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Capítulo 1 El PROCESO DE PRODUCCIÓN DEL CONOCIMIENTO CIENTÍFICO

El conocimiento científico se produce a través de un proceso organizacional que utiliza


métodos y técnicas regulados por la comunidad científica. Los investigadores, técnicos,
asistentes y académicos trabajan en una red organizacional y enfrentan diversas
dificultades en su trabajo diario. Su relación con actores estatales, empresariales y
corporativos puede proporcionar apoyos y recursos, pero también limitaciones en la tarea
de desarrollar nuevos saberes y procedimientos técnicos y metodológicos que deben ser
validados por la comunidad científica.
El conocimiento científico y el conocimiento de la vida diaria están estrechamente
relacionados en contextos políticos, económicos y culturales donde la interacción entre
ambos puede ser intensificada o imposibilitada. En las sociedades contemporáneas, el
conocimiento científico está presente en todos los aspectos de la vida cotidiana, se asimila
al sentido común sin ser conscientes de ello. La población internaliza los saberes científicos
a través de múltiples fuentes, como consultas médicas, indicaciones de profesionales de la
educación, notas económicas y etiquetas de alimentos en supermercados, y también
pueden acceder intencionalmente a través de libros, informes o revistas científicas.
La investigación como proceso metódico de producción
Investigar científicamente implica una planificación y aplicación sistemática y controlada
de técnicas y teorías validadas para generar conocimiento confiable. Los métodos
científicos son conjuntos organizados de teorías, procedimientos y técnicas de
investigación. La metodología implica una reflexividad y evaluación sobre la selección y
justificación de las acciones investigativas. Las actividades metodológicas deben ser
sistemáticas, controladas y responder a un plan con previsibilidad y fundamentación. Se
propone una actitud flexible y una reflexión epistemológica para permitir innovaciones
metodológicas y técnicas.
La investigación científica es una actividad que sigue una serie de exigencias
metodológicas, epistemológicas y técnicas, en la que se deben cumplir reglas precisas y
explícitas. Los investigadores toman decisiones y estrategias cognitivas basadas en
instrumentos teóricos y metodológicos disponibles. Los criterios técnicos y metodológicos
utilizados en la investigación son analizados y evaluados por el propio investigador y por
otros investigadores validados. El conocimiento científico se acumula sistemática y
organizadamente a través de la producción de "saberes" parciales y frágiles, evaluados
por organizaciones científicas.
El conocimiento científico es el producto de una actividad intencional de investigación
dirigida a describir, explicar o comprender una realidad específica previamente delimitada
por el sujeto investigador. Se comunica a través de textos orales y escritos y es el resultado
de la aplicación de un método de investigación que implica un recorte o delimitación
previa de la realidad. La relación entre el investigador y el objeto de conocimiento es
dinámica, contextualizada e histórica.

Para que los datos de una investigación sean validados como conocimiento científico
deben ajustarse al cumplimiento de ciertas exigencias:
Empírico: tiene que ser elaborado a partir de alguna técnica de registro que permita
corroborar a través de los sentidos una huella o un signo de su existencia.
Comunicable y público: para que los datos científicos sean considerados válidos, es
necesario que sean analizados y contrastados empíricamente por terceros (investigadores
o académicos) en un proceso de revisión intersubjetiva. Además, la información científica
debe ser comunicada a la población en general en diferentes formas de discurso, pero sin
perder su complejidad y rigurosidad científica. Esto no solo beneficia a quienes los
elaboraron o los demandaron, sino también a otros actores sociales que pueden utilizarlos
como referencia en nuevos estudios. La comunicación pública y la posibilidad de
supervisión y crítica de los resultados científicos son esenciales para la legitimación del
conocimiento científico y no deben considerarse una mera función secundaria formal de
divulgación.
Crítico: la divulgación y la crítica de los datos científicos son necesarias para validar y
legitimar el conocimiento generado por la investigación. La revisión intersubjetiva por
parte de colegas permite controlar la repetición, tergiversación o fraude en el
conocimiento, lo que es vital para que otros científicos puedan utilizar los resultados de las
investigaciones en futuros estudios. La producción teórica y la gestión de los datos
empíricos no reflejan la verdad de los hechos, sino que su éxito se basa en la credibilidad y
en la legitimidad de sus conclusiones y resultados.
Transitorio: el conocimiento científico nunca es definitivo y siempre es provisorio, su
carácter empírico y verificable habilita que pueda y deba ser criticado para su asimilación,
reemplazo o reformulación. Los conocimientos científicos no deben considerarse
inmutablemente válidos, su fuerza de verdad en un momento determinado supone un
proceso social de examen y crítica constante, implica un proceso colectivo a través del cual
se establece la certificación de cientificidad de un saber a partir de la aplicación de
criterios de coherencia teórica y de pragmatismo sobre la utilización sus resultados. El
investigador no debería pretender ni enunciar la objetividad absoluta de su quehacer, ni
ilusionarse con la persecución de la verdad definitiva, ya que tanto la objetividad como la
búsqueda de la verdad son pretensiones científicas del pasado. Los datos científicos no son
separables de las teorías y se construyen y reconstruyen a la luz de las interpretaciones
teóricas.
Preciso: la precisión en la investigación científica es esencial y requiere una definición clara
y coherente de los conceptos utilizados, basados en una estructura teórica adecuada. La
realidad no es un hecho dado, sino que se construye a través de la acción de los
investigadores y debe ser cuestionada reflexivamente para evitar la influencia del lenguaje
cotidiano y el sentido común. El uso del lenguaje teórico permite un encuadre ordenado de
los registros empíricos y una realimentación que puede fortalecer o poner en crisis lo
establecido.
La afirmación sobre un hecho depende de una teoría que lo explique y no existen hechos
puros, sino que adquieren su significado a través de una teoría subyacente. Todos los
hechos pueden ser discutidos y son aceptables en la medida en que la evidencia que los
sustenta ha sido recolectada de manera aceptable por una comunidad de productores y
usuarios.
La conexión entre los hechos empíricos y los recursos conceptuales y teóricos en la
actividad científica. Los miembros que ingresan a la ciencia son socializados en
instituciones académicas que les enseñan a utilizar las herramientas propias de la práctica
científica. Los profesionales de la ciencia se preparan a través de la formación académica,
técnica y profesional para encontrar un sentido en su ámbito de pertinencia. Thomas Kuhn
sostiene que los científicos tienen una visión diferente de los hechos que los estudiantes, ya
que han sido entrenados para interpretar los hechos dentro de un marco teórico.

El conocimiento científico como producto de una actividad social


El proceso de producción científica implica decisiones y estrategias técnicas basadas en
saberes teóricos y metodológicos previos, y que no existen datos empíricos puros, sino que
estos son producto de la aplicación de una metodología y anclajes teóricos. El
conocimiento científico es un producto social construido de principio a fin, comparable a la
fabricación de un producto industrial o artesanal, ya que se basa en cadenas de
interdependencias y construcción colectiva.
En ambos procesos existe una serie de elementos en común:
*Necesidades, demandas (problemas sociales) y tipo de requerimientos (intereses de
organizaciones).
*Condiciones de producción (recursos políticos, económicos, humanos y temporales
disponibles, un contexto socioeconómico y geográfico que limita y habilita la producción y
los resultados esperados).
*Contexto de decisión (factores estructurales y subjetivos que influyen a la hora de
entender porque ciertas demandas se concretan en instancias de elaboración).
*Fuerza de trabajo (investigadores).
*Organización (trabajo estructurado y coordinado por diferentes instancias o personas)
*Tecnología (técnicas validadas por el quehacer científico).
*Producto (conocimiento científico)

Se compara la actividad científica con la manufactura industrial para mostrar que la


investigación es una creación humana y que no se puede pretender que sea objetiva en su
registro de las cosas. Se sostiene que la investigación científica es una actividad social que
está determinada por el contexto en el que se lleva a cabo, incluyendo factores
económicos, políticos y culturales. Además, se destaca que la investigación científica es
una actividad que se origina desde iniciativas personales u organizacionales, y que se
materializa en condiciones específicas de producción y en un contexto social e histórico
particular.
>La producción investigativa es una actividad social debido a:
Las condiciones contextuales en las que se genera esa producción: las condiciones
contextuales afectan la producción científica. Los investigadores y las organizaciones
científicas están inmersos en un entorno social en el que influyen factores políticos,
económicos, tecnológicos y culturales. Se menciona cómo los institutos nacionales de
estadística están influenciados por organismos internacionales como la UNESCO, OEI,
OCDE o CEPAL, que establecen definiciones políticas y promueven criterios de
normalización de la información que deben ser aceptados para acceder al financiamiento
y la asistencia internacional. Además, se afirma que la forma en que un Estado organiza el
presupuesto en ciencia y tecnología refleja las prioridades de la actividad científica para el
gobierno y las relaciones de poder en el campo político y económico.
La producción de teoría e investigaciones acumuladas como reservorios de conocimientos:
La producción de teoría e investigación acumuladas actúa como un reservorio de
conocimientos que son utilizados como referencia por investigadores y equipos de
investigación para guiar y fundamentar su propia investigación. La presencia de estas
prácticas científicas pasadas depositadas en textos y experiencias de otros investigadores,
profesionales y teóricos, funciona como una columna vertebral para la investigación y se
materializa en un marco teórico o referencial. Es imposible llevar a cabo una investigación
sin un anclaje teórico y metodológico que se apoye en lo que se ha investigado
previamente sobre la temática en cuestión.
La acción organizada de colegas y colaboradores: toda actividad investigativa necesita del
funcionamiento de una compleja y diversificada organización del trabajo, cimentada en
las tareas coordinadas de múltiples personas que, directa (investigadores, personal de
campo, ingresadores de datos, empleados administrativos) e indirectamente (personal
informático, de logística y de mantenimiento de las instalaciones edilicias), participan de la
investigación.
Las condiciones en las que se lleva a cabo la investigación científica y cómo estas
condiciones influyen en el proceso y en los resultados obtenidos. Estas condiciones están
determinadas por las organizaciones académicas y científicas que financian y realizan la
investigación, así como por los recursos y certificaciones disponibles para los
investigadores.
La importancia de la ética científica, implica compromisos morales dirigidos a establecer lo
aceptable y lo incorrecto en las prácticas y decisiones científicas y profesionales. Se hace
hincapié en que el conocimiento científico no puede ser objeto de comercialización ni ser
utilizado de manera manipulativa por organizaciones políticas o empresariales.
Cabe destacar que todo proceso de investigación científica se lleva a cabo dentro de
ciertas condiciones de producción que están determinadas por factores políticos,
económicos, técnicos y jurídicos. Estas condiciones limitan y habilitan el abordaje de
problemáticas cognitivas y constituyen la síntesis de las relaciones jurídico-institucionales
que legitiman la disposición y circulación de todos los elementos del proceso de
investigación.
La ciencia se desarrolla a través de un proceso colectivo e intersubjetivo entre los actores
científicos y académicos, que se relacionan entre sí para conformar una comunidad
científica. Sin embargo, dentro de esta comunidad también existen relaciones de
desigualdad y jerarquización, al igual que en otros campos como el político y el económico.
La lucha por posiciones y recursos influye en la producción de conocimiento científico, y los
intereses personales e institucionales pueden generar disputas entre los actores científicos
en cuanto a los métodos y resultados producidos. La certificación de los procederes
científicos no siempre es lineal y pacífica, ya que puede haber múltiples miradas e
intereses involucrados que no necesariamente convergen.
Para que los conocimientos de una investigación sean considerados científicos, deben
cumplir con ciertas reglas y protocolos de validación empírica y teórica dentro del campo
científico. Estas reglas son el resultado de una dinámica de tensiones y consensos entre los
actores del campo científico, que generan cambios en los criterios preestablecidos. Los
investigadores deben ajustarse a estos criterios para que su trabajo sea reconocido como
científico.

En la investigación científica, las prácticas de académicos, investigadores, becarios,


auxiliares técnicos y docentes se articulan con las decisiones e intereses de las instituciones
que legitiman la producción científica, como universidades, centros de investigación y
academias. Esta vinculación establece normas y procedimientos, así como el acceso a
recursos materiales como becas, salarios y subsidios que son vitales para la investigación.
La disponibilidad de recursos institucionales puede facilitar o restringir la acción
investigativa, ya que los fondos que las organizaciones ofrecen conllevan exigencias
formales e informales en la forma de investigar y en la selección de temas.

El accionar de los investigadores se encuadra en alguna perspectiva, la cual consiste en un


enfoque sustentado en un conjunto de teorías, creencias, valores, intereses y visión del
mundo internalizada y compartida como válida por determinados científicos e
instituciones. Estas perspectivas se apoyan en teorías, métodos y técnicas y representan
aserciones sobre la naturaleza de lo real que no se ponen en discusión dentro del cuerpo
de cada teoría. Estos supuestos están clasificados como ontológicos, epistemológicos y
metodológicos. Al adscribir a una determinada perspectiva, una instancia de investigación
está aceptando los supuestos que la constituyen, lo que permite que los lectores y críticos
entiendan desde qué postura teórica se realiza la investigación.

Vasilachis de Gialdino estableció tres perspectivas en las ciencias sociales: positivista,


interpretativa y crítica. La perspectiva positivista utiliza el método científico para medir las
manifestaciones exteriores de los fenómenos; la interpretativa busca comprender el
sentido de los comportamientos y analiza las interacciones y realidades sociales
superiores; y la perspectiva crítica plantea un análisis dialéctico de lo social desde las
condiciones materiales de existencia. Jesús Ibáñez formuló tres perspectivas de
investigación social: distributiva, estructural y dialéctica. Estas tres perspectivas pueden
asimilarse a las perspectivas mencionadas por Vasilachis de Gialdino: la distributiva al
positivismo, la estructural al interpretativo y la dialéctica al paradigma crítico.
Condicionantes de la investigación
Debemos destacar la importancia del contexto de producción de la investigación en la
configuración de la acción. Se menciona que tanto en la situación grupal de un equipo de
investigadores como en el caso de un estudiante de grado o posgrado que busca realizar
una tesis, las condiciones en las que se realiza la investigación habilitan o restringen
recursos que afectan la elección del tema y la elaboración del proyecto de investigación.
También se destaca que el problema de investigación está condicionado por el trabajo
teórico, metodológico y temático previo realizado por otros especialistas.

En la investigación, se puede trabajar de forma individual o en equipo. El trabajo individual


requiere más esfuerzo y responsabilidad, pero ofrece beneficios exclusivos para el
investigador. En contraste, el trabajo grupal permite acceder a mayores escalas de lo
investigado, contar con apoyo y consultas entre los miembros del equipo, y desarrollar una
mayor diversidad de alcances temáticos e integralidad en la investigación. Antes de
registrar los datos, se deben llevar a cabo tareas preliminares, como la revisión de
antecedentes, la evaluación de recursos disponibles y la realización de contactos
institucionales y profesionales pertinentes al tema de investigación.
El inicio de una investigación depende de los recursos institucionales y personales del
investigador, y que la idea de que una investigación comienza a partir de la "intuición
científica" no es del todo cierta, ya que esta surge a partir de un repertorio teórico y una
acumulación de experiencia previa. Además, se destaca que, aunque las iniciativas
personales requieren de la decisión individual y la creatividad del investigador, estas
necesitan de un marco organizacional para poder concretarse, y que, en muchos casos, los
investigadores abordan problemas de investigación que cuentan con recursos materiales
disponibles.
Los investigadores están influenciados por las exigencias y los intereses de organizaciones,
instituciones y entidades empresariales, que proporcionan recursos para la financiación y
el apoyo de la investigación. Además, menciona que los factores que influyen en la
elección de temas de investigación son tanto personales como contextuales, y que la
inversión estatal en investigación y educación superior es fundamental para garantizar el
acceso a la educación para aquellos que tienen dificultades para hacerlo por sí mismos.
También se menciona el caso de Dewayne Johnson y Bayer (Monsanto) en EEUU como un
ejemplo de cómo los intereses empresariales pueden influir en la investigación científica y
en los resultados que se presentan a la opinión pública.
Para que una investigación sea considerada científica, no puede surgir por mera curiosidad
del investigador, sino que debe basarse en fundamentos científicos. Existen múltiples
fuentes que pueden inspirar una investigación, como las demandas de actores implicados
en el campo científico, las recomendaciones de docentes y profesionales con experiencia
en el tema, la convocatoria de programas de financiamiento, la experiencia personal del
investigador, y la lectura de textos científicos.
La investigación depende de varias condiciones de producción, como el interés y la
experiencia profesional de los investigadores, así como el acceso a los recursos necesarios
para llevar a cabo el proyecto de investigación. Sin embargo, también es importante
considerar los requerimientos metodológicos y teóricos del campo científico, que están
basados en el conocimiento científico acumulado y legitimado por las organizaciones
académicas y científicas.
Conocimiento científico y saber cotidiano
El conocimiento cotidiano es el conjunto de saberes que los seres humanos construyen a lo
largo de su experiencia individual y social, que se emplea de forma natural y espontánea
en las actividades diarias. Este tipo de conocimiento no se deposita ni se acumula en
textos, sino que se transmite oralmente a través de vínculos sociales. A diferencia del
conocimiento científico, el conocimiento cotidiano no se aborda cognitivamente aplicando
reglas o criterios explícitos de definición y análisis. La presencia del conocimiento científico
en la vida social permite su incorporación en las prácticas cotidianas de amplios sectores
de la población, lo que puede aumentar sus probabilidades de contar con recursos
cognitivos y técnicos para resolver problemas de la vida diaria. Sin embargo, la asimilación
del conocimiento científico se produce de forma heterogénea debido a factores como el
nivel educativo y el entorno familiar. La banalización de la ciencia es un fenómeno
caracterizado por presentar a la actividad científica como un conjunto de prácticas
divertidas y accesibles sin esfuerzo, en las que se desvirtúa o tergiversa los saberes
científicos.

Capítulo 2 PROBLEMA Y OBJETIVOS DE INVESTIGACIÓN


El proceso de investigación debe presentarse formalmente para ser validado dentro del
campo científico. La elaboración del problema, los objetivos de investigación y el marco
teórico son los pasos iniciales del proceso. Las investigaciones surgen de una demanda
organizacional o del interés del investigador, que se materializa en un problema de
investigación. La presentación de los objetivos de investigación permite entender su punto
de partida cognitivo y es vital para que el propio investigador analice reflexivamente las
estrategias y decisiones a emplear. Los datos científicos son estructurados desde las
teorías y los conceptos derivados de ellas. La adopción de determinadas teorías le
posibilita al investigador contar con un marco analítico o teórico desde donde justificar sus
decisiones conceptuales y metodológicas. La selección de anclajes teóricos provenientes de
los antecedentes relevados permite definir conceptual y operacionalmente las variables o
categorías conceptuales implicadas en los objetivos de investigación y encauza la
percepción del investigador para distinguir y analizar su objeto de investigación.
PROBLEMA DE INVESTIGACIÓN
La elaboración del problema de investigación
Identificar y definir un problema abordable al comienzo de una investigación, es
fundamental para el informe de investigación. El problema debe ser una construcción
intencional del investigador o de la instancia organizacional que demande la investigación,
y debe ser caracterizado como una situación definida como problemática empírica desde
un enfoque científico. La elección del problema puede surgir de la motivación personal del
investigador o de los intereses detrás de una demanda institucional. Los determinantes
para la elección del problema también pueden operar bajo una serie de condicionantes, ya
que el trabajo debe ser aceptado por alguna organización del campo científico. Lo que se
define como problemático depende de quién interroga a la realidad, de la capacidad y de
la habilidad para observar y reflexionar sobre diversos escenarios, hechos o situaciones. Es
importante que la temática que se seleccione para la investigación no se dirija sobre áreas
del conocimiento que se conoce de manera superficial. Algunas sugerencias para la
búsqueda de problemas son: revisar libros de texto de un curso un nivel más adelantado,
asistir a clases o conferencias de su disciplina, revisar enciclopedias y libros especializados,
preguntar a docentes o profesionales y buscar en Internet.
Henríquez y Barriga diferenciaron dos tipos de objeto de investigación:
Objeto artesanal: el objeto de investigación se construye a partir de un problema que
surge de las inquietudes y los intereses del investigador o del equipo de investigación, y
debe estar en línea con los intereses científicos de las organizaciones que proveen los
recursos. Estos problemas pueden surgir de la necesidad de aprobar una etapa educativa o
de justificar el trabajo en una institución académica.
Objeto prefabricado: el objeto de investigación se construye a partir de requerimientos
institucionales que buscan satisfacer las necesidades e intereses de grandes
organizaciones. Los investigadores se limitan a cumplir con los requerimientos para
generar la información exigida. La disponibilidad de recursos y el prestigio de la
organización que sustenta la investigación determinan la delimitación del estudio. Por
ejemplo, una investigación a nivel nacional podría ser inaccesible para un estudiante, pero
no para un equipo de investigación que trabaja para un organismo estatal de nivel
nacional.
Las demandas de investigación pueden ser explícitas o implícitas y están determinadas por
organizaciones o instituciones que encargan los estudios. Estas demandas orientan la
temática, la perspectiva teórica y metodológica de la investigación. Durante la
negociación entre el equipo de investigación y la instancia demandante, se debe concretar
el alcance del problema, su contexto particularizado, la distribución y afectación del
problema en el plano poblacional u organizacional, su historicidad, las condiciones y la
prioridad social o institucional, entre otros aspectos. También se debe considerar la
información sobre los plazos de entrega y los recursos disponibles para llevar a cabo la
investigación.

Según Pons, la demanda de investigación se puede presentar bajo tres variantes, que
representan diferentes formas de negociación entre la instancia de demanda y la instancia
que concreta la investigación, la formulación de la demanda del estudio puede:
>El plan de investigación se especifica detalladamente y limita la negociación y el margen
de maniobra de los investigadores. Esto significa que la demanda predefine tanto la
temática como la metodología de la investigación, por lo que los investigadores tienen
poco espacio para insertar sus propios criterios.
>La instancia demandante permite una mayor flexibilidad al exigir el abordaje de un tema
en términos de objetivos y condiciones económicas, dejando que el equipo de investigación
tenga mayor margen de incidencia en la presentación del proyecto para su evaluación.
>El objeto de investigación se concreta a partir de una demanda orientada por un tema
general, lo que permite un mayor margen de libertad para definir el objeto y la
metodología de manera flexible, a partir de una indicación de objetivos generales a
cumplir. No hay exigencias precisas y se tiene una mayor libertad para definir el alcance
del estudio.
Redacción del problema de investigación
El problema en el proceso de investigación es la exposición de una situación anclada en un
contexto que requiere de la elaboración de datos para comprenderla y generar una
iluminación cognitiva. La elaboración del problema implica la redacción concreta de
hechos que presentan contradicciones o funcionamientos incoherentes desde ciertos
puntos de vista. El problema debe implicar un desafío a esclarecer en el plano cognitivo y
generar preguntas de investigación que puedan ser resueltas empíricamente. Estas
preguntas se utilizarán para generar los objetivos de investigación después de ser
analizadas en cuanto a su pertinencia y coherencia.
El error en el planteamiento del problema de investigación es incluir las respuestas que
deberían ser generadas por el estudio en sí mismo. Esto no justificaría la elaboración de
preguntas y objetivos de investigación útiles. Dos ejemplos de este error incluyen un libro
de metodología de investigación y otra publicación sobre el quehacer metodológico. En
ambos casos, los autores presentan problemas que contienen respuestas a las preguntas
de investigación que se plantean. Otro error en el planteamiento del problema es adscribir
a una postura ideológica sin explicitarla. Este error se ejemplifica en un texto que propone
implícitamente una visión gerencial empresarial para resolver la organización de la vida
social, sin advertir su enfoque asociado a una postura liberal que es crítica hacia la
presencia del poder político y sindical.
Al elaborar un problema de investigación preliminar, es importante que el investigador
analice y revise la literatura previa y los antecedentes investigativos existentes. La
investigación debe estar enfocada en un problema concreto y viable que pueda ser
registrado empíricamente. En algunos casos, el problema puede estar acotado
previamente por los demandantes de la investigación. La calidad y cantidad de la
información antecedente obtenida por el investigador puede influir en la precisión y
fundamentación de la investigación. Además, es importante tener en cuenta que los
esquemas teóricos previos a la investigación pueden influir en las prácticas y selecciones
teóricas del investigador.
El investigador debe examinar la literatura y los antecedentes sobre el tema específico
propuesto en la investigación para componer el problema definitivo. La depuración del
problema permitirá al investigador fundamentar el acotamiento temático, temporal y
espacial del área de interés y del enfoque metodológico que se implementará. El problema
debe estar redactado y delimitado de manera precisa, sin uso de un lenguaje ambiguo,
con actores y hechos detallados con precisión y contextualizados. La viabilidad de la
investigación se evalúa en función de los recursos disponibles para el proyecto, mientras
que la justificación de la investigación explica las razones cognitivas que motivan y
fundamentan la investigación.
Roger Wimmer y Joseph Dominick proponen preguntas a ser respondidas por el mismo
investigador posterior a la elección del tema:
> ¿Es un tema demasiado amplio?
> ¿Admite realmente investigación, tiene una relevancia más allá de la curiosidad?
> ¿Es susceptible de análisis de datos confiable?
> ¿Se puede extrapolar los resultados a otros ámbitos o casos?
> ¿Sus costes son posibles de sobrellevar a partir de los recursos disponibles?
> ¿Existe algún riesgo para las personas implicadas en la investigación?

Hernández Sampieri, Collado y Mendez señalan que durante la búsqueda de antecedentes


teóricos y empíricos relacionados con el problema de investigación, el investigador puede
enfrentarse a situaciones típicas, como tópicos muy estructurados teórica y
empíricamente, problemas que ya han sido investigados con frecuencia pero que están
poco estructurados, investigaciones realizadas sobre la temática del problema con pocos
materiales publicados como antecedentes y cuestiones que no han sido investigadas o solo
abordadas desde la práctica profesional.
También se exponen una serie de preguntas que pueden servir de guía de evaluación del
problema (cuanto mayor sea el número de respuestas que conteste, mayor será la solidez
en la que investigación asiente sus bases para justificar su realización):
Conveniencia: ¿Para qué sirve? ¿Qué interés subyace a la propuesta?
Relevancia social: ¿A quiénes beneficiará y de qué manera?
Implicaciones prácticas: ¿Ayuda a resolver algún problema práctico? ¿Podrán las
conclusiones trasladarse a acciones concretas de modificación?
Valor teórico: ¿Se logrará llenar algún hueco de conocimientos?; ¿Se podrán generalizar
los resultados?; ¿La información que se obtenga servirá como prueba de alguna teoría?
Utilidad metodológica: ¿Ayuda a crear nuevas técnicas de elaboración y/o análisis de
datos?; ¿Permite la definición de un concepto, variable, relación entre variables,
indicadores, índices?; ¿Establece nuevos modos de estudiar más adecuadamente una
población?
La delimitación final del problema de investigación permite especificar y ajustar el
problema inicial para evitar confusiones y ambigüedades. Juan Samaja establece que para
que un problema de conocimiento se convierta en un problema de investigación, se deben
cumplir varias etapas, como circunscribir el campo del problema, examinar las respuestas
disponibles y establecer su relevancia. Es importante tener en cuenta los determinantes de
la investigación, como los factores epistemológicos, políticos, institucionales, económicos y
subjetivos. Además, el planteamiento del problema debe permitir a los lectores entender
los fundamentos y decisiones metodológicas y teóricas de la investigación, dependiendo
del público al que esté dirigido el informe.

OBJETIVOS DE INVESTIGACIÓN
La función de los objetivos en la investigación científica
Objetivos de investigación deben ser coherentes con el problema planteado y orientar la
finalidad cognitiva de la investigación. Los objetivos permiten al lector acceder al
conocimiento de los datos que se van a producir y definir los elementos y características
que se van a investigar. Su presencia en un informe o proyecto de investigación muestra la
intencionalidad y dirección del proceso, así como la correspondencia entre la propuesta y
el estado de situación de la temática implicada. Además, los objetivos son el resultado de
la búsqueda preliminar de investigaciones ya realizadas y de la opinión de especialistas
que conocen la temática desde sus prácticas cotidianas.
En la redacción de los objetivos de investigación, los investigadores deben establecer una
secuencia clara que les permita determinar a quiénes van a estudiar y qué características
de ellos resultan de interés a partir del problema planteado. Se deben elaborar objetivos
preliminares para orientar la exploración de antecedentes teóricos, conceptuales y
metodológicos, que luego serán reemplazados por los objetivos definitivos, que marcarán
la directriz definitiva de la tarea investigativa, después de examinar y evaluar la
conveniencia de ratificarlos o modificarlos a partir del "estado del arte".
Se pueden clasificar los objetivos de investigación según Guillermo Briones en:
descriptivos, clasificatorios, comparativos, correlaciónales y explicativos o causales. Los
objetivos descriptivos buscan caracterizar propiedades o características de un universo, los
clasificatorios ordenan a los elementos del universo en categorías o grupalidades
significativas, los comparativos buscan contrastar sectores de una población en relación a
una o más características, los correlaciónales buscan relacionar dos o más características
del universo y los explicativos o causales buscan establecer relaciones de causalidad entre
características o propiedades del universo a investigar.
Los tipos de investigación según Hernández Sampieri, Collado y Méndez son cuatro:
exploratoria, descriptiva, correlacional y causal o explicativa. La investigación exploratoria
se utiliza para examinar problemas poco estudiados o fenómenos nuevos, mientras que la
investigación descriptiva se enfoca en establecer las características de un universo sin
hacer asociaciones entre las variables. La investigación correlacional busca comprobar si
hay asociación entre dos o más variables, mientras que la investigación causal o
explicativa se emplea para comprobar una posible relación de causa y efecto entre dos o
más variables.
Componentes estructurales de los objetivos de investigación
Desarrollar los conceptos utilizados en los objetivos de la investigación a partir de una
postura teórica justificada y del marco teórico construido a partir de los antecedentes del
tema es fundamental. En la investigación cuantitativa se emplean variables para
posibilitar el registro de una característica o propiedad que pueden adoptar una serie de
variaciones medibles aplicables a un determinado universo. La definición de una variable
se realiza a través de un proceso de especificación y operacionalización antes del trabajo
de campo. Para Samaja (1997) los datos son construcciones complejas que poseen una
estructura interna inmutable, mientras que para Sierra Bravo (1979) los componentes
estructurales de los datos son universo, variables, dimensiones y valores.
En la temática metodológica, el universo es el conjunto de elementos delimitados por el
investigador sobre los que se pretende registrar algunas de sus características (variables)
de interés para el estudio. Está compuesto por unidades de análisis, que son la célula
básica del análisis de datos. Las unidades de análisis pueden ser individuales o colectivas y
se clasifican en categorías (conjunto de elementos sin estructura de vinculación social),
sistemas (elementos vinculados por relaciones formales o secundarias) y grupos
(elementos vinculados por relaciones primarias o secundarias), según la clasificación
propuesta por Sierra Bravo.
Las unidades de análisis en una investigación se clasifican en individuales o colectivas y
pueden ser categorías, sistemas o grupos. Las unidades individuales no permiten
desagregación interna, como las personas en un territorio o los estudiantes de una
universidad, mientras que las unidades colectivas implican un agregado de elementos
compuestos por otros menores, como familias ensambladas o empresas metalúrgicas.
En algunos estudios, es necesario distinguir entre la unidad de análisis y la unidad de
registro. La unidad de análisis se refiere a los elementos del universo empírico que se
pretende estudiar, mientras que la unidad de registro se refiere a aquellos elementos
empíricos sobre los cuales se aplica la técnica de elaboración de datos. En los estudios
cualitativos, se utilizan conceptos guía o sensibilizadores que funcionan como dispositivos
abiertos y flexibles, ya que se van cerrando en el alcance de su significado a medida que se
elaboran durante el proceso de investigación. Estos conceptos orientan al investigador
sobre qué aspectos deben prestar atención o registrarse, y su definición es menos
restrictiva que la de las variables.
La utilización de conceptos guías o sensibilizadores en investigaciones cualitativas es
importante porque permiten una mayor flexibilidad en el proceso de investigación y en la
elaboración de datos. Estos conceptos proporcionan una orientación general sobre las
referencias y criterios a considerar al abordar casos empíricos, mientras que los conceptos
definitivos, típicos de investigaciones cuantitativas, tienen una definición precisa y se
utilizan para hacer una serie prefijada de preguntas en una encuesta. El uso de conceptos
sensibilizadores permite registrar datos sobre las vivencias y experiencias de los
participantes sin restricciones y prestando atención a las expresiones imprevistas que
puedan surgir en las conversaciones.
Las variables son características o propiedades empíricas que pueden presentar diferentes
variaciones o valores en relación a un universo determinado. Para registrar datos de las
variables, se requiere un proceso de operacionalización que consiste en traducir un
concepto definido teóricamente hacia una serie de datos empíricos a través de una serie
de acciones fundamentadas conceptualmente que deben articularse con determinadas
opciones técnicas de registro de datos. Este proceso comienza con la enunciación del
significado del concepto/variable que se quiere registrar, lo que implica una definición
teórica y una definición operacional articuladas coherentemente entre sí. La definición
teórica se refiere al significado conceptual de la variable en relación con lo establecido por
el investigador en el marco teórico, mientras que la definición operacional establece
detalladamente las operaciones o actividades de aplicación de técnicas que propone el
investigador para registrar la variable. Para que la investigación sea evaluada y replicada,
el investigador debe justificar metodológicamente que las técnicas de elaboración de
datos que pretende emplear para registrar la variable guardan una relación lógica con el
significado de la definición conceptual y con la precisión suficiente.
Es importante distinguir entre variables simples y variables complejas para poder llevar a
cabo una adecuada operacionalización entre el concepto y el dato empírico. Las variables
simples son aquellas que se registran directamente a partir de una definición teórica y
operacional y no están compuestas de otros conceptos. Por otro lado, las variables
complejas se componen de otros conceptos que la constituyen en el interior de su
significado y requieren ser dimensionadas en los componentes conceptuales que la
conforman. Por lo tanto, para medir adecuadamente una variable compleja es necesario
especificar sus dimensiones o subvariables.
Es importante distinguir entre variables simples y variables complejas en la
operacionalización de un concepto en datos empíricos. Las variables simples se registran
directamente a partir de una definición teórica y operacional y no están compuestas de
otros conceptos en su significado. Las variables complejas se componen de otros
conceptos que la constituyen en el interior de su significado y deben ser diferenciados
conceptual y operacionalmente en sus dimensiones o subvariables. La cantidad de
dimensiones o subvariables dependerá del anclaje teórico y las decisiones de la instancia
investigativa.
En el proceso de operacionalización, el investigador debe decidir cómo registrar cada una
de las subvariables o dimensiones de la variable a través de indicadores, que son
parámetros que relacionan lo conceptual con lo empírico mediante una técnica de
registro. Los indicadores no son procedimientos ni datos en sí mismos, sino que se basan
en técnicas de registro empírico para obtener información mensurable. El investigador
debe asociar cada dimensión de la variable con una técnica de registro adecuada para
obtener la medición o el registro de los valores o las variaciones de la variable que se
pretenden estudiar. Los indicadores no operan aislados de la variable, sino que son una
parte constitutiva de ella.
El proceso de operacionalización requiere que el investigador tome decisiones para
registrar las subvariables o dimensiones de cada variable de los objetivos de investigación,
utilizando indicadores que enlacen lo conceptual y lo empírico mediante una técnica de
registro. Los indicadores pueden ser objetivos o subjetivos, observacionales o inferenciales,
y deben estar articulados con el marco teórico y ser comprensibles en su lectura. Los
indicadores permiten registrar el valor o variación del esquema clasificatorio en cada
dimensión de cada variable en cada unidad de análisis, y están unidos empírica y
teóricamente al concepto y al marco teórico.
La validez del indicador se logra cuando hay una correspondencia adecuada entre la
conceptualización y la operacionalización de la variable, y cuando la definición operacional
cubre todos los aspectos registrables presentes en la definición conceptual. Es importante
utilizar un gran número de indicadores para aumentar la probabilidad de validez. En una
variable compleja, los indicadores se constituyen como una serie de pluralidades que dan
cuenta de las variaciones o de los valores de cada dimensión o subvariable, y el
investigador debe definir la pertinencia de los resultados de cada indicador con cada
dimensión en su integración coherente para dar cuenta de las variaciones o valores de la
variable. Un error común es la insuficiencia en la completitud de la información de la
variable planteada, y otro error común es la inclusión de dimensiones e indicadores que no
constituyen a la variable a investigar.
El último paso del proceso de operacionalización en la investigación cuantitativa es
registrar empíricamente las variaciones o valores de la variable a partir de los indicadores.
El valor numérico resultante de este registro no significa nada por sí solo y debe estar
fundamentado teórica y metodológicamente. Los índices representan un valor resumen de
varios valores de indicadores de diferentes dimensiones de una misma variable y se
utilizan para sintetizar el nivel numérico de una variable multidimensional. Los índices se
construyen después de determinar los indicadores y buscan producir un valor de síntesis de
una multiplicidad de indicadores para dar cuenta de un panorama global de la variable.
Un ejemplo común de un índice en el ámbito escolar es la calificación de un examen,
mientras que un ejemplo de dato construido es el índice PBI utilizado por los economistas.
En los ejemplos presentados se muestran dos tipos de variables: una variable simple y
unidimensional, como es el caso del origen de los ingresos, que se mide a través de un solo
indicador, y una variable compleja y multidimensional, como es el caso del grado de
desarrollo industrial, que se mide a través de varios indicadores agrupados en diferentes
dimensiones.
Para variables multidimensionales es necesario emplear tantos indicadores como
dimensiones tenga la variable. En el caso del grado de desarrollo industrial, se presentan
seis dimensiones que miden diferentes aspectos del desarrollo industrial, como las
características del parque industrial, la rentabilidad de las empresas, el consumo
energético, la inversión de las empresas, la exportación de las organizaciones y el
desarrollo local de la ciencia y tecnología aplicadas al desarrollo fabril.
Cada dimensión se mide a través de varios indicadores que permiten obtener una visión
más completa del fenómeno que se está midiendo. Por ejemplo, la dimensión de
rentabilidad de las empresas fabriles se mide a través de indicadores como los ingresos
obtenidos, la cantidad de capital invertido y el tiempo transcurrido desde que se realizó la
inversión.
La selección de indicadores y dimensiones adecuadas es esencial para medir de manera
precisa y confiable las variables complejas, mientras que para las variables simples y
unidimensionales puede ser suficiente con un solo indicador.
Objetivos generales y específicos
El planteamiento de los objetivos de investigación es fundamental para que el proceso
investigativo esté bien fundamentado teórica y conceptualmente. El objetivo es ir
conectando los conceptos abstractos con los datos empíricos a construir. El primer paso es
redactar los objetivos generales y específicos que se diferencian y complementan entre sí
en el nivel de operacionalización de los datos. Los objetivos generales representan el
alcance máximo de lo que se quiere investigar y es importante segmentarlos
exhaustivamente para hacerlos más direccionados hacia su operacionalización y así poder
definir el método y las técnicas de registro y tratamiento de datos a utilizar.
El primer paso en el proceso de operacionalización de la investigación es subdividir el
objetivo general en objetivos específicos que representan las partes temáticas de una
totalidad. Estos objetivos específicos deben ser más concretos y empíricos, pero
coherentes con el objetivo general. No hay una cantidad preestablecida de objetivos
específicos, ya que depende de la profundidad de la investigación y la definición
conceptual de las variables implicadas, lo que a su vez depende del marco teórico
conceptual de la investigación, la intención del investigador, los condicionantes
institucionales y los recursos disponibles. El objetivo es llegar a una definición clara de los
datos empíricos a obtener.
Los objetivos específicos tienen la función de clarificar la intención de los investigadores y
mostrar el inicio de la operacionalización conceptual de las características o variables del
universo involucrado en el objetivo general. Cada objetivo específico presenta las
dimensiones o subvariables que se integran en una totalidad temática representada por el
objetivo general. Estos objetivos específicos se encauzan en la misma intencionalidad
cognitiva y temática incluida en el objetivo general y se dirigen a un nivel más concreto de
lo planteado en el objetivo general. Por ejemplo, si la variable es cultura financiera, los
objetivos específicos deben incluir subvariables como planificación del ahorro, estrategias
de inversión, prácticas de consumo y tipos de gastos, entre otras, que son partes de una
totalidad.
Para mantener la coherencia y claridad en la investigación, los objetivos específicos deben
representar las dimensiones o subvariables de la totalidad temática del objetivo general.
Cada objetivo específico debe dirigirse a un nivel más concreto que el objetivo general y se
enfoca en las acciones cognitivas sobre cada dimensión definida conceptualmente como
integrante de la variable. Además, los objetivos específicos deben elaborarse con
coherencia e inclusión máxima con respecto a lo planteado en el objetivo general y no
deben contener variables diferentes a las que están planteadas en las acciones cognitivas
generales.
Los objetivos específicos no deben exceder lo que se pretende obtener cognitivamente con
el objetivo general y no deben abarcar la elaboración de una operación lógica de alcance
superior a lo planteado en el objetivo general, ni agregar conceptos que no estén
comprendidos en él. Por ejemplo, si el objetivo general es descriptivo, no se puede crear un
objetivo específico correlacional o causal, ya que esto implica un procedimiento probatorio
de un alcance diferente. En cambio, un objetivo general causal puede contener algún
objetivo específico descriptivo o correlacional, ya que la descripción está implicada en la
causalidad.
Para ejemplificar esta acción de operacionalización se puede presentar un estudio sobre
los estudiantes universitarios en el que se establecieron correctamente los siguientes
objetivos generales y específicos:
Objetivo general: Describir las condiciones de vida y las características socio demográficas
de los estudiantes de universidades públicas de la Provincia de Bs. As.
Objetivos específicos: Conocer las condiciones de salud, educación, vivienda, ocupación,
características del entorno y seguridad social de los estudiantes de universidades públicas
de la Provincia de Buenos Aires.
Determinar la composición del hogar, las relaciones familiares y afectivas, las migraciones,
la fecundidad, la edad, la participación social, la pertenencia a pueblos originaros y/o
afrodescendientes de los estudiantes de universidades públicas de la Provincia de Bs. As.
En el siguiente ejemplo, la variable “riesgos laborales” está implicada en elobjetivo
general, se desagrega y operacionaliza en los objetivos específicos a través de conceptos
más cercanos al registro empírico que en el establecido por el objetivo general, que
presenta un mayor nivel de abstracción:
Objetivo general Indicar la presencia de riesgos laborales en las industrias metalúrgicas
del partido de San Martín.
Objetivos específicos Establecer los riesgos laborales de carácter medioambiental de las
industrias metalúrgicas del partido de San Martín.
Describir los riesgos laborales del lugar de trabajo y de los equipos o máquinas que se
manipulan de las industrias metalúrgicas del partido de San Martín.
Determinar los riesgos laborales de la ergonomía y de factores psicosociales de las
industrias metalúrgicas del partido de San Martín.
En el ejemplo presentado a continuación, la variable “rendimiento académico” se
especifica en las subvariables: duración de la carrera, calificaciones, retención y deserción
presentes en cada uno de los objetivos específicos:
Objetivo general: Analizar el rendimiento académico de los alumnos de la UNLu.
Objetivos específicos: Caracterizar la frecuencia de recursada de las materias de los
alumnos de la UNLu.
Determinar las calificaciones de los alumnos de la UNLu.
Establecer la duración de egreso de los alumnos de la UNLu.
Indicar la deserción de los alumnos de la UNLu.
En la investigación cuantitativa, los objetivos generales y específicos deben expresar de
manera precisa las variables y sus subvariables, y no pueden ser modificados una vez
establecidos debido al carácter rígido y cerrado de este tipo de estudios. Por otro lado, en
la investigación cualitativa, los objetivos pueden enunciarse de manera más ambigua o
abstracta debido al proceso recursivo entre la teoría y los datos, y los objetivos pueden ser
revisados y modificados durante la elaboración de los datos en el trabajo de campo debido
a la estructura abierta y flexible de este tipo de estudios.
A continuación, se presentan objetivos pertenecientes a investigaciones cualitativas:
“Objetivo general: Comprender las significaciones que expresan docentes bonaerenses de
E.G.B. 1 y 2 acerca de las prácticas laborales y de los actores de su comunidad escolar.
Objetivos específicos: Indagar en las descripciones que maestros de E.G.B. 1 y 2 realizan
sobre las problemáticas vivenciadas en su tarea diaria.
Establecer las concepciones que los docentes tienen hacia sí mismos y hacia los alumnos
de la comunidad educativa.
Analizar las manifestaciones que docentes de E.G.B. 1 y 2 realizan acerca del alcance y las
posibilidades de sus acciones escolares”
Recomendaciones y errores frecuentes en la redacción de objetivos de investigación
Para redactar objetivos de investigación precisos, se debe utilizar un lenguaje sencillo y un
verbo que involucre una acción cognitiva a cumplir. El verbo utilizado en el objetivo indica
las intenciones de la investigación y orienta la construcción del objeto de investigación y
las acciones metodológicas empleadas. Algunos verbos comúnmente utilizados en
investigaciones son:

Conocer Establecer Indagar Comprender Determinar


Describir Explicar Analizar Comparar Indicar
Señalar Comparar Examinar Categorizar Identificar

Para lograr claridad y rigor en la redacción de objetivos de investigación, es importante


incluir las variables a registrar y delimitar un universo específico. Toda investigación
implica un recorte necesario de la realidad y la delimitación es una actividad central para
el investigador, ya que le permite tener un encuadre factible del proyecto en un contexto y
temporalidad determinados. Un error común en la redacción de objetivos es omitir el
universo o variable, lo que genera un enunciado demasiado amplio y difícil de cumplir. Los
objetivos deben contener referentes empíricos y coordenadas de espacio y tiempo para
evitar la amplitud excesiva. Dos ejemplos de objetivos mal redactados son "analizar los
procesos de marginación social" y "establecer las consecuencias del desempleo".
Es un error común redactar objetivos de investigación de manera ambigua, sin precisar
qué tipo de datos se van a generar. Esto puede causar incertidumbre en el lector y en el
investigador sobre el enfoque de la investigación. Ejemplos de objetivos que emplean
términos indeterminados como "causas", "razones" y "factores". Se destaca la importancia
de precisar la naturaleza de la variable que se va a investigar.
Otro error común al confeccionar objetivos de investigación es redactarlos de forma
ambigua y confundirlos con los propósitos de la investigación. Los objetivos deben ser
acciones cognitivas que permitan la elaboración de datos y no deben asimilarse con los
propósitos, que implican una acción de modificación o transformación en la realidad del
problema presentado. Un ejemplo de propósitos confundidos con objetivos es: "Motivar a
los docentes de la Provincia de Buenos Aires para que ajusten su propuesta áulica a partir
de los criterios curriculares dados por el gobierno provincial" y "Elevar el rendimiento
académico de los alumnos de las universidades nacionales de la Provincia de Bs. As.".
No debemos confundir la acción cognitiva de los objetivos de investigación con las tareas
procedimentales necesarias para llevar a cabo la investigación, como el marco teórico, el
muestreo y las técnicas de elaboración de datos. Estas últimas son actividades
instrumentales que deben ser realizadas por el investigador para obtener datos empíricos.
Los objetivos deben establecer qué datos se van a producir y nunca deben indicar cómo se
van a producir. Confundir estos elementos puede llevar a errores en la definición de los
objetivos y afectar la calidad de la investigación.
Un ejemplo de este tipo de error de dos objetivos específicos que en realidad son pasos
procedimentales del proceso de investigación, como confeccionar un marco teórico y
realizar una encuesta:
Objetivo general: Analizar la actitud de los directivos nacionales de la industria
manufacturera respecto a la innovación y creatividad en sus organizaciones.
Objetivos específicos: Elaborar un marco teórico sobre la actitud de los directivos de
empresas respecto a la innovación y creatividad en las organizaciones productiva.
Diseñar un instrumento de medición de actitudes con sus respectivas pruebas de validez y
confiabilidad para aplicarlo a la población seleccionada.
Otro error frecuente en la redacción de objetivos de investigación se produce cuando las
variables y el universo del objetivo general son diferentes a los que están contenidos en los
específicos.
En el siguiente ejemplo se ilustra la equivocación en el objetivo general, se propone
analizar el “consumo de alcohol”, esta variable no vuelve a estar presente en los objetivos
específicos; en el primer objetivo específico se confunde la variable “consumo de alcohol”
con la variable “compra de bebidas alcohólicas”; en el objetivo específico siguiente se
expone la variable “nivel de ingresos” de las personas consumidoras de alcohol que no se
encuentra en el objetivo general, asimismo, se cambia el universo, ya que, en el objetivo
general es la población de la ciudad de Rosario y en el objetivo específico es la población
rosarina que consume bebidas alcohólicas; en el último objetivo se cambia el universo,
ahora se estudiaría al Estado y a las empresas productoras, y se presenta una nueva
variable la “política de precios de bebidas alcohólicas”:
Objetivo General: Analizar el consumo de alcohol de la población de la Ciudad de Rosario.
Objetivos Específicos: Estudiar el aumento de la compra de bebidas alcohólicas de la
Ciudad de Rosario.
Determinar el nivel de ingresos de los residentes de la Ciudad de Rosario que consumen
bebidas alcohólicas.
Analizar la política de precios con respecto a las bebidas alcohólicas en la Ciudad de
Rosario.
La equivocación presente en el próximo ejemplo radica en que se agrega en el objetivo
específico nuevas variables que no están presentes en el objetivo general: “situación
laboral” es una dimensión del “nivel socioeconómico” de los alumnos, pero “rendimiento
académico” es una variable que no está incluida en el objetivo general, ni es una
dimensión de la variable en cuestión.
Objetivo general Conocer el nivel socioeconómico de los estudiantes de la UNLu.
Objetivo específico
Determinar la situación laboral de los alumnos de la UNLu y su rendimiento académico.
MARCO TEORICO
Revisión de antecedentes
Ninguna investigación comienza desde cero, sino que se parte de un punto teórico y
metodológico que fundamenta los registros empíricos. Howard Becker afirmó que los
hechos nunca son desnudos y siempre están vinculados a creencias metodológicas y
teóricas. El marco teórico es una etapa importante del proceso de investigación y contiene
la exposición y análisis de las teorías que sustentan la investigación. La teoría se define
como conjuntos de conceptos interrelacionados, proposiciones articuladas lógicamente,
deducibles entre sí, que ofrecen una visión sistemática e integral de una realidad. Los
conceptos deben ser puestos a prueba y refinados a partir de los resultados de la
investigación empírica.
Las teorías son construcciones lógicas de conceptos y categorías que permiten describir,
explicar y predecir fenómenos en la realidad. El marco teórico es una etapa central del
proceso de investigación que contiene la exposición y el análisis de las teorías que
sustentarán la investigación. Para construir el marco teórico es necesario realizar un
trabajo de inmersión en el conocimiento existente sobre el tema y ordenar la bibliografía
pertinente. La lectura crítica de los antecedentes teóricos y metodológicos permite ajustar
el problema y objetivos preliminares de la investigación. Es necesario realizar una revisión
recurrente de los textos claves para refinar las conceptualizaciones que se emplean en la
investigación.
El marco teórico en una investigación cumple varias funciones importantes que incluyen:
la prevención de errores en estudios previos, la orientación en la realización de la
investigación, la provisión de un marco de referencia para el análisis de los resultados, la
documentación y fundamentación de la necesidad de realizar el estudio, la posibilidad de
la supervisión analítica de terceros, la imposibilidad de pasar por alto aspectos sutiles y la
homogeneización del lenguaje técnico empleado. En conjunto, estas funciones ayudan a
asegurar que la investigación sea más rigurosa y sólida.
El material de los antecedentes relevantes para una investigación puede variar desde
referencias sistematizadas y empíricamente respaldadas hasta temas novedosos con
pocos antecedentes. La estrategia de investigación a seguir dependerá de la cantidad y
calidad del material encontrado. Es recomendable elaborar un marco teórico organizado y
flexible para esta instancia, que incluya la revisión de la literatura directa e indirectamente
relacionada con el problema de investigación. Esta actividad consiste en descubrir,
consultar, analizar y evaluar la utilidad del material obtenido.
La búsqueda del material se pude basar en tres tipos de fuentes de información:
>Primarias: datos de primera mano, que resultan de la acción directa de los investigadores
a partir de la aplicación de alguna técnica de registro de datos, como la observación, la
encuesta o la entrevista.
>Secundarias: información preexistente que puede originarse en registros administrativos
o comerciales, en calidad de listas, compilaciones o resúmenes de fuentes primarias.
>Terciarias: basado en documentos donde hay registrados y sistematizados una serie de
referencias a textos que compendian organizadamente fuentes secundarias.
Es importante generar un marco teórico coherente y no contradictorio, lo cual se logra
mediante la elaboración de un índice que registre el orden de los conceptos seleccionados.
Luego se debe seleccionar la bibliografía más importante y ordenar el material de acuerdo
a un criterio lógico. Es necesario utilizar comillas y citar las fuentes correctamente.
También se deben seleccionar los términos a emplear en el trabajo, definirlos y articularlos
entre sí.
Capítulo 3
INVESTIGACIONES CUANTITATIVAS Y CUALITATIVAS
La naturaleza compleja de la realidad social en las ciencias sociales requiere de diferentes
enfoques metodológicos y cognitivos para abordar las diferentes dimensiones del
comportamiento humano. Para la dimensión objetiva se utilizan métodos cuantitativos
para la medición de hechos, mientras que para la dimensión subjetiva se utilizan métodos
cualitativos para la comprensión de las estructuras subjetivas de las significaciones en la
acción social. La investigación de la realidad social requiere de enfoques heterogéneos que
sean científicamente válidos y adecuados para el objeto de estudio.
Fundamentos epistémicos de lo cuantitativo y lo cualitativo
La realidad social se construye a través de procesos sociales en los que se entrelazan la
producción social de objetividad y subjetividad, y los actores sociales desarrollan su acción
dentro de marcos de significado que implican un mundo social y un mundo natural. El
mundo social vivenciado subjetivamente es un mundo pre interpretado que antecede a la
existencia individual y se percibe por intermedio del lenguaje. En la investigación científica
en ciencias sociales, el vínculo entre el sujeto y el objeto es complejo, ya que el objeto es
en realidad un sujeto miembro activo de una sociedad, y el investigador utiliza sus propias
significaciones a fin de encontrarle sentido a lo que considera como realidad.
Existen dos enfoques diferentes en la investigación científica en las ciencias sociales: El
enfoque positivista, representado por Emile Durkheim, se basa en la aplicación del método
científico, con técnicas probadas en las ciencias naturales, y busca la observación empírica
y medición del objeto de estudio. En contraposición, el enfoque interpretativo o
comprensivo, representado por el sociólogo Max Weber, reconoce que el científico
necesita recortar la realidad para acercarse a ella, y que este recorte es inevitablemente
influenciado por los valores del investigador. Actualmente, se reconoce la importancia de
aplicar técnicas y estrategias de investigación cualitativas en el estudio científico
diversificado sobre lo social, y se enfatiza la necesidad de adaptar las técnicas a las
complejidades implícitas en el objeto de investigación.
La existencia de estas diversas propuestas epistemológicas y metodológicas en la
investigación social, en lugar de limitarse a un enfoque rígido y cuantificativo. La creencia
de que lo que no es medible no es científico resulta limitante y obstaculiza la creatividad
en el abordaje de nuevas problemáticas. Además, se destaca que, aunque la metodología
cualitativa se presenta como inductiva y constructora de teoría, los investigadores
también parten de una base teórica implícita y registran los datos a partir de marcos
conceptuales.
Referentes empíricos de la investigación
Ciertas informaciones cuantitativas sobre la realidad social pueden ser útiles para
entender algunas dinámicas sociales, pero no siempre son suficientes para comprender las
motivaciones de los actores involucrados en esos procesos. Por ejemplo, en el caso del
consumo de marihuana, las investigaciones convencionales pueden proporcionar
información sobre los efectos físicos, pero no explican por qué los jóvenes la consumen a
pesar de los riesgos. Esto muestra la limitación de un enfoque cuantitativo y la necesidad
de tener en cuenta enfoques más cualitativos y subjetivos para comprender mejor los
fenómenos sociales complejos.
En la clasificación general de los objetos de estudio de las ciencias sociales, siguiendo la
propuesta de Giroux y Tremblay, se identifican tres referentes empíricos que se entrelazan
intrínsecamente en la realidad social pero que se diferencian conceptualmente para ser
investigados: los comportamientos, las condiciones objetivas de la vida social y las
significaciones.
Los comportamientos son acciones que expresan las intenciones o significaciones de los
actores sociales, y pueden observarse directamente o registrarse a través de técnicas de
elaboración de datos como la verbalización o mediciones y anotaciones administrativas.
Las condiciones objetivas de la vida social son las características materiales de los actores
o del entorno físico o natural en el que éstos se posicionan en el espacio social. El registro
de estas condiciones no garantiza la objetividad de los datos producidos, ya que su
presentación, vinculación y abordaje metodológico y teórico pueden influir en la visión que
se tenga de ellas.
Las significaciones son las formas en que los seres humanos entienden, sienten y
representan subjetivamente la realidad, y se manifiestan a través de expresiones verbales,
comportamientos o estados perceptivos, cognitivos y emocionales. Las significaciones son
un objeto de estudio cualitativo y su análisis permite comprender cómo se construyen los
significados, identidades y definiciones de la realidad social en un proceso social continuo.
Según Ruth Vieytes, los objetos de investigación que contienen significaciones tienen los
siguientes atributos:
1. Densidad subjetiva: las subjetividades pueden presentar resistencias para ser
comprendidas debido a que las significaciones se arraigan en la interioridad de la
persona.
2. Abstracción: las significaciones se constituyen en ordenaciones de elementos
orientados por valores abstractos, que pueden tener diferentes interpretaciones en
diferentes actores sociales.
3. Complejidad: los sentidos implicados en la intencionalidad del obrar se conforman
en relación a los vínculos sociales resultantes de un proceso de asimilación de
convenciones sociales, pero también de procesos de tensión y cambios.
4. Intolerabilidad social: algunas significaciones son resistidas en determinados
entornos sociales, como aquellas características que sus portadores deben ocultar
o sobre las que sienten temor o vergüenza.
5. Precariedad: las significaciones se producen también como consecuencia de
vínculos sociales intermitentes, imprevisibles o de baja estabilidad en su
continuidad temporal.
6. Sobredeterminación simbólica, ideológica y/o imaginaria: las significaciones se
constituyen de relaciones o de prácticas configuradas valorativamente por el
ejercicio del poder institucional o como el resultado de los estereotipos, el
prestigio, las diferencias sociales o raciales.
Métodos cuantitativos y cualitativos
En la investigación cuantitativa, es importante definir rigurosamente el universo a
investigar y las variables a medir. Se requiere una precisión inicial en lo que se va a medir y
cómo se va a medir para que los procedimientos estadísticos puedan ser aplicados y los
datos puedan ser sintetizados y analizados. Sin embargo, este enfoque no es adecuado
para estudiar fenómenos subjetivos o motivacionales que no son observables ni medibles.
Por otro lado, la investigación cualitativa se orienta hacia una realidad más compleja y no
medible, por lo que el investigador debe planificar una estrategia para que sus acciones
sean permeables a lo inesperado y la subjetividad pueda ser registrada.
En los estudios cualitativos se enfocan en la dimensión simbólica y motivacional del
comportamiento humano, lo cual no puede ser medido a través de dispositivos formales y
estandarizados como encuestas o muestreos probabilísticos. Los investigadores
cualitativos elaboran registros de realidades subjetivas a partir de un tema o concepto
básico para comprender las creencias, expectativas, imágenes sociales, significados y
aspectos emocionales que orientan los comportamientos sociales. En contraste con las
investigaciones cuantitativas, en la investigación cualitativa no se parte de un marco
teórico estructurado y operacionalizado conceptualmente, sino que se utiliza un abordaje
cognitivo flexible.
En la investigación cualitativa, se busca registrar la dimensión simbólica y motivacional del
proceder humano, lo que implica una estrategia flexible y abierta a lo impredecible. Es
importante reducir al mínimo las ideas previas y estructuras conceptuales para evitar
interpretaciones anticipadas. El diseño cualitativo es reversible y adaptable a lo que surja
durante el trabajo de campo, lo que requiere de flexibilidad y destreza metodológica. El
investigador debe ir más allá de las descripciones de los actores, comparando, asimilando
y diferenciando experiencias y puntos de vista para obtener una comprensión en
profundidad de la realidad social.
El siguiente cuadro evidencia el andamiaje flexible en el que se articula la situación de
evaluación y de reflexión durante todo el proceso a fin de ajustar las referencias empíricas
y la consecuente elaboración y análisis de datos:

Triangulación
La triangulación es una estrategia de investigación que consiste en la combinación de
diferentes métodos y técnicas cuantitativas y cualitativas para abordar una problemática
compleja desde múltiples perspectivas y obtener resultados más rigurosos y completos.
Esta estrategia se utiliza para generar dos conjuntos de datos dirigidos a conformar un
mismo encuadre temático en dos planos de datos superpuestos o para cubrir las
debilidades o los alcances de cada método utilizando las técnicas de uno como paso previo
a la aplicación del otro. Además, también se utiliza la estrategia de complementación
diferencial que implica una aplicación conjunta de diferentes métodos y técnicas centrada
en investigar las diferentes dimensiones de un fenómeno de naturaleza heterogénea. La
triangulación es una técnica valiosa para obtener una comprensión más profunda y
completa de una problemática compleja.

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