger del neuroeje por el surco preolivar de
la médula oblongada, por 10 ó 15 filetes orientados en sentido vertical; de estos, los
más bajos llegan hasta el sitio de entrecruzamiento de las pirámides, superponiéndose
exactamente a la raíz anterior del primer nervio raquídeo cervical. Estos filetes se
reúnen en dos troncos que convergen hacia el agujero condíleo y se fusionan en un
solo tronco. A su salida del cráneo el nervio describe una curva cuya concavidad mira
hacia arriba y adelante y después de atravesar el espacio laterofaríngeo, la región
carotídea y la subhioídea viene a terminar en la cara lateral de la lengua, inervando los
músculos de esta (Véase figura 13).

Técnicas de exploración

Trofismo y simetría de la lengua; fasciculaciones: se le ordena a la persona


abrir la boca y se observa la lengua y si sus dos mitades son iguales y
simétricas o si hay atrofia de alguna de sus dos mitades. Se observa, además,
la existencia o no de fasciculaciones.

Posición de la lengua: se le ordena al sujeto que saque la lengua y se observa


si la punta está en el centro o se desvía hacia un lado. Téngase cuidado con
las falsas desviaciones de la punta de la lengua, cuando hay parálisis facial o
cuando faltan piezas dentarias que dan una asimetría del orificio de la abertura
de la boca.

Fuerza muscular segmentaria: la fuerza muscular segmentaria de la lengua se


explora ordenándole al sujeto que presione con la lengua una de las mejillas
contra las cuales el examinador ha colocado sus dedos o mano por fuera.

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Figura 13: Netter, F. (2011) Atlas de anatomía humana.

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III. Referencia de consulta

Neuroscience and Behavioral Physiology. (1998) Effect of destruction of the


lateral nucleus of the septum of the morphofunctional state of the reproductive
system of albino male rats. Springer Journal, (18) 4. New York.
Portellano J. (2005) Neuropsicología. Ed. Mac Graw Hill
Ardila, A., & Rosselli, M. (2007). Neuropsicología clínica
Ardila R. (1981) Psicología fisiológica. Ed. Trillas

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