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Legislación Comparada.

1. España.

En el Código Civil español existen tres regímenes matrimoniales:

- Régimen de gananciales
- Régimen de separación de bienes
- Régimen de participación

1.1 Régimen de Gananciales.

La sociedad de gananciales es el régimen económico matrimonial que se aplica en la mayoría de


matrimonios celebrados en España, ya que es el régimen común, excepto en algunas
Comunidades con derecho foral, como Cataluña, Aragón, Navarra, Islas Baleares y País Vasco,
que aplican algunas variaciones a la sociedad de gananciales o superponen por defecto la
separación de bienes.

El régimen económico matrimonial de gananciales es aquel por medio del cual se hacen
comunes todas las ganancias y beneficios que los cónyuges han obtenido durante el matrimonio.

En el régimen de gananciales cabe diferenciar dos tipos de bienes, los bienes privativos de cada
uno de los cónyuges y los bienes comunes.

En caso de separación o divorcio se reparten por partes iguales los bienes comunes de la
sociedad de gananciales, pero los bienes privativos serán para cada uno de los cónyuges.

1.1.1 Bienes Privativos y Bienes Comunes en la Sociedad de Gananciales.

1.1.1.1 Bienes privativos:

- Los bienes y derechos que tenga cada uno de los cónyuges antes de la sociedad de
gananciales.
- Los que sean adquiridos después por título gratuito.
- Los adquiridos a costa o en sustitución de bienes privativos.
- Los adquiridos por derecho de retracto perteneciente a uno solo de los cónyuges.
- Los bienes y derechos patrimoniales inherentes a la persona.
- Los bienes y derechos patrimoniales no transmisibles inter vivos.
- El resarcimiento por daños inferidos a la persona de uno de los cónyuges o a sus bienes
privativos.
- Las ropas y objetos de uso personal que no sean de extraordinario valor.
- Los instrumentos necesarios para el ejercicio de la profesión u oficio, salvo cuando
éstos sean parte integrante o pertenencias de un establecimiento o explotación de
carácter común.

1.1.1.2 Bienes Comunes:

- Los obtenidos por el trabajo o la industria de cualquiera de los cónyuges.

- Los frutos, rentas o intereses que produzcan tanto los bienes privativos como los gananciales.

- Los adquiridos a título oneroso a costa del caudal común, bien se haga la adquisición para la
comunidad, bien para uno solo de los esposos.
- Los adquiridos por derecho de retracto de carácter ganancial, aun cuando lo fueran con fondos
privativos, en cuyo caso la sociedad será deudora del cónyuge por el valor satisfecho.

- Las Empresas y establecimientos fundados durante la vigencia de la sociedad por uno


cualquiera de los cónyuges a expensas de los bienes comunes.

1.1.2 Separación o Divorcio en La Sociedad de Gananciales

Cuando se produce la separación o el divorcio en la sociedad de gananciales lo primero que se


hace es un inventario de los bienes privativos y los bienes gananciales. Los bienes privativos
son para cada uno de los cónyuges. Con los bienes gananciales se hace un inventario del activo
y del pasivo de la sociedad, y posteriormente una liquidación.

1.2 Régimen de separación de bienes

En el régimen de separación de bienes cada uno de los cónyuges tiene su propio patrimonio, sin
que exista un patrimonio común del matrimonio, como sucede en el régimen de gananciales. De
esta forma cada uno de los cónyuges administra su propio patrimonio independientemente.

Y cada uno de los cónyuges responde únicamente de sus bienes. Aunque inevitablemente los
cónyuges adquieren bienes conjuntamente y en este caso, ambos aparecen como propietarios de
dicho bien.

A pesar de que cada uno responde únicamente de sus bienes y no existe un patrimonio común,
ambos han de aportar a las cargas matrimoniales, tal como indica el artículo 1.438 del Código
Civil. “Los cónyuges contribuirán al sostenimiento de las cargas del matrimonio. A falta de
convenio lo harán proporcionalmente a sus respectivos recursos económicos. El trabajo para la
casa será computado como contribución a las cargas y dará derecho a obtener una
compensación que el Juez señalará, a falta de acuerdo, a la extinción del régimen de
separación”.

La ventaja principal de la separación de bienes es que en el momento de la separación o el


divorcio es más fácil hacer una liquidación del patrimonio.

1.3 Régimen de Participación

Aunque no es muy conocido, existe un tercer régimen económico matrimonial, el régimen de


participación.

En el régimen de participación cada uno de los cónyuges conserva su autonomía patrimonial


mientras dura el matrimonio, pero cuando se produce la separación o el divorcio se procede
como una sociedad de gananciales.

Podemos decir que es un régimen que mezcla aspectos de las separación de bienes y de la
sociedad de gananciales. Diferenciamos dos etapas:

Mientras se está casado: funciona como la separación de bienes, por tanto cada conyuge es
titular de los bienes anteriores al matrimonio y de los obtenidos en el futuro.

Separación o divorcio: cuando se produce la separación o el divorcio en régimen de


participación se liquida de forma parecida a la liquidación de la sociedad de gananciales.

1.3.1 Separación o Divorcio en el Régimen de Participación


En el régimen de participación cuando el matrimonio llega a su base de divorcio o separación
se hace una liquidación parecida a la del régimen de gananciales, en la que cada uno de los
cónyuges adquiere un derecho de participación en las ganancias del otro. Pero antes de
determinar la cuantía se tiene que hacer un inventario para sacar el patrimonio inicial y el
patrimonio final.

Patrimonio inicial: está compuesto por los bienes que pertenecían a cada uno de los cónyuges al
empezar el régimen de participación y aquellos adquiridos gratuitamente (herencia, donación o
legado), y tras haber deducido las deudas que tenía cada cónyuge .

Patrimonio final: está compuesto por el valor total de los bienes que se poseen al finalizar el
régimen de participación, descontando las deudas pendientes.

Una vez está claro el patrimonio final y el patrimonio inicial de cada uno de los cónyuges se
procede a calcular la participación que le corresponde a cada uno. Esta participación no es
necesariamente es del 50%, se puede pactar entre las partes que el porcentaje de participación
sea otro.

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