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Este documento analiza las relaciones de poder y dominio que se presentan en la película Los coristas y Foucault. Inicialmente, los profesores intentan someter y disciplinar a los estudiantes para formar "cuerpos dóciles". Sin embargo, la llegada de un nuevo profesor hace que esta relación se torne menos opresiva. Aunque mantiene el concepto de rango, lo hace de manera menos opresiva y más productiva, asignando lugares individuales que permiten controlar y vigilar a cada estudiante. La película ilustra también la
Este documento analiza las relaciones de poder y dominio que se presentan en la película Los coristas y Foucault. Inicialmente, los profesores intentan someter y disciplinar a los estudiantes para formar "cuerpos dóciles". Sin embargo, la llegada de un nuevo profesor hace que esta relación se torne menos opresiva. Aunque mantiene el concepto de rango, lo hace de manera menos opresiva y más productiva, asignando lugares individuales que permiten controlar y vigilar a cada estudiante. La película ilustra también la
Este documento analiza las relaciones de poder y dominio que se presentan en la película Los coristas y Foucault. Inicialmente, los profesores intentan someter y disciplinar a los estudiantes para formar "cuerpos dóciles". Sin embargo, la llegada de un nuevo profesor hace que esta relación se torne menos opresiva. Aunque mantiene el concepto de rango, lo hace de manera menos opresiva y más productiva, asignando lugares individuales que permiten controlar y vigilar a cada estudiante. La película ilustra también la
Podemos denominar como acción y reacción, a la dinámica que se da entre las
relaciones de poder o dominio, ubicadas en el establecimiento pedagógico de la película, que podemos reconocer como un lugar de encierro regido por sus determinadas leyes y su propia disciplina, que a su vez se encuentra formada por cierta sociedad disciplinaria, responsable de la organización de este espacio de encierro. En la película vemos un ejercicio de la disciplina en su versión más opresiva, ya que en un principio los docentes del instituto, intentan fabricar cuerpos sometidos y ejercitados a costa de los estudiantes, buscan formar cuerpos “dóciles”. Con la llegada de un nuevo docente esta relación de poder entre los alumnos y los profesores se ira distendiendo, gracias al trato que este hombre tiene con los estudiantes, en el cual no se deja llevar por el poder que tiene su rango de profesor, como si lo hace por ejemplo el director, quien los maltrata físicamente o verbalmente, los manda al calabozo e incluso aplica castigos sin razón aparente. Sin embargo el concepto de rango no desaparece en el modus operandi de este nuevo docente sino que se torna menos opresivo y más productivo. La idea de rango implica definir la gran forma de distribución de los individuos en el orden escolar y eso mismo hace el vigilante cuando organiza el coro, distribuir “rangos”. Y es que termina siendo productivo porque al asignar lugares individuales, ha hecho posible el control de cada cual y el trabajo simultáneo de todos, es decir, ha hecho funcionar el espacio escolar como una máquina de aprender, pero también de vigilar, de jerarquizar y de recompensar. La obra en cuestión también ilustra la idea de “recta disciplinaria”, que queda patente cuando el director del coro consigue una mejora en la conducta de los estudiantes, este último endereza su conducta, como resultado del buen encauzamiento.