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¿Cómo se vincula la enseñanza al poder, la autoridad y la autonomía?

Fundamente su respuesta
en una producción no mayor a dos hojas.

Podemos considerar a la enseñanza como una acción de quienes enseñan con otros que aprenden,
modelando u orientando al conocimiento y los modos de pensar. La enseñanza es una práctica
dirigida que requiere autoridad pedagógica de quienes conducen. Los que “conducen” tienen un
dominio sobre lo que enseñan. Esta situación nos lleva a pensar que quienes enseñan, tienen un
papel de autoridad y que existe una saludable y necesaria asimetría en el acto de enseñar: alguien
que sabe y tiene una experiencia y ayuda a otros a saber, experimentar y va reforzando ese poder
a través de las evaluaciones, reglas de la disciplina, normas, sanciones y diferentes observaciones
sobre el comportamiento de los otros. En síntesis, busca promover mayor conocimiento y
ampliación de conciencia para la progresiva autonomía e independencia del alumno. También
consideramos a la enseñanza como una secuencia metódica de acciones porque implica una
actividad secuenciada con fases a lo largo de un tiempo y un proceso interactivo para enseñar
ordenadamente un contenido. Entonces nuestra tarea como docentes es guiar y apoyar a los
alumnos, problematizar los contenidos (cuestionarnos de porque desarrollamos los contenidos tal
cual se vienen desarrollando hace años. Hay que dar el contenido en un espacio de discusión),
favorecer la participación en la elaboración de actividades, habilitar las transferencia de saberes.

La relación que se da entre docente- alumno se la considera una relación asimétrica porque se
establecen relaciones de poder, al cual se lo puede considerar como una instancia de dominación
del otro o se puede considerar al poder como una relación de autoridad. Si tendríamos en cuenta
lo que sucedía hace muchos años atrás, se podría decir que existía un exceso de arbitrariedad de
parte de quien enseña. Como consecuencia de esto se pensaba que la relación pedagógica debía
ser simétrica (miembros están en condiciones de igualdad). Pero como bien sabemos La relación
pedagógica es ASIMETRICA (se da cuando un miembro tiene autoridad sobre otro u otros ejemplo:
maestro-alumno/ padre-madre y un hijo etc. Unos saben algo y otros necesitan aprenderlo) lo
cual no quiere que decir que sea autoritaria porque esta relación asimétrica es genuina, buscando
la autonomía de quienes aprenden. Se les da herramientas para que el alumno pueda salir por sí
mismo, para que pueda confrontar, discutir, es decir, lograr un sujeto crítico, autónomo y
pensante. Es importante resaltar que esta autoridad puede ser formal e impuesta. ¿Por qué
formal? Porque se ve reforzada a través de las evaluaciones, reglas de disciplina, normas y
sanciones. ¿Por qué impuesta? Esta hace referencia al reconocimiento de la capacidad,
competencia o saber. Se asigna una valoración a quien aprende.

Como docentes debemos saber entonces que al estar involucrados en el proceso de enseñanza y
aprendizaje tenemos que ser conscientes de la necesidad de que cada rol que se asume está
asociado a un concepto de autoridad y de poder que tienden hacia el logro de la autonomía del
estudiante, para que pueda, al concluir su escolarización, autorregularse y alcance el
autoaprendizaje ya que los vínculos que han de formarse entre quienes enseñan y quienes
aprenden, estarán siempre condicionados por una asimetría (como dijimos anteriormente)
presente en la relación. Dicha asimetría conlleva una percepción del poder y de la autoridad.
Para finalizar queremos agregar nuestra puesta en común al debatir este tema y es el siguiente:

No debería seguir ocurriendo en el aula las viejas formas de concebir la autoridad. La autoridad
más bien debería ser formulada, reubicada, desplazada de su tradicional plano de superioridad,
interrumpida la jerarquía que le ha otorgado siempre un lugar “por encima de” aunque
sosteniendo una asimetría fundante, propia de toda transmisión. Ganando el docente a fin de
legitimar su autoridad, ya sea por sus conocimientos, su valor en las relaciones con los
estudiantes, sin forzarlo por imposición, sino por su capacidad, competencia y saber.

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