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Se denominan nervios craneales a los componentes del sistema nervioso periférico (SNP) que en
número de 12 a cada lado.
Los pares craneales son más simples:
Anatomía: los receptores visuales, los conos y los bastones, se localizan en la retina. Los
primeros reaccionan a las altas intensidades de luz y determinan la agudeza visual y la
diferenciación de los colores, mientras que los segundos lo hacen a bajas intensidades de luz
y permiten la visión nocturna. El II par conduce los impulsos visuales desde la retina al
cortex occipital. La retina convierte la luz en una señal eléctrica que viaja a través del nervio
óptico, formado por los axones de las células retinianas (fotorreceptores, interneuronas y
células ganglionares). El nervio óptico se continúa con el quiasma óptico, donde se
entrecruzan las fibras de la mitad nasal, y sigue por la cintilla óptica (con fibras temporales
no cruzadas), terminando en el núcleo geniculado lateral, donde sinapta con la segunda
neurona. Desde aquí salen las radiaciones ópticas que acaban fusionándose en la corteza
visual primaria (cara interna del lóbulo occipital).
Exploración:
Agudeza visual: Examine cada ojo por separado (permita que el paciente use sus gafas o
lentes de contacto)
Visión de lejos. Tabla de Snellen (filas de letras con tamaño decrecientes), colocada a
6 m de distancia, comenzando por ojo derecho, se hace que el paciente lea cada línea
hasta que no sea capaz de distinguir detalles.
Visión de cerca. Tabla de Jaeger, colocada a 30 cm. Si la lectura no es posible, se
realiza prueba de visión cuenta dedos, colocándose a 1 m. Si la visión es menor, hay
que determinar si percibe luz.
Reconocimiento de los colores: se mostrarán diferentes objetos de colores diversos, que
deberán ser reconocidos.
Campo visual por confrontación: el examinador sentado frente al paciente tapará con una
mano el ojo izquierdo de éste y cerrará su propio ojo derecho. El paciente mantendrá fijo su
ojo derecho mirando el izquierdo del médico, mientras éste flexiona y extiende un dedo para
estimular un cuadrante del campo visual del ojo explorado. El paciente deberá reconocer el
movimiento del dedo. Se examinarán luego los otros tres cuadrantes y el ojo contralateral. La
mano que estimula debe equidistar entre el examinador y el paciente. Esta prueba también se
puede realizar desplazando un objeto (p. ej., lapicera) desde el centro hacia la periferia de
cada campo visual; el paciente debe mencionar cuándo deja de observarlo, lo cual será
valorado por el médico, quien lo comparará con su propio ojo abierto.
Fondo de ojo: se realiza con un oftalmoscopio. Se procederá a observar:
La papila, que representa la cabeza del nervio óptico. Es redondeada, de color rosado
pálido y de bordes nítidos, presenta una depresión central denominada excavación
fisiológica. El examen de los vasos que emergen junto con ella permitirá observar el
latido venoso;
Los vasos, que se distribuyen por la retina. Las venas, más gruesas y oscuras, tienen
una relación de 3 a 2 con las arterias; y
La mácula, que se ubica por fuera del borde temporal de la papila. Es avascular, con
una zona central más refringente; representa el área de mayor agudeza visual.
Alteraciones:
Un escotoma es un defecto en un campo visual. Según el nivel donde se localiza la lesión de la
vía visual podemos diferenciar entre:
Lesiones prequiasmáticas. Producirán escotomas o amaurosis del mismo lado de la vía
afectada.
Lesiones quiasmáticas o retroquiasmáticas. Hemianopsia bitemporal, cuadrantanopsia
bitemporal superior o inferior (si lesiones en quiasma) y hemianopsia homónima
contralateral o cuadrantanopsia homónima superior/inferior (en lesiones
retroquiasmáticas).
Alteraciones del campo visual
Lesion del Nervio Optico
Lesión completa: Produce amaurosis homolateral y ausencia del reflejo fotomotor. Se conserva
la contracción de la pupila del ojo enfermo al iluminar el sano (reflejo consensual). Causas:
fracturas de órbita, gliomas del II par, etcétera.
Lesión de un nervio óptico en su unión con el quiasma: Además del nervio óptico se
comprometen las fibras nasales del cuadrante inferior contralateral que forman la rodilla anterior
y protruyen en el nervio. Se presenta amaurosis homolateral y cuadrantopsia temporal superior
contralateral; con menos frecuencia, hemianopsia. 1c Lesión parcial del nervio óptico. Hay
varias posibilidades:
Escotoma central: neuritis óptica, ambliopía alcohólico-tabáquica, eta.
Escotoma centrocecal: neuritis por alcohol metílico, arsénico, etcétera.
Escotoma por estrechamiento concéntrico del campo visual: papiledema crónico, atrofia
de papila secundaria, etcétera.
Lesión quiasmatica: compromiso de fibras nasales
Hemianopsia heterónima bitemporal: (las fibras nasales “miran” hacia los campos temporales).
Causas: tumores de hipófisis, craneofaringiomas, tumores y quistes del tercer ventrículo,
etcétera.
Cuadrantopsia heterónima bitemporal superior: (las fibras inferiores “miran” hacia arriba).
Causas: tumores de hipófisis, etcétera.
Cuadrantopsia heterónima bitemporal inferior: (las fibras superiores “miran” hacia abajo).
Causas: tumores del tercer ventrículo, etcétera
III PAR (MOTOR OCULAR COMÚN U OCULOMOTOR), IV PAR (PATÉTICO O
TROCLEAR), VI PAR (MOTOR OCULAR EXTERNO O ABDUCENS)
Anatomia:
El III par, o nervio motor ocular común, procede de un núcleo par localizado en el mesencéfalo,
por delante del acueducto de Silvio; sale del tronco cerebral pasando entre la arteria cerebelosa
superior y la arteria cerebral posterior, atraviesa el espacio subaracnoideo y se sitúa en la pared
lateral del seno cavernoso, alcanzando la órbita correspondiente en donde inerva los músculos
recto interno (adducción), recto inferior (depresión), recto superior y oblicuo inferior (elevación)
y el elevador del párpado, mientras que a través de las fibras parasimpáticas inerva el músculo
constrictor de la pupila (miosis).
El IV par o nervio patético se origina en un núcleo pareado situado en el mesencéfalo, transcurre
por el lado del pedúnculo cerebral y sigue un trayecto largo por debajo de la tienda del cerebelo,
perfora la duramadre y entra en el seno cavernoso hasta alcanzar el músculo oblicuo superior
(rota y deprime en adducción).
El VI par o nervio motor ocular externo procede de un grupo de neuronas situadas a nivel medial
en la parte baja de la protuberancia. Este núcleo contiene neuronas que se proyectan a través del
fascículo longitudinal medial (FLM) hasta las neuronas motoras del músculo recto interno
contralateral (mirada conjugada horizontal) y fibras, que tras pasar a través del seno cavernoso,
penetran en la órbita para inervar el músculo recto externo (abducción del ojo).
Aferencia de los nucleos principales de los pares III, IV, VI
Fibras corticonucleares (llevan la información motora de la corteza frontal), tubérculo
cuadrigémino superior (comunica con la corteza visual), fascículo longitudinal medio (relaciona
con vías vestibulares y vías de los movimientos oculares conjugados).
Exploración de los pares III, IV y VI:
Motilidad ocular extrínseca
Los tres nervios se examinan de manera simultánea haciendo que el paciente abra los ojos y
solicitándole que siga con la mirada un objeto que desplazamos (simulando que dibujamos una H
en el aire) delante de él, para accionar así todos los músculos extraoculares.
Acción de los distintos músculos: la musculatura ocular extrínseca desarrolla acciones
primarias, aunque algunos músculos tienen también acciones secundarias y terciarias:
• la acción primaria se desarrolla con más intensidad cuando el músculo se contrae al estar el
globo ocular orientado con su línea de inserción;
• las acciones secundaria y terciaria se desarrollan fundamentalmente cuando el globo ocular se
encuentra dirigido hacia adelante;
• la acción secundaria lleva siempre el globo ocular a la posición opuesta a la que debe llevarse
éste para desarrollar su acción primaria;
• la aducción consiste en llevar el ojo hacia la nariz; la abducción, en llevar el ojo hacia la región
temporal. En la intorsión hay rotación del ojo hacia la nariz sobre su eje anteroposterior, mientras
que la extorsión es la rotación del ojo hacia la región temporal sobre su eje anteroposterior.
Acción de los músculos inervados por el III par: Elevador del párpado superior: eleva el
párpado. Recto interno: aducción del ojo. Recto superior: acción primaria, elevación del ojo
(intensidad máxima: ojo abducido); acción secundaria, aducción; acción terciaria, intorsión.
Recto inferior: acción primaria, descenso del ojo (intensidad máxima: ojo abducido); acción
secundaria, aducción; acción terciaria, extorsión. Oblicuo menor: acción primaria, elevación del
ojo (intensidad máxima: ojo aducido); acción secundaria, abducción; acción terciaria, extorsión.
Músculo inervado por el IV par: Oblicuo mayor: acción primaria, descenso del ojo (intensidad
máxima: ojo aducido); acción secundaria, abducción; acción terciaria, intorsión.
Músculo inervado por el VI par: Recto externo: abducción del ojo. Ejemplos: si deseamos
explorar el recto superior derecho, solicitamos al paciente que realice abducción de su ojo
derecho (contracción del recto externo derecho), lo cual llevará a la contracción simultánea del
recto interno izquierdo, aduciendo el ojo izquierdo. Ahora el ojo derecho se encuentra alineado
con la dirección de inserción del recto superior derecho (se inserta en el borde anterior de la
esclerótica y se dirige de adelante hacia atrás y de afuera hacia adentro).
Núcleo sensitivo principal: recibe la información táctil. Envía fibras cruzadas al núcleo ventral
posteromedial del tálamo y fibras directas al tálamo homolateral por los haces
trigeminotalámico-dorsales.
Haz y núcleos trigeminoespinales: las fibras que transportan la sensibilidad termoalgésica
constituyen el haz trigeminoespinal. Éste desciende atravesando el tronco hasta los dos primeros
segmentos de la médula cervical, asociado a una columna nuclear, el núcleo trigeminoespinal,
con el cual va haciendo sinapsis durante el descenso. Este núcleo se divide en una parte oral, de
ubicación sobre todo pontina, una parte interpolar de localización bulbar y una caudal, de
localización medular, que se fusiona con la sustancia gelatinosa de Rolando. Se considera que la
información proveniente de la región bucal y nasal ingresa en la parte oral del núcleo y que las
siguientes áreas faciales hacia la periferia se van incorporando a las partes más bajas del núcleo
hasta su parte caudal.
Núcleo mesencefálico: recibe información propioceptiva de dientes, paladar, músculos de la
masticación y articulaciones temporomandibulares. Proyecta hacia el núcleo motor y sustancia
reticulada.
Exploracion:
Ramos sensitivos: se explorarán las distintas formas de la sensibilidad en piel y mucosas, del
área inervada por cada una de las tres divisiones del V par, y se compararán las respuestas. Se
explorará además la sensibilidad termoalgésica de la región peribucal, del área que la rodea y así
sucesivamente describiendo semicírculos, dado que las lesiones del haz y núcleo
trigeminoespinal determinan una alteración disociada de la sensibilidad (disociación
termoalgésica) con distribución en catáfila de cebolla.
Ramos motores: se inspeccionarán las fosas temporales para determinar la eventual atrofia de
dicha musculatura. Se palparán luego los músculos temporales simultáneamente, para ello se
solicitará al paciente que muerda y relaje los músculos varias veces. Se determinará la fuerza de
contracción y la simetría de la respuesta. Del mismo modo se explorarán los maseteros, que
además se valorarán intentando abrir pasivamente las mandíbulas contraídas, presionando sobre
el mentón. Para evaluar los músculos pterigoideos externos se hará abrir la boca al paciente y se
observará si se encuentra alineada o si hay desviación del mentón en algún sentido (en el del
pterigoideo sano, de haber uno afectado). Se hará llevar la mandíbula hacia adelante para
observar la contracción simultánea de ambos pterigoideos externos y, finalmente, se la hará
lateralizar a derecha e izquierda, oponiéndose al movimiento, para explorar cada uno por
separado.
Reflejos: se explorarán los siguientes: a) corneopalpebral: vía trigeminofacial; b) nasopalpebral:
vía trigeminofacial, y c) maseterino: vía trigeminotrigeminal.
Alteraciones:
Debe tenerse en cuenta lo siguiente:
Puede afectarse cada división por separado y determinar hipoestesia para todas las formas de la
sensibilidad en el territorio correspondiente. Causas: fracturas, tumores, colagenopatías, etcétera.
La primera división puede lesionarse junto con los oculomotores en la hendidura esfenoidal y en
el seno cavernoso (véase antes).
La tercera división, que lleva consigo las fibras motoras, determina, además de hipoestesia,
atrofia y debilidad de los músculos masticatorios del lado comprometido.
La raíz sensitiva principal y/o el ganglio de Gasser, al lesionarse, provocarán hipoestesia en la
cara homolateral. La raíz motora puede afectarse por contigüidad. Causas: neurinomas y
meningiomas, meningitis basales, fracturas de base de cráneo, aneurismas paraselares, herpes
zoster, etc. Las lesiones de tronco y médula pueden determinar también compromiso en la esfera
trigeminal.
La afección de los núcleos sensitivo o motor en la protuberancia llevará, respectivamente, a una
hipoestesia táctil o debilidad masticatoria homolateral.
La del haz y núcleo trigeminoespinal producirá una disociación termoalgésica de la sensibilidad
con distribución en catáfila de cebolla (véase Anatomía), y corresponde la región peribucal a un
compromiso pontino y las áreas concéntricas periféricas, al bulbo y médula sucesivamente.
Neuralgia del Trigemino:
Neuralgia esencial: más frecuente en mujeres de alrededor de la quinta década de la
vida. Se caracteriza por episodios de dolor paroxístico punzante e intenso de segundos a
un minuto de duración, que aumentan progresivamente su frecuencia y pueden pasar de
ser aislados a muchos por día. Se distribuye por el territorio de una de las divisiones (por
lo general, la segunda o la tercera), o de dos de ellas, y es unilateral. Es habitual la
presencia de zonas “gatillo” que desencadenan el ataque, como morder, estornudar,
contacto con el aire frío o la palpación de ciertos puntos cutáneos. Los pacientes suelen
evitar masticar, afeitarse, lavarse la cara o cualquier otro estímulo de estas zonas. La
intensidad del dolor suele provocar gesticulaciones que originaron el término “tic
doloroso” para esta afección. Se ha descrito su asociación con espasmo hemifacial, que
ha sido llamado “tic convulsivo”.
Neuralgia sintomática: es aquella en la cual se identifica una causa. El 3% de los
pacientes con neuralgia del trigémino presenta esclerosis múltiple. Otras causas incluyen
infecciones virales del ganglio trigeminal o compresiones de éste o de la raíz principal
por meningiomas, quistes, ectasias arteriales u otro de tipo de vasos aberrantes, como ya
se mencionó. El cuadro de dolor puede ser de inicio paroxístico, pero suele tornarse
permanente y de intensidad variable. Pueden no reconocerse puntos “gatillo”. Se
comprometen una o hasta las tres divisiones del nervio simultáneamente. En el examen se
comprueba hipoestesia y/o debilidad de la musculatura masticatoria, si bien puede ser
normal en ocasiones, en particular al comienzo del trastorno.