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DERECHO CIVIL PARTE 4892384290254

I. Régimen Económico Matrimonial

La idea de la unión matrimonial diferente de las relaciones propiamente de una unión


de hecho. Las cuestiones generales están determinadas por el derecho común y en los casos
particulares, si bien estas uniones tienen una serie de regulaciones que vienen recogidas en las
leyes autonómicas. Cuando se constituye el matrimonio sobre esos bienes y en el sistema de
responsabilidad de esos bienes por las deudas de cada uno de ellos. Este sistema especial,
aunque está sometido el patrimonio de las personas casadas, respecto al régimen general del
patrimonio que pertenece a los individuos que no se han casado, es lo que se denomina como
“Régimen Económico Matrimonial”. Dentro de este régimen, debemos tener claro que los
cónyuges deben establecer mediante un pacto las reglas que van a seguir nen las cuestiones
relativas a la economía del matrimonio (art. 1315 del CC). Si bien se establecen una serie de
límites: la ley de buenas costumbres y el principio de igualdad entre esposos. Los convenios
que a tales efectos celebran los contrayentes se llama “Capitulaciones matrimoniales”. Estas
capitulaciones pueden otorgarse antes o después de la celebración del matrimonio, pero tanto
ellas como toda la solución de naturaleza judicial, o de facto que modifica el régimen
matrimonial, habrá que mencionarse en el registro civil. Si la modificación de este régimen
afecta a bienes inmuebles habrá de tomarse razón de ella en el registro de la propiedad. Estos
registros publican el régimen del matrimonio y sus modificaciones a los efectos de que los
terceros puedan conocer el poder de disposición de los cónyuges. En el caso de las
capitulaciones, si estas no constan ellos determinados registros públicos que correspondan, las
modificaciones del régimen económico no afectarán a terceros de buena fe. El 1335 del CC dice
que las capitulaciones han de otorgarse para su validez en escritura pública, si bien hay que
reconocerse la validez de los contratos otorgados por los cónyuges en este documento. De
acuerdo con el art. 1535 del CC, las capitulaciones matrimoniales están sujetas a las normales
generales de validez e ineficacia contractual, por tanto, si las capitulaciones tienen una causa
falsa o ilícita, serán nulas. En el caso de e que mediara un vicio del consentimiento, en su
otorgamiento serán anulables. Los distintos derechos civiles forales o especiales establecen
también un régimen económico que regirá de forma supletoria el derecho de pacto. Así como
el régimen de responsabilidad de sus bienes en relación con las deudas generadas para tener o
cubrir esas necesidades familiares. El art. 1319 del CC faculta a cualquiera de los cónyuges para
organizar los actos y contratos precisos para atender a las necesidades ordinarias a la familia es
lo que entendemos como potestad doméstica de las deudas contraídas en el marco de esta
potestad responden solidariamente los bienes comunes en el caso de que los hubiere y los del
cónyuge que contrajo la obligación y del otro cónyuge de forma subsidiaria. Establece una
limitación una regla especial en cuanto a la facultad de disponer a una vivienda habitual,
aunque esta solo fuera propiedad de uno de los cónyuges, resulta necesario el consentimiento
del otro, o en su defecto, autorización judicial para proceder a su enajenación. En el
ordenamiento español tenemos tres tipos que veremos ahora:
I.I. Sociedad de gananciales

En la sociedad de gananciales los beneficios obtenidos por los cónyuges


durante la vigencia del régimen patrimonial se hacen comunes. Al disolverse la
sociedad por fallecimiento de otro, por vicio o por cualquier otra perturbación; son
atribuidas a cada uno de los cónyuges a razón de la mitad. Se excluyen los bienes
propios de cada cónyuge previamente al comienzo del régimen matrimonial, así como
los adquiridos con posterioridad, a casa de una herencia o una donación. Los bienes
privativos son bienes, animales o – que son propiedad de un cónyuge antes de la
sociedad o los que adquiera después a título gratuito. También son gratuitos los bienes
adquiridos durante la vigencia de gananciales con dinero procedente de la venta de un
bien o derecho privativo, así como los bienes y derechos patrimoniales ligados a las
personas que son intransmisibles Inter-vivos, así como las cantidades obtenidas a raíz
de un resarcimiento, de un daño causado a la persona o a los bienes de uno de los
cónyuges. Por otra parte, tiene carácter privativo la ropa u objetos personales que no
sean de extraordinario valor. Por último, son privativos los bienes adquiridos en virtud
de un derecho de retracto perteneciente a uno solo de los cónyuges, así como los útiles
necesarios para el ejercicio de una determinada profesión u oficio, salvo que formen
parte del establecimiento común. En estos casos si hubieran sido adquiridos con dinero
ganancial, la sociedad será acreedora del cónyuge propietario por el importe del valor.

Luego, como supuestos particulares existen conceptos que se encuentran en


ámbito de nebulosa en cuanto a su carácter privativo. P. ej. En el supuesto de que uno
de los cónyuges sea titular de un crédito privativo pagadero a plazos las cantidades
obradas durante la vigencia del régimen serán privativas igualmente las acciones
adquiridas en virtud de un derecho de suscripción diferente, que serán privativas
previamente. Cuando un bien haya sido adquirido con dinero parcialmente privativo y
ganancial, es que pertenecerá proindiviso a la sociedad de gananciales, y al cónyuge
que hubiera aportado el dinero privativo por tanto pertenecerá de forma indivisible a
los dos de forma proporcional a lo aportado, art. 1354 del CC. En caso de que el bien
sea adquirido por los cónyuges a precio aplazado tendrá el carácter que tuviera el
primer desembolso. El bien comprado por uno de los cónyuges, será privativo, aunque
la totalidad o parte del precio hubiera sido pagado con parte de dinero ganancial, salvo
que se trate de supuestos como la vivienda y ajuares familiares; en este caso se
computan de forma indivisible.

Son gananciales los rendimientos del trabajo o determinada actividad


profesional de cualquiera de los cónyuges. También son gananciales los frutos, rentas o
intereses que produzcan los bienes privativos, así como los bienes adquiridos a título
oneroso a costa del caudal común, aunque la adquisición se realice a uno de los
cónyuges en exclusiva, así como los bienes adquiridos por derecho de retracto
ganancial, aunque se utilizaran fondos privativos las empresas o establecimientos
fundados si estos han sido creados durante la sociedad de gananciales y a costa de ese
caudal común de los cónyuges. De esta manera un bien puede ser privativo, pero sus
rendimientos serán gananciales. Luego en el art. 1331, en caso de dudas, existe
presunción de ganancialidad; existe presunción de ganancialidad salvo prueba de lo
contrario. Esta regla opera en todos los ámbitos de forma que cuando se trate de una
deuda de la que han de responder los bienes comunes al acreedor no tiene que probar
esta ganancialidad a la hora de dirigirse contra un determinado bien, sino que será el
cónyuge propietario de ese bien quién tendrá que probar que le pertenece de forma
privativa, de igual modo, disuelta la sociedad el cónyuge que alegue que un bien le
pertenece de forma privativa debe probarlo y lo mismo en caso de fallecimiento. En el
sentido de que los herederos no tienen que probar la ganancialidad de un bien, será el
cónyuge supérstite el que debe de acreditar que ese bien le pertenece en exclusiva de
forma privativa, art. 1355 del CC. Debe de desarrollarse conjuntamente en el caso de
que se tarte de su administración y responsabilidad frente a terceros tiene una
excepción de tal manera que se presume válido los actos de administración realizados
por cónyuge cuyo nombre falta. En principio la actuación individual se debe solo a la
actuación y a las actividades habituales asignadas a un cónyuge en el ámbito familiar.
En el caso de títulos de valores no se necesita la actuación conjunta o la autorización
de los dos esposos para su compra o enajenación. Luego el consentimiento puede
reconocerse como expreso o tácito (implícito o explícito).

I.I.I. ACCION DE LOS ACREEDORES SOBRE LOS BIENES GANACIALES

En estos casos el ordenamiento español habilita al acreedor de uno de los


cónyuges para que se dirija contra los bienes gananciales en caso de pago de la
sociedad se convertiría en acreedora del cónyuge deudor. Responden de las deudas
contraídas por ambos cónyuges o por uno solo con el consentimiento expreso del otro
así como de las cantidades debidas por uno delos cónyuges por razón de
responsabilidad civil extracontractual nacida de su actuación en el ámbito de la
sociedad de gananciales sakvoq eu hubiera dolo o culpa. Por último, deben de
responder cuando uno de los cónyuges adquiere a plazos sin el consentimiento del
otro este bien responde de forma solidaria con las deudas privativas del accidente del
precio aplazado qnue se haya generados pero no los restantes gananciales, art. 1370
del CC. En cuanto a las deudas privativas, el acreedor podrá solicitar el embargo de los
bienes gananciales cuando los bienes privativos no fueren suficientes para hacerlas
efectivas.

I.II. RÉGIMEN DE SEPARACIÓN DE BIENES

En estew régimen pertenece a cada uno de los cónyuges los bienes adquiridos
tanto antes como durante la vigencia del régimen económico de matrimonio. No existe
por tanto bienes comunes porpiamente dichos, si los esposos adquieren uno de ese
bien les corresponderá como propieda ordinaria. Cada cónyuge por tanto responde de
forma subsidiaria en el ejercicio de la potestad doméstica. Por otra parte, se establece
una resolución favorable a los acreedores en el casod e concurso de uno de los
cónyuges

I.III. RÉGIMEN DE PARTICIPACIÓN DE LAS GANANCIAS

Se caracteriza por un carácter análogo por la separación de bienes antes de


comenzar y después de finalizar. Por otra parte, hay un disfrute conjunto de las
ganancias durante la vigencia del matrimonio.
II. RÉGIMEN SUCESORIO

Una persona fallecida denominada causante genera un conjunto de bienes derechos y


obligaciones sobre sus legitimarios, también denominados causantes, y estos al recibir la
herencia del causante se subrogan como titulares de ese conjunto de derechos y obligaciones.
Una persona puede suceder a otra. En otro caso, la ley habilita al sucesor en toda la herecnia o
en parte de esta (en caso de heredero, tendrá derecho a toda la herencia). El sistema heredero
español, es un sistema en el cual existe libertad de testar, pero con limites (sistema de
legítima). Existe en primer lugar un tercio de legítima forzosa en proporción igualitaria a todos
los herederos de quién dicta la norma general, existe un segundo tercio de mejora también
para los herederos en la proporción en la que él quiera, y hay un tercio de libre disposición en
el cual el muerto hace lo que quiera.

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