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6. Somestesia
Sistema somes tésico, sistema sumado osensorial, sistema sensorial somá tico
o some stesia son algunos de los números que encontrarás como título de los capítulos que
tratan este tema. Todos ellos tienen en común que contienen el lexema soma procedente del
griego que significa cuerpo . Aquellas sensaciones que podemos percibir como todo el
cuerpo. Están ligados con el placer, el dolor, la calidez, el frío, nuestro yo, la empatía,
etc. Una forma muy poco ortodoxa de presentar este tipo de sensaciones quizá sea en boca
de la escritora Eve Ensler (aunque si no disfrutaste de sus Monólogos de la vagina, tampoco
os recomendamos el siguiente vídeo).
Mientras que los sistemas sensoriales que hemos visto hasta ahora se caracterizan por poseer
un único órgano receptor situado en una localización particular (la nariz, la oreja o el ojo), el
sistema somestésico está formado por un amplio conjunto de receptores de diferentes tipos,
que responden a una gran variedad de estímulos, y que están distribuidos tanto en la
superficie de la piel, como en otras zonas del cuerpo, como los órganos internos ,
los músculos , los tendones y las articulaciones .
Para clasificar las múltiples sensaciones que procesan los sistemas sensoriales, en general, se
tienen en cuenta dos criterios: la modalidad (tipo de información) o la procedencia (lugar
de origen) de la información sensorial.
En caso del sistema somestésico, en función de la modalidad estimular hablamos de:
Estos receptores neurosensoriales llevan a cabo dos funciones principales (i) transducen
estímulos somestésicos en señales neurales, y (ii) transmiten estas señales neurales al sistema
nervioso central.
La principal diferencia, entre los receptores de las diferentes submodalidades del sistema
somestésico, estriba en que el terminal receptor está especializado en algún tipo de energía
(mecánica, térmica, química, etc). Anatómicamente el terminal puede ser una estructura
encapsulada (como es el caso de los mecanoceptores del tacto), o puede ser un terminal
libre (como es el caso de los receptores neurosensoriales de dolor o de temperatura).
PREGUNTA. Respecto a los receptores
somestésicos:
Los receptores somatosensoriales tienen en común que son células del ganglio de la raíz
dorsal. Sin embargo existen diferentes familias:
• Mecanorreceptores
• Propioceptores
• Termoceptores
• Nociceptores
Los mecanorreceptores del tacto son receptores encapsulados, es decir, la fibra nerviosa
aferente está rodeada por algún tipo de envoltura que modula la respuesta neuronal (p. ej., en
la imagen pintada de color verde o azul). Responden a estímulos mecánicos:
las deformaciones mecánicas de la piel (Redolar, 2014; p. 317). Pero también se encuentran
encualquier otro tejido corporal (como, por ejemplo, en la pared de las vísceras o de los vasos
sanguíneos) formando parte de la intereocepción, la propiocepción o la nocicepción.
Además del tipo de terminal (encapsulado o terminación libre), los receptores somestésicos
se clasifican teniendo en cuenta el tipo de axón. Los axones que llevan información
somestésica al sistema nervioso central son los axones aferentes primarios. Estos axones
penetran en la médula espinal a través de las raíces dorsales. Como hemos visto, los somas
de estos axones se localizan en los ganglios de la raíz dorsal. A continuación hay un vídeo
explicativo sobre los receptores somestésicos y los axones aferentes primarios.
Los axones aferentes primarios se diferencian entre sí por estar recubiertos (o no)
de mielina y por su diámetro (grosor). En función de tener (o no) mielina, los axones
aferentes somestésicos se clasifican en: tipo A (mielínicos) y tipo C (amielínicos). Además,
existen tres clases de axones tipo A según su grosor (de mayor a menor): Aα, Aβ y Aδ.
Como podéis ver en la siguiente imagen, los propioceptores son fibras Aα,
los mecanorreceptores del tacto son principalmente Aβ (aunque como veremos algunos son
fibras C) y los nociceptores y termoceptores son fibras Aδ o tipo C (en el caso del dolor,
cada uno de ellos responsables de diferentes tipos de sensaciones nociceptivas).
El impulso eléctrico se desplaza más rápidamente por un conductor ancho y a saltos, que por
un cable fino recorriendo todos los puntos, así que los axones que conducen más rápido el
impulso eléctrico son aquellos más gruesos y mielinizados. Por tanto, la información de
propiocepción (fibras Aα) y tacto (fibras Aβ) viaja más rápido que la del dolor y la
temperatura (fibras Aδ o fibras C).
Os avanzamos que, una vez penetran en el sistema nervioso central, los axones se agrupan
en dos vías distintas según la localización de la médula espinal por la que asciende:
Tacto
Entre las diferentes submodalidades somestésicas, el tacto es la única que cuenta con un
órgano específico: la piel (el órgano más extenso del cuerpo). La principal función de la piel
es protectora, aunque como he visto en el vídeo anterior, también permite el reconocimiento
del entorno, siendo sensible a diferentes tipos de energía mecánica : presiones o
estiramientos, al coger los objetos, vibraciones, al pasar el dedo por una superficie o
movimientos cierta a distancia, en el caso de la piel con pelo.
El campo receptivo y la
adaptación al estímulo táctil
La capacidad de discriminación
táctil depende no solo de la
densidad de mecanorrecptores en la piel, sino también del tamaño de su campo
receptivo, explicado en el siguiente vídeo.
El campo receptivo puede definirse como la extensión de piel que procesa cada
mecanorreceptor individual, es decir, si un estímulo cae sobre esa zona, el receptor lo
procesará, en caso contrario, el receptor que lo detectará será el vecino. Al igual que
comentamos en visión, el campo receptivo es una propiedad que determina la resolución
espacial, es decir, la capacidad de discriminación sensorial. Análogamente, cuanto menor es
el campo receptivo, mayor es el detalle de la información procesada y, por tanto, mayor es
la sensibilidad táctil.
Recordemos que los mecanorreceptores del tacto contienen una terminación encapsulada,
más o menos sofisticada, a la que llamamos terminal. Terminaciones pequeñas, situadas al
límite de la epidermis, contienen un campo receptivo pequeño (p. ej., discos de Merkel y
corpúsculos de Meissner, los alemanes). Terminaciones grandes, situadas en capas profundas
de la dermis, contienen un campo receptivo grande (p. ej., corpúsculos de Pacini o
terminaciones de Ruffini, los italianos).
A continuación una tabla resumen de los receptores del tacto (veréis que forman en total tres
parejas complementarias en cuanto al tipo de adaptación se refiere):
PREGUNTA: Para la lectura en Braille ¿qué pareja de receptores somestésicos puede ser
más importante?
Una vez lega a la médula espinal, la información de tacto y propiocepción sigue un camino
diferente a la información de temperatura y dolor.
PREGUNTA:
¿Cuál de estas
afirmaciones es
correcta?
En la corteza somatosensorial primaria, tenemos distintos mapas somatotópicos. Estos mapas
recogen información referente a textura, forma o posición del cuerpo. Son mapas de las
mismas partes del cuerpo y se sitúan literalmente en paralelo al largo de bandas de las
cortezas adyacentes (recordad, en las áreas 3a, 3b, 1 y 2).
Además estos mapas son plásticos , es decir, son modificables por la experiencia o por
lesión. Por ejemplo, en caso de amputación de una parte del cuerpo, la zona cortical que
gobierna la zona amputada puede quedar invadida por una zona cercana, lo que puede dar
lugar a ilusiones sensoriales (p. ej., sentir un brazo fantasma al estimular el rostro)
Dolor
La Real Academia Española define el dolor como: (1) "sensación molesta y aflictiva de una
parte del cuerpo por causa interior o exterior", y (2) "sentimiento de pena y congoja". Esta
segunda acepción recoge la diferencia fundamental entre nocicepción y dolor. Cuando
hablamos de dolor podemos referirnos a un sentimiento o estado afectivo. Por esta razón,
dolor se diferencia de nocicepción en cuanto a que se subjetivo.
Nociceptores
Las neuronas que captan información nociceptiva envían la información dolorosa a través de
las raíces dorsales de la médula espinal. En la médula espinal, el tracto nociceptivo más
prominente se denomina tracto espinotalámico.
Como vimos al principio de este apartado, nocicepción y dolor no son siempre términos
intercambiables. Afortunadamente, el sistema nervioso cuenta con mecanismos propios para
regular la cantidad de información nociceptiva que llega al cerebro y, por tanto, modular la
percepción dolorosa. Básicamente se han descrito dos formas principales de regulación del
dolor: (i) la regulación aferente (ascendente) y (ii) la regulación descendente (de arriba
abajo, top-down). Como veremos a continuación, la primera depende de la actividad del
sistema somatosensorial y la segunda de la evaluación cognitivo-emocional que hagamos de
la percepción.
Por otro lado, la regulación aferente del dolor puede conllevar la sensación contraria, es decir,
una disminución del dolor experimentado. Esto sucede, por ejemplo, cuando agitamos la
mano instintivamente después de habernos dado un golpe para mitigar el dolor. O cuando un
masaje en una zona lastimada alivia la sensación de dolor. Es la razón científica que hay
detrás del "sana sana" que practican las abuelas.
Pero ¿quién activa o inhibe la sustancia gris periacueductal? Como se puede ver en la
siguiente imagen, la sustancia gris periacueductal (en inglés, PAG ) forma parte de una
amplia red neuronal implicada en la evaluación emocional y cognitiva de la situación (las
flechas rosadas muestran las vías aferentes de abajo arriba y las flechas verdes, la modulación
de arriba abajo). Es lo que se denomina matriz del dolor.
Respecto al dolor:
Resumen somato
Pocos sentidos están tan relacionados con la conducta emocional como el sistema
somestésico. Es por eso que un mayor conocimiento del sistema somestésico os convertirá
en mejores profesionales de la Psicología. ¿No nos creéis? Mirad los enlaces de a
continuación:
El contacto piel con piel entre madres y bebés recién nacidos tiene muchos beneficios, más
allá de ayudar a crear vínculos afectivos entre madres e hijos. Por ejemplo, favorece el
establecimiento y consolidación de la lactancia materna, además de reducir las respuestas de
dolor en bebés recién nacidos. En estos casos, la mejor medicina es un abrazo.
Referencias
FUNDAMENTAL
Redolar, D. (2014). Percepción somatosensorial (pp. 315-330). Neurociencia cognitiva.
Madrid: Editorial Médica Panamericana, S.A. [Libro electrónico]
COMPLEMENTARIA
Manuales
Bear, M. F., Connors, B. W., & Paradiso, M. A. (2016). El sistema sensorial somático (pp.
415-452). Neurociencia: la exploración del cerebro. Barcelona: Wolters Kluwer.
Kandel, E. R., Schwartz, J., Jessell, T. M., Siegelbaum, S. A., & A.J., H. (2013). Principles
of Neural Science. United States: McGraw-Hill.
Chap 22. The somatosensory system: receptors and central patways (pp. 475-497).
Chap 23. Touch (pp. 498-529).
Chap 24. Pain (pp. 530-555).
Purves, D., Augustine, G.J., Fitzpatrick, D., Hall, W.C., LaMantia, A.S., & White, L.E.
(2016). Neurociencia. Madrid: Editorial Médica Panamericana, S.A. [Libro
electrónico]
Cap 9. El sistema somatosensitivo: tacto y propiocepción (pp. 189-208).
Cap 10. Dolor (pp. 209-228).
Artículos
Azzalini, D., Rebollo, I., & Tallon-Baudry, C. (2019). Visceral Signals Shape Brain
Dynamics and Cognition. Trends in cognitive sciences, 23(6), 488–
509. https://doi.org/10.1016/j.tics.2019.03.007
Craig A. D. (2003). A new view of pain as a homeostatic emotion. Trends in
neurosciences, 26(6), 303–307. https://doi.org/10.1016/s0166-2236(03)00123-1
Critchley, H. D., & Garfinkel, S. N. (2017). Interoception and emotion. Current opinion in
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Martin E. (2018). Pathophysiology of Pain. In: Pickering G., Zwakhalen S., Kaasalainen S.
(eds) Pain Management in Older Adults. Perspectives in Nursing Management and
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McGlone F, Vallbo AB, Olausson H, Loken L, Wessberg J. Discriminative touch and
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