Está en la página 1de 7

Materiales de ortopedia, esguince, desgarro

muscular, tendinitis, fascitis, bursitis,


luxación congénita de cadera y subluxación

➢ Vendajes: Una de las formas más sencillas de


inmovilización son los vendajes enrollables, que
sirven para cubrir y proteger las lesiones, sobre
todo las musculoesqueléticas, pues al mantener
el tejido inmóvil aumentan las posibilidades de
su reconstrucción, y para fortalecer las férulas.
El vendaje debe cubrir la extremidad por encima
y por debajo del área afectada, pero dejando
expuestos los dedos para que el paciente pueda
ejercitarse y, al mismo tiempo, para poder
realizar fácilmente los controles
neurovasculares.
El tamaño del vendaje debe ser el más adecuado
para la zona del cuerpo afectado y, en lo posible,
se deben aplicar vendajes nuevos.
Las técnicas que pueden combinarse con
vendajes con el objetivo de una recuperación
más temprana para reanudar antes la actividad.

➢ Cabestrillo: Se usa cuando el paciente tiene un hombro o un brazo lesionado.


La punta del triángulo se coloca sobre el codo y se pasa el brazo con el codo
flexionado entre las dos mitades del triángulo.
Se anuda alrededor del cuello del paciente, nunca colocándola sobre la columna
cervical, ya que podría causar compresión del nervio, y para mantener y proteger la
piel, se debe colocar una compresa de gasa bajo el nudo.
Finalmente, la correa se sujeta al codo. La mano debe estar más alta que el codo, el
paciente debe ejercitarse con ella para mantener el tono muscular.
• Férulas temporales: Se utilizan por lo general
cuando se produce una lesión aguda, como una
fractura y/o luxación, para evitar que se mueva
y empeorar durante el traslado, colocándolo
después de evaluar el paciente la condición
permite. En estos casos son muy útiles las férulas de
aire en las extremidades, la tabla espinal en los
pacientes politraumatizados con sospecha de lesión
vertebral y la férula contracción de Hare en las
fracturas de extremidad inferior. En situaciones
menos urgentes, las férulas temporales pueden ser
útiles, como una férula después de una cirugía.

• Férulas de inmovilización: Se utilizan para lesiones que necesitan
una inmovilización prolongada pero que no requieren que ésta
sea más compleja. También se pueden emplear después de
intervenciones quirúrgicas. La más clásica es la férula enyesada
sujeta por un vendaje. Otra variedad de férulas son las metálicas,
son útiles en las lesiones de mano, ya que estabilizan la
reducción de luxaciones de los dedos, tras la sutura y después de
una intervención quirúrgica.
• Yesos: Las escayolas convencionales se elaboran con un material formado por la
impregnación de criolina con yeso de París 2H2O. El yeso se comercializa en vendas circulares
y precisa del agua para que se unan los cristales formados y proporcione solidez y rigidez al
yeso. El período crítico de fraguado se consigue cuando el yeso alcanza un estado de
consistencia cremosa, empieza a perder humedad y adquiere elasticidad y un aspecto
brillante. El movimiento interfiere en ese período crítico y puede afectar a la solidez del yeso.
El otro elemento fundamental es el almohadillado sobre el que se coloca el yeso. Entre los
más utilizados se encuentran el Webril, el Specialist y el Sof-Roll. También se puede
emplear venda elástica o malla tubular bajo el yeso, con el objetivo de impedir el
deslizamiento entre el yeso y el almohadillado.
Es la lesión que se da en uno o más ligamentos y su severidad consiste en la extensión de la
lesión.

Una caída, una torcedura repentina o un golpe


➢ Dolor
que involucra la pérdida de la posición normal de
➢ Hinchazón
una articulación puede causar un esguince, con el
➢ Hematoma
resultado de un estiramiento excesivo o una
➢ Pérdida funcional, cuya
rotura del ligamento que estabiliza dicha
intensidad depende de la
articulación.
severidad del esguince.
Suelen afectar a articulaciones como el tobillo, la
rodilla o la muñeca, aunque pueden producirse en
cualquier otra articulación del cuerpo.
➢ Esguince de grado I: responden a un estiramiento excesivo o a una ligera rotura del
ligamento, sin que se aprecie inestabilidad articular. Suele ir acompañado de dolor e
inflamación de baja intensidad, con escasa o nula pérdida de la función. Puede aparecer
un ligero hematoma, pero el paciente suele ser capaz de apoyarse sobre la articulación
afectada.
➢ Esguince de grado II: resulta en el desgarro parcial del ligamento y se caracteriza por
hematoma, dolor moderado e hinchazón. La persona con este tipo de esguince suele
tener cierta dificultad para apoyarse sobre la articulación afectada y experimenta cierto
grado de pérdida funcional.
➢ Esguince de grado III: Las personas que sufren un esguince de grado III o severo
presentan desgarro o rotura completa del ligamento. El dolor, la hinchazón y el
hematoma suelen ser importantes y el paciente es incapaz de apoyarse sobre la
articulación.
Cuando un musculo se somete a un estiramiento brusco de forma pasiva (sin contracción
muscular) o activa (con contracción).
Frecuencia en:
➢ Los músculos que cruzan las articulaciones como los de la cadera o los de la rodilla
➢ La unión miotendinosa
➢ Músculos con predominio de fibras tipo II

➢ Dolor e hinchazón ➢ RICE


➢ Equimosis ➢ AINE
➢ Cuando la ruptura es muy significativa ➢ Fisioterapia progresiva
nos encontramos una especie de falla en ➢ Sutura quirúrgica si hay ruptura
la zona denominada hachazo
➢ Debilidad muscular

Síndrome de sobrecarga, por utilización continua de los tendones

➢ Corticoides locales pero no en el interior del


tendón porque puede producir debilidad y
futura rotura  RICE (reposo- hielo-
compresión-elevación)
➢ Estadio 1. Dolor tras el ejercicio ➢ AINE
➢ Estadio 2. Dolor con y tras ejercicio ➢ Electroterapia
➢ Estadio 3. Dolor incluso en reposo ➢ Masaje profundo en entesistis
➢ Estadio 4. Rotura completa del tendón ➢ Ondas de choque
➢ Cirugía

• Infección progresiva que afecta los tejidos blandos, con extensa necrosis del tejido
subcutáneo, incluyendo la grasa y la fascia subyacente, acompañada de una grave toxicidad
sistémica y alta mortalidad.
• Infección progresiva que afecta los tejidos blandos, con extensa necrosis del tejido
subcutáneo, incluyendo la grasa y la fascia subyacente, acompañada de una grave toxicidad
sistémica y alta mortalidad.
➢ FN tipo I (polimicrobiana). Es una infección habitualmente polimicrobiana, (bacteroides,
clostridium, peptoestreptococos) y uno o más anaerobios facultativos (estreptococos no
A) y enterobacterias, cuya actuación sinérgica origina la infección
➢ FN tipo II (estreptocócica). Suele tratarse de una infección monomicrobiana, producida
fundamentalmente por estreptococos beta-hemolíticos del grupo A (en menor medida C y
G), y menos frecuentemente por otras especies, como Staphylococcus aureus.

➢ Edema e induración más allá del área eritematosa


➢ Existencia de ampollas o flictenas (en especial si su contenido es hemorrágico)
➢ Crepitación o presencia de gas en las pruebas de imagen
➢ Ausencia de linfangitis o adenitis asociada.
• Es la inflamación de la bursa, un pequeño saco lleno de líquido que actúa como un cojín
entre un hueso y otras partes móviles

➢ Descansar y elevar el área lesionada.


Limitar la actividad, para no empeorar la
lesión.
➢ Tomar medicamentos que reduzcan la
inflamación, como aspirina, naproxeno o
ibuprofeno.
➢ Hinchazón ➢ Hacer ejercicios suaves de estiramiento y
➢ Dolor fortalecimiento
alrededor de los músculos y los huesos, ➢ Poner compresiones al área lesionada.
sobre todo alrededor de las articulaciones ➢ Colocar una férula, tablilla o banda en la
articulación lesionada

Representa un espectro de anormalidades, que comprometen el acetábulo y la cabeza femoral, y a


pesar de ser una enfermedad evolutiva, las alteraciones anatómicas están presentes desde el
nacimiento
Tipos:
1. Teratológica. Ésta tiene su origen en una etapa temprana del desarrollo; los signos clínicos y
radiológicos al nacer, son la manifestación de los cambios adaptativos de la pelvis y cabeza del
fémur.
2. Típica. Es más frecuente, aparece y se desarrolla en el periodo perinatal, hay pocos cambios
adaptativos, siendo las manifestaciones clínicas al nacimiento sutiles y los estudios radiográficos
frecuentemente son normales. Se divide así:
▪ Cadera luxada: En ésta, la cabeza del fémur se encuentra completamente desplazada del
acetábulo.
▪ Cadera luxable: La cabeza se encuentra en el acetábulo pero puede ser desplazada
completamente con una maniobra, para después volver a reducirse. Es la más frecuente.
▪ Cadera subluxable: La cabeza femoral se encuentra dentro del acetábulo pero se puede
provocar su desplazamiento sin sacarlo de esta cavidad completamente.
➢ 0-6 meses. En esta etapa las caderas que muestran sólo inestabilidad
tienen buen pronóstico, mantener la cadera en una posición estable
colocándola en flexión de 90° y en abducción.
➢ 6 meses-1 año. Estos niños se deben someter a tracción durante tres
semanas para disminuir la retracción de las partes blandas. En caso de
presentar una tensión excesiva pueden requerir de una tenotomía de
aductores.
➢ 1-4 años. El tratamiento a esta edad es la tracción-abducción por tres
semanas o la tenotomía del músculo psoas y miotomía de los abductores.
▪ Arnés de Pavlik: correa torácica, dos correas para los hombros y dos
estribos, quedando las caderas en posición de flexión por encima de los
90º y abducción
▪ Posición de Salter: consiste en flexión, rotación interna y abducción a 60º
▪ Férula de Tubingen: Permite un control más cómodo respecto al arnés de
Pavlik, con el inconveniente de que se retira con la ropa.

• Se produce cuando un hueso se desplaza o se sale parcialmente del lugar

➢ Dolor ➢ La de la articulación gleno-humeral


➢ Hinchazón ➢ La acromioclavicular
➢ Incapacidad para usar la parte ➢ La coxofemoral.
lesionada con normalidad ➢ La de codo.
➢ Hematomas o decoloración
➢ Posibleme pérdida de la
sensibilidad
• El tratamiento de las luxaciones traumáticas es la reducción
o integración de la articulación. La reducción abierta sólo
está indicada cuando hay interposición de partes blandas o
en lesiones abiertas o complicadas. Después de ratificar la
reducción por estudios radiográficos y según la articulación
afectada, la inestabilidad residual y la edad del paciente, se
debe inmovilizar el miembro afectado en posición funcional
durante tres a seis semanas, para permitir una cicatrización
de los ligamentos y la cápsula articular y después iniciar la
rehabilitación funcional.

También podría gustarte